Razones para ser optimistas en Brasil

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Razones para ser optimistas en Brasil
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Kirilos. Razones para ser optimistas en Brasil

En enero de 2016, las perspectivas de Brasil eran muy sombrías. El país había estado experimentando no sólo una recesión, sino también una parálisis política que frenaba la capacidad de la administración para poner en práctica medidas que mejorasen su posición fiscal. Además la confianza de los negocios y de los consumidores se estaban viendo afectadas. En ese momento, las bolsas brasileñas alcanzaron un punto bajo y los CDS tocaban el punto máximo.

Pero con la llegada de Michel Temer, como presidente interino, tras la destitución de Dilma Rousseff, esto ha cambiado. La nueva administración permitirá que se adopten las decisiones gubernamentales más importantes, restaurando la credibilidad y proporcionando un impulso muy necesario a la confianza de la inversión.

Desde una perspectiva top down, hay varias razones para ser optimistas. Situados en el 14,25%, los tipos de interés básicos del país son muy altos para los estándares mundiales. La inflación, tras alcanzar un máximo en 2015, ahora se está viniendo abajo y la recesión en curso rebaja las presiones relacionadas con la capacidad. Por lo tanto, existe un margen significativo para reducir los tipos de interés de los niveles actuales al 10% a finales de 2017.

Por otra parte, después de dos años de recesión severa –con una contracción del PIB del 3,8% en 2015, y una cifra del 3,5% esperada para 2016–, es probable que veamos una leve recuperación del crecimiento de cara al 2017, donde podríamos ver una cifra del 1%.

La alta calidad del nuevo equipo económico del gobierno ya está ayudando a impulsar la credibilidad de la política de Brasil. Por otra parte, estamos viendo los primeros signos de cambio en algunas de las empresas de propiedad estatal. Por ejemplo, Petrobras ha cambiado por completo sus gestores y ahora está trabajando de manera más consistente en la venta de activos y la restauración de su balance.

La perspectiva macro y empresarial sigue siendo un reto, pero si observamos la actual temporada de resultados, podemos decir que ha tocado fondo ya en varios sectores. Es importante tener en cuenta que el consumidor todavía está en mal estado dadas las expectativas de aumento del desempleo y la falta de disponibilidad de crédito al consumo. Por lo tanto, esperamos que la recuperación este a cargo de las inversiones y la producción industrial.

¿Dónde están las oportunidades?

Dado que los tipos se sitúan en el 14,25% y la inflación está cayendo, esperamos que las tasas bajen a partir de este nivel. Por otra parte, la credibilidad del nuevo gobierno puede reducir el riesgo país a los ojos de los inversores. Sin embargo, los fundamentos económicos siguen siendo difíciles y el consumo sigue bajo presión. Vemos oportunidades en las empresas que se benefician de menores tasas de interés, incluyendo los servicios públicos, los centros comerciales y algunos valores financieros no bancarios.

Como ejemplo, Iguatemi es una empresa de centros comerciales con una cartera de muy alta calidad, que debería permitirle resistir el entorno de consumo desafiante. Se espera que la empresa se beneficie del menor coste de la deuda.

Otro ejemplo es Telefónica Brasil, una empresa de telecomunicaciones, que probablemente se beneficie de la demanda elástica de sus servicios en un entorno macro débil, y de la demanda de datos, que sigue creciendo. La empresa sigue extrayendo sinergias de la adquisición de GVT. La acción ofrece una atractiva rentabilidad por dividendo, que también debería ayudar a su evolución, una vez que los tipos de interés empiecen a caer.

Ilan Furman es gestor de renta variable de mercados emergentes de Columbia Threadneedle Investments.

Los mercados ya se preparan para la volatilidad que traerán las elecciones presidenciales en Estados Unidos

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Las tres tendencias de mercado que llegaron de la mano de Trump
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Gage Skidmore. Las tres tendencias de mercado que llegaron de la mano de Trump

Este periodo preelectoral estadounidense es inusual, con candidatos poco populares, amplias diferencias políticas y una volatilidad en el mercado de renta variable en mínimos históricos.

Sin embargo, Richard Turnill, director mundial de Estrategia de Inversión en BlackRock, estima que esa volatilidad irá aumentando conforme se acerque la fecha clave del próximo 8 de noviembre, cuando se celebran las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

“Si las encuestas sobre el candidato republicano Donald Trump mejoran, seremos testigos de cómo la incertidumbre que rodea sus futuras políticas ejercen presión bajista sobre los activos de riesgo como la renta variable. También podría desencadenar una huida a corto plazo hacia los valores del Tesoro de Estados Unidos”, cree Turnill.

Los datos positivos sobre el mercado laboral estadounidense del pasado viernes hicieron que aumentara la rentabilidad de los bonos de Tesoro e incrementaron la probabilidad de una subida de tipos en diciembre por parte la Reserva Federal.

Tendencia histórica a las ventas

El experto explica que los mercados de renta variable suelen reaccionar más ante los factores macroeconómicos y los beneficios corporativos que a los procesos electorales. No obstante, es común que la volatilidad repunte antes de las elecciones estadounidenses y la firma espera que eso se repita este año.

“Ambos candidatos han hecho campaña a favor del aumento del gasto fiscal en infraestructuras, lo que resultaría en una mayor emisión del Tesoro. Esto podría hacer subir la rentabilidad de los valores del Tesoro y respaldar el dólar. De esta forma, el oro podría convertirse en una mejor cobertura frente a una oleada de ventas en los activos de riesgo a corto plazo”, apunta el experto de BlackRock.

Tradicionalmente, los inversores tienden a retirar dinero de los fondos de renta variable estadounidense un mes antes de las elecciones. BlackRock ha observado este fenómeno en las últimas cuatro elecciones presidenciales, según los datos de EPFR Global. La volatilidad del mercado por lo general desaparece después de las elecciones.

“Veremos cómo se desvanece el sentimiento favorable hacia los activos de los mercados emergentes si aumenta la retórica contra los acuerdos comerciales, pero por ahora nos gusta la deuda emergente debido a diversos brotes verdes en la economía y el apetito de los inversores en la búsqueda de ‘income’ en un mundo hambriento de rendimiento”, concluye el gestor.

 

“El crédito, los activos reales y las acciones de altos dividendos deberían ser los activos ganadores”

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“El crédito, los activos reales y las acciones de altos dividendos deberían ser los activos ganadores”
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Aurelien Guichard. “El crédito, los activos reales y las acciones de altos dividendos deberían ser los activos ganadores”

La votación del Brexit es un crudo recordatorio de los numerosos riesgos y desequilibrios a los que el mundo se enfrenta en este momento. Las tensiones políticas y sociales de Europa (y otros lugares), la fatiga económica en EE.UU., la acumulación de deuda en China: ¿quién sabe cómo evolucionará cada una de esas situaciones, cuál es la probabilidad de que un riesgo específico llegue a materializarse y, sobre todo, cuándo podría estallar la tormenta?

El Brexit es, en primer lugar y sobre todo, un verdadero problema para la economía del Reino Unido. Tener que hacer frente a ese shock “exógeno” cuando ya está sufriendo un déficit presupuestario y un déficit récord por cuenta corriente resultará complicado, explican los expertos de Lombard Odier en un reciente informe en el que ofrecen sus perspectivas para los próximos meses.

El Reino Unido no solo es dependiente de la financiación externa, sino que la principal fuente de esa financiación son las inversiones de cartera, que son inherentemente más volátiles y tendentes a invertirse que la inversión extranjera directa. Los sectores bancario e inmobiliario, que constituyen entre los dos casi un 20% de la economía británica, podrían verse seriamente presionados. La combinación de flujos de entrada extranjeros y una política monetaria laxa ha llevado al mercado de la vivienda londinense a un amenazador territorio de burbuja. Y la incertidumbre sobre los posibles cambios en los derechos “de pasaporte” bancarios (el ejercicio por una empresa registrada en el Espacio Económico Europeo (EEE) de su derecho a desarrollar actividad en otro estado del EEE) podría suponer que el papel de la City como principal centro financiero europeo quede en entredicho.

La Unión Europea (UE) tampoco saldrá indemne, aunque sus problemas probablemente serán más políticos que económicos. Las exportaciones de la UE al Reino Unido representan menos del 3% del PIB (Producto Interior Bruto), el crecimiento de la zona euro supera su potencial desde hace más de dos años, la liquidez es amplia, el desempleo está en descenso y los fundamentales fiscales son sólidos. Sin embargo, desde el punto de vista político, el Brexit podría estimular movimientos populistas en otros países y poner en peligro la propia existencia de la UE, aunque también puede servir de desencadenante de unas reformas institucionales que son necesarias desde hace tiempo y dar lugar a una nueva forma de gobierno europeo. Las últimas elecciones generales de España fueron esperanzadoras en ese sentido, ya que los partidos de centro mantuvieron su liderazgo. Aun así, la formación de gobierno será casi una hazaña teniendo en cuenta la fragmentación que sigue presentando el Parlamento.

En cuanto a Estados Unidos, una de las consecuencias del Brexit es que se podría dar una de las fases de endurecimiento monetario menos amplias de la historia. Bajo la dirección de Janet Yellen, la Reserva Federal (Fed) sin duda parece decidida a evitar un fuerte aumento del dólar y a preservar las condiciones de préstamo relativamente laxas. A su vez, probablemente eso retrase la próxima recesión estadounidense, aunque en realidad el ciclo económico está empezando a agotarse.

En cuanto a China, donde las rápidas subidas de los precios inmobiliarios y el fuerte aumento de la deuda corporativa plantean una grave amenaza a largo plazo, el amplio estímulo fiscal y monetario vigente debería seguir respaldando el repunte cíclico en los próximos meses.

Siendo esta la situación general, en Lombard Odier consideran que la mayoría de los factores de riesgo en todo el mundo siguen viéndose compensados por poderosos factores contrarios. Hablar de ruptura de la zona euro, recesión en EE.UU. o estallido de la burbuja de la deuda privada en China parece, como mínimo, prematuro. Aunque no es brillante, el panorama global se mantiene bastante estable en un horizonte de corto a medio plazo. Es evidente que no hay nada parecido a un equilibrio estable y que son muchas las circunstancias negativas que podrían hacer descarrilar la situación. Por ese motivo, desde Lombard Odier estarán muy atentos a los indicadores económicos.

La asignación de activos ganadora

Teniendo en cuenta este escenario de partida, los gestores de asignación de activos deben adaptarse al entorno de bajos rendimientos que se espera que prevalezca en los próximos años, con o sin Brexit. Aunque en un principio muchos lo consideraron demasiado innovador o exagerado, el concepto de “estancamiento estructural” o “la nueva norma” (no importa el nombre que se le dé), es el principal supuesto en que se apoya la asignación estratégica de Lombard Odier.

Los estudiosos lo vinculan con el envejecimiento de la población de países desarrollados, el descenso de la productividad, el enorme exceso de ahorro y las numerosas rondas de expansión cuantitativa. Los rendimientos bajos son su consecuencia directa, como lo prueba el descenso casi ininterrumpido de los tipos estadounidenses desde el “taper tantrum” de mediados de 2013 y pese al sesgo de endurecimiento adoptado por la Reserva Federal. Cada episodio de aversión al riesgo ha ido seguido por un repunte de los rendimientos de magnitud menor que la del descenso original.

Los corolarios de los tipos “bajos durante bastante tiempo” son una intensificación del comportamiento de búsqueda de rendimientos y el desplazamiento progresivo desde la deuda soberana hacia activos reales y segmentos de renta fija más rentables.

La estrategia de inversión de Lombard Odier está ajustada en esa línea (sobreponderación del crédito, deuda local de mercados emergentes, infraestructuras y sector inmobiliario suizo), especialmente ahora que la mayoría de los bancos centrales del G7 han adoptado una postura monetaria más suave. Las curvas de tipos están en terreno negativo en casi toda Europa y en Japón. Incluso en EE.UU., donde el crecimiento económico sigue siendo razonable y la inflación es acorde con las expectativas, la última comunicación de la Fed ha presionado los rendimientos a la baja. Los pesimistas podrían preguntarse si el tipo de referencia del bono a 10 años volverá a situarse alguna vez por encima del 2% (en una economía que está generando más de un 4% de crecimiento nominal).

Con este telón de fondo, los bonos con grado de inversión son, desde hace tiempo, un activo favorable, ya que ofrecen algo de carry junto a potencial de contracción de los diferenciales, no obstante, aunque aún positivas, las rentabilidades de ese segmento están bajando, por lo que los inversores descienden por la escala hacia el universo de la alta rentabilidad. Las rentabilidades más altas, desde luego, comportan un mayor riesgo. Aun así, el entorno de tipos bajos debería reducir el riesgo de impago. El apalancamiento puede parecer elevado en términos históricos, pero la deuda solo se vuelve insostenible cuando los gastos financieros superan los beneficios. Por ahora, los ratios de cobertura de la alta rentabilidad estadounidense, al ajustarse por el sector de materias primas, siguen ofreciendo un panorama bastante tranquilizador. Moody’s prevé, incluso, una estabilización de las tasas de impago más adelante en este año y un descenso a principios de 2017, lo que apunta a que el contagio de los sectores de energía y materiales a otros sectores es limitado.

El riesgo principal sería un deterioro repentino de las condiciones de financiación. La postura de política monetaria acomodaticia en EE.UU. y Europa y, a su vez, las razonables dinámicas del préstamo bancario son soportes importantes para el posicionamiento largo en crédito. En este sentido, el Brexit puede hacer que cambien las cosas, ya que las entidades financieras se enfrentarán a incertidumbres sobre el futuro de sus actividades en el Reino Unido y a presiones sobre su rentabilidad procedentes de una curva de rendimientos más plana. Así, los diferenciales de crédito del sector bancario serán uno de los indicadores de riesgo que se seguirán más atentamente para evaluar el posible contagio del Brexit al resto de Europa.

Otro gran proveedor de financiación es el propio mercado de renta fija. A este respecto, Lomabard Odier piensa que los temores a grandes flujos de salida desde la clase de activo a veces son excesivos, dada la búsqueda implacable de rentabilidad por los inversores, por no mencionar las compras de bonos con grado de inversión del BCE y los efectos inducidos de desplazamiento de los inversores. De hecho, el comportamiento del mercado tras la decisión de Brexit parece bastante sintomático de un profundo cambio en la actitud inversora hacia la renta fija. Mientras la renta variable estaba en caída libre, la sesión del 24 de junio protagonizó fuertes flujos de entrada hacia fondos especializados en alta rentabilidad.

Los rendimientos bajos también llevaron a los inversores de vuelta a los activos alternativos, incluidos activos reales como bienes inmuebles o materias primas. El rally del oro en el primer trimestre, impulsado sobre todo por los descensos de los tipos de interés reales estadounidenses, fue especialmente impresionante.

El aparente deterioro de la perspectiva económica desencadenó una fuerte demanda financiera, y la propagación de políticas de tipos de interés negativos limitó las características de cobertura de los activos refugio tradicionales, como la deuda soberana. En mayo, mientras se revisaron a la baja las expectativas sobre el techo del ciclo de endurecimiento, también se subió el posicionamiento sobre el oro a neutral. Una menor probabilidad de un shock de tipos significa menor riesgo bajista para el oro, aunque la complacencia del mercado sobre las intenciones de la Fed y el aumento de las presiones salariales podrían dar lugar a reajustes periódicos del ciclo de endurecimiento de la Fed y ventas masivas del oro, como la vivida en noviembre de 2015 (-10%) o en mayo de 2016 (-7%). En cambio, se aprecia un potencial alcista reducido para el oro en el escenario de crecimiento estadounidense aún resistente, escaso recorrido bajista de los tipos reales de EE.UU. (menos de 0,1%) y ausencia de riesgo sistémico. Lo que no quiere decir que el oro no pueda salir bien parado de los temores pasajeros del mercado: el Brexit aportó un fuerte respaldo en junio. Dicho todo lo anterior, y dado que el precio del oro lo determina esencialmente la demanda financiera, que a su vez se ve impulsada por los temores del mercado, Lombard Odier prevé que su comportamiento será bastante volátil en el futuro.

El segundo tema en el que se apoya la asignación de activos de Lombard Odier es la estabilización de los precios del petróleo y el apoyo resultante a los activos emergentes. El reequilibrio del mercado de petróleo físico ya se ha iniciado; la producción de crudo estadounidense sigue descendiendo y la demanda global se acelera, liderada por la India, China y Rusia. Incluso es posible que el mercado se desplace momentáneamente hacia un déficit en mayo tras las interrupciones imprevistas de la oferta de nigeria, Ghana y Canadá. A corto plazo, los riesgos bajistas están disipándose, ahora que la acumulación de existencias empieza a desacelerarse y la producción de la OPEP se acerca a la capacidad estimada (incluso en Irán). A medio plazo, todo dependerá de la reacción de los productores estadounidenses a una situación global de más de 55 dólares/barril. Aunque atractivo desde su punto de vista, el aumento de la producción en EE.UU. podría ser muy gradual debido a la renuncia de bancos e inversores a prestar dinero a un sector que ha acumulado pérdidas en los dos últimos años. Aun así, un primer paso de bajo coste consistiría en finalizar los pozos inactivos antes de construir nuevas capacidades de producción. No prevén que el sector del petróleo alternativo estadounidenses vaya a hacer cambiar el panorama en términos de oferta de petróleo antes de mediados de 2017. Hasta entonces, el precio debería mantenerse en el rango de 45-60 dólares.

Cerca de 16.000 profesionales inician su carrera como gestores de inversiones al superar el Nivel III del Programa CFA

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Cerca de 16.000 profesionales inician su carrera como gestores de inversiones al superar el Nivel III del Programa CFA
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Foxspain, Flickr, Creative Commons. Nearly 16,000 Pass the Level III CFA Exam

CFA Institute, la Asociación Global de Profesionales de la Inversión que establece altos estándares de ética, formación y excelencia profesional, ha anunciado que de 28.884 candidatos presentados al examen de Nivel III para obtener la Designación Profesional CFA en junio de 2016, el 54% ha superado el tercer y último examen. Es decir, unos 16.000. Todos ellos pasarán a ser profesionales CFA el próximo mes de octubre, una vez acreditada su experiencia profesional y los requisitos de afiliación exigidos, pudiendo así iniciar su camino como gestores de inversiones con la misión de incrementar los estándares de profesionalización de la industria.

Además, de los 50.230 candidatos que realizaron el examen de Nivel II, el 46% aprobó. De los 58.677 candidatos que realizaron el examen de Nivel I, el 43% aprobó.

En total, nivel mundial 64.020 candidatos pasaron los Niveles I, II, y III, con una tasa global de candidatos aprobados del 46%.

«Felicidades a los candidatos aprobados, que han demostrado su compromiso con el más alto nivel de conocimientos y ética profesional», dijo Paul Smith, CFA, presidente y CEO de CFA Institute. «En CFA Institute, aspiramos a formar a los futuros profesionales de la gestión de inversiones que se integrarán en los mercados financieros globales. Estos nuevos candidatos han dado el primer paso para obtener la designación CFA y unirse a nosotros en nuestra misión para mejorar la profesionalidad, la integridad del mercado y una industria más confiable que sitúa los intereses del cliente por encima de los propios».

Para obtener la designación profesional CFA, los candidatos deben realizar tres exámenes secuenciales de seis horas cada uno, considerados los más rigurosos en la industria de la inversión, demostrar cuatro años de experiencia profesional relevante, adherirse al Código Ético y de Estándares de Conducta Profesional de CFA Institute (the CFA Institute Code of Standards and Ethics) y ser miembro de CFA Institute.

“Aplaudimos a CFA Institute por sus continuos esfuerzos para fortalecer las bases éticas y profesionales de nuestra industria y por mantener los más altos estándares en sus procesos de certificación «, dijo Ronald P. O’Hanley, presidente y CEO de State Street Global Advisors, «y felicitamos a todos los candidatos que han superado con éxito el examen. Como organización que se enorgullece de asociarse con CFA Institute, animamos a todos a hacer uso de las muchas oportunidades que ofrece para la formación continua y la certificación para mejorar nuestra industria y la calidad del servicio y el compromiso para nuestros clientes».

Los candidatos aprobados estudian aproximadamente 1.000 horas de media para dominar 8.500 páginas del curriculum. El programa de estudios de CFA incluye normas éticas y estándares profesionales, análisis y reporte financiero, finanzas corporativas, economía, métodos cuantitativos, renta variable, renta fija, inversiones alternativas, derivados, gestión de carteras y planificación de la riqueza patrimonial. Proporciona una sólida base de análisis de inversión y habilidades avanzadas de gestión de carteras que proporciona a los profesionales de la inversión una ventaja competitiva.

«La designación CFA es ampliamente reconocido como el estándar de oro de la industria de la inversión», dijo Li Yimei, CFA, director general adjunto de China AMC. «Alentamos y apoyamos a nuestro personal para obtener el CFA, ya que demuestra el compromiso con nuestros clientes para disponer de los mejores talentos para servir a sus necesidades».

China: un fuerte crecimiento

Los nuevos candidatos que entran en el ciclo de examen de este año del programa CFA crecieron un 15%, hasta 102.514 candidatos, lo que refleja el interés creciente en la mejora y profesionalización de la industria de gestión de inversiones. El crecimiento ha sido más fuerte en China continental, donde las inscripciones al Nivel I alcanzaron un máximo histórico de 22.999, superando el número de inscripciones en los Estados Unidos por primera vez.

España está siendo uno de los países con mayor incremento de candidatos presentados para obtener la Acreditación Profesional CFA, con un 17% respecto a 2014 y un 9,5% frente a 2015.

Los exámenes de 2016 para los Niveles I, II y III se impartieron en 258 centros de 197 ciudades en 91 países del mundo. El top 10 de países y territorios con el mayor número de candidatos que realizaron el examen CFA son Estados Unidos (31.501), China (26.758), India (12.117), Canadá (11.136), Reino Unido (9.717), Hong Kong (5.359) y Singapur (3.433), Australia (2.915), Sudáfrica (2.006), y Francia (1.784).

Columbia Threadneedle incorpora a su sicav luxemburguesa un fondo de deuda corporativa estadounidense

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Los sectores bursátiles de infraestructuras, seguros o inmobiliario cotizan muy por encima de la media
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Hernán Piñeira. Los sectores bursátiles de infraestructuras, seguros o inmobiliario cotizan muy por encima de la media

Columbia Threadneedle Investments ha incorporado a su sicav luxemburguesa una nueva estrategia de deuda corporativa con grado de inversión de Estados Unidos.

El Threadneedle (Lux) US Investment Grade Corporate Bond es un fondo UCITS, co-gestionado por Tom Murphy y Tim Doubek, que trabajan desde las oficinas que la firma tiene en Minneapolis.

La estrategia tiene como objetivo generar un rendimiento total (basado tanto en la apreciación del capital como en la obtención de rentas) aprovechando las oportunidades en el mercado de bonos corporativos investment grade de Estados Unidos. Los gestores se centran en la selección de títulos y en la rotación sectorial como principales fuentes de valor añadido, siempre con un enfoque constante en el riesgo de caídas.

El fondo es una réplica de la estrategia de renta fija corporativa con grado de inversión que ya gestionan ambos profesionales en Estados Unidos, con una sólida trayectoria en los últimos siete años. El índice de referencia del fondo es el Barclays US Corporate Investment Grade y su objetivo de rentabilidad se sitúa entre 100 y 150 puntos básicos por encima del índice durante un ciclo de mercado completo, que va de cinco a siete años.

El fondo sigue un riguroso e independiente proceso bottom-up, que incluye profundo análisis fundamental que trata de entender muy bien las dinámicas de cada industria y de cada emisor. Analistas y gestores participan en la construcción de la cartera y el proceso de monitorización, lo que ayuda a que emerjan las mejores ideas del equipo, con un foco constante en maximizar el retorno y reducir la volatilidad.

El fondo, inicialmente registrado en Luxemburgo, será distribuido en otros mercados como Reino Unido, Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Portugal, Singapur, España, Suiza y Suecia, a la espera de la aprobación regulatoria en cada país.

 

Terceras elecciones en España, Cataluña y la banca italiana: los riesgos que deberían preocupar a los inversores

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Terceras elecciones en España, Cataluña y la banca italiana: los riesgos que deberían preocupar a los inversores
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: R@úl . Terceras elecciones en España, Cataluña y la banca italiana: los riesgos que deberían preocupar a los inversores

Los inversores han aprendido que no hay un verano tranquilo para los mercados financieros. Desde la victoria del ‘sí’ al Brexit, los riesgos han aumentado considerablemente. Las luces rojas de advertencia están luciendo de nuevo en la economía global. Las encuestas de PMI del mundo muestran que la economía global tuvo su peor trimestre desde 2012, las primeras señales de recesión se están dejando ver en Reino Unido. Por otra parte, el riesgo geopolítico sigue creciendo, sobre todo en Europa y podría ser el principal impulsor de los mercados financieros y la economía mundial en los próximos meses.

La principal paradoja de este periodo es que los riesgos nunca han sido tan numerosos como hasta ahora, sin embargo, los inversores parecen estar bastante seguros en el futuro. El Índice de Riesgo Macro de Citi se encuentra actualmente en un 2,24, lo que demuestra que los inversores están bastante relajados. La brecha entre la visión del mercado y la situación económica no puede durar mucho tiempo. Tarde o temprano habrá una brutal vuelta a la realidad.

Todos los ojos se centran de nuevo en los bancos centrales en agosto. Se esperan mayores políticas de flexibilización monetaria por parte del Banco de Inglaterra y el Banco Central de Turquía. Además, como cada año, el principal foco de preocupación para los inversores será el encuentro económico de Jackson Hole, que se celebrará del 25 al 27 de agosto en Wyoming. Este año, el tema central será: “El diseño de marcos de política monetaria resilientes para el futuro”. El discurso de la presidenta de la Fed, Janet Yellen, será el centro de atención de los inversores, quienes buscarán alguna pista sobre la evolución de la política monetaria de EE.UU. y, en concreto,  el posible resultado de la reunión de septiembre de la Fed, que supone a día de hoy la mayor puerta abierta a una subida de tipos de interés en Estados Unidos este año.

Previsión global: aumentan los riesgos geopolíticos

Los riesgos están aumentando y, sin embargo, los inversores parecen algo relajados. El Índice de Riesgo Macro de Citi, que se usa como guía para medir la aversión al riesgo, se sitúa en un 2,24, lo que significa que los inversores no están preocupados por el futuro. El mismo optimismo se puede detectar en relación a los mercados emergentes: el índice de riesgo en el mercado de divisas emergentes de Barclays ha alcanzado recientemente su punto más bajo desde el comienzo de año. El riesgo está claramente infravalorado por los inversores. El importante hueco entre la percepción de los inversores y la realidad económica probablemente no dure mucho tiempo más. La vuelta a la realidad será complicada.

Uno de los posibles factores podría ser el aumento de los riesgos políticos en las próximas semanas. Tenemos a la vista seis elecciones clave y referéndums entre el 26 de septiembre y el 8 de noviembre en Europa y en Estados Unidos. Si España no logra formar gobierno y no hay acuerdos entre los partidos, el país se ve obligado a unas terceras elecciones, haciendo aún más inestable la situación. Además, el 26 de septiembre Cataluña someterá a referéndum el voto de confianza.

El referéndum en Italia, por su parte, podría dar lugar a la dimisión del primer ministro Matteo Renzi y abrir una nueva página de inestabilidad política para el país en el peor momento, ya que el problema del sector bancario italiano está todavía pendiente. Además, el referéndum sobre las cuotas de inmigración en Hungría podría confirmar el inexorable aumento del populismo en Europa y constituye un nuevo contratiempo para la Unión Europea, tan sólo unos meses después del Brexit. De hecho, cada uno de estos eventos tiene un pequeño impacto por sí mismo, pero es el conjunto de todos ellos en un corto periodo de tiempo lo que puede tener un efecto negativo en los mercados financieros y podría elevar la crisis de confianza en Europa. Desde septiembre, los inversores no tendrán tiempo de respirar. Los riesgos políticos están en la parte alta de la agenda.

 

Mirando el lado bueno de las cosas, los bancos centrales todavía tienen maneras de calmar a los mercados en el corto y medio plazo. Además, su acción fue decisiva para evitar el pánico financiero a raíz del referéndum de Reino Unido. No obstante, la omnipotencia del banco central está en decadencia y el riesgo planificador central puede ser mayor, más que nunca antes, en los próximos meses, con pocas herramientas y gobiernos clave, como el de los Estados Unidos, congelado por las elecciones generales.

El último informe anual del BIS fue muy claro al respecto: estamos en los límites de la política del banco central debido a los rendimientos decrecientes y un mayor riesgo de burbujas especulativas. A pesar de más de 660 recortes globales desde la caída de Lehman Brothers, el crecimiento está siendo muy leve. Los bancos centrales no tienen una idea precisa de qué hacer a continuación, pero el mercado parece no preocuparse mucho al respecto por el momento.

Con respecto a este asunto, los inversores se centrarán este mes en el discurso de Janet Yellen, en el Simposio de Jackson Hole. Sin embargo, no hay mucho que esperar. La información directa sobre el calendario de la próxima subida de tipos sin duda será escasa. Los riesgos a corto plazo, especialmente vinculados al Brexit, están disminuyendo, pero las perspectivas para la economía de EE.UU. siguen siendo mixtas.

El mercado laboral y el gasto de consumo están siguiendo una tendencia positiva, pero el PIB está mostrando señales de debilidad. El PIB en el segundo trimestre fue bastante decepcionante (1,2% vs. 2,5% esperado) y el PIB en el primer trimestre fue revisado a la baja (0,8% vs. 1,1% en la primera estimación). Desde mi punto de vista, la mejor oportunidad para aumentar los tipos de interés este año se mantiene en septiembre pero la decisión final del FOMC está cerca del 50/50 y dependerá fuertemente de los datos económicos que veamos durante julio y agosto.

Europa Occidental: «Es todo culpa de Brexit»

En Europa, la trayectoria del crecimiento económico se mantiene en duda. Será muy fácil culpar al Brexit de la desaceleración del crecimiento. No obstante, el proceso de la desaceleración del crecimiento comenzó a principios de 2016. Europa y Estados unidos se están aproximando al final del ciclo económico.

En Reino Unido, la construcción PMI, que es un indicador temprano de la tendencia del PIB, ya ha estado en contracción durante unos meses, lo que confirma que la economía del Reino Unido se habría desacelerado incluso si el país ha votado a favor de “Permanecer”. El resultado del referéndum sólo acelerará el proceso. De acuerdo con las estadísticas preliminares, Reino Unido será golpeado fuertemente a corto plazo. Los PMIs apuntan a una contracción post Brexit no vista desde 2009, mientras que el optimismo CBI empresarial cayó a -47 en julio desde el -5 el mes anterior, que es el nivel más bajo desde 2009.

La recesión está claramente en camino, como esperaba el Banco de Inglaterra. El banco central optó por el status quo en julio, pero podría decidir bajar los tipos de interés en la próxima reunión del 4 de agosto desde las primas señales que confirman que el crecimiento se está ralentizando tras el Brexit. El consenso espera que los tipos de interés bajen en 25 puntos básicos.

Es sólo una cuestión de tiempo antes de que el Reino Unido anuncie más medidas de flexibilización monetaria. El reto inmediato clave para el Reino Unido será hacer frente a un importante déficit por cuenta corriente, alcanzando casi el 7% del PIB. A largo plazo, no obstante, prevalece el optimismo para la economía británica. El único país que podría superar con éxito los retos de la salida de la Unión Europea es sin duda el Reino Unido.

En cuanto a la UE, el impacto es aún difícil de estimar. De acuerdo con el consenso de Bloomberg, el Brexit podría reducir el PIB de la zona euro un 0,1 puntos porcentuales en 2016 y en 0,3 en 2017. Estas estimaciones deben tomarse con precaución debido a las numerosas incertidumbres relativas al proceso político que acaba de comenzar.

Otra de las preocupaciones de la Unión Europea es la salud del sistema bancario italiano, que se ha estado deteriorando lenta, pero constantemente durante años. Los créditos morosos como porcentaje del total prestado alcanzan el 1,5% en Reino Unido, el 5% en Francia y el 18% en Italia. En total, la cartera vencida en el sector bancario italiano asciende a 400.000 millones de euros, que supone el 20% del PIB de Italia. Sin embargo, sólo el 10% de esta cantidad representa un verdadero riesgo inmediato.

Se trata de un nivel crítico, pero, en ningún caso, un problema que no se pueda revolver. Lo que falta es la voluntad política para actuar. De hecho, los bancos italianos son el árbol que oculta el bosque. El principal problema de Italia es la falta de crecimiento económico, a pesar de las reformas estructurales, especialmente en relación con el mercado de trabajo implementadas por Matteo Renzi.

El PIB italiano no ha aumentado en 15 años. ¡15 años de ausencia de crecimiento! Los problemas del sector bancario serán resueltos pero resurgirán de nuevo antes o después si el país no puede crear un crecimiento sostenible.

Christopher Dembik, analista financiero de Saxo Bank.

El 69% de los españoles cree que tendrá que trabajar más allá de la edad legal de jubilación

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El 69% de los españoles cree que tendrá que trabajar más allá de la edad legal de jubilación
Foto: Sagrario Gallego, Flickr, Creative Commons. El 69% de los españoles cree que tendrá que trabajar más allá de la edad legal de jubilación

Los jubilados actuales son más optimistas respecto a su retiro que las generaciones que se jubilarán en el futuro. Esta es una de las conclusiones principales de la segunda edición del estudio “Los españoles ante el ahorro, el riesgo y la jubilación”, elaborado por el Instituto Aviva y en el que analiza las expectativas de los ciudadanos en cuanto al nivel de vida que tendrán cuando dejen el mercado laboral, en comparación con las percepciones de las personas que ya están jubiladas.


Según se desprende del estudio, una parte importante de la población piensa que tendrá que optar por la jubilación activa. Y es que, aunque solo un 49% de los españoles estaría dispuesto a trabajar más allá de la edad legal de jubilación, el 68,7% cree que tendrá que hacerlo para poder financiar su retiro. En este punto es destacable además la brecha de género existente, ya que la diferencia de percepción de hombres y mujeres supera los siete puntos porcentuales: el 70,1% de ellas cree que tendrá que seguir trabajando frente al 62,7% de ellos. 


Precisamente, un informe elaborado recientemente por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y remitido al Congreso, pone el foco en el hecho de que en apenas dos años el número de jubilados que compatibilizan el cobro de una pensión pública con un empleo prácticamente se ha duplicado, pasando de 9.000 trabajadores en 2013 a más de 25.000 en 2015. 
A luz de estos datos vemos por tanto que la preocupación por cómo financiar el retiro va en aumento año tras año. Si bien seis de cada diez jubilados (63,3%) afirman estar satisfechos con su nivel de vida, esta proporción prácticamente se invierte si preguntamos por las expectativas de los futuros jubilados, que son mucho más pesimistas. Solamente un 37,9% cree que estará satisfecho con su nivel de vida cuando se jubile.

De hecho, actualmente, más de la mitad de los jubilados encuestados (52%) sostiene que con su pensión pública cubre entre el 80 y el 100% de sus gastos mensuales. Sin embargo, solamente un 11% de los ciudadanos que está ahora en activo cree que podrá cubrirlos cuando se jubile. La gran mayoría de estos (66%) considera que la pensión pública de jubilación le cubrirá como mucho el 60% de sus gastos.

¿Cuánto viviré como jubilado?

A pesar de la creciente inquietud por la sostenibilidad del sistema de la Seguridad Social y por si la pensión pública de jubilación será suficiente para cubrir los necesidad básicas, dos tercios de la población (66%) reconocen que no saben cómo calcular esta prestación ni los parámetros que deben tener en cuenta en este cálculo.

La evolución de la esperanza de vida es uno de estos parámetros a tener en cuenta y aparece contemplado en el factor de sostenibilidad de las pensiones, una herramienta de cálculo que se aplicará a partir de 2019 y se revisará cada cinco años, según vaya aumentado la longevidad.

En este sentido, un mayoritario 63,3% estima que vivirá menos de 19 años una vez se retire del mercado laboral. Este dato contrasta con la edad real de acceso a la jubilación, que volvió a bajar en 2015 hasta situarse en los 64,09 años, y con las últimas cifras publicadas por la OCDE3 que sitúan la esperanza de vida en nuestro país en 2013 en 83,2 años, la segunda más alta de los países analizados y solo superada por Japón. Además, si analizamos el caso de las mujeres, observamos que la esperanza de vida asciende a los 86,1 años, lo que implica que hoy en día el tiempo que viven de media las españolas como jubiladas son 22 años, puesto que la edad real de jubilación media para este colectivo fue en 2015 los 64,5 años.

Según José Manuel Jiménez, director del Instituto Aviva, “si como las proyecciones demográficas indican la longevidad seguirá aumentando exponencialmente, pasaremos un tercio de nuestra vida jubilados por lo que realizar una adecuada planificación financiera resulta fundamental. En este punto resulta llamativo que a pesar de que la tendencia sea a vivir más años, la edad ideal a la que los españoles les gustaría jubilarse son los 62 años, dos años antes de la edad real de jubilación actual y cinco años antes de la edad legal fijada a partir de 2027”.

El Instituto Aviva, en su compromiso por contribuir al fomento de la educación financiera de los ciudadanos, pone a disposición del público general un Manual práctico de fiscalidad de productos de previsión individual, coincidiendo con el periodo de Campaña de la Renta. Se trata de una guía visual de conceptos básicos en material fiscal actualizada con las últimas modificaciones del Real Decreto Ley 9/2015. El documento está disponible de forma gratuita en la web del Instituto Aviva.

 

Banca March apuesta por renta variable, activos monetarios, deuda pública estadounidense y high yield para un entorno incierto

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Banca March apuesta por renta variable, activos monetarios, deuda pública estadounidense y high yield para un entorno incierto
Foto: Foxspain, Flickr, Creative Commons. Banca March apuesta por renta variable, activos monetarios, deuda pública estadounidense y high yield para un entorno incierto

Tras el resultado del referéndum sobre el Brexit, en Banca March han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento global para este año (hasta el 3% desde el 3,1% anterior) y en 2017 (hasta el 3,4% desde el 3,5% anterior), debido principalmente a las perspectivas de un menor crecimiento en el Reino Unido y la Unión Europea. En la Eurozona, a lo largo del año, esperan que se pierdan una o dos décimas de avance debido al Brexit, por lo que esperan un crecimiento anual del 1,4% para 2016.

Esta previsión preliminar del equipo liderado por Alejando Vidal Crespo, director de Unidad, Estrategia de Mercados, en Banca March, se basa en que el descenso de la inversión y el consumo debido a la incertidumbre, y la reducción en el comercio exterior (sobre todo de servicios), sería contrarrestada en parte por políticas de tipo monetario -los bancos centrales ya se han comprometido a facilitar liquidez o menores tipos de interés- y medidas de estímulo de carácter fiscal o económico en al ámbito de cada país, según circunstancias y posibilidades.

En la entidad creen que de aquí a finales de año, los focos de incertidumbre estarán en Europa principalmente, “aunque estaremos también atentos a los acontecimientos en China, donde el cambio de modelo a una economía con mayor relevancia del consumo está lográndose a costa de una disminución del crecimiento, que se espera se sitúe entre el 6,5% y el 7%”, advierten.

En la entidad esperan que las negociaciones sobre el Brexit se prolonguen por lo menos durante dos años, período en el cual el Reino Unido tendrá que seguir cumpliendo con sus compromisos actuales. “Además del efecto directo sobre la economía de la Unión Europea, que se espera poder manejar con políticas de estímulo, preocupa principalmente el efecto contagio en otros países, con movimientos políticos que podrían querer imitar el ejemplo británico. Por el momento, la crisis y el desconcierto en las filas de los principales partidos, en el parlamento y en ciertos sectores de la población inglesa han reducido en parte este temor, ya que pone de manifiesto que un proceso de salida de la Unión podría tener consecuencias desventajosas para cualquier país, por lo menos en el corto y mediano plazo”, añaden los expertos.

Más focos de incertidumbre

Las elecciones en Estados Unidos también generan cierto grado de inquietud en los mercados, dicen, aunque la economía estadounidense ha confirmado su recuperación en el segundo trimestre gracias al consumo y el sector inmobiliario. “La tasa de paro está en niveles muy bajos, los salarios están subiendo y la actividad económica suele animarse antes de las elecciones generales, que tendrán lugar en noviembre, por lo que el ritmo de crecimiento debería mantenerse en los próximos trimestres”, aseguran.

En España, las elecciones no han proporcionado un resultado concluyente y creen que habrá que esperar a la formación de gobierno y la economía podría acusar la falta de dirección política. “No obstante, el mayor dinamismo de la actividad española y los menores costes financieros gracias al apoyo del BCE seguirán impulsando el crecimiento, que podría situarse por encima del 2,5% para este año”, calculan los expertos.

En las regiones emergentes, la ligera mejoría en el mercado de materias primas beneficia a las principales economías latinoamericanas, que verán aumentar el valor de sus exportaciones. En su opinión, las economías asiáticas emergentes continúan impulsadas por el consumo interno, favorecido también por el turismo desde China y la menor competencia de Japón por la fortaleza del yen. Los países de Europa del Este se verán afectados en su comercio externo, inversión y finanzas por la salida del Reino Unido, lo que hasta ahora se ha manifestado en la debilidad de sus divisas.

¿Y los bancos centrales?

En materia de política económica las citas más relevantes de los próximos dos meses serán las reuniones de los Bancos Centrales: el BCE, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón y la Reserva Federal. El Banco de Inglaterra, que se reúne el 14 de julio, se ha comprometido a estimular la economía disminuyendo los requisitos de capital para los bancos británicos y analizando la conveniencia de un recorte en los tipos de interés de referencia, actualmente en el 0,5%. “Para mayor concreción de estas medidas habrá que esperar al informe de inflación de agosto, que a la vez incluirá una revisión a la baja de sus previsiones de crecimiento. Además, se espera que la caída de la libra aumente la inflación por encima del objetivo del 2%, aunque el Banco ha manifestado que estaría dispuesto a aceptar una inflación más alta para apoyar el crecimiento”, dicen desde la entidad.

Por su parte, el BCE se reúne el 21 de julio y podría modificar la distribución de sus compras mensuales y/o alterar el calendario de compras de bonos corporativos, aumentando el volumen en los primeros meses, o extendiendo el programa. Se baraja también la posibilidad de recortes de tipos de interés. En el caso de la Fed, que se reúne el 27 de julio, se prevé que mantenga su tono de cautela y espere más tiempo antes de volver a subir tipos de interés, quizás posponiéndolos hasta finales de año o 2017.

En el caso de Japón, la apreciación del yen, la baja inflación nipona, y el escaso ritmo de crecimiento son propicios para más estímulos, aunque tras años de política ultra expansiva por parte del Banco de Japón, cuya reunión tiene lugar el 29 de julio, éstos se están agotando. En general, con excepción del Reino Unido, donde la inflación podría dispararse, los estímulos monetarios son posibles gracias a una inflación mundial que no da señales de acelerarse.

Renta variable y activos monetarios

En ese contexto, Banca March vuelve su atención a los activos financieros y se decanta por activos monetarios y renta variable… sin olvidar la deuda pública estadounidense y el high yield global. En el mercado monetario, las rentabilidades están mayoritariamente en negativo –tipos repo, Euribor, letras españolas– y las rentabilidades de los depósitos cada vez más exiguas y por debajo de 0,1%. “A pesar de lo anterior, estos activos siguen pareciendo atractivos en términos de rentabilidades reales, si tenemos en cuenta que la inflación española es negativa (-0,8%). Además, mantener posiciones en este activo ayuda a proteger la volatilidad del resto de activos”, explican.

“La renta fija soberana (bonos del Estado) de la Eurozona va a continuar soportada por el BCE; no obstante, recomendamos los bonos periféricos dada la escasa o incluso negativa rentabilidad de los bonos de los países centrales. En otro orden de cosas, creemos que sería interesante mantener una cierta exposición a bonos americanos, dado que éstos son uno de los pocos valores seguros con rentabilidad por cupón positiva en los cortos plazos”, explican.

En cuanto al crédito, el entorno económico sigue apoyando al activo con tasas de impago relativamente reducidas, bajos tipos de interés de referencia, crecimiento moderado y el razonable nivel de las primas de riesgo. En la Eurozona, el crédito sigue soportado por el BCE a través de la compra de bonos corporativos, aunque las rentabilidades por cupón son poco atractivas. “En ese contexto, mantenemos nuestra apuesta por el crédito, pero inclinándonos por el crédito high yield a escala global”.

Y siguen positivos en la renta variable: “Las valoraciones se sitúan en niveles razonables, aunque no baratas, y los flujos podrían volver hacia esta clase de activo, aunque las previsiones de beneficios para este año podrían revisarse a la baja. En términos de regiones, estamos algo más cautos en Europa. La bolsa europea se ha visto afectada por eventos políticos que podrían seguir poniendo presión sobre los beneficios de las empresas europeas. Recomendaríamos rebajar ligeramente la exposición a los índices europeos, en los que el peso del sector financiero es importante, aunque no creemos que haya que hacer otros cambios significativos en las carteras de renta variable. Específicamente, seguimos positivos en los valores defensivos y de alta rentabilidad por dividendo y en los sectores más ligados al consumo interno. Mantenemos nuestro peso en la bolsa americana, por su carácter defensivo y también estamos positivos en la evolución de las bolsas asiáticas, por su potencial de crecimiento del consumo”.

En relación al mercado de divisas, mantienen su previsión de ligera apreciación del dólar en el segundo semestre de 2016 aunque estiman que la mayor parte de la tendencia ascendente del billete verde se ha producido ya. Al mismo tiempo, mantienen su visión negativa sobre la libra esterlina aunque su fuerte depreciación frente al euro y dólar, ha reducido el potencial de debilitamiento. El yen seguirá fuerte a menos que el Banco de Japón recorte tipos o aumente su nivel de compras de bonos, dicen.

Los mercados de materias primas –energía y metales- se han estabilizado, aunque no esperan una tendencia clara de rebote hasta el segundo semestre del año. “Por el momento no recomendamos tomar posiciones, dada la volatilidad y la incertidumbre del corto plazo. En cuanto al oro, no vemos subidas significativas en un contexto de ausencia de presiones inflacionistas aunque el descenso de los tipos de interés de los bonos aumenta su potencial alcista por la reducción del costo de oportunidad de mantener el metal precioso”.

Mirabaud: la baja cotización de los bancos españoles no está justificada tras los buenos resultados del segundo trimestre

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Mirabaud: la baja cotización de los bancos españoles no está justificada tras los buenos resultados del segundo trimestre
Foto: JlCernadas, Flickr, Creative Commons. Mirabaud: la baja cotización de los bancos españoles no está justificada tras los buenos resultados del segundo trimestre

La temporada de resultados de los bancos españoles correspondiente al segundo trimestre de 2016 ha traído consigo más sorpresas positivas que negativas, frente a las expectativas del mercado, defiende Fabio Mostacci, analista de Mirabaud Securities España, tras estudiar los resultados de la banca española durante el segundo trimestre del año.

Cuatro bancos han conseguido superar las proyecciones de consenso (Santander, BBVA, Caixabank y Bankia), dos bancos han informado de un beneficio neto en línea con el consenso (Popular, Bankinter)… y Sabadell ha sido el único que no ha conseguido cumplir las estimaciones de consenso. “Sin embargo, los resultados de Sabadell se deben exclusivamente a unas provisiones excepcionales relacionadas con el deterioro de su participación en BCP (92 millones de euros), y unas provisiones voluntarias para amortiguar el impacto estimado de la nueva circular contable (en total, 350 millones en el primer semestre de 2016)”, explica el experto.

“Resulta bastante significativo que todos los bancos, a excepción del Popular, hayan conseguido superar al consenso en cuanto al nivel de ingresos brutos de explotación, y cuatro de ellos (BBVA, Caixabank, Sabadell y Bankinter) también lo hayan hecho a nivel de margen de intereses. Pero además, dado que la gestión de costes ha sido, en líneas generales, significativamente mejor de lo esperado (salvo en el caso de Bankinter), seis bancos han conseguido batir las estimaciones de consenso sobre el beneficio antes de provisiones. Por lo tanto, la primera conclusión a la que llegamos es que el segundo trimestre de 2016 ha sido relativamente bueno para los bancos españoles, al menos si lo comparamos con las expectativas del mercado, dado que una gran parte de las sorpresas positivas se ha debido a unos ingresos de explotación mejores de lo previstos gracias a ingresos recurrentes y costes”, concluye.

Además, si miramos las tendencias de resultados intertrimestrales e interanuales, observamos una recuperación secuencial de los ingresos netos después de un primer trimestre de año flojo. “En comparación con el segundo trimestre de 2015, la reducción de beneficio neto ha sido moderada en los bancos domésticos y más pronunciada en el caso del Santander y el BBVA. El caso del BBVA y el Santander se debe principalmente al efecto divisa y a los resultados extraordinarios que obtuvieron los dos bancos en el segundo trimestre de 2015 (144 millones en BBVA y 855 millones de euros en Santander). En cuanto a los bancos domésticos, el hecho de que la reducción de beneficio neto haya sido modesta se debe principalmente a los cambios de perímetro: en el segundo trimestre de 2015 Sabadell aún no había consolidado a TSB y Bankinter tampoco lo había hecho con Barclays Portugal (Sabadell empezó a hacerlo en el tercer trimestre de 2015 y Bankinter, por primera vez, en el segundo trimestre de 2016)”.

Para el analista de Mirabaud, los resultados del segundo trimestre de 2016 han confirmado lo que ya sabíamos, que es que los ingresos recurrentes de la actividad bancaria retail doméstica están bajo presión. “Sin embargo, creemos que merece la pena destacar que hay entidades como Bankinter o el Sabadell que han conseguido registrar un crecimiento interanual de ingresos y beneficios, y que tanto Santander como BBVA están creciendo gracias a su diversificación geográfica. Además queremos destacar que el sector en general ha obtenido mejores resultados que las previsiones del consenso”.  

El analista ve “algunos signos alentadores” en términos del crecimiento de los préstamos y de la capacidad de los bancos para reducir aún más sus gastos de financiación, que deberían limitar la presión sobre los márgenes de intereses en los próximos trimestres.

“Este mensaje relativamente positivo ha alimentado una buena respuesta del mercado durante la temporada de publicación de resultados, pero las ventas provocadas por la publicación de las pruebas de estrés de la Autoridad Bancaria Europea han eliminado todas las ganancias, dado que los precios del sector se encuentran de nuevo muy cercanos a los mínimos vistos tras la votación del Brexit. Estos niveles de precios están valorando el sector con múltiplos muy cercanos a los mínimos de 2012, lo que no creemos se justifique teniendo en cuenta el mensaje que transmite la última temporada de resultados y las pruebas de estrés, que aunque no sean suficientes para mejorar significativamente la percepción del mercado del sector bancario, no justifican los actuales múltiplos de mercado”, añade.

Middle Market y venture capital centran la actividad del capital privado en el primer semestre 2016

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Middle Market y venture capital centran la actividad del capital privado en el primer semestre 2016
Foto: Historias Visuales, Flickr, Creative Commons. Middle Market y venture capital centran la actividad del capital privado en el primer semestre 2016

Durante el primer semestre de este año, los datos obtenidos por Ascri, en colaboración con Webcapitalriesgo.com, arrojaron un volumen de inversión de 746 millones de euros en 296 operaciones. Se estima que la cifra de inversión se incrementará fuertemente en la segunda mitad del año al haber quedado pendientes de cerrar, estando ya anunciadas por sus protagonistas, varias operaciones muy relevantes en términos de tamaño. 


Las cifras alcanzadas hasta junio de este 2016 tienen un gran valor en el contexto existente, caracterizado por un elevado clima de incertidumbre, motivado por la falta de Gobierno en España, el Brexit y las elecciones norteamericanas. Una situación que parece haber ralentizado algunos megadeals por parte de los operadores internacionales. 
En este complejo entorno, sin embargo, la actividad de private equity nacional privado ha sido muy intensa en este primer semestre de 2016, arrojando un volumen de inversión de 374 millones repartidos en 39 operaciones, frente a los 253 millones en 28 operaciones registrados en la primera mitad del año pasado, lo que supone un crecimiento del 48% en términos de volumen y del 39% en operaciones. En cambio, y confirmando lo expuesto antes, la actividad del private equity internacional ha caído un 58% pasando de 493 millones en el primer semestre de 2015 a 205 millones este año.

El Midmarket protagonizó 18 operaciones (12 entre 10-25 millones de equity, y 6 entre 25-100 millones) por un volumen total de 568 millones (el 76,7% del volumen total invertido), destacando algunas operaciones como Ingesport (liderada por Torreal), Digitex (por Carlyle), Masquepet (por TA Associates), Chereau (liderada por Miura), Arenal Perfumerías (por Corpfin), Ramón Sabater (por Portobello), Carbures Europa y Gas Gas (por Black Toro), Brasmar y Jeanología (por MCH), Job&Talent (por Atomico), Discefa (por Oquendo y GED), Distribuciones Juan Luna (por Nazca), Galloplast (por Sherpa), Grupo Grandsolar (por Diana), SGEL (por Springwater), entre otras.

Hay que resaltar que los LBOs concentraron el 35,7% del volumen (264 millones) en ocho operaciones, varias de las cuales han sido por importes elevados (Digitex, Masquepet, Ramón Sabater). La inversión en empresas en fase de expansión (301 millones) aportó el 65% del número de operaciones (193 operaciones).

La inversión en venture capital alcanzó 155 millones en 222 operaciones. Los fondos nacionales de venture dapital invirtieron 90 millones y los fondos internacionales 65 millones. Del total de operaciones, 211 fueron cerradas por fondos nacionales y 11 por internacionales, en coinversión con fondos nacionales de venture (por ejemplo, las operaciones en Job&Talent, Stat Diagnostica, Salupro, ABA English, iContainers Solutions, Hundredrooms, Corner Job). El venture capital nacional privado aumentó su peso dentro de la inversión total de venture capital pasando de representar el 30% en el primer semestre de 2015 al 55% en el mismo periodo de este año.

Un dato que confirma que el sector invierte sobre todo en pymes españolas en fase arranque y expansión es que en el 92% de las operaciones se invirtieron menos de 5 millones de equity.

Productos de consumo e informática, los sectores que despiertan mayor interés

Los sectores que más volumen de inversión recibieron fueron productos de consumo (32%, por operaciones como Ramón Sabater, Masquepet, Arenal Perfumerías, Discefa, Gas Gas, Brasmar Distribuciones Juan Luna), informática (23%, por operaciones como Digitex, Job&Talent) y hostelería/ocio (14%, por operaciones como Ingesport). Los sectores que mayor número de operaciones concentraron fueron informática (44%), productos de consumo y productos y servicios industriales (ambos con el 9%), biotecnología (7%), y medicina /salud (6%).

Las desinversiones del primer semestre 2016 registraron de nuevo un elevado volumen (a precio de coste) de 1.177 millones en 107 operaciones, manteniendo la tendencia iniciada en 2014. El mecanismo de desinversión más utilizado (en función del volumen) fue la venta a terceros (68%, por operaciones como Swissport, Grupo IMO, Privalia, Borawind, Multiasistencia,…), seguido de salida a bolsa (con un 21%, por las operaciones Telepizza, Parques Reunidos, y Applus+).

Aunque el volumen y número de operaciones de desinversión en este primer semestre ha caído (con una caída del 38% en volumen y del 49% en operaciones) con respecto a un año antes, los datos siguen siendo muy buenos, si tenemos en cuenta que las desinversiones estuvieron prácticamente paralizadas entre 2008 y 2013 (volúmenes semestrales de desinversión entre 280 y 700 millones), y seguimos con volúmenes superiores a los años pre-crisis (volúmenes de desinversión anual que fluctuaban entre 400 y 1.500 millones).

En cuanto a la captación de nuevos fondos para invertir (fundraising), mantiene un buen ritmo de actividad, lo que asegura la continuidad de la inversión en los próximos años. El fundraising en el primer semestre 2016 siguió siendo activo y muchos gestores están en proceso de captación de nuevos fondos. En el primer semestre 2016, los operadores nacionales privados captaron 1.100 millones, gracias a los nuevos fondos captados por N+1, MCH, Realza, Aurica, Meridia, Abac, Swanlaab, entre otros.

Los inversores internacionales siguen apostando por España, coinvirtiendo con los inversores nacionales en numerosas operaciones, sobre todo de venture. Por otro lado, el papel jugado por CDTI (Innvierte) y FOND-ICO Global sigue siendo primordial para impulsar esta variable.