¿Cómo adaptar las carteras al nuevo régimen? Multiactivos y retorno absoluto aportan respuestas

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Harvey Bradley, de Insight, y Andrew Warwick, de Newton, en la presentación por los 240 años de BNY

“Al subirnos al DeLorean y encender el condensador de flujo, nos vemos impulsados de vuelta a 2004, 1994, incluso 1974. ¿Cómo podemos adaptar nuestra construcción actual de cartera para reflejar con éxito el nuevo régimen de mercados en el que nos encontramos? Abróchense los cinturones y únanse a nosotros mientras volvemos al futuro”, aseguró Andrew Warwick, de Newton, con una referencia directa a la película Regreso al futuro para describir el actual entorno en el mundo financiero.

Warwick es uno de los cogestores del BNY Mellon Global Real Return Fund (EUR), gestionado por Newton,  un fondo multiactivo que BNY Investments presentó en el acto de celebración por su 240 aniversario para navegar los mercados el año próximo. En renta fija, la estrategia elegida fue el fondo BNY Mellon Absolute Return Bond, gestionado por Insight, cuya defensa estuvo a cargo también de uno de sus gestores principales, Harvey Bradley.

“Después de la crisis financiera global (CFG) han pasado tantas cosas que nos olvidamos de que en realidad antes de la CFG en el mundo normal tuvimos crisis bancarias, interrupciones de la cadena de suministro, guerras, colapsos absolutos en términos de precios, o enormes auges en los reinados industriales. Y creo que vamos a tener más durante la próxima década, sólo que en una forma ligeramente diferente”, aseguró Warwick. “Creemos firmemente en que estamos en un nuevo régimen, y la idea de que es transitorio se puede olvidar”.

Este nuevo régimen se caracteriza por una mayor volatilidad, mayores rendimientos, inflación más rígida y ciclos económicos más cortos. Se está cerrando la etapa de un mundo globalizado, la mayor apertura en la historia del planeta, hacia un entorno más aislacionista. Asimismo, existe “una nueva Guerra Fría entre los Estados Unidos/Occidente y China, y hay dos grandes guerras en curso en este momento”.

La victoria de Donald Trump en EE.UU. apoya la tendencia a la desglobalización y el reshoring, es decir traer de vuelta todos los puestos de trabajo de cuello azul que fueron destruidos en los últimos 20 años. “La globalización llevó más de 20 años, así que no piensen que esto va a suceder de la noche a la mañana, va a ser algo gradual”, indicó.

“Desgraciadamente, estamos pasando de una época de relativa paz a otra de guerras, lo que exige un rearme. Uno de nuestros temas clave en la estrategia de Real Return es el rearme, en particular de Europa. Apenas estamos empezando a entender cuánto dinero tenemos que gastar en Europa para ser capaces de desviar cualquier otro problema que pueda surgir, como Rusia”, añadió Warwick.

De la política monetaria a la política fiscal

Otro cambio fundamental es, según Warwick, la pérdida de peso de la política monetaria, que es cada vez menos eficaz, por lo que el mundo está dominado por la política fiscal. “Esta es la era del gran gobierno y, por desgracia, los gobiernos nunca han sido buenos administradores del capital, porque no es su dinero”, aseguró.

A ello se suma la transición de una economía basada en el carbono y los combustibles fósiles a una basada en las energías renovables, algo que tampoco va a hacerse en dos, tres o cinco años.  Y por último, la inteligencia artificial, que ya existe desde hace tiempo, pero ha pasado a primer plano porque en los últimos dos años se ha invertido mucho capital en ella. “No es necesariamente algo terrible, porque el mundo occidental está muriendo demográficamente y en realidad la necesitamos para mantener la productividad. En resumen, estamos asistiendo al colapso político del mundo neoliberal y viendo el auge del populismo”.

¿Qué significa esto a la hora de pensar en la construcción de carteras?

Una cartera tradicional 60/40 ha tenido un rendimiento bastante bueno durante los 10 años posteriores a la crisis financiera. Pero los rendimientos de los bonos han dejado de compensar las bajadas de la renta variable, como se vio con claridad en 2022.  “En nuestro fondo Real Return, concebimos dos bloques, una pieza que busca la rentabilidad y una capa estabilizadora, que está diseñada para calmar la volatilidad y también generar retornos cuando otros activos no están funcionando”.

“En Newton somos inversores temáticos que buscamos alfa en las tendencias macro que están remodelando el mundo, y por eso creemos firmemente en una gestión activa. Creo que en este nuevo régimen tienes que ser flexible, dinámico, no se puede ser dogmático acerca de las posiciones, y tienes que reconocer que en ciertos momentos los activos van a trabajar para ti y otras veces no. Vamos a tener muchos días como los de agosto, en que la caída apenas duró tres días pero fue muy dolorosa. Es necesario ser flexible en términos de cómo asignar el capital a través de muchas clases de activos diferentes”.

La vuelta del retorno absoluto

Harvey Bradley es uno de los gestores principales del BNY Mellon Absolute Return Bond, gestionado por Insight, la gestora especializada en renta fija de BNY Investments.  En su opinión, los fondos de retorno absoluto vuelven a destacar, más aún después de las elecciones de EE.UU., por tres factores: la difícil geopolítica, el gran ciclo electoral vivido este año y el ciclo de tipos de interés.

“Puede que los bancos centrales no tengan tanto control de la inflación como les gustaría pensar, y eso podría desanclar las expectativas de inflación. Tras la elección de Trump, las perspectivas de crecimiento de Estados Unidos en los próximos 12 podrían ser ligeramente superiores, mientras que Europa tal vez se enfrente a un entorno exterior más desafiante y menor crecimiento”, señaló.

Y añadió que el mensaje clave es que desde la gestora no creen que se vaya a volver a ese viejo mundo de bajos tipos de interés, sino a un entorno con una tasa neutral más elevada. Uno de los factores clave es la desglobalización, con el proteccionismo comercial y las barreras al comercio que van a seguir aumentando, lo cual es claramente inflacionista. Al igual que la transición hacia la energía verde. “Por otra parte, aunque internamente hemos tenido debate al respecto, creemos que el uso de la inteligencia artificial ayudará a mejorar la productividad”.

Asimismo, en los últimos años los bancos centrales de todo el mundo se han comportado de manera bastante uniforme, pero en realidad es bastante inusual que esto sea así, porque no todas las economías se construyen igual. Por ello cuentan con mayor divergencia en el futuro, y lo consideran como una oportunidad para los gestores activos.

Factores fundamentales

“¿Qué creemos que debería hacer un fondo de retorno absoluto y qué deberían buscar en sus gestores a la hora de asignar este producto?”, se preguntó Bradley. Y su respuesta fueron varias claves:

En primer lugar, buscar activos mal valorados a la espera de que la paciencia sea recompensada. “No creemos que deba fijarse como objetivo una asignación de riesgo fija y constante en la cartera. Creemos que hay que ser dinámico, asumir más riesgo cuando hay más oportunidades en el mercado y estar dispuesto a sentarse al margen y esperar. Esto es probablemente lo más importante cuando se buscan estrategias de rentabilidad absoluta, pero hay que observar una baja correlación con la renta fija tradicional”, explicó el gestor.

También centrarse en el alfa y no en la beta, y mantener una estrategia muy líquida. Es necesario ver la generación de alfa en una variedad de entornos. “Creo que 2022 fue una gran prueba para los fondos de retorno absoluto, porque fue un año realmente difícil para los activos tradicionales en general. Las correlaciones fueron a uno y fue muy difícil generar un rendimiento positivo. Hubo estrategias de retorno absoluto que habían estado funcionando con duración estructural y riesgo de crédito estructural que funcionaron brillantemente en el régimen anterior, pero que no funcionaron en 2022”. Por ello, subrayó, la descorrelación es clave.

Respecto del posicionamiento actual, Bradley añadió que se encuentran cortos de duración y con la asignación al high yield y préstamos, el extremo más arriesgado del espectro, en el extremo inferior del rango histórico del fondo.

Lo que aporta un fondo de retorno absoluto es alfa en una amplia gama de entornos de mercado, es decir que no depende de la dirección del mercado, resumió. Asimismo, “tiene una correlación limitada con los mercados tradicionales de renta fija. Eso le da la diversificación que creemos que sería muy útil navegar este nuevo régimen. Y creemos que debe ser altamente líquido para proporcionar a los inversores flexibilidad para asignar o cambiar cuando necesitan su dinero en efectivo para otros fines”.

“El crédito financiero ofrece una prima real con respecto a los emisores de otros sectores”

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Este 2024 que está acabando deja algunas diferencias significativas para los inversores en crédito respecto a los dos años anteriores. Para comenzar, los diferenciales han retrocedido respecto a los niveles de 2022-2023 y ahora son ligeramente superiores a los que se veían a finales de 2021. Lo notable, como destaca Pierre Verlé, es que “los rendimientos del crédito con grado de inversión son casi ocho veces más elevados que en 2021, y son casi el doble para el high yield”, con las tasas de impago manteniéndose entre el 2 y el 3%.

Si a este cóctel se le añade la alta dispersión entre emisores (tanto por remuneración como por riesgo), el experto considera que el entorno actual es rico en oportunidades para inversores como Carmignac, centrados en el análisis en profundidad sobre posiciones individuales: “Estas disparidades nos permiten encontrar inversiones atractivas que no han sido identificadas por el mercado”.

La propuesta de Carmignac para aprovechar estas oportunidades de inversión es el Carmignac Portfolio Credit, un fondo caracterizado por la flexibilidad de su gestión, para poder acceder a todo el espectro de mercados de crédito e instrumentos de inversión disponibles a escala global. Destaca su detallado proceso de análisis fundamental, que busca comprender las características específicas de cada activo seleccionado para la cartera. Además, el equipo gestor puede implementar coberturas (principalmente a través de CDS) para gestionar las fases de volatilidad del mercado. “No queremos controlar la volatilidad de corto plazo. Lo que queremos controlar es el riesgo, de modo que podamos mantener la visibilidad de los retornos a dos o tres años vista. Puedes conseguir esto mediante la comprensión de los fundamentales, las estructuras de capital y la documentación de cada empresa”, resume Verlé.

Desde Carmignac destacan asimismo la fortaleza y estabilidad del equipo, que lleva gestionando los activos de crédito presentes en todas las carteras del grupo desde 2015.

¿Sigue habiendo oportunidades atractivas de inversión en deuda de alta calidad? ¿Y en high yield?

Hay más alfa en el high yield, y eso es estructural porque hay más miedo al impago. Es evidente que aquí hay más dispersión y unos diferenciales elevados, que parecen bastante ajustados. Los diferenciales BB están cerca de mínimos de 10 años y, aunque preferimos el alto rendimiento por el alfa, los diferenciales de grado de inversión ofrecen de media un poco más de valor.
En cuanto a las tasas de impago, subirán, eso es seguro, aunque no esperamos una oleada masiva de impagos. Las políticas monetarias y fiscales de los últimos 15 años han mantenido las tasas de impago en niveles muy bajos, en algunos casos de forma un tanto artificial. Es necesario que vuelvan a subir hacia niveles saludables. Además, las empresas tendrán que reparar cualquier estructura de capital que fuera frágil en el entorno de tipos de interés anterior a 2022.

De hecho, las tasas de impago ya están aumentando; esto es muy positivo, porque crea oportunidades y ayuda a mantener cierta disciplina en los diferenciales. Cada vez que se produce un impago, vemos que hay muchas situaciones que no son bien comprendidas por el mercado y que sufren una revisión de precios.

¿En qué áreas del mercado está encontrando ideas de inversión?

Nos interesa especialmente el sector financiero, que es un ejemplo llamativo de la dispersión de los mercados de crédito. Aunque están mucho mejor capitalizados, los bancos tienen dificultades para generar rendimientos significativos y sus valoraciones bursátiles están en dificultades. Sin embargo, esta situación es favorable para los acreedores. A calificaciones similares, ofrecen una prima real con respecto a los emisores de otros sectores.

El sector energético también ofrece muchas oportunidades, dado el desequilibrio entre unas necesidades de financiación muy grandes y la oferta de capital a medida que las políticas de inversión responsable se vuelven más restrictivas. Por nuestra parte, creemos que el papel de las empresas energéticas sigue siendo esencial y continuamos invirtiendo en las que consideramos las más rentables del sector.

Por último, los CLO, que existen desde hace más de 25 años y cuentan con cientos de miles de millones de euros en circulación, tienen una tasa de impago de sólo el 0,46% entre 1997 y 2022 (fuente: Standard & Poor’s). Desde la crisis financiera, las estructuras de los CLO se han vuelto más conservadoras y se han endurecido los requisitos normativos. El acceso a este mercado sigue estando limitado a las mayores instituciones financieras debido a las elevadas barreras de entrada. Este desequilibrio entre la oferta y la demanda se traduce en una elevada rentabilidad en relación con el riesgo asumido, lo que convierte a los CLO en un sólido motor de convicción y rentabilidad en nuestras carteras de crédito.

¿Cómo influye el cambio de ciclo en la política monetaria del BCE y la Fed a su cartera?

El mercado se está mostrando cada vez más cauteloso ante futuras bajadas de tipos, con una fuerte subida de las yields en Alemania y Estados Unidos desde finales del tercer trimestre. Los indicadores estadounidenses siguen sorprendiendo al alza, con un crecimiento superior al potencial y un mercado laboral boyante que siguen estimulando al consumidor estadounidense. Mientras tanto, la eurozona está mostrando signos de recuperación, con un crecimiento del 0,4% en el tercer trimestre y un aumento de los indicadores adelantados.

Sin embargo, este crecimiento sin freno alimentado por los estímulos fiscales ha reavivado las raíces inflacionistas que parecían haber desaparecido de la mente de los inversores, en un momento en que los efectos de base de las materias primas ya no son el motor de la desinflación. La elección de Donald Trump y el posible escenario de «barrido rojo» (control del Congreso y potencialmente de la Cámara de Representantes) también son catalizadores desfavorables para la inflación futura, en vista del programa político relativamente caro del Sr. Trump, que fortalecerá la guerra comercial a través de los aranceles. Este cóctel de inflación resurgente y crecimiento resistente ha minado el entusiasmo de los inversores en renta fija, que ya habían construido un escenario particularmente acomodaticio por parte de los banqueros centrales.

Dicho esto, las curvas se están normalizando, aunque menos de lo esperado, lo que en sí mismo es un avance técnico positivo para el crédito. Algunos inversores están abandonando los mercados monetarios o el papel comercial en favor del crédito. También se observa un aumento de los flujos desde productos flotantes hacia productos a tipo fijo. Al mismo tiempo, y como era de esperar, las curvas de diferenciales son relativamente pronunciadas.

Así pues, en conjunto, nuestros principales fondos de crédito se gestionan con una duración inferior a la del mercado, principalmente gracias a unos rendimientos más elevados, más pagarés a tipo flotante a través de su exposición a los tramos CLO, y algunos papeles rescatables de alto rendimiento.

¿Tiene el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca impacto sobre su estrategia de inversión?

Aunque Trump no haya cambiado, creemos que el contexto económico ha evolucionado: la reticencia de los mercados hacia la expansión fiscal tras la pandemia, la posibilidad de políticas más extremas con menos moderados en la próxima administración, y cambios geopolíticos significativos son todos factores que pueden aumentar el riesgo de volatilidad. Un EE.UU. aislacionista podría aumentar los riesgos de conflictos regionales que afecten a las cadenas de suministro.

En general, el resultado de las elecciones no altera nuestra visión constructiva del crédito. Los balances de las empresas están muy saneados, los datos técnicos son sólidos y existe el riesgo de que se acelere el giro de la política monetaria del BCE. No obstante, se requerirá agilidad, sobre todo en aquellos segmentos más sensibles al crecimiento y que podrían verse afectados en mayor medida por un arancel comercial o una recesión inducida por un shock de oferta.

Los consumidores chinos y la clase media tiran del sector del lujo que no agota su crecimiento

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«El consumidor de lujo es el último en entrar y el primero en salir en momentos de volatilidad». En opinión de Flavio Cereda, gestor de GAM, esta reflexión de Mark Metrick, CEO de Sacks, capta la esencia y las peculiaridades de la industria del lujo. Según su experiencia como gestor de la estrategia GAM Luxury Brands, se trata de un mercado joven con apenas 30 años de historia y con capacidad para crecer a un ritmo sostenible de entre el 6% y el 7% al año. 

“En estos últimos 30 años, este mercado ha crecido de forma considerable y ha tenido un comportamiento muy atractivo. Entre 2020 y 2023 creció a una media de un 20%, algo excepcional que se explica por su reactivación tras la etapa de la pandemia global del COVID. Ésta marcada recuperación de estos últimos tres años también explica que las cifras que deja este 2024 sean menores”, matiza Cereda. 

Pese a esta moderación en el ritmo del crecimiento, el gestor sostiene que este mercado seguirá creciendo gracias a dos tendencias clave. Por un lado, el mercado de lujo ha cambiado drásticamente, destacándose el auge de Asia y el declive de Europa. Y, por otro lado, Cereda advierte de que las marcas de lujo están experimentando un efecto de polarización, donde las marcas más fuertes y más débiles se están moviendo en direcciones opuestas.

China, Europa y EE.UU.

Centrándonos en la primera de estas tendencias, el gestor sostiene que Asia se ha convertir en el principal catalizador del consumo de lujo en estos últimos años, en concreto desde 2017. «Antes el gran consumo venía de Estados Unidos y de Europa, pero en estas regiones el lujo se ha convertido en algo realmente exclusivo. En cambio, todo el foco está puesto ahora en China, pero atención esta no es una ‘historia’ sobre China, sino sobre el consumidor chino, que son cosas diferentes. Antes de la pandemia, el consumo venía de los ciudadanos chinos, pero realizado fuera de su país; principalmente por sus compras en Europa y Estados Unidos. Esta preferencia por comprar lujo fuera de su país se explica por varios motivos: primero tiene más relevancia y posicionamiento social decir que el producto fue comprado fuera; en segundo lugar, el precio, que podía variar hasta en un 60%; y en por último, fuera de China podían acceder a productos diferentes», comenta Cereda.

Antes de la pandemia de 2019, se calculaba que el 70% del consumo de lujo de los chinos procedía de fuera de China y solo un 30% de dentro del país. Siguiendo con su explicación, el gestor señala que tras el COVID esto cambio y las grandes firmas apostaron por igualar en precios, productos y atención al cliente las regiones asiáticas. «Tras la pandemia las marcas reaccionaron y realizaron cambios sustanciales. Por ejemplo, abrieron tiendas emblemáticas en China, llevaron productos más exclusivos y comenzaron a tener más presencia en la región asiática, que es por donde estuvieron viajando. Ahora, la proporción ha cambiado y el 30% del consumo de lujo chino viene del exterior y el 70% de la propia China», añade.

Respecto a los consumidores tradicionales, los ciudadanos estadounidenses y europeos, el gestor de GAM explica que para los primeros su principal catalizador es la moneda, «tener un dólar fuerte». Respecto a Europa, apunta: «Ha sido una geografía muy relevante en términos de consumo, pero por el peso de los consumidores chinos. En cambio, el consumidor europeo es menos relevante. Mientras cae el consumo de lujo en Europa por esa ausencia del consumidor chino, sí que vemos una nueva tendencia a favor del consumo local impulsado por marcas y consumidores locales».

Quién y qué compra

Ahora bien, ¿qué perfil tienen todos estos consumidores que invierten en lujo? Según la experiencia de Cereda, el 32% corresponde a un perfil UHNWI, un 30% a VHNWI , un 26% a HNWI y un 12% a la individuos de clase media. «Justamente estos últimos, la clase media, que es el que tiene que hacer un esfuerzo para poder comprar un bien de este tipo, es ahora mismo uno de los motores de crecimiento del sector del lujo. Este perfil es el que está cayendo, en torno al 4%, y es lo que explica que en 2024 el crecimiento del sector vaya a ser menor», explica el gestor de GAM. Además, según su experiencia, calcula que el 47% del consumo se destina a bienes personales de lujo y un 20% las experiencias, mientras que un 9% son coches y un 8% comida y bebidas. El gestor señala que el segmento que más crece ahora mismo es el que tiene que ver con las experiencias de lujo.

Por último, para Cereda la otra gran peculiaridad de este sector es la necesidad de distinguir entre firmas de consumo masivo y de lujo, ya que muchas de las primeras tratan de posicionarse en el grupo de las segundas. «Las empresas de lujo puro tienen características únicas como, por ejemplo, controlan la oferta de los productos, tienen capacidad para fijar el precio, logran unos márgenes elevados gracias a que su demanda no cambia y evitan hacer rebajas o tener tiendas de venta de saldos», explica. En este sentido, apunta que un buen ejemplo de compañía es Ferrari. «Te diré que para mi Ferrari es la mejor  marca. A sus compradores no les importa nada el ruido del entorno, su consumo es fiel», concluye. 

¿Por qué los gestores de activos están utilizando más los SPVs?

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Foto de Jonathan Borba en Unsplash

Los vehículos de propósito especial (SPVs, por sus siglas en inglés) se han convertido en herramientas esenciales en la gestión de portafolios, debido a su capacidad para optimizar recursos, reducir riesgos y ofrecer flexibilidad operativa, destacan en un análisis desde la gestora especializada FlexFunds. Un SPV es una entidad legal creada para realizar una función específica, con frecuencia estructurada como una sociedad de responsabilidad limitada, permitiendo así una separación efectiva de activos y pasivos con respecto a la empresa matriz. Al mantener los riesgos de un proyecto específico dentro de esta entidad independiente, las compañías protegen sus operaciones centrales y disminuyen la exposición a posibles pérdidas o responsabilidades derivadas de actividades de alto riesgo.

Los gestores de portafolios utilizan los SPVs para diversos fines, como, compartir y aislar  riesgos, titularizar activos, facilitar la transferencia de activos y optimizar la venta de propiedades, lo cual gráficamente lo podemos expresar de la siguiente manera:

 

Principales beneficios de los SPVs para los gestores de portafolios

La aplicación de los SPVs abarca múltiples beneficios, comenzando por la gestión de riesgos. Esta figura permite a las empresas manejar proyectos de alto riesgo sin comprometer la estabilidad patrimonial de la entidad principal, ya que cualquier dificultad financiera o legal queda contenida en el SPV. Los gestores de portafolio también encuentran en los SPVs una herramienta de gran utilidad para adaptarse a regulaciones y normativas del mercado, logrando una flexibilidad operativa que facilita la expansión hacia nuevas áreas o el desarrollo de  proyectos con menos riesgo de afectar el núcleo del negocio. En sectores regulados, el uso de un SPV es especialmente ventajoso, dado que ayuda a las empresas a cumplir con las normativas del  mercado sin poner en riesgo su estructura principal.

Otro beneficio clave de los SPVs es la optimización de costes. Estas entidades, al tener una operación limitada a un proyecto específico, permiten reducir gastos generales y operativos. De este modo, proyectos de construcción o desarrollos de productos pueden gestionarse a través de SPV, minimizando el impacto financiero en la estructura de la empresa matriz y maximizando la eficiencia de costos. Además, los SPVs ofrecen una vía accesible para captar capital sin afectar la calificación crediticia de la empresa matriz, dado que cuentan con su propio perfil de  crédito. Esto representa una ventaja estratégica para los gestores de portafolio, que pueden financiar activos o proyectos individuales sin incrementar el riesgo financiero o la deuda de la  organización principal.

 

 

Pese a estos beneficios, los SPV también presentan ciertos desafíos, en especial en lo que respecta a la transparencia y la supervisión de riesgos. La estructura de los SPV puede ser  compleja y, en algunos casos, poco clara, lo que dificulta la evaluación completa de los riesgos asociados. Para los gestores de portafolio, es esencial mantener un monitoreo constante de los  activos y pasivos del SPV, a fin de identificar riesgos ocultos y minimizar posibles problemas financieros que puedan surgir. El cumplimiento normativo es otro aspecto crítico. Es fundamental  que los SPV operen con transparencia y que no se utilicen para evadir impuestos o responsabilidades, ya que cualquier irregularidad podría exponer tanto al SPV como a la empresa matriz a  sanciones significativas.

El interés en los SPV ha crecido considerablemente en la última década, impulsado por su efectividad para facilitar flujos de capital transfronterizos y permitir a los  inversores privados el acceso a mercados emergentes. De acuerdo con el informe SPV Global Outlook 2024 de CSC, el aumento en el uso de SPV se debe principalmente a su capacidad de  proteger activos y pasivos de la  empresa matriz, su facilidad de creación y administración, y la posibilidad de separar activos individuales para optimizar su rendimiento. Este enfoque ha hecho  de los SPVs una opción popular entre gestores de fondos e inversionistas que buscan estructuras eficientes desde el punto de vista fiscal y con capacidad de adaptación.

Los vehículos de propósito especial operan en un entorno regulatorio cada vez más complejo, lo cual genera desafíos y oportunidades para los gestores de activos. Como menciona Thijs van  Ingen, líder global en Servicios Corporativos y Legales de CSC, “la regulación está impulsando la complejidad”, y las normativas pueden variar según la jurisdicción en la que opera cada  SPV. Para los gestores, esto implica una responsabilidad significativa en cuanto al cumplimiento y la gobernanza de estas entidades, que pueden estar sujetas a múltiples niveles de regulación,  desde los fondos hasta las sociedades y las inversiones específicas.

Perspectivas futuras para los SPV

  1. Mayor uso en mercados emergentes: a medida que los inversores buscan nuevas oportunidades de crecimiento en mercados emergentes, es probable que los SPV se utilicen con mayor frecuencia para agrupar y gestionar inversiones en estas regiones. Por ejemplo, una firma de capital privado podría usar un SPV para invertir en una cartera de empresas medianas en mercados en desarrollo, proporcionando así acceso al capital mientras protege los intereses de los inversores.
  2. Inversiones sostenibles: la importancia de factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) está aumentando, y se espera que los SPV tengan un rol creciente en el financiamiento de proyectos sostenibles. Las empresas que desean invertir en activos sostenibles, como energía renovable o proyectos de impacto social, pueden utilizar los SPVs para canalizar estos  fondos y maximizar el rendimiento en áreas de alto crecimiento sostenible.
  3. Mayor escrutinio regulatorio: A medida que los SPVs se integran en el sistema financiero, los reguladores enfocan su atención en estas estructuras. Los SPVs podrían estar sujetos a nuevos requisitos de transparencia y apalancamiento, diseñados para mitigar riesgos y evitar prácticas de evasión fiscal. Este mayor escrutinio también podría requerir informes más exhaustivos y controles adicionales, elevando los costos de administración.

Los vehículos de propósito especial (SPVs) son una herramienta estratégica valiosa para los gestores de portafolio que buscan proteger sus activos y mitigar riesgos sin comprometer la estructura financiera de la empresa matriz. Su capacidad para aislar riesgos, ofrecer flexibilidad operativa, y facilitar la captación de capital los convierte en una alternativa atractiva en la gestión de activos y proyectos de alto riesgo.

En FlexFunds, somos expertos en el diseño y creación de vehículos de inversión, ofreciendo soluciones que permiten a los gestores emitir productos listados en bolsa (ETPs) a través de SPVs constituidos en Irlanda. Nuestras soluciones se adaptan completamente a las necesidades del cliente y reducen a la mitad el tiempo y el coste comparado con otras alternativas del mercado. Con el respaldo de reconocidos proveedores internacionales como Bank of New York, Interactive Brokers, Bloomberg y CSC Global, entre otros, FlexFunds ofrece soluciones personalizadas y eficientes que pueden potenciar la distribución de estrategias de inversión en los mercados de capital internacioles.

Para obtener más información, no dude en contactar a nuestros especialistas en contact@flexfunds.com.

Seaya Andromeda incorpora a Alfonso Díaz Córdova como nuevo director de Inversiones

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Seaya Andromeda Alfonso Díaz Córdoba director inversiones
Foto cedidaAlfonso Díaz Córdova, nuevo director de inversiones de Seaya Andromeda

Seaya Andromeda, fondo de growth de Europa especializado en digitalización y tecnología para la sostenibilidad, de la plataforma de inversión Seaya, ha anunciado la incorporación de Alfonso Díaz Córdova como director de inversiones. 

Seaya Andromeda se centra en empresas en etapas de growth y private equity lower mid-market en España y Europa. Con un tamaño de 300 millones de euros y un enfoque vertical en sectores como energía, descarbonización, economía circular y cadena de valor alimentaria, ha construido una cartera inicial de siete empresas, con nombres como Seabery, Bike Ocasión, Aegir, Recycleye, y Quatt. Andromeda tiene un mandato flexible, que le permite realizar transacciones con distintas estructuras tanto en mayoría como minoría y a través de ampliaciones de capital o compra de participaciones a accionistas existentes.

Previamente a su paso por Seaya, Alfonso fue director en BlueBull Partners, banco de inversión especializado en asesorar a compañías tecnológicas en España, liderando de forma exitosa más de 15 operaciones de M&A entre 2020 y 2024 en diversas verticales tecnológicas como ciberseguridad, logística, edtech y data analytics, entre otros. Anteriormente, Alfonso trabajó durante siete años en banca de inversión en Londres en entidades financieras como Stifel, Haitong y Mirabaud.

Ahora, en Seaya Andromeda, Alfonso será responsable de liderar transacciones mayoritarias y minoritarias en España en empresas con gran potencial de crecimiento y que busquen resolver retos de sostenibilidad.

En palabras de Pablo Pedrejón, socio de Seaya Andromeda, “en España y Europa, muchas empresas han superado la etapa de venture capital y ahora buscan asociarse con un fondo que las impulse a la próxima etapa de crecimiento e internacionalización. Ahí es donde entra Seaya Andromeda. Con la incorporación de Alfonso, sumamos su larga experiencia apoyando a empresarios en tomar estas decisiones estratégicas clave y con su contribución podremos maximizar el impacto del fondo”.

“Me uno a un equipo de primer nivel y a una plataforma con un sólido track record en compañías líderes en tecnología e innovación. Mi objetivo es consolidar Andromeda como referente en inversión de growth en España, apoyando a empresas y equipos excepcionales que afrontan los desafíos del futuro con soluciones innovadoras”, comenta Alfonso Díaz Córdova, nuevo director de inversiones de Seaya Andromeda.

Graduado de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, Díaz Córdova cuenta con un Máster en Corporate Finance and Capital Markets por el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB).

BlackRock lanza un ETF que invierte en compañías estadounidenses de gran capitalización

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BlackRock ETF compañías estadounidenses gran capitalización
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En opinión de BlackRock, el creciente protagonismo de los valores de mega-capitalización en los últimos años subraya la oportunidad que tienen los inversores europeos de mejorar su forma de captar el crecimiento de algunas de las empresas más conocidas del mundo. Por ello, la gestora ha lanzado el fondo ETF iShares S&P 500 Top 20 UCITS, que ofrecer a los inversores europeos una «solución sencilla» para expresar opiniones más detalladas sobre las mayores empresas cotizadas en Estados Unidos.

“El mercado de capitales estadounidense ha experimentado una importante transformación en las dos últimas décadas, pero las nuevas soluciones para ayudar a los inversores a gestionar mejor su exposición a la capitalización bursátil son limitadas. En el 2000, todo el mercado de valores estadounidense estaba valorado en 15 billones de dólares. En la actualidad, sólo las ocho mayores empresas valen 15 billones de dólares. Y lo que es más importante, las 20 mayores empresas del índice S&P 500 han aportado más de dos tercios (68%) de la rentabilidad del índice en los últimos tres años, lo que demuestra su capacidad para generar rentabilidades bursátiles extraordinarias”, han detallado desde BlackRock.

Según Brett Pybus, responsable de estrategia de producto de iShares para EMEA, ha llegado el momento de que los inversores se replanteen su exposición al mercado. «Con este ETF, los inversores europeos pueden aprovechar el poder del crecimiento y la innovación de las mayores empresas estadounidenses de forma selectiva. La dispersión del rendimiento dentro del S&P 500 ha creado la necesidad de una exposición precisa a la renta variable estadounidense», apunta sobre el nuevo vehículo de inversión. 

Por último, la gestora destaca que la posibilidad de acceder fácilmente o personalizar la exposición a la capitalización bursátil estadounidense en un ETF es pertinente para diversos tipos de inversores, incluidos los que invierten por primera vez, los creadores de carteras, los inversores institucionales y los asesores financieros. En concreto, entre las as 20 mayores empresas de EE.UU. encontramos sectores como tecnología, bienes de consumo, comunicación, sanidad y servicios financieros.

Miami InsurTech Advocates Hub designa a JubilaME como miembro de la junta directiva

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Miami Insurtech Advocates Hub Jubilame junta directiva
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JubilaME, plataforma “phygital” de asesoramiento y compra de productos financieros de alto valor, se convierte en miembro activo del MIA Hub, incorporándose a su junta directiva. El Miami Insurtech Advocates Hub (MIA Hub) conecta clientes corporativos, empresas innovadoras e inversores, promoviendo partnerships y relaciones comerciales.

Borja Gómez, director financiero y de expansión internacional de JubilaME, y basado en Luxemburgo, será quien se incorpore a la junta directiva.

Desde JubilaME destacan que se comprometen a ser un actor activo en el desarrollo del MIA Hub con nuevas ofertas para socios existentes y futuros, así como extender su red geográfica.

Julio Fernández, CEO de JubilaME, comenta “el ecosistema del MIA Hub es único por la heterogeneidad de perfiles dentro del sector asegurador y financiero. Las oportunidades de colaboración son numerosas e interesantes. Participaremos en el crecimiento de esta comunidad internacional”.

FF Global Financial Services Fund: Reflexión sobre las elecciones estadounidenses

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elecciones estadounidenses Global Financial Services Fund
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La nueva administración Trump probablemente traiga consecuencias de diversa índole para el sector de los servicios financieros, tanto positivas como negativas. Algunas de ellas podrían ser catalizadores potentes que podrían favorecer los movimientos de las cotizaciones a corto plazo, pero es importante ser conscientes de la incertidumbre en torno al calendario y la magnitud de los efectos, sobre todo en los beneficios.

Se espera que el nuevo Gobierno baje los impuestos, lo que, en general, supone un estímulo para la economía. Este hecho beneficiará a varios sectores, como los fondos de capital riesgo y las inversiones alternativas, los bancos de inversión, los bancos regionales y los intermediarios y plataformas de inversión minoristas. En la cartera tenemos exposición al capital riesgo y las inversiones alternativas a través de empresas como Ares Management, Apollo Global Management, Hamilton Lane, Brookfield, TPG, Partners Group e Intermediate Capital Group. También tenemos en cartera a Berkshire Hathaway e Investor AB, que probablemente se beneficien de las alzas bursátiles.

Entre los bancos de inversión y regionales, tenemos posiciones en JP Morgan Chase, PNC Financial Services, Wintrust Financial, First Horizon y BOK Financial. Dentro de los intermediarios y las plataformas de inversión minoristas tenemos posiciones en Interactive Brokers Group, Morgan Stanley (que es un banco de inversión, pero también posee E*Trade) y Raymond James. Swissquote es un intermediario minorista europeo que ofrece varios productos, entre ellos criptomonedas (existe la percepción de que Trump favorecerá al sector de las criptomonedas).

También se espera que el nuevo gobierno desregule el sector financiero. Empresas como Visa y Wells Fargo (ambas en cartera) presentan varios motores fundamentales positivos, pero se han enfrentado a una considerable vigilancia de las autoridades durante los últimos años que podría relajarse bajo un régimen menos centrado en la regulación. Una regulación más laxa podría impulsar la actividad de fusiones y adquisiciones, lo que a su vez debería generar oportunidades para el capital riesgo y la banca de inversión.

Estos factores podrían estimular los flujos de inversión hacia EE.UU. y eso suele financiarse con la venta de activos no estadounidenses, lo que contribuye a que los mercados de EE. UU. destaquen. En cuanto a los tipos de interés, si los tipos a corto plazo bajan a medida que la Reserva Federal prosiga con su ciclo de recortes, el valor de los activos debería recibir apoyo, lo que beneficia a las empresas expuestas a los mercados, incluidos los fondos de capital riesgo, los holdings y las plataformas de inversión. En la medida en que suban los tipos estadounidenses a largo plazo, nuestras posiciones en seguros y reaseguros deberían salir beneficiadas.

Se ha prestado mucha atención a los aranceles comerciales. Si aumentaran, la inflación sufriría presiones al alza. Eso podría traducirse en tipos de interés relativamente más altos, lo que supondría un obstáculo para diversos sectores de la economía como el consumo, las pequeñas empresas y el sector inmobiliario.

 

Tribuna de Mark Elatab, gestor de Fidelity International

Inversiones alternativas: mayor accesibilidad para los inversores y qué deben saber los asesores

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El término “inversiones alternativas” es amplio y no resulta ser especialmente descriptivo ni útil. Esta terminología abarca todas las estrategias a las que no se puede acceder a través de las soluciones tradicionales de renta variable y renta fija. Asimismo, estas estrategias tienen el potencial de abordar muchos de los desafíos a los que se enfrentan los inversores hoy en día: la necesidad de obtener mayores rentas, la protección contra la inflación, la diversificación y la estabilidad frente a mercados volátiles.

Partiendo desde la visión más generalista, las inversiones alternativas pueden clasificarse en los siguientes tipos de estrategias: “hedge funds”, “private credit”, ‘private equity’, “real estate” y “infrastructure”.

Los “hedge funds” emplean una amplia gama de estrategias, cada una con sus propias características de riesgo y rentabilidad. Asimismo, pueden desempeñar diferentes funciones en una cartera: aislar alfa, mejorar las rentabilidades, mitigar o cubrir riesgo y proporcionar diversificación.

En términos generales, los ‘hedge funds’ pueden clasificarse en cinco categorías: ‘Equity Hedge‘, ‘Event Driven‘, ‘Relative Value‘, ‘Macro‘ y ‘Multi-Strategy‘. A su vez, cada una de estas categorías puede dividirse en estrategias secundarias.

Las estrategias ‘Equity Hedge’ y ‘Event Driven’ ofrecen beta de la renta variable con la oportunidad de reducir la volatilidad al proporcionar exposición a renta variable, al tiempo que tratan de disminuir el riesgo de la cartera mediante estrategias de cobertura. Las estrategias ‘Relative Value’ tratan de capitalizar las discrepancias de precios en el mercado, ofreciendo una rentabilidad constante con una volatilidad atenuada mediante la compra y venta simultánea de acciones para aprovechar la puesta en precio de las eficiencias. Las estrategias “Macro” son de naturaleza defensiva y han demostrado históricamente su eficacia durante las turbulencias del mercado. Estas estrategias apuestan por amplias tendencias macroeconómicas utilizando futuros, opciones y “spot markets”, proporcionando potenciales beneficios de diversificación en momentos de tensión en los mercados. Por último, los ‘Multi-Strategy hedge funds’ distribuyen el capital entre estrategias de manera oportunista con el objetivo de obtener rentabilidades no correlacionadas y reducir el riesgo de la cartera.

La inversión en “private credit” es una forma de préstamo de capital por fuera del sistema bancario tradicional donde los prestamistas trabajan con los prestatarios para negociar préstamos privados, que normalmente se mantienen hasta su vencimiento y que no cotizan en el mercado público. Al no cotizar en el mercado público, estos préstamos compensan a los inversores con una prima de iliquidez, es decir, la rentabilidad adicional generada por comprometer capital durante un periodo prolongado de tiempo proporcionando a su vez tiempo para que los gestores desbloqueen el valor de las inversiones.

El mercado de “private credit” ha crecido exponencialmente desde la crisis financiera mundial, tanto en términos de amplitud como de profundidad. Los activos bajo gestión del segmento de “private credit” se han multiplicado por cuatro subiendo desde el nivel de 262.2 “billion” de USD a escala global1 en 2009 hasta 1.6 “trillion” de USD a día de hoy2. En términos generales, las estrategias de “private credit” pueden clasificarse en las siguientes categorías: ‘direct lending‘, ‘specialty lending‘ y ‘distressed lending‘. Las estrategias de ‘direct lending’ proporcionan crédito principalmente a empresas “non-investment grade” del “middle market” que buscan préstamos por parte de prestamistas no bancarios centrándose en la generación de rentas. El ‘specialty lending’ abarca una amplia gama de productos que suelen estar respaldados por diferentes tipos de activos, incluidos el “real estate”. Estas estrategias tienden a centrarse en la mayor rentabilidad total posible. El ‘distressed lending’ se trata de la compra de participaciones de empresas en dificultades financieras a grandes descuentos con el objetivo de generar beneficios tras la recuperación de la empresa. Al igual que las estrategias de ‘specialty lending’, las estrategias ‘distressed’ se centran en generar la mayor rentabilidad total posible.

Históricamente, el “private credit” ha mostrado una baja correlación con la renta fija más tradicional ya que la deuda no cotiza y no está sujeta a la volatilidad del mercado público. Las rentas de los inversores aumentan con los tipos de interés generales ya que la deuda suele ser a tipo variable representando así una característica deseable.

Las estrategias de “private equity” se diferencian principalmente por la fase del ciclo de vida de la compañía en la que se centran: inicial, media y final. Estas estrategias han ofrecido tradicionalmente una considerable prima de iliquidez a los inversores ya que sus perfiles de riesgo/rentabilidad están vinculados a la probabilidad de que las compañías alcancen objetivos de crecimiento/mejora. Las estrategias de “private equity” pueden dividirse en tres categorías principales: ‘buyout‘, ‘growth capital‘ y ‘venture capital‘. La categoría de “buyout” representa el mayor segmento de la estrategia medido por activos bajo gestión (AUM). Los inversores en “buyout” adquieren el control total o mayoritario de empresas maduras mediante capital y deuda. Las estrategias de “growth capital” se caracterizan por obtener una participación minoritaria o no mayoritaria en empresas con un potencial de crecimiento. Los inversores suelen adoptar un enfoque pasivo conservando el mismo equipo directivo, mientras que suelen utilizar menores niveles de apalancamiento que las transacciones de “buyout”. Por último, las estrategias de “venture capital” son inversiones realizadas en “start-ups” y empresas en fase inicial que revisten un potencial de crecimiento significativo. A medida que una empresa crece, se proporciona financiación adicional en forma de «rondas».

Los “real assets” son activos tangibles y físicos cuyo valor se deriva de su uso físico incluyen tanto “real estate” así como infraestructura. Las estrategias de “private real estate” se centran en inversiones de capital y préstamos a inmuebles de “real estate” de titularidad privada. Las estrategias se clasifican en ‘Core’, ‘Core-Plus’, ‘Value Add’ y ‘Opportunistic’. Las estrategias se clasifican en función del nivel de riesgo de las características de los inmuebles como la ubicación, la calidad del inmueble y el porcentaje arrendado. Asimismo, los principales tipos de inmuebles son residenciales, comerciales e industriales. Históricamente, estas estrategias han servido como fuente de rentas, obteniendo de manera frecuente, tires muy superiores frente a las opciones tradicionales de renta fija.

Las estrategias de “private infrastructure” implican inversiones en capital y préstamos a instalaciones de infraestructura y servicios de titularidad privada. En términos generales, se consideran dos grandes categorías de estrategias: económicas (por ejemplo, autopistas de peaje, aeropuertos, tratamiento de aguas y electricidad) y sociales (por ejemplo, escuelas, hospitales y centros penitenciarios). Al igual que “real estate”, las estrategias de “private infrastructure” pueden clasificarse en ‘Core‘, ‘Core-Plus‘, ‘Value Add‘ y ‘Opportunistic‘.

El modelo de cartera 60/40 (60% renta variable y 40% renta fija) experimentó una significativa rentabilidad relativa negativa en 2022, cuando ambas clases de activos cayeron simultáneamente por primera vez en décadas. Por su parte, los asesores se enfrentan a dificultades para encontrar fuentes de rentas para sus clientes, mientras que las correlaciones entre la mayoría de las clases de activos tradicionales crecen cada vez más derivando en una creciente necesidad de ir más allá de la tradicional cartera 60/40.

Los estudios han demostrado repetidas veces que la asignación a estrategias de inversiones alternativas puede mejorar el perfil de riesgo/rentabilidad de las carteras equilibradas. Hasta hace poco, solo podían participar en este tipo de inversiones, instituciones e individuos con grandes patrimonios que cumplieran los requisitos de admisibilidad pertinentes.

Afortunadamente, los gestores de activos se han centrado en ampliar el acceso a las inversiones alternativas. Asimismo, se ha producido un crecimiento significativo de las ofertas realizadas con unos mínimos de inversión más bajos acompañados de una mayor transparencia y puntualidad en la provisión de información fiscal. Como resultado, los inversores profesionales tienen ahora acceso a un conjunto más amplio de herramientas. De hecho, las proyecciones esperan que las asignaciones de los asesores a inversiones alternativas aumenten de forma constante desde el 4% registrado en 2022 hasta el 4,5% previsto para 2024.3

Dos factores principales han impulsado la democratización de las inversiones alternativas:

  1. El entorno del mercado: los inversores profesionales necesitan herramientas completas y sofisticadas para poder acceder de la mejor manera posible al conjunto de oportunidades de inversión para sus clientes.
  2. La innovación de los productos: Los gestores han respondido a la demanda de los inversores lanzando vehículos con mínimos de inversión más bajos dirigidos a inversores particulares sofisticados capaces de tolerar una liquidez que no es diaria.

Estos dos factores han contribuido a la proliferación de vehículos de inversiones alternativas que tratan de proporcionar un mayor acceso a los mercados privados con condiciones favorables para el inversor, como son los mínimos de inversión más bajos, la tramitación simplificada de las suscripciones y, en algunos casos, las condiciones de reembolso. Los inversores pueden acceder a estas estrategias a través de los nuevos vehículos de fondos regulados, como las SICAVs Parte II, los ELTIFs y los LTAFs, que ofrecen muchas de las protecciones del registro público y permiten invertir en activos ilíquidos como los mercados privados. En función de la estructura del vehículo, determinados productos pueden distribuirse no solo a inversores profesionales, sino también a inversores minoristas. Es importante destacar que estas estrategias revisten el potencial de actuar como diversificadores de las carteras con rentabilidades que no están correlacionadas con los mercados tradicionales, poseen un menor grado de volatilidad, y a menudo, ofrecen una prima de iliquidez.

 

 

Tribuna de Federico Vettore, responsable de European Private Markets For Wealth de Morgan Stanley IM, y Frank Famigliett, responsable de Intermediary Alternatives Distribution de la firma

Lorena Couso se incorpora al equipo de Inversiones de BBVA Asset Management & Global Wealth

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Lorena Couso equipo inversiones BBVA Asset Management
Foto cedida

Lorena Couso se ha incorporado al equipo de Inversiones de BBVA Asset Management & Global Wealth. Reportará directamente a Ignacio Aguilar, responsable del equipo de Wealth Solutions, dentro del área de Asset Allocation, que lidera Jaime Martínez.

Couso acumula varios años de experiencia en la gestión de inversiones, estando especializada en la gestión de clientes de banca privada y altos patrimonios en entidades españolas como Bankinter y CaixaBank.

Licenciada en Matemáticas, cuenta con un Máster en Finanzas Cuantitativas y en Visual Analytics & Big Data, aporta habilidades cuantitativas que contribuyen a ofrecer un perfil muy completo para las necesidades del área, según recoge el comunicado de la firma.

Por todo ello, Lorena será pieza clave para reforzar las capacidades de gestión de carteras y de servicio personalizado a los clientes privados de mayor patrimonio gestionados por BBVA AM&GW.