Caser Asesores Financieros ha anunciado la incorporación de Jorge Mira a su red de agentes, fortaleciendo su compromiso con la prestación de asesoramiento de alta calidad. El fichaje de Jorge Mira responde a la estrategia de la entidad de atraer talento para continuar con su crecimiento sostenido.
Asier Uribeechebarría, director de Caser Asesores Financieros, ha resaltado que«damos la bienvenida a Jorge Mira a nuestro equipo y reafirmamos así la apuesta por nuestro modelo, centrado en la figura del agente financiero. Estoy muy contento con su incorporación ya que estamos creciendo en línea con los planes marcados, construyendo un equipo diverso, que ya cuenta con el talento de 40 agentes para acompañar a sus clientes y afrontar los desafíos del sector».
Con una experiencia de más de dos décadas en el sector, Jorge Mira es graduado en Ciencias Empresariales por la Universidad de Murcia, cuenta con estudios en Ciencias Económicas y Empresariales por la UNE y posee una sólida formación académica en el ámbito financiero.
Durante su trayectoria profesional ha estado vinculado al banco de inversión Hypovereinsbank y posteriormente, y durante 16 años, dedicó su carrera al Banco Espírito Santo, también durante la creación de Novo Banco y su posterior adquisición por Abanca en 2021 hasta hoy.
La renta fija ha tenido un final feliz este año gracias al rally vivido en los últimos dos meses. Sin embargo, los inversores no deben pensar que han perdido la oportunidad en esta clase de activo. Esto es solo una muestra de lo importante que es mantenerse invertido en el mercado y del potencial de la renta fija para los próximos años. En resumen, podemos afirmar con confianza “Bonds are back”.
El equipo de gestión de Renta Fija de Flossbach von Storch analizará la situación actual de los mercados de bonos y dará cuenta de la evolución reciente de las carteras y su posicionamiento actual.
La conferencia será en inglés y se celebrará el próximo jueves, 18 de enero, a las 3:30 pm CET.
Para participar, solo tiene que escribir un mail a elena.taroncher@fvsag.com. Tras el registro, recibirá un correo electrónico de confirmación que incluye una nota que podrá añadir directamente en su calendario en formato ics.
La superación del test de la conferencia en la intranet de EFPA será válida por 1 hora para la recertificación EIA, EIP, EFA o EFP. También cualifica con 1 CPD de formación estructurada para los poseedores de CFA y certificación CAd. Esta conferencia está exclusivamente dirigida a inversores profesionales.
El Ministerio de Economía, Comercio y Empresa ha publicado una nueva versión del anteproyecto de ley que crea la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, el nuevo organismo que atenderá las reclamaciones de usuarios de servicios financieros. La penúltima versión del proyecto de ley la aprobó el Congreso de los Diputados en mayo de 2023, pero caducó el 16 de junio por la disolución de las Cortes. Esta nueva versión conocida la tramitará el Congreso por la vía de urgencia.
La ley busca definir el sistema de resolución extrajudicial de litigios entre las entidades y los clientes del sector financiero, determinar el régimen de recursos ante la jurisdicción ordinaria que se deriva de ese sistema, e impulsar la educación financiera.
La ley forzará a las entidades financieras a adaptar sus servicios de atención al cliente. A continuación, finReg360 ha resumido los aspectos más relevantes recogidos en el anteproyecto:
Ámbito de aplicación
Abarca toda reclamación alegada por uno o varios clientes ante una o varias entidades financieras para que restituyan o reparen sus intereses o derechos.
El daño deberá haberse ocasionado al prestar un servicio o al contratar un producto financiero, como consecuencia de incumplimientos de las normas de conducta, las buenas prácticas y usos financieros recogidos por las autoridades de supervisión y la declaración del carácter abusivo de cláusulas contractuales. No obstante, el anteproyecto prevé un listado no exhaustivo de reclamaciones excluidas del ámbito de aplicación.
Respecto a los intervinientes en las reclamaciones, pueden iniciar las reclamaciones (legitimación activa) clientes financieros, pero excluidas las grandes empresas; inversores institucionales, cuando actúen en defensa de los intereses particulares de sus clientes, asociaciones y organizaciones representativas de legítimos intereses individuales de los clientes, reconocidas en la normativa sectorial de conducta de entidades financieras; y asociaciones representativas de personas con discapacidad y sus familias.
Las reclamaciones se pueden interponer (legitimación pasiva) ante las entidades financieras, que ya vienen atendiendo estas reclamaciones, entidades y operadores fintech, y entidades que presten servicios sobre criptoactivos.
Principales cuestiones del procedimiento
El plazo para interponer la reclamación será de un año. Para que la Autoridad admita y tramite la reclamación, será necesario acreditar la presentación previa ante el servicio de atención al cliente o el defensor del cliente de la entidad financiera ante la que se reclame, haber transcurrido un mes desde la presentación sin haber obtenido respuesta, y no aplicarle motivo de inadmisión o desestimación total o parcial.
Las entidades financieras tendrán que actualizar su información precontractual para informar de la posibilidad de acudir, en primer lugar, al servicio de atención al cliente de la entidad y, cuando concurran los motivos indicados, recurrir a la Autoridad.
Asimismo, esta información tendrá que publicarse en los tablones de anuncios de las sucursales de las entidades financieras y en sus sitios web.
La entidad financiera tendrá que aportar a la Autoridad la documentación precontractual y contractual relacionada con el servicio reclamado.
Si la Autoridad considera que los hechos son dudosos, desestimará la pretensión, en cuyo caso el cliente deberá probar la certeza de los hechos de los que se desprendan el efecto jurídico de las pretensiones de la reclamación, y la entidad financiera tendrá «la carga de probar los hechos que, conforme a las leyes que le sean aplicables, impidan, extingan o enerven la eficacia jurídica de los hechos a que se refiere el párrafo anterior».
Las reclamaciones se podrán presentar con un modelo normalizado, preferiblemente por medios electrónicos en el registro electrónico de la entidad que disponga en su sede electrónica, o en cualquiera de los registros que la Autoridad publicará en su web.
Los plazos de resolución son los siguientes: un vocal de la Autoridad instruirá el expediente y propondrá una resolución a la sección que corresponda en un máximo de 45 días hábiles desde que haya recibido la documentación completa. La sección dictará la resolución y la notificará a las partes en un plazo de 20 días hábiles desde que reciba la propuesta de resolución.
En ningún caso podrá superarse el plazo de 90 días naturales para notificar la resolución, contados desde el inicio de la instrucción.
Carácter vinculante o no vinculante de la resolución
Por un lado, «finalizarán mediante resolución vinculante las reclamaciones que versen sobre incumplimientos sobre normativa de conducta y en materia de cláusulas abusivas cuando el importe reclamado sea inferior a 20.000 euros o aquellas cuya cuantía se establezca como indeterminada».
Por otro lado, «finalizarán mediante resolución no vinculante» las que «versen sobre incumplimientos sobre normativa de conducta y en materia de cláusulas abusivas cuando el importe reclamado sea superior a 20.000 euros» o «las que se dicten sobre buenas prácticas y usos financieros», independientemente del importe de la resolución, según el informe de finReg360.
Alcance de la resolución
Dependerá del contenido, según analizan los expertos. En cuanto a las reclamaciones con contenido económico, la Autoridad podrá acordar la devolución de importes indebidamente cobrados más los intereses de demora devengados hasta la admisión de la reclamación.
En cuanto a las reclamaciones sin contenido económico y en las que la Autoridad «aprecie una vulneración de los derechos de los clientes reconocidos en la normativa de conducta o en los códigos de autorregulación de adhesión voluntaria por parte de las entidades reclamadas», la Autoridad podrá decidir una compensación a favor del reclamante de entre 100 y 2.000 euros, según la naturaleza y circunstancias particulares de la reclamación.
El anteproyecto prevé un desarrollo reglamentario con tablas con compensaciones cuyas cuantías tendrán carácter de máximas. Estas tablas estarán referidas a la vulneración de derechos e intereses recogidos en la normativa o en los códigos de autorregulación.
Las resoluciones vinculantes de la Autoridad pondrán fin a la vía administrativa y no serán susceptibles de recurso de reposición. Cualquiera de las partes podrá reclamar contra dichas resoluciones vinculantes ante la jurisdicción civil.
Tasa anual
El anteproyecto prevé aplicar una tasa anual, que se cobrará a las entidades financieras, por las reclamaciones que se presenten ante la Autoridad. Su importe resultará de «aplicar al cuarenta por ciento del importe de los gastos en que haya incurrido en el ejercicio anterior la Autoridad, el porcentaje que individualmente representan el número de las reclamaciones resueltas frente a cada una de las entidades […] en el ejercicio anterior sobre el número total de reclamaciones resueltas frente a todas las […] entidades», y «al sesenta por ciento restante del importe de los gastos en que ha incurrido en el ejercicio anterior la Autoridad, el porcentaje que individualmente representan el número de las resoluciones favorables al reclamante frente a cada una de las entidades […] en el ejercicio anterior sobre el número total de las resoluciones favorables al reclamante frente a todas las […] entidades».
Asimismo, prevé la imposición al reclamante de multa por inadmitir la reclamación de entre 50 y 200 euros, cuando, en el plazo de un año, se le hubieran inadmitido reclamaciones por ser manifiestamente infundadas, no afectar a derechos ni intereses o contener expresiones vejatorias o sanción de entre 50 y 250 euros, cuando se aprecie mala fe en la reclamación.
En ambos casos, se contempla la posibilidad de incrementar el importe superior por razón de reincidencia.
Otras materias afectadas
Las disposiciones finales del texto introducen modificaciones y ajustes en un número elevado de normas, destacamos a continuación alguna de ellas.
El anteproyecto de ley prevé modificar el Real Decreto-ley 19/2017, para ampliar los supuestos de derecho de acceso a una cuenta de pago básicas cuando los clientes residan legalmente en la Unión Europea, incluidos los clientes que no tengan domicilio fijo, o sean titulares de un visado o autorización de estancia o residencia;
sean solicitantes de protección internacional, o se hallen en España por cualquier otra situación administrativa distinta; para acreditar esta circunstancia, bastará que el solicitante se presente en un establecimiento abierto al público o en el domicilio de la entidad de crédito ante la que solicita la cuenta y aporte la documentación acreditativa de su identidad.
Incluye también listado no limitativo de documentos acreditativos expedidos por el Ministerio del Interior para que la entidad pueda identificar al cliente.
También se prevé la modificación de la LMVSI respecto a la prestación personalizada de servicios de inversión, contemplándose la obligación de disponer de canales presenciales o telefónicos o telemáticos para la prestación de servicios de inversión, atendiendo al principio de prestación personalizada.
En este sentido, se entenderá por prestación personalizada aquella que tiene en consideración, entre otras cuestiones, la edad, la situación de discapacidad de la persona, las características de la zona geográfica en la que reside en términos de población y el nivel de competencias digitales de dicha persona.
El anteproyecto de ley estará en consulta urgente hasta el 26-12-2023. Entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial del Estado.
El Consejo de Administración de Bankinter ha decidido proponer el nombramiento de María Dolores Dancausa Treviño como presidenta no ejecutiva de la entidad, en sustitución de Pedro Guerrero Guerrero, que cesa en ese cargo a petición propia después de 17 años presidiendo el Consejo de Administración, y la designación, por la Junta General Ordinaria de Accionistas del Banco, a celebrar el 21 de marzo de 2024, de Gloria Ortiz Portero, actual directora general de Banca Comercial, como nueva consejera delegada de la entidad.
Ambos nombramientos tendrán efectividad el día de la citada Junta General de Accionistas. El Banco ha iniciado el preceptivo proceso de evaluación de idoneidad de las candidatas ante el Banco Central Europeo.
Pedro Guerrero, una brillante trayectoria como presidente de Bankinter desde 2007
Pedro Guerrero Guerrero es licenciado en Derecho, abogado del Estado, agente de cambio y bolsa y notario de Madrid en excedencia. Con una larga vinculación con el mundo de la Bolsa y los mercados, fue socio fundador y vicepresidente de A.B. Asesores Bursátiles, hasta la adquisición de la compañía en 1999 por Morgan Stanley. En julio de 1989 fue elegido presidente de la Bolsa de Madrid, dirigiendo el proceso de reforma que se inicia con la entrada en vigor de la Ley del Mercado de Valores. Durante este período también desempeñó el cargo de presidente de la Sociedad de Bolsas, de la que fue su fundador, entidad que gestiona el Mercado Continuo y el sistema de interconexión de las 4 bolsas españolas.
Entre 1990 y 2000 fue consejero asesor de Bankinter, hasta que en abril de ese último año entró a formar parte del Consejo de Administración del banco, siendo nombrado vicepresidente en diciembre de 2003. En abril de 2007 Pedro Guerrero fue nombrado presidente de Bankinter, cargo no ejecutivo que desempeñará hasta el 21 de marzo de 2024, en el que cesará por decisión propia en sus funciones.
El Consejo de Administración de Bankinter ha manifestado su más profundo agradecimiento por la labor desempeñada durante tantos años por Pedro Guerrero, quien ha sido artífice y pieza fundamental de la estrategia de Bankinter durante las últimas dos décadas, aportando sus profundos conocimientos financieros, de mercados, sostenibilidad y buen gobierno al desarrollo de la Entidad y a su consolidación como un banco de referencia a nivel europeo.
Maria Dolores Dancausa, propuesta como nueva presidenta no ejecutiva
Maria Dolores Dancausa Treviño ha ocupado desde octubre de 2010 el puesto de consejera delegada de Bankinter. Anteriormente, entre los años 1995 y 2010, desarrolló su carrera profesional en Línea Directa Aseguradora, formando parte de su equipo fundador como secretaria general y del Consejo de Administración, hasta ocupar el cargo de primer ejecutivo y consejera delegada a principios de 2008. Durante ese periodo, situó a la empresa como la quinta aseguradora de automóviles de las que operan en España.
Durante sus años al frente de Bankinter, la entidad se ha consolidado como una de las más sólidas y rentables de Europa, con una serie de indicadores (beneficios, rentabilidad, calidad de activos, eficiencia…) que sitúan al banco a la cabeza del sector financiero. Según las pruebas de esfuerzo a las que la Autoridad Bancaria Europea sometió a los bancos europeos en 2023, Bankinter resultó como el banco más resistente de España ante un hipotético empeoramiento del entorno macroeconómico, y el quinto de Europa entre los más de 70 bancos analizados. La entidad también se ha consolidado como uno de los bancos más sostenibles del mundo formando parte, por sexto año consecutivo, del Dow Jones Sustainability Index World, el índice internacional más prestigioso en el ámbito de la sostenibilidad.
Asimismo, la actividad de Dancausa como primera ejecutiva de Bankinter ha traído consigo una mayor diversificación de sus fuentes de ingresos y una ampliación de su perímetro geográfico, tras la incorporación al Grupo de lo que hoy son Bankinter Luxemburgo, Bankinter Portugal, y Avant Money, en Irlanda.
María Dolores Dancausa abandonará todas sus funciones ejecutivas para desempeñar la Presidencia no ejecutiva del Consejo, modelo implantado por Bankinter en el año 2013, pionero en el sector bancario español, y elemento clave de su sistema de gobierno interno.
Gloria Ortiz, propuesta como nueva consejera delegada
Gloria Ortiz Portero cuenta con una dilatada trayectoria en el sector financiero y asegurador. Se incorporó a Bankinter en el año 2001 como directora de control de Gestión. Posteriormente desempeñó su labor en la Entidad como directora de Relación con Inversores, directora financiera, directora de Banca Digital, Tecnología y Operaciones y, desde 2021, directora de Banca Comercial. Ha liderado, también, el área de Desarrollo Corporativo y de Negocio y es miembro del Patronato de la Fundación Innovación Bankinter. Es, además, consejera de las sociedades filiales del Grupo y Presidenta del Consejo de Bankinter Luxemburgo.
La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) ha publicado un comunicado sobre las directrices de los nombres de los fondos que utilizan términos relacionados con la sostenibilidad o con las cuestiones ESG. Según recuerdan los expertos de finReg360, la autoridad europea puso a consulta, entre noviembre de 2022 y febrero de 2023, un primer borrador de estas directrices.
“La autoridad europea ha decidido posponer la publicación del texto final de las directrices e introducir cambios sustanciales para contemplar las respuestas a la consulta. El motivo del retraso es la revisión que los legisladores europeos están llevando a cabo de la normativa UCITS y AIFMD. Los nuevos textos prevén expresamente que la ESMA elabore directrices sobre los nombres de los fondos para que estos sean transparentes y no generen confusión”, explican desde finReg360.
Entre los aspectos más relevantes de este último comunicado, destaca la utilización de una serie de umbrales como criterios para incluir en el nombre de un fondo términos relacionados con la sostenibilidad. Así propone confirmar que al menos un 80% de sus inversiones promueve características ambientales o sociales o tiene un objetivo de inversión sostenible, así como aplicar las exclusiones que la normativa determina para los índices de referencia alineados con el Acuerdo de París.
Respecto a estos umbrales la ESMA añade destinar una parte significativa a “inversiones sostenibles” de acuerdo con la definición del SFDR. “Este último criterio sustituiría al anterior, que era que al menos el 50% de las inversiones del fondo debían ser sostenibles”, apuntan desde finReg360,
El comunicado de la autoridad europea también señala que para perjudicar a los fondos que sigan una estrategia de transición climática y que, por tanto, puedan invertir en el sector de los combustibles fósiles, introducir una nueva categoría de fondos cuyo nombre incluya términos relacionados con la transición climática. “Para este tipo de fondos, aplicarían los siguientes criterios: el del 80% citado en el apartado anterior, y aplicar las exclusiones de los índices de referencia de transición climática, en lugar de las de los índices alineados con el Acuerdo de París”, aclaran los expertos de finReg360.
Además, para estos fondos de transición, propone que cuando el nombre de los fondos incluya términos relacionados con cuestiones sociales o de gobernanza, no sería necesario aplicar las exclusiones de los índices de referencia alineados con el Acuerdo de París. Y si el nombre de los fondos alude a aspectos ambientales y sociales, los criterios anteriores se aplicarían de forma acumulativa. “No obstante, lo anterior no debería aplicarse a los fondos cuyo nombre incluya términos como sostenible o sostenibilidad, ya que estos términos siempre se asocian a inversiones sostenibles”, matizan desde ESMA.
Por último, la ESMA propone que, para incluir los términos “transición” o “impacto” en el nombre de los fondos, se cumplan las siguientes condiciones respecto a las inversiones que estén por debajo del umbral mínimo: que sigan una trayectoria clara y medible hacia la transición ambiental o social; o que se destinen a generar un impacto social o medioambiental positivo y medible, además de un retorno financiero.
“Las directrices serán aplicables tres meses después de la publicación de las traducciones oficiales en el sitio web de la autoridad europea. La ESMA espera que los gestores de fondos ya existentes se adapten a las directrices en el plazo máximo de seis meses desde su entrada en vigor”, concluyen desde finReg360.
A solo dos semanas de despedir el 2023, un año que finaliza marcado internacionalmente por la guerra de Israel contra Hamás, y que en clave nacional ha estado protagonizado por los efectos de una inflación que no acaba de frenarse, Ipsos publica, un año más, su informe ‘2024 Predictions’ en el que analiza el balance que la población de 34 países hace de los últimos doce meses, y revelan qué esperan del próximo en materia de economía, seguridad y medioambiente, entre otros.
2023 estaba llamado a ser el año de la recuperación total de la normalidad, en el que la pandemia ya no fuera un tema a tener en cuenta y en el que la guerra de Ucrania lograra llegar a un final satisfactorio. Sin embargo, lejos de esto, este año hemos visto estallar otro conflicto internacional, el cambio climático sigue mostrando sus terribles efectos, y la subida de precios tampoco ha tocado techo.
En este contexto, era previsible que el balance del año que hace la ciudadanía no difiriera mucho del anterior, aunque sí se aprecia una mejora. El balance del año a nivel personal y familiar muestra a la gente dividida, mientras que un 53% afirman que 2023 ha sido un mal año, un 47% opinan que no. El año pasado el volumen de personas que valoraba al año como malo era tres puntos más. En el caso de España, la foto es muy similar, mostrando a la población aún más dividida, un 51% no comparte la idea de que haya sido un mal año frente a un 49% que sí lo percibe así, un porcentaje que ha disminuido siete puntos respecto a 2022.
Donde hay un consenso claro es cuando la valoración se hace a nivel país. De media, a nivel global, un 70% cree que ha sido un mal año para su país, tres puntos menos que el año pasado. A nivel de España, ese porcentaje es de 68%, que, aunque sigue siendo una mayoría, ha bajado considerablemente respecto a 2022, donde el 81% de las personas lo tachaban de un mal año. Estas cifras nos permiten afirmar que a pesar de que 2023 no ha sido un año fácil, sí que ha sido un año mejor que el anterior.
Ponemos nuestras esperanzas en 2024
En estas últimas semanas del año es cuando todos nos ponemos deberes para el siguiente, llenamos mente y agenda de buenos propósitos para los próximos 12 meses, tanto es así, que el 75%, de media, de la población mundial admite que hace una lista de buenas acciones que quiere llevar a cabo el próximo año, ya sea para su beneficio o para el de los demás. En España, este porcentaje se eleva hasta el 79%, siendo el tercer país europeo que más gente admite realizar estos propósitos, por detrás de Portugal (88%), y Rumanía (85%).
Estos buenos propósitos contagian de optimismo la opinión sobre cómo será 2024, y es que un 70%, de media a nivel global, cree que el próximo año será mejor para ellos que el que dejamos atrás, 6 puntos más que el año pasado. En España, un 66% se muestra optimista con el año nuevo, sumando 11 puntos frente a 2022, mostrando así la fe de los españoles en que su situación personal mejore en el nuevo año.
El optimismo baja cuando se trata de la economía mundial
En un contexto inflacionario es difícil pensar que la economía mundial mejorará el año que viene. A nivel mundial, de media, la gente se muestra totalmente dividida en este sentido, un 50% piensa que la economía será más fuerte que en 2023, el mismo porcentaje que opina que no. Una foto similar a la de España, donde hay más personas (56%) que comparten la idea de que 2024 no tendremos una economía mejor versus un 44% que se muestra optimista. No obstante, hay que destacar que este año encontramos más gente que se muestra optimista en ese sentido en comparación al año pasado, aumentando 4 puntos a nivel mundial y 8 puntos a nivel nacional.
Es normal que la gente se muestre pesimista frente al futuro económico ya que el 79%, de media, de la población mundial piensa que los precios seguirán subiendo más rápido que los salarios en 2024. En España, esa cifra es aún mayor, un 84% cree que los precios seguirán escapando a la capacidad adquisitiva, situándose como el segundo país europeo que más lo piensa, solo por detrás de Portugal (90%). A esto se le une la inflación, donde la ciudadanía no espera muchas mejoras respecto al año que dejamos atrás. Un 70%, de media mundial, cree que la inflación será mayor en su país, y en España esa idea es compartida por un 72%, siendo el país europeo que más pesimista se muestra en ese sentido.
Porcentajes muy similares encontramos a la hora de preguntar si se cree que los tipos de interés seguirán subiendo. A nivel global, de media, aseguran que así será un 70%, mientras que, en España, a pesar de que la cifra baja 10 puntos respecto al año pasado, aún es un 72% los que piensan que continuarán aumentando. En cuanto al desempleo, una de las mayores preocupaciones de la población, a nivel global de media, se mantiene en 68% los que creen que será mayor en 2024. En España, se reduce también de forma destacada en 11 puntos, pero de nuevo la mayoría (64%) comparte esa idea.
La inteligencia artificial amenazará nuestros puestos de trabajo
El desarrollo y las nuevas aplicaciones de la inteligencia artificial han sido uno de los grandes protagonistas de este año, con Chat GPT a la cabeza. Estos avances han generado muchas dudas tanto en ciudadanos como en instituciones, que creen en la necesidad de regular los usos de la IA, de hecho, recientemente la UE ha publicado la primera ley en este sentido. Sin embargo, la población todavía es muy recelosa en cuanto al impacto de esta tecnología en sus vidas, así, un 64%, de media global, cree que la inteligencia artificial provocará la pérdida de muchos puestos de trabajo en su país.
En el lado contrario, un 43%, de media global, cree que las nuevas tecnologías crearán nuevos puestos de trabajo. En clave nacional, un 41% de españoles están de acuerdo con este impulso al empleo derivado de la IA, siendo el país europeo que más gente comparte esta opinión.
Por otro lado, uno de los mayores miedos es la filtración de datos personal a través de Internet, un 55%, de media a nivel global, cree que esto puede pasar en 2024. En España, es el 60% de la población la que expresa tener este miedo de cara al año nuevo, siendo el segundo país europeo más preocupado, solo por detrás de Portugal (63%).
Por otro lado, destacan que la guerra de Ucrania no terminará en 2024. «Lo que iba a ser una guerra rápida según Rusia, parece que la gente no acaba de ver su final, ni en 2024 incluso, así lo afirman un 47% a nivel global, de media, frente a un 31% que se muestra más optimista. En el caso de España, somos más pesimistas aún, la mitad de la población (49%) comparte la idea de que la guerra no acabará el año que viene, mientras que un 24% piensa que sí», explican.
Además, señalan como tendencia que la gente a nivel mundial está de acuerdo en que el nivel de inmigración seguirá aumentando en 2024, así lo declara un 71% de media global y un 79% en el caso de España, siendo el primer país europeo que más comparte esta idea junto a Italia, con el mismo porcentaje. Más de la mitad de la población mundial, el 56% de media, declara que la gente de su país no será más tolerante con los demás en año nuevo en comparación con un 35% que opina que sí. En España la foto es aún peor, un 63% comparte la idea de que 2024 no nos hará más tolerantes versus un 27% que confía en que sí.
“La mayoría de los inversores se han adaptado en los últimos años a los crecientes riesgos geopolíticos, al aumento de la inflación y a las perturbaciones causadas por la pandemia”, señala en sus perspectivas para 2024 Goldman Sachs Asset Management (GSAM). Sin embargo, serán necesarios aún más ajustes en un mundo de mayor volatilidad del crecimiento, mayores costes de capital e inestabilidad geopolítica. En el informe, titulado Abrazar nuevas realidades, la gestora describe las complejas opciones a las que se enfrentan los inversores y cómo afrontarlas.
“Creemos que las estrategias de inversión activas, centrarse en la diversificación y la gestión del riesgo, serán importantes para navegar en 2024 y ayudar a generar alfa”, escribe Marc Nachmann, director global de Asset & Wealth Management. “En nuestra opinión, será necesario gestionar las carteras de forma integrada, mejorando la diversificación y el potencial de rendimiento, considerando tanto inversiones tradicionales como alternativas”, añade, y subraya que “en una era de imprevisibilidad, se necesitarán ideas y soluciones dinámicas para dirigir las inversiones”.
Desde la gestora destacan cinco grandes temas a seguir en 2024: la macroeconomía, la geopolítica, la tecnología disruptiva (innovación y aceleración de la inteligencia artificial -IA-), la sostenibilidad y un enfoque diferente a la hora de construir carteras.
Macroeconomía
El equipo de expertos de GSAM se decanta por un escenario en el que los tipos de interés seguirán elevados durante más tiempo en los mercados desarrollados, en un contexto en el que las pautas de crecimiento e inflación en la economía mundial se mueven en direcciones y velocidades diferentes. Si bien consideran plausible que la Fed haya acabado con su ciclo de subidas de tipos de interés, no esperan un rápido giro a recortes. En el caso del BCE, que enfrenta circunstancias más adversas, consideran posible que haya recortes de tipos de interés en la segunda mitad de 2024.
Desde la gestora creen por tanto posible que se produzca un aterrizaje suave en Estados Unidos, salvo que el impacto de los tipos de interés acabe siendo más fuerte o haya un shock exógeno como una crisis geopolítica, y que el momento para añadir riesgo a las carteras podría ser cuando la Fed dé indicios de comenzar con los recortes.
Para los mercados públicos eso implicará la necesidad de orientarse hacia los sectores específicos y las empresas que puedan navegar en un entorno de costes de capital más elevados y crecimiento más lento. En la renta fija, un enfoque de calidad puede ayudar a los inversores a identificar a los emisores que parezcan bien posicionados en un contexto de mayores dificultades de financiación. La renta fija básica puede ayudar a equilibrar las carteras durante episodios de inestabilidad geopolítica, cambios hacia la desglobalización y la descarbonización, indica el texto, que también observa oportunidades para un enfoque más estratégico de exposición al mercado privado, que seguirá reforzando la rentabilidad y ofreciendo diversificación en las carteras.
Geopolítica
Las perspectivas señalan que nos encontramos en una era en la que la geopolítica es cada vez más importante y a la vez impredecible. El año que viene habrá además numerosos procesos electorales que influirán en las decisiones a nivel global.
Desde GSAM destacan tres elementos clave: estar preparados para diferentes resultados posibles y mantener un enfoque dinámico con una asignación de activos y selección de riesgo basada en un profundo análisis bottom-up. Además, considerar las oportunidades de las empresas que se beneficien de la deslocalización de las cadenas de suministro críticas y el aumento de la inversión en seguridad nacional. Asimismo, tener en cuenta que la próxima década estará centrada en la seguridad de suministro en las cadenas de producción, otro tema que puede resultar clave.
Es posible que los inversores necesiten combinar la experiencia interna con los conocimientos de asesores sobre el terreno para sortear los episodios de volatilidad. Desde GSAM observan oportunidades interesantes en países como la India, Japón, México y Vietnam, que en opinión de sus expertos tienen posiciones macroeconómicas ventajosas de cara a 2024.
Tecnología disruptiva
“Creemos que la inteligencia artificial ya forma parte del set de inversión en tecnología a largo plazo”, destaca el texto. Y añade: “Los semiconductores, la ciberseguridad y la sanidad son áreas que hay que seguir de cerca, mientras la IA transforma las industrias. La habilidad para encontrar a los posibles ganadores del mañana es crucial en una época de gran dispersión entre empresas en crecimiento de alta y baja calidad”.
Desde GSAM creen que los inversores en empresas disruptivas pueden beneficiarse además del momento en el que se recupere el mercado de ofertas públicas iniciales (OPI).
Respecto de las opciones de inversión, observan una desconexión entre dónde se sitúan la mayoría de los inversores (las megacaps tecnológicas) y dónde están las oportunidades potenciales más atractivas, que es en los ganadores seculares que son subestimados por el mercado.
Además, destacan la importancia de la IA para la propia industria de inversión, por su capacidad de ayudar a tomar decisiones mejor informadas gracias al procesamiento de datos y su detección de patrones invisibles al ojo humano.
Sostenibilidad
La inversión sostenible es cada vez más compleja y competitiva a medida que los inversores buscan opciones para tener un impacto en el mundo real, centrándose en temas medioambientales y de crecimiento integrador. Las oportunidades de inversión en soluciones sostenibles en los mercados de capitales públicos y privados se encuentran tanto en las empresas puramente habilitadoras de un mundo más sostenible como en los líderes de la transición en industrias con altas emisiones de carbono, señala el informe.
Construcción de carteras: pensar de forma diferente
“En nuestra opinión, los inversores pueden sortear los tipos de interés elevados durante más tiempo, las perturbaciones geopolíticas y la aceleración de las tendencias de crecimiento secular manteniéndose activos y centrándose en la diversificación y la gestión del riesgo”, resumen las perspectivas. Y añaden que un enfoque integrado en la construcción de carteras puede conseguir que los inversores se beneficien de las diferencias en la composición y las características de los mercados de capitales públicos y privados.
Puede acceder al informe completo en inglés en este enlace.
Foto cedidaDe izquierda a derecha: Jim Leaviss, Fabiana Fedeli y Dave Fishwick, expertos de M&G Investments en renta fija, renta variable e inversión macro, respectivamente.
Con el fin de 2023 cada vez más cerca, los mercados financieros se hallan en un importante punto de inflexión. Los bancos centrales de los principales mercados desarrollados han pausado sus subidas de tipos, y reina una incertidumbre considerable en torno a lo que ocurrirá en adelante.
Tras el descenso significativo de la inflación en los últimos doce meses, cada vez más inversores piensan que el ciclo de subidas de tipos de interés ha llegado a su fin, pese al hecho de que la inflación todavía supera el nivel objetivo de los bancos centrales. De hecho, los mercados pronostican actualmente que el precio del dinero podría recortarse el año que viene, aunque las autoridades han indicado que los tipos podrían permanecer en estos niveles elevados durante un tiempo. Esta divergencia entre las expectativas de los inversores y el aparente compromiso de los bancos centrales con el endurecimiento monetario es una de las principales fuentes de incertidumbre en los mercados hoy en día.
En el momento de redactarse este informe, el mercado parece opinar que las autoridades, sobre todo en Estados Unidos, lograrán un «aterrizaje suave» de la economía, reduciendo la inflación sin provocar una recesión en toda regla. Esta perspectiva refleja el hecho de que, pese a haberse implementado uno de los ciclos de subidas de tipos más rápidos y agresivos de la historia, la economía global ha mostrado solidez hasta la fecha. No obstante, existen señales de que la demanda y la actividad económica se están debilitando. Esto promete ser uno de los mayores debates de 2024: ¿mantendrán los bancos centrales tipos de interés «más altos por más tiempo» si el crecimiento se ralentiza de manera significativa o el paro aumenta?
Jim Leaviss, CIO de renta fija cotizada, sugiere que el escenario más probable de cara al año que viene no es un aterrizaje suave, sino un bajón económico seguido de recortes del precio del dinero. En su opinión, el actual entorno ofrece oportunidades en deuda soberana y duración (riesgo de tipos de interés).
Pese a una volatilidad bursátil elevada, y desafiando la opinión popular de comienzos de 2023, todo apunta a que la mayoría de los mercados de renta variable cerrarán el año firmemente en territorio positivo, con el sentimiento impulsado por la perspectiva de que los tipos de interés han tocado techo.
De cara a 2024, las acciones del Reino Unido y de la Europa continental presentan valoraciones más atractivas que las de Estados Unidos en su conjunto, tras las fuertes subidas de los índices en 2023. Dicho esto, Fabiana Fedeli, CIO de renta variable, multi-activos y sostenibilidad, destaca que las rentabilidades superiores de la bolsa estadounidense han estado muy concentradas, con lo que este mercado podría aún ofrecer oportunidades excelentes a los inversores activos dispuestos a investigar más a fondo. Además, tras unos meses de convergencia de las rentabilidades, estamos comenzando a volver a ver una mayor dispersión en las acciones globales, incluso en los mismo sectores, lo cual proporciona apoyo a los enfoques de inversión activa de cara a 2024.
Significativamente, un bajón económico potencial podría generar presión sobre los mercados de renta variable el año que viene, con lo que la selectividad seguirá siendo un aspecto esencial. Fabiana sugiere que los inversores pueden seguir encontrando oportunidades de inversión atractivas si se centran en empresas capaces de beneficiarse de motores estructurales a largo plazo en lugar de aquellas con una exposición más cíclica.
Dave Fishwick, director de inversión macro, sostiene que en caso de que se produzca un cambio estructural hacia un entorno de tipos más altos, la inversión activa podría desempeñar un papel cada vez más importante en el futuro. Desde el punto de vista de Dave, las gestoras activas podrían beneficiarse de la dispersión elevada en renta variable y en renta fija. En un entorno cada vez más competitivo y una coyuntura económica potencialmente más complicada, el análisis en profundidad volverá nuevamente a un primer plano en el marco de los esfuerzos de los inversores para tratar de distinguir entre los «ganadores y perdedores» del futuro.
Termina el año y lo hace con los gestores globales manteniendo el optimismo que fueron recuperando en estos meses. La última encuesta de BofA, que corresponde a diciembre, muestra que mantienen el sentimiento más positivo desde enero de 2022. En consecuencia, el nivel de efectivo cae al 4,5% frente al 4,7% del mes pasado, situándose en mínimos de hace dos años.
“Nuestra medida más amplia del sentimiento de los FMS, basada en las posiciones de efectivo, la asignación de acciones y las expectativas de crecimiento económico, subió a 3,4% desde 2,5%. Tras el FMS de diciembre, el indicador BofA de alcistas y bajistas se mantiene en 4,7%”, indica la entidad en los resultados de su encuesta.
En cuanto a las expectativas de crecimiento, estas siguen siendo pesimistas, pero mejoraron en diciembre respecto a noviembre, pasando del 57% neto al 50% neto que espera una economía más débil. De hecho, el 66% prevén un aterrizaje “suave” o “nulo”, mientras que un 23% espera un “aterrizaje duro”. Justamente, entre los principales riesgos, los gestores encuestados consideran que ese “aterrizaje duro” es el principal riesgo de cola para el próximo año. A estos riesgos se suman, por orden, que la inflación siga siendo elevada y obligue a que los bancos centrales mantengan una posición agresiva; un empeoramiento de la geopolítica; que se produzca un evento de crédito sistémico; las elecciones en EE.UU. del próximo año; y una crisis bancaria en China.
“El sector inmobiliario chino es ahora la fuente más probable de un evento crediticio sistémico, con un 29% (frente al 18%), en sustitución del sector inmobiliario comercial estadounidense (que pasa del 35% al 25%). Aumenta el porcentaje de inversores que consideran que la banca en la sombra estadounidense (por ejemplo, el crédito privado) es la fuente más probable de un evento crediticio (del 21% al 24%)”, señala la encuesta.
Por último, cuando se les preguntó sobre el momento de la recesión para la economía de EE.UU., el 36% dijo que no espera recesión alguna en los próximos 12 meses, mientras que el 32% espera que EE.UU. entre en recesión en el segundo trimestre de 24. Además, las perspectivas de beneficios también mejoraron y pasaron del 36% al 26%, en cambio, se espera un deterioro de los beneficios globales.
Otros dos datos relevantes que muestra la encuesta son que 8 de cada 10 esperan una menor inflación y el 89% afirma que los tipos a corto plazo bajarán en los próximos 12 meses, la mayor cifra registrada. Así pues, el 91% de los inversores del FMS cree que la Fed ha terminado su ciclo de subidas de tipos.
Posicionamiento de las carteras
Con este optimismo y visión macro, los gestores sobreponderan la renta variable en relación con el efectivo desde enero de 2022. “La asignación de efectivo cae al 3%, siendo la menor desde abril de 2021, y 15 p.p. menos intermensual, representando el mayor descenso mensual desde las elecciones de EE.UU. en noviembre de 2020. “La asignación a renta variable aumenta hasta el 15% neto (la mayor desde febrero de 2022), 13 p.p. más intermensual (mayor mensual desde noviembre del 2022)”, indica la encuesta.
En general, en diciembre, los inversores en FMS rotaron hacia acciones, bancos, zona euro, industriales y materiales, y abandonaron efectivo, materias primas, energía, Japón y REITs.
Respecto a la renta fija, los gestores siguen apostando por los bonos, activo que experimenta la mayor sobreponderación desde marzo de 2009. Es más, el 45% considera que será el activo que “mejor rinda” en 2024. Esta visión tiene mucho que ver con su visión sobre los posibles cortes de tipos que la Fed iniciará en 2024. Por eso, al ser preguntados por qué activo se beneficiará de una posible bajada, el 26% afirma que “los bonos del Tesoro estadounidense a largo plazo a 30 años”, mientras que el 20% apunta a “tecnología de larga duración (por ejemplo, biotecnología, renovables).
Los miembros del Group of Boutique Asset Managers (GBAM) sugieren en sus perspectivas anuales que hay factores que apuntan hacia una normalización en 2024. Estas gestoras internacionales consideran que hay una serie de temas fundamentales para el próximo año, entre ellos: el retroceso de la inflación y los tipos de interés.
Desde esta red mundial de gestores de activos especializados, independientes y afines explican que, el elemento de incertidumbre en torno a los tipos es si pueden mantenerse en niveles que provoquen un aterrizaje suave, cuando no una recesión en determinados mercados desarrollados. Pero al mismo tiempo se vislumbra una oportunidad: los mercados emergentes podrían salir ganando con los recortes de tipos de la Reserva Federal de EE.UU. junto con unas elecciones locales que propicien cambios políticos y reformas económicas.
Según sus consideraciones, el factor político se cierne sobre ellos, ya que más de la mitad de la población mundial acudirá a las urnas hasta 2024, mientras que los conflictos en curso en Europa y Oriente Medio, en particular, suponen una amenaza para los precios de los alimentos y la energía.
Además añaden que, a pesar de la continua marcha de la tecnología, la digitalización y la Inteligencia Artificial, la menor probabilidad de que los Siete Magníficos representen una parte tan grande de los rendimientos del mercado de valores pondrá el foco en la gestión activa en medio del reconocimiento de las valoraciones en las clases de activos tradicionales y las oportunidades de diversificación en alternativas y bonos convertibles.
Desde Edimburgo (Escocia), Andrew Ward, CEO de Aubrey Capital Management, gestora global especializada, afirma: “Los tres factores mundiales que con mayor probabilidad afectarán a nuestro negocio en 2024 son la normalización de la inflación y los tipos de interés mundiales, lo que devolverá el dinero a los bolsillos de los consumidores de a pie y aumentará los ingresos del tipo de empresas en las que invertimos; la disminución de los conflictos interestatales y la amenaza de los mismos, lo que creará más estabilidad para que florezca el comercio y las personas de a pie puedan vivir sus vidas, viajar y gastar el dinero que tanto les ha costado ganar como deseen; y el desarrollo sensato y el crecimiento de la IA (y otras tecnologías apropiadas) que benefician a las empresas modestas como la nuestra, lo que nos permite la posibilidad de hacer más procesamiento de datos de rutina (de diversos tipos) en la empresa, por lo tanto, depender menos de costosos proveedores casi monopolísticos, en última instancia, lo que nos permite reducir drásticamente los honorarios y mejorar los rendimientos netos para nuestros clientes”.
También en la región de Europa, José Luís Jiménez, director general de Inversiones de Mapfre y Cofundador de GBAM, pone el foco en la política y la incertidumbre. “La historia, como la economía, es cíclica y teniendo en cuenta que el próximo año más de la mitad de la población del mundo irá a las urnas, a pesar de que muchos de los resultados de las votaciones ya se conocen, la incertidumbre está por todas partes Sin embargo, la mayoría de los inversores están sufriendo una especie de síndrome de Peter Pan: la bajada de los tipos de interés está a la vuelta de la esquina el año que viene y, gracias a un mercado laboral fuerte, al ahorro de COVID-19 y a una financiación más barata, la economía mundial irá bien. Pero todos los economistas experimentados saben que una cosa son las predicciones y otra la realidad. Muchas cosas podrían salir mal el año que viene”, afirma.
Al desplazar la atención de los mercados desarrollados a los emergentes, hay indicios de que los inversores podrían llegar a apreciar este sector más que en los últimos años. Reflexionando sobre las oportunidades relativas para los mercados emergentes, Ladislao Larraín, CEO de LarrainVial AM, la mayor gestora de activos no bancaria de Chile, con sede en Santiago, afirma: “El cambio en el ciclo de política monetaria de la Reserva Federal es clave para mejorar la rentabilidad de los activos en las economías emergentes. La aceleración del descenso de la inflación en Estados Unidos y a nivel mundial ha hecho probable que los recortes de tipos de la Fed se materialicen antes de mediados de 2024. En este contexto, somos muy optimistas sobre la evolución política y macroeconómica en América Latina, donde las recientes elecciones han sido ganadas por fuerzas favorables al libre mercado. Esto, unido a los resultados muy negativos en las encuestas de la mayoría de las coaliciones de izquierda en el poder, promete invertir la marea rosa en la región. Además, los países de la región cuentan con historias macroeconómicas favorables, como el auge de las exportaciones agrícolas y petroleras en Brasil y la deslocalización cercana en México”.
Por su parte, Charles Ferraz, CEO de la boutique de inversión Itaú USA Asset Management, con sede en Nueva York, añade: “De cara a 2024, los mercados estadounidenses siguen influidos por las fluctuaciones de los tipos de interés, el gasto público y la posible volatilidad relacionada con las elecciones. Se recomienda cautela para los mercados de renta variable de EE.UU., pero la renta variable de los mercados emergentes debería beneficiarse del escenario. En Brasil, los mercados anticipan ganancias potenciales a medida que bajen los tipos de interés mundiales, junto con los ajustes locales en curso. Con una cuenta corriente robusta, un posicionamiento geopolítico favorable y unos mercados de capitales en crecimiento, Brasil se convierte en un destino atractivo para las inversiones. Sin embargo, el déficit fiscal sigue siendo un reto. En conjunto, esta dinámica sienta las bases para el optimismo tanto en el mercado de valores como en la moneda local (BRL)”.
Si miramos hacia otra región emergente, es inevitable hablar de Asia. Desde Hong Kong, Ronald Chan, director de Inversiones y Fundador de Chartwell Capital, gestor de activos independiente centrado en la Gran Área de la Bahía de China y en la región Asia-Pacífico, señala las elecciones del próximo año en Taiwán y las elecciones presidenciales en EE.UU. como acontecimientos especialmente importantes que afectarán al entorno empresarial local, junto con las decisiones sobre tipos de la Fed que afectarán a los precios de los activos y a los mercados bursátiles en Asia. “La posibilidad de una ralentización económica mundial podría plantear retos a las empresas de Hong Kong; sin embargo, es importante señalar que los retos suelen ir acompañados de oportunidades, y las empresas capaces de adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado pueden encontrar nuevas vías de crecimiento e innovación”, comenta.
Según su visión, el mercado local se enfrenta a condiciones específicas: las valoraciones de las acciones locales de Hong Kong están en su nivel más bajo de los últimos 30 años; la rentabilidad de los dividendos está en muchos casos en su nivel más alto, oscilando entre el 8% y el 11%; y mientras que el capital extranjero se ha mostrado cauto debido a las preocupaciones en torno a China, el capital de China continental puede estar pasando por alto a las empresas locales.