Cinco demandas de los jóvenes a su entidad financiera

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Las personas que nacieron entre la última década del siglo XX y la primera del XXI viven una gran parte de su día conectados a la red, tienen más capacitación digital que sus antecesores y son más exigentes a la hora de elegir un producto o servicio. Es un hecho que la digitalización del sector bancario ha pisado el acelerador y el eBanking es ya una realidad consolidada en España y Europa. En concreto, el uso de la banca online ha crecido de manera sostenida en nuestro país, alcanzando una penetración del 62%, según un estudio realizado por TBS Education en Barcelona, basado en los datos oficiales de Eurostat.

Por ello, cuando se habla de las expectativas de los jóvenes respecto a las entidades financieras y de seguros, es fundamental comprender el salto generacional, que en este grupo de población incluye una demanda de experiencia personalizada, eficiente y rápida. Para ellos, la experiencia de usuario debe ser excepcional, no es suficiente cumplir con los estándares; la banca digital debe aportar un valor diferencial.

Saber qué relación tienen en la actualidad los jóvenes con los bancos o cómo puede el sector financiero e insurtech, dar respuesta a las expectativas digitales de un público nuevo como la Generación Z, son algunas de las cuestiones que desde Coinscrap Finance resuelven a través de cinco aspectos que los jóvenes valoran y demandan de su entidad financiera.

1.Contar con una tecnología innovadora

Las nuevas generaciones buscan entidades financieras que ofrezcan soluciones tecnológicas avanzadas. Bancos y aseguradoras deben comprender cuál es la situación y necesidades en cada etapa vital del cliente, para poder enfocar las pruebas de concepto y lanzar desarrollos exitosos. Aplicaciones móviles fáciles de usar, acceso en línea a sus cuentas o servicios de atención al cliente digital son algunos ejemplos.

En este punto, la inteligencia artificial, el machine learning o el análisis de datos se están convirtiendo en soluciones clave para automatizar procesos y mejorar la experiencia del usuario. En concreto, la categorización y el enriquecimiento del dato transaccional bancario está revolucionando el sector financiero debido a que ofrece un mayor conocimiento del consumidor.

Los jóvenes representan una base de clientes en crecimiento y es esencial que las entidades financieras comprendan y atiendan sus demandas.

2.Ofrecer una experiencia de cliente mejorada y personalizada

La experiencia del cliente es un factor clave para GenZ y Millennials. Esperan un servicio hiperpersonalizado y ágil, con tiempos de respuesta rápidos y asistencia las 24 horas del día. Una atención al cliente amigable y efectiva es crucial para construir una relación sólida y duradera con los clientes más jóvenes. Cuando se habla del ámbito financiero, este sector de la población, lo tiene claro. Quieren que sus entidades bancarias comprendan sus necesidades individuales y le ofrezcan soluciones a medida, como cuentas para estudiantes, planes de ahorro específicos y préstamos adaptados a sus metas personales.

Hablamos de un perfil completamente digital que ha definido en los últimos años parte de la estrategia del sector bancario. Algunas fórmulas incluyen opciones de ahorro con dinámicas adaptadas a su perfil, como la gamificación, que aumenta el tiempo de uso de las plataformas digitales, o las huchas inteligentes como las que ya tienen en marcha Evo Banco o Banco Santander, entre otros.

3.Trabajar siempre pensando en la transparencia y seguridad de los datos

La información financiera de libre circulación denominada open banking representa un salto cualitativo para el sector bancario. Justamente por ello, se considera que la integración de este tipo de sistemas con la tecnología blockchain resulta fundamental, especialmente en lo que a Smart contracts se refiere.

En ese sentido, la implementación de este tipo de innovaciones resulta especialmente atractiva: no sólo mejora el rendimiento, sino que, además, permite mantener un estándar muy alto de seguridad, transparencia, privacidad e integración de la información.

Los jóvenes prefieren evitar sorpresas desagradables y valoran la accesibilidad de los datos y su claridad. Esto, llevado a la práctica, lo vemos en la agregación bancaria, un servicio que busca mejorar la administración y el acceso a la información financiera de los clientes en el sector bancario.

Al permitir el acceso a terceros, se promueve la innovación y el desarrollo de nuevos servicios financieros. Además, este servicio cumple con los requisitos regulatorios establecidos por la normativa europea PSD2. En resumen, la agregación bancaria permite que el cliente pueda consultar todas sus cuentas en una misma app.

4.Pensar en la huella que dejamos: banca honesta y sostenible

La generación más joven muestra un fuerte interés en la sostenibilidad y la responsabilidad social. Además de preocuparse por elegir bancos y aseguradoras con políticas sostenibles, ellos mismos están solicitando que se estime la huella de carbono que generan sus hábitos de consumo.

Los GenZ eligen entidades que les ofrezcan productos capaces de compensar sus emisiones, como fondos de energía renovable, tarjetas de crédito que donen una cantidad a proyectos de sostenibilidad, etc. Un ejemplo, lo encontramos en la aplicación de Banco Santander, aunque no es la única, siendo una tendencia cada vez más solicitada por el usuario y, en consecuencia, más implantada por las entidades.

Los jóvenes piden, sobre todo, honestidad y tienen muy claro que las compañías deben reconocer sus errores y ponerles solución lo antes posible. La manera de conseguirlo es ofrecer productos sostenibles, incorporar iniciativas ecológicas a su banca digital y acelerar la transición hacia la sostenibilidad.

5.Facilitar e integrar el ecosistema Fintech

Los jóvenes suelen utilizar múltiples aplicaciones y servicios para administrar sus finanzas y buscar soluciones financieras que se ajusten a su estilo de vida y necesidades. Un hecho por el que premian a aquellas entidades que integran e incluyen sinergias con el ecosistema Fintech e integran también aplicaciones de terceros.

Para la Generación Z, visualizar sus cuentas bancarias, realizar pagos, invertir y acceder a otros servicios financieros desde una aplicación centralizada, les ahorra tiempo y simplifica la gestión de sus finanzas.

Además, la integración con Fintechs y aplicaciones de terceros no sólo beneficia a los jóvenes al proporcionarles una experiencia financiera más completa, ágil e hiperpersonalizada, sino que representa una oportunidad para las entidades de atraer a una nueva generación de clientes.

La colaboración entre las instituciones financieras y las fintechs es un enfoque ganador que impulsa la innovación y mejora la oferta de servicios financieros para todos los involucrados.

Allianz GI reforzará sus políticas de voto sobre remuneración, diversidad de género y clima

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Allianz Global Investors (Allianz GI) ha publicado su análisis anual sobre su política de voto activa en las juntas generales de accionistas a nivel global, basándose en su participación en 9.137 juntas de accionistas en 2023, y en su voto en más de 100.000 propuestas de accionistas y directivos. Tras la experiencia del año pasado, la gestora ha decidido reforzar sus políticas de voto sobre remuneración, diversidad de género y clima. 

En concreto, señala que continuará reforzando y haciendo hincapié en sus directrices de voto con respecto a la remuneración. Según explican, se mantiene en contra de las empresas europeas de gran capitalización que no incluyen indicadores clave de rendimiento ESG en sus políticas de remuneración. Para 2024, este requisito se amplía más allá de Europa y, a partir de 2025, se aplicará a empresas de menor tamaño.

Respecto a la diversidad de género, Allianz GI establecerá objetivos más exigentes de diversidad de género en los consejos de administración de determinados países, elevando el umbral al 40% para las grandes empresas británicas, italianas y francesas, también exigirá al menos un miembro femenino en los consejos de administración de todas las empresas asiáticas cotizadas en bolsa. “El compromiso con la diversidad de género fue una de las principales razones de la gestora para cofundar el 30% Club Investor Group Germany 2023, y para co-presidir esta iniciativa en Francia y Alemania”, indican. 

Por último, respecto al clima, la gestora indica que en 2023, se observó una disminución en el número de resoluciones «Say on Climate«. Dado que para Allianz GI las estrategias de transición climática son un pilar fundamental, la política de voto activa se ha revisado y actualizado para responsabilizar cada vez más a los directivos si una empresa no cuenta con una estrategia creíble de cero emisiones netas. Según ha anunciado la gestora, de cara al futuro, Allianz GI basará su decisión teniendo en cuenta su propia Metodología de Alineación de Acciones Neto Cero, que compara el progreso de las empresas de forma coherente en todos los sectores y mercados.

Cifras y conclusiones de 2023

Según indica, la gestora votó en contra o se abstuvo en al menos un punto del orden del día en el 71% de todas las juntas de accionistas. En concreto, se opuso al 18% de las propuestas relacionadas con el capital, al 24% de las propuestas relacionadas con directivos y, globalmente, al 41% de las vinculadas con la remuneración, lo que refleja las elevadas expectativas sobre los estándares de gobernanza.

Por un lado, la remuneración de los equipos directivos vuelve a ser uno de los temas más preocupantes en Europa, con el mayor número de «votos en contra» registrados en Alemania (48%), Italia (55%) y Bélgica (61%). En España, la cifra fue más baja (se votó en contra del 36% de estas propuestas), mientras que en Estados Unidos este porcentaje se eleva hasta el 70%. Destaca la inquietud por la transparencia, especialmente en Alemania e Italia, en relación con la divulgación clara del vínculo entre los resultados y la retribución. Los mayores avances destacan entre las grandes compañías europeas que ahora incluyen los indicadores clave de ASG en sus políticas de remuneración, algo que desde Allianz GI se lleva defendiendo desde hace varios años.

Por otro lado, el año pasado se presentó un número récord de propuestas por parte de los accionistas, sin embargo, el nivel medio de apoyo ha disminuido hasta aproximadamente el 22% desde su punto máximo del 33% en 2021.

“En AllianzGI hemos reafirmado nuestro compromiso continuo con las resoluciones clave de ASG, en línea con las sólidas convicciones de sostenibilidad de los inversores europeos más comprometidos. Tenemos la firme intención de seguir utilizando nuestra política activa de voto para contribuir a moldear un futuro más sostenible tanto para las empresas en las que invertimos como para las sociedades en general”, ha señalado Matt Christensen, director global de Inversión Sostenible y de Impacto de Allianz Global Investors.

Según reconoce Antje Stobbe, directora de Tutela Corporativa (Stewardship) de Allianz Global Investors, se ha observado deficiencias en cómo las empresas están abordando la baja participación en la votación de «Say on Climate» y en sus respuestas a las preocupaciones de los inversores de manera más general. “Además, otro de los problemas recientes que hemos observado es que algunos planes climáticos se han modificado tras haber sido sometidos a la votación de los accionistas. Por regla general, exigimos a las empresas que respondan a las preocupaciones de los inversores y expliquen cómo las abordarán. Por ello, en 2023 votamos en contra de los consejeros si esto no ocurría”, indica Stobbe. 

Por último, la gestora ha trabajado por promover la alta calidad en los consejos. Según defiende la gestora, una buena gobernanza va de la mano de mejores resultados financieros y elevados estándares de sostenibilidad. En 2023, Allianz GI siguió votando en contra de casi una cuarta parte (24%) de todos los consejeros que se presentaban a las elecciones, al tiempo que se opuso a varias empresas en las que se consideraba que el consejo de administración y/o los comités del consejo no eran suficientemente independientes (2022: 25%), ya fuera porque los consejeros tenían un largo mandato o porque eran representantes de accionistas importantes.

“Seguimos reforzando nuestras expectativas con respecto a la independencia y pedimos a los consejos que nombren un presidente independiente del Comité de Auditoría y del Comité de Remuneración a partir de 2024. La práctica del overboarding, que ocurre cuando alguien asume demasiados roles como director en diferentes empresas simultáneamente, es una preocupación persistente en muchos mercados. Con el aumento de las demandas sobre los consejeros no ejecutivos en momentos de incertidumbre económica y riesgos geopolíticos, expresamos nuestra preocupación y generalmente votamos en contra cuando los ejecutivos de tiempo completo asumen múltiples roles no ejecutivos, o cuando los consejeros no ejecutivos ocupan demasiados puestos en empresas públicas y privadas”, concluye Stobbe.

Con la renta fija en el punto de mira

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Al dar un repaso a 2023, destacan dos cosas, en mi opinión: la continua importancia de la selección de valores y la elevada volatilidad de los tipos de interés. Esta última, en teoría, tendría que haber retrocedido debido a la reducción de los escenarios posibles sobre la inflación, pero en cambio, esos escenarios han lastrado la capacidad de obtener unos rendimientos sistemáticos en renta fija, en general. No obstante, la alta volatilidad de los tipos ha generado unos grandes desajustes que permiten a los gestores activos ser ágiles con la construcción de las carteras y la gestión del riesgo. A continuación, comparto mis reflexiones sobre los temas clave para 2024.

El primer tema versa sobre la dinámica macroeconómica. Si bien la inflación sigue disminuyendo en todo el mundo, tenemos que seguir atentos a tres elementos que podrían impedir que llegue al objetivo del 2% establecido por los bancos centrales. El primero es el precio de la energía, que ayudó a frenar la inflación en 2023 debido a los efectos de base y reduciendo las expectativas de inflación. Segundo, los costes laborales unitarios que se reflejan en el crecimiento salarial siguen siendo más elevados de lo que desearían los bancos centrales, pero esto se ve realmente dificultado por la baja productividad, especialmente en Europa y el Reino Unido. Las empresas podrían tratar de repercutir nuevas alzas de precios a los consumidores para proteger sus márgenes de beneficios. Tercero, las políticas fiscales, dado el número de elecciones que se celebran en todo el mundo. No resulta probable que las tendencias fiscales cambien sustancialmente hasta después de las elecciones, por lo que este factor podría cobrar una gran importancia a medida que nos acercamos al final de este ciclo económico y nos adentramos en el próximo.

La principal dinámica en torno al crecimiento tiene que ver con el tipo de aterrizaje que habrá: uno suave, uno brusco, o ninguno. Hemos sostenido que, incluso si conseguimos aterrizar suavemente, esto ya está en gran medida descontado en los precios de mercado, en particular de los activos de riesgo como la renta variable y la deuda corporativa.

Creemos que un aterrizaje suave exigiría unas rebajas proactivas por parte de los bancos centrales y comportaría que el tramo corto de la curva obtenga una rentabilidad superior al anticiparse más rebajas. Un aterrizaje brusco, que implique un desenlace recesivo con un aumento de los impagos y de las tasas de paro, no está descontado en absoluto, y comportaría unos rendimientos bastante más bajos en toda la curva, así como una inclinación de la misma. Si no hay ningún aterrizaje en 2024, creemos que aumentaría la probabilidad de un aterrizaje muy brusco más adelante. Por lo tanto, los riesgos de cola parecen estar sesgados hacia un desenlace adverso de recesión.

En lo que se refiere a los bancos centrales, reviste cierta relevancia entender la senda de la política monetaria, no solo el desenlace final. Los mercados se están centrando en el momento en que dejarán de subirse los tipos y hasta qué nivel podrían subir, pero no está claro con qué rapidez los recortarán las autoridades monetarias. El crecimiento salarial, especialmente en el sector de servicios, seguirá en el punto de mira de los bancos centrales. Si bien se ha moderado, todavía es demasiado elevado para que los responsables monetarios confíen en que la inflación alcanzará su objetivo. En cuanto al tamaño y el calendario de los recortes de tipos, coincidimos con la magnitud de los que descuenta el mercado, si bien creemos que se anticipan rebajas demasiado pronto.

El segundo tema es que la resiliencia de las empresas y consumidores lo tendrá más difícil que en 2023. Los balances empresariales siguen siendo sólidos, pero empieza a observarse un deterioro de los parámetros de crédito. El sector corporativo resistió inesperadamente bien en 2023. En 2024, la clave estribará en cómo se mantienen los márgenes de beneficios frente a la mayor presión sobre los ingresos. Se empiezan a oír comentarios de algunas empresas orientadas al consumo sobre un descenso de los volúmenes, que por ahora se ven parcialmente compensados por las subidas de precios. Nos preocupa que una caída del crecimiento de los ingresos reales desemboque en pérdidas de empleo y un desenlace más recesivo. Conseguir un escenario de aterrizaje suave es una carrera contrarreloj.

Tendremos que constatar unas rebajas de tipos proactivas antes de que las mayores tasas de refinanciación afecten los balances empresariales, tanto en el segmento de alto rendimiento como en el de investment grade. Si sucede así, el crédito seguirá comportándose bien. Si la Reserva Federal estadounidense (Fed) o el Banco Central Europeo (BCE) optan por un ciclo de tipos más altos durante más tiempo al entrar en la segunda mitad de 2024, me inquieta mucho más cómo resistirán los balances empresariales.

En este entorno, la selección de valores y el análisis fundamental serán cruciales. Los inversores en renta fija deberían centrarse en la solidez de la generación de flujos de caja de las empresas, en sus necesidades de liquidez, en su acceso a fuentes de financiación y la diversificación de estas, en la base de activos en caso de que necesiten vender algunos, y también en su apalancamiento operativo.

En lo que se refiere a la resiliencia de los consumidores estadounidenses, su exceso de ahorro sigue menguando, aunque se muestran dispuestos a financiar sus gastos mediante tarjeta de crédito. La continuación del gasto dependerá de que se mantenga el empleo, especialmente en los segmentos de rentas más bajas. Seguiremos vigilando de cerca las cifras de solicitudes de subsidio por desempleo, así como la tasa de morosidad de los bonos de titulización de activos.

El tercer tema tiene que ver con los riesgos. En lo tocante a la fragilidad en los mercados de renta fija, el mayor riesgo es, como siempre, una reducción rápida del apalancamiento cuando se produzcan ventas forzadas de posiciones para obtener liquidez. La crisis de los fondos de pensiones en el Reino Unido fue un ejemplo reciente de lo que ocurre cuando hay ventas forzadas en un mercado poco líquido. A la hora de vigilar el desapalancamiento, se revela intrínsecamente difícil predecir dónde hay apalancamiento.

Me preocupan los tenedores de renta fija que podrían incurrir en pérdidas, si hay unas mayores pérdidas de capital hacia el final del ciclo debido a un repunte de los impagos. Este podría ser el caso de compañías aseguradoras y fondos de pensiones con desajustes entre sus activos y sus pasivos. Los inversores con unos modelos de negocio que dependan de un elevado apalancamiento y unos tipos bajos también son una fuente de fragilidad. Los hedge funds con unos costes de financiación muy elevados cuyos modelos de negocio ya no parezcan viables podrían verse expuestos a reembolsos. El crédito del sector privado no parece presentar un riesgo sistémico, pero podría desatar pérdidas de capital.

La retirada de liquidez por parte de los bancos centrales también constituye una fuente potencial de fragilidad, ya que un desplome de la oferta monetaria suele contribuir a una recesión. A medida que las condiciones financieras se endurecen, algunos bancos empiezan a aumentar sus provisiones para pérdidas por insolvencias debido a las inquietudes sobre la calidad de los activos. Además de las subidas de los tipos, el endurecimiento cuantitativo y los cambios en las operaciones de recompra inversa de la Fed también están haciendo mella en la liquidez.

Por último, la concentración de la inversión en algunas posiciones (crowded trades) también presenta unos riesgos de fragilidad y vale la pena vigilarla y evitarla en la medida de lo posible. En la actualidad, dicha concentración es elevada al posicionarse los inversores para el final del ciclo y un escenario de aterrizaje suave; por este motivo, seguimos muy de cerca los ámbitos del mercado en que invertimos.

 

Tribuna de opinión de Pilar Gómez-Bravo, directora de renta fija de MFS Investment Management.

La renta fija, en el punto de mira

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Al dar un repaso a 2023, destacan dos cosas, en mi opinión: la continua importancia de la selección de valores y la elevada volatilidad de los tipos de interés. Esta última, en teoría, tendría que haber retrocedido debido a la reducción de los escenarios posibles sobre la inflación, pero en cambio, esos escenarios han lastrado la capacidad de obtener unos rendimientos sistemáticos en renta fija, en general. No obstante, la alta volatilidad de los tipos ha generado unos grandes desajustes que permiten a los gestores activos ser ágiles con la construcción de las carteras y la gestión del riesgo. A continuación, comparto mis reflexiones sobre los temas clave para 2024.

El primer tema versa sobre la dinámica macroeconómica. Si bien la inflación sigue disminuyendo en todo el mundo, tenemos que seguir atentos a tres elementos que podrían impedir que llegue al objetivo del 2% establecido por los bancos centrales. El primero es el precio de la energía, que ayudó a frenar la inflación en 2023 debido a los efectos de base y reduciendo las expectativas de inflación. Segundo, los costes laborales unitarios que se reflejan en el crecimiento salarial siguen siendo más elevados de lo que desearían los bancos centrales, pero esto se ve realmente dificultado por la baja productividad, especialmente en Europa y el Reino Unido. Las empresas podrían tratar de repercutir nuevas alzas de precios a los consumidores para proteger sus márgenes de beneficios. Tercero, las políticas fiscales, dado el número de elecciones que se celebran en todo el mundo. No resulta probable que las tendencias fiscales cambien sustancialmente hasta después de las elecciones, por lo que este factor podría cobrar una gran importancia a medida que nos acercamos al final de este ciclo económico y nos adentramos en el próximo.

La principal dinámica en torno al crecimiento tiene que ver con el tipo de aterrizaje que habrá: uno suave, uno brusco, o ninguno. Hemos sostenido que, incluso si conseguimos aterrizar suavemente, esto ya está en gran medida descontado en los precios de mercado, en particular de los activos de riesgo como la renta variable y la deuda corporativa.

Creemos que un aterrizaje suave exigiría unas rebajas proactivas por parte de los bancos centrales y comportaría que el tramo corto de la curva obtenga una rentabilidad superior al anticiparse más rebajas. Un aterrizaje brusco, que implique un desenlace recesivo con un aumento de los impagos y de las tasas de paro, no está descontado en absoluto, y comportaría unos rendimientos bastante más bajos en toda la curva, así como una inclinación de la misma. Si no hay ningún aterrizaje en 2024, creemos que aumentaría la probabilidad de un aterrizaje muy brusco más adelante. Por lo tanto, los riesgos de cola parecen estar sesgados hacia un desenlace adverso de recesión.

En lo que se refiere a los bancos centrales, reviste cierta relevancia entender la senda de la política monetaria, no solo el desenlace final. Los mercados se están centrando en el momento en que dejarán de subirse los tipos y hasta qué nivel podrían subir, pero no está claro con qué rapidez los recortarán las autoridades monetarias. El crecimiento salarial, especialmente en el sector de servicios, seguirá en el punto de mira de los bancos centrales. Si bien se ha moderado, todavía es demasiado elevado para que los responsables monetarios confíen en que la inflación alcanzará su objetivo. En cuanto al tamaño y el calendario de los recortes de tipos, coincidimos con la magnitud de los que descuenta el mercado, si bien creemos que se anticipan rebajas demasiado pronto.

El segundo tema es que la resiliencia de las empresas y consumidores lo tendrá más difícil que en 2023. Los balances empresariales siguen siendo sólidos, pero empieza a observarse un deterioro de los parámetros de crédito. El sector corporativo resistió inesperadamente bien en 2023. En 2024, la clave estribará en cómo se mantienen los márgenes de beneficios frente a la mayor presión sobre los ingresos. Se empiezan a oír comentarios de algunas empresas orientadas al consumo sobre un descenso de los volúmenes, que por ahora se ven parcialmente compensados por las subidas de precios. Nos preocupa que una caída del crecimiento de los ingresos reales desemboque en pérdidas de empleo y un desenlace más recesivo. Conseguir un escenario de aterrizaje suave es una carrera contrarreloj.

Tendremos que constatar unas rebajas de tipos proactivas antes de que las mayores tasas de refinanciación afecten los balances empresariales, tanto en el segmento de alto rendimiento como en el de investment grade. Si sucede así, el crédito seguirá comportándose bien. Si la Reserva Federal estadounidense (Fed) o el Banco Central Europeo (BCE) optan por un ciclo de tipos más altos durante más tiempo al entrar en la segunda mitad de 2024, me inquieta mucho más cómo resistirán los balances empresariales.

En este entorno, la selección de valores y el análisis fundamental serán cruciales. Los inversores en renta fija deberían centrarse en la solidez de la generación de flujos de caja de las empresas, en sus necesidades de liquidez, en su acceso a fuentes de financiación y la diversificación de estas, en la base de activos en caso de que necesiten vender algunos, y también en su apalancamiento operativo.

En lo que se refiere a la resiliencia de los consumidores estadounidenses, su exceso de ahorro sigue menguando, aunque se muestran dispuestos a financiar sus gastos mediante tarjeta de crédito. La continuación del gasto dependerá de que se mantenga el empleo, especialmente en los segmentos de rentas más bajas. Seguiremos vigilando de cerca las cifras de solicitudes de subsidio por desempleo, así como la tasa de morosidad de los bonos de titulización de activos.

El tercer tema tiene que ver con los riesgos. En lo tocante a la fragilidad en los mercados de renta fija, el mayor riesgo es, como siempre, una reducción rápida del apalancamiento cuando se produzcan ventas forzadas de posiciones para obtener liquidez. La crisis de los fondos de pensiones en el Reino Unido fue un ejemplo reciente de lo que ocurre cuando hay ventas forzadas en un mercado poco líquido. A la hora de vigilar el desapalancamiento, se revela intrínsecamente difícil predecir dónde hay apalancamiento.

Me preocupan los tenedores de renta fija que podrían incurrir en pérdidas, si hay unas mayores pérdidas de capital hacia el final del ciclo debido a un repunte de los impagos. Este podría ser el caso de compañías aseguradoras y fondos de pensiones con desajustes entre sus activos y sus pasivos. Los inversores con unos modelos de negocio que dependan de un elevado apalancamiento y unos tipos bajos también son una fuente de fragilidad. Los hedge funds con unos costes de financiación muy elevados cuyos modelos de negocio ya no parezcan viables podrían verse expuestos a reembolsos. El crédito del sector privado no parece presentar un riesgo sistémico, pero podría desatar pérdidas de capital.

La retirada de liquidez por parte de los bancos centrales también constituye una fuente potencial de fragilidad, ya que un desplome de la oferta monetaria suele contribuir a una recesión. A medida que las condiciones financieras se endurecen, algunos bancos empiezan a aumentar sus provisiones para pérdidas por insolvencias debido a las inquietudes sobre la calidad de los activos. Además de las subidas de los tipos, el endurecimiento cuantitativo y los cambios en las operaciones de recompra inversa de la Fed también están haciendo mella en la liquidez.

Por último, la concentración de la inversión en algunas posiciones (crowded trades) también presenta unos riesgos de fragilidad y vale la pena vigilarla y evitarla en la medida de lo posible. En la actualidad, dicha concentración es elevada al posicionarse los inversores para el final del ciclo y un escenario de aterrizaje suave; por este motivo, seguimos muy de cerca los ámbitos del mercado en que invertimos.

 

Tribuna de opinión de Pilar Gómez-Bravo, directora de renta fija de MFS Investment Management.

VanEck reduce las comisiones de gestión de dos ETFs de renta fija

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VanEck, gestora de inversiones global centrada en ofrecer estrategias de inversión innovadoras, ha anunciado su decisión de reducir las comisiones de gestión de dos de sus fondos cotizados (ETFs) de renta fija, con efecto inmediato. Según explican, estos ajustes reflejan su compromiso de ofrecer precios competitivos y aumentar el valor para los inversores.

En concreto, la comisión de gestión del VanEck Intermediate Muni ETF (ITM) pasa del 0,24% al 0,18%, mientras que la del VanEck Fallen Angel High Yield Bond ETF (ANGL) se ha reducido del 0,35% al 0,25%. “Como parte de nuestra revisión periódica de nuestra estrategia de precios, estamos encantados de reducir las comisiones de gestión de estos ETF. Las comisiones más bajas se suman a la propuesta de valor de estos ETF, junto con un acceso eficiente a oportunidades específicas en el espacio de renta fija que creemos que son atractivas en este momento dentro de una cartera orientada a los ingresos”, ha destacado Ed López, responsable de Producto de VanEck

Desde la gestora recuerdan la esencia de sus fondos. En el caso del ITM, el ETF trata de replicar lo más fielmente posible la evolución del precio y la rentabilidad del ICE Intermediate AMT-Free Broad National Municipal Index, cuyo objetivo es seguir la evolución general del mercado de bonos exentos de impuestos a medio plazo denominados en dólares estadounidenses. 

Respecto a ANGL, el fondo replica la evolución del precio y la rentabilidad del ICE US Fallen Angel High Yield 10% Constrained Index, que se compone de bonos corporativos denominados en dólares estadounidenses por debajo del grado de inversión, emitidos en el mercado nacional estadounidense y calificados como investment grade en el momento de su emisión.

Materias primas, renta variable europea y bonos para un semestre de incógnitas económicas

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En el último trimestre de 2023, Saxo Bank instó a los inversores a adoptar una posición larga en bonos, ya que los estrategas del banco defendían que la economía mundial no podría hacer frente a rendimientos reales históricamente altos, ya que la productividad y el crecimiento demográfico simplemente no son lo suficientemente elevados. En opinión de la entidad, con un desfase históricamente largo respecto a la política monetaria, los elevados rendimientos de los bonos en 2023 están empezando por fin a hacer mella y se prevé que los bancos centrales recorten los tipos de interés oficiales en 2024, lo que cambiará la dinámica subyacente.

“El futuro, antes brillante, parece ahora más sombrío que nunca. Los conflictos geopolíticos aumentan sin solución. A pesar del deseo generalizado de cambio político, evidente en el auge de los partidos de extrema izquierda y extrema derecha, los resultados siguen siendo decepcionantemente similares. Esto se debe a que la mayoría de las agendas políticas no ofrecen más que versiones repetidas y diluidas de propuestas de cambio pasadas”, señala Steen Jakobsen, director de Inversiones de Saxo Bank

En su opinión, los conflictos geopolíticos están aumentando; la productividad en la industria, la cultura y la política prácticamente ha desaparecido; y estamos inmersos en “tonterías sin sentido en un mundo que necesita desesperadamente soluciones para agua potable, protección contra inundaciones, cambio climático, desigualdad, defensa, ciberseguridad, educación e infraestructura», añade.

De cara a este año, las múltiples citas electorales podrían tener un impacto más allá de lo que a simple vista parece. “Se desconoce si durará uno o dos años, pero los gobiernos inyectarán gasto fiscal al sistema y la carga de la deuda volverá a ser un problema. Las elecciones políticas estarán impulsadas por el miedo y la retórica antisistema, y lo más probable es que el resultado económico sea un crecimiento lento y una inflación básica relativamente alta”, advierte Jakobsen. Desde su punto de vista, el primer y segundo trimestre plantean los mayores riesgos para las perspectivas económicas, mientras que el tercer y cuarto trimestre conllevan un mayor riesgo político.

Propuestas par el primer trimestre

Según la entidad, la principal preocupación en 2024 es la posibilidad de una recesión, los economistas dan una probabilidad del 50% a una recesión en Estados Unidos, y esta falta de claridad sobre el panorama supone un desafío para los inversores, según Peter Garnry, jefe de estrategia de renta variable. Con todo, históricamente, los mercados de valores han sido mayoritariamente positivos en los meses cercanos al primer recorte de tipos de la Fed, por lo que, por ahora, “la valoración actual del mercado de las bajadas de tipos no es alarmante”, apunta.

En Saxo Bank esperan que los inversores sigan favoreciendo a India, México, Brasil y Vietnam -los mercados emergentes que ganaron el juego de la fragmentación- sobre China. “Es notable observar que las acciones chinas han tenido un desempeño inferior en otros mercados emergentes clave en casi un 44% en términos de dólares desde principios de 2018”, explica Garnry.

La firma sobrepondera el sector de las materias primas, ya que el superciclo aún está en curso y está impulsado por una fuerte urbanización global, inversiones en transformación verde y oferta limitada. También es probable que las acciones de ciberseguridad y defensa sigan beneficiándose de las tensiones geopolíticas actuales en el mundo, señala este experto.

Al mismo tiempo, la “idea clave” en 2024 del equipo de renta variable de Saxo Bank es infraponderar las megacapitalizaciones estadounidenses. “El rendimiento superior de los  llamados 7 Magníficos, de en torno al 100% en 2023 frente al 23,8% del S&P 500, no puede continuar a menos que este pequeño grupo de empresas tecnológicas estadounidenses se haga cargo de toda la economía y siga superando las fuertes expectativas de crecimiento en 2024. Los rendimientos de la Bolsa estadounidense están cada vez más impulsados por un conjunto limitado de factores de riesgo, y el sentimiento sobre las acciones tecnológicas es uno de ellos”, enfatiza Garnry.

En contraste, tiene una visión positiva sobre la renta variable de Reino Unido y Europa, que presenta un descuento de casi el 30% respecto a la estadounidense. “Como no suscribimos que los beneficios estadounidenses sean mucho mejores que los europeos a largo plazo, creemos que los rendimientos esperados serán mayores en la renta variable británica y europea. Si cambia el sentimiento o se ralentiza la actividad económica, estos dos mercados de renta variable también ofrecen una mayor exposición a sectores defensivos”, justifica.

Respecto a la renta fija, desde Saxo Bank consideran que el debilitamiento del crecimiento, la ralentización de la inflación y un entorno político incierto crearán el ambiente perfecto para que los bonos superen a otros activos.

Los inversores en renta fija tienen la oportunidad de asegurarse uno de los rendimientos más altos en más de 10 años, por lo que es difícil que los valores de renta fija registren rendimientos negativos, incluso si los rendimientos vuelven a subir ligeramente. El deterioro de la actividad económica y los tipos elevados suponen una amenaza para los ingresos y los márgenes de las empresas. Así pues, favorecemos la calidad y esperamos que el diferencial de los bonos corporativos de menor calificación se amplíe sensiblemente”, argumentan. 

Materias primas

Por otra parte, la entidad sostiene que el oro y la plata se beneficiarán del descenso de los rendimientos reales y de los costes de financiación. Tras un comportamiento sorprendentemente sólido en 2023, en Saxo Bank prevén nuevas subidas de precios en 2024, impulsadas por los fondos de cobertura que persiguen el impulso, bancos centrales que siguen comprando lingotes a un ritmo récord y una demanda renovada de inversores en ETFs. Según su previsión, el oro podría alcanzar un nuevo máximo histórico en 2.300 dólares, apoyado potencialmente por un dólar más débil. La plata podría encontrar apoyo adicional en el esperado repunte del cobre y desafiar el máximo de 2021 en 30 dólares.

En el platino, “la combinación de una demanda en gran medida inelástica y los riesgos de que se reduzca la oferta antieconómica tienen el potencial de exacerbar los déficits y endurecer las condiciones del mercado… y podría impulsar una reducción de 250 dólares en su descuento hacia la media de cinco años en torno a los 750 dólares la onza”, apunta Ole Hansen, jefe de estrategia de materias primas de Saxo Bank.

El sector de los metales industriales también se beneficiará de la perspectiva de unos costes de financiación más bajos que impulsen un periodo de re abastecimiento de la industria desde China al resto del mundo. El cobre sigue siendo el metal industrial favorito de Saxo Bank, porque hay expectativas de una demanda robusta y el riesgo creciente de que se produzcan interrupciones del suministro y reducciones de la producción.

Por ahora, dado el amplio espectro de desafíos a los que se enfrentarán las empresas mineras en los próximos años -aumento de los costes, reducción de la ley del mineral y creciente intervención de los gobierno-, en Saxo Bank prefieren la exposición directa a los metales subyacentes, principalmente a través de ETFs.

Activos alternativos: de la falta de acceso a las nuevas estructuras de fondos

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En el pasado, los activos privados, como el private equity, sólo eran accesibles para los grandes inversores institucionales. Pero esto está cambiando. En opinión de Tim Boole, responsable de gestión de producto de Schroders, una de las principales razones por las que la inversión en activos privados ha estado fuera del alcance de los inversores privados hasta ahora es la propia naturaleza de las transacciones. “La búsqueda de operaciones puede llevar mucho tiempo y su estructuración puede ser compleja, mientras que las salidas también pueden demorarse y plantear sus propias dificultades”, afirma. 

Según el diagnóstico que hacen las gestoras, otro de los motivos es que las carteras tradicionales habían estado dando resultados durante la última década, algo que se terminó en 2022. Para abrdn, durante la mayor parte de la última década, los mercados vivieron en un régimen de tipos de interés a la baja y baja inflación y esta situación favoreció la cartera tradicional 60/40 (acciones/bonos) hasta 2022. 

“Los bancos centrales subieron rápidamente los tipos de interés para contrarrestar la elevada inflación. Como consecuencia, el temor a una ralentización del crecimiento hizo que la renta variable y la renta fija cayeran conjuntamente, y eso a pesar de que normalmente se creía que la renta fija ayudaba a contrarrestar la volatilidad del mercado de renta variable. La correlación positiva entre los precios de la renta fija y de la renta variable se ha prolongado periódicamente hasta 2023 y existen numerosas razones que apuntan a que esto podría continuar en 2024”, explican.

Una visión que comparten desde Deutsche Bank quienes consideran que, dado que la renta variable y la renta fija parecen moverse en paralelo, deberían añadirse a las carteras inversiones alternativas. Además, de ser activos descorrelacionados, destacan que sus rendimientos corrientes se ajustan periódicamente a la inflación. “Debería diferenciarse entre las inversiones cotizadas y no cotizadas en bolsa. Una ventaja de las inversiones no cotizadas o privadas en inmuebles e infraestructuras es que suelen tener una correlación relativamente baja con otras clases de activos. En este sentido, pueden contribuir de manera importante a la diversificación de la cartera”, matizan.

Mayor demanda de alternativos

Según Boole, los inversores son conscientes de este cambio y de las ventajas de incluir alternativos en las carteras, muestra de ello es la previsión que hay sobre la demanda de esta clase de activo. El siguiente gráfico muestra un «mapa de calor» de la demanda de activos privados para los próximos 12-24 meses entre los bancos privados y los gestores de patrimonios europeos. “Los datos ponen de manifiesto el fuerte crecimiento previsto entre los family offices, los inversores con patrimonios muy elevados (ultra high-net-worth investors  o UHNW) y los inversores con altos patrimonios (high-net-worth investors  o HNW), a menudo partiendo de una base baja”, destaca el experto. 

En su opinión, se han ralentizado las nuevas inversiones de muchos de los grupos de clientes institucionales tradicionales de los mercados privados, como los fondos de pensiones y las compañías de seguros. En algunos casos, señala, esto se debe al efecto denominador, que se produce cuando una parte de la cartera, normalmente las asignaciones al mercado público, disminuye de valor por la volatilidad del mercado y reduce el valor total global de la cartera. “Como resultado, los segmentos de la cartera que no disminuyeron de valor ahora comprenden un mayor porcentaje del total. Esto afecta comúnmente a los inversores en mercados privados que pueden encontrarse sobreexpuestos a este tipo de mercados. En otros casos, hay factores estructurales, como los planes de pensiones de prestación definida, que han reducido la exposición al riesgo o estaban en proceso de hacerlo”, explica Boole.

Según su experiencia, en respuesta a esta dinámica cambiante de la clientela, muchos grandes gestores de activos del mercado privado han dedicado importantes recursos a explotar esta reserva de capital. “Las respuestas varían desde la creación de equipos dedicados a la gestión de patrimonios hasta el establecimiento de asociaciones con gestores de fondos de inversión tradicionales que actúan como guardianes de los bancos privados o gestores de patrimonios tradicionales. En este sentido, la relación con los intermediarios es fundamental, ya que controlan o influyen en los flujos procedentes de los inversores privados”, añade.

En respuesta a la demanda

Desde abrnd explican que la demanda de activos alternativos por parte de una gama más amplia de inversores ha llevado a la creación de nuevos vehículos, como los Fondos de Activos a Largo Plazo (LTAF) en el Reino Unido. Según indican, éstos ofrecen a los inversores acceso a una combinación de activos privados (no cotizados) y públicos, y a menudo se clasifican como «semilíquidos», ya que sólo ofrecen liquidez a los inversores durante periodos determinados. “Aunque para algunos esta opción puede ser adecuada, siempre existe el riesgo de que la liquidez no esté fácilmente disponible en condiciones de mercado más difíciles. Como alternativa, los inversores pueden acceder a alternativas verdaderamente líquidas a través de mercados como el de los fondos de inversión”, aclaran. 

Al contrario que los LTAF, estos fondos no son nuevos, ya que existen desde el siglo XIX. Sin embargo, en las dos últimas décadas han evolucionado para ofrecer exposición a una amplia gama de clases de activos alternativos, como el capital riesgo, el crédito especializado, las infraestructuras, los derechos musicales y la financiación de litigios. 

“En los últimos años, sin embargo, la experiencia de los inversores en activos alternativos cotizados ha sido diferente de la de los inversores que invierten directamente en los mercados privados. Los inversores en mercados privados, que acceden a activos alternativos a través de estructuras menos líquidas, han experimentado por regla general valoraciones muy estables, a pesar de la volatilidad general del mercado. En cambio, los precios de las acciones de muchas alternativos cotizados han experimentado una mayor volatilidad a pesar de que los valores de los activos subyacentes eran razonablemente estables”, concluyen desde abrdn. 

¿Cómo han evolucionado los productos?

El responsable de gestión de producto de Schroders considera que varios gestores de mercados privados están lanzando fondos centrados exclusivamente en el patrimonio privado. “Estos fondos tienen características que atraen a esa base de inversores, como la exigencia de capital único frente a la exigencia de capital múltiple, estructuras semilíquidas que ofrecen mayor flexibilidad y estructuras de fondos regulados que pueden distribuirse a inversores no profesionales. Estas estructuras de fondos pueden agruparse en dos categorías: abiertos o cerrados. Y pueden dividirse en tres grados de liquidez: líquida, semilíquida o ilíquida”, asegura Boole.

En el caso de los fondos semilíquidos abiertos, la innovación ha progresado con rapidez, especialmente para clases de activos como el private equity, el crédito privado y el sector inmobiliario. Estos fondos tienen ciclos de suscripción y reembolso mensuales o trimestrales y la liquidez procede de dos fuentes: suscripciones y reembolsos de los inversores o de las distribuciones de las inversiones. Por un lado, las suscripciones y los reembolsos se realizan al valor liquidativo neto del fondo (NAV), lo que elimina la volatilidad o la beta del mercado en comparación con los fondos cerrados, que dependen de un mercado secundario para la liquidez.

Como segunda línea de defensa, Boole señala que los fondos semilíquidos suelen utilizar herramientas como los límites de reembolso o la posibilidad de suspender las suscripciones y los reembolsos para que el gestor pueda controlar mejor la liquidez dentro del fondo. Esto ayuda a moderar el comportamiento de los inversores en caso de eventos de estrés del mercado.

Además, añade que los fondos cotizados cerrados, por su parte, ofrecen a los inversores privados un medio ideal para acceder a una cartera privada conservando la flexibilidad de la negociación diaria. De hecho, una de las áreas de mayor crecimiento ha sido el lanzamiento de fondos cerrados sin liquidez o con ventanas de liquidez periódicas. “Además, estas nuevas estructuras de fondos cerrados están diseñadas específicamente para los inversores privados, ya que cuentan con un calendario estructurado de petición de capital (capital calls), una vida más corta que la de los fondos más institucionales y unos importes mínimos de suscripción más bajos”, concluye el experto de Schroders.

“El sector que ofrece más valor en el mundo del crédito es el de los seguros”

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Los bancos centrales han hecho de la reducción de la inflación una prioridad clave y han subido los tipos de forma notable entre 2022 y 2023.  Por ahora, las subidas de tipos se han mantenido a la espera y cada vez hay más consenso en que los tipos pueden haber tocado techo. ¿Cómo puede afectar esto al entorno de mercado? Dinesh Pawar, Consejero Delegado de Twelve Capital UK y Responsable de Deuda de Seguros en Twelve Capital, explica cómo dentro del sector asegurador existe un gran potencial y qué retos se vislumbran en el horizonte.

Me gustaría hacer algunas preguntas macro. 2024 será el inicio de las bajadas de tipos en los principales países desarrollados. ¿Cuáles son tus perspectivas en este sentido?

Tienes toda la razón en el hecho de que el último par de años han sido muy difíciles para la fijación de los mercados. Y hay un consenso creciente de que ha habido una esperanza en los mercados desde septiembre del año pasado, yo diría que incluso el verano pasado, en que los bancos centrales iban a recortar los tipos de interés. Creo que el problema con esa visión ha sido que los mercados casi han puesto en precio el hecho de que el recorte ya ha sucedido. En mi opinión, esto es bastante desafortunado, porque si pensamos en lo que está sucediendo, la inflación está bajando, ya sea en Europa, en el Reino Unido o en Estados Unidos. Sin embargo, se está convirtiendo en un problema menor de lo que era hace unos años, lo cual hace esencialmente que las expectativas cambien y que las posibilidades de que ese recorte de tipos se retrase, ya sea el BCE o el Banco de Inglaterra, o la Fed. Esa es mi visión general, que creo que va a haber algún tipo de recorte de tipos porque el mercado lo quiere. Pero no va a ser en la medida en que conocemos ahora, vamos a estar mirando de cinco a seis recortes de tipos y luego miraremos donde estaban los tipos en la pandemia. De este modo pienso que los bancos centrales seguirán mirando los datos, pero por el momento, antes del verano no estimo que vaya a haber nada.

Entonces, ¿afectará la política monetaria a las estrategias de inversión en renta fija? ¿Y de qué manera en tal caso?

La idea es que los bancos centrales controlan la oferta monetaria subiendo los tipos de interés. Y creo que eso es obvio para todos los profesionales de Estados Unidos. Pero creo que, a medida que la política monetaria, ya sea que se afloje, o si se hace más estricta, el impacto va a surgir en un par de factores. En primer lugar, en la curva de tipos. Claramente, la política monetaria va a afectar sobre ella, lo que la gente está olvidando, o tal vez no se han dado cuenta, es que la cuestión real es que todavía tenemos un mundo donde las curvas están invertidas. Por tanto, la parte delantera de la curva sigue estando muy empinada. Y lo que eso implica es que los tipos de interés a medio o corto plazo van a permanecer mucho más altos. Ya sea que decidan relajar la política monetaria o endurecerla. No importa en este momento, cuando se piensa en los diferenciales de crédito, porque los diferenciales de crédito ya están, especialmente en grado de inversión, van a una especie de rango más estrecho que hemos visto en los últimos años. El índice European Xover (una cesta de CDS para investment grade) justo el otro día superó los 300 puntos básicos. Esto es un hito. Y eso es importante. Así que sí, la política monetaria ha afectado a los diferenciales de crédito, porque los inversores siguen buscando esa rentabilidad. En cuanto al impacto monetario, piensa que la realidad es la siguiente: cualquiera que reduzca su tipo de interés, de repente, puede arriesgarse a que se produzca una huida a otras zonas donde el tipo de interés sea más alto. Sobre esta base, considero que los bancos centrales están claramente muy preocupados por hacer cualquier cosa que desestabilice su moneda y les haga parecer menos competitivos. Los mercados ya están valorando el hecho de que hemos tenido un recorte de tipos hace tres meses. Esa es la preocupación que tengo ahora.

Quiero añadir una pregunta relacionada con tu respuesta, que es sobre la inversión de la curva de tipos, ¿cuál es tu perspectiva? ¿Crees que la curva invertida apunta a una recesión este año? ¿O quizás el próximo?

Sí, es una muy buena pregunta. Cuando nos fijamos en las diferentes curvas hubo un momento en el tiempo, diría que el verano pasado, cuando la curva de tipos invertida apuntaba a que llegaría una recesión. El Reino Unido ya está en una recesión técnica. Y ya hemos tenido partes de Europa, por ejemplo, Alemania, que también están en algún tipo de recesión técnica. Pero creo que la realidad es que los datos económicos siguen mejorando. Y, por lo tanto, ¿la curva de tipos implica una recesión? ¿O implica que los tipos se mantendrán más altos durante más tiempo? Creo que es lo último, se mantienen más altos por más tiempo, pero tendríamos un aterrizaje más suave. Creo que esa es la clave aquí.

¿Cómo aprovechar el cambio de política monetaria para invertir?

Pienso que nos hemos aprovechado en muchas ocasiones. Claramente, un tipo de interés más alto o un entorno de tipos más restrictivo quiere decir que tienes que acortar tu duración. Para un inversor, eso significaría entrar en algo que es mucho más de tipo flotante, o entrar en bonos, que son mucho más cortos en términos de duración, el coste de la cobertura puede convertirse en una fuente de volatilidad para la cartera individual. De este modo, los inversores deben tener mucho cuidado en términos de coberturas macro superpuestas. Pero en lo que respecta a nuestra forma de invertir, obviamente compraríamos estructuras de compra a corto plazo y bonos que tengan una prima de licitación más alta o una mayor probabilidad de que se les exima de responsabilidad. Y para nuestro sector asegurador, tiene mucho sentido estar en este espacio, porque claramente hay muchos bonos que están siendo gestionados de forma tangible. Y, por lo tanto, desde una perspectiva de inversión, creo que lo podemos gestionar mejor si los tipos de interés suben.

Los mercados de renta fija han vivido un momento muy negativo en los últimos años. ¿Cree que ahora es el momento adecuado para la renta fija?

La respuesta es quizá sí. ¿Y por qué lo digo? Bueno, creo que es el momento adecuado, en realidad, por una simple razón: la volatilidad en el mercado de renta fija está empezando a estabilizarse. De este modo, no estamos viendo el tipo de volatilidad que vimos hace muchos años, la gente se estaba ajustando a tipos más altos, creo también, mientras que los rendimientos son ahora todavía mucho más atractivos de lo que han sido en mucho tiempo. Hubo un momento en el tiempo en que conseguíamos un retorno más atractivo con un bono de grado de inversión entre el 1,5% o 2%, y ahora algunos bonos de grado de inversión están rindiendo 3%. En nuestro sector, el de los seguros, el rendimiento medio, por ejemplo, de un bono de grado de inversión de segunda categoría oscila entre 450 y 500 puntos básicos. Así que, desde el punto de vista de rentabilidad atractiva, la renta fija parece que promete, pero tiene un componente crediticio. Creo que los bonos del Estado están bastante saturados, pero también hay un coste de oportunidad. De este modo, entrando en el crédito corporativo obtienes la rentabilidad que corresponde a inversiones de poco riesgo más un diferencial, pero también tienes muchas más oportunidades, estás expuesto a más costes de oportunidad. Así que es mucho mejor.

¿Qué espacio de renta fija podría ser el más interesante en el contexto actual?

La emisión financiera sigue representando una parte importante del crédito corporativo. Hemos visto a los bancos emitir mucha más deuda, ya que necesitan aumentar su ratio de capital, pero creo que, para nosotros, el mejor sector que ofrece más valor en el mundo del crédito es el de los seguros. Los bonos de seguros son en realidad, bueno, son el mejor espacio en el segmento del crédito. Tienen los impagos más bajos y hay algunos de los más altos ratios de solvencia que hemos visto en los últimos 15 años. Así, para nosotros, el punto dulce es realmente el mundo de los seguros.

¿En qué activos se está centrando últimamente?

En Twelve Capital nos centramos en toda la estructura de capital de las aseguradoras, incluida la deuda, el capital y los ILS (Insurance-Linked Securities), lo que nos permite conocer mejor el sector de los seguros. De las principales estructuras que emiten las aseguradoras, creemos que tanto el Tier 1 como el Tier 2 en Europa son las dos clases de activos que se encuentran entre las más atractivas en estos momentos. Con el entorno actual lo que tendimos a hacer es lo siguiente: sabíamos que la duración, o la sensibilidad a la duración, se iba a convertir en una fuente de volatilidad para el crédito. Así que la forma en que lo cubrimos fue esencialmente comprando bonos cortos o bonos, que eran estructuras que neutralizaban nuestra exposición a la duración. La otra cosa que hemos estado haciendo es comprar más compañías de seguros de vida, porque estas funcionan mejor en un entorno de tipos al alza. Y, en segundo lugar, compramos más compañías de seguros multirramo porque nos gusta el hecho de que haya una diversificación mucho mayor en el balance de pérdidas y ganancias procedente de estas. Hemos reducido nuestros seguros monolínea, específicamente por ejemplo, seguros de automóviles, porque todavía estamos esperando a ver si pueden trasladar las presiones inflacionistas a los asegurados.

La Universidad Pontificia Comillas y CaixaBank AM impulsan el Observatorio de Finanzas Sostenibles para fomentar la transición a una sociedad más sostenible

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Foto cedidaAcuerdo para impulsar el Observatorio de Finanzas Sostenibles.

Con el objetivo de facilitar un conocimiento más profundo de los  riesgos y oportunidades financieras que supone la transición a una sociedad más sostenible, la Universidad Pontificia Comillas, a través de la Facultad de Ciencias Económicas Empresariales, y la gestora de fondos de inversión del grupo CaixaBank, CaixaBank Asset Management, han renovado su colaboración en el Observatorio CaixaBank AM de Finanzas Sostenibles, cuyo  objetivo es la investigación y difusión de los aspectos relacionados con la inversión sostenible.  

Según Juan Pedro Bernal, director general de CaixaBank AM, esa inversión sostenible “es  inalcanzable sin el compromiso del sector privado, y en particular, del sector financiero, que  desempeña un papel crucial en el avance del desarrollo sostenible debido a su función de  asignación de recursos financieros y a su necesaria involucración en el cumplimiento de la Agenda 2030”. Por su parte, Mariano Ventosa, vicerrector de Investigación y Profesorado de la  Universidad Pontificia Comillas, explica: “Nuestro objetivo es crear conocimiento y llevar a cabo  investigaciones en áreas relacionadas con las finanzas sostenibles, y proponer soluciones a los  problemas que la sociedad española y la empresa tienen planteados en este ámbito”.  

Conformado por un grupo de profesores e investigadores de reconocida experiencia, el  observatorio servirá de punto de encuentro a inversores institucionales, gestores de activos,  estudiantes e investigadores para el desarrollo y avance de las finanzas sostenibles. “La industria  de gestión de activos debe desplegar estrategias que puedan hacer frente a los retos que  plantean la lucha contra el cambio climático y la Agenda 2030”, asegura Elisa Aracil, directora del Observatorio. En este sentido, “la inversión sostenible experimenta un sólido impulso tras los  Acuerdos de París y el lanzamiento de los ODS. El alcance y la magnitud de los retos  medioambientales, sociales y económicos exigen un enfoque multilateral, multinacional y  multistakeholder”, asegura Pablo Hernández de la Merced, director de Sostenibilidad de CaixaBank AM.  

Según Javier Márquez, vicedecano de Relaciones Institucionales e Investigación de la Facultad  de Ciencias Económicas y Empresariales (Comillas ICADE), el Observatorio, además de realizar  actividades de divulgación y formación sobre retos asociados a la sostenibilidad en el marco de las finanzas, “servirá de punto de encuentro entre profesionales, empresas e instituciones para el debate y la reflexión, desde el rigor académico, sobre los retos que plantea el binomio finanzas sostenibilidad desde una perspectiva multisectorial e inclusiva”. Además, “contribuiremos a  hacer realidad la misión de la universidad que consiste en la transformación del mundo,  mejorando la labor de las organizaciones a través del talento que le aportamos”, apunta  Márquez.  

El director general de CaixaBank AM, Juan Bernal, ha destacado que “para CaixaBank AM es una  prioridad integrar el impacto en el tradicional binomio rentabilidad-riesgo entre nuestros grupos  de interés, y concienciar sobre ello a los estudiantes”. Bernal ha señalado también cómo “el  Observatorio es una oportunidad para acercar las finanzas sostenibles a los profesionales del  futuro, y de generar sinergias entre estudiantes y profesionales comprometidos con la  sostenibilidad”.

Fondos Directo organiza un evento sobre estrategias de renta variable internacional en 2024

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Fondos Directos organiza, junto a Capital Group y Columbia Threadneedle, un evento para analizar la renta variable en 2024. Para ello cuentan con líderes visionarios y mentes brillantes que compartirán su sabiduría, historias y perspectivas únicas que prometen guiar su camino hacia el éxito. Tendrá lugar el 19 de marzo en el Hotel Intercontinental de Madrid, en el Salón Escorial Norte- 1ª Planta. Se accederá con acreditación por lo que ya puede reservar su plaza en la web de Fondos Directo.

A las 09:30 horas será la bienvenida con Juan Manuel Vicente Casadevall, consejero de Fondos Directo Sistemas de Información.

Rafael García Romero, CEO de Serfiex y miembro de OCOPEN, hará una introducción a la Asignación de activos internacional versus España: diferencias y tendencias.

El panel 1 tendrá lugar a las 10:00 horas bajo el título Argumentos a favor de las small caps – ¿Por qué ahora sí? Intervendrán Nicolas Janvier, director de renta variable estadounidense en Columbia Threadneedle, y César Gimeno Valverde, CFA, CESGA y gestor de carteras multiactivo y renta variable estadounidense de Mapfre AM. Moderará Rubén García-Paez, director de distribución Iberia & Latam en Columbia Threadneedle.

El panel 2  se desarrollará a las 10:45 horas. Se debatirán las estrategias de renta variable ganadoras para los próximos años. Participarán Richard Carlyle, director de inversiones de renta variable en Capital Group, y Antonio Manzano, responsable de renta variable de Santalucía AM, con César Ozaeta, director de desarrollo de negocio Iberia Capital Group, como moderador.

Para finalizar se ofrecerá un café networking.

Tras la asistencia completa habrá un test, válido por una hora de formación para la recertificación EIA, EIP, EFA y EFP.