La Fed sorprende al abrir la puerta a dos o tres recortes de tipos para 2024

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Foto cedidaChair Powell answers reporters' questions at the FOMC press conference on September 20, 2023.

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió ayer mantener los tipos de interés de referencia sin cambios, a pesar de que la inflación se mantiene por encima del rango que se ha marcado. Para los expertos de las gestoras, la Fed complió con las expectativas y, aunque dejó la puerta abierta a nuevas subidas, el mensaje de la Reserva Federal es bastante claro: el ciclo de subidas ha terminado a menos que se produzca una sorpresa significativa, y las posibilidades de un recorte son mayores que los de una subida en los próximos meses.

Según Eric Winograd, economista jefe de AllianceBernstein, el gráfico de puntos de la Fed reflejaba expectativas de 2-3 recortes el próximo año; un rango que se sitúa en el extremo superior de las expectativas del mercado. Además, pone el foco en que el presidente Powell reconoció que el FOMC está empezando a debatir qué condiciones desencadenarían eventuales recortes de tipos. “Esto hace que el mensaje general de la reunión de ayer fuera más dovish de lo esperado. Aunque creo que la magnitud de la respuesta del mercado es exagerada, la dirección es correcta: por primera vez en este ciclo, la Fed abrió la puerta a recortes de tipos en un horizonte de previsión razonable, y eso es significativo”, afirma Winograd.

Los análisis que llegan hoy desde las gestoras coinciden en que, tras mirar las proyecciones económicas y los últimos datos, estaríamos ante tres recortes de tipos para el año que viene, uno más que lo que parecía en la reunión de septiembre. “En la conferencia de prensa, el presidente de la Fed, Powell, reconoció que la política se encuentra ahora en territorio restrictivo, pero también sugirió que la nueva perspectiva está lejos de ser un camino en línea recta: la Fed no quiere descartar más subidas porque es demasiado pronto para declarar la victoria. No obstante, reconoció que en la reunión sí se discutió el calendario de recortes de tipos, aunque la discusión no había hecho más que empezar; y que tampoco se habló de cambios en la relajación cuantitativa”, comenta Christian Scherrmann, U.S. Economist para DWS.

Tiffany Wilding, economista en PIMCO, considera que los representantes de la Fedl parecen cada vez más seguros de que lograrán un aterrizaje suave el próximo año. “Las proyecciones económicas de los funcionarios de la Fed muestran que esperan que la inflación caiga significativamente con un ritmo de crecimiento sólo ligeramente por debajo de la tendencia, y un desempleo similar a la tendencia”, explica. 

Para Wilding, después de que el presidente Powell reconociera que la Reserva Federal discutió la posibilidad de recortar los tipos de interés en esta reunión, la atención se centrará ahora en cuán pronto y cuántos. “Dado que la economía sigue mostrándose resistente, es probable que los funcionarios de la Fed quieran ver pruebas adicionales de que la inflación sigue moderándose hacia el objetivo antes de recortar los tipos. Sin embargo, la Historia sugiere que una vez que la Fed comience a recortarlos, podría ser más rápido de lo que implica su trayectoria media de tipos de interés para 2025”, añade la economista de PIMCO.

Para Bill Papadakis, Senior Macro Strategist de Lombard Odier, Jerome Powell, no se limitó a reconocer los avances logrados hasta la fecha, sino que también se mostró optimista sobre el camino a seguir. “Y lo que es más importante, no trató de contrarrestar las actuales expectativas del mercado de recortes sustanciales de los tipos el próximo año. En nuestra opinión, se trata de una señal clara de que la Reserva Federal estará dispuesta a recortar los tipos antes de lo previsto”, afirma Papadakis.

¿Qué entiende el mercado?

Ahora bien, la gran pregunta es qué ha entendido el mercado. “El anuncio fue un regalo de navidad para los mercados. Sin embargo, la alegría podría no ser muy duradera. El mercado laboral se mantiene robusto y los salarios siguen aumentando, si bien menos rápido que en los meses anteriores. La inflación subyacente no continuó disminuyendo y los salarios siguen aumentando”, comenta Pablo Duarte, analista senior del Instituto de Investigación Flossbach von Storch.

Por su parte, David Page, head of Macro Research de AXA Investment Managers, advierte de que si la Fed pretendía enfriar las expectativas de recortes de tipos, el mensaje de Powell “ha servido para lo contrario”. Ante esta situación, AXA IM se pregunta si “esto fue por diseño o por accidente” y destaca que “se corre el riesgo de un ajuste del mercado más abrupto de lo necesario”.

En este sentido, Page añade: “Suponemos que la Fed habría querido hacer retroceder suavemente las expectativas del mercado de recortes de tipos a partir de pronto y de forma brusca el próximo año. Sin embargo, a pesar de ofrecer algunas de las líneas necesarias, el comentario más amplio de Powell ha servido para lo contrario. En consecuencia, tenemos que evaluar si esto fue por diseño o por accidente. Es probable que veamos en los comentarios de otros participantes de la Fed en los días restantes de este año y principios del próximo, y minutos más adelante en enero, si hay algún intento de reforzar una postura más cautelosa. Sospechamos que esto es probable. Pero ahora se corre el riesgo de un ajuste del mercado más abrupto de lo necesario. Nuestra opinión es que los 75 puntos básicos que la Fed descuenta para el próximo año es su mejor estimación actual de dónde deberían estar los tipos a finales de año. También es coherente con nuestro propio punto de vista. Pero los mercados tienen una perspectiva muy diferente, más aún después de la conferencia de Powell”.

Según advierte el economista jefe de AllianceBernstein, la visión del mercado, no obstante, es muy diferente. “Incluso con el gráfico de puntos mostrando más flexibilización de la prevista, todavía está muy lejos de la cantidad de flexibilización descontada por un mercado que, una vez más, se ha adelantado a la Fed. La Fed abrió la puerta a 2-3 recortes el próximo año y el mercado lo tomó como una luz verde para prever 5-6 recortes”, afirma Winograd.

Para este experto, en contraste con la trayectoria de la Fed, que implica normalización, el inicio más temprano y la mayor velocidad de la trayectoria que el mercado ha descontado implican un ciclo diseñado para responder a la inminente debilidad económica. “Es decir, un ciclo diseñado para prevenir o mitigar el impacto de una recesión, no uno diseñado para devolver la economía al equilibrio. O, dicho de otro modo, creo que el tipo de flexibilización agresiva que el mercado está valorando, bastante más de 100 puntos básicos el próximo año, empezando ya en marzo, requeriría tanto una aceleración de la desinflación como una fuerte evidencia de debilidad económica. Ninguna de las dos cosas es evidente en este momento, y creo que haría falta algo muy dramático para que la Fed se decidiera a recortar los tipos de acuerdo con el calendario actual del mercado”, argumenta. 

En opinión de James McCann, economista jefe adjunto de abrdn, el cambio de una previsión sobre el número de recortes para 2024 envalentonará a los inversores que en los últimos meses han dudado de su mensaje de “tipos más altos durante más tiempo”, a medida que se observan signos de ralentización de la inflación y enfriamiento del crecimiento. “Esperamos que el primer recorte de tipos se produzca en junio, sobre todo si tenemos razón en que la economía tiene más dificultades con unos tipos de interés elevados en 2024 que las que ha tenido este año. Existe ciertamente el riesgo de que se produzca un movimiento con mayor prontitud, pero ello dependerá probablemente de que se produzcan nuevos avances claros en el frente de la inflación, o de una desaceleración aún más brusca de la actividad”, concluye McCann.

Por último, para Keith Wade, economista y estratega jefe de Schroders, la Fed será el último gran banco central en recortar los tipos, por detrás del BCE y el BoE. “Esperamos que la inflación general continúe su tendencia a la baja a lo largo de 2024, acercándose al objetivo del 2% a mediados de ese año. Sin embargo, es probable que la inflación subyacente tarde un poco más en descender, ya que la economía estadounidense atraviesa un periodo de crecimiento por debajo de la tendencia, en lugar de una auténtica recesión”, explica Wade. 

Según el economista y estratega jefe de Schroders, además la Fed tendrá que tener en cuenta los riesgos persistentes derivados de la resistencia de la demanda y de las condiciones de empleo, por lo que cree que la institución monetaria se mostrará paciente a la hora de relajar su política monetaria, con el fin de alejar la amenaza de una segunda oleada inflacionista. “De hecho, hemos retrasado nuestras expectativas y ahora esperamos un primer recorte de tipos de interés por parte de la Fed en septiembre de 2024, con una caída de los tipos de 200 puntos básicos hasta el 3,5% en 2025, un poco más tarde de lo que el mercado descuenta actualmente”, añade Wade.

Los expertos creen que el BCE apostará por mantener los tipos y no dar pistas de cuándo los bajará

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El Banco Central Europeo (BCE) celebra hoy su última reunión de 2023. Según los expertos, los mercados consideran que los bancos centrales han concluido su tarea -vistos los últimos datos-, pero las autoridades monetarias se muestran muy cautas e intentan lanzar un mensaje muy telegrafiado, para que nadie se lleve a engaño. “Dada la reciente desaceleración de la inflación, creemos que el BCE debería mantener los tipos sin cambios en su próxima reunión de política monetaria. Es probable que mantenga la cautela sobre lo que suceda e insista en sus diferentes focos de atención, como el crecimiento salarial y los efectos de base vinculados a los precios de la energía”, señala Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors.

Los expertos coinciden en que el BCE mantendrá los tipos de interés sin cambio y el foco de atención estará en los mensajes de Christine Lagarde, en las previsiones que comparta, en la evolución de su balance y en el programa PEPP. Además, advierten: es pronto para hablar de bajadas de tipos. De hecho, en opinión de Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac, el estancamiento de la zona del euro, con el riesgo de que la región se enfrente a una recesión técnica, debería hacer que el BCE se pronuncie con menos contundencia sobre las perspectivas de futuros recortes. 

“La cuestión clave será si, como esperan los mercados, el BCE señala que la inflación se situará en el 2% en 2025; e incluso mejor, por debajo del 2% en 2026. También se espera una revisión a la baja del crecimiento del PIB. El riesgo de recesión técnica (dos trimestres consecutivos de impresiones negativas del PIB) es real, aunque lo más probable es que el entorno económico imperante en la región sea de estancamiento”, explica Thozet.

En este contexto, el experto de Carmignac espera que Christine Lagarde afirme que la política monetaria es suficientemente restrictiva, lo que sugiere que el próximo movimiento del BCE en materia de tipos de interés será un recorte, pero reconoce que no espera que se revele ningún tipo de calendario o límite estricto. “Este enfoque puede caracterizarse como un retroceso algo suave ante un aterrizaje más duro de la economía”, matiza.

Ulrike Kastens, economista para Europa de DWS, coincide en esta visión y defiende que es demasiado pronto para hablar de bajadas de tipos. “Es probable que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, deje claro, sobre todo en la rueda de prensa de la reunión de esta semana, que los recortes de tipos aún no están en la agenda. Es probable que las previsiones de crecimiento e inflación para 2024 se revisen a la baja, y el objetivo de inflación del 2% podría alcanzarse ya en 2025.  No obstante, es demasiado pronto para declarar la victoria sobre la inflación. Todavía hay demasiadas incertidumbres sobre la tendencia subyacente de la inflación”, argumenta Kastens. 

Según explica el economista de DWS, desde la última reunión del BCE en octubre, los rendimientos de la deuda pública alemana a 10 años han caído 60 puntos básicos; en aquel momento, el mercado esperaba que el Banco Central Europeo (BCE) recortara los tipos de interés unas tres veces el próximo año. Según explica, “la inesperada caída de la inflación al 2,4% en noviembre y las declaraciones de los miembros del Consejo del BCE de que es improbable que se produzcan nuevas subidas de tipos han alimentado las fantasías de recortes de tipos en los últimos días”.

En opinión de Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers, Christine Lagarde podrá utilizar las nuevas previsiones para señalar que, aunque las subidas ya no están sobre la mesa será necesario esperar hasta 2025 para que la inflación vuelva a situarse en el objetivo, una perspectiva que no justifica recortes anticipados. “Nuestro escenario base para el primer recorte sigue siendo junio de 2024, pero la velocidad de la desinflación, que se está produciendo más rápido de lo que esperábamos, hace plausible que un recorte intervenga antes, en el segundo trimestre. No obstante, no vemos por qué el BCE querría entablar este debate ahora mismo. Creemos que es mejor mantener un rumbo estable. El Consejo de Gobierno del BCE debería mantener el statu quo sobre la facilidad de depósito, indicar que siguen dependiendo de los datos e intentar convencer al mercado de que el recorte previsto para marzo es demasiado pronto, pero que sigue abierto a un movimiento más adelante en 2024”, afirma Moëc.

Los otros mensajes esperados

“La segunda cuestión para los inversores se refiere a la evolución del balance del BCE. En las últimas semanas, la institución, especialmente a través de Isabel Schnabel, ha aludido al hecho de que adelantar la fecha de reducción del balance no sería gran cosa. Podríamos ver a Christine Lagarde allanando el camino para una nueva reducción de su balance tan pronto como en el primer trimestre de 2024 (mientras que la reinversión del programa de emergencia pandémica no está oficialmente destinada a llegar a su fin antes de finales de 2024). En tal escenario, la deuda periférica podría estar más en riesgo que los bonos core, especialmente porque la oferta neta debería acelerarse en 2024”, añade Thozet.

Desde 2022, el BCE ha empezado a reducir los activos financieros de su balance. Los reembolsos del APP solo se reinvirtieron parcialmente al principio y no se han reinvertido en absoluto desde julio de 2023. En cambio, los reembolsos del PEPP se reinvertirán hasta nuevo aviso.

En este sentido, Kastens considera que otro tema para la reunión de diciembre será probablemente la reinversión del Programa de Compras de Emergencia frente a la Pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés), que constituye un importante respaldo, especialmente en momentos de tensión en los mercados. “Aunque aún no esperamos una decisión definitiva sobre esta cuestión, prevemos que las reinversiones en el PEPP se reduzcan a partir de abril de 2024. Este sería otro paso necesario hacia la reducción del balance del BCE”, apunta.

Sobre estos dos temas, Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO, añade: “Aunque las reinversiones flexibles del PEPP siguen siendo la primera línea de defensa en el frente antifragmentación, es probable que el BCE apunte a un recorte más temprano de las reinversiones del PEPP. Aunque es posible que el BCE comience a debatir las modificaciones de la actual estrategia de reinversión en la reunión de diciembre, creemos que es más probable que los detalles operativos se comuniquen en el primer trimestre, y que la reducción parcial comience probablemente en abril del próximo año”.

Según explica Florian Späte, estratega senior de bonos en Generali Investments, con este endurecimiento cuantitativo el BCE también pretende contrarrestar una posible pérdida de credibilidad debido a las acusaciones de dominación fiscal y reducir los riesgos de crédito y duración del balance para el BCE.

“Es probable que el balance se mantenga en un nivel permanentemente más alto en el futuro y seguirá aplicando en el futuro su enfoque pasivo de endurecimiento cuantitativo, consistente en no reinvertir los bonos que vencen. Dada la deseada ecologización de la política monetaria, consideramos en qué medida puede apoyar los objetivos climáticos de la UE. Por último, creemos que este endurecimiento puede afectar a los mercados de renta fija y el impacto sobre los niveles de rendimiento en la eurozona”, concluye Späte.

Tarifas de transporte marítimo: ascenso y caída

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Las tarifas del transporte marítimo mundial han vuelto a la normalidad después de haber subido durante la pandemia. Es una bendición para las empresas que se enfrentan a un 2024 difícil, pero el impacto en el ya difícil camino de la industria hacia el cero neto se dejará sentir durante más tiempo.

La historia está llena de advertencias sobre las subidas y bajadas. En nuestra sección Chart Room, el gráfico de esta semana trata de los costes mundiales del transporte marítimo desde el inicio de la pandemia y del daño potencial que su propio ascenso y caída pueden causar a los planes a largo plazo de flotas de contenedores más ecológicas.

El primer capítulo es bien conocido: el cierre efectivo de puertos en China, Europa y Estados Unidos provocó un atasco que tardó años en solucionarse. El consiguiente desajuste entre oferta y demanda disparó los precios. Como muestra el gráfico, el coste de reservar un contenedor marítimo de Shanghái a Rotterdam se multiplicó por diez en poco más de un año.

Esto colocó a los transportistas mundiales en una posición extraña: de repente se convirtieron en empresas espectacularmente rentables, con un enorme exceso de efectivo libre para gastar. Hubo voces que clamaron cautela, pero para la mayoría el desajuste de la oferta resultó demasiado difícil de resistir y los grandes del sector encargaron un montón de buques nuevos y más ecológicos, con la vista puesta en avanzar en su extremadamente difícil camino hacia la neutralidad.

Luego vino la caída. La capacidad de los nuevos buques encargados representa cerca del 30% del tamaño de la flota actual. El exceso de oferta resultante ha hecho que los precios por contenedor vuelvan a bajar a tasas que no se veían desde 2016. Mientras tanto, los costes han aumentado, y los cargadores están sintiendo la presión. También advierten de que los precios pueden estancarse en niveles similares durante un período prolongado.

El descenso de los costes del transporte marítimo es una buena noticia para los bancos centrales en la batalla contra la inflación y ayuda a las empresas de otros lugares que luchan contra sus propias presiones. A largo plazo, sin embargo, repercutirá en la capacidad de las navieras para pagar sus planes de transición medioambiental.

Los buques de gasóleo representan una parte sustancial del presupuesto de carbono de la humanidad. Reducir las emisiones a cero neto exigirá una renovación completa de las flotas y el desarrollo de fuentes de combustible alternativas, como el metano verde, el GNL y, con el tiempo, el hidrógeno y la tecnología eléctrica. Los analistas de Morgan Stanley estimaron recientemente que los costes del combustible podrían más que duplicarse y que las tarifas de flete tendrían que subir entre un 20% y un 40% para compensar.

Dicho más claramente, sin beneficios, o al menos sin flujo de caja libre, la tarea se hace extremadamente difícil. La caída de los precios parece algo positivo, pero tiene un coste.

 

Tribuna de Jonathan Neve, analista sénior de crédito y Patrick Graham, redactor financiero, de Fidelity International. 

Cambiar para crecer

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Pixabay CC0 Public DomainAutor: AJS1

Al igual que con cualquier inversión, el capital está en riesgo. La rentabilidad histórica no es indicativa de rentabilidades futuras.  En la última década, factores favorables como la globalización, las bajas tasas de interés y numerosos cambios disruptivos han fomentado el crecimiento económico en general y el rendimiento de las empresas de crecimiento en particular. Sin embargo, en la actualidad, algunos factores macroeconómicos, como la geopolítica y la política monetaria, han ensombrecido el panorama de las empresas de crecimiento. A pesar de esto, somos optimistas ya que creemos que las empresas que seguirán destacando en el mercado bursátil serán las que mejor aprovechen los cambios en la tecnología, los modelos de negocio y el comportamiento de los consumidores. Son muchos los datos que respaldan nuestro optimismo.

Tal y como afirmaba Joseph Schumpeter, las empresas y las sociedades se encuentran en un estado constante de innovación y transformación. Este proceso de «destrucción creativa» es un elemento inherente y esencial del capitalismo, ya que permite sustituir tecnologías y modelos de negocio obsoletos por otros más nuevos y eficientes.

Por otra parte, esto es también es un elemento fundamental de la naturaleza humana ya que nuestra curiosidad nos empuja a investigar e invertir en el futuro. Nuestro carácter social nos permite compartir conocimientos y abordar problemas de forma conjunta, lo que en última instancia mejora nuestro rendimiento individual. Además, los avances de la humanidad aumentan rápidamente cuando nuestras poblaciones son más numerosas y están mejor formadas y conectadas. Gaia Vince destaca esta conexión en su libro Trascendencia, donde explica que esto se debe a la frecuencia y la difusión de las buenas ideas.

Las «olas de cambio» desarrolladas por el Foro Económico Mundial (FEM) muestran que la acumulación de conocimientos a lo largo de generaciones hace que cada revolución genere más valor que la anterior. Desde una perspectiva de inversión, es importante que no consideremos estas revoluciones de forma aislada, sino como etapas sucesivas en la historia en curso de la innovación humana.

En esta fase moderna de la revolución industrial, tecnologías como la inteligencia artificial (IA), la edición genética y la robótica avanzada confluyen para eliminar las fronteras entre los mundos físico, digital y biológico. Por ejemplo, el genoma humano se decodificó en 2003 gracias a una serie de innovaciones anteriores, como el descubrimiento de la doble hélice por Watson y Crick, el método de secuenciación de Sanger y la iniciativa coordinada internacionalmente del Proyecto Genoma Humano. Estos avances han creado oportunidades industriales totalmente nuevas para el sector sanitario, las cuales ya están siendo aprovechadas por una nueva generación de empresas de crecimiento.

Nosotros invertimos en algunas de ellas. Moderna, por ejemplo, es una empresa que utiliza el conocimiento acumulado por la humanidad sobre genética para desarrollar nuevos tratamientos con ARN mensajero. También es pionera la compañía europea Genmab, que está realizando grandes avances en la inmunoterapia para tratar el cáncer.

Otro ejemplo es el progreso de innovación en energías renovables. La energía solar es cada vez más eficiente y el rápido descenso de su precio la hace muy atractiva para los consumidores e inversores. Asimismo, se está avanzando en la distribución y el almacenamiento de electricidad. Se prevé que el consumo mundial de electricidad se duplique en 2035 y triplique en 2050. Por lo tanto, la transición energética se está convirtiendo en una enorme oportunidad económica.  Algunas de las posiciones que mantenemos, como la compañía israelí de inversores solares SolarEdge, la danesa de turbinas eólicas Vestas y el fabricante estadounidense de vehículos eléctricos y almacenamiento estático Tesla, son ejemplos de innovaciones en el campo de las energías renovables que están experimentando un gran auge comercial.

Gracias a los estudios del profesor Hank Bessembinder de la Universidad Estatal de Arizona, sabemos que las rentabilidades de las acciones son altamente asimétricas. De las 60.000 empresas que cotizan en bolsas de todo el mundo, solo alrededor de 900 han generado un patrimonio neto superior al valor de los bonos del Tesoro de EE. UU. entre 1990 y 2018, que asciende a 45.000 millones de dólares. Por lo tanto, en Baillie Gifford nos centramos en este reducido número de empresas.

El cambio no surge de la nada; requiere inversión en investigación y desarrollo, además de paciencia, ya que las acciones que mejor se comportan a largo plazo suelen ser las que más fluctúan a corto plazo. Sin embargo, la paciencia no es algo que nos caracteriza a los seres humanos; esto es otra parte del desarrollo evolutivo que nos ha llevado a destacar en innovación. La impaciencia es una característica evidente del mercado bursátil, donde el periodo medio de inversión en una empresa es inferior a un año, un plazo que dista mucho de ser suficiente para que las ventajas competitivas de una empresa se traduzcan en un crecimiento sustancial.

Podríamos decir que la mejor solución a este problema sería algo así como la institucionalización de la paciencia. En este sentido, el equipo directivo debe adaptar la cultura de una empresa a una perspectiva a largo plazo; y esta idea también se aplica a los gestores de activos, como es nuestro caso. Los resultados positivos obtenidos a lo largo de los años por las empresas que destinan más capital al crecimiento que a la distribución a sus accionistas demuestran que invertir en innovación es la clave del éxito.

Para ilustrar esta afirmación, pensemos en Intel en la década de los setenta. Los años setenta fueron muy complicados desde el punto de vista económico: conflictos armados, crisis del petróleo, inflación, desempleo, lento crecimiento económico y dificultades en la transición de la industria manufacturera a una economía de servicios. Sin embargo, el precio de las acciones de Intel se multiplicó casi por veinte durante esta difícil década, lo cual se consiguió gracias a la destrucción creativa. Intel supo detectar la revolución que iba a producirse en el sector de los ordenadores personales, invirtió grandes sumas en el desarrollo de sus fantásticos microprocesadores 8080 y 4004, y aumentó rápidamente sus beneficios, lo que se tradujo en un incremento de la cotización de sus acciones.

He elegido un ejemplo de hace 50 años porque es comparable a la situación actual. Puede que el entorno macroeconómico de la década de 2020 se haya vuelto más complejo, pero el cambio sigue siendo un potente motor de crecimiento hoy en día, gracias a la revolución industrial de nuestra generación.

La combinación del ingenio humano y la escalabilidad de tecnologías está generando un enorme potencial. En la revolución industrial moderna en la que nos encontramos, esperamos ver una gran demanda en ámbitos como informática acelerada, inteligencia artificial, drones, tecnología limpia y tecnología biológica. Por tanto, como inversores, debemos ser pacientes. Las oportunidades que se nos presentan como inversores de crecimiento siguen siendo más apasionantes que nunca.

 

Tribuna de Hamish Maxwell, experto en inversiones de Baillie Gifford. 

“La atención sanitaria puede seguir generando una rentabilidad absoluta a largo plazo”

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El sector de atención sanitaria puede convertirse en uno de los más atractivos de cara al 2024 en el contexto actual. Robert Milano, estratega de Inversión Senior y director de Desarrollo de Negocio de Renta Variable EMEA para AllianceBersntein, explica cómo se puede sacar partido a esta área teniendo en cuenta las previsiones para el próximo ejercicio.

En primer lugar, quería preguntar sobre las perspectivas macroeconómicas relacionadas con el sector sanitario. Quería hablar sobre si las perspectivas macroeconómicas seguirán siendo inciertas el próximo año. ¿Cómo ve el entorno de tipos más altos para la creación de carteras y la inversión en nuevas empresas?

Los entornos macroeconómicos han sido muy difíciles este año, creo que, especialmente Estados Unidos, la economía mundial en general ha sido mucho más resistente de lo que probablemente anticipamos, que ha sido necesario. Los bancos centrales mundiales dejando los tipos más altos durante más tiempo, frente a una inflación que ha sido más persistente. Esperamos que el hecho de que hayamos tenido tipos más altos durante más tiempo, y que es probable que persista, seguirá pesando en las economías mundiales. Por eso, cuando podemos encontrar empresas con pautas de crecimiento más duraderas, pensamos que ayudarán a proporcionar un crecimiento del capital a más largo plazo para los clientes y nos ayudarán a sortear los periodos de incertidumbre actual. La atención sanitaria suele mostrar compañías que entran dentro de esa categoría, en la que la demanda de servicios o productos es bastante inelástica. Tienen cierto poder de fijación de precios, hay mucha innovación. Así que pensamos que este tipo de modelos de negocio podría ayudar a proporcionar características tanto ofensivas como defensivas para los clientes a lo largo del tiempo.

¿Ves una desaceleración económica global en 2024?

La expectativa principal es que seguimos viendo moderación del crecimiento. Si hablamos de recesión o no es muy difícil de determinar. Pero después de un 5% de subidas de tipos de interés, es muy probable que sigamos viendo una moderación del crecimiento económico. Ese es el escenario base. Creo que a todos nos sorprendió este año. Por consiguiente, también podríamos sorprendernos el año que viene si la economía sigue siendo mucho más resistente. Pero si vemos una economía resistente, un gasto de consumo resistente, y la inflación vuelve a repuntar, eso podría llevar a la Fed a tener que subir los tipos de nuevo, lo que podría crear más incertidumbre. Así, creemos que el escenario base sería una continua moderación del crecimiento a partir de este punto.

¿Por qué es interesante el sector sanitario actualmente?

El envejecimiento de la población está avanzando. En las próximas dos décadas, vamos a ver crecer exponencialmente el número de personas mayores de 65 años. A medida que envejecemos, tenemos que acceder al sistema de salud con más regularidad, algo así como seis o siete procedimientos quirúrgicos en la vida de alguien. Es mucho acceso al sistema. Y el sistema está realmente maduro para la innovación y la eficiencia donde ahora mismo, usted tiene que llenar un montón de papeleo, eso es por lo general toda la innovación no suele acumularse en beneficio del consumidor del producto o servicio, se acumula a la empresa. Así que sí podemos encontrar empresas que ayuden a ofrecer productos y servicios que sean buenos para los pacientes y ayuden a mejorar sus resultados, pero que también ayuden a reducir los costes para el paciente y para el sistema, y que también sean rentables para la empresa. Creemos que esas empresas deberían estar bien preparadas para tener éxito con el tiempo. Y el sector tiende a ofrecer características tanto ofensivas como defensivas si escribe mucha resistencia y entornos de mercado realmente difíciles. Pero debido a la evolución de un sector lejos de sólo farmacéutica a cosas como la biotecnología, ciencias de la vida y herramientas, tecnología médica, tecnología de la salud, todo lo que tiende a ofrecer una oportunidad de crecimiento a largo plazo realmente interesante, que le da esa doble característica que estamos buscando.

Y en relación con esto, ¿crees que el potencial del sector sanitario va a ser bastante activo en los próximos años con los retos demográficos a los que nos enfrentamos?

Sí, lo creemos. Sí, pienso que el año pasado vimos un rendimiento relativamente superior en el sector sanitario, y este año el sector ha bajado, mientras que el mercado ha subido en general. Así que consideramos que ha habido mucha infravaloración de algunos de las rentabilidades fundamentales de las empresas del sector, aunque no todas las empresas son iguales, obviamente. Pero creemos que las valoraciones son bastante razonables. Y pensamos que las ganancias y el tipo de crecimiento de los activos es bastante razonable a largo plazo. De este modo, esperamos que el próximo par de años vamos a empezar a ver algo de que se reconozca un poco mejor. Y eso debería ayudar a impulsar el rendimiento.

¿Qué tipo de empresas están interesadas, desde su punto de vista, en el sector?

«Históricamente, ha sido muy difícil para los inversores llamar y predecir el éxito científico porque la tasa de aprobación final de un medicamento desde la fase 1 de ensayos clínicos hasta la aprobación final es del 8%. Esto representa una tasa de fracaso del 92%. Por tanto, nuestro enfoque se centra realmente en las empresas que muestran un alto y creciente nivel de rentabilidad medido por el rendimiento de los activos y el rendimiento del capital invertido, que tienen una amplia oportunidad de reinvertir los beneficios de nuevo en el negocio para ayudar a auto financiar su crecimiento a largo plazo. Esto se traduce en una mejor calidad de los balances, que a su vez conduce a unos resultados fundamentales más sostenibles. Y eso tiende a conducir a una mejor rentabilidad ajustada al riesgo. Por lo tanto, a través de todas las sub-industrias, son las empresas que exhiben esas características las que nos parecen más interesantes.

¿En qué momento o por qué razón debe un inversor invertir en un sector como la sanidad?

Creo que esta inversión debe hacerse en un horizonte de tiempo tan largo como sea razonablemente posible. Animo, por supuesto, a los inversores a tipo de estrategia por el potencial de crecimiento a largo plazo para el sector. Hay que mirar a largo plazo para ver las necesidades de las carteras. Y ahí es donde una asignación de renta variable debe encajar muy bien. Pero si eres un inversor mucho más cortoplacista, creo que es un poco más difícil de aplicarlo, porque la incertidumbre a corto plazo es razonablemente alta. Y va a ser muy difícil tratar de cronometrar el mercado en torno a eso. Así que tratamos de concienciar a la gente a invertir a largo plazo, pero con un enfoque de gestión de riesgos. Y eso debería ayudar a capear parte de la inevitable volatilidad y la inversión en los mercados de renta variable.

Y te hago la última cuestión: ¿qué tipo de rentabilidades han de esperarse cuando invertimos en el sector de la salud?

Creo que muchos inversores se han acostumbrado a las elevadas rentabilidades de la renta variable durante la última década, debido a los bajos tipos de interés y a la demanda de motores de rendimiento. Así pues, en un entorno de tipos bajos, hemos visto una gran rentabilidad de la renta variable. Creo que en el futuro es probable que los rendimientos sean más moderados, pero pensamos que el mercado de renta variable y, en concreto, el de la atención sanitaria, puede seguir generando una rentabilidad absoluta a largo plazo.

Renta 4 Banco: los tipos no bajarán ni tanto ni tan pronto como descuenta el mercado

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El Departamento de Análisis de Renta 4 Banco ha presentado su Estrategia de Inversión para 2024. Tras un final de año 2023 marcado por fuertes subidas tanto en renta fija como en renta variable, al calor de la intensificación de las expectativas de bajadas de tipos en los próximos meses, “consideramos que, en 2024, la clave de los mercados estará en la evolución de la inflación, que a su vez determinará las políticas monetarias de los principales bancos centrales”, afirma Natalia Aguirre, directora de Análisis y Estrategia de Renta 4 Banco.

Si bien Renta 4 Banco coincide con el consenso de mercado en que los tipos de intervención habrían tocado techo (salvo grandes sorpresas a alza de la inflación), no comparte la expectativa de inicio de recortes de tipos tan pronto como en el primer trimestre, ni la elevada cuantía descontada por el mercado. La principal razón:el hecho de que aún estamos lejos del objetivo del 2% de inflación.

En este contexto, Renta 4 Banco espera que el inicio de las bajadas de tipos de interés se retrase a la segunda mitad de 2024 y, en cualquier caso, se mantengan en niveles restrictivos (4,25%-4,5% en EE.UU. y 3,25% el tipo de depósito del BCE) y, por tanto, lejos aún de sus niveles neutrales.

Esta restricción monetaria seguirá pesando sobre el ciclo económico, donde el equipo de analistas de Renta 4 Banco espera desaceleración respecto a 2023, aunque con un aterrizaje suave de la economía. “Vamos hacia un crecimiento débil, recogiendo el impacto total de las subidas de tipos y unas condiciones financieras más restrictivas que lastrarán la inversión y el consumo”, apuntan los analistas.

“Este escenario de débil crecimiento y tipos aún altos se traducirá en un moderado avance de los resultados empresariales”, confirma Natalia Aguirre.

Ibercaja prevé una ligera desaceleración de la economía y estima un crecimiento del PIB en España del 2,5% en 2023 y del 1,6% en 2024

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Ibercaja ha anunciado sus previsiones de crecimiento económico para este año 2023, situando el PIB del conjunto de España en el 2,5% y en el 1,6% para el año 2024.

La entidad ha trasladado una perspectiva de ligera desaceleración en su valoración de la coyuntura económica actual, así como del comportamiento esperado en 2024 durante la presentación a los medios de comunicación de la publicación cuatrimestral que Ibercaja edita desde hace 25 años. 

La saneada situación financiera de los hogares y las empresas en términos agregados y la ausencia de grandes desequilibrios estructurales reducen el riesgo de una recesión duradera o profunda a corto plazo, según han expuesto en la presentación Antonio Martínez, director del Área Financiera de Ibercaja, y Santiago Martínez, jefe de Análisis Económico y Financiero del Banco, que también auguran que un escenario más positivo sería posible si se produjera un mayor esfuerzo inversor que contribuyera a mejorar la productividad de las empresas. 

En España, el crecimiento económico en 2023 ha sorprendido positivamente respecto a las perspectivas anunciadas previamente por la Entidad que habían sido más conservadoras. El efecto de la inflación sobre las cuentas de los hogares se ha ido diluyendo gracias a la expansión de los salarios, que ha absorbido buena parte de la capacidad adquisitiva que se perdió en 2022. Además, el excedente de ahorro acumulado durante la pandemia apenas se ha gastado, de acuerdo con las cuentas de los sectores institucionales que publica el INE

Por otra parte, los expertos del banco consideran que la subida de los tipos de interés está dañando la economía menos de lo previsto gracias a la buena situación financiera y a la reducción del endeudamiento de hogares y empresas. 

Como aspecto negativo, señalan que la buena situación en términos agregados no debe ocultar las distintas realidades de los hogares españoles por su nivel de renta y por su situación de endeudamiento. Así, consideran que los hogares con rentas más bajas pudieron ahorrar menos en la pandemia y se vieron más castigados por la inflación de los alimentos, la electricidad y otros productos básicos. 

En lo que respecta al endeudamiento, menos de un tercio de los hogares tiene una hipoteca, y menos de una cuarta parte tiene una hipoteca a tipo variable. De esta forma, mientras que tres cuartas partes de los hogares no se han visto afectadas por la subida del Euribor, una cuarta parte sí lo ha sufrido de forma muy significativa. 

Para el año 2024, los expertos de Ibercaja prevén que la evolución del PIB estará condicionada por la capacidad de las empresas para mantener sus márgenes. “El mayor riesgo es que la subida de los costes laborales sin incremento de la productividad termine generando una pérdida de competitividad que, de prolongarse en el tiempo, concluya en un ajuste mediante la destrucción del empleo”, aseguran desde Ibercaja. 

Más allá de este riesgo de medio plazo, también apuntan al inminente agotamiento del mercado laboral por motivos demográficos causados por el envejecimiento de la población y por el desajuste entre la oferta y la demanda laboral causada por problemas estructurales del sistema educativo que están llamados a seguir ganando protagonismo en los próximos años. 

En este sentido, el banco estima que la tasa de paro en España se situará en el 12% en 2023 y tan solo 7 décimas por debajo en 2024 (en el 11,3%); y que la variación de la ocupación será del 2,8% este año para descender al 1,5% en 2024. 

Con todo ello, Ibercaja considera que la perspectiva es de ligera desaceleración y que en los próximos trimestres se irá perdiendo el impulso expansivo iniciado con la salida de la pandemia por efecto de tres factores: el menor potencial de incremento del empleo; los efectos de la subida de los tipos de interés que, aunque menores de lo temido seguirán llegando por el retardo en las consecuencias de la política monetaria; y el efecto de la política fiscal menos laxa que en los últimos años porque partimos de niveles de déficit público que superan ampliamente el objetivo del pacto de estabilidad y crecimiento. 

“Las empresas han reducido la inversión por prudencia ante la incertidumbre causada por la inflación, la crisis energética o la subida de los tipos de interés desde niveles inusualmente bajos”, explican desde la entidad. “Conforme se configure el nuevo ciclo y se despejen las mayores amenazas, con la ayuda de los fondos europeos y de un sistema financiero solvente y con capacidad para conceder más crédito, podríamos vernos sorprendidos otra vez por una economía más resistente de los que creíamos”, han añadido.

Spainsif analiza el desarrollo de los derechos humanos y la discapacidad en la inversión sostenible

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Los retos ambientales, sociales y económicos transformadores en el ámbito de la sostenibilidad se materializan en distintas capas (laboral, salud, alimentación, movilidad, vivienda) con efectos cada vez más visibles, en particular para las regiones y los colectivos con mayor riesgo de vulnerabilidad, como las regiones menos desarrolladas o las personas con discapacidad. La transición hacia un modelo más sostenible y resiliente a estos cambios precisa de una gran movilización de financiación e inversión sostenible que tenga en cuenta los desafíos presentes y futuros de manera integral.

Con motivo del Día de los Derechos Humanos (DDHH), que se celebra cada 10 de diciembre, Spainsif, junto con otras entidades sociales, académicas, financieras y laborales, ha analizado estas cuestiones en un coloquio promovido por Fundación ONCE. En él han participado representantes de Fundación ONCE (José Luis Martínez Donoso, Fernando Riaño, Carla Bonino y Clara Ramos), Human Rights Watch (Jonás Bull), Banco Cooperativo Español (Leticia Vítores Mingo y José Luis Garzón), Lazard (Domingo Torres Fernández), Standard & Poor’s (Luisina Berberian y Luis Solís), Gabeiras y Asociados (Elena Morris), UNED (Orencio Vázquez), Economistas Sin Fronteras (Gloria González), CCOO (Mario E. Sánchez Richter), Triodos Bank (Antonio Martínez) y Cecabank (Manuel Yébenes).

Dimensión social de la sostenibilidad y los derechos humanos

Son varios los factores que marcan el ritmo de incorporación de las cuestiones sociales y derechos humanos en el ámbito de las finanzas sostenibles, aunque uno de ellos destaca reiteradamente por su influencia e importancia: el marco regulatorio. Han surgido en la última década distintas iniciativas normativas y reguladoras en materia de reporte de información y de responsabilidad y debida diligencia respecto a cuestiones ambientales, de DDHH y laborales. Este avance regulatorio resulta clave teniendo en cuenta que hasta tiempos muy recientes las iniciativas vinculadas con la protección y respeto de los DDHH se concentraban mayoritariamente en el ámbito de los estados, ajeno a las empresas y los inversores privados.

La Comunicación de 2011 de la Comisión Europea (CE) “Una nueva estrategia de la UE 2011-14 sobre Responsabilidad Social Corporativa (RSC)” puso por primera vez el foco de la RSC en la responsabilidad sobre los impactos ocasionados por las empresas y en la protección de los derechos de las personas. En junio del mismo año, se aprobaron los “Principios Rectores sobre las empresas y los DDHH” de Naciones Unidas, que asignan roles y responsabilidades para estados y empresas.

En un primer momento, surgieron directrices y códigos de conducta voluntarios como las “Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales”, un listado de recomendaciones de los gobiernos para una conducta empresarial responsable de empresas multinacionales. Desde su actualización en 2011, incorpora capítulos específicos en materia de derechos humanos y laborales, y aspectos relativos a la corrupción, responsabilidad fiscal y debida diligencia. En 2017, los Líderes del G20 se comprometieron a fomentar la aplicación de normas laborales, sociales, medioambientales y de derechos humanos, de acuerdo con los marcos reconocidos a nivel internacional, con el objetivo de que las cadenas de suministro sean sostenibles e inclusivas, subrayando la responsabilidad de las empresas de ejercer la debida diligencia. Entre dicho año y 2022, la OCDE ha publicado Recomendaciones sobre la diligencia debida y una conducta responsable para las empresas, sector financiero e inversores institucionales.

La Unión Europea, por su lado, adoptó la Directiva de Divulgación corporativa de información de sostenibilidad (CSRD), los Estándares Europeos de Informes de Sostenibilidad (ESRS) y el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR), que incorporan obligaciones de reporte sobre los riesgos e impactos medioambientales y sociales -si bien el reporte de algunas cuestiones sociales queda a expensas del análisis de materialidad de las entidades afectadas-. Asimismo, la cobertura de las cuestiones sociales no es homogénea entre ambos marcos, y cabría una mayor ambición respecto a la inclusión en la SFDR de otros indicadores de Impactos adversos (PIAs) en materia social.

Quedan por completar los trabajos iniciados por la Comisión Europea para una Taxonomía social que fije criterios para clasificar actividades económicas que hagan una contribución sustancial un objetivo social; y acordar el texto final de la Directiva de Debida Diligencia (CSDD) propuesta por la CE en 2022, en la que se establecerán por primera vez obligaciones en materia de derechos humanos y medio ambiente para las empresas por sus actividades y las de su cadena de valor, y cuyos términos y alcance todavía se están negociando.

Retos para la integración de los DDHH en las finanzas sostenibles

El protagonismo de las temáticas medioambientales todavía prima sobre las sociales en las decisiones de inversión y financiación, si bien existen evidencias de una creciente sensibilización por parte de los inversores de los retos sociales derivados del cambio climático. Así, la violación de los derechos humanos y derechos laborales están presentes como criterios de exclusión de las inversiones sostenibles y responsables (ISR) entre el 60% el 70% de las entidades nacionales consultadas por Spainsif en su último estudio anual sobre el mercado de activos gestionados con algún criterio de sostenibilidad en España.

Las cuestiones relativas a los derechos humanos ocupan el segundo lugar en las temáticas más presentes en las iniciativas de engagement, mientras que los asuntos relacionados con la diversidad e igualdad de género y los derechos laborales se sitúan en tercera y cuarta posición. El primer lugar lo ocupan los planes de transición climática.

Entre las estrategias de inversión temática destacan las vinculadas a aspectos medioambientales, si bien los aspectos sociales cobran fuerza especialmente en el ámbito de acceso a servicios básicos como salud y bienestar, y agua. Los aspectos más cercanos a los DDHH, tales como la diversidad e igualdad, son también relevantes. En menor proporción, se sitúan las temáticas de inclusión financiera o el acceso a la vivienda. A pesar de ello, la demanda por parte de los inversores de productos de inversión focalizados en temas sociales o de derechos humanos es todavía modesta.

Más allá de las estrategias que ponen el foco en una cuestión específica de sostenibilidad, se vislumbra una mayor popularidad del abordaje integrado de las dimensiones ambientales y sociales (incluido los DDHH) del cambio climático, haciendo especial hincapié en la promoción de una transición inclusiva y justa. Este enfoque da respuesta a la magnitud y complejidad de los retos que requieren de mecanismos de coordinación y financiación público-privados, y de un relevante rol de las entidades financieras de desarrollo y multilaterales, que combinen garantías, asistencia técnica y distintos tramos de financiación capaces de atraer y movilizar capital privado.

Existe todavía un déficit de información corporativa sobre el en impacto en las cuestiones sociales que más preocupan a los inversores. El calendario para el primer reporte bajo el marco regulatorio de la CSRD para un número significativo de empresas se sitúa en enero de 2026, y las pymes cotizadas incluso podrían comenzar a reportar en 2028. Ello pospone en gran medida la capacidad de construcción de carteras focalizadas en los aspectos sociales en base a esa información.

Por su lado, el inversor particular, a la hora de enfrentarse a estos criterios en la toma de decisiones de inversión, necesita una información más precisa y clara sobre las cuestiones sociales y de derechos humanos, de manera que pueda efectivamente alinearse con sus preferencias.

Discapacidad y finanzas sostenibles

Gracias a la labor de entidades como Fundación ONCE, distintos indicadores relativos a la discapacidad forman parte de los estándares de reporte de Global Reporting Initiative (GRI). Esto, a su vez, tiene una influencia en su incorporación a los ESRS desarrollados por EFRAG en el marco de la CSRD. Queda pendiente una mayor interconexión de dichos indicadores con el listado de SFDR de Principales Impactos Adversos (PIAs).

En el presente, es posible seguir dando pasos adelante en la sensibilización sobre la vulnerabilidad y exposición de ciertos grupos a riesgos medioambientales y sociales. Estos riesgos, interconectados entre sí, son un factor multiplicador de los riesgos de exclusión. Un ejemplo de la necesidad de investigar dichas dinámicas entre los retos sociales y ambientales es el resultado del reciente estudio realizado en España sobre la respuesta a las olas de calor y su efecto en las personas con discapacidad elaborado por Human Rights Watch.

Para abordar estos desafíos es esencial llevar a cabo una transición verde de manera inclusiva y equitativa, considerando con especial interés los riesgos específicos y las oportunidades laborales que puedan surgir durante esta transformación del sistema económico, asegurando que estos grupos puedan acceder efectivamente a ellas.

Candriam lanza la plataforma Candriam Alternative Investments y reorganiza sus equipos

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Foto cedidaSteeve Brument, nuevo Global Head of Alternative Investments de Candriam.

Candriam ha anunciado el lanzamiento de la plataforma Candriam Alternative Investments. Según explican desde la gestora, “esta evolución estratégica es testimonio del compromiso de Candriam con la innovación, en respuesta a la creciente demanda de soluciones de inversión alternativa en el entorno de mercado actual”. 

El lanzamiento supone una reorganización que la firma ha diseñado cuidadosamente para aprovechar su experiencia. Además, en bajo esta plataforma ha reunido a una serie de equipos especializados, entre los que figuran los de Renta Variable Cuantitativa, de Retorno Absoluto (que engloba a los equipos de Renta Variable Market Neutral, Arbitraje de Índices, Arbitraje de M&A y Renta Variable Cuantitativa), Multiactivos Cuantitativos y Multi Management (que incluye Fondos de Hedge Funds y Advisory). 

Con más de 23.000 millones de euros en activos gestionados (AUM) a través de esta plataforma integrada, el objetivo principal es optimizar las sinergias entre los equipos, con el fin de ofrecer retornos positivos consistentes en los distintos ciclos del mercado. Desde Candriam también explican que aumentarán sus esfuerzos en la integración ESG dentro de sus inversiones alternativas y esperan lanzar nuevas soluciones innovadoras de retorno absoluto centradas en ESG, fomentando su dedicación a la inversión responsable. 

Además del lanzamiento de esta plataforma, la gestora ha anunciado que para dirigir esta división recién unificada, Candriam ha nombrado a Steeve Brument Global Head of Alternative Investments. Desde la firma destacan que Steeve, anteriormente director de Estrategias Cuantitativas Multiactivos y Director Adjunto de Multiactivos en Candriam, ha desarrollado una carrera de 25 años en el sector, incluida una trayectoria de 20 años como gestor de fondos en Candriam. 

En este nuevo cargo, Steeve trabajará con un equipo de 34 profesionales de la inversión dedicados a soluciones de inversión alternativa. Steeve dependerá directamente de Nicolas Forest, CIO de Candriam. También será miembro del Comité Ejecutivo de Candriam. “La plataforma de inversiones alternativas de Candriam se complementa además con nuestras estrategias de crédito alternativo, que forman parte de su oferta más amplia de renta fija. Este enfoque aprovecha los puntos fuertes de todos los departamentos, fomentando la sinergia y la innovación en nuestras soluciones de inversión”, indican desde la gestora.

A raíz de este anuncio, Nicolas Forest, CIO de Candriam, ha declarado destacado que, durante más de dos décadas, Candriam ha estado a la vanguardia de la oferta de soluciones innovadoras de retorno absoluto, con el objetivo constante de ofrecer retornos ajustados al riesgo a lo largo de los diferentes ciclos de mercado.

Confiamos en que el apetito por las estrategias alternativas siga creciendo, ya que ofrecen una opción atractiva de diversificación y perfiles favorables de rentabilidad-riesgo. La unificación de nuestras inversiones alternativas representa una evolución para Candriam, ya que aúna nuestra profunda experiencia en diferentes equipos y soluciones. Nuestro objetivo es ofrecer a nuestros clientes conocimientos aún más ricos y soluciones alternativas más innovadoras. Quiero felicitar a Steeve por asumir su nuevo cargo. Su liderazgo será decisivo mientras seguimos esforzándonos por ofrecer las mejores oportunidades a nuestros clientes”. 

A estos cambios, se suma que la gestora también ha anunciado el nombramiento de Grégoire Thomas como Head of Equity Market Neutral, dentro de la división de Inversiones Alternativas. Grégoire aporta más de 20 años de experiencia en el sector en empresas como Millennium, Bank of America y Société Générale, y cuenta con una profunda experiencia en arbitraje de índices y estrategias de mercado neutral.

Por último, y tras 20 años de carrera en Candriam, Emmanuel Terraz, director global de Retorno Absoluto y Renta Variable Cuantitativa, ha decidido dejar la empresa y tomar un nuevo rumbo en su vida profesional. Según aclaran desde Candriam, Grégoire Thomas asumirá el papel de gestor principal de las estrategias Equity Market Neutral e Index Arbitrage, junto con el actual equipo de gestión de fondos.

Los mejores activos para invertir según tu perfil de riesgo y el ciclo económico

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La inversión es una parte esencial del ahorro, en la que asumimos un riesgo con el objetivo de hacer crecer nuestro patrimonio y preservar la capacidad adquisitiva que nos da nuestro capital, que se ve afectado por factores económicos y financieros como los impuestos, la inflación y la depreciación de los activos.

Tener claro nuestro perfil de riesgo es un aspecto clave para poder seleccionar los activos más adecuados para invertir, como  lo es también la situación del ciclo económico actual que estemos viviendo (considerando la zona geográfica donde tenemos nuestras inversiones). Todos estos factores se entrelazan y afectan la toma de decisiones de inversión. Vayamos por partes.

En primer lugar, los impuestos son cargos financieros o tributos que los individuos y empresas deben pagar al gobierno. En el contexto de la inversión, los impuestos afectarán al resultado neto final de tus decisiones en caso de que hayas logrado beneficios, ya que en algunos países, las ganancias de capital están sujetas a tipos impositivos en función del beneficio total que hayas logrado.

Hablemos ahora de la inflación, el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en una economía, que podría considerarse un impuesto oculto. La inflación erosiona el poder adquisitivo del dinero, afectando tanto a los consumidores como a los inversores. Las inversiones que no superan la tasa de inflación pierden valor en términos reales. Por ello, la búsqueda de activos que ofrezcan un rendimiento superior a la inflación es crucial, especialmente en periodos de alta inflación.

Si vinculamos los dos factores anteriores, vemos que la inflación puede llevar a una mayor tasa impositiva si los beneficios por inversiones se consideran en términos nominales, lo que erosiona aún más el rendimiento real después de impuestos.

Por otro lado, la depreciación de activos es la disminución del valor de cualquier activo a lo largo del tiempo a causa del desgaste, la obsolescencia o cambios en el mercado. En el mundo de las inversiones, no solo se considera la depreciación física (como en maquinaria o vehículos), sino también la depreciación de activos financieros. La percepción de riesgo, los cambios en los tipos de interés y las fluctuaciones del mercado pueden provocar tendencias negativas que deterioran el valor de activos cotizados, como acciones, bonos o bienes raíces, sobre todo en épocas de inflación donde el efectivo y los bonos de deuda tienden a depreciarse más.

En este contexto, el inversor debe considerar su propio perfil de riesgo. Esto le ayudará a manejar emocionalmente la volatilidad y las pérdidas potenciales que esté sufriendo su cartera de inversiones. Un inversor con una baja tolerancia al riesgo preferirá activos más estables, como bonos gubernamentales o cuentas de ahorro, mientras que aquellos con una alta tolerancia al riesgo pueden inclinarse hacia activos como materiales preciosos, criptomonedas, acciones o inversiones en capital de riesgo.

Y para terminar, su cartera debe estar adaptada al ciclo económico de la geografía donde esté invirtiendo: no es igual invertir en un país con inflación que en otro con deflación. En ciclos de expansión las empresas suelen crecer, lo que puede hacer que las acciones y el capital riesgo sean más atractivos, y en ciclos de recesión los activos más seguros, como bonos de alta calidad y activos tangibles (oro, bienes raíces), suelen ser los favoritos.

Teniendo en cuenta todos estos factores , estas serían los 11 mejores activos para invertir en función de tu perfil de riesgo y del ciclo económico:

  1. Empresas cotizadas. Growth: estas acciones, de empresas con altas tasas de crecimiento, son atractivas en ciclos de generación de crédito y expansión económica. Son sensibles a la inflación y a los cambios en los ciclos de crédito. Por ejemplo, empresas tecnológicas suelen categorizarse aquí. Value: empresas establecidas con precios de acciones considerados por debajo de su valor intrínseco. Pueden ser más resistentes en ciclos de pago de deuda y recesión económica, como algunas empresas de bienes de consumo.
  2. Startups no cotizadas. Atractivas para inversores con alta tolerancia al riesgo, suelen ser más estables en periodos de alta inflación, pero son muy sensibles a los ciclos de crédito, especialmente durante las fases de restricción crediticia. Ejemplo: una startup en fase de desarrollo de un nuevo software.
  3. Materias primas industriales. El cobre y el paladio, por ejemplo, pueden ser buenos indicadores de la salud económica global y reaccionan a los ciclos económicos. En tiempos de expansión y con crédito accesible, suelen subir de precio, mientras que en recesión pueden depreciarse.
  4. Materias primas agrícolas (maíz, soja, café, etc). Su precio puede estar más vinculado a factores climáticos y geopolíticos, pero también reaccionan a los ciclos económicos. En tiempos de inflación podrían actuar como un cobertor, ya que los precios de los alimentos tienden a subir.
  5. Metales preciosos. El oro o la plata son tradicionalmente refugios contra la inflación. En tiempos de incertidumbre económica o alta inflación, activos como el oro suelen apreciarse. Ejemplo: el aumento del precio del oro durante las crisis financieras.
  6. Renta fija corporativa. Opciones como bonos de empresas ofrecen ingresos pasivos y pueden ser atractivos en periodos de baja inflación y ciclos de pago de deuda. Por ejemplo, los bonos de empresas con calificaciones crediticias altas suelen ser más estables.
  7. Renta fija soberana. Considerada como inversión segura, especialmente los bonos emitidos por gobiernos estables. En ciclos de pago de deuda y en recesiones, como los bonos del Tesoro de Estados Unidos, pueden ser muy demandados.
  8. Inmuebles. Generan ingresos pasivos y pueden ser una buena protección contra la inflación. Sin embargo, son susceptibles a la depreciación durante las recesiones económicas. Ejemplo: propiedades de alquiler en ciudades con mercados inmobiliarios estables.
  9. Infraestructuras. Inversiones a largo plazo que pueden generar ingresos estables. Ejemplo: inversiones en proyectos de energía renovable financiados a través de deuda.
  10. Divisas. Dependen en gran medida de la política monetaria y pueden ser utilizadas para la diversificación. Por ejemplo, el dólar estadounidense suele fortalecerse durante recesiones globales.
  11. Criptomonedas. Son altamente volátiles y sensibles a cambios en el sentimiento del mercado. El Staking de criptomonedas como Ethereum puede generar ingresos pasivos, pero es susceptible a la volatilidad del mercado de cripto.

Tribuna elaborada por Félix Fuertes, CEO de Formación en Inversión.