eToro ha presentado SpaceTech, una nueva cartera inteligente que ofrece a los inversores minoristas exposición a las empresas que lideran el avance de la tecnología y la exploración espacial. “Tras el histórico alunizaje de Neil Armstrong en 1969, la fascinación de la humanidad por el espacio no ha hecho más que intensificarse. En las últimas seis décadas, este impulso por la exploración cósmica ha llevado al desarrollo de nuevas tecnologías que han mejorado industrias terrestres como las telecomunicaciones y los servicios de geolocalización, al tiempo que han creado otras nuevas como el turismo espacial”, ha comentado Dani Brinker, jefe de carteras de inversión de eToro.
Según explica Brinker, con acontecimientos como el alunizaje de la India en el polo sur o el primer vuelo espacial de Virgin Galactic, estamos iniciando una nueva era de exploración y viajes espaciales comerciales. “En la actualidad, el mercado espacial está valorado en 447.000 millones de dólares y se prevé que supere el billón en 2030. Aunque los inversores minoristas no pueden invertir directamente en la NASA o en SpaceX, existen otras vías para sacar provecho de la carrera espacial. Desde la exposición a empresas aeroespaciales y de defensa que cotizan en bolsa hasta fabricantes de cohetes y satélites, nuestra nueva cartera SpacTech ofrece a nuestros usuarios acceso a una industria que acaba de despegar”, destaca.
Para ofrecer una oportunidad de inversión diversificada que abarque todo el espectro de la exploración espacial, el equipo de expertos en inversión de eToro ha seleccionado las empresas líderes en exploración espacial, tecnología espacial y operaciones por satélite. Según indican, la asignación de la cartera SpaceTech incluye 30 valores, cada uno de ellos con una ponderación equivalente al 3,33% del total. “Estas compañías han sido elegidas en función de diversos criterios, como la capitalización bursátil, las métricas de liquidez, el gasto en I+D y las calificaciones de los analistas. La cartera se reequilibrará anualmente para garantizar su continua relevancia y optimización”, matizan desde eToro.
La inversión inicial parte de 500 dólares y cualquier inversor puede acceder a herramientas y gráficos para seguir el rendimiento de la cartera, mientras que el feed social de eToro mantiene a los inversores al día de la evolución del sector. Esta cartera no está disponible en los Estados Unidos.
La industria europea de ETFs ha mostrado una gran resiliencia, según defiende la Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés) en su nuevo número de su serie Market Insights titulado UCITS ETFs: Un mercado en crecimiento en tiempos volátiles.
“Nuestro informe se centra en el creciente mercado de ETFs UCITS, cuya popularidad ha ido en aumento entre los inversores. Los flujos netos de ETFs UCITS europeos han sido sistemáticamente positivos en los últimos cinco años, demostrando resistencia a pesar de las turbulencias del mercado. También observamos un aumento de la inversión sostenible en el mercado, con flujos netos positivos de fondos del artículo 8 y del artículo 9”, destaca Vera Jotanovic, economista principal de Efama.
Una de las observaciones que hacen desde Efama es que basándose en los episodios de fuerte volatilidad de los mercados de los últimos años, observan que la resistencia del producto ETFs se ha puesto a prueba en repetidas ocasiones. “Nuestras conclusiones desmienten muchos de los mitos anteriores en torno a la estabilidad de los ETFs, argumentando cómo éstos, en determinadas condiciones, han actuado incluso como válvulas de presión para que los inversores negocien determinados activos (por ejemplo, bonos corporativos) en momentos de mayor tensión”, destacan desde la asociación.
Según los datos del informe, los activos de ETFs alcanzaron un total de 1,4 billones de euros a finales de 2022, lo que representa la parte más fuerte de su crecimiento de los ETP en los últimos cinco años. Además, el mercado europeo de ETFs UCITS mostró un crecimiento constante de la inversión sostenible, con entradas netas persistentes en ETFs del artículo 8 y del artículo 9 desde la aplicación del SFDR.
“Los ETFs han estado innovando continuamente, ofreciendo hoy en día a los inversores minoristas e institucionales exposición a varias clases de activos no participativos, así como a estrategias únicas”, destaca el documento.
En conclusión, el ecosistema más amplio de ETFs siguió funcionando bien en los recientes episodios de importantes tensiones en los mercados, lo que demuestra que varias supuestas vulnerabilidades de los ETFs simplemente no se materializaron. Por el contrario, los ETFs siguieron cotizando en el mercado secundario, contribuyendo al mismo tiempo a la formación de precios. En opinión de Efaman, la plena consolidación de estos productos en Europa contribuirá inevitablemente en gran medida al atractivo internacional de la etiqueta «ETFs UCITS».
Según comenta Federico Cupelli, asesor de política reguladora de Efama, la Comisión Europea ha renovado recientemente su interés por el funcionamiento del mercado de ETFs de la UE. “Los resultados plasmados en este documento ponen de relieve hechos importantes que los responsables políticos deben tener en cuenta a la hora de evaluar el potencial de los ETFs UCITS para cumplir algunos de los objetivos del proyecto de Unión de Mercados de Capitales de la UE. Su rentabilidad y transparencia ayudan a los inversores a acceder a un número creciente de clases de activos y estrategias, todo ello dentro del régimen normativo mundial. La introducción de una cinta consolidada de acciones/ETFs ayudará al mercado europeo de ETFs a alcanzar su pleno potencial y a atraer a más inversores globales», argumenta Cupelli.
Por último, Tanguy van de Werve, director general de Efama, apunta que el crecimiento constante del mercado europeo de ETFs es testimonio de las numerosas ventajas de los ETFs y de su creciente popularidad entre los inversores, junto con los fondos de inversión gestionados activamente.
“Aunque el mercado sigue dominado en gran medida por los inversores institucionales, cada vez son más los inversores minoristas europeos que invierten en ETFs, incluso a través de plataformas digitales. Por lo tanto, es fundamental garantizar que la reciente propuesta de Estrategia de Inversión Minorista de la Comisión Europea apoye el crecimiento orgánico del mercado de ETF y no invierta inadvertidamente esa tendencia”, concluye Van de Werve.
El negocio de Securities Services de BNP Paribas ha anunciado que ha firmado un acuerdo exclusivo para integrar la actividad de administración de hedge funds de HSBC. Con esta operación, BNP Paribas refuerza su oferta como proveedor líder para hedge funds y estrategias de alternativas líquidas.
El acuerdo abarca el negocio de administración de hedge funds de HSBC, que se transferirá a entidades de BNP Paribas en varios mercados, entre ellos Hong Kong RAE, Singapur, Irlanda y Luxemburgo. El traspaso de servicios de HSBC a BNP Paribas alcanza 25 clientes en todo el mundo e implicará la integración de un equipo de profesionales en BNP Paribas.
Según explican desde la entidad, “la transferencia de servicios propuesta se ajusta plenamente a la estrategia de banca integrada de BNP Paribas, que permite a los clientes del banco beneficiarse de un conjunto completo de soluciones de externalización de principio a fin para hedge funds y estrategias de alternativas líquidas, desde la administración de fondos hasta soluciones de depositaría, custodia, efectivo, forex, financiación, mercado de capitales y primer brokerage”.
Por su parte, Philippe Benoit, Head of Strategic Business Development and Transformation, Securities Services de BNP Paribas, ha señalado: “El sector de hedge funds y estrategias de alternativas líquidas es un área de interés para BNP Paribas. Hemos invertido constantemente en este campo, con un fuerte énfasis en nuestra gama de soluciones bancarias integradas e innovadoras a través de las líneas de negocio de Securities Services y Global Markets de BNP Paribas. Nuestra oferta de administración de hedge funds aprovecha al máximo las fortalezas del modelo integrado de BNP Paribas, combinado con nuestro enfoque en innovación digital y servicio al cliente. La integración del negocio de administración de hedge funds de HSBC es una oportunidad para reforzar nuestra posición para cubrir las necesidades en constante evolución de los hedge funds y crecer junto a ellos a través de alianzas sostenibles”.
Se espera que la implementación del acuerdo concluya a finales de 2024, una vez finalizadas las migraciones de clientes.
Desde el lanzamiento de ChatGPT al público general hace un año, el interés por los potenciales usos de la inteligencia artificial se ha disparado exponencialmente, despertando la atención de los inversores por los valores vinculados a la IA. En el seno del evento sectorial MIND 23, celebrado recientemente en Madrid, cuatro gestoras internacionales compartieron sus impresiones acerca de si existe una burbuja en la IA y cómo afrontan la inversión en un universo tan amplio como la inteligencia artificial.
Rolando Grandi, Portfolio Manager Echiquier Artificial Intelligence & Echiquier Space, en La Financière de l’Échiquier, tras recordar que los datos «son el petróleo del siglo XXI», expuso que el desarrollo de la IA es exponencial, «toda una revolución». A la hora de seleccionar los valores para su cartera, primero hace «un mapeo» con empresas que venden Inteligencia artificial, que fundamentalmente son tecnológicas, pero también tienen en el radar compañías de sanidad, agricultura, etcétera. El objetivo es, según Grandi, «invertir en el proveedor y en el usuario de esa IA, así como a los capacitadores de esta tecnología».
Su selección de valores es concentrada: de media tiene 30 empresas y las Big 7 de 2023 están infraponderadas con respecto al peso que tienen en el Nasdaq. En definitiva, observa valoraciones atractivas tras el mal comportamiento del sector en 2022 en bolsa y teniendo en cuenta la aceleración del crecimiento de esta tecnología. «Además, los tipos de interés estarán planos o bajarán, lo que favorece a las cotizaciones de este tipo de compañías», asegura.
Mientras, Johannes Jacobi, Director y Senior Product Specialistde Allianz GI, se concentra en las oportunidades de futuro que ofrece la IA, aunque admite que los temas éticos y regulatorios «habrá que debatirlos». Para identificar oportunidades, las compañías que selecciona pasan por un complejo proceso interno de Allianz GI, tras un proceso que las divide en tres partes: infraestructuras -es decir, compañías relacionadas con la tecnología-, aplicaciones de la IA, como los servicios de software, y, finalmente, las industrias que adoptan la IA. Aquí, Jacobi detalla que entran todo tipo de sectores, desde el sanitario hasta el agrícola. «Vemos que apalancarse en la IA tendrá impacto en los márgenes», afirma.
En línea con esta idea, Brice Prunas, Portfolio Manager de ODDO Artificial Intelligence, insiste en que hoy en día, la IA tendrá impacto en todos los sectores del planeta, «no sólo en el sector tecnológico». El resto de industrias «pueden integrar la inteligencia artificial para ganar en eficiencia». La selección de valores es algo distinta. Pasa por filtrar un universo de 6.000 valores con una herramienta de procesamiento que reduce el universo de inversión. Dos gestores, uno financiero y otro técnico ingeniero, con el análisis fundamental seleccionan las compañías más interesantes, según explicó el experto. Por ahora, el grueso de su selección de valores está en Estados Unidos, también en Asia y en menor medida, en Europa.
Anis Lahlou, CIO y Fund Manager de Aperture European Innovation Fund y Aperture Small Cap Innovation Fund de Generali Investments, discrepa con Prunas en dar escasa relevancia a Europa en este ámbito de la IA. «¿Podemos encontrar 40-50 ideas en Europa que se benefician de la IA? Yo creo que sí», afirmó Lahlou. Y puso el ejemplo de ASML, de cuyos equipos depende un gigante estadounidense de la talla de Nvidia. El experto cree que muchas empresas europeas se van a beneficiar de la IA pero lamenta que no haya muchos inversores que lo vean así.
En definitiva, Grandi ve el mercado «positivo» para el sector tecnológico, que «está barato», ya que presenta «visibilidad, crecimientos de dos cifras y de incrementos de los márgenes» y concluye que «es momento de invertir». Para Jacobi, la IA es un tema que no va a parar en los próximos años, pese a la regulación o las cuestiones éticas relacionadas con ella. Y no cree que sea tarde para entrar en el sector, ya que, a diferencia con la burbuja de las puntocom, «los negocios ya están teniendo éxito con flujos de caja estables». Lahlou se atrevió a vaticinar que en no mucho tiempo «tendremos muchos dispositivos de IA que serán la norma» y Prunas, que la IA se hará más visible para las empresas, con un aumento del gasto en esta herramienta de tal calibre que empezará a aparecer en los informes financieros de las compañías.
Para que el mundo tenga éxito en la transición hacia una economía sostenible, es necesario que se produzca una transformación significativa en muchas industrias. Se están formando nuevos ecosistemas y están surgiendo tecnologías innovadoras; sin embargo, todavía estamos al comienzo de esta transición verde. Muchas empresas solo han dado los primeros pasos, lo que genera una gran incertidumbre y escepticismo sobre cómo y si se logrará esta transformación. Esto es especialmente cierto en el caso de las industrias con un alto nivel de emisiones, responsables de gran parte del problema de contaminación mundial.
Hace quince años, Nordea Asset Management (NAM) se convirtió en pionera en inversiones centradas en el medioambiente con nuestro renombrado Nordea 1 – Global Climate and Environment Fund, uno de los fondos clasificados como Artículo 9 por la SFDR más importantes de Europa, que invierte en empresas que ofrecen soluciones climáticas innovadoras. Fue entonces cuando comenzamos a formar lo que ahora es uno de los Equipos de Inversión Responsable más sólidos de Europa, donde especialistas en investigación climática y propiedad activa trabajan mano a mano.
Ahora, NAM está aprovechando su experiencia climática y de colaboración desarrollada tras estos años para involucrarse con los grandes contaminadores ambientales actuales que se enfrentan a una necesidad imperante de cambio cada vez más urgente.
El lanzamiento de Nordea 1 – Global Climate Engagement Fund tuvo lugar el pasado año, donde nos quisimos centrar precisamente en colaborar con empresas seleccionadas con un perfil de emisiones alto para impulsar un cambio real. Esto es a lo que llamamos Inversión Climática 2.0.
Comprender los riesgos y oportunidades que surgen de la transición a una economía verde es una parte integral de nuestro análisis fundamental, y creemos que la participación activa (colaboraciones y votaciones) es una herramienta eficaz para impulsar el cambio, responsabilizar a los equipos de gestión y aliviar el escepticismo de los inversores.
La realidad es que muchas de estas empresas seguirán presentes en la economía baja en carbono del futuro y algunas desempeñarán un papel crucial en el logro de importantes objetivos de sostenibilidad. Excluirlas de las carteras puede parecer bueno en la teoría, pero tendrá un impacto limitado en el mundo real.
Creemos que un factor fundamental para desbloquear el valor de estas empresas es convencer al mercado de su mejora en materia de sostenibilidad y su capacidad para generar rentabilidades positivas en la futura economía verde.
Esto requiere que las empresas seleccionadas asuman compromisos con total transparencia y respaldados por la ciencia, ante los cuales podamos responsabilizar a los equipos de gestión y medir el progreso. También significa demostrar la viabilidad de sus planes de sostenibilidad, respaldados por una asignación de capital creíble.
Para lograr un cambio significativo a través de la colaboración o engagement, nos centramos en cinco áreas de compromiso para hacer avanzar a las empresas.
Emisiones de gases de efecto invernadero, que como era de esperar, es una consideración clave al ser el mayor impulsor del calentamiento global.
Gestión de energía. Dado que la producción económica requiere un importante gasto de energía, la gestión de la misma es fundamental para una acción climática exitosa.
Contaminación ambiental. La gestión del agua y los residuos es otra cuestión vital, ya que los daños causados por la contaminación ambiental plantean riesgos de intervenciones legales y regulatorias. Los recursos limitados globales no pueden satisfacer la creciente demanda, lo que crea incertidumbre a largo plazo para las empresas que tienen una fuerte dependencia de los activos naturales.
Gestión de recursos naturales. De manera similar, las empresas necesitan un plan creíble sobre ello. Esto incluye el uso de materiales reciclados y renovables, la reducción del uso de suministros clave y la maximización de la eficiencia de los recursos en la fabricación.
Modelos de negocios sostenibles. Reposicionar a las empresas para que sean resilientes a la transición y a los riesgos físicos del cambio climático. A través del proceso de colaboración, trabajamos con los equipos de gestión corporativa para establecer y evaluar objetivos significativos a corto y largo plazo, con revisiones periódicas del progreso. Si los resultados positivos se estancan, no dudaremos en intensificar nuestros esfuerzos de compromiso.
Para los propietarios de activos que buscan construir una cartera con el objetivo de reducir la huella de carbono, existen varios enfoques. Un curso de acción ampliamente adoptado es desinvertir en sectores con altas emisiones, lo que reduce inmediatamente la huella de una cartera en comparación con su respectivo índice. Sin embargo, este enfoque penaliza a muchos sectores que son críticos para la transición, al tiempo que minimiza las posibilidades de que se produzcan cambios en el mundo real.
El enfoque que mejor se alinea con el objetivo real de descarbonización de la Alianza Financiera de Glasgow para las Cero Emisiones Netas es invertir en emisores relativamente altos durante la fase de transición temprana. Es posible que este enfoque no genere un beneficio positivo inmediato, pero sentará las bases para un impacto positivo a largo plazo en la economía real. La viabilidad de la participación es clave, en términos de la voluntad y la capacidad de adaptación de ambos equipos directivos. Este enfoque pretende que los inversores eviten a los emisores que no pueden o no quieren hacer la transición. Nuestros esfuerzos de participación se centran en que los equipos de gestión tomen las medidas adecuadas para cumplir con nuestras expectativas. Esto podría consistir en establecer objetivos adecuados respaldados por la ciencia o diseñar una estrategia creíble respaldada por una asignación de capital suficiente para llevarla a cabo.
Cuando nuestros compromisos dan frutos y el mercado comienza a creer y respaldar a estas empresas, dirigimos nuestra atención a nuevas empresas con mayor huella de carbono. Este es nuestro enfoque de Inversión Climática 2.0 y es la forma en que planeamos apoyar el impacto en el mundo real mientras buscamos cristalizar valor para aquellos clientes que nos han confiado sus activos.
Tribuna de Laura Donzella, responsable de las actividades de distribución de ventas y relaciones con clientes de Nordea AM en España, Portugal, Latinoamérica y Asia.
Ardian ha anunciado cambios en el liderazgo de su estructura. El pasado 22 de noviembre, se aprobaron, por mayoría significativa, los siguientes nombramientos en la Junta General Anual de Ardian: Mark Benedetti como presidente ejecutivo del equipo de Dirección General de Ardian y Mathias Burghardt, Vladimir Colas y Jan Philipp Schmitz como vicepresidentes ejecutivos.
Según explica la firma, la creación del equipo de Dirección General de Ardian, dirigido por Dominique Senequier, CEO y fundadora de la firma, se anunció el pasado 15 de septiembre de 2023. El equipo está formado por Mark Benedetti, Mathias Burghardt, Vladimir Colas, Jan Philipp Schmitz y Nicolo Saidelli, nombrado como asesor de Dominique Senequier en estrategia y adquisiciones.
“El establecimiento del equipo de Dirección General es un paso más para reforzar la gobernanza y la gestión global de Ardian de cara a su próxima etapa de crecimiento. Ardian continuará con su estrategia de desarrollo consolidando su posición de liderazgo en secondaries market, actividades de inversión directa y crédito, desarrollando sus capacidades de distribución en Private Wealth Solutions y Ardian Customized Solutions, y continuando el desarrollo de sus actividades de infraestructuras en Europa y Estados Unidos, así como su actividad inmobiliaria”, destacan desde la compañía.
El mercado de bonos ASG ha crecido enormemente en los últimos años. De hecho, se prevé que en 2023 el valor total de los bonos ASG emitidos en todo el mundo sea superior a 1 billón de USD1, tal como se muestra en el gráfico 1. Dicho incremento se produce tras un 2022 de menor actividad, en el que se emitieron menos bonos corporativos y prevalecieron unas condiciones macroeconómicas y geopolíticas complicadas.
En este contexto, el crecimiento se traduce en beneficios tanto para los emisores como para los inversores. Por un lado, los emisores aumentan la diversificación de los inversores, mejoran su reputación, facilitan el acceso a fuentes de financiación sostenible y atraen una gran demanda, lo que puede suponer ventajas en la fijación de precios.
Por otro lado, los inversores pueden cumplir los requisitos de sostenibilidad, aumentar la transparencia y la responsabilidad sobre el uso de los ingresos, diversificar las inversiones y obtener una rentabilidad financiera similar gracias a los beneficios sostenibles adicionales.
Si bien el sector se está expandiendo, se sigue cuestionando el rendimiento de los fondos de bonos ASG en relación con el resto del mercado, a pesar de que cada vez son más los análisis que demuestran que, con el tiempo, los fondos de inversión sostenibles pueden ofrecer una rentabilidad financiera equivalente o superior a la de las inversiones tradicionales2.
Nuestro equipo de Crédito fue pionero en algunos de estos análisis. En el marco de nuestros esfuerzos por analizar los riesgos crediticios con mayor precisión, en 2017 desarrollamos un modelo de valoración3 para captar la influencia de los factores ASG en los diferenciales crediticios. Este modelo indica si la integración de los criterios ASG contribuye a un perfil de riesgo más bajo y si existe una relación entre el riesgo de crédito y los resultados ASG.
En este artículo, analizaremos más detenidamente la rentabilidad del Federated Hermes SDG Engagement High Yield Fund en comparación con el mercado de high yield y los índices ASG pertinentes. Pero antes, examinemos la finalidad del fondo.
El objetivo del fondo consiste en generar una rentabilidad superior a largo plazo y ajustada al riesgo mediante la inversión en instrumentos de crédito high yield atractivos y un diálogo activo con las empresas para generar impactos positivos que contribuyan a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)4 de la ONU. Para ello, combinamos un enfoque de inversión global y dinámico desarrollado por nuestro equipo de crédito y las capacidades para entablar un diálogo activo de los responsables de implicación de EOS, la división de stewardship de la empresa.
Evaluar la contribución de una empresa a la consecución de los ODS no es tarea fácil y, en ocasiones, resulta más difícil debido a la naturaleza de algunas de las empresas del universo crediticio.
Como parte de nuestro proceso de evaluación, asignamos nuestra propia puntuación ODS a las empresas que integran nuestra cartera de inversiones. Dicha puntuación oscila entre uno y cinco, donde uno representa una alta probabilidad de obtener resultados positivos y sustanciales en línea con uno o varios ODS. Esta puntuación es una parte importante de nuestro enfoque de inversión y nos ayuda a decidir la estructura general de la cartera, como se muestra en el gráfico 4 a continuación.
Veamos ahora la rentabilidad del Fondo en comparación con el índice general de high yield mundial y con dos índices sostenibles.
Si analizamos la rentabilidad desde el lanzamiento, podemos observar que el Fondo ha obtenido mejores resultados que el Bloomberg Global High Yield Index5; pero no solo eso, también ha superado la rentabilidad del índice aproximadamente el 90% del tiempo durante el ejercicio. Además, durante un periodo determinado, el Fondo obtuvo una rentabilidad considerablemente superior a la del Global High Yield ESG Tilt Index, una versión modificada del Global High Yield Index que ajusta las ponderaciones de los valores para mejorar la puntuación global de riesgo ASG del índice6.
La comparación de la rentabilidad del fondo a partir de febrero de 2022 arroja resultados similares. Dicha comparación se realiza con todos los índices anteriores, más el Global High Yield Paris-Aligned Index, un índice que tiene en cuenta los factores ASG, como la exclusión de valores de emisores que no cumplen los requisitos para figurar en los índices de referencia armonizados con el Acuerdo de París en virtud de la normativa sobre índices de referencia de la UE y el Reino Unido. En este contexto, observamos que la rentabilidad del fondo es mayoritariamente superior a la del mercado global de high yield y a la de los dos índices sostenibles.
Esta rentabilidad positiva es el resultado de los objetivos sociales y de inversión colineales del fondo. En lugar de ajustar la cartera a los objetivos de descarbonización, a las empresas líderes en materia ASG o a los datos ASG retrospectivos, el fondo pretende aprovechar las anomalías de valoración e identificar a las empresas con potencial ex-ante para generar cambios positivos en el contexto de los ODS. Desde principios de 2022, el fondo ha mantenido una posición sobreponderada en Estados Unidos y Latinoamérica, regiones que han contribuido a la rentabilidad, mientras que su principal sobreponderación en Europa ha lastrado los resultados. Además, la infraponderación estructural del fondo en empresas con calificación B e inferior, que suelen presentar un menor grado de implicación, ha favorecido considerablemente la rentabilidad.
Sin lugar a dudas, son varios los factores que están impulsando el panorama económico hacia un futuro sostenible. Las empresas que se adapten de manera estratégica a este cambio de paradigma saldrán ganando y los inversores no solo estarán haciendo el bien, sino que también obtendrán buenos resultados.
Los analistas de la gestora Ofi Invest AM, quinta gestora de fondos francesa con 161 miles de millones de euros en activos a cierre septiembre 2023, rechazan incluir el sector de la aviación en la taxonomía europea, hecho que se formalizó el pasado 13 de junio en una Delegated Act de la Comisión Europea.
La aviación no debería ser considerada como “actividad de transición” hacia la neutralidad en carbono, y la financiación sostenible no es posible en este sector, por lo que se debería dirigir hacia otros sectores que sí contribuyen a la neutralidad en carbono de la economía, según la gestora Ofi Invest AM.
Antecedentes
La Unión Europea acordó reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 55% entre 1990 y 2030, para cumplir los Acuerdos de París y limitar a 1,5 grados centígrados el calentamiento global. Por ello, se aprobó que, entre 2020 y 2030, los países de la UE deberán reducir a un ritmo tres veces más rápido que en los últimos 30 años la emisión de estos gases.
El 11 de abril de 2023, la Comisión Europea abrió el período de consulta sobre la nueva versión de la taxonomia europea, que califica las actividades económicas que ayudan a descarbonizar la economía como “verdes”, propiciando las finanzas sostenibles.
El 13 de junio se publicó la Delegated Act, directiva que desarrolla los aspectos de esta norma desde la Comisión Europea, incluyendo al sector aviación como uno de los que puede contribuir a la neutralidad en carbono.
Ofi Invest AM, junto a otros siete gestoras de activos que representan un AUM total de 280 miles de millones de euros, se oponen a la inclusión del sector de aviación en la taxonomía europea, porque considera que no puede contribuir a la transición hacia la descarbonización de la economía, y que es necesario desarrollar otras alternativas de movilidad limpia y ausente de CO2.
Actividades de transición
La taxonomia europea define «actividades de transición» como «aquellas en las que no son viables ni tecnológica ni económicamente alternativas bajas en carbono, pero apoyan la transición a la neutralidad en carbono, cuando promueven actividades compatibles con la lucha contra el aumento de las temperaturas a 1,5°C.
Es decir, se consideran actividades de transición, cuando son capaces de reducir en la práctica las emisiones procedentes de combustibles fósiles sólidos, porque cumplen tres requisitos: sus niveles de emisión de gases de efecto invernadero son los “best possible” en cada sector o industria; no obstaculizan el desarrollo y despliegue de alternativas bajas en carbono; y no conducen a un bloqueo de activos intensivos en carbono teniendo en cuenta la vida económica de dichos activos.
El caso de la aviación
Según Ofi Invest AM, el sector de la aviación no puede considerarse como “actividad de transición” en la taxonomía europea, porque no cumple los requisitos que dicha norma exige. Y ello por los siguientes motivos:
El criterio técnico que se corresponde con el mejor “best possible” en el sector es demasiado bajo, porque los aviones deben superar entre un 1,5% y un 2,0% las normas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) de eficiencia energética (emisiones medias CO2). Este es un requisito que se cumple sobradamente, ya que los aviones entregados en 2019 alcanzaron, de media, una eficiencia energética un 6% mejor que los estándares establecidos para 2028.
La obligación de no obstaculizar el desarrollo de alternativas bajas en carbono tampoco se cumple. De hecho, si los aviones ya son “verdes” hoy porque cumplen los criterios técnicos, no hay necesidad real de mejorarlos. Y si la vida media útil de un avión son 22 años, esto supone emisiones bloqueadas durante 22 años. Además, dado que los pedidos actuales abarcan hasta 2035, los aviones que se están entregando ahora seguirán propulsados por combustibles fósiles hasta por lo menos 2050, porque la cantidad de SAF que se produzca no será suficiente. La explicación de ello es la siguiente:
Combustibles sostenibles
El uso de combustibles de aviación sostenibles (SAF) es lo que realmente puede hacer que el sector de aviación alcance la neutralidad en carbono con la tecnología de motores actual, según la industria de aviación. Sin embargo, los SAF solo representan el 0,1% del combustible utilizado, y la UE quiere elevar esta cifra al 6% en 2030. Ofi Invest AM no cree por ello, que sea posible sustituir todos los combustibles fósiles con SAF.
Existen dos clases de SAF: Agrocombustibles a partir de biomasa, como aceite de cocina usado, grasa animal, residuos agrícolas, etc.: De los materiales elegibles de acuerdo a las regulaciones de la Unión Europea existe muy poca cantidad, y por tanto no pueden sustituir a todos los combustibles fósiles. Por ejemplo, en Europa sólo en 2022, se recogieron menos de 1,5 mills de toneladas, mientras que el consumo de combustibles de aviación alcanzó 60 mills de toneladas. Además, este material también se utiliza para biodiesel de vehículos a motor. Y respecto a los agrocombustibles de primera generación, como el aceite de colza o el etanol de maíz, no son elegibles en Europa, a diferencia de Estados Unidos, porque compiten con los cultivos alimentarios y pueden causar deforestación.
E-combustibles a partir de procesos termoquímicos basados en CO2, hidrógeno y gran cantidad de energía: Su producción consume mucha energia, tanto para capturar el CO2 (más aún si se captura en el aire y no en un formato concentrado desde una fábrica) como para producir hidrógeno a partir de energías renovables, sobre todo mediante la electrólisis del agua.
Por tanto, producir e-combustible bajo en carbono tendrá que ser a costa de otros usos. Por ejemplo, producir en Francia en 2050 los 6 mills de toneladas de e-combustible que necesitarán los aviones, consumiría 222 TWh de electricidad, es decir, un tercio de la producción eléctrica en dicho año. ¿Podrá Francia privar a un tercio de sus ciudadanos de energía eléctrica para que puedan volar sin emitir carbono a la atmósfera?
Por último, en opinión de Ofi Invest AM, si una actividad de transición prevista en la taxonomía europea, debe «favorecer la transición hacia una economía neutra para el clima que sea compatible con una trayectoria destinada a limitar el aumento de las temperaturas a 1,5°C», esto no se podrá alcanzar hasta por lo menos el año 2050. Y partiendo de la base de que el tráfico aéreo se triplicará desde ahora hasta 2050, las emisiones por pasajero y kilómetro deberían reducirse en un 90% en 30 años.
Sin embargo, la mejora del 20% en la eficiencia de los motores lleva normalmente entre 20-30 años. En resumen, el objetivo de neutralidad de la aviación para 2050, es incompatible con su viabilidad técnica.
Conclusión
En conclusión, según los analistas de Ofi Invest AM, incluir el sector de la aviación civil en la taxonomía europea según los criterios actuales no es más que un “mero lavado” verde.
Hay muchos otros sectores que están dando pasos hacia la neutralidad de carbono, y deberían ser los destinatarios de las inversiones. Cualquier avión nuevo que salga hoy al mercado, emitirá carbono al menos 20 años. Por ello, para el corto plazo, tiene más sentido reducir el uso de aviones y fomentar otros tipos de movilidad. Además, porque sólo desde el punto de vista de la transición, el 1% de la población es responsable de la mitad de las emisiones de la aviación.
En resumen, la aviación no puede considerarse un sector que contribuya positivamente a la neutralidad en carbono, menos aún a una transición justa. Por lo tanto, no tiene sentido incluir el sector de la aviación en la taxonomía de la UE cuando muchos otros sectores están mejor preparados para contribuir a la neutralidad de carbono, y por ello beneficiarse de una financiación favorable, defienden en la gestora.
Fernando Fuentes (Fundación Pablo VI), Manuel Bretón (presidente de Cáritas), Nicolás Barquero (consejero delegado de SAM España), Natalia Peiros (secretaria general de Cáritas), José Valero (vicepresidente de Manos Unidas), Abilio Martínez Varea (obispo de Osma y Soria), Jesús Díaz (presidente de Confer) y Ángel Rivera (consejero delegado de Santander España)
Banco Santander, a través del fondo de inversión Santander Responsabilidad Solidario gestionado por Santander AM España, ha entregado un millón de euros a varias ONG que han destinado este dinero a diferentes proyectos de economía social, de inserción sociolaboral de aquellos colectivos en riesgo de exclusión social en España e igualdad, así como a varios de cooperación internacional. Esta partida se ha distribuido entre 37 proyectos, que beneficiarán a alrededor de 9.500 personas.
El evento, celebrado en la sede de Santander España, ha contado con la asistencia del consejero delegado de Santander España, Ángel Rivera; el consejero delegado de Santander Asset Management España, Nicolás Barquero, y los máximos responsables de Cáritas Española, Manos Unidas y la CONFER (Conferencia Española de Religiosos).
De esta cantidad, Cáritas ha recibido cerca de 500.000 euros, que dedica a dos áreas fundamentales. Por un lado, apoya a algunos de los colectivos en situación o riesgo de exclusión social con los que la ONG trabaja habitualmente y entre los que se encuentran, entre otros, migrantes, mujeres en situación de vulnerabilidad y personas sin hogar. Por otro lado, la cantidad donada también se ha destinado a otros siete proyectos concretos, vinculados a la economía social y a la economía verde.
En el caso de Manos Unidas y de la CONFER se ha asignado en torno a 250.000 euros a cada una. De esta manera, Manos Unidas ha dedicado este importe a varios proyectos en Ecuador, Paraguay, El Salvador, República Democrática del Congo y Mauritania enfocados en la cooperación para el desarrollo y en diferentes líneas de acción, como la educación, la agricultura, la formación laboral, el empoderamiento de la mujer, la seguridad alimentaria y la salud. Por su parte, la CONFER ha coordinado 17 proyectos dirigidos a la formación orientada al empleo de aquellos colectivos en situación o riesgo de exclusión social.
Santander Responsabilidad Solidario es un fondo ético de renta fija mixta euro que se constituyó en junio de 2003 y que se gestiona bajo criterios financieros y socialmente responsables. El fondo, que en los últimos nueve años ha donado más de 22 millones de euros, cuenta con un mandato “socialmente responsable”, basado en la Doctrina Social de la Iglesia, que establece una serie de criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo para la valoración de las inversiones y que ha sido confeccionado por su Comité Ético integrado por la Fundación Pablo VI, Cáritas, Manos Unidas, Banco Santander y Santander Asset Management España. Actualmente, el fondo cuenta con un patrimonio bajo gestión de 341 millones de euros y tiene más de 10.100 partícipes.
Banco Santander es pionero en España en Inversión Sostenible y Responsable (ISR). En 1995, constituyó el fondo Inveractivo Confianza, el primer fondo de este tipo en España, y en la actualidad tiene 72 productos de ISR a nivel global y cuenta con un volumen de activos que integran estrategias de sostenibilidad de alrededor de 37.500 millones de euros.
Además, Santander Asset Management se ha convertido en la primera gestora española en sumarse a “Net Zero Asset Management Initiative” y en noviembre de 2021 anunció que su objetivo es reducir a la mitad las emisiones netas de sus activos con gestión ‘Net Zero’ para 2030. La gestora cuenta con un equipo de análisis ASG y ha desarrollado una metodología propia de rating ISR. En 2020, se convirtió en la primera entidad española con alcance global en adherirse al Institutional Investors Group on Climate Change (IIGCC), el organismo europeo para la colaboración entre inversores en materia de cambio climático y la voz de los inversores comprometidos con un futuro bajo en carbono. Asimismo, es firmante de los Principios de Inversión Responsable (PRI) de la ONU.
Después de los datos de inflación de la semana pasada, los inversores han vuelto a instalarse en la comodidad que les proporciona el escenario de “aterrizaje suave”.
La curva de futuros anticipa que un nuevo ciclo de recortes de tipos comenzará en junio de 2024 y que la Fed rebajará hasta 4 veces (a razón de 0,25% por reunión) el coste del dinero.
Esas mejores sensaciones también quedaron patentes, según datos de FactSet, en el periodo de publicación de resultados del tercer trimestre. Solo 53 de las empresas que componen el S&P 500 citaron el término «recesión» en sus presentaciones, el quinto trimestre consecutivo de descensos y que marca el nivel más bajo para este indicador desde finales de 2021 (15 empresas).
Esta complacencia contrasta con la actualización para octubre del indicador adelantado de condiciones económicas (LEI, del Conference Board estadounidense) que, encadenando 19 meses consecutivos de caídas, vio aumentar su inercia negativa hasta -0,8% en tasa intermensual, desde el -0,7% de septiembre. Todo ello en base a un tono más débil en la mayoría de sus componentes (expectativas del consumidor, índice de pedidos de fábrica, contracción en el crédito).
Aunque el diferencial entre el índice adelantado y el coincidente sigue siendo inusualmente amplio, en respuesta a la debilidad en el sector industrial relativa a la resiliencia en el consumo de los hogares, este último (que no registró cambios de un mes a otro) nos comunica el mismo mensaje que transmite el modelo de proyecciones de crecimiento del PIB de la Fed de Atlanta (GDPNow): apunta a una disminución en la actividad desde el 4,9% del trimestre pasado hasta el 1,97%, mucho más cerca de la velocidad de crucero a largo plazo para la economía estadounidense.
Además, después de la corrección del mes de agosto, los mercados de acciones han vuelto a descontar con optimismo el fin de la campaña de tensionamiento en política monetaria anticipando el inicio de los recortes de tipos. En Estados Unidos, las estimaciones de beneficios por acción para el 2024, después de verse recortadas desde junio de 2022 hasta febrero de este año en más de un 10%, han vuelto a recuperar prácticamente todo lo perdido. Y la compresión de la rentabilidad del bono, en caso de continuar un poco más, puede impulsar el PER sobre beneficios de 2024 desde el 18,75x hasta niveles más próximos a 20x.
No obstante, si el mercado está caro ahora, lo estará mucho más entonces. Como venimos explicando, el ciclo económico que comenzó en 2010 está acercándose rápidamente a su finalización, que se ha visto postergada por los efectos de las ayudas de la pandemia sobre el ahorro, por la demanda adelantada y por un gasto público que ha compensado, en parte, la campaña de subidas de tipos más agresiva desde los años setenta. El porcentaje de hipotecas a tipo fijo en Estados Unidos también ha aportado su grano de arena para reducir la sensibilidad de las familias al endurecimiento de la política monetaria.
Los inversores, una vez más, han desempolvado la tesis del “aterrizaje suave” y, si efectivamente la economía continúa expandiéndose algo más de tiempo por encima del 1,6% – 1,8%, un rebote en el crecimiento en ventas podría traducirse en una mejora en márgenes que temporalmente haga crecer más deprisa la rentabilidad de las empresas.
Es un escenario plausible, pero con escaso recorrido si consideramos el reducido potencial de rebote en márgenes (o ROE, todavía demasiado cerca de máximos para indicadores con propensión a revertir hacia su media), coincidiendo con un ciclo que, aunque puede durar más, se está agotando. Como vemos en el gráfico de abajo (que muestra el índice global de acciones ajustado al incremento del coste de vida y la tasa de desempleo U3 en EE.UU.), con el paro muy cerca de mínimos, sería sorprendente que la bolsa se embarque en una tendencia estructuralmente alcista.
Además, la apuesta que vuelven a hacer los inversores (“aterrizaje suave”) no acaba de cuadrar del todo con el comienzo de un rápido ciclo de ajuste a la baja en el precio del dinero en la primera mitad del próximo año. Recordemos que, no hace mucho, Powell nos avisó de su intención de monitorear la evolución de los índices de condiciones financieras y de actuar si estos se relajaban en exceso.
En las actas de la última reunión de la Reserva Federal, se habla de avances limitados a la hora de contener la inflación en el sector servicios excluida la vivienda. Igualmente, se apunta que, aunque las expectativas de inflación a largo plazo permanecen ancladas, el índice PCE se mantiene muy por encima del objetivo a largo plazo del Comité (FOMC), del 2%, por lo que se vuelve necesario acumular indicios más concluyentes antes de cantar victoria.
Aunque nuestra tesis central apoya una continuación en las caídas en índices de precios en Estados Unidos (sobre todo por el lado del coste de la vivienda) y en Europa (como apunta el índice de precios de producción industrial), sigue existiendo la posibilidad de que haya factores que puedan obstaculizar el camino hacia ese objetivo de inflación (efecto base o resiliencia del mercado laboral en Estados Unidos o riesgo geopolítico y su efecto sobre precios de la energía en Europa).
Mantenemos nuestra preferencia por la deuda pública, pero la recuperación desde principios de noviembre y un exceso de optimismo (como muestra el indicador de sentimiento de JP Morgan) pueden provocar volatilidad en el mercado a corto plazo y dificultar más aún los avances en bolsa, a pesar de estar entrando de lleno en el periodo del “rally de Santa”.