BBVA Research mantiene su previsión de PIB para España en 2023 (2,4%) y rebaja la de 2024 al 1,8%

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BBVA Research ha mantenido su previsión de PIB para España en 2023 en el 2,4%, pero ha rebajado las perspectivas para 2024, del 2,1% al 1,8%. En el último informe Situación España, los economistas del servicio de estudios de BBVA destacan que los datos que adelantan el comportamiento de la actividad, particularmente en Europa, muestran un empeoramiento generalizado. A esto se añade el reciente aumento del precio del petróleo. En España, la productividad por hora de trabajo ha mostrado una caída inesperada en el segundo trimestre de 2023. Además, se perciben problemas de oferta en ciertos sectores y la demanda interna estará restringida por unos tipos de interés elevados y por la necesaria reducción del déficit público el siguiente año.

Los economistas de BBVA Research señalan que, aunque el sesgo sobre este escenario es a la baja y la incertidumbre de política económica podría aumentar durante los próximos meses, la recuperación puede continuar gracias a la fortaleza de la posición financiera de hogares y empresas, a la normalización prevista de la actividad industrial, al apoyo de los fondos europeos y al aumento en la población en edad de trabajar.

La revisión anual de las series de Contabilidad Nacional y la evolución reciente de los indicadores de actividad apuntan a un crecimiento económico en 2023 en línea con lo previsto por BBVA Research en su informe del mes de junio (2,4%).

El consumo, tanto privado como público, y las exportaciones de bienes han resultado mayores de lo previamente estimado por el INE, a pesar de que se ha moderado el aumento de las ventas de servicios al exterior y las cuentas muestran ahora una recuperación más modesta de la inversión. “Esto último es particularmente negativo, ya que supone una reducción de la capacidad de crecimiento a futuro de la economía española y un sesgo a la baja adicional sobre el avance de la productividad durante los próximos años”, apunta el informe.

La revisión estadística adelantó al primer semestre de 2022 el regreso a los niveles de PIB anteriores a la pandemia. Las horas trabajadas totales también han sobrepasado el umbral del cuarto trimestre de 2019, lo que da como resultado un reducido crecimiento de la productividad por hora trabajada durante los últimos cuatro años. Finalmente, las rentas laborales ya se han recuperado completamente mientras que las rentas del capital todavía continúan por debajo de los niveles de 2019.

Caída de la productividad y menor creación de empleo

Según BBVA Research, en el segundo trimestre de 2023 se observó una caída en la productividad por hora trabajada, además del inicio de una ralentización en la creación de empleo, generalizada por sectores de actividad, que coincide con el deterioro de algunos indicadores de confianza. El fuerte incremento de las horas totales trabajadas durante el segundo trimestre del año no vino acompañado por un aumento equiparable del PIB, lo que puede mostrar rendimientos decrecientes en el proceso de recuperación.

El avance mensual de la afiliación a la Seguridad Social se ha moderado desde el mes de junio, pasando de incrementos de 76.000 cotizantes en promedio por mes (descontada la estacionalidad y el efecto calendario), a 15.000 desde entonces. Esto podría situar el crecimiento del PIB en el tercer trimestre de 2023 en el 0,2% trimestral (1,8% anual).

Aunque el debilitamiento en la creación de empleo es generalizado, destaca el sector servicios. La desaceleración ha sido de particular importancia en aquellos sectores ligados al turismo (servicios de restauración y de alojamiento) y al gasto público (administraciones públicas y Seguridad Social). A este respecto, algunas decisiones de contratación podrían haberse adelantado al primer semestre del año, ya sea como consecuencia de la fuerte recuperación del gasto turístico o como resultado del ciclo electoral. Es también posible que se estén produciendo cambios estructurales en algunos sectores o tipos de empresas como consecuencia de la reforma laboral.

Finalmente, la ralentización coincide con el deterioro a nivel global de indicadores como los PMI, que apuntan a una contracción de la actividad en los servicios. Esto último reflejaría tanto el agotamiento del efecto del desconfinamiento, como el contagio del estancamiento en la industria al resto de la economía.

Más peso de la demanda interna

En general, se percibe un cambio en la composición del crecimiento de la actividad en España, más enfocado en el avance de la demanda interna y menos en la externa. El consumo de los hogares ha ligado dos trimestres consecutivos de avance, lastrado solo por el gasto que se realiza fuera de España. Esta recuperación corresponde al descenso de la incertidumbre relacionada con el coste de la energía, a la buena evolución del mercado laboral -apoyado por el turismo extranjero- y al crecimiento de los salarios. Por su parte, la inversión en construcción se ha acelerado, lo que puede estar reflejando el despliegue de los fondos Next Generation EU (NGEU), en la medida en que el mayor aumento se registra en los activos fijos no residenciales.

Asimismo, aunque la demanda de vivienda cae frente a lo observado hace un año, afectada por el incremento en el coste de financiación, los niveles se encuentran todavía por encima de los registrados en 2019. La tensión que se observa entre oferta y demanda, junto con los elevados precios del alquiler, probablemente continuarán apoyando la inversión en el sector, aunque la regulación impedirá que la contribución sea significativa. Finalmente, las exportaciones ralentizan el paso de la mano de la pérdida de dinamismo que se observa en las economías de la eurozona y cierto agotamiento tras los fuertes crecimientos de trimestres anteriores.

Ralentización de la zona euro

BBVA Research percibe un deterioro reciente en las perspectivas de crecimiento de la zona euro, donde se espera que el PIB aumente tan sólo un 0,4 % en 2023 y un 1,0% en 2024 (frente al 0,8% y el 1,3% esperados previamente). El menor crecimiento de los principales socios comerciales españoles apunta a que la contribución de la demanda externa durante los próximos trimestres podría continuar siendo negativa. El empeoramiento en las previsiones de crecimiento de la eurozona desde inicios de año estaría restando un 0,3% y un 0,2%, al avance del PIB en España durante 2023 y 2024, respectivamente.

A este entorno hay que añadir el encarecimiento reciente del petróleo. Las medidas tomadas por los países productores para restringir la oferta han tenido un impacto mayor del que se preveía, llevando el valor del barril de petróleo a niveles que, de consolidarse, podrían suponer un obstáculo importante a la recuperación. BBVA Research estima un precio del petróleo de 82 y 84 dólares por barril, en promedio, durante 2023 y 2024, respectivamente, lo que implica una caída respecto a 2022 (99 dólares por barril). Esto prolongaría el viento de cola que ha supuesto la disminución en el precio del combustible durante el último año. Sin embargo, el mantenimiento de valores más cercanos a los actuales supone un riesgo a la baja sobre el crecimiento durante los próximos meses. BBVA Research estima que por cada 10% de aumento en el precio del petróleo, cuyo origen tenga que ver con decisiones por parte de los países productores para limitar la cantidad de crudo exportado, el PIB podría resentirse en alrededor de 0,3 puntos porcentuales.

La inflación vuelve a sorprender al alza

La inflación vuelve a sorprender moderadamente al alza por el incremento en el coste de los combustibles, aunque la lenta caída de la subyacente está en línea con lo esperado. BBVA Research estima que un barril de petróleo un 10% más caro puede impulsar la inflación entre una y dos décimas durante los siguientes 12 meses. De la misma forma, se asume que la sequía no continuará contribuyendo a mantener la inflación elevada por el encarecimiento de los alimentos. Un año normal de lluvias podría ayudar a la contención en el crecimiento de los precios.

En todo caso, la inflación subyacente ha dejado de caer durante los últimos meses. Distintos indicadores que adelantan la tendencia en la evolución de los precios apuntan a una rigidez a la baja. Esta dificultad para continuar con la tendencia de mejora refleja que los servicios, intensivos en el uso de mano de obra, comienzan a trasladar el aumento que se observa en los costes laborales. Así, los últimos datos apuntan a que los sueldos y salarios por asalariado crecen casi un 6%. Dado que es posible que la inflación termine el año por encima del 4%, esto hará que se tenga que aplicar la cláusula de salvaguarda acordada en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva y que la recomendación sea la de pactar crecimientos salariales del 5% (en lugar del 4%). A esto hay que añadir el incremento en las cotizaciones a la Seguridad Social que ha traído la reforma de pensiones.

Por último, existe incertidumbre sobre la contribución que tendrá la política fiscal a la contención de precios. Entre las cuestiones que podrían comenzar a contribuir a la reducción del déficit está la retirada de las medidas implementadas para limitar el incremento en los costes de transporte y generación de electricidad. Las ayudas que persistan deberán concentrarse en colectivos vulnerables o sectores especialmente expuestos al incremento en los costes de la energía. Más allá de eso, el próximo Gobierno tendrá que anunciar medidas que reduzcan el déficit público. Dado todo lo anterior, es difícil prever una caída de la inflación en 2024 hacia niveles consistentes con el objetivo del BCE, en ausencia de una reducción significativa del precio del petróleo o de una recesión económica. Así, es de esperar que la inflación, tanto en 2023 como en 2024, muestre promedios cercanos al 4% (3,7% y 3,6%, respectivamente).

El coste de financiación se encarece

Continúa la transmisión de una política monetaria más restrictiva hacia la economía. El coste de financiación sigue incrementándose para familias y empresas. El sector privado ha decidido optimizar el manejo de sus activos y pasivos financieros. Una de las consecuencias es el fuerte aumento observado en las amortizaciones de hipotecas, que desde junio del año pasado han crecido un 25% sobre la media de la primera parte de 2022. Además del adelanto en el pago de los pasivos, se ha observado una caída en la demanda como consecuencia del encarecimiento del crédito.

BBVA Research prevé que los tipos de política monetaria se mantengan en sus actuales niveles (4,5% para el tipo de interés de refinanciación). Es probable que la pausa se prolongue, aunque el sesgo continúa siendo que, de producirse movimientos a corto plazo, estos sean para encarecer el crédito.

Incertidumbre política

La incertidumbre sobre la política económica puede aumentar durante los próximos meses. Hasta ahora, distintos indicadores no muestran un deterioro en la confianza, a pesar del adelanto electoral. En todo caso, hay un retraso en los procesos para tener un presupuesto del Estado para el siguiente año, consistente con los compromisos europeos. Durante la última parte de 2023 se acordará cómo se volverán a implementar las reglas fiscales en Europa. La necesidad de despejar las dudas sobre la forma en la que se reducirá el déficit público es mayor toda vez que se espera que, a pesar de la recuperación en marcha, el desequilibrio en las cuentas se mantendrá constante en 2023 alrededor del 4% del PIB. El próximo Gobierno deberá anunciar medidas equivalentes a alrededor de casi un punto porcentual del PIB si desea cumplir con llevar el desequilibrio por debajo del 3% del PIB, además de eliminar las políticas que fueron adoptadas para mitigar el impacto del incremento en precios de la energía y alimentos.

El sector bancario fue uno de los principales objetivos de los cibercriminales en 2023

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S21Sec, firma de servicios de ciberseguridad perteneciente a Thales Group, ha analizado la evolución del cibercrimen en el sector financiero a lo largo del primer trimestre de 2023, en su informe de referencia Threat Landscape Report, un estudio global sobre el impacto de la ciberdelincuencia en diferentes industrias.

El análisis asegura que las campañas de malware bancario han tomado protagonismo en la primera mitad del año, siendo algunas de ellas muy agresivas y contando con objetivos y víctimas específicos dentro de la Unión Europea (UE), Latinoamérica y Estados Unidos, como el Banco de Inversiones de Europa o entidades bancarias rusas. 

Asimismo, el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia ha motivado las acciones y operaciones hacktivistas, lo que ha tenido un impacto relevante en el sector financiero al haberse visto afectado por diversas campañas de ciberataques, que pueden causar graves daños en las operaciones de negocio, bases de datos o comunicaciones, lo cual puede provocar graves pérdidas económicas, daños reputacionales y legales, tanto para la entidad como para sus clientes. Entre estas, destacan las llevadas a cabo por el grupo NoName057(16), KillNet, Anonymous Sudan, Kvazar, Bloodnet, IT Army of Ukraine y CyberArmy of Russia, entre otros. 

Algunas de estas operaciones están impulsadas por colectivos hacktivistas prorrusos, que llevan a cabo estos ataques debido a la entrega de ayuda militar, logística o económica por parte de la UE a Ucrania, así como a la imposición de sanciones aprobadas y ejecutadas por la UE y los Estados Unidos a Rusia. Por otra parte, estos ataques también son propiciados debido a la actividad cibernética de Ucrania contra intereses e infraestructuras rusas, así como a supuestas actividades de organismos y entidades de países europeos que se han posicionado en contra de Rusia. 

El conflicto bélico en Europa ha motivado que los grupos prorrusos activen sus operaciones cibernéticas contra entidades bancarias alrededor de toda la UE, dada la importancia de este sector. Uno de los últimos ciberataques a gran escala fue propiciado por KillNet y Anonymous Sudan contra el Banco de Inversiones de Europa, el cual sufrió graves disrupciones en sus servicios web. Por ello, es realmente importante contar con un servicio de protección ante estas amenazas a través de la prevención y monitorización de las mismas, garantizando la seguridad de una industria tan relevante como lo es la banca”, destaca Sonia Fernández, responsable del equipo de Threat Intelligence de S21Sec

Actividad APT contra el sector bancario 

Por otro lado, las Amenazas Persistentes Avanzadas (APT) también se encuentran entre las ciberamenazas más relevantes dentro del sector bancario, debido a la complejidad de sus acciones y operaciones, así como por el despliegue de sus tácticas, técnicas y procedimientos. En este sentido, se ha identificado una APT del grupo delictivo Blind Eagle (APT-C-36) involucrada en amplios ciberataques contra instituciones financieras y entidades bancarias en Latinoamérica y España, entre otros países. 

Este tipo de ataque comienza con la recepción de un email que suplanta a organismos regulatorios nacionales del ámbito financiero. El correo viene acompañado de un archivo adjunto que, una vez descargado, inicia una segunda descarga de un archivo malicioso desde servidores distribuidos en diferentes ubicaciones geográficas de todo el mundo, con el objetivo de permitir la entrega rápida del contenido. A través de este procedimiento, los ciberdelincuentes cuentan con la posibilidad de realizar acciones maliciosas como la filtración de información o el acceso a contenidos que normalmente están protegidos. 

La presidenta de la AEB ve innecesaria la creación de un nuevo organismo de defensa del cliente

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La presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB) considera innecesaria la creación de la Autoridad Administrativa Independiente de Defensa del Cliente Financiero. Esa nueva autoridad estaba prevista que se creara a través de una propuesta legislativa que no fue posible aprobar tras la disolución del Congreso con motivo de las elecciones generales. Recientemente, la vicepresidenta para Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha insistido en proponerla para su aprobación en cuanto sea posible.

En una larga entrevista concedida a la revista “Asesores Financieros EFPA”, Alejandra Kindelán señala que los actuales servicios de reclamaciones son mejorables, pero funcionan bien. “La única experiencia parecida a la que propone el Gobierno español -dice- es la que tenemos en el Reino Unido y que pretendía reducir la litigiosidad. Sin embargo, tanto la estructura como el número de reclamaciones han aumentado”.

En la entrevista, la presidenta de la AEB señala también que la banca española ha ido con cierto retraso en la remuneración de los depósitos “porque tenía más liquidez que los bancos de otros países europeos. Pero se está produciendo una convergencia”.

La AEFr presenta el primer ‘Barómetro de la filantropía privada en España’, que analiza el perfil de los grandes donantes

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La Asociación Española de Fundraising (AEFr) presenta el ‘Barómetro de la filantropía privada en España’, el primero de estas características que se realiza en nuestro país, y que ofrece un interesante análisis de las grandes donaciones a entidades no lucrativas. En el estudio, elaborado en colaboración con el Instituto Universitario de Análisis Económico y Social (IAES) de la Universidad de Alcalá y la coordinación de Diagram Consultores, han participado 16 grandes ONG asociadas a la AEFr, que por primera vez han compartido sus datos relativos a ingresos y donaciones. De sus resultados se desprende que las donaciones de medio y alto importe han aumentado levemente su importancia en la financiación estratégica de proyectos sociales, tanto en nuestro país como a nivel global.

“Con este nuevo ‘Barómetro de la filantropía privada en España’ queremos identificar las características de un perfil de donante mitificado en algunas ocasiones, puesto en duda en otras, pero raramente escuchado y analizado con objetividad. Con su publicación buscamos identificar mecanismos que permitan fortalecer la relación de las ENL con estos donantes, mejorar la efectividad de la colaboración, tratar de impulsar alianzas con otros actores clave en la planificación estratégica del capital de impacto y fomentar una mayor cultura de la filantropía estratégica en nuestra sociedad”, explica Fernando Morón, director gerente de la AEFr.

En España, se considera un donante de nivel alto, o gran donante, a aquel que realiza una aportación anual superior a 5.000 euros. De nivel medio-alto serían aquellos cuya aportación anual se sitúa entre 3.000 y 5.000 euros, el nivel medio correspondería a aportaciones anuales de entre 500 y 3.000 euros, y el nivel bajo se establece por debajo de 500 euros.

A partir de este criterio, el barómetro de la AEFr desvela que el 97,8% de los donante españoles es de nivel bajo, un 2,14% serían donantes de nivel medio, el 0,02% se incluiría en el nivel medio-alto y un 0,03% serían grandes donantes. Los donantes de nivel medio-alto y los grandes donantes, con ese 0,05%, representan el 1,8% del total de ingresos de las ONG.

El estudio confirma la hipótesis de partida: que en España muy pocas personas hacen filantropía de altos importes, aunque pueden colaborar con más de una ONG, a pesar de que los datos de capacidad patrimonial podrían apuntar a otras realidades para la actividad filantrópica. No obstante, en el período analizado por el barómetro, que se sitúa entre 2017 y 2021, el número de donantes con gran capacidad económica ha crecido un 11%, pasando de 7.223 a 8.027 los que realizan aportaciones de nivel medio-alto, y de 319 a 354 los de nivel alto.

En cuanto a la donación media, aumenta según el rango de aportación: son 4.074 euros en el rango de 3.000 a 5.001 euros; de 7.392 euros en el rango de 5.000 a 10.000 euros; de 15.382 euros en el rango de 10.000 a 25.000 euros; de, 41.815 euros en el rango de 25.000 a 50.000 euros; de 78.764 euros en el rango de 50.000 a 100.000 euros; y de 187.754 euros en el rango de más de 100.000 euros.

Por otra parte, el estudio concluye que transcurren una media de cinco años hasta que un donante realiza su primera contribución de al menos 5.000 euros, aunque también existen entidades que reciben donaciones de alto importe desde el primer año de colaboración, y otras tienen que esperar hasta ocho años o más.

Perfil del gran donante

Según los datos de la muestra de socios de las 16 ONG que han participado en el barómetro, el perfil del gran donante es un hombre (50%), el 41% mujer y el 9% no precisaron ese dato. Tiene una media de edad de entre 50 y 70 años, cuenta con estudios superiores (85%), dos tercios están casados o viven en pareja, y únicamente la mitad tiene hijos u otras personas a su cargo. Por otra parte, nueve de cada diez personas encuestadas residen en España y un 3% en otros países.

Los grandes donantes efectivos o potenciales en España no responden exclusivamente al estereotipo de “personas ricas”. El donante tipo pertenece más bien a un hogar de clase media o media-alta, donde las rentas del trabajo son el principal ingreso, y muchas veces el único. Eso sí, pertenecen a hogares con un nivel patrimonial considerable, lo que muestra su desahogo en términos económicos.

Por localización geográfica, los grandes donantes se concentran sobre todo en la Comunidad de Madrid (42,6%) y Cataluña (20,2%). Les siguen País Vasco (8%), Andalucía (6,5%), Comunidad Valenciana (4,6%) y Navarra (4,2%). El resto de las regiones de España tienen una representación igual o inferior al 3%.

El principal origen de los fondos de los grandes donantes efectivos y potenciales son los rendimientos del trabajo (78%), seguido por los fondos patrimoniales (24%) y los beneficios empresariales (21%), en el caso de las personas jurídicas. Por otra parte, los principales criterios para colaborar con una ONG son la causa por la que trabaja, la transparencia de la organización y la gestión eficiente, además de su reputación. También tiene un peso importante la vinculación personal del donante con la causa.

Las personas que realizan altas donaciones en España comparten las principales motivaciones de quienes donan en general, como es la empatía con las personas que recibirán la ayuda y la búsqueda de ética o justicia. En cuanto a las causas, las crisis y emergencias humanitarias (70%) y la pobreza y exclusión social (62%) son las dos causas con mayor apoyo, seguidas por la infancia (38%) la salud y la investigación (25%) y los derechos humanos (23%).

El estudio destaca que una de cada cuatro personas de grandes donantes colabora como voluntario en una ONG, superando el nivel de implicación de los donantes en general, en el que una de cada cinco personas, según el informe el ‘Perfil del donante 2022’ de la AEFr. Además, resulta reseñable que un 13% de los grandes donantes ya ha realizado un testamento solidario, duplicando la media del resto de socios y colaboradores con las ONG.

Belén Roldán, responsable de Filantropía Privada en el Comité Español de ACNUR, Patricia Trigales, responsable de la Relación con Donantes Estratégicos de Médicos Sin Fronteras, y Patricia Prieto, responsable de Colaboraciones Estratégicas de Greenpeace, y coordinadoras del estudio, coinciden en destacar el valor de este barómetro para convertir hipótesis en afirmaciones ciertas y argumentadas que ayudan a contextualizar un segmento de donantes del que existía poca información, lo que permitirá seguir trabajando para impulsar la filantropía y el fundraising en España.

El ‘Barómetro de la filantropía privada en España’ señala que convertirse en gran donante no es consustancial a disponer de elevados recursos económicos. Existen diferentes estudios que indican que la filantropía es el resultado de un proceso cuyo detonante son los valores personales, independientemente de la renta o el patrimonio de la persona, aunque estos sí influyen a la hora de que las aportaciones solidarias alcancen el nivel de alto importe.

Las ONG que han participado en el ‘Barómetro de la filantropía privada en España’ son Acción Contra el Hambre, Acnur, Anesvad, Ayuda en Acción, CEAR, Cruz Roja Española, Fundación Josep Carreras, Fundació Pasqual Maragall, Greenpeace, Oxfam-Intermón, Médicos del Mundo, Médicos Sin Fronteras, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Plan Internacional España, World Vision España y WWF.

KPMG en España, la empresa más atractiva para trabajar en el sector de auditoría y consultoría, según Randstad

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Foto cedidaJavier Vidaurreta, socio responsable de People de KPMG en España, junto a Renata Denini y Esther Fernández, ambas del equipo de People

KPMG en España ha sido designada la empresa más atractiva para trabajar en el sector de auditoría y consultoría en 2023, según la decimocuarta edición de su informe anual Randstad Employer Brand Research, que analiza las principales razones por las que un profesional elegiría una empresa para desarrollar su carrera profesional, realizado a más de 163.000 encuestados, 7.100 en España, y 5.944 empresas en todo el mundo. 

Javier Vidaurreta, socio responsable de People de KPMG en España, ha asegurado que “este reconocimiento refuerza que vamos en la dirección adecuada hacia nuestro propósito de contar con el talento que necesitamos en todas las etapas de la firma, desde graduados hasta alumni. Nos esforzamos por generar experiencias de candidatos diferenciales, alimentadas de innovación y soportadas sobre tecnología que sirvan para transmitir nuestra cultura y valores desde el principio de la relación con quienes se sienten atraídos por nuestra firma”.

Las conclusiones de esta edición reflejan que el salario tiene un peso elevado y se distancia aún más del resto de factores, pero los beneficios inmateriales son clave en la toma de decisiones a la hora de elegir una empresa en la que trabajar.

La buena relación con los compañeros y el jefe es el factor que más pesa de todos los beneficios inmateriales, lo que coincide con el hecho de que el ambiente de trabajo agradable sea uno de los tres principales factores. A lo anterior se le suma un buen equilibrio entre la vida laboral y personal, otro de los elementos que gana peso a la hora de seleccionar una empresa en la que trabajar.

Green Finance Institute llega a España y busca aumentar la financiación privada para la descarbonización

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Foto cedidaDe izquierda a derecha: Eduardo Brunet Álvarez de Sotomayor, James Hooton, David Lucas Parrón y Rhian-Mari Thomas.

Green Finance Institute (GFI), la organización sin ánimo de lucro creada para acelerar la transición hacia una economía limpia, acaba de aterrizar en España. GFI, además, trabaja por alcanzar una economía resiliente y sostenible desde el punto de vista medioambiental, canalizando el capital hacia resultados de economía real que creen empleo y aumenten la prosperidad global.

Tras cuatro años impulsando el cambio económico sistémico en el Reino Unido a través del trabajo simultáneo con responsables políticos y financieros para movilizar el capital hacia la economía verde al ritmo y escala que exige la ciencia, GFI España proporcionará una plataforma neutral para co-diseñar, probar y ampliar nuevas soluciones y oportunidades financieras que canalicen el capital global hacia la economía verde y los resultados positivos para el medioambiente.

GFI España persigue aumentar la financiación privada para la descarbonización de la economía con un enfoque inicial en el entorno construido. Actualmente, GFI lidera el programa financiero de citiES 2030, que comprende ocho ciudades españolas: Barcelona, Madrid, Soria, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria-Gasteiz y Zaragoza como parte de la misión de la UE de lograr 112 ciudades climáticamente neutras e inteligentes para 2030. El proyecto involucra a autoridades locales, ciudadanos, empresas, inversores y autoridades a nivel regional y nacional.

Eduardo Brunet Álvarez de Sotomayor liderará la actividad de GFI España. Su principal responsabilidad será desarrollar una estrategia fundamental de descarbonización, que en primera instancia se centrará en abordar el 40% de las emisiones globales generadas por el entorno construido.

Para conmemorar el lanzamiento, se ha celebrado una jornada de presentación en el emblemático Círculo de Bellas Artes de Madrid, que ha contado con la presencia de David Lucas, secretario de Estado de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana. Asimismo, se ha celebrado una mesa redonda titulada «Inversión verde y sostenible: Retos y logros de la industria española». En ésta, se ha abordado la importancia de la colaboración público-privada y el aumento de la inversión para afrontar los retos que plantea la transición energética.

La mesa redonda, moderada por Brunet, reunió a algunos de los líderes más influyentes en términos de criterios ESG: Patricia García de Ponga, directora Financiera y Responsable de Sostenibilidad de CBRE; Juan Carlos Delrieu, director de Estrategia y Sostenibilidad de la Asociación Española de Banca (AEB); María García, directora general de Climate-KIC en España y LATAM y Ana Puente, subdirectora general de Finanzas Sostenibles y Digitales del Tesoro y Política Financiera.

En su discurso de apertura, Eduardo Brunet Álvarez de Sotomayor comentó: «GFI tiene una visión que no es pequeña: alcanzar un futuro más verde desde la financiación, ya que ésta es absolutamente necesaria para alcanzar estos objetivos que competen a todos. El sector público marca el camino proporcionando infraestructuras, normas, regulación, entre otros, pero, incluso en Europa, los fondos que obtiene no superan el 20%. Por lo tanto, lograr la financiación no es nada fácil, de hecho, es bastante complicado y hay que hacerlo posible entre todos. Para lograr un cambio, el sector público-privado deben trabajar en conjunto. Este es el ADN de Green Finance Institute, es un catalizador de iniciativas”.

El evento también contó con la presencia de Rhian-Mari Thomas, CEO de Green Finance Institute Europa, y James Hooton, director general de Green Finance Institute Europa, quien en su discurso declaró que «catalizar la financiación privada al ritmo y la escala necesarios es vital para descarbonizar los sectores más contaminantes y lograr una transición verde y justa para todos. En España, Green Finance Institute colaborará estrechamente con el sector financiero y los participantes en el mercado para superar los obstáculos a la inversión verde».

Roger G. Ibbotson: “Los títulos de pequeña capitalización menos populares tienen mayor rentabilidad y menor volatilidad”

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Foto cedidaRoger G. Ibbotson, fundador de la gestora norteamericana Zebra Capital Management

El grupo financiero GVC Gaesco ha organizado en Madrid  un encuentro con el académico Roger G. Ibbotson, fundador de la gestora norteamericana Zebra Capital Management e ideólogo de la inversión en “Low Popularity”, coincidiendo con el lanzamiento al mercado de su nuevo fondo GVC Gaesco Zebra US Small Caps Low Popularity. 

Ibbotson, que desarrolló un estilo de inversión basado en la métrica de Popularidad en el año 2007, ha explicado en el encuentro con gestores e inversores las claves de esta estrategia de inversión. A través de la medición de aspectos como el volumen de transacciones, la rotación de títulos, la cobertura de analistas o las noticias de sentimiento, entre otros, se elabora la métrica de Popularidad. Fruto de las investigaciones de Ibbotson, que se plasmaron en el documento galardonado con el Graham and Dodd Award “Liquidity as an Investment Style”, el reconocido profesor de Yale demostró que “dentro del universo de la renta variable, los títulos menos populares obtienen a largo plazo una rentabilidad superior con una volatilidad más reducida comparada con los títulos más populares”. No obstante, ha destacado también que “la popularidad es relativa y cambia con el tiempo”. 

Asimismo, el académico ha argumentado que, a largo plazo, los títulos de pequeña capitalización superan a los de gran capitalización. “El rendimiento alcanzado en el pasado no garantiza unos buenos resultados en el futuro”, ha recordado. En esta línea, “a pesar de que la mayoría de los fondos de pequeña capitalización de EE.UU. (US  Small Caps) se centran en los títulos más populares, los títulos de pequeña capitalización menos populares tienen mayor rentabilidad y menor volatilidad”, ha asegurado. Ahora, ha explicado Ibbotson, es un buen momento para invertir en small caps estadounidenses.

Fruto de esta visión y contando con el asesoramiento de Zebra Capital Management,  GVC Gaesco ha lanzado al mercado el nuevo fondo GVC Gaesco Zebra US Small Caps Low Popularity. El fondo tiene una exposición directa a la economía de los EE.UU.,  donde los títulos estadounidenses de pequeña capitalización pueden diversificar las carteras europeas. Cabe destacar, además, que su estrategia se centra en el uso sistémico de métricas conductuales y fundamentales propias. 

El encuentro también ha contado con la intervención de Jaume Puig, CEO y CIO de GVC Gaesco Gestión, que ha destacado que con el nuevo fondo GVC Gaesco Zebra US Small Caps Low Popularity pretenden beneficiarse tanto de la superior rentabilidad a largo plazo de las Small Caps frente a las empresas de gran capitalización, como de la mayor rentabilidad que proporcionan las empresas menos populares. 

atl Capital lanza un fondo de renta variable que invierte en compañías líderes europeas

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atl Capital, entidad de banca privada, amplía sus gamas de  fondos de inversión con el lanzamiento de un fondo de renta variable europea,  Olympus Equity Europe FI. El fondo invierte su cartera en más de 100 compañías líderes en su sector, cotizadas en la zona euro, Reino Unido, Suiza, Suecia, Dinamarca y Noruega. Una estrategia de inversión que ofrece a una amplia diversificación en la  selección de las empresas tanto a nivel sectorial como geográfico. 

Olympus Equity Europe FI invierte mayoritariamente en compañías de gran capitalización, con elevada solvencia e ingresos globales que representan a una amplia gama de sectores económicos (servicios financieros, sanidad, industrial,  consumo cíclico, consumo defensivo, tecnología, materiales básicos, energía y otros). La cartera incluye tanto empresas consolidadas (value) como con alto potencial de crecimiento, compañías cada vez más presente en los mercados europeos, todas ellas elegidas por criterios de valoración y expectativas de revalorización respecto a otras compañías comparables en su misma área de negocio. En el conjunto de compañías  seleccionadas se encuentra Nestle, LVMH, HSBC, AstraZeneca, TotalEnergies , entre  otras. 

“Europa ofrece unas valoraciones muy atractivas respecto a Estados Unidos, las mejores de los últimos 10 años y como a nivel global. Con un entorno de tipos de  interés como el actual, las compañías de valor europeas ofrecen mejores oportunidades por el mayor peso del sector financiero y de salud en esta zona frente  al tecnológico que domina en Estado Unidos. A esto se une el buen momento de  resultados empresariales de estas empresas, por ello consideramos que es una buena  ocasión de lanzar un fondo de renta variable europea que a su vez completa nuestra  gama de fondos con un tipo de fondo en esta zona que todavía no contábamos”, señala  Ignacio Cantos-Figuerola, socio de atl Capital y gestor del fondo

Además de tener en cuenta la valoración financiera y económica de las empresas,  Olympus Equity Europe FI aplica en su proceso de inversión criterios de  sostenibilidad incluidos en la calificación ASG (ambientales, sociales y de gobernanza). Con estos principios, la cartera incluirá compañías comprometidas con el medio ambiente que contribuyan a la mitigación del cambio climático con políticas de gestión destinadas a reducir la huella de carbono, el uso sostenible de recursos  naturales o un buen tratamiento de los sus residuos, así como ser empresas socialmente responsables y con políticas destinadas a evitar cualquier tipo de discriminación en el entorno laboral.

Junto con el equipo gestor del fondo, el Comité de Sostenibilidad de atl Capital realizará un análisis y seguimiento de los diferentes  indicadores que reflejan el cumplimiento de cada uno de los criterios de sostenibilidad. Por adaptar estos principios en la estrategia de inversión, el fondo ha  sido incluido en la gama Articulo 8+.

¿Estamos ante el mejor timing para invertir en renta fija?

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Cada vez hay más inversores que se preguntan si estamos en un buen momento para invertir en activos de renta fija.

Sin duda, existen algunos puntos objetivos que explican por qué estos productos brillan de nuevo: 

  1. La rentabilidad de los bonos se sitúa en niveles no vistos en los últimos 12 años. Después de numerosos años en que los bancos centrales han mantenido una política de tipos bajos o incluso negativos, el índice de referencia de corporates investment grade de la zona euro ha llegado este año a niveles cercanos al 4,5%.  
  2. El carry en los fondos de renta fija ha vuelto. Al poder invertir a una rentabilidad atractiva, nos ayuda a conseguir un colchón de seguridad que nos protege ante variaciones de precios en momentos de volatilidad y posibilita una mejor planificación financiera en función de nuestro horizonte temporal de inversión.
  3. La rentabilidad (TIR) de los bonos supera a la rentabilidad por dividendo de la renta variable, lo que ha despertado el interés de los gestores de asignación de activos, que han incrementado el peso dedicado a la renta fija. Se crea un nuevo término: “TARA” (siglas de «There Are Reasonable Alternatives»), como argumento para poder considerar ahora a los activos de renta fija.
  4. En general, los fundamentales crediticios son buenos, especialmente en los bonos con elevada calidad crediticia: la disciplina del balance es fuerte, los márgenes se han mantenido, la ratio de cobertura de intereses es elevada y el apalancamiento se sitúa en niveles aceptables. Además, tienen margen para proteger el rating a través de reducción de costes e inversión, pagar menos dividendos o reducir la recompra de acciones.
  5. Vuelven los flujos de dinero a la renta fija, ofreciendo un soporte adicional a los precios. El mercado primario también sigue fuerte con peticiones elevadas y un primer semestre de récord con 534.000 millones colocados por emisores europeos. Destaca la presencia de bonos con mayor beta (subordinados financieros y bonos high yield), lo que ha ayudado a una normalización del mercado después del colapso de Silicon Valley Bank y la venta de Credit Suisse en el mes de marzo.
  6. La renta fija vuelve a recuperar su papel como elemento diversificador.

En este escenario, razones para invertir en activos de renta fija existen, pero ¿estamos ante el mejor timing? La inflación elevada provocará todavía algunas nuevas subidas de tipos en algunas zonas económicas y requerirá tipos más altos durante más tiempo hasta vencerla. También, con una recesión los márgenes empresariales deberían caer y los spreads corporativos ampliarse. Además, existe el riesgo de una menor liquidez presente en el mercado por la reducción del balance de los principales bancos centrales, y se incrementarán las necesidades de financiación de los estados (deberán entrar nuevos flujos de inversores para evitar subidas de TIR).

Considerando las reflexiones anteriores, en general, las mejores oportunidades serían:

  1. Gobierno/duración: obtienen más atención con el aumento de la TIR y especialmente en el corto plazo con las Letras del Tesoro. La inversión de la curva los hacía ideales esperando que, a su vencimiento, pudiéramos obtener una rentabilidad incluso superior en un ciclo de subidas de tipos y sin asumir riesgo de duración. Ahora, tanto la Fed como el BCE están cerca de su tipo terminal y hay que tener más en cuenta ese riesgo de reinversión. Históricamente la curva ha cogido pendiente cuando se ha llegado al final de las subidas de tipos y se abrían las expectativas de bajadas. La estrategia óptima sería la de aprovechar las alzas de rentabilidad en los activos de renta fija a medio y largo plazo para ir aumentando la duración de nuestra cartera y asegurar una TIR atractiva durante un período más largo. Con los repuntes del breakeven, no olvidemos los bonos indexados a la inflación.
  2. Corporate/financial: el endurecimiento de las condiciones financieras afectará más a las empresas más endeudadas y de baja calidad crediticia. Los bonos investment grade es probablemente la clase de activo más atractivo basado en el binomio rentabilidad/riesgo y al que otorgaríamos un plazo de inversión más largo. Seríamos más prudentes en activos más sensibles al ciclo como el high yield a los que previsiblemente afectará más un aumento de la tasa de default (Moody’s espera que llegue al 5% en el 2T24). En este segmento, nos centraríamos en el tramo de rating BB’s que ya ofrecen rentabilidades de alrededor del 7%. Por sectores, el financiero ofrece un pick up atractivo, con beneficios elevados, fuertes ratios de capital y, hasta ahora, una morosidad controlada. También son interesantes sectores defensivos con flujos de caja recurrentes como utilities o telecomunicaciones.
  3. Para los inversores que soportan un mayor riesgo, los bonos emergentes en divisa local son una alternativa. Existen divergencias en el momento del ciclo en el que se encuentran las diferentes economías mundiales y están provocando una mayor dispersión en la política monetaria que aplican los diferentes bancos centrales. La mayoría de estos en el mundo emergente ya han iniciado una bajada de sus tipos de interés o están pensando en hacer el pivot (el Banco Central do Brasil bajó sus tipos -0,50% en agosto). Adicionalmente, si la Reserva Federal hace una pausa en la subida de sus tipos de referencia, el dólar puede dejar de apreciarse, lo que favorece a esta clase de activos. Destacan Brasil y México con rentabilidades cercanas al 10%.
  4. Por último, la positiva evolución de los bonos con etiqueta ESG, ya que el BCE y las instituciones europeas quieren potenciarlos para ayudar en la financiación de todo lo que tiene que ver con la transición energética. Dentro de esta tipología de bonos hay que destacar los “Sustainability-Linked”, que proponen un aumento del cupón en el caso de que no se lleguen a cumplir los objetivos ESG, con lo que el emisor tiene un mayor incentivo para cumplir con ellos.

En este entorno, debemos adoptar una gestión activa, ya que habrá momentos de volatilidad (el índice MOVE acabó el mes de agosto en el rango bajo del último año) y se generarán oportunidades, tanto en las curvas de tipos como en la evolución de los spreads por sectores. La correcta selección de los emisores y de los activos será especialmente importante.

Tribuna de Josep Maria Pon, director de Renta Fija y Activos Monetarios de Creand Asset Management en Andorra.

SpainNAB: la inversión de impacto en España crece un 58%, hasta los 1.208 millones de euros en 2022

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Foto cedidaJosé Luis Ruiz de Munain, director general de SpainNAB; Juan Bernal, presidente de SpainNAB; María Laura Tinelli, patrona del GSG; Miguel Tiana, director general de Cofides; y Lourdes Márquez, directora de Alianzas y Relaciones Internacionales de la Fundación ONCE

SpainNAB ha hecho público durante la celebración del  GSG Global Impact Summit el estudio de la oferta de capital de impacto en España en  2022, que muestra un crecimiento del 58% de los activos bajo gestión en inversión de  impacto en España, hasta alcanzar 1.208 millones de euros. Este estudio, elaborado en colaboración con Esade Center for Social Impact, ofrece una estimación del volumen de activos gestionados dirigidos a empresas y organizaciones de impacto, analizando de  forma diferenciada la oferta de inversión de impacto y la oferta de financiación bancaria  de impacto.  

El estudio ha identificado 32 actores con activos gestionados en el segmento de la  inversión de impacto, con un total de 1.208 millones de euros en 2022, un incremento  del 58% con respecto a 2021. De este total, los fondos de capital privado se sitúan  como los principales impulsores de la inversión de impacto, con 874 millones de euros  gestionados en 2022, el doble de la cifra del año anterior. Las fundaciones se posicionan como los segundos agentes con mayor volumen de activos gestionados, un total de  236 millones de euros (+1%), y el resto, plataformas de crowfunding, family offices, capital riesgo corporativo, fondos o entidades de financiación pública, suman un total de 99 millones de euros (+3,8%). 

Por su parte, el segmento de la financiación bancaria de impacto, que incluye banca ética  y social y las cooperativas financieras de impacto, gestionaron activos por valor de  1.743 millones de euros en 2022, un crecimiento del 4,4% con respecto al año anterior. En este sentido, la fuente de capital mayoritaria en financiación bancaria de impacto  fueron los inversores individuales en forma de retail, con el 88% del total de los activos gestionados. Los inversores institucionales, con un 9%, se sitúan como la siguiente  fuente de financiación, seguidos de los fondos públicos, con un 1%.  

“2022 ha cerrado con un crecimiento de la oferta de capital de impacto en base a lo  esperado y las cifras demuestran que el sector sigue atrayendo financiación. Sin  embargo, también reflejan la necesidad de lograr una mayor implicación de las  entidades públicas para lograr un crecimiento a escala, ya que su implicación permitiría  una mayor movilización de capital hacia el sector, contribuyendo de manera decisiva a  atraer inversión privada”, ha señalado José Luis Ruiz de Munain, director general de  SpainNAB

Durante la rueda de prensa, SpainNAB ha realizado un llamamiento a todos los partidos  políticos sobre la necesidad de que la inversión de impacto se convierta en una política  de estado. “SpainNAB ha trabajado incansablemente durante todo el año con las  organizaciones privadas e instituciones públicas para avanzar en la generación de una  economía de impacto sólida, mediante un marco normativo que dote de seguridad  jurídica a la inversión de impacto, de alianzas público-privadas y modelos de  financiación innovadores. Convertir la inversión de impacto en política de estado es una  vía imprescindible para seguir avanzando en esta colaboración público-privada”, ha  destacado Juan Bernal, presidente de SpainNAB

El Fondo de Impacto Social, catalizador de la inversión de impacto 

El trabajo de SpainNAB para situar a la inversión de impacto en la agenda pública e influir en el sector público se ha visto reflejado en la creación del Fondo de Impacto  Social (FIS), aprobado en diciembre de 2022 con unos recursos de 400 millones de euros y que será  gestionado por Cofides. El lanzamiento de este fondo público supone un importante  reconocimiento al trabajo realizado por SpainNAB durante los últimos seis años, durante los cuales ha impulsado la necesidad de tener un gran fondo de fondos de impacto,  igual que en países de nuestro entorno como Portugal o Reino Unido. 

“El FIS será una herramienta innovadora que promoverá la movilización de los  inversores privados en escala. Aspira a ser transformador y consolidar el ecosistema, atrayendo capital privado para la consecución de sus objetivos. Un factor clave será su  capacidad de actuar como catalizador mediante estructuras de financiación combinada  que permitan atraer al inversor privado mitigando el riesgo y mejorando sus  expectativas de retorno”, ha afirmado Miguel Tiana, director general de Cofides. 

Durante su intervención, Tiana ha explicado que el FIS utilizará diversas modalidades  financieras, como la suscripción de participaciones en fondos de inversión de impacto o el apoyo financiero directo a empresas con propósito social u otro tipo de entidades elegibles, ya sea mediante instrumentos de capital o de deuda, que podrán incluir préstamos concesionales. Aunque el FIS no otorgará en ningún caso subvenciones, sí  está previsto que cuente con una facilidad de asistencia técnica que complemente a la financiación reembolsable y sirva, entre otras cosas, para sufragar parte del coste  asociado a la mejora de las métricas de medición de impacto. 

Inversión de impacto para cubrir las necesidades sociales 

La colaboración entre el sector público-privado también es imprescindible para  financiar el sector social o tercer sector, que requiere de más recursos, nuevos actores  e instrumentos financieros para generar impacto social de calidad. La inversión de impacto es una oportunidad para complementar los recursos necesarios para cubrir las  necesidades sociales cada vez mayores, más complejas y cambiantes. Desde la Fundación ONCE, Ilunion y el GSO desarrollan un modelo inclusivo y único en el mundo, donde las personas con discapacidad son las protagonistas y, para lograrlo, cubren todo el espectro desde la filantropía a la inversión de Impacto. 

“Estamos aquí para junt@s multiplicar el Impacto Social real. Desde Fundación ONCE, Ilunion y todo el GSO, sabemos que la Inversión de Impacto Social de calidad requiere poner a las personas por las que trabajamos en el centro, por eso la colaboración entre el sector social, el público y privado es fundamental. El desarrollo o es inclusivo, o generará más pobreza y desigualdad. No podemos dejar a nadie atrás”, ha comentado Lourdes Márquez, directora de Alianzas y Relaciones Internacionales de la  Fundación ONCE

Por su parte, María Laura Tinelli, patrona del GSG, ha recalcado la “gran labor” que realiza SpainNAB en España, señalando que “a veces parece invisible, pero es lo que  permite que todo lo demás florezca”. Además, ha repasado el trabajo del GSG desde  sus inicios, centrado en tres ejes de trabajo: movilizar capital; promover la transparencia y coherencia de la inversión de impacto; e implicar a todos los actores de la sociedad para alcanzar una economía de impacto. Por último, ha hecho hincapié en la importancia  de eventos como el GSG Global Impact Summit, en el que “se respira innovación”.