Allianz comienza el año ampliando su oferta de productos garantizados con Allianz Plazo Flexible, una nueva solución de ahorro garantizado a prima única diseñado para aquellos perfiles que buscan que buscan seguridad y rentabilidad en un horizonte temporal definido.
Allianz Plazo Flexible permite a los clientes invertir durante un periodo de entre dos y cinco años. Al finalizar el plazo, los inversores pueden optar por retirar su capital junto con el interés fijo acordado al inicio del contrato o continuar renovando trimestralmente su inversión, acumulando nuevos intereses hasta que decidan disponer de su dinero. Además permite, al cliente conocer, desde el inicio del contrato, la TAE garantizada que recibirá durante todo el periodo, salvo que realice rescate antes de la finalización del contrato.
La rentabilidad garantizada de Allianz Plazo Flexible oscila entre el 3,6% acumulado neto de gastos a dos años (1,80% TAE) y el 12,9% a cinco años (2,45% TAE).
Con el lanzamiento de Allianz Plazo Flexible, la compañía sigue fortaleciendo su amplia gama de productos financieros diseñados para satisfacer las diversas necesidades de los ahorradores. Entre sus ofertas se incluyen Allianz Capital, Unit Linked, planes de pensiones, fondos de inversión y Allianz Perspektive, un producto de ahorro garantizado a largo plazo respaldado por Allianz Leben, la principal aseguradora de vida en Alemania.
Además, Allianz gestiona su agencia de valores, Allianz Soluciones de Inversión, especializada en asesoramiento financiero y planificación patrimonial. Desde 2020, esta agencia ha gestionado seis fondos de inversión, de los cuales cuatro obtuvieron una calificación de 5 estrellas en el Morningstar Rating en sus primeros tres años de actividad. En abril de 2024, Allianz Soluciones de Inversión amplió su oferta con seis nuevos fondos, consolidando así su posición como líder en el sector financiero. Con estas iniciativas, Allianz reafirma su compromiso de ofrecer productos financieros de calidad que se ajusten a las expectativas y necesidades de sus clientes, garantizando seguridad y rentabilidad en sus inversiones.
El crédito privado fue uno de los activos más demandados entre los inversores de mercados privados en 2024. No solo tuvo popularidad, sino que las operaciones en el mercado europeo repuntaron durante los últimos doce meses, justificando su atractivo. Según los expertos de Pictet AM, esta es una tendencia que previsiblemente continuará en 2025.
“Hay que tener en cuenta que se trata de una clase de activo de crecimiento, pues parte de un valor aproximado de 400.000 millones de euros, solo un tercio del tamaño de este mercado en EE.UU. y se está ampliando a pequeñas y medianas empresas, las cuales recurren cada vez más a prestamos directos, dado que la financiación bancaria tradicional es difícil de obtener”, explican Andreas Klein, director de Deuda Privada, y Conrad Manet, Client Portfolio Manager, ambos de Pictet AM, en su último análisis. Según argumentan, hay que tener en cuenta que las operaciones más pequeñas, especialmente aquellas destinadas a crecimiento o capital transformador, donde los préstamos directos son la principal alternativa a los bancos, están en gran medida aisladas de dinámicas competitivas, a diferencia del extremo de mayor volumen, donde una renovada competencia de préstamos sindicados y de alta rentabilidad genera exceso de capital, menor interés y peores cláusulas de protección.
“Efectivamente, los diferenciales de rentabilidad a vencimiento en las operaciones europeas de préstamos directos se han reducido cerca de 1 % desde principios de 2023 en los segmentos central y medio superior, hasta situarse por primera vez debajo de 6%. Incluso ha habido préstamos al 4,5% y 5%, a menudo sin convenio de acreedores. Ello ha coincidido con niveles históricamente altos de capacidad de inversión, hasta el punto de que los fondos de capital privado y de deuda privada han llegado a disponer de una cifra histórica de dos billones de dólares para invertir. A ello ha contribuido un débil mercado de fusiones y adquisiciones, que ha creado escasez de oportunidades. De manera que los márgenes de las operaciones de préstamos se han reducido, con relajación de las cláusulas de protección”, subrayan los expertos.
Sin embargo, matizan que la reducción de márgenes en los préstamos en el mercado medio-bajo, es decir operaciones con empresas con beneficios de explotación de hasta 15 millones de euros, ha sido más modesta, en torno al 0,2 %. Se debe a que en este segmento hay menos fondos de deuda privada compitiendo y la presencia de bancos es limitada, dadas sus restricciones de capital, especialmente respecto a proporcionar líneas de crédito. “En este segmento medio-bajo los diferenciales de rentabilidad son estables y los parámetros de riesgo se moderan, de manera que mejora la prima de rentabilidad ajustada al riesgo respecto al segmento más tradicional de mayor volumen. En concreto el apalancamiento disminuye en el segmento medio-bajo, con cada vez hay más operaciones cerradas a menos de cuatro veces deuda / beneficio de explotación. Además, en el segmento medio-bajo prevalecen unas sólidas cláusulas de protección para el inversor”, subrayan desde Pictet AM.
A esto se añade que una característica que los inversores valoran en los préstamos directos es una tasa de impagos relativamente baja, según los expertos, quienes subrayan que esta característica ha aumentado hasta en torno a 6 % en préstamos sindicados, pero se mantiene por debajo de 2 % en promedio en préstamos directos y puede ampliarse, pues hay presiones inflacionistas residuales y la velocidad de reducción de tipos de interés de los bancos centrales europeos puede ser menor que en otros ciclos, lo que puede causar tensiones, especialmente en los segmentos más cíclicos y apalancados, de alta rentabilidad y préstamos apalancados.
“Sin embargo en 2025 esperamos que el segmento medio-bajo de préstamos directos se beneficie de la mejora de las condiciones económicas y repunte de la actividad de fusiones y adquisiciones. Ahora bien, la recuperación económica de Europa puede no ser uniforme y puede haber volatilidad. Así que nos centramos en sectores menos sensibles a variaciones del mercado, menos volátiles, como tecnología médica, software y servicios empresariales. Proporcionan diversificación, con ingresos más estables y mejor preservación del capital. Pero estamos evitando segmentos más cíclicos en subsectores de industria y consumo. Además, la mayor parte del mercado continúa suscribiendo préstamos con cláusulas de protección ligeras, pero contamos con posiciones de prestamista único, lo que facilita que podamos estructurar acuerdos personalizados que protegen mejor el capital”, añaden los expertos de Pictet AM.
En este sentid, reconocen que es verdad que las empresas más pequeñas pueden ser más arriesgadas, pero nos centramos en aquellas que operan y dominan nichos de mercado, con altas barreras de entrada y competencia limitada. «Muchas veces exhiben las cualidades defensivas de los grandes líderes, incluso mejores. Además, es común en fondos de capital privado sobre ponderar préstamos a empresas de propiedad de capital privado, donde se da mayor volumen, aunque posiblemente menor valor. Sin embargo, la capacidad de mantener una proporción significativa de préstamos a los fundadores de las empresas puede ser una fortaleza si se cuenta con la red apropiada. Por ello nuestra cartera está equilibrada entre préstamos a empresas propiedad de otras de capital privado y directos a los fundadores, lo que proporciona una capa adicional de diversificación”, apuntan entre sus consideraciones.
En conjunto, desde la entidad esperan que en 2025 el segmento medio-bajo de préstamos directos siga siendo una fuente superior y más estable de ingresos y preservación del capital, que puede complementar asignaciones más tradicionales al segmento medio alto, a deuda de empresas en situaciones especiales y a deuda de capital riesgo. “Puede constituir una parte estratégica en cualquier cartera de crédito privado, tanto de inversores dando los primeros pasos en esta clase de activos, como de los más sofisticados que tratan de diversificar sus carteras”, concluyen sus expertos .
La firma global de inversión Permira ha anunciado que refuerza su equipo de Capital Formation con dos nombramientos clave: Chris Buchanan como Partner y Global Head of Capital Formation, y Nader Salman como Managing Director y Head of Middle East. Además, la compañía ha comunicado que pretende inaugurar una oficina en Dubai en 2025, con el objetivo de fortalecer las relaciones con inversores en la región y expandir su presencia en el mercado de activos alternativos.
Antes de unirse a Permira, Chris Buchanan fue socio en Apollo Global Management durante 16 años, desempeñando diversos roles, entre ellos director global del Grupo de Clientes Institucionales, codirector de Soluciones de Clientes e Inversiones Institucionales, y jefe de Ventas en América y Europa. Previamente, trabajó en Citi, Crédit Agricole y Capital International. En Permira, Chris tiene su sede en Londres y actualmente lidera un equipo de 30 personas a nivel global en la cobertura de inversores y la gestión de proyectos dentro del equipo de Formación de Capital de Permira.
Por su parte, Nader Salman se une a Permira desde Neuberger Berman, donde se desempeñó como director general para Oriente Medio y África, con sede en Dubai, liderando la cobertura de la firma en canales de distribución y capacidades de inversión durante más de ocho años. Fue responsable de gestionar las relaciones estratégicas de la empresa y liderar un equipo regional de ventas. Anteriormente, ocupó puestos senior en inversión alternativa en Société Générale, Man Group y Evolvence Capital en Oriente Medio.
«Estamos encantados de que Chris se una a la firma, aportando su sólida trayectoria en la industria y su capacidad para liderar un equipo global en la gestión de nuestras crecientes relaciones con inversores. Su nombramiento refleja la importancia y prioridad que damos a ofrecer a nuestros inversores un servicio de primer nivel y una gestión de productos excepcional en capital privado y crédito. Continuamos viendo una creciente competencia y mayores expectativas por parte de los inversores en los mercados privados, lo que refleja una evolución natural de la industria. Permira está bien posicionada de cara al futuro gracias a nuestra plataforma global enfocada en el crecimiento, nuestro compromiso de seguir siendo una asociación privada y la sólida herencia de la firma con más de 40 años de historia», han declarado Dipan Patel y Brian Ruder, socios codirectores y co-CEOs de Permira.
En concreto, sobre el nombramiento de Nader Salman y la estrategia de la firma para Oriente Medio, agregaron: «Estamos encantados de dar la bienvenida a Nader al equipo para liderar y fortalecer nuestras relaciones clave con inversores institucionales y de patrimonio privado en Oriente Medio. La región se ha convertido en un mercado cada vez más importante para nosotros, dado el creciente interés de los inversores de Oriente Medio en activos alternativos, su creciente sofisticación y sus significativos volúmenes de capital.»
Por su parte, Chris Buchanan, socio y director global de Formación de Capital, comentó: «Estoy emocionado de unirme a Permira, una firma con una plataforma de inversión líder, probada a lo largo de distintos ciclos económicos, en capital privado y crédito, que hasta la fecha ha recaudado con éxito 80.000 millones de euros y ha construido sólidas relaciones con inversores a nivel global. Espero contribuir a la institucionalización y modernización del negocio de Formación de Capital de Permira, colaborando con el gran talento existente en el equipo y desarrollando nuevas capacidades, con un enfoque particular en geografías clave y patrimonio privado, dado su papel cada vez más relevante como una tendencia a largo plazo en el mercado.»
«Siempre he admirado a Permira y estoy encantado de unirme al equipo de Formación de Capital. Permira ya cuenta con relaciones clave con inversores en Oriente Medio, y establecer una presencia local es un paso emocionante para expandir nuestra presencia en la región y fortalecer asociaciones estratégicas tanto con inversores institucionales como de patrimonio privado, al tiempo que ampliamos el acceso a inversiones alternativas a través de la plataforma global de capital privado y crédito de Permira», ha señalado Nader Salman, director general y jefe de Oriente Medio.
Sobres sus planes de futuro en la región de Oriente Medio, la firma matiza que esta nueva oficina representativa de Permira está sujeta a la aprobación de la Dubai Financial Services Authority (DFSA), conforme a los requisitos habituales para la apertura de una oficina representativa de esta naturaleza en la Zona Franca del Dubai International Financial Centre (DIFC), Dubái.
Schroders Capital y BlueOrchard han invertido 5 millones de dólares a través del fondo Green Earth Impact (GEIF) en el African Infrastructure Investment Fund 4 (AIIF4), un vehículo de infraestructuras orientado al crecimiento que contribuye a la mitigación del cambio climático y a la adaptación al mismo en toda África. Gestionado conjuntamente por Schroders Capital y BlueOrchard, el GEIF es una estrategia de fondo de fondos que proporciona capital a fondos de private equity innovadores, que contribuyen a un impacto climático positivo mediante inversiones en los ámbitos de la mitigación del cambio climático, la adaptación al mismo, el agua o la biodiversidad en mercados emergentes y frontera.
AIIF4 está gestionado por African Infrastructure Investment Managers (AIIM), un inversor experto en infraestructuras en el continente africano, con una trayectoria de más de 20 años invirtiendo en diversos ciclos del mercado. Además, la inversión se ha realizado a través del AIIF4 Climate Investment LP, un vehículo dedicado dentro del Fondo AIIF4 que se centra en inversiones de impacto climático en el ámbito de las infraestructuras. Como uno de los gestores más consolidados de la región, AIIM aprovecha las redes locales con larga experiencia y las relaciones con operadores y socios de confianza.
Esta inversión se centrará especialmente en países como Sudáfrica y Marruecos, así como en la región más amplia del África subsahariana (ASS). AIIM ya ha realizado inversiones en logística de la cadena de frío, plataformas de energía renovable (solar) y centros de datos, contribuyendo así a un ecosistema de infraestructuras sostenible. También cuenta con un amplio historial en la obtención de rentabilidades de impacto y la transformación desde una política de ESG activa a través de sus cinco fondos anteriores.
“AIIM es una empresa de demostrada eficacia en su campo, con un sólido historial de inversión en infraestructuras en toda África. La firme dedicación de su equipo a la generación de soluciones climáticas de gran impacto encaja por completo con nuestra misión. Estamos encantados de asignar la última inversión del GEIF a este Fondo y esperamos colaborar para impulsar soluciones climáticas en toda África”, explica Daniel Freedman, gestor senior de BlueOrchard.
GAM Investments ha anunciado la incorporación de tres profesionales procedentes del equipo de renta variable europea de Janus Henderson Investors. Según explica la gestora, “estas contrataciones estratégicas refuerzan el compromiso de GAM de proporcionar a los clientes acceso a la mejor calidad en la inversión sumado a unos resultados excepcionales”.
El equipo estará liderado por Tom O’Hara y por Jamie Ross y David Barker, también procedentes de Janus Henderson. Los tres aportan una amplia experiencia, habiendo gestionado más de 6.500 millones de euros en fondos de renta variable europea para clientes institucionales y minoristas a nivel global. Según matizan desde la firma, estos tres profesionales se incorporarán a GAM en los próximos meses.
A raíz de este anuncio, Tom O’Hara ha destacado: “Durante décadas, GAM se ha nutrido de algunos de los mejores talentos del sector en beneficio de los clientes. Su sólida trayectoria en renta variable europea ha definido directamente mi enfoque de la inversión. Asumo este nuevo reto orgulloso, y espero contribuir al crecimiento sostenible de GAM en el largo plazo”.
Por su parte, Elmar Zumbuehl, CEO del Grupo GAM, ha declarado: “Estamos encantados de dar la bienvenida a Tom, Jamie y David a GAM. Estamos seguros de que su dilatada experiencia y su demostrado éxito en la inversión representan un activo muy preciado para GAM. Atraer a profesionales de la inversión tan excepcionales pone de relieve la cultura distintiva y atractiva de GAM, nuestra estrategia y nuestro compromiso a largo plazo”.
Foto cedidaIgnacio Muñoz-Alonso, estratega jefe macroeconómico de Inversis.
Inversis prevé que 2025 sea un año de resiliencia económica mundial, a pesar de las amenazas de guerras arancelarias desatadas ya por el presidente estadounidense Donald Trump. El estratega jefe macroeconómico de la firma, Ignacio Muñoz-Alonso, no descartó, en la presentación de perspectivas para el primer trimestre del año, posibles sorpresas, «que vendrán marcadas por la agenda económica del presidente de Estados Unidos». Entre ellas, el efecto en el crecimiento -y por tanto en las futuras decisiones de los bancos centrales- de esas posibles tensiones comerciales; las dudas de cómo abordar la fiscalidad en un entorno de bajada de tipos de interés y subida de aranceles, y el impulso desregulador en sectores como el energético o el tecnológico.
En definitiva, 2025 será «un año que, a nivel macroeconómico, estará marcado por las posibles guerras comerciales, la evolución de la inflación -que aún no consigue situarse en el objetivo del 2%- y la duda de si finalmente en 2025 veremos a Europa despegar económicamente«. En los mercados, el año estará marcado por la volatilidad de las curvas, los múltiplos de acciones y el futuro del sector tecnológico tras la reciente irrupción de la IA china.
Trump y su margen real de actualización
El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos vuelve a arrancar con una batería de decretos y anuncios de medidas económicas proteccionistas y amenazas de subidas de aranceles. En este contexto, Muñoz-Alonso apunta que la cuestión que habrá que analizar es si el nuevo inquilino de la Casa Blanca tiene margen real de actuación en un entorno que es muy diferente al que se encontró en 2016: ahora el país cuenta con un mayor déficit y deuda.
La primera de estas dudas llega precisamente de esa amenaza de subida de aranceles. Las guerras comerciales pueden representar una caída de más de un 1,3% del PIB americano y 0,3% de inflación, «lo que para el ciudadano medio americano se traduciría en una pérdida de unos 2.600 euros por año con el coste político que conlleva».
Para el experto, las políticas fiscales anunciadas, parecidas a las de 2017 para bajar el tipo fiscal medio al 15%, «supondrían aumentar el déficit público por encima de la tendencia estimada actual». Sobre la inmigración y el anuncio de deportaciones masivas, estas medidas provocarían una subida de medio punto de la inflación y una caída del 0,4% del PIB por el efecto en la base laboral del país. «Lo mismo ocurre con la inflación por el efecto de la desregulación en sectores claves como el energético, el tecnológico en especial las criptomonedas», asegura.
Todo esto lleva a Muñoz-Alonso a preguntarse si Trump va a ser capaz de poner en marcha estas medidas por los efectos negativos que tienen y su coste social y político, en términos de popularidad.
Panorama regional
Con este contexto y con perspectivas de alzas inflacionistas las previsiones de crecimiento global estarían en el entorno del 3,3%, muy parecido al 2024. Por regiones, en Estados Unidos la firma prevé un crecimiento en un rango del entre el 1,9% y el 2,7%, en línea con las previsiones de la Reserva Federal (2,1%); un crecimiento de los precios en el 2,5%; una tasa de paro contenida y unos fondos federales en el 3-4%. «Esperamos un repunte de las rentabilidades en Estados Unidos impulsada por el consumo y un mercado de trabajo robusto, con un déficit fiscal al alza y una ratio de deuda sobre PIB lejos de adaptarse».
En cuanto a la inflación, tras crecer en diciembre por tercer mes consecutivo, se mantiene resistente a bajar a pesar de que la subyacente da un respiro y comienza a corregirse, aunque de forma muy lenta.
Con este panorama, la Reserva Federal pondrá freno al proceso de bajadas de los tipos de interés y, tras la suspensión de esta semana pasada, en la firma se inclinan por solo dos recortes en 2025, que dejarán los fondos federales en el 3,9%.
Europa es el contrapunto de lo que ocurre en Estados Unidos. En la eurozona posiblemente hayamos tocado fondo en cuanto a las bajas cifras de crecimiento. El consenso apunta a un 1%- 1,1% en 2025 muy en línea también con el BCE. En cuanto a la inflación veremos cifras cercanas al objetivo del 2%, paro contenido y un déficit fiscal que debería empezar a contenerse. Todos los componentes de la inflación se comportarán bien menos el sector servicios, más obstinado y que lastra la inflación subyacente del índice general. El crecimiento europeo se verá empujado por el consumo privado gracias al mercado de trabajo y los salarios, además de por el consumo público, ambos justifican 2/3 del crecimiento europeo.
Con este entorno, los escenarios del BCE pasan por unos tipos de depósito entre el 1,2% y el 2% con hasta cuatro bajadas en 2025. «Con lo peor de la crisis superada, los retos de la eurozona se centran en la consolidación fiscal y las tensiones comerciales con Estados Unidos, con mayor impacto en Alemania», asegura el experto.
Por último, China mantiene los problemas estructurales que se han visto tras la reapertura tras la pandemia, en concreto el consumo. En los últimos meses parece que se ha registrado algo más de actividad que podría anticipar cierta recuperación, pero las ventas minoristas aún siguen bajas y se mantienen las dudas en el sector inmobiliario. Hay factores que invitan a pensar que el consumo va a seguir contraído durante algunos meses. Las palancas de China para salir adelante serán por un lado el estímulo fiscal y de otro el comercio exterior, con políticas comerciales más agresivas.
Distribución de activos
Tras un 2024 con donde no se ha materializado la recesión, comienza una recuperación con repunte en rentabilidades asociadas a la victoria de Trump, pero también a las consecuencias de sus desregulaciones y medidas fiscales, según la firma. Este contexto permite a la firma ser muy positiva en todos los segmentos de renta fija. «En soberanos, vemos que las curvas empiezan a recuperar la pendiente positiva, con las primas a corto plazo escorándose por debajo de las rentabilidades a 10 años», aseguran. De esta forma, Muñoz-Alonso se muestra favorable a mantener una infraponderación en sectores más volátiles.
En la eurozona también observan una normalización de la curva de tipos, y no ven decisiones del BCE disruptivas en un entorno de crecimiento normalizado. «Nos inclinamos hacia el crédito de calidad europeo», concluye.
En cuanto a renta variable, siendo consciente de la situación de agotamiento tras dos años muy buenos para los mercados bursátiles, la firma cree que al mercado estadounidense «aún le queda recorrido de retornos positivos tras las medidas prometidas por Trump, especialmente en lo relativo a la fiscalidad de las empresas, como ya vimos en su anterior mandato».
En definitiva, apuesta por la renta variable americana y por los sectores: tecnológico, relativizando por tanto la irrupción de las IA chinas, el consumo discrecional, energía, salud y defensa, tras el aumento de inversión militar con la llegada de Trump.
Donald Trump, como presidente de EE.UU., ya ha firmado las primeras órdenes ejecutivas para imponer aranceles a México, Canadá y China. Además, ha añadido como coletilla que también los habrá sobre la Unión Europea, ya que ésta “nos ha tratado muy mal”.
Como consecuencia de este anuncio, el dólar se disparó durante la sesión asiática, mientras que las divisas europeas se llevaron la peor parte. El billete verde se fue apreciando durante casi toda la semana pasada, ya que todo apuntaba a que la imposición de aranceles por parte de la administración Trump era inminente.
“Las divisas de los mercados emergentes también se han visto muy afectadas, encabezadas por el propio peso mexicano”, explican los analistas de Ebury. No obstante, consideran que, “incluso después de las recientes caídas, la mayoría de las divisas siguen cotizando en niveles que sugieren que los mercados esperan que los aranceles draconianos duren poco”.
Por su lado, los países afectados apuntan a que tomarán represalias por estas medidas. “Canadá afirmó que responderá con la imposición de aranceles del 25% sobre 155.000 millones de dólares canadienses de bienes importados desde Estados Unidos (30.000 millones serán efectivos ya esta semana y el resto entraría en vigor en 21 días). México señala que tratará de cooperar, pero también impondrá barreras comerciales. Finalmente, en el caso de China, anunció que lo denunciará en la Organización Mundial del Comercio (WTO) y que tomará medidas de represalia, aunque no especificó cuáles”, matizan los analistas de Banca March.
Ahora bien, los aranceles serán efectivos a partir del 4 de febrero, lo que deja un poco de margen para la negociación. “No debemos olvidar que ya en el pasado, las negociaciones para renegociar acuerdos comerciales (entre ellos el NAFTA) partieron de extremos para después alcanzar unas posiciones más comedidas. La actual introducción de aranceles se podría revocar en el futuro de alcanzarse los objetivos de mayor control de la inmigración y reequilibrio de la balanza comercial de Estados Unidos, algo que la propia orden ejecutiva deja entrever”, añaden desde Banca March.
El impacto de los aranceles
Según explica Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers, el impacto en los productos de estos tres países por sí solo elevaría el arancel promedio de EE.UU. en 6,4%, en comparación con un choque de solo un 2% durante la primera guerra comercial. Para el experto de AXA IM, esto es muy significativo.
“La elección de las víctimas para esta primera salva de la guerra comercial 2.0 es interesante. Donald Trump optó por colocar el mayor impacto en dos países amigos, Canadá y México, con los que Estados Unidos está vinculado por un acuerdo de libre comercio, y cuya producción está estrechamente entrelazada en las cadenas de valor estadounidenses, con lo que tiene un importante efecto de retroalimentación en la economía estadounidense. El impacto en China es menor -incluso si el 10% se suma a los ya muy altos niveles de aranceles aduaneros desde la primera guerra comercial, con un promedio del 19%- e inexistente por ahora en Europa”, explica.
En su opinión, el mensaje que esto podría enviar es triple. “En primer lugar, la magnitud del aumento indica a todos los socios comerciales que EE.UU. está dispuesto a sufrir repercusiones internas relativamente fuertes para lograr sus objetivos de reequilibrar su comercio y afirmar su estatus económico dominante. En pocas palabras, Trump va en serio”, señala.
En segundo término, Moëc considera que perseguir a los miembros del T-MEC -la versión del TLCAN que el propio Donald Trump renovó durante su primer mandato- que debía renovarse en 2026 sugiere que nadie, independientemente de la estrechez de los vínculos políticos, económicos o de seguridad, debería sentirse ‘seguro’: los intereses comerciales de EE.UU. están por encima de cualquier otra consideración de relaciones exteriores.
“Tercero, el movimiento relativamente moderado sobre los productos chinos -inicialmente el principal adversario comercial en la retórica de la campaña de Donald Trump- puede sugerir que, como expresó en Davos, el presidente de Estados Unidos realmente quiere alcanzar un acuerdo de paz sobre Ucrania y cuenta con la presión china sobre Rusia para llegar allí. Sin embargo, sospechamos que no dudará en golpear más duramente a China si esta maniobra fracasa”, añade Moëc.
Asia: China vr Japón
Respecto a China, Christiaan Tuntono, economista senior de Asia Pacífico de Allianz Global Investors, añade que las medidas proteccionistas de Trump podrían ser negativas para el crecimiento de China y de Asia, así como para la demanda externa. “Las pequeñas economías asiáticas orientadas a la exportación, como Singapur, Hong Kong, Corea, Vietnam y Tailandia, son las más vulnerables, no solo por su alta exposición a la demanda final de las economías del G3 (EE.UU., UE y China), sino también porque su demanda interna no es lo suficientemente sólida como para resistir la inminente caída de las exportaciones. Taiwán y Malasia también dependen de las exportaciones, pero su demanda interna está respaldada por sus inversiones en inteligencia artificial”, argumenta Tuntono.
En cambio, según el análisis de Dan Carter y Mitesh Patel, gestores de inversiones de renta variable japonesa de Jupiter AM, Japón sería el país de la región que mejor parada saldría de esta situación. “Japón es una nación amiga de EE.UU. y ya no es la gran molestia comercial. No es fuente ni de inmigrantes ilegales ni de drogas. Tiene lógica pensar, pues, que Japón esquivará el grueso de un nuevo programa de aranceles estadounidenses. El peso de Japón en las importaciones estadounidenses ha menguado desde casi el 12% hasta cotas más próximas al 4 % en la actualidad. El problema de EE.UU. es China y, en menor medida, México y Vietnam, países con los que EE.UU. mantiene un déficit comercial considerablemente mayor que con Japón”, explican. Es más, según sus consideraciones, la localización de la producción de las empresas japonesas aporta una cobertura considerable e incluso una ventaja competitiva frente a los fabricantes chinos y de otros países.
¿Y Europa?
Desde el Viejo Continente también se vigila a Trump, ya que ha sido señalado como su siguiente “víctima”, en términos arancelarios. Para Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO, esta situación genera riesgos adicionales a la baja para el crecimiento, en particular a la luz de las amenazas arancelarias de la nueva Administración estadounidense, y margen para unos tipos finales inferiores a los actualmente previstos.
“Es probable que la nueva administración golpee con más dureza a algunos sectores, como el automovilístico, en parte porque la UE impone actualmente más aranceles a las importaciones de automóviles estadounidenses que EE.UU. a las europeas. También es probable que golpee con nuevos aranceles a los sectores químico y de maquinaria; estos tres amplios sectores representan en conjunto casi el 70% del comercio transatlántico”, apunta Raphael Olszyna-Marzys, economista internacional en J. Safra Sarasin Sustainable AM.
El eclipse Trump
Según los expertos, lo habitual sería que las claves para los mercados esta semana hubieran sido los datos de inflación interanual de la zona euro (lunes), la reunión del Banco de Inglaterra del jueves y la publicación de las nóminas de EE. UU. (viernes). Sin embargo, la guerra comercial de Trump -incluidos los anuncios de nuevos aranceles (se espera que en breve se impongan gravámenes a los productos de la UE) y cualquier indicio sobre las condiciones que exigirá Trump para aliviar la presión- eclipsarán todos los informes macroeconómicos ordinarios. “Incluso después de las recientes caídas, la mayoría de las divisas siguen cotizando en niveles que sugieren que los mercados esperan que los aranceles draconianos duren poco. Esperemos que tengan razón”, apuntan desde Ebury.
En este contexto, Norbert Rücker, responsable de Investigaciones Económicas y Next Generation en Julius Baer, considera que la geopolítica empieza a cobrar trascendencia tras la polémica desatada por los aranceles aprobados. “Ya están aquí. Nuestra opinión no ha cambiado. Los aranceles comerciales son, ante todo, una herramienta de choque utilizada para las negociaciones. Su imposición debería seguir siendo temporal, con impactos inflacionistas algo contenidos dentro de EE.UU. y significativos impactos deflacionistas fuera del mercado estadounidense. Como era de esperar, hemos entrado en un periodo de ruido político e incertidumbre general, elemento que enmarca nuestras opiniones de cara a 2025”, asegura Rücker.
El valor mundial de las operaciones de private equity en el sector sanitario se disparó en 2024 hasta alcanzar una cifra estimada de 115.000 millones de dólares, lo que supone el segundo mayor valor total de operaciones registrado hasta la fecha. Este repunte se vio impulsado por un aumento del número de grandes operaciones. En total, cinco operaciones superaron los 5.000 millones de dólares, frente a dos en 2023 y una en 2022. Norteamérica sigue siendo el mayor mercado, representando el 65% del valor global de las operaciones, mientras que Europa y Asia-Pacífico representan el 22% y el 12%, respectivamente. Los volúmenes de operaciones se mantuvieron estables en relación con los niveles históricos, con una oleada de actividad en Norteamérica y Europa que compensó un descenso del 49% en el volumen de operaciones en Asia-Pacífico desde 2023. Estas son algunas de las principales conclusiones del informe Global Healthcare Private Equity Report 2025 de Bain & Company.
Para Cira Cuberes, socia de Bain & Company, el mercado de private equity en el sector sanitario resurgió con fuerza el año pasado, debido en gran parte a una afluencia de transacciones a gran escala, especialmente en el ámbito biofarmacéutico. «También observamos un repunte de las operaciones en el sector tecnología en salud. De cara a 2025, esperamos que los LP sigan apostando por los gestores de fondos del mid-market, debido a su sólida rentabilidad y experiencia en el sector. La estrategia más inteligente para los inversores consistirá en prestar atención a las oportunidades que surjan de las escisiones e incorporar principios de creación de valor en sus diligences”, comenta.
En Europa, el volumen de operaciones ha superado el máximo alcanzado en 2021, gracias al impulso otorgado por la concentración de operaciones de menor envergadura en el primer semestre del año. Los sectores biofarmacéutico y de tecnología médica fueron dos de los principales en 2024, ya que las empresas que adquirieron activos en estos sectores pueden ampliarlos fácilmente a toda la región en la que operan. Bain se muestra optimista sobre el mercado europeo, dado el fuerte crecimiento del volumen de adquisiciones y la estabilización del entorno macroeconómico. La consultora prevé que continúe el repunte en la actividad y ve posibilidades de que se produzcan más mega-operaciones.
El sector biofarmacéutico sigue liderando las operaciones sanitarias en términos de valor total, gracias al impulso de varias operaciones importantes en 2024. A pesar del valor récord de las operaciones de compra en el sector biofarmacéutico, el volumen global en los sectores de herramientas biofarmacéuticas y de ciencias de la vida cayó un 5% y un 10%, respectivamente, desde 2020 en términos de tasa de crecimiento anual compuesto (TCAC). Hay varias razones que explican este fenómeno, entre ellas, la lucha entre compradores y vendedores para alinear los precios de venta y la reducción del gasto en servicios farmacéuticos tras una fuerte disminución de la financiación en private equity del sector biofarmacéutico estadounidense.
La negociación de acuerdos de TI sanitaria repuntó en 2024 debido a varios factores. En primer lugar, los proveedores –que afrontan presiones financieras y cambios en los modelos de reembolso– están invirtiendo en sistemas básicos para aumentar la eficiencia. En respuesta, las firmas de private equity están invirtiendo cada vez más en activos que respalden las mejoras del flujo de trabajo. Además, los pagadores –que buscan mejorar la integridad de los pagos– están invirtiendo en análisis avanzados. Al mismo tiempo, las empresas biofarmacéuticas están modernizando la infraestructura informática de los ensayos clínicos para acelerar y mejorar el desarrollo de fármacos en un entorno de financiación y exigencias normativas más estrictas.
Cuatro tendencias que redibujan el paisaje de los fondos de private equity del sector sanitario:
Los fondos del mid-market siguen innovando: históricamente, los fondos centrados en el sector sanitario del mid-market han obtenido mejores resultados que el mercado en general, beneficiándose de la continua innovación y evolución de sus estrategias de inversión. También han sido capaces de mantener la actividad de compra de activos y las salidas desde 2020, incluso cuando el mercado de compra de activos sanitarios en general tuvo dificultades. Este rendimiento se ha traducido en una fuerte captación de fondos. Los fondos del mid-market con exposición a la atención sanitaria han recaudado alrededor de 59.000 millones de dólares desde 2022, superando la recaudación de fondos en los tres años anteriores en aproximadamente un 40%. Aunque históricamente se han concentrado más en activos de proveedores, las firmas de private equity del mid-market han ampliado su enfoque en TI de atención médica y servicios de proveedores, al tiempo que mantienen una fuerte presencia en biofarmacia y tecnología médica.
Las escisiones abren valor en un mercado reñido: a pesar de la variabilidad anual en la actividad de operaciones, las escisiones en el sector sanitario han seguido una trayectoria ascendente desde 2010, impulsadas por una combinación de empresas públicas que intentan mejorar el valor para el accionista y empresas de private equity deseosas de adquirir activos considerables. Las escisiones exitosas permiten a las empresas públicas mejorar los márgenes y centrarse en el crecimiento de los ingresos, reduciendo el apalancamiento y la complejidad. Además, facilitan que los fondos de private equity adquieran activos ignorados con un gran potencial de creación de valor bajo la nueva propiedad. Dada la menor actividad de acuerdos entre patrocinadores desde el máximo alcanzado en 2022, la combinación de escisiones y acuerdos entre empresas públicas ha atraído a una variedad de inversores que buscan desplegar capital en activos escalables de todos los sectores sanitarios con potencial de creación de valor.
La maximización del valor de salida es un imperativo estratégico: el volumen de operaciones de salida de private equity en el sector sanitario se mantuvo bajo en 2024 –un 41% por debajo de su máximo de 2021–, ya que los elevados tipos de interés y el desajuste entre compradores y vendedores prolongaron los periodos de retención y limitaron la capacidad de los fondos para devolver capital a sus socios comanditarios. Aunque históricamente la expansión múltiple ha impulsado casi la mitad de los rendimientos totales de las operaciones, es poco probable que esta palanca impulse los rendimientos en los próximos años en la misma medida. Para desarrollar con éxito una estrategia de salida, los vendedores deben adoptar una visión imparcial del rendimiento y la evolución del activo y contar con un plan para la futura creación de valor. Los compradores que incorporan los principios de creación de valor a su diligencia previa a la adquisición obtienen una ventaja competitiva.
La inversión en Asia-Pacífico ha evolucionado: las empresas de private equity están ampliando sus inversiones más allá de China en la región de Asia-Pacífico, donde el valor de las operaciones aumentó a una tasa compuesta anual aproximada del 21% desde 2016. Sin embargo, el volumen de operaciones en la región ha disminuido significativamente desde 2023, debido a una desaceleración en la negociación en China; un cambio en el volumen a India, Japón y Corea del Sur; y una mayor competencia de actores estratégicos con apetito para perseguir fusiones y adquisiciones. La India, en particular, se perfila como una alternativa convincente a China para la realización de operaciones, dada la expansión de su clase media, que impulsa la demanda de asistencia sanitaria, y su fuerte crecimiento económico. En Japón y Corea del Sur también se está acelerando el volumen de operaciones, impulsado por factores macroeconómicos favorables y el envejecimiento de la población, con crecientes necesidades sanitarias.
“Somos optimistas sobre las perspectivas del private equity en el sector sanitario para 2025, sobre todo porque los múltiplos de las operaciones empiezan a estabilizarse, lo que permite una mejor alineación entre la oferta y la demanda, y hay una base creciente de activos negociables que presenta nuevas oportunidades. La bajada de los tipos de interés en Estados Unidos y el crecimiento económico estable en regiones como Japón y la India indican unas condiciones de inversión favorables. De cara al futuro, la acumulación de activos en las carteras de private equity, junto con la mayor presión de los LP para que proporcionen liquidez, sugiere un aumento inminente de las salidas de patrocinadores”, concluye Cira Cuberes, socia de Bain & Company.
Las finanzas sostenibles han evolucionado considerablemente durante los últimos años. De cara al futuro, Amundi sostiene que hay diversos aspectos claves que marcarán el camino. La normalización de la inversión responsable, el cambio y la aceleración de la transición energética, el aumento de la demanda de productos financieros de impacto en el mundo real, y la necesidad de alineación internacional para la regulación son algunos de esos ámbitos que la gestora considera fundamentales.
Para Elodie Laugel, directora de Inversión Responsable de Amundi, los próximos años son críticos para una transición sostenible e inclusiva hacia una economía baja en carbono. En su opinión, es relevante que la inversión en tecnologías de energías limpias está superando con creces el gasto en combustibles fósiles: por cada dólar que se destina hoy a los combustibles fósiles, se invierten casi dos dólares en energías limpias, y se espera que este impulso continúe. «El desarrollo de tecnologías limpias es ahora una cuestión de competitividad y soberanía, que exige una actuación audaz y coordinada de todas las partes interesadas para evitar los elevados costes de una transición fallida. En este panorama cambiante, el mercado de la inversión responsable se estabilizó en 2024, mostrando su madurez en medio de un mayor escrutinio normativo. A medida que avanzamos hacia 2025, priorizar las estrategias impulsadas por el impacto en el mundo real será clave para aprovechar las oportunidades de transición para los inversores», sostiene Laugel.
Áreas clave en 2025
El momentum cambia hacia las inversiones en energías limpias: las energías limpias aportaron 320.000 millones de dólares a la economía global en 2023, superando a las inversiones en combustibles fósiles en una proporción cercana a 2:1. Esperamos que esta proporción siga aumentando, impulsada por la creciente brecha competitiva.
Los cambios geopolíticos influirán en la transición energética: los paquetes de medidas políticas seguirán impulsando las inversiones en tecnologías limpias, con la necesidad de superar las barreras que aún impiden el desarrollo de energías limpias en las economías desarrolladas, al tiempo que se allana el camino para aumentar las inversiones en los países emergentes y en desarrollo.
Los riesgos físicos se están materializando: los efectos del cambio climático seguirán intensificándose, impactando en las cadenas de valor de las empresas, sin dejar más opciones que tomar medidas. La interrelación de las crisis medioambientales y sociales -a través del nexo clima-biodiversidad-salud-alimentación-agua- está poniendo en riesgo muchos modelos de negocio.
Un interés continuo por las inversiones responsables: el apetito seguirá siendo fuerte a pesar de los desafíos políticos, con el 54% de los inversores indicando que es probable que aumenten su asignación a la inversión responsable en sus carteras.
Todas las miradas puestas en los productos «orientados a resultados»: el impulso de impactos tangibles en el mundo real alimentará la demanda de soluciones financieras innovadoras en 2025, incluidos los bonos verdes, los swaps de deuda por naturaleza (nature-debt swaps) y diversas inversiones de impacto.
La caja de herramientas de la sostenibilidad crece: se espera que las nuevas métricas centradas en la biodiversidad, los factores sociales y los indicadores del mundo real refuercen los marcos de sostenibilidad y mejoren las evaluaciones de gestión de riesgos, incluidas las pruebas de resistencia climática.
Necesidad de enfoques centrados en el cliente: tener más en cuenta la heterogeneidad y las necesidades variables de los inversores, así como la realidad práctica de la distribución de productos financieros, será crucial para dar realmente a los inversores la posibilidad de expresar sus preferencias en materia de sostenibilidad.
Racionalización de los marcos normativos: la racionalización de las normativas complejas será esencial para mejorar la comprensión y la accesibilidad de los inversores en finanzas sostenibles, fomentando en última instancia una mayor accesibilidad a los productos de Inversión Responsable.
Abordar las divergencias normativas: en un contexto de creciente fragmentación normativa, esperamos que se preste mayor atención a la armonización y la interoperabilidad internacionales, con vistas a facilitar el cumplimiento de la normativa por parte de las empresas y las instituciones financieras.
En la última década, los fondos de pensiones han aumentado sus inversiones en activos privados para mejorar los rendimientos mediante la prima por iliquidez, pero ahora están reflexionando sobre sus posibles riesgos de liquidez. Según una nueva encuesta global realizada por Ortec Finance, proveedor especializado en soluciones de gestión de riesgos y rendimientos para fondos de pensiones, casi el 18% de los fondos de pensiones afirma no tener suficiente liquidez para resistir escenarios adversos.
El estudio, realizado en Reino Unido, Estados Unidos, Países Bajos, Canadá y los países nórdicos, incluyó a ejecutivos de alto nivel de fondos de pensiones que en conjunto administran 1.451 billones de dólares en activos, muestra que al 18% mencionado, otro 62% cree tener suficiente liquidez para la mayoría de los escenarios, pero admite que la situación podría volverse problemática en escenarios extremos. En cambio, solo el 20% asegura no tener preocupaciones sobre la liquidez.
Los gestores identifican riesgos tanto a corto como a largo plazo, siendo el riesgo de liquidez a largo plazo la mayor preocupación para los administradores encuestados. Alrededor del 60% señala que este es el principal riesgo que enfrentan los fondos que gestionan, mientras que el 25% considera que el riesgo de liquidez a corto plazo es el más significativo. Solo el 15% cree que los riesgos a corto y largo plazo son aproximadamente iguales.
El aumento en la exposición a activos privados es parte de la razón detrás de las preocupaciones de liquidez, particularmente entre los esquemas de beneficios definidos (DB). De los gestores encuestados, el 80% informó que el riesgo de compromisos no financiados representa un riesgo significativo o leve para la industria de pensiones DB en los próximos tres años. En general el 25% de los gestores cree que los compromisos no financiados fuera del control de los gestores de carteras de pensiones representan un riesgo significativo, mientras que el 19% opina que no es un riesgo. A pesar de estas preocupaciones sobre la liquidez, el 58% afirma que la liquidez ya está bien gestionada y el 28% señala que existen otros riesgos más apremiantes. El 10% considera que el riesgo de liquidez es una prioridad, mientras que el 4% dice que no es una preocupación importante.
«Nuestro estudio destaca el problema de liquidez que enfrentan los fondos de pensiones, especialmente dada la naturaleza impredecible de proyectar compromisos no financiados y llamadas de capital. Para abordar este problema de manera exhaustiva, los fondos deberían centrarse en la modelización de escenarios y pruebas de estrés. La modelización de escenarios de las llamadas de capital y distribuciones de activos privados puede ayudar a los fondos a entender cuáles podrían ser sus limitaciones de liquidez en los peores escenarios en los próximos cinco, diez o veinte años», señala Marnix Engels, director general de Riesgo Global de Pensiones en Ortec Finance.