CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: 2008 Summer Olympic US Army. Los fondos captaron 451.000 millones menos en 2015 que en el ejercicio anterior
Morningstar publicó su cuarto informe anual sobre flujos globales que examina los flujos sobre fondos de inversión y ETFs a nivel mundial. Con 949.000 millones de dólares los flujos en 2015 fueron notablemente más bajos que los 1,4 billones de dólares que captaron los fondos a nivel global en 2014. La industria de fondos estadounidense consiguió flujos netos por valor de 263.000 millones de dólares, por debajo de la cifra de 580.000 millones de dólares del 2014.
“2015 trajo una creciente incertidumbre para los mercados en todo el mundo, debido a los cambios en las políticas monetarias de los Estados Unidos y de Europa, la desaceleración del crecimiento económico a nivel global, y la caída de los precios de las materias primas, especialmente el petróleo. En consecuencia, las entradas netas de dinero fueron menores en 2015 que 2014, y el patrimonio total disminuyó debido a las rentabilidades negativas de los mercados mundiales”, comentó Alina Lamy, analista de mercados senior de Morningstar.
“Aunque los fondos domiciliados en los Estados Unidos atrajeron los mayores flujos en 2014, en 2015 vimos unos menores flujos, pero más uniformemente distribuidos en todas las regiones. Los fondos de renta variable lideraron sobre el resto de las categorías a nivel mundial en términos de entradas anuales, aunque los flujos netos de 305.000 millones de dólares en 2015 fueron menores que los 476.000 millones de dólares recogidos en 2014 en este tipo de fondos”.
Puntos clave del Informe anual de flujos globales de Morningstar:
En notable contraste con las de las tendencias observadas en 2014, los fondos mixtos recolectaron 171.000 millones de dólares, superando las entradas de 132.000 millones de dólares para los fondos de renta fija, convirtiéndose en la segunda categoría global con los mayores flujos a nivel mundial.
Los fondos alternativos disfrutaron de un segundo año de crecimiento orgánico de dos dígitos, la tasa más alta entre las categorías globales, impulsado por unos inversores que buscan opciones para diversificar y conseguir rentabilidades consistentes en un entorno de incertidumbre tanto para la renta variable como para la renta fija.
Vanguard mantuvo su posición de líder indiscutible en la industria de los fondos, sostenido e impulsado por la creciente popularidad de las estrategias de fondos índice. La mayoría de los 251.000 millones de dólares que consiguió la entidad fueron a para a sus fondos de gestión pasiva. Sus fondos de gestión activa disfrutaron también de entradas, con unos 15.000 millones de dólares. Entre los proveedores de fondos de gestión activa, Fidelity y JP Morgan fueron los que obtuvieron los mayores flujos en 2015, con 57.000 millones y 23.000 millones de dólares, respectivamente.
Para todas las principales regiones, el porcentaje de activos en fondos pasivos de renta variable fue superior al porcentaje de activos en fondos pasivos de renta fija, y de todas las regiones Estados Unidos fue la que tuvo el mayor porcentaje de activos pasivos. En ninguna otra región la diferencia entre gestión activa y gestión pasiva fue tan pronunciada como en los Estados Unidos, donde los fondos activos sufrieron salidas en 2015 mientras que los fondos pasivos atrajeron flujos por valor de unos 400.000 millones de dólares.
El patrimonio total en ETFs se sitúo cerca de los 3 billones de dólares a finales de año. Mientras que los ETFs de renta variable constituyen la gran mayoría de los activos, los de renta fija y alternativas disfrutaron de un sólido crecimiento. Estados Unidos acapara el mayor volumen de ETFs a nivel mundial.
El informe de flujos globales de Morningstar se basa en activos comunicados por más de 3.800 gestoras de 82 países. El informe analiza más de 92.000 carteras de fondos que engloban a más de 22.000 clases e incluye una visión global y cuatro secciones específicas para cada región: Estados Unidos, Europa, Australia y Latinoamérica. Morningstar estima los flujos netos a partir de los datos de patrimonio de rentabilidades.
Foto: Lynn Friedman. La extrema izquierda y la extrema derecha lo hará mejor
¿Cómo explicamos el ascenso de Donald Trump, el riesgo de Brexit, el hecho de que Marie Le Pen cuenta con buenas posibilidades de convertirse en el próximo presidente de Francia, y la situación general de un mundo político en el que todos los gobernantes en ejercicio parecen a punto de ser derribados de sus escaños?
¡Sencillo, Dr. Watson! ¡Es el contrato social, que no sólo se está rompiendo, sino que también está siendo arrojando por la borda! Entretanto, las élites políticas se quedan calvas intentando analizar porqué alguien como Trump, un candidato con cuatro bancarrotas a sus espaldas, inmoral, desabrido y todo un profesional del auto-bombo puede alzarse con la nominación del partido Republicano.
La cuestión es que esto no tiene nada que ver con las políticas de Trump (o la ausencia de las mismas), sino que tiene todo que ver con el hecho de que es un anti-sistema. No hemos de temer que los Estados Unidos se estén orientando hacia las políticas de Trump, pero la élite política necesita reconocer que los votantes están alejándose del “contrato social” y de sus elitistas criterios políticos.
El contrato social es la teoría política que subyace a todas las sociedades contemporáneas, un convenio o acuerdo entre el gobernante y sus gobernados que define los derechos y deberes de cada uno. Esta idea se remonta a los sofistas griegos, pero las teorías del contrato social tuvieron su mayor predicamento en los siglos XVII y XVIII, gracias a nombres como Jean-Jacques Rousseau, Thomas Hobbes, John Locke y, en tiempos más modernos, John Rawls.
La cuestión es en qué situación se halla el contrato social mismo: la sociedad tal y como la conocemos está harta de ser dócil y aceptar una “situación de emergencia” interminable. ¡Uno sólo puede afrontar un número limitado de emergencias en el tiempo de una vida!
Ahora los votantes del mundo quieren cualquier cosa menos a la clase dirigente tradicional. Este es el motivo por el que Hillary Clinton no puede ganar las elecciones de EEUU: ella es la personificación de la clase dirigente, del orden elitista. Trump, por otra parte, está tan lejos de ser un político que representa el caos en un mundo de orden, y esto es lo que los votantes de EEUU quieren.
Económicamente, esto tiene todo el sentido del mundo, y lleva gestándose largo tiempo. El ratio compensación salarial / PIB en los EEUU es el más bajo registrado jamás… repito, ¡el más bajo desde que hay registros!
Línea azul: Proporción (en porcentaje) sobre los ingresos brutos del hogar: compensación salarial, pagada: salario y devengos salariales: Desembolsos: A personas
Entretanto, los beneficios empresariales están en el punto más alto de la historia.
Línea azul: Negocios empresariales: beneficios antes de impuestos, sin ajustar valoración de inventarios (inventory valuation adjustment, “IVA”) ni consumos de capital (CCAdj); en miles de millones de USD
No resulta nada sorprendente que los “empleados” y las clases medias quieran cambios. Pero este cambio también es inevitable por otros motivos…
Los beneficios empresariales dependen de que los “empleados” del mundo dispongan de suficientes ingresos después de impuestos como para comprar los bienes de los “fabricantes de beneficios”. En otras palabras, durante todo este ciclo nos vemos ante una insuficiente retribución en las clases medias, en “Main Street” (el hombre de la calle, la economía real, en contrapunto con “Wall Street”, grandes rentistas y altos ejecutivos, la economía financiera), mientras que apoyamos en exceso a las clases bancarias y generadoras de beneficios.
La actuación del Banco Central Europeo (BCE) que vimos la semana pasada fue un intento fallido más de “ayudar”:no fue más que otra “limosna” a los bancos, y hará poco para estimular la demanda final de los consumidores y las empresas.
Parece como si el BCE y los responsables políticos no alcanzaran a entender la economía básica: la inflación deriva de la velocidad del dinero, y la velocidad del dinero en su forma más simple viene impulsada por la demanda de crédito, ¡no por la oferta de crédito!
Incentivas a los inversores y consumidores para que gasten o inviertan, y la demanda de crédito crece. Apoyar a los bancos no hará nada por la inflación o el crecimiento, pero hará cada vez más probable que se rompa el contrato social.
No funciona, y en este momento es contraproducente tanto para los bancos como para alcanzar la meta de la normalización.
Finalmente, me encanta disponer de esta oportunidad y de este espacio para volver a presentar mi teoría del «Triángulo de las Bermudas de la Economía», ¡que por cierto aún no me ha hecho ganar un premio Nobel!
En este momento, la actuación en política monetaria está diseñada para atender, o ayudar, al 20% de la economía que ya tiene acceso al crédito: bancos y empresas cotizadas. Esto se hace a expensas del 80% de empresas pequeñas y medianas, que obtienen menos del 5% del crédito y un 0% del capital político.
Entretanto, el 20% -Wall Street- consigue el 95% del crédito y el 100% del capital político.
Así que ¿cuál es el problema? Pues que el 20% que obtiene el 95% y el 100% de tales ventajas crea menos del 10% de los nuevos empleos y la productividad. El otro 80%, en cambio, el que consigue el 5% y el 0%, crea el 90% de todos los nuevos empleos y el 100% de los nuevos incrementos en productividad.
No es ninguna sorpresa que vivamos en un modelo económico sin movimiento social, uno en el que la expansión de los beneficios de las empresas se genera no a través de la productividad, sino por programas de recompra y una falta de inversiones en bienes de capital (irónicamente, contener el capex “mejora la línea base” de las empresas en los primeros tres a cinco años).
Tanto el contrato social (léase: “Main Street”) como el modelo de negocio están rotos, y además al mismo tiempo. Mi teoría –y déjenme recordarles que soy un economista liberal- es como sigue:
2016 tiene todo que ver con re-equilibrar la economía alejándola de Wall Street y acercándola a Main Street. Para que aumenten el crecimiento y la productividad, necesitamos ver a Wall Street rindiendo relativamente peor y necesitamos ver mejorar a Main Street recibiendo mejores pagas.
Además, las empresas necesitan urgentemente comenzar a invertir en productividad y bienes de capital, algo que en gran medida llevan pasando por alto hace ya casi una década.
Este es el motivo por el que el contrato social está roto y por lo que se continuará penalizando a las élites políticas, que en gran medida siguen confiando en que al final “se impondrá la lógica”. Sí, la lógica prevalece… pero no de la manera en que piensan los encuestadores, voceros políticos y otros. En realidad, prevalece desde abajo hacia arriba.
Es necesario que los gobiernos que pueden endeudarse al 0% de interés proyecten inversiones en infraestructuras a gran escala: ¿cómo podrían ser negativas en el tiempo unas infraestructuras?
Las empresas necesitan dejar de maximizar el flujo de caja y maximizar los beneficios en el tiempo, no meramente trimestre a trimestre, sino invirtiendo en la gente: actualización profesional, mejores productos, internet más rápida y más “big data”.
El desmoronamiento del contrato social fue y es predecible desde una perspectiva histórica. La buena noticia es que el final de la era de “demorar y poner buena cara” no va a ser una nueva guerra, sino un muy necesario cambio de paradigma que se aleje de un contrato social basado en el miedo y en las medidas de emergencia.
No hay quien viva estando atemorizado 24/7, y al tocar a su fin el contrato social, llegará una agenda nueva y más enfocada. Será ruidoso, y el espectro político se pondrá “peor” antes de mejorar, pero es una expansión del espectro político que es sumamente necesaria para apartarse del escenario político de “todos en el centro”, en el que tener un par de manos firmes es más importante que la ambición, las aspiraciones elevadas y los sueños.
He visto cambios dramáticos en casi todos los países que he visitado en los últimos seis meses, y déjenme que les informe de esto:
Main Street está mejorando, y quiere y necesita metas que sean más ambiciosas. La microestructura en casi cualquier economía está trabajando duro y trabajará duro. Lo que necesitamos es que los banqueros centrales dejen de actuar como “estrellas del rock” y que los políticos dejen de vender “medidas de emergencia”.
El mundo va bien: necesita un poco de ayuda en forma de infraestructuras e inversiones capex, pero en términos generales el mundo está más equilibrado y preparado para el cambio que en cualquier momento previo de esta crisis.
Podemos haber alcanzado el nadir en términos de ambiciones políticas, inversiones, capex, empleo, inflación y crecimiento, pero a partir de ese punto sólo puede ir hacia arriba.
El cambio es bueno, y un nuevo contrato social debe ser visto como lo que es: el final de la economía planificada que (irónicamente) hemos adoptado desde que cayó el Muro de Berlín. Pero ¿qué significa esto para los mercados y la política?
Es más probable que suceda un Brexit que al contrario. El votante promedio en el Reino Unido no va a votar basándose en hechos, sino en su capacidad de dedicarle una peineta (o en el caso del Reino Unido, una doble peineta) a la élite. Lo que ocurre en EEUU no tiene que ver con Trump, sino con el hecho de que nadie desea a la élite política establecida: el movimiento actual consiste en “cualquier cosa menos los elitistas”. Dudo de que Clinton tenga cualquier oportunidad de ganar la Casa Blanca, por ser tan “del viejo mundo” con respecto al contrato social.
En todos los países, la extrema izquierda y la extrema derecha lo hará mejor: no por sus programas, sino porque están alejadas del centro. Un espectro político amplio, completo es, por cierto, una mejora: ¡quizás podamos finalmente intentar diferenciar en función de la sustancia, y no por meros postureos!
Al mercado no le gustará esto y, como ya he dicho, el precio de esta transición es que Wall Street necesitará hacerlo relativamente peor, en parte por una transferencia de ingresos hacia Main Street y en parte debido a la necesidad de un incremento en las inversiones capex, pero esto es una buena cosa.
La alternativa es más de las mismas insensateces de emergencia con las que hemos convivido durante los últimos ocho años.
El rey ha muerto, larga vida al rey.
Columna de opinión de Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank
Foto: Oberazzi, Flickr, Creative Commons. El primer robo advisor español, Feelcapital, ya suma 10.000 inversores
Feelcapital, el primer robo advisor español y la herramienta automática de asesoramiento en fondos de inversión, continúa aumentando el número de inversores que confían en la tecnología para configurar sus carteras de fondos. Creado en el año 2014, ha incrementado su cifra en lo que llevamos de año hasta los 10.000 inversores, con un patrimonio cercano a los 900 millones de euros bajo asesoramiento.
El número de inversores españoles que utilizan los robo advisor está aún lejos del volumen de este mercado en EE.UU., donde hay más de 8,5 millones de ahorradores asesorados por plataformas automáticas a las que confían 100.000 millones de dólares.
Para Antonio Banda, CEO de Feelcapital, la diferencia fundamental estriba en el nivel de cultura financiera de uno y otro país: “En EE.UU. llevan años tomándose muy en serio la formación financiera de los inversores, fundamental para promover la desintermediación bancaria. En España, por el contrario, han sido los bancos los que han capitalizado esta función, con los nefastos resultados que todos podemos ver”.
Foto: Ana Gasca, nueva directora general de la oficina de Madrid de NN IP. Ana Gasca nombrada directora general de la oficina de Madrid de NN Investment Partners tras la salida de Jaime Rodríguez Pato
NN Investment Partners ha nombrado a Ana Gasca directora general de la oficina de Madrid, tras la salida de Jaime Rodríguez Pato. Ana se incorporó a NN Investment Partners (antes ING Investment Management) en el año 2000, donde ha estado desempeñando sus funciones como directora de Clientes Institucionales. Anteriormente trabajó para MEFF Renta Variable y La Compañía de Tesorería Benjamín de Rothschild.
Pedro Coelho, director de Clientes Institucionales seguirá desempeñando su labor comercial junto con Ana Gasca. Por su parte, Irma Albella continuará como responsable del departamento de marketing y comunicación.
Jaime Rodríguez Pato anunciaba ayer su partida de NN Investment Partners tras casi 17 años en la firma, para emprender un nuevo proyecto profesional.
El próximo 7 de Abril se cumplirá un año desde que la gestora cambiara su nombre a NN Investment Partners. NN Investment Partners cuenta con cerca de 187.000 millones de euros (204.000 millones de dólares) en activos bajo gestión de instituciones e inversores privados de todo el mundo, más de 1.100 empleados y está presente en 16 países en Europa, Oriente Medio, Asia y EE.UU.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Gonzalo Díaz Fornaro
. Pese a los esfuerzos del BCE, las empresas europeas prefieren dejar de lado los bancos y financiarse en los mercados
Hay un viejo dicho que dice que se puede llevar un caballo al agua pero no se le puede obligar a beber. El Banco Central Europeo (BCE) está descubriendo que puede llevar una empresa (o un hogar) a la liquidez, pero no puede obligarla a pedir prestado.
Hay que reconocer el mérito del organismo que preside Mario Draghi en su intento por poner en marcha un paquete bastante completo de medidas para estimular la recuperación de la zona euro y para aumentar las presiones inflacionistas internas. En concreto, es el propio BCE quién suministra el crédito con un nuevo programa TLTRO. Esto tiene el potencial para expandir significativamente el balance del BCE y en teoría debería inyectar un montón de liquidez en el sistema.
Esa es la teoría. En realidad, no sólo el BCE está encontrando dificultades para animar a las empresas a pedir prestado, los bancos también tienen dificultades para proporcionan liquidez adicional. Hasta ahora, los bancos han estado dispuestos a prestar a los hogares para adquisición de vivienda. Sin embargo, lo que más importa al BCE en este punto de la recuperación económica son los préstamos a las sociedades financieras para facilitar el gasto en inversión.
Por un lado, el BCE no quiere alimentar una burbuja en el mercado de la vivienda vía hipotecas, mientras que por otro lado la inversión empresarial proporciona un mayor impulso a la construcción de viviendas. Por estas razones, los préstamos para adquisición de vivienda no se ha considerado elegibles para el nuevo programa LTRO.
Superficialmente, parece que los bancos están más dispuestos a prestar a las sociedades no financieras. O, al menos, es más barato prestar a este tipo de empresas. Las diversas medidas adoptadas desde la crisis de deuda soberana han logrado en gran medida reducir los costes de endeudamiento de la zona. En muchos países, nunca, desde la introducción del euro, había sido más barato para las empresas ahorrar.
Sin embargo, una caída en los costes de los préstamos no implica necesariamente una mayor creación de crédito. Incluso aunque el BCE haya tenido éxito en el aumento de la oferta de crédito, la demanda de los préstamos podría ser inferior. Eso obligaría a los bancos a mantener bajo los tipos de interés de los préstamos, debido a la competencia para suministrar crédito a un número limitado de empresas. Desafortunadamente, esto parece ser una descripción bastante precisa de la situación de la zona euro. La Encuesta sobre Préstamos Bancarios del BCE (BLS) demuestra cómo desde 2012, los bancos se han vuelto menos estrictos con sus estándares de crédito, y en un principio esto ha ayudado a estabilizar el crecimiento de los préstamos (tabla 2). Sin embargo, la reciente relajación de las condiciones financieras, se ha topado con la desaceleración del crecimiento de los préstamos.
La pregunta es dado que el BCE y los bancos han aumentado la liquidez; ¿por qué las empresas no quieren pedir prestado? La primera razón podría ser que las grandes empresas prefieren financiarse en los mercados de capitales, en lugar de a través de los bancos. El coste y las condiciones de emisión de deuda corporativa puede ser más atractivas que los préstamos bancarios.
La segunda razón por la que las empresas pueden no querer pedir prestado es más sencilla: el pesimismo sobre el entorno económico y político actual. A pesar de que el gasto del consumidor se ha beneficiado de la caída de los precios del petróleo, la recuperación en la zona euro ha seguido siendo frágil. La debilidad en los mercados emergentes significa que la demanda externa no va a animar a las empresas a invertir. Además de esta incertidumbre económica, la situación política está caracterizada por un liderazgo político débil y unos parlamentos nacionales fragmentados. Por eso, no sorprende que las empresas sean reticentes a pedir más.
No obstante, todavía podríamos ver una alta participación de los bancos en el nuevo programa LTRO sin que necesariamente haya una aceleración de los préstamos. Las condiciones establecidas por el BCE son relativamente sencillas. Por lo tanto, no debería sorprendernos que los bancos decidan refinanciarse utilizando el LTRO en lugar de acudir al mercado.
El BCE parece ser consciente del limitado potencial que tiene el nuevo LTRO en el crecimiento y esto significa que el organismo al menos entiende que el aumento de la liquidez no es lo mismo que el aumento de los préstamos.
Esta aceptación de que la política monetaria tiene sus límites se refleja en el diseño de la nueva LTRO. Aunque trata de incentivar que los bancos presten más, no los penaliza si las empresas no quieren pedir prestado. Si hay un problema de demanda de crédito en la zona euro, establecer una penalización a las reservas de los bancos con el fin de obligar a los bancos a prestar no es la solución adecuada. Sería como tirar al caballo al agua, por que no quiere beber. Es posible hacer que beba, pero también podría provocar que se ahogan.
Joshua McCallumy Gianluca Moretti son economistas en el equipo de renta fija europea de UBS Asset Management.
Foto: Mortime, Flickr, Creative Commons. Una estrategia macro para hacer frente a la volatilidad
Natixis Global Asset Management organiza el próximo martes 5 de abril en sus oficinas de Madrid (Plaza de Colón 2, Torre 2, planta 11) un desayuno para clientes sobre dos estrategias muy diferentes y a la vez complementarias, ideales para el entorno de mercado actual: el estilo value y el control de la volatilidad.
El encuentro se celebrará de la mano de Isaac Chebar, gestor del fondo DNCA Value Europe desde el 2007 y Nicolas Just, gestor del fondo Seeyond Europe MinVariance desde su creación. Ambos productos cuentan con ratings de 5 estrellas Morningstar e invierten en renta variable europea.
. ¿Dónde están los banqueros y agentes de Banco Madrid?
Ya hace un año desde la orden de liquidación de Banco Madrid, de cuyo negocio en España quedó demostrado que no hubo malas actuaciones. La ubicación de los banqueros y agentes de esta entidad de capital andorrano ya parece más segura, sacando la primera conclusión, y es que debían de ser muy buenos al no estar en paro nadie del front office.
¿Dónde están estos profesionales? En lo referente a las entidades nacionales, destacamos a la española Bankinter como la entidad que atrajo a mayor número de profesionales a su proyecto, resaltando que casi todos ellos además lo hicieron bajo relación mercantil, siendo mas del 58% de los profesionales de Banco Madrid que se fueron a esta entidad. La agencia de valores Tressis es la segunda entidad que por número de banqueros atrajo a su proyecto a los profesionales de este banco, principalmente por ofrecerles un contrato laboral, ya que todos los que fueron a Tressis están bajo la fórmula contrato por cuenta ajena y esta agencia de valores aprovechó la situación para abrir oficina en Vigo, Mallorca y reforzar la que tenía en Vascongadas; no obstante, en Madrid se les fue un importante equipo al poco de entrar.
La tercera entidad que supo atraer valor fue la gestora de patrimonios Merchbanc, entidad sin ficha bancaria que lleva 35 años con una excelente gestión y supo atraer a Rafael Valera, el artífice del crecimiento en Banco Madrid; y Rafael no solo trajo un equipo de cuatro personas para reforzar el equipo de renta fija de esta gestora, sino que incorporó a nueve profesionales, tres de ellos en Valencia, con lo que la entidad aprovechó para abrir oficina en esta comunidad.
GVC Gaesco también supo aprovechar la situación, fichando a Carlos Viayna como responsable de banca privada de la entidad, y Carlos se incorpora con parte de su equipo de la ciudad condal de Banco Madrid, que son el núcleo sobre el que pivota el proyecto de banca privada en la catalana GVC Gaesco. La entidad además aprovecha y se posiciona en Valencia y Sevilla con banqueros de Banco Madrid para representar su proyecto de banca privada.
También en menor medida, otras entidades nacionales ficharon profesionales de Banco Madrid, como BBVA y Popular Banca Privada, que incorporaron a dos y cuatro profesionales respectivamente de la red de la entidad andorrana, así como la sociedad de valores Auriga y Renta 4 Banco, con tres y un profesional respectivamente, así como la incorporación de Gonzalo Lardiés para Alpha Plus.
En lo referente a entidades extranjeras, el mejor movimiento lo hizo la entidad hispano-suiza A&G EFG Bank, que aprovechó la situación para fichar al equipo con mas patrimonio de Banco Madrid, que se incorporó a las oficinas de Madrid con nueve profesionales, así como también aprovechó la situación para abrir oficina en Valencia de la mano de Angel Jarque. La otra entidad que supo sacar ventaja con esta liquidación fue la francesa Indosuez Wealth Management, al incorpora a dos excelentes agentes en Madrid, una en el país Vasco –que era su antigua banquera en la plaza- y abrir oficina en Valladolid con un equipo de excelente valía.
Como se puede ver, la liquidación de Banco Madrid supuso para muchas entidades abrir nuevas oficinas, con las cuales estar mas cerca de sus clientes.
Columna de Santiago Diez Rubio, socio de IntelectSearch.
Foto: Victoria Bannett. “Los inversores deberían ser “smart” a la hora de alejarse de productos sucedáneos etiquetados como smart beta”
Los clientes institucionales de Willis Towers Watson asignaron 10.000 millones de dólares, a través de 175 selecciones, a estrategias de diversificación en 2015. Entre éstas, las alternativas líquidas atrajeron el mayor interés, con más de 8.100 millones de dólares, de los cuales aproximadamente la mitad corresponden a estrategias smart beta y 1.900 millones de dólares a secure income.
Según David Cienfuegos, director de inversiones de Willis Towers Watson España, «dado el momento en el que nos encontramos en el ciclo de inversión, nuestros clientes han seguido diversificando sus carteras para protegerse contra los riesgos bajistas aprovechando al mismo tiempo el aumento de la volatilidad del mercado. Los clientes siguen utilizando soluciones smart beta, según se refleja por el elevado número de selecciones, ya que éstas utilizan enfoques sistemáticos para explotar aquellos riesgos alternativos que proporcionan una verdadera diversificación más allá de la renta variable y el crédito. Además, las estrategias de secure income han demostrado ser muy populares el año pasado ya que incluso los clientes con perfil más conservador prefieren aprovechar la iliquidez como protección contra los riesgos sistémicos presentes en la renta fija tradicional”.
Los datos también muestran que durante el año pasado los clientes de Willis Towers Watson -que incluyen fondos de pensiones, compañías de seguros, fondos soberanos y fundaciones- llevaron a cabo 215 selecciones de crédito por un total de casi 18.000 millones de dólares, de los cuales una parte significativa corresponde a inversiones de mayor calidad crediticia (5.900 millones de dólares en los mandatos de bonos globales y 3.300 millones de dólares en mandatos de Estados Unidos).
Tal y como explica David Cienfuegos, «incluso en el crédito de mayor calidad observamos una tendencia hacia soluciones con mejor protección frente al riesgo bajista. El año pasado el crédito estructurado de alta calidad superó al del crédito tradicional de grado de inversión, impulsado en gran medida por factores regulatorios. Buscamos la forma de aprovechar esta oportunidad y ayudamos a estructurar una opción de implementación exclusiva para nuestros clientes que atrajo más de 5.000 millones de dólares de capital de clientes en 2015″.
Los clientes de la compañía invirtieron 6.600 millones de dólares en mandatos de crédito alternativo en 2015, de los cuales 1.400 millones de dólares fueron en crédito a través de hedge funds y 1.300 millones de dólares en crédito ilíquido. El número de selecciones de crédito alternativo (98) representa más del doble en comparación con el año anterior.
David Cienfuegos comenta además que “el crédito alternativo ha sido infra-explotado por los inversores en el pasado, tanto en términos de asignación de activos como de ejecución eficiente. Sin embargo, esto está cambiando y el año pasado realizamos un número récord de búsquedas de crédito alternativo ya que muchos clientes trataron de reducir la dependencia de la prima de riesgo de la renta variable, mejorar la diversificación e incorporar fuentes adicionales de rentabilidad a sus carteras».
En renta variable, los mandatos globales representaron alrededor de 8.200 millones de dólares, siendo los más populares entre los clientes de Willis Towers Watson en 2015, seguidos de la renta variable australiana (3.100 millones de dólares). Asimismo, una cantidad récord de nuevo capital fue asignado a renta variable smart beta (2.600 millones de dólares). A lo largo del año la renta variable de mercados emergentes atrajo 2.200 millones de dólares, mientras que 3.000 millones de dólares se invirtieron en renta variable estadounidense. Tras el despliegue significativo de private equity a lo largo de 2013, los clientes prefirieron estrategias ilíquidas de nicho frente a un enfoque tradicional de compra, y como resultado de ello el private equity atrajo menos activos que en años anteriores (500 millones de dólares). En total, las selecciones de mandatos de renta variable en 2015 alcanzaron los 21.500 millones de dólares en activos a través de cerca de 250 selecciones.
David Cienfuegos explica que «mientras se extendía el ajuste de riesgo a la baja en cartera de nuestros clientes, hemos experimentado un descenso en las búsquedas tradicionales de renta variable, junto con un menor número de reemplazos de mandatos de idéntico tipo. En su lugar, las asignaciones son cada vez más estratégicas con cambios más sustanciales, dando como resultado una media de asignación mayor que en años anteriores a través de un menor número de selecciones. Las asignaciones regionales específicas han sido impulsadas en gran medida por consideraciones fiscales y regulatorias. El smart beta continúa siendo muy popular como forma de mejorar la exposición a la renta variable de nuestros clientes, con más del doble del capital asignado a esta estrategia el año pasado en comparación con el año anterior».
Durante 2015, los inversores institucionales de Willis Towers Watson en todo el mundo llevaron a cabo más de 7.000 millones de dólares de selecciones a través de diversos tipos de estrategias de Smart beta, con una exposición total cercana a los 46.000 millones de dólares en una amplia gama de clases de activos.
David Cienfuegos asegura que «es positivo que los inversores piensen de manera inteligente en beta a lo largo de todos los factores de rentabilidad en sus carteras. Sin embargo, estamos realmente preocupados por la proliferación de productos etiquetados como smart beta, particularmente en el área de renta variable. No todos los smart beta se crean igual: deben estar descritos de forma fácil y comprensible, pero muchos productos no lo están, a menudo se implementan de forma pobre, con una consideración ingenua de los riesgos a los que está expuesto. Los inversores deberían ser “smart” a la hora de alejarse de estos sucedáneos».
La actividad global de selección de gestores de Willis Towers Watson superó las 730 selecciones en 2015, lo que refleja alrededor de 60.000 millones de dólares de activos movidos para más de 270 clientes.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto; Robert S. Donovan. Las empresas chinas ya amenazan la hegemonía estadounidense en tecnología
Las tecnologías de la información son un foco de inversión en auge. El NASDAQ y los índices de biotecnología marcaron nuevos máximos históricos en 2015, mientras que la capitalización bursátil de las empresas de tecnología y biotecnología de EE.UU. superó recientemente a la de todas las empresas cotizadas de los mercados emergentes o a la de todas las empresas cotizadas de la eurozona.
La participación de la tecnología en los beneficios de las empresas del índice MSCI AC World se disparó hasta un nuevo máximo el año pasado. Pero ¿justifican las valoraciones actuales cierta cautela?, se preguntan los expertos de Fidelity. En algunos casos puede ser así, pero existen muchas oportunidades apasionantes, explica la gestora.
EE.UU. sigue siendo el principal centro de innovación, pero Fidelity recuerda que la brecha con Asia continental se ha reducido considerablemente. En especial, dice, los inversores deben ser sensibles al ascenso de China como centro de desarrollo técnico y a las oportunidades que conlleva. En parte, estas pueden medirse por las solicitudes de patentes (Gráfico 2), que encabezan empresas chinas líderes en tecnología y telecomunicaciones, como Tencent, ZTE y Huawei. El gasto en I+D como porcentaje del PIB aumentó desde el 0,5% en 1995 hasta el 2,0% en 20132, si bien este nivel sigue siendo inferior al de otros países asiáticos y europeos; las cifras equivalentes de Corea del Sur y Alemania, por ejemplo, son 4% y 2,9%.
Nanotecnología, energía y materiales limpios, biotecnología y tecnologías de la información y las comunicaciones han sido las principales áreas de interés de los planes quinquenales de China, tanto de los anteriores como del actual. El objetivo de la iniciativa «Made in China 2025» de Pekín es mejorar la calidad de la producción china y situar al país como líder en innovación. Entre los temas a destacar figuran los siguientes:
Desarrollo de la robótica y la automatización, agrupadas entorno a Dongguan
Procesamiento del agua, como tratamiento de aguas residuales y tecnología de membrana inversa
Tecnología médica, como stents coronarios y productos ortopédicos y de traumatología
Innovación molecular en empresas farmacéuticas y de biotecnología
Desarrollo de inteligencia artificial (IA) dede empresas situadas cerca de Pekín
“China se enfrenta a algunas dificultades en su intento de evitar la trampa de los ingresos medios que ha aprisionado a otras economías en desarrollo. Serán esenciales la desregulación y la reforma de las empresas públicas, así como el éxito en la lucha contra la corrupción. Pero el país ya ha emergido como líder en una serie de tecnologías sofisticadas y cabe esperar que surjan muchas más oportunidades de inversión en innovación en los próximos años”, explica Hilary Natoff, gestora de fondos de Fidelity.
La informática en la nube está abriendo todo un nuevo panorama de almacenamiento de datos y opciones de descarga para empresas y consumidores. El Internet de las cosas, pese a ser una perspectiva a más largo plazo, podría tener un enorme impacto sobre la economía y el comportamiento de los consumidores.
La tecnología de realidad virtual empieza a dejar sentir su presencia en varios mercados de consumo (aunque lentamente), mientras que las empresas de la economía colaborativa están afectando cada vez más al funcionamiento de algunos sectores tradicionales.
«Creo que las perspectivas a largo plazo de las empresas de salud siguen siendo atractivas, si bien espero cierta volatilidad en el próximo año. Los fundamentales siguen siendo positivos en varios subsectores, con grupos seleccionados que se benefician de los grandes motores que respaldarán un crecimiento robusto a medio y largo plazo», explica Natoff.
Por último, afirma la gestora de Fidelity, la salud es un sector que, como indica la escalada de las valoraciones de los títulos de biotecnología, alberga muchas promesas de nuevos tratamientos innovadores y a menudo radicales en los próximos años. Este rápido ritmo de disrupción pone en entredicho la eficacia de la inversión pasiva, ya que los índices bursátiles suelen ser un reflejo de los ganadores del pasado. Por otra parte, un enfoque activo basado en el análisis prospectivo puede poner de manifiesto los sectores y valores que probablemente ganen o pierdan a causa de la disrupción, y ofrece a los inversores activos muchas oportunidades para la generación de alfa.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Marco Milon. ¿Qué movió a los mercados en el Primer Trimestre del 2016?
La gran noticia económica reciente a nivel global fue la profundización de la política monetaria expansiva por parte del Banco Central Europeo (ECB). Si bien el mercado esperaba cierta relajación de la política, el ECB fue mucho más allá de lo esperado, con cuatro medidas muy potentes. Primero, bajó las tres tasas de interés que se utilizan para controlar la tasa de interés interbancaria, tanto la tasa “techo” (desde 0.30% a 0.25%) como la “piso” (desde -0,30% a -0,40%) como la de referencia (desde 0,05% a 0%). Esta tasa de referencia en cero tiene una implicancia adicional, como veremos más abajo. Respecto de la tasa de depósitos (piso) ésta constituye un incentivo a prestar por parte de la banca comercial, ya que impone un mayor costo a mantener reservas (depósitos) en el ECB.
Segundo, se aumentó el monto mensual a comprar de bonos (QE) desde 60.000 millones de euros hasta 80.000 millones de euros, cuando se esperaba que subiera sólo a 70.000 millones de euros. Tercero y muy relevante, a partir de ahora el ECB también podrá adquirir bonos corporativos no bancarios, restringido a grado de inversión y a empresas basadas en la zona Euro. Finalmente, se estableció un nuevo programa de entrega de liquidez de largo plazo (LTRO) para la banca, que se ejecutará a través de cuatro de estos “LTRO II”, uno cada trimestre, en los cuales los bancos recibirán fondos a la tasa de referencia (es decir, cero por ahora) con incentivos a prestar, los cuales podrían llevar la tasa hasta la de depósito (hoy -0.40%). Durante su discurso posterior, Draghi mencionó que las condiciones de tasa de interés se espera se mantengan por un período prolongado, seguramente mucho más allá del “QE”.
La reacción de las autoridades del ECB parece consecuente con la situación de la inflación en la zona Euro. En enero de acuerdo a su versión definitiva los precios aumentaron 0,3% en doce meses, inferior al 0,4% estimado inicialmente pero por sobre el 0,2% de diciembre. La subyacente subió, desde 0,9% a 1%. Pero en la estimación preliminar de febrero Eurostat anunció que la inflación fue de -0,2% la cual si bien fue causada principalmente por la baja en la energía (petróleo) también fue ocasionada por otros productos, ya que la inflación subyacente bajó desde 1% a 0,7%. Adicionalmente los créditos al sector no financiero crecieron sólo 0,6% anual en enero luego de crecer un pálido 0,1% en diciembre. Lo anterior ocurrió pese a un buen aumento de 5% en la cantidad amplia de dinero, lo que además muestra que los bancos tienen disponibilidad de liquidez y ayuda a comprender porque las medidas del ECB los incentivan a aumentar los créditos. Adicionalmente hubo una baja en la confianza a febrero, desde 105,1 a 103,8. Se esperaba una baja pero sólo hasta 104,3.
Finalmente el reporte definitivo del PIB de la zona Euro en el cuarto trimestre no trajo sorpresas. El crecimiento fue de 1,6% anual en el trimestre, igual al trimestre anterior y también igual al año completo. La mala noticia es que el crecimiento dejó de acelerarse, pero la buena es que está en un nivel cercano al potencial. Lo anterior es consistente con la lenta pero consistente disminución del desempleo, el cual bajó desde 10,4% en diciembre a 10,3% en enero. Adicionalmente, la inversión ha sido un importante componente del PIB, lo que es una buena señal para el crecimiento futuro.
En los EEUU se reportó la segunda estimación del PIB del cuarto trimestre. En la medición secuencial el crecimiento pasó desde 0,7% en el cálculo inicial a 1%, cuando el mercado esperaba una baja a 0,4%. El crecimiento del trimestre previo fue de 2%. La noticia ya positiva lo es más aun al revisar que la razón de la sorpresa fue un mejor comportamiento de la inversión. En la medición anual el PIB creció 1,9%, muy similar al tercer trimestre (2,1%) y no muy lejano del 2,4% con lo cual estaría cerrando el año completo. Hubo una desaceleración tanto del consumo (3,1% a 2,6%) como de la inversión (3,6% a 3,1%) entre los trimestres tercero y cuarto, pero nada especialmente preocupante. El gasto del gobierno aceleró a 1,1% desde 0,7%, manteniendo su tendencia hacia la normalización. El crecimiento de las exportaciones cayó a negativo (-0,8%) desde 1,2% en el trimestre anterior, lo que es consistente con la fortaleza de la moneda. No se puede decir lo mismo de las importaciones, las que desaceleraron desde 5,6% a 2,9%. Finalmente y muy importante, el PCE core se mantiene por debajo del 2%, aunque aumentó desde 1,4% a 1,7%. Es un aumento muy inusual, y podría ser una señal de futuras alzas de tasa de interés.
La otra noticia sorpresiva fue la baja en la confianza del consumidor del Conference Board, la cual se esperaba cayera sólo marginalmente desde 97,8 a 97,2; pero bajó hasta 92,2 en febrero. La baja ocurrió tanto en la visión de la situación actual como en la expectativa futura, aunque más marcada en esta última, llegando a un nivel de marcado pesimismo, en 78,9 puntos. Sin embargo, el reporte de ventas minoristas de enero fue muy favorable, ya que el concepto subyacente mostró un aumento de 0,6% y/y vs un esperado de 0,3% y una caída previa de 0,3%. Concordante con lo anterior pero debido más bien a que la base de comparación del precio del petróleo es más baja, la inflación pasó desde 0,7% en diciembre a 1,4% en enero, mientras que el concepto subyacente que excluye energía subió desde 2,1% a 2,2%
Finalmente, en el mercado laboral se sigue apreciando la tendencia reciente, es decir una buena creación de empleos pero aumento acotado de los salarios. En efecto, en febrero se crearon 242.000 nuevos empleos netos, lo que permitió mantener el desempleo en 4,9%. Sin embargo el crecimiento de los salarios se mantiene cercano al 2%, esta vez 2,2%. Esto es una señal de que todavía el mercado laboral no está estrecho. Si bien lo anterior es favorable desde el punto de vista inflacionario y por ende podría llevar a alzas de tasa de política monetaria más acotadas por parte del Fed, por otro lado permite un crecimiento menor del poder de compra de las familias.
En Asia los reportes principales mantuvieron el tenor de la información reciente. India reportó un crecimiento de 7,3% en el cuarto trimestre, por debajo del 7,7% revisado al alza del tercero. Con esto se espera que el año fiscal (que termina en marzo) cierre con un crecimiento de 7,6%, por encima del año fiscal previo cuando fue de 7,2%. La evolución positiva podría mantenerse, ya que entre otros factores es una de las economías más beneficiadas por el bajo precio del petróleo. Por otro lado Japón reportó un PIB muy por debajo de lo esperado, con una baja de 1,4% en el cuarto trimestre comparado con una baja esperada de 0,8%. Sin embargo, el crecimiento secuencial previo fue corregido al alza, llegando a 1,3%. En otras palabras, el PIB de Japón estuvo estable el semestre recién pasado. En términos anuales el PIB del cuarto trimestre creció un 0,5% vs un previo de 1,7%.
La inflación en China tuvo un salto muy fuerte desde 1,8% en enero a 2,3% en febrero, y/y. Recordemos que cerró diciembre del 2015 en 1,6%. El alza es una señal de alerta a las posibilidades de que las autoridades sigan usando política monetaria para expandir la actividad, como hicieron recientemente con la reducción del encaje bancario.
Otras noticias relevantes incluyen especialmente el acuerdo entre la OPEP y Rusia de congelar la producción de petróleo, la cual si bien debiera tener poco impacto de corto plazo tiene el potencial de implicar una mayor coordinación de la oferta del commodity a futuro, con el consecuente costo para los países importadores. En todo caso en estos momentos los mercados parecen más enfocados en las dudas relativas a la estabilidad de los bancos europeos y en la posibilidad de que Gran Bretaña abandone la comunidad europea.
Columna de Valentín Carril, Economista Jefe para Latinoamérica Principal International.