¿Están los valores del sector salud posicionados para una mejora en 2024?

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Durante gran parte de 2023, el sector salud tuvo que soportar la resaca de la covid-19, ya que algunas empresas registraron una brusca caída de sus ingresos tras el fin de la emergencia de salud pública. La demanda de diagnósticos y los “picos y palas” empleados para fabricar vacunas, por ejemplo, disminuyeron, lo que lastró a las empresas de herramientas y servicios, que también se enfrentaron a un exceso de inventarios en sus clientes. En el sector biofarmacéutico, las ventas de vacunas y productos terapéuticos relacionados con la covid-19 superaron los 90.000 millones de dólares en 2022, aproximadamente el 20% de todas las ventas de fármacos biotecnológicos superventas de ese año (un medicamento superventas es el que registra unas ventas anuales de 1.000 millones de dólares o más). Para 2023, algunas empresas prevén que sus ingresos relacionados con la covid-19 caigan hasta un 80%.

Esta desaceleración era necesaria y ya la esperábamos. También debería empezar a mejorar a medida que nos adentramos en 2024, lo que facilitaría las comparaciones de ventas interanuales. Resulta alentador que, si excluimos los productos relacionados con la covid-19, los beneficios de muchas biofarmacéuticas hayan seguido creciendo. Y las empresas de herramientas estiman que lo peor de la reducción de existencias ya ha pasado (o tocará fondo en los próximos meses). Las empresas también han actuado para adecuar las estructuras de costes, lo que se espera que contribuya a la expansión de los márgenes de beneficios durante el próximo año. En resumen, tras un año poco habitual de caída de beneficios para el sector salud, esperamos que los beneficios se recuperen en 2024.

Este año ha sido difícil perderse el entusiasmo generado por una nueva clase de medicamentos para adelgazar, conocidos como agonistas de GLP-1. Estas terapias actúan imitando las hormonas intestinales que regulan el apetito y han logrado niveles sin precedentes de pérdida de peso en los pacientes, de entre un 15% y más de un 20%.

Los datos indican que los fármacos también podrían tener otras ventajas para la salud. En ensayos clínicos, Wegovy, el primer GLP-1 indicado para la obesidad, redujo en un 20% el riesgo de infarto de miocardio, ictus y fallecimiento en personas con enfermedades cardiovasculares y obesidad. Los GLP-1 se comercializan desde hace más de una década para la diabetes y aún se están descubriendo otros efectos beneficiosos, incluso en enfermedades cardiovasculares, hepáticas y renales.

Creemos que los GLP-1 podrían ser la mayor oportunidad de mercado biofarmacéutico hasta la fecha, con unas ventas superiores a los 100.000 millones de dólares antes de que termine la década. Pero estos medicamentos también han hecho saltar las alarmas sobre el futuro de los productos sanitarios y los fármacos que tratan enfermedades relacionadas, desde la apnea del sueño y las cardiopatías hasta la ortopedia.

Creemos que la realidad tendrá muchos más matices y que la reacción instintiva, que ha provocado una caída de los valores de los dispositivos médicos y de determinadas biotecnologías, es exagerada. En primer lugar, los GLP-1 podrían tardar décadas en doblar las curvas de demanda. Por ejemplo, para una persona de 60 años con sobrepeso y artrosis, es poco probable que un GLP-1 recetado hoy elimine la necesidad de un procedimiento de rodilla, ya que la artrosis es en gran medida irreversible. Es más, los GLP-1 podrían ayudar a impulsar la demanda si la gente vive más (ya que el uso de dispositivos está muy relacionado con la edad) o permitir que más personas cumplan los requisitos para someterse a procedimientos, gracias a la pérdida de peso.

La medicina tampoco suele ser binaria, ya que casi todas las afecciones se tratan mejor con múltiples clases terapéuticas y rara vez se curan por completo. Los fármacos para reducir el colesterol conocidos como estatinas, por ejemplo, son enormemente eficaces para reducir las enfermedades cardiovasculares, pero no han hundido la demanda de dispositivos médicos cardíacos. En cuanto a las formas graves de la enfermedad del hígado graso, en nuestra opinión, los datos de los ensayos con GLP-1 no son comparables a los medicamentos que actúan más directamente sobre el hígado y la fibrosis. Si nos basamos en los resultados de los estudios clínicos y en la opinión de los médicos, creemos que otras clases de fármacos desempeñarán un papel clave en el tratamiento de esta gran indicación (con una prevalencia de 10 millones solo en EE. UU.).

En resumen, creemos que los GLP-1 suponen un enorme avance médico, pero no descartamos el resto del sector. Al contrario, pensamos que muchas de las empresas afectadas aún están en condiciones para crecer a largo plazo, dada la complejidad de la atención sanitaria y la enorme necesidad médica no atendida.

La volatilidad ha ejercido presión a la baja sobre las valoraciones de las empresas de herramientas y dispositivos, así como de áreas tradicionalmente defensivas del sector salud, como la gestión sanitaria. Estos valores sufrieron baches en 2023, cuando una nueva normativa redujo las tasas de reembolso en Medicare Advantage (la versión privada del plan de salud federal para ancianos) y disminuyó la inscripción en Medicaid (que proporciona cobertura sanitaria a las familias de renta baja). El aumento de los costes de utilización fue otra dificultad, ya que la gente volvió a depender de su seguro para retomar su atención médica rutinaria que habían postergado (otra resaca de la covid-19).

Pero estos problemas podrían encontrar una solución en 2024. Las aseguradoras, por ejemplo, pueden subir las primas cada año para compensar los costes (como han hecho en los últimos meses). El envejecimiento de la población hace que Medicare Advantage siga siendo el área de mayor crecimiento del sector, mientras que los antiguos afiliados a Medicaid podrían optar a seguros privados subvencionados por el Gobierno federal.

En biotecnología, muchos valores cotizan con descuentos aún mayores; según algunas mediciones, los mayores que hemos visto nunca. Tras una caída récord en 2021 y 2022, las acciones biotecnológicas de pequeña y mediana capitalización se vieron atrapadas en la masiva ola de ventas de activos de crecimiento de larga duración cuando los rendimientos del Tesoro a 10 años empezaron a subir en 2023. Esto no es inusual, ya que tendemos a observar que la biotecnología registra una rentabilidad inferior cuando suben tipos, prestando menos atención a los acontecimientos específicos de las acciones. Pero algunos movimientos del mercado parecían extremos, ya que incluso noticias positivas ―como el anuncio por parte de una empresa de la aprobación de su nueva terapia para la gestión del fosfato en diálisis― daban lugar en algunos casos a rentabilidades negativas.

Así, el índice S&P Biotechnology Industry1, una referencia de los valores biotecnológicos de gran capitalización del índice S&P 500®, presenta un descuento de casi el 25% con respecto a su media de 30 años.2 Y el número de empresas biotecnológicas en fase de desarrollo que cotizan por debajo del valor del tipo de efectivo en sus balances marcó su máximo histórico en octubre (gráfico 1).

Una vez más, creemos que las ventas son exageradas. Aunque al sector le tocaba una cierta racionalización, muchas empresas están realizando avances médicos significativos. De hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) aprobó más de 55 terapias novedosas en 2023, con docenas más de solicitudes pendientes de revisión a mediados de noviembre.3 A ese ritmo, podría ser un año récord para el lanzamiento de fármacos.

Además, muchos de estos nuevos fármacos abordan grandes categorías de enfermedades en las que antes existían pocas opciones de tratamiento, como el alzhéimer y la distrofia muscular de Duchenne (una enfermedad hereditaria, a menudo mortal, que provoca la pérdida de masa muscular y afecta a los niños). Estos fármacos están iniciando ahora lo que podría ser un periodo de diez años de crecimiento de los ingresos, gracias a la protección de las patentes. También hay más avances en el horizonte, como la primera terapia oral para la enfermedad del hígado graso y un nuevo tipo de tratamiento que inhibe las mutaciones KRAS, muy presentes en los tumores de cáncer de páncreas, pulmón y colorrectal.

Mientras tanto, el fin del ciclo de endurecimiento de tipos de la Reserva Federal podría ser una bendición para la biotecnología. Las rebajas de tipos también podrían ser bienvenidas incluso si indican que nos encaminamos hacia una desaceleración económica o una recesión. Históricamente, la biotecnología ha tendido a comportarse mejor durante periodos así, beneficiándose de un tipo de descuento más bajo y, lo que es más importante, de motores innovadores que son independientes del crecimiento económico (gráfico 2).

De hecho, el sector salud en general ha resistido bien durante las recesiones. Desde el año 2000, de media, el índice MSCI World Health Care solo ha captado el 47% de las caídas, mientras que el índice MSCI World cayó un 15% o más.4 Con unas valoraciones actuales atractivas en general en todo el sector, pensamos que la salud podría estar bien posicionada para ofrecer resiliencia en caso de que las perspectivas económicas empeoren.

Ese tipo de defensa puede ser rara de encontrar en un sector que también puede proporcionar importantes oportunidades de crecimiento. Creemos que todo ello se traduce en un recorrido potencialmente mejor para los inversores del sector salud en 2024.

 

Tribuna de opinión de Andy Acker y Dan Lyons, gestores de Janus Henderson Investors. 

¡Bienvenidos a 2024!: estos son los principales mensajes de las gestoras internacionales para este año

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Arranca un nuevo año y lo hace con un paradigma de fondo diferente. Las gestoras internacionales han insistido en que la evolución de la inflación, las políticas monetarias de los bancos centrales, los riesgos geopolíticos y las megatendencias estructurales que se han acentuado tras la pandemia dibujan un nuevo escenario para los mercados y las inversiones. Definitivamente, las dinámicas del juego de los últimos diez años han cambiado. 

Según Joe Davis, Chief Economist and Global Head of Investment Strategy Group para Vanguard, las tasas de interés elevadas se convertirán en la nueva norma para muchas economías a nivel mundial. “Hay una poderosa paradoja en este nuevo mundo de tasas más altas: si bien es probable que la volatilidad de los mercados financieros a corto plazo siga siendo elevada, los inversores a largo plazo y bien diversificados se beneficiarán de un retorno a tasas reales positivas”, explica.

Para ​​David Page, Head of Macro Research de AXA IM, las perspectivas para 2024 y 2025 se construyen sobre las incertidumbres de finales de 2023, aunque en menor medida que a principios de 2020, cuando el mundo se vio inmerso en la pandemia. “Las incertidumbres geopolíticas reflejan las de finales de 2021, antes de la invasión rusa de Ucrania, mientras que la crisis de Oriente Medio plantea un riesgo importante para la economía mundial. Una escalada del conflicto podría tener un marcado impacto en los precios del petróleo, la actividad regional y el sentimiento mundial. Sin embargo, no es evidente que una escalada sea la trayectoria que seguirá el conflicto, con Estados Unidos y otros países apoyando a Israel con cautela, y junto a intereses más divergentes a lo largo de la Península Arábiga que ponen freno a las fuerzas reaccionarias”, sostiene Page.

Más allá de la geopolítica, el experto de AXA IM considera que existe incertidumbre en torno a la posición en el ciclo de la economía mundial. Según explica, esto se ejemplifica en EE.UU., donde las expectativas de recesión se han desvanecido. “Las recientes convulsiones económicas no han sido cíclicas: la pandemia fue un choque exógeno que forzó una profunda recesión, lo que dio lugar a una restricción de la oferta y a respuestas políticas que impulsaron la demanda. La inflación resultante no fue el producto de un recalentamiento de la economía al final del ciclo. La incertidumbre sigue sobrevolando el grado de cuasi-cambio estructural prácticamente permanente que han experimentado las economías, así como el equilibrio entre la restricción de los bancos centrales y la demanda reprimida. La evaluación que hacemos es si la economía se enfrenta a un ajuste de fin o de mitad de ciclo”, argumenta.

En este contexto, Nils Rode, director de Inversiones de Activos Privados de Schroders Capital, advierte: “Los inversores no deberían confiar automáticamente en lo que ha funcionado en el pasado. En lugar de ello, las estrategias y las inversiones deben evaluarse en función de su idoneidad para el nuevo mundo en el que estamos entrando. Es el momento de ser previsores y reflexivos. El 3D Reset, la revolución de la IA, la ralentización de los mercados privados y el aumento de los tipos de interés mundiales marcan una nueva era para la inversión en activos privados. Centrándose en las tendencias a largo plazo, diversificando las carteras y replanteándose las estrategias del pasado, los inversores pueden navegar con éxito por esta nueva era”. 

Para T. Rowe Price la inflación sigue siendo un foco de atención y prevé que siga siendo un riesgo en 2024. Según su visión, la inflación en Estados Unidos, actualmente en torno al 3,2%, se mantiene en niveles bastante elevados. Los precios de consumo subyacentes, es decir, ajustados por los componentes volátiles de la energía y los alimentos, se han suavizado en Estados Unidos, mientras que los precios generales han caído rápidamente porque los precios del petróleo se han desplomado desde más de 95 dólares a unos 80 dólares el barril. Pero el descenso de la inflación subyacente, por el contrario, no ha sido tan rápido en Europa, donde a los precios les está costando más replegarse debido al componente más exuberante de los servicios.

“Por estas razones, seguimos muy de cerca los precios del petróleo, que siguen influyendo directa e indirectamente en el IPC, ya que forman parte de los costes de producción y de viaje, por ejemplo. Los precios de la energía, en general, podrían volver a subir en caso de un invierno especialmente frío o de un aumento de las tensiones en Oriente Medio”, afirma Yoram Lustig, responsable de Multi-Activos para EMEA & Latam de T. Rowe Price

Los mensajes de las gestoras

Desde BlackRock señalan que es necesario conocer y comprender este nuevo entorno económico para poner el dinero a trabajar. “Hemos pasado de la gran moderación a una inflación más alta, a unos tipos más altos, a ser más selectivos con los activos y a mayor presencia de activos de riesgo. Básicamente, creemos que ha llegado el momento de ser más tácticos y repasar las carteras en busca de oportunidades. El contexto es muy importante. Creemos que el mercado está interpretando el nuevo régimen de forma errónea. El mercado lo está viendo como algo cíclico y en verdad creemos que ciertas tendencias son estructurales, como la transición energética o las tensiones geopolíticas, lo cual puede suponer volatilidad e incertidumbre para este año”, afirma Javier García-Díaz, responsable de ventas de BlackRock para Iberia.

Ante este análisis del entorno que nos rodea, BlackRock traslada a los inversores tres temas clave para invertir este año: gestión del riesgo macroeconómico; ser más activo y selectivo en la construcción de carteras; y aprovechar las megafuerzas estructurales. Según sostienen en su documento de perspectivas, los inversores deberían tratar de neutralizar las exposiciones macroeconómicas o -si tienen una gran convicción- ser deliberados sobre qué exposiciones toman. “Vemos más posibilidades de superar al mercado ahora que en la Gran Moderación, menos volátil. Las restricciones a la producción abundan. Los bancos centrales se enfrentan a compromisos más duros en la lucha contra la inflación y no pueden responder a un crecimiento vacilante como antes. Creemos que esto conduce a una mayor dispersión de opiniones”, indican. 

Para García-Díaz, hasta ahora ser más o menos estático en las inversiones había funcionado, pero ahora considera que los inversores deben ser más ágiles, selectivos y activos en la construcción de carteras y en la toma de decisiones. “Tenemos el foco puesto en la generación de alfa, el uso de ETFs y la incorporación de otros activos, como los mercados privados, para lograr estos objetivos”, matiza el responsable de ventas de BlackRock para Iberia. Por último, señala que en este nuevo régimen de mercado han identificado cinco temas de inversión a los que estar atentos: evolución digital e inteligencia artificial; transición energética; futuro de las finanzas; desglobalización y envejecimiento de la población. 

El mensaje de Mabrouk Chetouane, responsable de estrategia de mercados global de Natixis IM Solutions, para 2024 es tener cuidado con las expectativas del mercado y de las inversiones. “Este será otro año de turbulencias. Las expectativas de los inversores sobre todo en bonos fue muy alta, por eso para ellos ha sido un 2023 muy decepcionante desde noviembre. Eso hace que la pregunta para 2024 sea si será o no el año de los bonos. Para dar una respuesta será clave entender en qué parte del ciclo empresarial estamos”, señala en primer lugar. A estas expectativas de los inversores se suman las que tiene el mercado sobre la rebaja de tipos de interés. “El mercado espera cinco recortes de tipos. En mi opinión son demasiados porque no creo que la economía estadounidense vaya hacia una recesión. Creo que veremos tres recortes por parte de la Fed y no los realizará de forma inmediata. La institución monetaria ha decidido mantener un poco de soporte a la economía y evitar recortar los tipos antes de asegurarse que la inflación no vuelva a dispararse”, afirma el responsable de Natixis IM Solutions. 

Mirando la cartera

En el caso de Vanguard, defienden que, a pesar de las críticas equivocadas de los escépticos, los argumentos a favor de una cartera equilibrada son sólidos. “Los inversores a largo plazo en carteras 60/40 han visto un aumento espectacular en la probabilidad de lograr una rentabilidad nominal del 7%. Esto se debe, en parte, a la subida de los tipos de interés, que ha provocado un aumento sustancial de las expectativas de rentabilidad de los bonos. Sin embargo, en el caso de la renta variable, el entorno de tipos más altos deprime las valoraciones de los precios de los activos en los mercados mundiales, al tiempo que reduce los márgenes de beneficio, ya que a las empresas les resulta más caro emitir y refinanciar deuda”, explica Davis de Vanguard.

​​Una visión que también defiende Chris Iggo, CIO Core Investment Managers en la gestora de fondos AXA Investment Managers y presidente del AXA IM Investment Institute:El entorno de los tipos de interés conduce ahora a una visión menos negativa. Una de mis narrativas para 2023 ha sido que la cartera 60/40 ha vuelto y, para 2024, un enfoque equilibrado de renta fija y renta variable debería resultar atractivo para los inversores”, afirma. 

En cuanto a las expectativas de rentabilidad de la renta fija en estos momentos, Iggo considera que la atención debe centrarse en el carry. “Si los rendimientos se acercan a un rango neutral en términos de valoración, las plusvalías de las carteras de bonos serán más difíciles de obtener”, afirma el experto, y añade que “el reto para el próximo año debe ser la asignación de capital basada en una mayor estabilidad en los mercados de tipos y adaptarse cuando las cosas cambien: ser más bajistas en bonos si hay que librar de nuevo la batalla de la inflación, y más alcistas si resulta que la Fed sabe algo (malo) que nosotros no sabemos”. 

Las gestoras también advierten a los inversores de que los activos alternativos, hacia los que se habían vuelto durante este año, tienen que permanecer en la cartera. Según M&G, los inversores inmobiliarios internacionales tendrán que apoyarse mucho más en el crecimiento y en la generación de altos rendimientos si quieren competir con éxito en la coyuntura económica de tipos de interés más altos y un mayor coste de la deuda que impregna numerosos mercados.

“Los días de tipos de interés más bajos durante más tiempo han quedado atrás. Los inversores inmobiliarios de todo el mundo ya no pueden depender de la compresión de los rendimientos y de la financiación con deuda barata para obtener beneficios. Tienen que cambiar de mentalidad de forma radical. Puede que los inversores se sientan naturalmente atraídos por el crecimiento, pero las rentas también tienen una importancia clave ante unos tipos de interés ahora elevados”, señala José Pellicer, responsable de estrategia de inversión en M&G Real Estate.

Por eso Pellicer sostiene que invertir en áreas con fuertes catalizadores de la demanda como son los sectores residencial e industrial podría ofrecer rentabilidades atractivas gracias al elevado crecimiento de las rentas; al igual que aquellos sectores que permitan repercutir la inflación a los inquilinos, como los supermercados con contratos de alquiler de largo plazo. “También podría generar atractivas perspectivas de ingresos el compromiso de mejorar los activos o invertir en propiedades poco apreciadas. A medida que los mercados inmobiliarios mundiales se adaptan al debilitamiento de la economía china, a las crecientes complejidades de las cero emisiones netas y a los cambiantes patrones de demanda y ocupación, esperamos presenciar señales de mayor confianza mientras los inversores reajustan el enfoque ante un panorama económico completamente distinto”, añade el responsable de M&G. 

Por último, Amadeo Alentorn, gestor de inversiones del área de Renta Variable Sistemática de Jupiter AM, sugiere que los principios de sentido común, como la diversificación, deberían primar frente al exceso de confianza a la hora de formular previsiones. Según reconoce, los inversores actualmente están sumidos en una gran incertidumbre en relación con las perspectivas para los próximos doce meses, ya sea en la economía, la esfera geopolítica o los mercados. “Las estrategias neutrales al mercado pueden elevar la diversificación generando un flujo de rentabilidades que no guardan correlación ni con las acciones ni con los bonos. Una estrategia de renta variable neutral al mercado puede invertir en acciones, pero el perfil de rentabilidad puede ser bastante diferente, por lo que, en nuestra opinión, es una clase de activos diferente”, sugiere Alentorn.

Además propone no centrarse en un solo estilo, sino buscar la combinación que más se adecue a las necesidades del entorno económico. “Un estilo de inversión value consiste en comprar acciones que están baratas. Un estilo de inversión growth consiste en comprar acciones de empresas que crecen con fuerza. El estilo de un inversor es muy importante a la hora de determinar sus rentabilidades globales. Los mercados pueden abordarse como periodos favorables al estilo value y periodos favorables al estilo growth. Otros estilos de inversión bien estudiados son la calidad, el momentum y la baja volatilidad. Muchos inversores escogen un estilo de inversión y se aferran a él. ¿Es bueno eso? Para algunos, cambiar de estilo es casi un atentado a la moral, un pecado denominado desviación de estilo o style drift, pero ¿por qué no variar el estilo si las condiciones del mercado cambian? El inversor value no obtiene ninguna recompensa si las acciones baratas siguen abaratándose y el inversor growth puede encontrarse en una posición vulnerable cuando las acciones sufren sobrecompra. Los dos estilos —todos, en realidad— tienen sus cosas buenas y sus cosas malas”, defiende el experto de Jupiter AM.

Efama llama a crear nuevas categorías de productos de cara a la divulgación de las finanzas sostenibles

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La revisión del Reglamento sobre Divulgación de Información Financiera Sostenible (SFDR) es una oportunidad para mejorar la transparencia para los inversores. Desde la Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés) consideran que este reglamento ha promovido la transparencia en las finanzas sostenibles, sin embargo, su uso por los participantes del mercado como un régimen de etiquetado ESG de facto lo ha llevado más allá de sus intenciones originales y no siempre ha sido útil. 

La actual revisión de la Comisión Europea tiene que abordar cómo el SFDR puede proporcionar información más clara y significativa para los inversores minoristas, promover las finanzas relacionadas con la transición energética y alinearse bien con otra legislación pertinente. Se necesitan urgentemente cambios sostenibles reales a nivel empresarial y un marco regulador que funcione bien, permitiendo a los inversores sostenibles contribuir a esta transición económica y tecnológica de forma más eficiente”, argumentan desde Efama. 

“El uso que se está haciendo de los artículos 8 y 9 del SFDR como si fueran etiquetas pone de manifiesto la creciente necesidad del mercado de un sistema de categorización bien definido. Esto simplificaría el panorama para los inversores, especialmente si estas categorías tienen nombres que sean intuitivamente comprensibles. Al mismo tiempo, también vemos ventajas en aprovechar la familiaridad existente en el mercado con los conceptos del SFDR, como los PAIs, usándolos como complemento en un régimen de categorización de productos», señala Anyve Arakelijan, asesora de Política Reguladora de Efama.

Según defiende Tanguy van de Werve, director general de Efama, la del es muy necesaria y celebra que la Comisión esté abierta a cambios bastante significativos si redundan en beneficio de los inversores. “Cualesquiera que sean los cambios, el régimen de sostenibilidad del inversor en virtud de la MiFID y la IDD tendrá que alinearse en consecuencia para mejorar el recorrido del cliente y facilitar la inversión sostenible”, afirma. 

En este contexto, Efama propone una serie de soluciones:

  • Un sistema de categorización basado en la intención del producto: categorizar los productos financieros según sus intenciones de sostenibilidad utilizando criterios objetivos, incluyendo una descripción clara de las intenciones del producto, una explicación de las estrategias ESG que se seguirán y la especificación de KPIs creíbles.
  • Finanzas de transición: el concepto de financiación de la transición debe definirse claramente e integrarse en el SFDR. «Esto incentivará las inversiones que ayuden a las empresas a avanzar hacia un modelo empresarial más sostenible, en lugar de centrarse únicamente en proyectos o empresas que ya son sostenibles», explican desde Efama. 
  • Simplificar la información de los productos: introducir una plantilla de divulgación estándar para todos los productos financieros con declaraciones de sostenibilidad, haciendo que la información sea más accesible para los inversores minoristas.
  • Alinear con la normativa de distribución: para que las categorías de productos sean efectivas en la práctica, deben ser comprensibles para los inversores minoristas. Por lo tanto, Efama considera crucial alinear cualquier cambio en la SFDR con las preferencias de sostenibilidad de los inversores en virtud de la MiFID y la IDD. Información simplificada a nivel de entidad: Para evitar duplicidades innecesarias, la información sobre sostenibilidad a nivel de entidad dentro de la SFDR debería alinearse con la Directiva sobre Información de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) para reducir costes y centrarse en proporcionar información que realmente ayude a la toma de decisiones.

Quien tiene un fondo de inversión, tiene un tesoro (fiscal)

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En los últimos compases del año, llega el momento de hacer balance y de elaborar la clásica lista de deseos para 2024. Por supuesto, es un momento excelente también para poner en valor todo lo bueno que hay en nuestras vidas.

En los últimos doce meses, y también durante los últimos años, la incertidumbre y la volatilidad se han instalado en los mercados, lo que ha provocado en muchos casos que los inversores hayan salido de forma precipitada asumiendo pérdidas dolorosas o, por el contrario, hayan deshecho posiciones con importantes ganancias.

En este último escenario, cuando en 2024 los inversores tengan su cita con Hacienda, tendrán que declarar dichas ganancias… a no ser, claro, que hayan invertido en fondos de inversión. Por esto, el final del año también es el momento en el que los partícipes de fondos de inversión se felicitan por una de las grandes ventajas de este producto de inversión: la fiscalidad de los fondos de inversión. 

La fiscalidad de los fondos de inversión lleva años sin sufrir modificaciones y no se espera ningún tipo de cambio en el corto y medio plazo. Podríamos decir que, al igual que quien tiene un amigo tiene un tesoro, quien tiene un fondo de inversión, tiene un tesoro fiscal.

Que tenga ese grado de seguridad jurídica convierte este producto de inversión en ideal para el inversor minorista, y las ventajas que los fondos de inversión ofrecen lo consolidan en este sentido, con independencia de si el fondo invierte en renta fija o renta variable.

Por ejemplo, si queremos invertir en renta fija, podemos hacerlo a través de bonos corporativos o Letras del Tesoro, entre otros. Pero con independencia de la rentabilidad que ofrezcan tienen algo en común, y es que estos productos tributan una vez lleguen a su vencimiento y obtengamos la rentabilidad comprometida. 

Sin embargo, si invertimos en esta clase de activos a través de un fondo de inversión, tenemos la capacidad de elegir cuándo y por qué importe tributar ya que puedo querer reinvertir todo o parte, si no necesito todo el dinero invertido, y así beneficiarme del régimen de traspasos.

Para el caso de la renta variable, vemos que nos encontramos en un escenario parecido. Tenemos la opción de adquirir acciones por nuestra cuenta. Con esto, deberemos tributar, en todo caso, por los dividendos que nos entreguen dichas acciones. Además, si queremos deshacernos de ellas para comprar las de otra compañía, deberemos tributar por las plusvalías generadas.

Este problema encuentra su solución en los fondos de inversión. Este vehículo me permitirá acumular los dividendos de las compañías sin tributar, y cambiar de un fondo de renta variable a otro beneficiándome del régimen de traspasos.

Pero las ventajas no acaban aquí. Hay otra que aplica en aquellas comunidades autónomas en las que se pague el Impuesto sobre Patrimonio (o Impuesto de Grandes Fortunas). El límite renta-patrimonio del que se benefician los reembolsos de fondos de inversión no aplica a los productos de distribución. Esto es, todos aquellos productos que reparten rentas; los dividendos de las acciones, los cupones de un bono, los alquileres de un inmueble, etc.

Estas son algunas de las ventajas puramente fiscales que ofrecen los fondos de inversión a quienes optan por ellos. Existen, además, otras más tangenciales, como la facilidad de los fondos a la hora de afrontar el reparto de una herencia. También su gran liquidez, que nos permite adquirir o vender participaciones de forma fácil y rápida y hacerlo, además, a valor de mercado; con lo que se evita malvender en situaciones de urgencia, como el pago del Impuesto sobre Sucesiones, por ejemplo.

En definitiva, uno de los mejores regalos de Navidad que pueden hacerse los inversores es la fiscalidad…si invierten a través de fondos, claro.

Tribuna elaborada por Pablo Salvador, jefe de Estrategia de Ibercaja Gestión.

Casi la mitad de los españoles mayores de 55 años logra ahorrar a final de mes

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Los hogares de los españoles mayores de 55 años cuentan, en su gran mayoría, con una situación económica saneada. Así se desprende del IV Barómetro del Consumidor Sénior, elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre, en colaboración con Google. El 55,8% de la población sénior dispone de más de un ingreso en el hogar y el 53% reconoce ayudar económicamente a miembros de su familia o personas de su entorno cercano.

Es más, el grupo de edad de entre 61 y 65 años es el que más apoyo ofrece (58%), seguido del grupo comprendido entre los 66 y los 70 años (57%). En este sentido, son mayoría los seniors que creen que esta tendencia de ofrecer soporte económico a personas cercanas no disminuirá en los próximos años, sino todo lo contrario (77,8%).

El barómetro, que estudia los hábitos de los más de 16 millones de españoles que superan los 55 años -colectivo que representa el 33% de la población total y a uno de cada tres autónomos- analiza por primera vez la realidad de los séniors por tramos de cinco años de edad, lo que permite identificar pautas de comportamiento diferentes en el colectivo, especialmente a partir de los 70 años, en cuestiones de salud, vivienda y ahorro.

Ahorro y perspectiva de gasto

Actualmente, los seniors viven más años y con una calidad de vida, «lo que les permite poder seguir aportando a la sociedad más allá de su jubilación», según el estudio. Así, mantienen una sólida posición económica y una mayoría cuenta al menos con un ingreso en el hogar, vivienda en propiedad y capacidad de ayudar a su entorno.

No obstante, se ha detectado cierto pesimismo en ellos respecto a la escalada de los precios y su impacto en los gastos y el ahorro. En este sentido, el 94,5% de los seniors asegura haber notado mucho la subida de los precios, fruto de la inflación de la cesta de la compra, y 6 de cada 10 reconoce que el precio actual de la vivienda y la energía pone en riesgo su calidad de vida.

Lo seniors son pesimistas con el futuro económico del país, pero optimistas con el suyo. A pesar de que la mitad de la población mayor de 55 años se muestra segura con respecto a su situación económica, este porcentaje disminuye en los grupos de seniors más jóvenes (entre los 55 y los 65 años), así como entre los que siguen activos.

Asimismo, el 48,9% sólo puede ahorrar un 10% o menos, mientras que el 22% lo hace entre un 11% y un 30%. En este sentido, el porcentaje que consigue ahorrar a final de mes ha aumentado seis puntos porcentuales respecto a 2022, pasando de un 43% a un 49%. En los tres últimos años, esta cifra había sufrido un descenso, al pasar de un 56% en 2020, a un 48% en 2021 y un 43% en 2022.

Para 2024, se prevé un incremento del gasto en vivienda, combustible y alimentación, así como una disminución en restauración, ocio, cultura, vestido, calzado, tecnología y artículos para el hogar. El 58% considera que su situación económica no empeorará a futuro, por lo que se observa un mayor optimismo en este sentido en 2023.

No obstante, 8 de cada 10 españoles sénior creen no poder gastar menos en sanidad (85%) ni vivienda (82%) sin ver afectada su calidad de vida. Por el contrario, más del 25% piensa que sí puede hacerlo en restauración, ocio y cultura, tecnología, alimentos y bebidas no alcohólicas.

Vivienda, trabajo y pensión

En cuanto a la vivienda, a nivel general, se mantiene estable el porcentaje de población sénior con cargas en forma de hipoteca o préstamos. En este sentido, el informe revela que más del 80% son propietarios de su vivienda y sólo el 15,7% mantiene una hipoteca o préstamo. En más de 7 de cada 10 casos (72 %) el pago del préstamo para la vivienda representa menos del 30% de los ingresos percibidos.

A uno de cada tres seniors (34,6%) le gustaría sacar mayor beneficio económico de su inmueble. Casi la mitad (45%) tiene previsto residir en su vivienda actual para siempre, porcentaje que crece a medida que avanza la edad, pasando del 24% en la franja entre los 55 a 60 años, y hasta el 68% a partir de los 71 años.

El porcentaje de personas sénior con algún seguro contratado desciende por debajo de los niveles de 2020 (93%), aunque en términos generales se mantiene estable a través de los tres años de medición del barómetro. Por su parte, el 24% cuenta con un plan de pensiones, un porcentaje idéntico a 2020 y 2021,y disponen de una media de dos seguros, como el de hogar, coche y decesos.

En cuanto al trabajo, sólo 2 de cada 10 (19%) desea alargar su vida laboral más allá de la edad de jubilación, especialmente entre quienes cuentan con un nivel de estudios superior y entre aquellos con una edad comprendida entre los 66 y los 70 años (26%).

El informe destaca, además que la mayoría de los seniors españoles que se encuentran actualmente en activo (52,6%) no estarían dispuestos a reducir su jornada laboral si eso supone una reducción de su salario, así como tampoco a emprender ni a comenzar a estudiar con independencia de las ventajas asociadas. Además, uno de cada cuatro seniors (24%) tiene contratado un plan de pensiones, un porcentaje idéntico a los de 2020 y 2021 (24%).

Más consumo digital

El barómetro muestra una reducción de la brecha digital. El número de seniors que está en internet alcanza ya los 12 millones (73% de la población mayor de 55 años), lo que implica un crecimiento aproximado de un millón cada año. En 2019, esta cifra era de nueve millones.

Las actividades online que los españoles seniors realizan con mayor frecuencia son leer la prensa e informarse a través de medios digitales, ver contenidos multimedia, realizar operaciones bancarias y escuchar podcasts o la radio. También hacen uso de las redes sociales y de las principales aplicaciones: 11,8 millones de seniors usan YouTube asiduamente; 10,7 utilizan Facebook; 9,9 son usuarios de Gmail y 7,7 millones, de Instagram.

 

 

«Equity» es el término financiero más confuso en todo el mundo

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A pesar de que la educación financiera es una habilidad crucial en el mundo acelerado de hoy, muchas personas todavía encuentran la jerga financiera confusa e intimidante. Para ayudar, City Index utilizó Ahrefs, una herramienta de análisis de búsqueda, para encontrar los 50 términos financieros más confusos en función de su popularidad de búsqueda mensual.

El término «equity» resultó ser el más confuso.

La palabra «equity» (Se trata del término más confuso, con un promedio de 277.000 búsquedas mensuales para su definición, con 8,1% de estas búsquedas provenientes del Reino Unido. En comparación, el significado y la definición de «equidad» se buscan 9.700 veces cada mes en Australia y sólo 2.950 veces en Singapur. En general, el significado de esta palabra se busca un 58,4% más que el término «PIB» en segundo lugar con 162.000 búsquedas mensuales búsquedas en todo el mundo.

Rebecca Cattlin, experta en mercados financieros de City Index, comenta que el ‘equity’ «se refiere a la cifra que se devolvería a los accionistas de una empresa si ésta liquidara sus activos y pagara cualquier pasivo o deuda. En términos más simples, si posee un negocio y su inventario, efectivo y otros activos equivalen a 18.000 libras esterlinas y las deudas suman 6.000 libras esterlinas, tiene un valor de 12.000 libras en capital, restando cualquier pasivo de sus activos».

‘PIB’ es el segundo término financiero más confuso, con un promedio de 162.000 búsquedas mensuales de su definición en todo el mundo. Esto es casi un 35% más de búsquedas que ‘adquisición’, en tercer lugar con 106.000 búsquedas mensuales. La definición de PIB se teclea en Google con más del doble de frecuencia en la India (17% de todas las búsquedas globales) que en el Reino Unido (6%). En total, el significado del PIB se busca casi dos millones de veces cada año (1.944.000).

La experta señala que  “el Producto Interno Bruto (PIB) es el valor monetario o de mercado total de todos los bienes y servicios terminados producidos dentro de las fronteras de un país en un período de tiempo específico. El PIB se utiliza como una medida del tamaño y la salud de la economía de un país durante un período de tiempo. La caída del PIB muestra que la economía se está contrayendo y puede ser una señal de una recesión inminente”.

‘Adquisición’ es el tercer término financiero más malinterpretado, con su significado buscado en promedio 106.000 veces cada mes. Curiosamente, hasta el 90% de todas las consultas de «definición de adquisición» provienen de los Estados Unidos.

«Una adquisición hace referencia a la compra, por parte de una empresa, de la mayoría o la totalidad de las acciones de otra compañía para obtener su control. Un ejemplo de una adquisición ocurrió en 2017, cuando Amazon compró Whole Foods por 10.700 millones de libras, o la adquisición de Android por parte de Google en 2005», comenta Cattlin.

Por qué es clave entender la jerga financiera en el clima actual

Puede sorprender a algunos que ‘equity’ sea el término financiero más incomprendido en todo el mundo, con un promedio de 277.000 búsquedas mensuales para su definición. Pero, ¿por qué es tan importante comprender la jerga financiera y el lenguaje especializado?

Cattlin señala que los términos financieros, como el PIB, tienen un gran impacto tanto en los dueños de negocios como en el consumidor promedio; tal vez, sin que muchos se den cuenta. De igual modo una recesión que se avecina como resultado de la reducción del PIB puede conducir a un aumento de los precios de las hipotecas para los propietarios de viviendas y a un aumento de los riesgos financieros, como la quiebra de empresas y la quiebra. «Por lo tanto, nunca ha sido más importante comprender la jerga financiera, comprender el mundo económico que nos rodea y cómo nos afecta», sentencia la experta.

El Gobierno aprueba la modificación de los reglamentos que regulan el FOGAIN y las instituciones de inversión colectiva

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Elecciones y mercados en EE. UU.
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La industria de fondos terminaba el año con novedades regulatorias. El Real Decreto 1180/2023, promulgado en el BOE el 28 de diciembre de 2023, incluye novedades relevantes en los reglamentos que regulan el Fondo de Garantía de Inversiones (FOGAIN) y el ámbito de las instituciones de inversión colectiva (IICs).

FinReg360 resume a continuación los aspectos más relevantes introducidos por este real decreto.

Modificaciones del reglamento del FOGAIN

Las modificaciones de este reglamento tienen un triple fin, según recoge la norma: lograr un mayor grado de equidad en el reparto de las contribuciones anuales de las entidades adheridas, obtener mayor vinculación entre la aportación de cada entidad al Fondo y el riesgo que podría suponer para el conjunto del sistema y conseguir la estabilidad del sector.

Las modificaciones del ámbito de cobertura son dos principalmente: incluir las empresas de asesoramiento financiero nacionales (EAFN) como entidades adheridas al FOGAIN, excluir de la garantía del FOGAIN el dinero y los valores e instrumentos confiados por los inversores profesionales.

En canto a las modificaciones del régimen de aportaciones resaltan la siguientes. La aportación anual queda, con los cambios en este régimen, con el siguiente esquema: un importe fijo en función de la lista de servicios y actividades de inversión que realicen, que supone una reducción sustancial de los importes fijos actuales (de 20.000 a 40.000 euros), con 2.700 euros en gestión de carteras, 2.700 en negociación por cuenta propia, 1.000 euros en recepción y transmisión de órdenes de clientes (incluida la colocación de instrumentos financieros sin base en un compromiso firme), 800 euros en asesoramiento en materia de inversión, y 2.700 euros en el resto de servicios de inversión y servicio auxiliar de custodia y administración por cuenta de clientes.

Además, el 2 % del efectivo, con el límite de 100.000 euros por cliente cubierto, y el 0,08 % del valor efectivo de los valores e instrumentos financieros depositados o gestionados, correspondientes a clientes cubiertos por la garantía, añaden en el informe.

Se incorpora una fórmula para determinar el volumen de patrimonio a partir del que se reducirán progresivamente las aportaciones variables de las entidades adheridas y se ha ajustado la fórmula utilizada para el cálculo del patrimonio que desencadena la suspensión de las contribuciones variables.

Se establece un régimen transitorio de tres meses desde la entrada en vigor de este real decreto para que puedan adaptarse las empresas de asesoramiento financiero. Cada entidad deberá comunicar a la sociedad gestora del FOGAIN si se acoge o no a este régimen transitorio dentro de los quince días naturales siguientes a la entrada en vigor del real decreto.

Modificaciones del reglamento de IICs

Las modificaciones que introduce el real decreto promulgado en el reglamento de IICs tienen como fin, según recoge el informe, mejorar la competitividad y el funcionamiento de las IICs en España y completar las reformas previas iniciadas.

Los expertos las novedades más relevantes.

Comercialización de acciones o participaciones de IICIL a inversores no profesionales

Se ajustan los períodos mínimos de permanencia y posibilidad de ligarlos al plazo previsto para la liquidación de las inversiones de las instituciones de inversión colectiva de inversión libre (IICIL).

Se permite que el prorrateo de los reembolsos se efectúe sin condicionarlo a que los liquiden en la siguiente fecha de reembolso, sino a que dispongan de la liquidez necesaria. Flexibilizan la inversión mínima en IICIL por inversores no profesionales, de forma análoga al nuevo régimen introducido en la Ley 22/20144 para las entidades de capital riesgo.

Así, las IICIL podrán comercializarse entre no profesionales, siempre que estos cumplan con las siguientes condiciones: que se comprometan a invertir como mínimo 100.000 euros y declaren por escrito, en un documento distinto al contrato relativo al compromiso de inversión, que son conscientes de los riesgos ligados al compromiso previo y que inviertan atendiendo a una recomendación personalizada de un intermediario que les preste el servicio de asesoramiento, siempre que la inversión sea como mínimo de 10.000 euros y no represente más del 10% de su patrimonio financiero, que, en este caso, no puede superar los 500.000 euros.

Comisión de gestión

En este punto, resaltan: permitir el uso de valores liquidativos de referencia, de índices de referencia o de tasas críticas de rentabilidad para el cálculo de la comisión de gestión sobre resultados, prever que la comisión de gestión basada en resultados solo pueda abonarse cuando se haya acumulado una rentabilidad positiva durante un período de referencia, que debe incluir al menos los últimos cinco años del fondo y prohibir que el fondo de inversión soporte el coste de comercialización de las IICs en las que invierta cuando estén gestionadas por su misma sociedad gestora o por otra gestora perteneciente a su mismo grupo.

Comisión de custodia y administración

El real decreto publicado elimina la condición prevista en el apartado c) del artículo 5.14 del reglamento de las IICs que exigía que las entidades comercializadoras de fondos de inversión no pertenecieran al mismo grupo que la sociedad gestora para poder cobrar comisiones por la custodia y administración de las participaciones. Esta modificación permite aplicar esta comisión de custodia también sobre los fondos de la propia gestora, siempre que se cumpla el resto de los requisitos.

Cálculo del valor liquidativo

Sobre este aspecto, se incluyen dos novedades relevantes: la flexibilización del cálculo del valor liquidativo a efectos informativos, pues deja de exigirse que sea con periodicidad quincenal y se permite una frecuencia mayor si así lo exigen las inversiones previstas.

Se ha de aceptar que en el folleto y en los reglamentos de gestión se determinen períodos de preaviso con otros plazos e importes distintos de los que ya recogía la norma (10 días y 300.000 euros), siempre que estén justificados por la política de inversiones, y el período de preaviso sea como máximo el fijado para el cálculo del valor liquidativo de las participaciones.

Otras modificaciones

En la regulación de los compartimentos de propósito especial deja de ser obligatorio incluir en el folleto un indicador de gastos corrientes, la aplicación a las sociedades de inversión de capital variable (sicavs) de las disposiciones sobre comisiones de gestión, salvo los límites máximos.

La posibilidad de articular los pagos a cuenta para los reembolsos de participaciones en los casos de disolución y liquidación de un fondo de inversión, manteniendo la suspensión del derecho del partícipe a solicitar el reembolso. La supresión de los límites cuantitativos impuestos a las IICs para invertir en instrumentos financieros que incorporen derechos de voto sobre un emisor, pero se mantiene la prohibición de ejercer una influencia notable sobre el emisor.

Eliminación de la exigencia de un coeficiente de liquidez del 1% para las IICs, posibilidad de imputar a las IICs gastos combinados de análisis e intermediación con una serie de condiciones y refuerzo de los límites a la diversificación de riesgos de la SGIIC para incluir dentro del límite del 25% de concentración en una misma entidad o entidades pertenecientes al mismo grupo no solo valores emitidos, sino todo tipo de instrumentos financieros y también efectivo.

El real decreto entrará en vigor a los 20 días de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Los fondos cierran el año con un crecimiento del 13%, más de 18.000 millones en suscripciones y una rentabilidad del 7%

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Los fondos de inversión en España cierran 2023 con datos muy positivos: un crecimiento patrimonial del 13% (tras sumar 40.500 millones), debido tanto al efecto mercado como a las suscripciones netas, ya que captaron más de 18.000 millones en flujos y disfrutaron de una rentabilidad del 7%. Todo un resumen de lujo para una industria que termina el año en máximos, con un volumen de 347.000 millones de euros, según los datos provisionales de Inverco.

Un crecimiento posible gracias en parte a lo ocurrido en el último mes: en diciembre, el buen comportamiento de los mercados financieros permitía un nuevo incremento del volumen de los fondos de inversión de 6.270 millones de euros, es decir, un 1,8% más que un mes antes. De esta forma, a cierre de año, el patrimonio de los fondos supera los 347.000 millones de euros, el 13,2% más que a finales de 2022. Por lo tanto, en el conjunto de 2023, el volumen de estos vehículos registra un incremento superior a los 40.533 millones de euros, según muestran los últimos datos difundidos por la asociación de fondos en España.

En diciembre, el incremento en el volumen de activos tuvo su origen en las revalorizaciones de cartera por el efecto mercado, si bien los nuevos flujos de entrada fueron ligeramente positivos, superiores a los 80 millones de euros. De esta manera, los fondos encadenan 38 meses consecutivos con suscripciones netas positivas. En 2023, acumulan flujos netos positivos superiores a los 18.200 millones de euros, es decir, 1.018 millones de euros más que en 2022.

En diciembre, aquellas vocaciones con un perfil más conservador volvieron a captar la atención de sus partícipes. Así los fondos de renta fija registraron unos flujos positivos superiores a los 1.100 millones de euros, con especial incidencia en su componente a corto plazo, acumulando de esta manera casi 23.000 millones en el conjunto del año. También, los monetarios y rentabilidad objetivo experimentaron suscripciones netas de cierta magnitud: 680 millones de euros en su conjunto.

En el lado de los reembolsos, los fondos globales registraron las mayores salidas netas, al superar los 650 millones de euros, con salidas acumuladas en el conjunto del año de 8.475 millones. También los mixtos experimentaron salidas netas superiores a los 525 millones en su conjunto, con mayor incidencia en su variante no euro. Adicionalmente, los fondos de renta variable internacional registraron flujos de salida por importe de 392 millones.

Rentabilidad superior al 7%

Además de captar flujos en 2023, los fondos han ofrecido interesantes rentabilidades al partícipe: más de un 7,2% de media, con especial intensidad en el caso de los fondos de renta variable, que experimentan rendimientos superiores al 15% en todas sus variantes de exposición geográfica. Los fondos nacionales ganan más del 20% y la rentabilidad de los fondos índice roza el 23%.

En diciembre, la rentabilidad media positiva supera el 1,7%. Las revalorizaciones en las categorías con mayor exposición a renta variable llegaron a batir el 3% en los fondos renta variable internacional. También los fondos globales y fondos índice obtuvieron rentabilidades superiores al 2%.

 

Aprovechar la Navidad para reorganizar las finanzas personales

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La época navideña trae una atmósfera mágica de alegría y celebración. Pero también de desafíos para las finanzas, por lo que ahorrar con anticipación se vuelve crucial. Asimismo, la Navidad supone un buen momento para reflexionar sobre la salud financiera y de hacer propósitos financieros de cara al nuevo año.  

Para lograrlo, varias firmas ofrecen sus recomendaciones de cara a conseguir aumentar el ahorro y fiscalizar los gastos. Los efectos de las subidas de los tipos de interés y la escalada de la cesta de la compra obligan a las familias a encarar 2024 con expectación e incertidumbre. Toni Cárdenas, gestor y analista de Caja Ingenieros, apunta que “el sector financiero tiene la responsabilidad de transmitir a la sociedad unos principios de educación financiera que enseñen a ahorrar y a tomar decisiones que promuevan un bienestar económico y social”.

Bajo esta premisa, aconseja que el 50% de los ingresos deben destinarse a necesidades primarias. La gestión de los gastos es el punto más importante, según el experto, y el que más dificultades presenta, así que recuerda que la regla del 50/30/20 es uno de los métodos más sencillos para ahorrar el 20% de los ingresos anuales.

Esta metodología se basa en un control estricto de los ingresos y los gastos y detalla con precisión qué porcentaje se debe destinar a cada cuestión. Para ello, el primer paso es dividir los gastos en tres categorías y porcentajes: las necesidades primarias tienen que representar el 50% de los ingresos; los caprichos deberían suponer no más del 30%, y un 20%, iría destinado al ahorro. Una de las claves de este método es la inversión de los principios básicos de las finanzas que, tal y como asegura Cárdenas, “permite a las personas conocer cuál es el dinero real que deben destinar a gastos fijos como la vivienda, la alimentación, los recibos del agua o el colegio de los hijos”.

Siguiendo esta regla, un 30% del sueldo se puede destinar a gastos diarios o puntuales que son prescindibles y que, en su mayoría, están relacionados con cuestiones de ocio. En esta parcela de gasto es también muy importante tener en cuenta el valor que tiene realizar un consumo responsable. “Todas nuestras compras y transacciones generan un impacto social y ambiental que debemos considerar” explica el experto. En consecuencia, realizar compras conscientes y evitar aquellas que son impulsivas e innecesarias contribuye a preservar la economía personal y evita aumentar el impacto que las transacciones financieras generan en el planeta.

Finalmente, gracias a esta distribución de los gastos, es posible obtener un ahorro del 20% del salario neto anual. “Conocer el ahorro real que una persona va a tener le permite tener una mayor planificación financiera y establecer metas reales de cara a futuros movimientos u oportunidades de inversión” reconocen desde Caja Ingenieros.

Este manual de gasto no debe ser el único para lograr una mayor eficiencia financiera. En Caser Saving & Investment Solutions han elaborado una guía de consejos para la planificación y gestión de las finanzas personales en función de la etapa de la vida del consumidor, ya que cada fase de la vida enfrenta diferentes desafíos y oportunidades.

En el ciclo de vida inicial, la firma aconseja reforzar la educación financiera. Por ejemplo, en la temporada navideña, la educación financiera se vuelve un regalo valioso para capacitar a los jóvenes en la gestión eficiente de sus recursos, la toma de decisiones financieras sólidas y la prevención de problemas económicos. De esta manera, se fomenta la estabilidad financiera y el bienestar a largo plazo. En esta fase, establecer un registro cuidadoso de gastos y evitar el endeudamiento excesivo se convierten en metas esenciales.

En el ciclo de vida adulta, la prioridad es diversificar el ahorro para gastar sin perjudicar los planes futuros. La estrategia del ahorro adquiere una atención especial en esta etapa de vida. Saber diversificar los ahorros y mantenerse fiel a un plan permitirá poder ser más laxos en épocas como Navidad sin riesgo a que los planes de ahorro a largo plazo se vean mermados.

Dentro de las opciones más destacadas se encuentran los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS) y los planes de previsión asegurados (PPAs), según la firma. Los primeros son perfectos para aquellos que buscan una inversión segura y estable a lo largo del tiempo, además de brindar flexibilidad para adaptar los pagos a las necesidades y objetivos financieros individuales. Por otro lado, los PPAs son productos de ahorro con un enfoque en la jubilación permitiendo planificarla con confianza y tiempo. Del mismo modo, existen los Planes de Pensiones de Empleo, que se posicionan como una fórmula complementaria atractiva y necesaria de cara a la jubilación.

La clave en esta etapa es contar con un enfoque diversificado, pensando en el largo plazo y siguiendo una hoja de ruta financiera que prevea etapas de mayor gasto, como la Navidad. Si se tiene previsión y claridad en esos dos focos, el éxito financiero en la etapa adulta está prácticamente asegurado

Durante el ciclo de vida sénior, el foco del ahorro cambia. El objetivo principal en esta etapa es mantener los beneficios logrados hasta el momento, por lo que es importante contar con planes a largo plazo que permitan tener bajo riesgo y un beneficio asegurado.

Para esta fase de la vida existe una herramienta muy útil en algunas ocasiones y que permite convertir el ahorro inmobiliario en liquidez para complementar los ingresos en la jubilación: la hipoteca inversa, un producto que permite a quienes son propietarios de viviendas mayores de 65 años liberar el valor de su propiedad y recibir pagos periódicos o un único desembolso. Este producto cuenta con una regulación que protege al usuario, lo que incluye medidas como el asesoramiento obligatorio independiente proporcionado por profesionales del sector.

La jubilación parcial y el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, entre las novedades en pensiones para 2024

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La reforma de la jubilación parcial, para hacerla más atractiva y eficiente en el logro de sus objetivos, será una de las tareas pendientes para el nuevo Gobierno español. El mandato de la última Ley de Reforma de las Pensiones recoge la puesta en marcha de estas modificaciones, y el acuerdo de esta reforma debía de haberse llevado a cabo antes de 30 de junio de 2023. No obstante, la convocatoria de elecciones y la demora en la formación de nuevo Gobierno, retrasará esa reforma.

En la jubilación parcial con contrato de relevo, destacan el incremento de la edad de jubilación parcial, y el incremento de la base de cotización del jubilado parcial, considerada a efectos de liquidación de la cotización, que pasa a ser el 100% la base de cotización que le hubiera correspondido si hubiese continuado con el trabajo a tiempo completo, en lugar del 95% aplicado en 2022. En la jubilación parcial sin contrato de relevo también sube la edad de jubilación, al incrementarse la edad ordinaria de jubilación.

¿Qué es la jubilación parcial?

La jubilación parcial es el retiro laboral iniciado después del cumplimiento de los 60 años, simultánea con un contrato de trabajo a tiempo parcial, y vinculada o no con un contrato de relevo celebrado con otro trabajador que se encuentre en ciertas circunstancias.

Existen dos modalidades de jubilación parcial. Por un lado, la jubilación parcial con contrato de relevo. Es aquella a la que accede el trabajador cuando tiene la edad mínima establecida legalmente (para esta modalidad de jubilación parcial) y acuerda con el empleador la reducción de su jornada dentro de los límites legales. El trabajador y el empleador firman un contrato a tiempo parcial, y el trabajador comienza a percibir la pensión de jubilación que sustituye a los ingresos perdidos por la reducción de la jornada laboral.

En esta modalidad es necesario que el trabajador jubilado parcialmente sea sustituido por otro trabajador (llamado relevista) que este en desempleo, o bien por un trabajador de la misma empresa con un contrato temporal, al que se debe ampliar la jornada que venía realizando. Los requisitos para acceso a la jubilación parcial con contrato de relevo son los siguientes:

1.- Un periodo de cotización mínimo de 33 años en momento del hecho causante de la pensión de jubilación, sin que pueda tenerse en cuenta la parte proporcional de las pagas extraordinarias, pero si los períodos de servicio militar, prestación sustitutoria social sustitutoria y servicio social femenino (con el límite máximo de un año).

2.– Contar con la edad mínima requerida, en función del periodo de cotización acreditado, edad que se ha incrementado en este año 2023.

3.– Acreditar un mínimo de seis años de antigüedad en la empresa de forma continuada, bien a tiempo completo o a tiempo parcial.

4.- La contratación de un relevista por parte de la empresa, bien un desempleado o bien un trabajador de la empresa que mejore su jornada laboral y sus condiciones. La duración mínima de este contrato de relevo deberá ser el tiempo que falte para que el jubilado parcial pase a la situación de jubilado total.

5.- La base de cotización del trabajador relevista no podrá ser inferior al 65% del promedio de las bases de cotización de los 6 últimos meses del período considerado para cálculo base reguladora de la pensión de jubilación parcial del jubilado parcial.

En el caso de jubilación parcial con contrato de relevo, la reducción de la jornada estará comprendida entre un mínimo del 25% y un máximo del 50%, o del 75% (en algunos supuestos excepcionales hasta el 85%) si el contrato de relevo es a jornada completa y por tiempo indefinido, siempre que se acrediten el resto de requisitos

Por otra lado, la jubilación parcial sin contrato de relevo se produce cuando el trabajador ha cumplido la edad legal ordinaria de jubilación y accede a la jubilación parcial, firmando un contrato a tiempo parcial con el empresario. En este caso, no es necesario suscribir contrato de relevo con otro trabajador.

Para el acceso a la jubilación parcial sin contrato de relevo se requiere contar con un período mínimo de cotización de 15 años, de los cuales dos de ellos deben estar comprendidos en los últimos 15 años. En el caso de la jubilación parcial sin contrato de relevo (trabajadores que hayan cumplido la edad ordinaria de jubilación), la reducción de la jornada a tiempo completo estará comprendida entre un mínimo de un 25% y un máximo del 50%. La reducción de jornada puede llegar hasta el 75%, para los supuestos en que un trabajador relevista fuera contratado a jornada completa mediante un contrato de duración indefinido.

Novedades en 2023 

Las novedades de la jubilación parcial con contrato de relevo, hacen referencia a dos de sus requisitos. En 2023, se ha incrementado la edad mínima para acceso a la jubilación parcial con contrato de relevo. Para los trabajadores no mutualistas, la edad de jubilación parcial está sujeta a la aplicación de una transitoria que incrementa la misma, año tras año, hasta llegar a 2027:

1.- En el año 2022 la edad mínima era de 63 años y 4 meses en el caso de disponer de 33 años o más cotizados, o bien 62 años y dos meses para trabajadores que hayan cotizado 35 años y 6 meses o más.

2.- En el año 2023, la edad mínima para acceder a la jubilación parcial con contrato de relevo son 63 años y 8 meses en el caso de disponer de 33 años o más cotizados, o bien 62 años y 4 meses en caso de disponer de 35 años y 9 meses o más cotizados en el momento de causar la jubilación.

3.- A partir de 2027 la edad mínima de jubilación parcial será 63 años, para quien tenga más de 36 años y 6 meses cotizados, y 65 años en los demás casos.

Asimismo, a efectos de determinación de la base por la que se cotiza y la correspondiente cuota de cotización a liquidar, desde el año 2013 hasta el año 2023 se ha venido aplicando otra transitoria. Durante el año 2013, la base de cotización del trabajador jubilado parcial por la parte correspondiente a su trabajo a tiempo parcial fue la equivalente al 50 % de la base de cotización a jornada completa. Por cada año transcurrido a partir del año 2014, se ha estado incrementando un 5 % más hasta alcanzar el 100 % de la base de cotización a jornada completa en el año 2023. Por ejemplo, en 2022 se exigía cotizar por un 95% de la base de cotización a tiempo completo.

En 2023, y a partir de este año, la base de cotización del jubilado parcial sería aquella que le hubiera correspondido si se hubiese seguido con el trabajo a tiempo completo.

No obstante, a efectos de cálculo de la pensión de jubilación completa en los casos en los que se viene de una situación de jubilación parcial con contrato de relevo se aplica el beneficio del incremento al 100% de las bases de cotización. Es decir, se tendrán en cuenta las bases de cotización correspondientes al período de trabajo a tiempo parcial, incrementadas hasta el 100% de la cuantía que hubiera correspondido de haber realizado en la empresa, en dicho período, el mismo porcentaje de jornada desarrollado antes de pasar a la situación de jubilación parcial, siempre que la misma se hubiese simultaneado con un contrato de relevo.

Además, para determinar el porcentaje aplicable a la base reguladora para determinar la pensión de jubilación ordinaria, se toma como período cotizado a tiempo completo, el período cotizado que medie entre la jubilación parcial y la jubilación ordinaria, siempre que, en ese período, se hubiese simultaneado la jubilación parcial con un contrato de relevo.

Otras modificaciones para 2024

Los cambios en la jubilación parcial no serán los únicos que vea el nuevo año. En el Instituto BBVA de Pensiones recuerdan que en 2024 la edad legal de jubilación ordinaria aumentará en dos meses respecto a la de 2023, situándose en 66 años y 6 meses, en el caso de que el trabajador que solicita su retiro cuente con menos de 38 años cotizados. Sin embargo, en caso contrario, será posible jubilarse con 65 años.

Asimismo, este año comienza el incremento progresivo del tipo de cotización del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), a razón de un 0,1% anual adicional hasta alcanzar el 1,2% en 2029. Por tanto, en 2024 quedará situado en el 0,7%, repartiéndose, en el caso de los trabajadores por cuenta ajena, en un 0,58% a cargo del empleador y 0,12% a cargo del trabajador. Los autónomos asumirán íntegramente ellos ese 0,7%.

También entra en vigor el aumento progresivo por encima del IPC de la base máxima de cotización, que crecerá cada año, hasta 2050, en un porcentaje igual revalorización de las pensiones (según el IPC interanual medio), más un incremento adicional anual de 1,2 puntos porcentuales.

En 2023 la base máxima de cotización se ha situado en 4.495,50 euros mensuales (53.946 euros anuales). Considerando la inflación media interanual entre diciembre de 2022 y noviembre 2023, de un 3,8%, la base máxima de cotización se incrementará en 2024 un 5%, situándose en 4.720,28 euros mensuales (56.643,30 euros anuales).

En 2024 se actualizan los importes de bases de cotización mínimas y máximas -y por lo tanto, de cuotas de cotización- para cada uno de los 15 tramos de rendimientos netos del sistema de cotización de trabajadores autónomos.