Foto cedidaDe izquierda a derecha, Fernando Camacho, Amelia Hortelano y Marta González.
Deutsche Bank España ha reforzado el área de productos bancarios y soluciones de inversión (BLIS) dentro de Private Bank -división que engloba banca para particulares, empresas, banca privada y wealth management- con una nueva estructura.
El banco ha anunciado el nombramiento de Amelia Hortelano como responsable de BLIS (Banking, Lending and Investment Solutions), quien reportará directamente a Susana Valero, responsable de Private Bank de Deutsche Bank España.
“Esta nueva estructura nos permite ganar eficiencia y apuntalar nuestra estrategia en productos bancarios y soluciones de inversión para que nuestros clientes puedan beneficiarse de nuestras capacidades en cuentas y depósitos, préstamos, seguros y especialmente en gestión delegada de carteras (DPM), que creemos que es la forma más eficiente de gestionar el patrimonio personal para una gran parte de los inversores en el entorno actual”, ha afirmado Valero.
Hortelano, que además es responsable de WM & Business Lending para España, ha desarrollado prácticamente toda su carrera profesional en Deutsche Bank España, entidad a la que se incorporó en 2007 como Senior Credit Risk Analyst y donde ha ocupado diversos puestos de responsabilidad en el área de Riesgos hasta ocupar el de responsable de Lending and Credit Products de Private Bank España.
Por otra parte, Marta González Cerviño se convierte en responsable de Investment Solutions, el segmento de soluciones de inversión que engloba tanto carteras asesoradas como gestión discrecional de carteras (DPM Products), así como servicios relacionados con Mercado de Capitales dentro de su división. González Cerviño se ha incorporado a Deutsche Bank en 2023 y cuenta con una experiencia de más de 20 años en inversión y gestión discrecional de cartera en entidades nacionales e internacionales.
A su vez, Fernando Camacho pasa a ser responsable de Banking Products, área que engloba los productos de cuentas, depósitos, tarjetas, pagos, préstamos, hipotecas y seguros (no inversión). Camacho cuenta con una dilatada trayectoria de más de 15 años dentro de Deutsche Bank, a través de diferentes puestos de responsabilidad, tanto en España como en el extranjero, dentro de la división de Private Bank.
ArtsGain Investments, gestora especializada en fondos de inversión blue-chip de alta calidad de artistas de renombre mundial, se ha asociado con Tokeny, plataforma de tokenización empresarial, para aumentar la liquidez en estos activos únicos.
“Históricamente hablando, el arte ha sido una clase de activo exclusivo, lo que puede atribuirse a su acceso limitado y a importantes requisitos de capital inicial, lo que dificulta la participación de muchos y es aún más frustrante sabiendo que el mercado del arte ha superado consistentemente a muchas otras clases de activos”, comentan desde la firma. De hecho, desde el año 2000, el mercado del arte, categorizado por el rendimiento de los artistas blue-chip (top 100 artistas globales), ha demostrado estadísticamente un rendimiento mayor que los índices populares como el Dow Jones y el S&P 500 en un múltiplo de 3x, lo que demuestra ser una gran estrategia de diversificación.
En este contexto, ArtsGain se ha marcado como misión de transformar el mercado del arte ofreciendo acciones tokenizadas, con el fin de mejorar la liquidez y poder crear en un próximo futuro un mercado secundario para sus valores artísticos tokenizados. Su colaboración con Tokeny tiene como objetivo simplificar el proceso de inversión, guiando a los inversores profesionales hacia el mundo del arte blue-chip.
Según explican, al integrar perfectamente el estándar de token autorizado de código abierto ERC3643 a través de la plataforma de Tokeny, ArtsGain garantiza el cumplimiento normativo dentro del marco de regulación de valores de la UE según MiFID y
fomenta una mayor liquidez para los activos artísticos.
Desde la firma defienden que la tokenización facilita el comercio y la transferibilidad de tokens relacionados con el arte, lo que mejora la liquidez en el mercado. Además, desde ArtsGain enfatizan los componentes ESG de sus operaciones: desde el transporte hasta la gestión de obras de arte de manera sostenible, dedica el 0,3% de los fondos a ONGs de artistas discapacitados y discrimina la selección positiva para mujeres artistas.
“Nuestra apuesta es clara: nuestro objetivo es ser inclusivos y conscientes de la sostenibilidad, al mismo tiempo que brindamos oportunidades de inversión incomparables. El mundo del arte ha sido durante demasiado tiempo un enclave para unos pocos elegidos. Aprovechando la tecnología y nuestra extensa experiencia en arte, estamos democratizando el acceso permitiendo que más inversores profesionales puedan apreciar, invertir y beneficiarse de estos increíbles activos”, ha señalado Xavier Olivella, director ejecutivo de ArtsGain.
Por su parte, Luc Falempin, director ejecutivo de Tokeny, ha afirmado: “Estamos entusiasmados de apoyar a ArtsGain en el mundo de la inversión en arte con nuestro software de vanguardia. El arte, como la tecnología, es un lienzo de innovación y creatividad en constante evolución. La solución de tokenización les permitirá navegar por esta intrincada obra maestra, proporcionándoles las herramientas que necesitan para combinar las pinceladas de las finanzas con la paleta vibrante del mundo del arte, creando una obra maestra de éxito en las inversiones”.
La Asociación Europea de Fondos (Efama, por sus siglas en inglés) ha publicado la 15ª edición de su informe sobre gestión de activos. El estudio ofrece un análisis en profundidad de las tendencias recientes del sector y muestra los beneficios de las gestoras para los inversores y la economía europea. Uno de los datos más reveladores que muestra es que, según sus estimaciones, las gestoras cerrarán el año con 29 billones de euros en activos en Europa.
Una cifra que los responsables del informe celebran, teniendo en cuenta las tesituras por las que han pasado los mercados estos últimos años. El total de activos gestionados en Europa cayó un 13,8% en 2022, hasta 27,8 billones de euros. Según señalan desde Efama, este descenso se atribuyó principalmente a la ralentización de la economía mundial, junto con la caída de los mercados bursátiles y de renta fija provocada por la invasión rusa de Ucrania. Al recuperarse la confianza de los inversores, apuntan, los mercados bursátiles se recuperaron durante los tres primeros trimestres de 2023, lo que se tradujo en un aumento de los activos bajo gestión hasta los 28,6 billones de euros a finales de septiembre de 2023, según las estimaciones de Efama.
La gestión de estos activos se concentra, al menos el 85%, en seis países: Reino Unido, Francia, Suiza, Alemania, Países Bajos e Italia. Según Efama, el Reino Unido es el mayor mercado europeo de gestión de activos, seguido de Francia, Suiza, Alemania, Países Bajos e Italia. “Esta concentración se explica principalmente por la presencia de grandes centros financieros en esos países”, explica el informe.
Los activos gestionados pueden dividirse en dos grandes categorías: fondos de inversión y mandatos discrecionales. Y una de las tendencias que recoge el informe es que la cuota de los fondos de inversión sobre los activos totales gestionados ha aumentado constantemente entre 2012-2018 -y de nuevo en 2021-, alcanzando el 56,5% a finales de 2022. Según Efama, esta evolución se debe a la mayor proporción de renta variable en la asignación de cartera de los fondos de inversión, en comparación con los mandatos discrecionales, combinada con la subida de los mercados bursátiles hasta 2021. Ahora bien, la caída de las cotizaciones bursátiles frenó esta tendencia en 2022.
A finales de 2022, los activos de fondos de inversión y mandatos discrecionales gestionados en Europa ascendían a 15,7 billones de euros y 12,1 billones de euros, respectivamente, es decir, el 56,5% y el 43,5% de los activos bajo gestión totales.
Sobre la industria de inversión
El informe pone el énfasis en el papel que tienen las gestoras al canalizar el ahorro hacia instrumentos del mercado de capitales para lograr un objetivo de inversión específico. Efama defiende que apoyan la economía financiando nuevos proyectos y aportando liquidez a los mercados y se comprometen con las empresas en las que invierten y mejoran su gobernanza, aumentando así el valor a largo plazo de las empresas para los inversores. “También están a la vanguardia de la transición hacia una economía más sostenible asignando cada vez más capital a empresas y actividades sostenibles. Las gestoras invierten con el objetivo de obtener un rendimiento para sus clientes que sea proporcional a su nivel de preferencias de riesgo”, argumentan.
Fruto de este compromiso con la financiación de la economía, a finales de 2022, los fondos de inversión de la zona del euro poseían 2,626 billones de euros en títulos de deuda y 1,011 billones de euros en acciones cotizadas emitidas en la zona del euro. Para Efama, estas cantidades confirman que “los gestores de activos contribuyen significativamente a financiar la economía europea”.
La segunda tendencia dentro del negocio de las gestoras es que paulatinamente el inversor minorista gana más peso. Según el informe de Efama, los clientes minoristas aumentaron su cuota sobre los activos totales bajo gestión del 26% en 2020 al 30%, gracias a su fuerte demanda de fondos de inversión en 2021 y 2022. “Los fondos de pensiones y las compañías de seguros les siguieron en orden de importancia con una cuota del 24% y el 22%, respectivamente”, indican.
Otro dato relevante es que el patrimonio gestionado para clientes nacionales representaba el 68% a finales de 2022, frente al 72% en 2018. “La proporción de clientes que tienen su sede en otro país respecto a la de su gestor de activos no ha dejado de aumentar en los últimos años, pasando del 27,7% en 2018 al 32,1% a finales de 2022. Los clientes extranjeros tienden a ser más prominentes en el mercado de mandatos que en el de fondos. Esta creciente cuota de clientes extranjeros está en consonancia con el objetivo clave de la Unión de Mercados de Capitales (UMC) de reforzar la integración de los mercados nacionales de capitales en un auténtico mercado único”, indica el informe.
Respecto a la asignación de activos, la proporción de bonos disminuyó constantemente en el patrimonio de los fondos europeos, pasando del 40% en 2018 al 35% en 2022. Esto ocurrió en paralelo con un aumento de la cuota de renta variable del 28% en 2018 al 32% en 2022. Las otras categorías de activos gestionados por los gestores de activos son menos líquidos, activos alternativos (26%) y efectivo e instrumentos del mercado monetario (7%).
También se ha producido un importante cambio en la asignación de activos con la llegada de la inversión sostenible y el Reglamento sobre Divulgación de Información Financiera Sostenible (SFDR), que dio lugar a la aparición de dos nuevas categorías de fondos: fondos del artículo 8, con características de sostenibilidad; y fondos del artículo 9, con objetivos de sostenibilidad. Según el informe, la gestión de los fondos del artículo 9 del SFDR se concentra principalmente en Francia y Suiza. “Los mercados de SFDR ya han experimentado cambios importantes desde su creación, sobre todo en 2022, ya que cantidades significativas de fondos del artículo 9 se reclasificaron como fondos del artículo 8. A medida que los gestores de fondos sigan adaptándose a las nuevas orientaciones políticas, en particular a definiciones más claras y mejores datos ESG, es probable que estos mercados sigan cambiando en los próximos años”, indica el documento.
Con todas estas conclusiones sobre la mesa y dada la visión a largo plazo de las inversiones, Tanguy van de Werve, director general de Efama, considera que los inversores institucionales están en una posición ideal para financiar la transición hacia la sostenibilidad. “Al confiar sus activos a gestores de inversiones, pueden beneficiarse del rápido crecimiento de la experiencia ESG y de las capacidades de compromiso de nuestro sector”, sostiene.
“Para seguir siendo competitivos, los gestores de activos deben adaptar su modelo de negocio para beneficiarse de la IA, convertir los principales retos de sostenibilidad en oportunidades y ofrecer productos de mercado privado a los inversores minoristas. Al asumir estos retos, asumirán un papel aún mayor a la hora de atender las necesidades de los inversores, financiar a las empresas europeas y contribuir a la transición hacia una economía más ecológica”, añade Bernard Delbecque, director de Efama.
ProShares, proveedor mundial de ETFs vinculados a criptomonedas, ha anunciado el lanzamiento de ProShares Short Ether Strategy ETF (SETH), el primer fondo cotizado corto vinculado a la criptomoneda ether del mundo. SETH brinda a los inversores la oportunidad de beneficiarse de las caídas en el precio del ether.
«SETH está diseñado para abordar el desafío de adquirir una exposición corta al ether, que puede ser oneroso y costoso», dijo el CEO de ProShares, Michael L. Sapir. «Con el lanzamiento de SETH, ProShares ahora ofrece a los inversores oportunidades de ganancias tanto en los días en que ether aumenta como en los que cae, todo a través de la conveniencia de una cuenta de corretaje tradicional», agregó.
SETH se une a la amplia línea de ETF vinculados a criptomonedas de ProShares. En 2021, ProShares lanzó BITO, el primer ETF vinculado a bitcoin de Estaos Unidos, que se ha convertido en el ETF vinculado a criptomonedas más grande del mundo. Posteriormente, ProShares lanzó BITI, el primer ETF corto vinculado a bitcoin de Estados Unidos; EETH, el primer ETF estadounidense que apunta al rendimiento del ether; y dos ETF que apuntan al rendimiento combinado de bitcoin y ether, BETH y BETE, que proporcionan una exposición ponderada por capitalización de mercado y ponderada por igual, respectivamente.
SETH, que cotiza en la Bolsa de Nueva York, está diseñado para ofrecer el rendimiento inverso (opuesto) al rendimiento diario del índice de futuros de Ether de S&P CME. SETH, al igual que otros ETFs vinculados a criptomonedas de ProShares, busca obtener exposición a través de contratos de futuros de ether.
“Aún queda camino por recorrer para que la inflación vuelva al 2%”, declaró J. Powell, presidente de la Reserva Federal, el pasado mes de junio. “Aún no podemos cantar victoria”, repitió su homóloga europea, Christine Lagarde, unas semanas después. A pesar de la persistente disminución de la inflación, el mensaje recalcado por los bancos centrales de ambos lados del Atlántico apenas ha cambiado durante muchos meses: las tasas se mantendrán altas “por mucho tiempo”.
Aunque los banqueros centrales realmente no han cambiado su tono, los operadores del mercado simplemente han revisado significativamente sus expectativas sobre las tasas: ahora esperan recortes clave de las tasas en ambos lados del Atlántico a partir de principios de la primavera. Sin embargo, en un horizonte más lejano, se mantienen muy cautelosos y creen que los tipos clave a finales de 2027 serán un poco inferiores al 4% en Estados Unidos y un poco superiores al 2,5% en la zona del euro. ¿Son razonables estas expectativas?
La historia monetaria reciente como guía
Antes de revisar sus expectativas recientemente, los mercados parecían confiar ciegamente en los compromisos de los banqueros centrales. Sin embargo, como la historia monetaria nos recuerda periódicamente, los banqueros centrales no pueden razonablemente hacer promesas que vayan más allá de unos pocos meses.
Cuando en agosto de 2003 la Reserva Federal se comprometió a mantener una política monetaria acomodaticia durante un período de tiempo “considerable”, muchos se preguntaron cuál sería el horizonte temporal de esta promesa: ¿era unos pocos meses, varios trimestres o incluso más años? Cinco meses después, estas palabras fueron hábilmente eliminadas de la declaración de política monetaria para preparar a los mercados para el próximo aumento de tipos… que en realidad tendría lugar a finales de junio de 2004. Así, el “período considerable” habría durado “sólo” diez meses.
La promesa hecha en marzo de 2009 de mantener los tipos bajos durante un “período prolongado” fue significativamente más larga, pero hay que recordar que la explosión causada por la Gran Crisis Financiera fue de una escala sin precedentes. En agosto de 2011, el “período ampliado” se amplió “al menos hasta mediados de 2013” y luego “hasta mediados de 2015”. La Reserva Federal no subió finalmente sus tipos hasta enero de 2016. Esta vez el banco central había mantenido sus tipos bajos durante… siete años.
Este breve recordatorio demuestra que el período asociado a los calificativos de “considerable”, “extenso” o “largo” es, por decir lo menos, variable. Lo más seguro para los bancos centrales es hacer promesas condicionales bastante vagas, como la que hizo a finales de agosto el presidente del BCE: ¡El banco central mantendrá sus tipos elevados “mientras sea necesario”!
Anclar las expectativas de inflación
Por lo tanto, es inútil tratar de discernir los discursos de los bancos centrales en un intento de leer la política monetaria futura con varios trimestres de antelación. Es mejor cuestionar las condiciones que podrían llevar a los bancos centrales a relajar su política monetaria. Su objetivo hoy es hacer que la inflación vuelva a su objetivo del 2%, lo que requiere, tanto en Europa como en Estados Unidos, una relajación del mercado laboral.
En ausencia de un shock que empuje a las economías a la recesión, esto significa que el crecimiento debe, durante uno o dos años, desacelerarse por debajo de su ritmo potencial. Por supuesto, nadie sabe exactamente cuál es esta velocidad de crucero, pero para que los bancos centrales consideren una política monetaria menos restrictiva, el ritmo de crecimiento probablemente deba caer por debajo del 1,5% en Estados Unidos en 2024 y del 0,5% en la eurozona.
Una vez que se cumpla esta condición, la política monetaria podría volverse menos «restrictiva». Sin embargo, una vez más, juzgar el nivel «normal» de las tipos de los bancos centrales no es nada fácil. Este nivel varía en el tiempo y depende en particular de las expectativas de inflación de los agentes económicos. El grado de restricción asociado a un tipo nominal del 4% no es el mismo dependiendo de si la inflación esperada para los próximos años es del 2%… ¡o del 4%!
Si los bancos centrales realmente logran que la inflación vuelva a su objetivo, una tasa nominal corta de alrededor del 3,5% en Estados Unidos no parece irrazonable; en Europa probablemente esté más cerca del 2,5%. Desde esta perspectiva, la revisión a la baja de las expectativas del mercado desde principios de noviembre parece ir en la dirección correcta, aunque los operadores continúan pasando por alto el riesgo de una posible recesión en los próximos años.
La deflación de los balances
Un último argumento aboga a favor de tasas más bajas a corto plazo a mediano plazo. Desde la «Gran Crisis Financiera», los balances de los bancos centrales han desempeñado un papel muy particular en la conducción de la política monetaria: tanto la Reserva Federal como el BCE han recurrido a políticas de flexibilización cuantitativa que han llevado a una explosión del tamaño de sus balances, de menos de 1 billón (en monedas nacionales) a principios de 2005 a casi 9 billones a principios de 2022. Cada uno a su propio ritmo, ahora intentan deflactar sus balances.
En particular, la situación económica ya no justifica la aplicación de políticas no convencionales. El argumento político tampoco carece de importancia: si los bancos centrales pueden tener pérdidas y operar con patrimonio negativo, un balance más ligero de los títulos comprados ayer a precios altos facilitaría su retorno a la rentabilidad. También ayudaría a los bancos centrales a reafirmar su independencia.
Por último, en el caso del BCE, el aspecto legal también es importante: la sentencia de 2018 del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la legalidad del PSPP (Programa de Compras del Sector Público) subraya el carácter temporal de programas de flexibilización cuantitativa, que no obligan al BCE a reducir el tamaño de su cartera de valores, pero sí lo obligan como mínimo a explicar cómo le ayuda a alcanzar su objetivo de estabilidad de precios…
Cualquiera que sea la razón, la continuada deflación de los balances de los bancos centrales –a veces denominada «ajuste cuantitativo»– aumentará las primas por plazos y, en igualdad de condiciones, exigirá tipos de interés más bajos a corto plazo.
En general, la deflación de los balances reflejará una normalización de la política monetaria: después de haber estado plana, o incluso invertida, durante varios años, ¡la curva de rendimiento finalmente podrá volver a un perfil normal!
Tribuna elaborada por Florence Pisani, responsable global de Análisis económica de Candriam, y Emile Gagna, economista de Candriam.
En opinión de David Bailin, CIO y responsable global de Inversiones en Citi Global Wealth, este es un buen momento para ser un inversor global. “En 2023, hemos visto momentos en los que los inversores estaban absolutamente seguros de que la renta variable se dirigía a la baja (septiembre) y en los que los inversores estaban absolutamente seguros de que los tipos sólo podían subir. En ambos casos, el sentimiento de los inversores resultó equivocado”, apunta Bailin.
El responsable de Citi Global Wealth reconoce que con la guerra en Ucrania e Israel, las tensiones en curso entre EE. UU. y China, las inminentes y polémicas elecciones presidenciales en EE. UU. y otros seis países, el estancamiento en el Congreso de EE.UU. y la abundancia de escenarios catastrofistas sobre el impacto de la inteligencia artificial, no es fácil tener una visión clara sobre la dirección de los mercados. “Mientras tanto, los tipos a corto plazo anualizados al 5% distraen a los inversores, animándoles a convertirse discretamente en market timers”, apunta.
Pese a este contexto, se muestra optimista. “En este momento, nuestro profundo análisis sugiere que la economía mundial se está recuperando y está preparada para una mayor recuperación, llena de oportunidades potenciales para construir carteras rentables y resistentes. Por eso creemos que es un buen momento para ser inversor global”, afirma Bailin en la presentación de su outlook para 2024.
Aunque es probable que la economía estadounidense se ralentice a principios de 2024, Citi Global Wealth cree que los mercados se centrarán en un crecimiento más rápido en la segunda mitad de 2024 y en 2025. Este crecimiento se reflejará en los beneficios empresariales en 2024 (4% de crecimiento) y 2025 (un 8% más) y beneficiará al mercado bursátil en general. Citi Global Wealth también prevé una baja probabilidad de recesión en 2024 y predice que las “recesiones rodantes” en ciertas industrias y sectores se desvanecerán en 2024 a medida que los mercados de bienes y servicios se normalicen.
“Los mercados lideran las economías. El gran reseteo refleja nuestra opinión de que creemos que se dispondrá de mayores rentabilidades estratégicas a lo largo de la década y, para muchos inversores, puede resultar un momento en el que las carteras básicas diversificadas y totalmente invertidas puedan captar los resultados del mercado en renta variable y renta fija”, señala Bailin.
Ese “gran reseteo” al que hace referencia se producirá de forma sincronizada tanto en los mercados de renta variable como en los de renta fija. Por lo tanto, considera que los inversores deben evitar quedarse al margen esperando una señal para reinvertir, lo que es poco probable que ocurra.
Dado que la Reserva Federal de EE.UU. podría haber dejado de subir los tipos de interés, Citi Global Wealth también sugiere asegurarse ahora unos rendimientos de los bonos potencialmente más elevados. Según explican, con los rendimientos de los bonos materialmente más altos que hace sólo dos años, los bonos intermedios pueden añadir más valor a las carteras que el efectivo en los próximos años. Su escenario probable es que la Fed reduzca los tipos de interés a corto plazo a medida que disminuya la inflación para evitar una mayor tasa de desempleo.
En opinión de Steven Wieting, estratega jefe de Inversiones y Economista Jefe de Citi Global Wealth, es el momento de tener carteras equilibradas y básicas. “También hemos esbozado algunas estrategias oportunistas que incluyen activos infravalorados y áreas en las que existe un catalizador para el crecimiento o un cambio en las condiciones del mercado. Entre ellas se incluyen inversiones relacionadas con nuestras tendencias imparables a largo plazo, como la longevidad y el impacto de la inteligencia artificial”.
En este sentido, la entidad plantea 10 ideas de inversión oportunistas: fabricantes de equipos semiconductores; acciones de ciberseguridad; productores, equipos y distribuidores de energía occidentales; acciones de mineras de cobre/infraestructuras de energía limpia; empresas de tecnología y herramientas médicas; contratistas de defensa; empresas de gestión de activos de capital privado; yen japonés y valores tecnológicos y financieros denominados en yenes; crédito privado y títulos de deuda estructurada; y normalización de la curva de rendimientos estadounidense.
Allianz Global Investors, junto a FMO Investment Management y la Fundación John D. y Catherine T. MacArthur, han anunciado que el fondo SGD Loan ha captado con éxito más de 1.100 millones de dólares de capital privado para impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas en mercados emergentes y mercados frontera. Las aportaciones del capital del fondo han sido realizadas por varios inversores institucionales, como Allianz, el banco de desarrollo holandés FMO y Skandia.
La estructura de finanzas combinadas (blended finance) del fondo permite coinvertir con estos grandes inversores institucionales en una cartera de participaciones en préstamos que apoyan a instituciones financieras e intermediarios que prestan servicios a pequeñas y medianas empresas de América Latina, Asia, África y Europa del Este en tres sectores clave: el energético, el financiero y el agroalimentario.
La estructura del fondo, que inicialmente fue diseñada por AllianzGI -gestora del fondo-, y FMO IM -responsable de la cartera de préstamos-, incluye el compromiso de asumir las primeras pérdidas (en caso de producirse) por parte de FMO y una garantía parcial de MacArthur.
En conjunto, estos mecanismos facilitan la entrada de capital de inversores institucionales que normalmente no podrían acceder a la financiación de préstamos de alto impacto en mercados emergentes.
El objetivo del fondo SDG Loan es abordar la necesidad de financiación para alcanzar los ODS en los países en desarrollo. De hecho, el déficit de financiación anual aumentó un 56% tras el estallido de la COVID-19 y se situó en unos 3,9 billones de dólares en 2020. Principalmente, el capital del fondo se destinará a los objetivos de crecimiento económico (ODS 8), igualdad (ODS 10) y clima (ODS 13).
Una vez invertido íntegramente en aproximadamente 100 participaciones en préstamos de alto impacto, el fondo aspira a que sus inversiones promuevan cerca de 60.000 puestos de trabajo y eviten alrededor de 450.000 toneladas de CO2 equivalente de gases de efecto invernadero al año, según el análisis de FMO. Se espera que el fondo pueda comenzar a invertir rápidamente. FMO mantendrá una cartera de aproximadamente 100 millones de dólares de préstamos elegibles para el fondo.
Deborah Zurkow, directora Global de Inversiones de Allianz Global Investors, afirmó que en la firma entienden que “la financiación combinada -blended finance- desempeña un papel crucial a la hora de canalizar el capital privado necesario para impulsar el desarrollo en los mercados emergentes”.
La experta añadió que esta alianza con FMO y la Fundación MacArthur “supone un ejemplo concreto, innovador y que parte de la iniciativa privada para movilizar capital a gran escala”, además de ayudar a garantizar que “los proyectos de alto impacto vitales para la transición verde reciban la financiación que necesitan”. Zurkow cree “firmemente” que el fondo SDG Loan “servirá de modelo de colaboración de éxito, del que esperamos ver muchos más ejemplos en el futuro”.
Asimismo, Carsten Quitter, director de Inversiones de Allianz Group, recordó que como miembro fundador de la Net Zero Asset Owner Alliance, “desde Allianz estamos muy comprometidos con el impulso de la descarbonización de la economía mundial y con la financiación de la transición energética” y apostilló que la percepción del elevado riesgo de invertir en mercados emergentes -que a menudo no se corresponde con los niveles de riesgo reales- “puede resultar desalentadora para los inversores institucionales”.
En este punto, aclaró que “la financiación combinada es un instrumento financiero innovador para acelerar la asignación de fondos a estas áreas a mayor escala” y que el fondo SGD Loan “es un gran ejemplo y una señal clara de cómo atraer capital institucional a gran escala”.
Por su parte, Nic Wessemius, director general de FMO Investment Management, admitió estar “encantado” de asociarse con Allianz Global Investors y la Fundación MacArthur en el fondo SGD Loan. “El capital reunido a través de esta estructura de financiación combinada es una demostración de que una visión compartida para abordar los ODS puede dar lugar a la búsqueda de soluciones que den cabida a diferentes tipos de inversores”.
Wessemius aclaró, también, que el fondo permitirá a FMO “proporcionar más capital a sus clientes, apoyando nuestra misión compartida de mejorar la prosperidad local en los países en desarrollo de todo el mundo” y confía en que, junto con Allianz Global Investors, “se garantizará el éxito del fondo en la selección y gestión de una cartera con impacto».
Debra Schwartz, directora general de Inversiones de Impacto de la Fundación MacArthur, añadió que le “complace” aportar una dilatada experiencia dentro de la inversión de impacto y la capacidad de ofrecer garantías financieras al fondo SDG Loan. “Al cubrir los críticos déficits de financiación e impulsar beneficios económicos, medioambientales y sociales para decenas de miles de pequeñas empresas, familias y comunidades, el fondo demostrará el poder del capital catalizador para movilizar inversiones y promover impactos que de otro modo no serían posibles», concluyó.
Mientras, Huib-Jan de Ruijter, codirector de Inversiones de FMO, desgranó que el SGD Loan “apoya plenamente el objetivo de FMO de impulsar la movilización del sector privado y maximizar la financiación hacia los mercados emergentes”. Por ello, reconoció estar “encantado” de asociarse con Allianz, Skandia y la Fundación MacArthur “en esta estructura de financiación combinada”, al tiempo que hace un llamamiento a otros inversores institucionales, fundaciones e Instituciones Financieras de Desarrollo (IFD) “para que repliquen este modelo innovador, ya que elimina las barreras para invertir en los mercados donde más se necesita”.
Por último, Lars-Göran Orrevall, director de Inversiones de Skandia, refrendó que esta inversión “satisface el objetivo de Skandia de lograr, tanto una atractiva rentabilidad ajustada al riesgo, como un impacto significativo en la sostenibilidad”. De esta forma, se mostró “muy contento de colaborar con nuestros socios en esta estructura pionera de financiación combinada, que desempeña un papel innovador y fundamental para abordar el déficit de financiación de los ODS en los mercados emergentes”.
Orrevall detalló que los tres sectores clave del fondo -el energético, el financiero y el agroalimentario- “también son fundamentales en nuestros esfuerzos conjuntos para aumentar la resistencia climática y reducir nuestra huella de carbono”, por lo que cree que “a nuestros clientes les entusiasmará formar parte de la trayectoria del fondo SDG Loan”.
En el audio intervienen expertos que han colaborado en la elaboración de los temas de esta revista, como Guillermo Aranda, CEO de atl Capital, que nos da su visión para 2024, nos cuenta qué fondos podrán triunfar más y nos explica los planes de su entidad. En la misma línea analiza el entorno Enrique Sánchez del Villar, presidente de Renta 4 Gestora.
Asimismo dan sus perspectivas expertos de gestoras internacionales como Kevin Thozet, miembro del comité de Inversiones de Carmignac, que explica por qué 2024 será un año de dos mitades. Por su parte, Mario Aguilar, del equipo de estrategia y construcción de carteras de Janus Henderson, también ofrece sus perspectivas para el próximo año.
Además, Fernando Gutiérrez Rizaldos, socio de Bird & Bird, desvela las nuevas oportunidades de negocio que se abrirán para las gestoras en el terreno de los criptoactivos. Íñigo Peña, presidente de Economistas Asesores Financieros (EAF) del Consejo General de Economistas de España, comenta las novedades legislativas en materia de asesoramiento, y habla del nacimiento de las empresas de asesoramiento financiero nacionales –EAFNs-, entre otras cuestiones.
Por último, dos expertas explican la importancia de la salud financiera en la salud mental: por un lado Andrea Carreras-Candi, directora de EFPA España, y por otro, Luz Martín Majón, responsable global de personalización en salud financiera de BBVA.
La educación financiera de los españoles ha mejorado en los últimos años, pero aún queda mucho por hacer. Así lo demuestra la II Encuesta de Competencias Financieras 2021 elaborada por el Banco de España, que muestra que sólo un 19% de los encuestados responde correctamente a tres preguntas relacionadas con finanzas básicas sobre inflación, interés compuesto y diversificación del riesgo. Un 65% responde adecuadamente a la pregunta de inflación; un 41% a la pregunta del tipo de interés compuesto y un 52%, a la de diversificación del riesgo.
Respecto a los datos de 2016, ha mejorado la comprensión del concepto de inflación, un hecho que podría estar influido por el actual contexto inflacionista, y la del concepto de diversificación del riesgo. Sin embargo, la comprensión del concepto de interés compuesto es peor ahora que en 2016.
Por género, el porcentaje de respuestas correctas entre los hombres ha sido en media del 58% en 2021, frente a un 48% entre las mujeres. La brecha de género en respuestas correctas, según recoge el estudio, está más asociada a una diferencia en respuestas «no sabe» que a respuestas incorrectas. En media, se observa un 32% de respuestas incorrectas entre los hombres frente a un 34% entre las mujeres, mientras que, entre los hombres, el 9% de respuestas es «no sabe» frente a un 16% para las mujeres. La diferencia por género en el porcentaje de respuestas correctas se ha mantenido casi idéntica con respecto a 2016.
Respecto al conocimiento de productos financieros -vehículos de ahorro, seguros, medios de pago y deudas-, los más conocidos son los seguros de vida, los seguros médicos, las tarjetas de crédito, las hipotecas y los préstamos personales. En el lado opuesto están las cuentas de ahorro y la renta fija. Los productos financieros más contratados por los españoles son la cuenta corriente y la tarjeta de crédito: el 98% posee el primero de ellos y el 63%, el segundo.
El estudio destaca que la tenencia de tarjetas de crédito aumenta siete puntos porcentuales, de un 56% a un 63%. Este aumento está concentrado entre quienes tienen educación inferior a bachillerato, vive en hogares con menor renta o residen en hogares que no son propietarios de su vivienda principal. Además, se observa un aumento de la tenencia de este tipo de producto financiero entre los jubilados o mayores de 65 años.
Asimismo, un 84% de los encuestados dice haber oído hablar de las criptomonedas, un porcentaje que sube hasta el 93% cuando se pregunta a los jóvenes.
Por otra parte, el 70% de la población admite haber ahorrado durante los últimos doce meses a finales de 2021. Esta cifra es nueve puntos porcentuales mayor que en 2016, cuando un 61% de la población había estado ahorrando. El principal modo de ahorro, según recoge el estudio, consistió en acumular fondos en cuentas corrientes (68%), seguido del ahorro en metálico, fuera del sistema financiero (40%). Ambos modos también predominaban en 2016, aunque el porcentaje de quienes ahorraron en cuentas corrientes fue entonces 5 puntos menor (63%) y el de quienes ahorraron en metálico, dos puntos inferior.
El porcentaje de población que ha estado ahorrando disminuye con la edad. Por ejemplo, un 87% de los jóvenes de 18 a 34 años ha ahorrado en los últimos doce meses, frente a solo la mitad de los adultos de 65 a 79 años.
Además, un 3% de los individuos pertenecientes a hogares con ingresos inferiores a 15.000 euros que asegura que ha ahorrado lo ha hecho en planes de pensiones, un porcentaje que aumenta hasta el 22% entre los individuos que viven en hogares con ingresos superiores a 47.000 euros. De manera similar, el uso de los planes de pensiones como vehículo de ahorro es mayor entre quienes trabajan por cuenta ajena o propia (en torno al 15%) que entre los desempleados o inactivos (en torno al 6%).
La evolución de las materias primas será determinante para dar carpetazo a uno de los quebraderos de cabeza de los mercados: la inflación. No solo en lo referente a la energía fósil, sino también por el efecto que tendrán los precios de los metales en las renovables. Hay que tener en cuenta que Bank of América contabiliza un total de 27 metales importantes para las tecnologías del futuro, es decir MIFT, siglas en inglés de “Metals Important for Future Technologies”. En definitiva, según la firma, “las materias primas son fundamentales para la transición energética”.
Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión y trading eToro, recuerda el difícil año que han vivido las materias primas debido, principalmente, por la lenta reapertura de China tras los confinamientos por la pandemia. Tampoco les ha sentado bien la fortaleza del dólar. Para 2024, Laidler espera “un año mejor, pero no excelente, con un modesto triple impulso de la demanda china, una oferta ajustada y un dólar más bajo, que equilibrarán una economía estadounidense más débil”. En este punto, el experto recuerda que las materias primas proporcionan “diversificación y una cobertura contra la inflación” a las carteras.
“La transición del carbono ha recibido un impulso en la COP28, por lo que será un apoyo subyacente para la demanda de los llamados metales de transición, desde el cobre hasta el aluminio y el níquel. Estos metales son los componentes básicos, centrados en China, de todo tipo de productos, desde paneles solares hasta baterías eléctricas”, explica el experto.
Respecto al cobre, Carsten Menke, Head Next Generation Research en Julius Baer, recuerda que el mercado del cobre no recibía mucha atención durante los últimos años, ya que la producción minera crecía a buen ritmo. Pero las interrupciones están aumentando de nuevo, como lo demuestra la orden de cierre de Cobre Panamá. Para el experto, estas interrupciones serían “un preludio de la inminente ralentización de la producción minera a partir de 2025, que debería empujar al mercado del cobre a una suboferta estructural debido al fuerte crecimiento de la demanda derivado de la transición energética”.
Por ello, Menke considera que esta ralentización es clave para su opinión positiva a largo plazo sobre el cobre, “ya que es decisiva para empujar el equilibrio entre oferta y demanda hacia un déficit estructural durante la próxima década”, debido a que la demanda “estructuralmente creciente” de la transición energética, sobre todo de vehículos eléctricos, “será lo suficientemente fuerte como para compensar la contracción de la demanda del sector inmobiliario chino”. El experto cree que esta situación aún no se refleja en el estado de ánimo del mercado, “ya que los operadores de futuros siguen mucho más preocupados por los persistentes problemas del sector inmobiliario chino y el mediocre contexto de crecimiento mundial”.
En cuanto al aluminio, los estrategas de Bank of America observan un déficit de oferta de este metal del 30% de cara a 2030, por lo que también se encuentra en un contexto de escasez de oferta para cumplimentar la demanda que exige la descarbonización. La firma recuerda que, además, China presenta un aumento de la demanda de este metal en un 8% en 2023. Es decir, un conjunto de factores que han llevado al aluminio a cotizar con prima en el mercado de Shanghai durante todo este año. Y no parece que la situación vaya a cambiar a corto plazo.
También parece que el panorama es favorable para el mineral de hierro (iron ore): las fábricas están desabastecidas, según apuntan en Bank of America, y la demanda de este metal debería estabilizarse. “Estimamos que el precio mínimo del mineral de hierro rondará los 87 dólares por tonelada”.
El oro y la plata también captarán la atención del mercado. Menke cree que los precios del oro y la plata siguen en una posición débil, sobre todo porque los buscadores de refugio siguen ausentes del mercado, mientras que los operadores de futuros siguen llevando la voz cantante. Incluso, a pesar de que la última reunión de la Reserva Federal podría suponer un apoyo para ambos metales.
El experto explica que, tras un año de volatilidad en los precios del oro y la plata, en el caso del oro, “la falta de demanda física se vio compensada en parte por un renovado fortalecimiento de las compras de los bancos centrales”, de tal manera, que estos movimientos dejaron a los operadores de futuros a corto plazo y a los inversores más especulativos como auténticos amplificadores de la volatilidad del mercado, “ya que tienden a cambiar rápidamente su posicionamiento, en particular cuando los precios cambian de dirección, lo que les pilla con el pie cambiado”.
El predominio de los operadores de futuros y la ausencia de buscadores de refugio seguro sitúan a los precios sobre una base blanda, según Menke, “lo que deja más recorrido a la baja que al alza y sustenta nuestras prudentes opiniones tanto sobre el oro como sobre la plata”.