CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Javier Ignacio Acuna. Schroders adquiere Adveq Holding, una firma especialista en capital privado
Schroders ha llegado a un acuerdo para adquirir Adveq Holding AG, un especialista de soluciones de capital privado de alta calidad, que se caracteriza por haber registrado un fuerte crecimiento interanual de los activos bajo gestión desde su creación hace 20 años.
La adquisición de Adveq acelerará el crecimiento del negocio de activos privados de Schroders y complementa sus capacidades existentes en el sector inmobiliario y de infraestructuras.
Con más de 7.000 millones de dólares bajo administración y una base de clientes predominantemente suiza y alemana, los clientes de Adveq incluyen algunos de los inversionistas institucionales y fondos de pensiones más importantes de la región. En los últimos años, Adveq también ha atraído una base de clientes premium en Estados Unidos y otros mercados internacionales.
«Esta adquisición se caracteriza por el enfoque de cliente compartido entre las dos firmas. La propuesta de inversión de Adveq, su trayectoria y su sólida posición en mercados clave hacen que esta asociación sea una combinación complementaria para Schroders”, explicó PeterHarrison, director ejecutivo de Schroders.
Las condiciones financieras de la transacción no se conocen, aunque se espera que la operación concluya en el segundo semestre de 2017, sujeta a las condiciones habituales de cierre, incluidas las aprobaciones regulatorias pertinentes.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: thechannelc
. Willis Towers Watson lanza un mercado institucional de gestión de activos
Willis Towers Watson ha lanzado The Asset Management Exchange (AMX), un mercado institucional de gestión de activos. Se trata de un mercado global donde los propietarios de activos (vendedores) pueden invertir en gestores de activos externos (los vendedores) y en el que los gestores pueden acceder a un cantidad significativa de capital, reduciendo así las fugas de valor en general.
Esto se logrará gracias a un back office centralizado y una infraestructura de fondos estandarizada que evitará la duplicación de costes y recursos de la industria de inversión. Además, proporcionará los beneficios propios del mayor tamaño a todos los implicados, y aumentará la transparencia y el control de los activos por parte de los propietarios.
«En los últimos veinte años, nuestras vidas se han transformado a causa de la innovación. La tecnología está rompiendo barreras y desafiando las ineficiencias que han desordenado muchas industrias durante demasiado tiempo. Los mercados resultantes tienden a ser más justos, rápidos y transparentes. Proporcionan a los compradores mejores opciones y control y descubren nuevos clientes para los vendedores, y rápidamente pueden volverse globales. Somos conscientes del poder de esta tendencia y apoyando a AMX para que sea un catalizador para el cambio en la inversión institucional”, declaró John Haley, CEO de Willis Towers Watson, con motivo del lanzamiento.
Soluciones a clientes
Willis Towers Watson ha comprometido una importante inversión financiera en el desarrollo de AMX, que representa la continuación de su estrategia corporativa de construir soluciones orientadas al cliente y mercados operativos. Los 750 millones de dólares de capital inicial en el mercado los aportan clientes del negocio de inversión de la compañía, pero se espera que la oferta sea atractiva para una amplia gama de clientes de la firma.
“Desde hoy, la revolución digital ha llegado a la gestión institucional de activos y esta nunca volverá a ser la misma. AMX hará que la inversión sea más inteligente, más fácil y más barata de implementar y supervisar, tanto para el comprador como para el vendedor, y mejorará significativamente los resultados de inversión para el ahorrador final”, añadió Oliver Jaegemann, director global de AMX.
AMX está abierto a propietarios de activos institucionales que se beneficiarán de las economías de escala, según crezcan los activos. “Creemos profundamente en que AMX es la forma más inteligente de getionar activos y Willis Towers Watson ya está utilizando el mercado para algunos de sus activos delegados, que pronto se verán seguidos por otros”, agregó Jaegemann.
AMX, que estará operativo primero en el Reino Unido, y se centrará inicialmente en ofrecer un acceso más rentable y sencillo a las estrategias de hedge funds, a lo que añadirá clases de activos adicionales ya en 2018.
“Hace mucho que sostenemos que, en la industria de la inversión, los intermediarios han obtenido una parte demasiado grande de la cadena de valor en detrimento del ahorrador final. Creemos que AMX cambiará esto estandarizando y centralizando los vehículos de inversión que los gestores e inversores usan, reduciendo así los costes generales y aumentando la transparencia del mercado y la competencia”, dice, por su parte Chris Ford, director global de Inversiones de Willis Towers Watson.
Foto cedidaPaul O’Connor, responsable del área de multiactivos de Henderson Global Investors.. Henderson: “La retirada de los estímulos monetarios tiene que ser muy lenta, en un plazo de entre 5 y 10 años”
La recuperación global continúa y para Paul O’Connor, responsable del área de multiactivos deHendersonGlobal Investors, esto demuestra la gran capacidad de mejora de la economía mundial, incluso en el caso de países emergentes que han sufrido en los últimos años, como Brasil o Rusia.
En una entrevista con Funds Society en Londres, O’Connor señala que nos encontramos “en el principio del fin de la política monetaria expansiva” por parte de los bancos centrales y sitúa en la segunda mitad del año el inicio de la siguiente etapa más centrada en la política fiscal. “La macroeconomía es perfecta para reducir la política expansiva. Es un desafío para los bancos centrales”, afirma.
Así, el experto admite que el crecimiento de Estados Unidos es complicado para el mercado y añade presión a la Fed en su trayectoria de incremento de los tipos de interés. “Hay que ser muy hábil para gestionarlo. Es posible la retirada de los estímulos, pero tiene que ser muy lenta, en un plazo de entre 5 y 10 años”, señala O’Connor.
Mejor renta variable… y high yield
Pero si la normalización monetaria es uno de los retos de la economía en 2017, otro está, sin duda, en el mercado de crédito. “El mercado alcista del crédito probablemente ha terminado”, explica O’Connor, que expresa su preferencia actual por la renta variable frente a la renta fija.
En su opinión, habrá buenas oportunidades en compañías cíclicas como consecuencia de la nueva política fiscal en Estados Unidos mientras que, dentro del universo de renta fija, apunta al high yield frente a la deuda investment grade y lo justifica porque “los spreads son muy bajos y los fundamentales económicos son muy buenos”.
En este sentido, su apuesta es por las estrategias de retorno absoluto debido a su alta correlación con la renta variable.
Oportunidades en Japón y Reino Unido
En cuanto a los mercados emergentes, O’Connor asegura que han reducido su exposición a deuda soberana pasando de “estar sobrecomprados a estar sobrevendidos”. Es en Japón y en Reino Unido, como consecuencia del Brexit, donde el experto ve oportunidades en compañías de pequeña y mediana capitalización.
En conclusión, para O’Connor las cuatro claves de la macroeconomía mundial en 2017 son la continuidad de la recuperación económica, el retorno de la inflación a niveles del 2%, el fin de la política monetaria de los bancos centrales y los riesgos políticos tanto en Europa como en Estados Unidos.
Pixabay CC0 Public DomainLeft Tony Glover, right, Naruki Nakamura. "An Investment in Japanese Fixed Income is a Bet on The JPY"
En un contexto de atractiva situación empresarial, apoyo político, fiscal y monetario y carpetazo a la deflación pero sin una agresiva inflación, el mercado de deuda japonesa vuelve a ofrecer oportunidades de inversión.
Para Tony Glover, responsable de inversiones de bolsa japonesa de BNP Paribas IP, la apuesta en renta fija de este mercado realmente depende de las asunciones que tenga el inversor: “Una inversión en deuda japonesa, desde el punto de vista de un inversor europeo, es una apuesta en el yen. Los inversores de nuestro fondo Parvest Bond JPY generalmente así lo hacen si piensan que la divisa se fortalecerá, como tiende a ocurrir en tiempos de estrés y aversion al riesgo”, comenta.
El experto explica que un fortalecimiento del yen generalmente supone una presión bajista en los mercados de acciones (en la medida en que las perspectivas de beneficios normalmente se revisan a la baja), de forma que la deuda sería una mejor inversión en Japón en ese caso, con respecto a la renta variable del país.
Naruki Nakamura, responsable de renta fija y gestor del Parvest Bond JPY, coincide en que algunos inversores europeos utilizan la deuda pública japonesa para tomar riesgo en el yen: “En el pasado, el yen se fortalecía en un entorno de risk-off. Aunque la situación fiscal del país continúa deteriorándose, pensamos que la crisis nipona está al menos a una distancia de cinco años. Así que, si un inversor en euros quiere diversificar sus inversiones, comprar deuda pública nipona sin cobertura de la divisa podría tener sentido, especialmente si está preocupado sobre el escenario de aversión al riesgo europeo”, comenta.
Sin caídas esperadas en el yen
En el actual entorno, los expertos no esperan fuertes caídas de la divisa. El gestor Nakamura explica las políticas del Banco de Japón –que cambiaron en septiembre de 2016, de forma que la autoridad pasó de pensar en QE ilimitados, incapaces de resolver los problemas, a controlar la curva-. “Solían pensar que un QE ilimitado podría resolver los problemas, pero ya no es así y actualmente se resisten a incrementar el QE y a introducir una política de tipos negativos más profundos”. Así, la autoridad monetaria “solo quiere arreglar la curva de rentabilidad” en los niveles actuales, lo que significa que no esperan en la gestora que el yen caiga demasiado por este motivo (sí podría caer por otras razones, por ejemplo, que EE.UU. restringiera su política monetaria más de lo esperado y el yen cayera mucho frente al dólar en ese caso).
Además, la renta fija sería una buena inversión en caso de crisis global, puesto que se espera un yen al alza: “Si hay otra crisis financiera global, esperamos que el yen en un principio se fortalezca pronunciadamente; entonces, si es excesiva su apreciación, el banco central podría de nuevo cambiar su política para añadir una relajación monetaria agresiva, que probablemente limitaría la subida de la divisa”, apostilla.
Inversores nacionales y foráneos
El gestor pone en perspectiva las mejores oportunidades actuales: “Miremos el índice más popular, Nomura BPI. A fecha de 27 de febrero, la rentabilidad era del 0,11%, con una duración de 8,6 años; quitando la porción gubernamental, la rentabilidad es del 0,09%, con duraciones de 9,1 años. No muy atractivo pero mucho mejor si se compara con la situación el pasado 7 de julio, cuando las rentabilidades eran del -0,18% y -0,19%, respectivamente”, es decir, estaban en negativo.
Por esta visión de la divisa y por esta situación de atractivo relativo, Nakamura explica que la deuda pública nipona ha sido atractiva, tanto para inversores domésticos en yenes como internacionales (cubriendo o no la divisa, si bien en los últimos tiempos sobre todo cubriendo la divisa).
Así, los inversores domésticos en yenes, y porque las actuales tasas de la liquidez son aún negativas, necesitan comprar algo de deuda denominada en yenes incluso a estos niveles. “Hemos visto en las últimas semanas a inversores, sobre todo compañías aseguradoras, comprar deuda pública japonesa con largos vencimientos, mientras aún hay rentabilidad. Compraron deuda a 30 años con yields del 0,8%-0,9%”, explica.
Cubriendo la divisa…
“Si miras los indicadores de flujos publicados por el Ministerio de Finanzas de Japón, los inversores foráneos han sido fuertes compradores de deuda pública en el tramo corto e intermedio durante meses, en una base de rentabilidad en yenes negativa. Entonces, ¿por qué compraron? Creo que los compradores son inversores en dólares que compran con cobertura de la divisa”, explica. Puesto que el spread del swap a dos años entre el dólar y el yen era a finales de año negativo (-0,85%) y con la deuda pública japonesa al 0,17%, si los inversores basados en dólares compraban deuda a dos años con coberturas de divisa a través de swaps, la rentabilidad en dólares podía llegar aproximadamente al 1,95%, explica el gestor, una cifra mayor a la deuda pública del Tesoro estadounidense a dos años (de alrededor del 1,1% en ese momento). “Inversores con muchos dólares y sin preocupaciones por la iliquidez, como fondos soberanos o la Reserva de divisas, podrían verlo atractivo”, explica.
En el caso de los inversores europeos, contando con que el swap entre el euro y el yen era también negativo (-0,36%), a finales de noviembre del año pasado la rentabilidad de la deuda pública nipona a dos años, con base en euros tras una cobertura del yen, sería del entorno del 0%, mayor a la del bund alemán a dos años (-0,75%), pero nada alta en términos absolutos.
En cualquier caso, defiende el experto, “si eres un inversor institucional con capacidad de cobertura de divisas, amplia liquidez e incapacidad de invertir en bonos de corto plazo con negativa rentabilidad (o prefieres tener el 0% a un retorno negativo), estás dispuesto a sacrificar liquidez y a tomar riesgo gubernamental japonés, el mercado de deuda pública nipón podría ser un candidato para invertir”, explica. A partir de ahora, dice, el swap se ha recuperado y las rentabilidades de la deuda pública nipona están en un nivel negativo más profundo, pero en la medida en que las rentabilidades de los Bunds con vencimientos cortos son más bajas debido al BCE, el atractivo relativo podría ser incluso mayor.
Pixabay CC0 Public DomainPhilippe Berthelot, courtesy photo. "As Rate Volatililty Might Prevail this Year, We’d Have a Propensity to Favour Credit Risk"
Las alarmas han saltado para el universo de renta fija, ante el nuevo ciclo iniciado por la Reserva Federal en EE.UU. de tipos al alza. Pero eso no significa que el activo no siga ofreciendo oportunidades de inversión: Philippe Berthelot, responsable de crédito de Natixis AM, desvela en esta entrevista con Funds Society dónde se presentan. El experto favorece el riesgo de crédito pero limita mucho el riesgo de duración y destaca el atractivo de dos soluciones con el riesgo de tipos de interés muy bajo, Natixis Euro Short Term Credit y Natixis Short Term Global High Income.
Cuando hablamos del actual entorno de renta fija… ¿hay que hablar de peligro ante la llegada de la inflación y las potenciales subidas de tipos?
Es cierto que un escenario de tipos al alza puede no ser tan propicio para los productos de renta fija en general, puesto que puede llevar a algunas rentabilidades decepcionantes. Dicho esto, 2017 es totalmente diferente a un escenario como el de 1994: solo esperamos que los tipos en los bonos a 10 años sean a finales de año entre 30 y 40 puntos básicos más altos en EE.UU. y en Europa.
¿Cuáles son sus previsiones para las subidas de tipos en EE.UU. este año y cómo afectará a la renta fija? ¿habrá contagio en Europa?
Se espera que la Fed suba tipos tres veces este año (de hecho, en marzo lo hizo en un 0,25%), pero realmente creemos que no hay nada de qué preocuparse por el lado del BCE. Lo que importaría más en Europa serían insinuaciones sobre el “tapering”: es probable que eso ocurra el próximo año. De momento, el riesgo político es un catalizador del sentimiento, con las elecciones holandesas (ya celebradas), francesas y alemanas.
¿Hay peligro de salidas de capital desde la renta fija a las bolsas?
Es realmente cierto que el aumento de los tipos nominales, en principio, apoya a los activos de riesgo, como la renta variable o incluso el crédito. Con mayores perspectivas de crecimiento en Europa, este año las acciones deberían batir a la renta fija, caeteris paribus.
En este escenario… ¿la renta fija es aún un buen activo para invertir o hay que agudizar la cautela?
Hay muchas clases o segmentos diferentes dentro del universo etiquetado como “renta fija”. Por ejemplo, el grueso de ABS y préstamos senior conforman las carteras de productos de tipos flotantes, pues no son muy sensibles a subidas de tipos de interés. Los diferenciales del high yield también están correlacionados negativamente con los tipos, lo que significa que estos bonos con calidad por debajo del grado de inversión podrían hacerlo bastante bien este año. En último lugar, pero no menos importante, centrarse en las inversiones con duraciones cortas es otra forma de obtener rentabilidades casi siempre positivas.
¿En qué sectores de la renta fija encuentra más valor?
La deuda financiera y subordinada financiera está muy barata frente a la deuda corporativa (pues este segmento no forma parte del universo elegible para el QE del BCE). Los sectores de alta beta, como AT1 o valores híbridos deberían hacerlo bastante bien este año.
¿Prefiere riesgo de crédito o de duración?
Debido a que la volatilidad en los tipos de interés podría permanecer este año, tendemos a favorecer el riesgo de crédito: ratings más bajos con menor riesgo de duración.
Natixis Euro Short Term Credit y Natixis Short Term Global High Income son dos de sus más conocidads soluciones de inversión. ¿Qué características tienen y qué papel juegan en las carteras?
Natixis Euro Short Term Credites un fondo “core”: principalmente invierte en deuda con grado de inversión, más una parte de high yield que puede llegar hasta el 15% de los activos. Con el objetivo de beneficiarse de una mejor rentabilidad, también tenemos una exposición sustancial a deuda financiera subordinada. La duración del fondo está por debajo de los dos años, de forma que cuenta con una sensibilidad limitada a un escenario de tipos de interés al alza.
El segundo fondo, Natixis Short Term Global High Income, también está destinado a invertir en renta fija con una duración por debajo de dos años pero esta vez dentro del segmento de high yield, con una exposición media del 50% en Europa y del 50% en EE.UU. Busca conseguir una rentabilidad más alta, debido a la naturaleza del high yield.
¿Qué retornos pueden esperarse en el crédito con cortas duraciones este año?
Se puede esperar el actual carry con limitadas ganancias de capital: del 0,8% al 1% en deuda con grado de inversión en euros y cerca del 3%-4% para el high yield global con bajas duraciones.
El hecho de tomar bajas duraciones… ¿no limita mucho el retorno?
Tomar bajas duraciones proporciona una mejor ratio de Sharpe en general, con el carry más alto por unidad de riesgo. Limita las caídas a cambio de expectativas de retorno algo más bajas.
Ahora, ¿dónde se pueden encontrar mejores oportunidades en crédito, en Europa o EE.UU., high yield o grado de inversión?
La respuesta es triple: la calidad crediticia es mucho mejor en Europa, con menor ratio de defaults y menor apalancamiento; la renta fija estadounidense posiblemente se verá dañada por un ciclo al alza en los tipos, pero el carry es mucho mejor en EE.UU (asumiendo que no hay cobertura en dólares desde el punto de vista de un inversor en euros).
¿Le gusta el perfil rentabilidad-riesgo que ofrece la deuda de los mercados emergentes?
Tenemos muy poca exposición a parte de algo de deuda corporativa en divisa fuerte en algunos nombres específicos. Hay otro equipo en la gestora que invierte en divisa local en crédito emergente.
Pixabay CC0 Public DomainJim Caron, portfolio manager and senior member on the Morgan Stanley Investment Management Global Fixed Income team . "A Rate Hike by the ECB May Not Occur Until Later in 2018 at the Earliest"
La inflación y las subidas de tipos acechan a la renta fija, que afronta riesgos importantes aunque Jim Caron, gestor del equipo de renta fija global de Morgan Stanley IM (MSIM), no cree que la sangre llegue al río, teniendo en cuenta que la subida de precios será progresiva y las alzas de tipos se contendrán. En esta entrevista a Funds Society, el experto se muestra convencido de la necesidad de una gestión activa y dinámica en renta fija, para encontrar valor en el entorno actual, y apuesta por segmentos del mercado como los títulos respaldados por hipotecas de emisores no gubernamentales de EE.UU., mercados emergentes o high yield de empresas de mediana capitalización, para combinar en una cartera de deuda dinámica que puede llegar a ofrecer rendimientos este año del 5%-6%.
¿Hay peligro para los inversores en renta fija si tenemos en cuenta la llegada de un mayor crecimiento, inflación y próximas subidas de tipos de interés?
El riesgo principal para la renta fija es una subida repentina y sostenible de los tipos de interés. Las condiciones necesarias para que ello se produzca son que el mercado crea que el crecimiento interno doméstico y global mantendrá una tendencia alcista y que la inflación subirá. Sin embargo, hay pocos indicios de que una situación así de sostenible y de tal impacto realmente se produzca. Creemos que las condiciones de crecimiento e inflación van en aumento, pero a un ritmo moderado, no rápidamente. La clave para los inversores de renta fija es crear una cartera duradera que sea gestionada de manera dinámica. Esto permite construir una cartera con activos que sean menos sensibles a los tipos de interés como, por ejemplo, productos con riesgo de crédito, y permite al gestor del fondo gestionar los riesgos de duración. Si se realiza de manera adecuada, los fondos de renta fija pueden generar un exceso de rentabilidad positivo, incluso si los tipos suben.
¿Cuáles son sus expectativas de subidas de tipos en EE.UU. este año y cómo afectarán a los mercados?
Creemos que la Fed podría subir los tipos dos veces este año, si bien hay riesgo de que los suba una tercera. Tal y como nosotros lo vemos, la Fed procedería con cautela ya que quedan aún muchas incógnitas con respecto a la política fiscal de Estados Unidos, los riesgos de la situación política en Europa y los riesgos económicos que rodean al comercio y a China.
¿Podría haber contagio al BCE?
El BCE se enfrenta a los mismos retos, pero aún se encuentra por detrás de Estados Unidos en el proceso de recuperación tras la crisis. La subida de los tipos por parte del BCE no tendrá lugar hasta finales del 2018, como muy pronto.
¿Ve riesgo de movimiento de capitales desde la renta fija a la variable?
Admitimos que existen otros riesgos para la renta fija en cuanto a flujos de capital; se invierte mucho en renta fija y poco en renta variable. Si las condiciones económicas mejoran de forma convincente, entonces es probable que los inversores se muevan desde renta fija a renta variable. Esto supone un riesgo. Sin embargo, si las rentabilidades de los bonos aumentan lo suficiente, la economía podría desacelerarse y atraer de nuevo a los inversores hacia la renta fija. Por tanto, hay ciertas limitaciones con respecto a cuánto y con qué rapidez las rentabilidades de los bonos pueden aumentar en el contexto actual.
Considerando todo esto, ¿es aún la renta fija un activo atractivo para la inversión, es posible encontrar valor?
La renta fija seguirá teniendo un peso importante en las carteras equilibradas. Sí, creemos que aún hay oportunidades en renta fija, pero debe gestionarse de otra manera. Creemos que una gestión flexible y dinámica es fundamental. Una estrategia flexible obtendrá mejores resultados que una estrategia pasiva, ya que permitirá al gestor de renta fija quitar riesgo de aquellos sectores del mercado de renta fija que sean más sensibles a las subidas de tipos y asignarlo a otros sectores que sean menos sensibles a tales subidas.
¿En qué áreas hay aún valor?
Creemos que ciertos activos de renta fija tienen algunas características favorables en el contexto actual: en primer lugar, activos con una mejora de sus fundamentales, además de activos que posean rentabilidad y carry atractivos; en tercer lugar, activos favorecidos por factores idiosincráticos positivos tales como la valoración y aspectos técnicos, como son la relación entre oferta y demanda y por último, activos más sensibles al crédito que a los tipos de interés.
¿Prefiere el riesgo de crédito al de duración?
Los activos que creemos que tendrán un mejor comportamiento son: los títulos respaldados por hipotecas de emisores no gubernamentales de EE.UU. -estos activos se benefician de la mejora de los indicadores fundamentales y tienen unos indicadores técnicos de oferta y demanda positivos, además de ofrecer un carry atractivo y ser más sensibles al crédito que a los tipos de interés-. En segundo lugar, los mercados emergentes: nos gustan los exportadores de materias primas tanto en moneda local como en moneda dura. Para invertir en bonos en moneda local, elegimos países cuyos indicadores fundamentales estén mejorando, tengan rentabilidades atractivas y sus divisas devaluadas. En tercer lugar, el mercado high yield de mediana capitalización: compañías con menos de 1.000 millones de dólares de deuda viva, cuya rentabilidad depende más del componente de crédito idiosincrático que de los tipos de interés. Nos gusta el sector manufacturero, el de exploración y producción de energía, y el sector de alimentos y bebidas. Creemos que los bonos soberanos de alta calidad, al ser más sensibles a los tipos de interés, tendrán un peor comportamiento.
En deuda europea periférica, ¿hay aún oportunidades en mercados como España?
Creemos que los mercados de renta fija periféricos europeos suponen un riesgo y por ello tenemos una exposición mínima. Los riesgos provienen de la incertidumbre política. No obstante, una vez los periodos electorales hayan transcurrido en Europa, sí consideramos que tener renta fija periférica tiene sus ventajas. De todas formas, creemos que en los próximos meses se abaratará más.
¿Qué retornos se pueden esperar?
Las rentabilidades en el mercado de renta fija variarán según el tipo de activo y la estrategia. En nuestro fondo gestionado de manera dinámica y sin restricciones, Global Fixed Income Opportunities, creemos que podemos alcanzar rentabilidades del 5%-6%. Nuestra selección de activos y ponderaciones se centran en instrumentos menos sensibles a los tipos de interés, tales como títulos respaldados por hipotecas de emisores no gubernamentales, deuda de mercados emergentes y bonos de alta rentabilidad (high yield). Además, tenemos una posición infraponderada en duración como protección adicional a un aumento de los tipos de interés.
Foto: Agnes Gautier
. Activos refugio, coberturas y reducciones tácticas: impera la cautela entre las gestoras antes de la primera ronda de las elecciones francesas
Tras la remontada de última hora de Jean-Luc Mélenchon en las encuestas de cara a la primera vuelta de las elecciones en Francia, los mercados se han puesto más nerviosos, si cabe. Los riesgos están aumentando y todavía escuece la complacencia vivida en torno al Brexit o la llegada Donald Trump a la Casa Blanca.
Por si fuera poco, el atentado islamista sufrido ayer en París refuerza los argumentos euroescépticos y en contra de la inmigración que el Frente Nacional que lidera Marine Le Pen lleva esgrimiendo toda la campaña desde Niza hasta Lille, y desde Nantes a Metz.
Los analistas coinciden: la probabilidad de que Le Pen se convierta la vigesimoquinta presidenta de la República Francesa son escasas, pero hay que mantener la cautela y buscar métodos para reducir la magnitud de un eventual impacto negativo en las carteras, conservando al mismo tiempo una asignación de activos correctamente expuesta.
“La respuesta depende claramente del tipo de cartera, pero pensamos que es necesaria esa protección. En efecto, considerando los altos niveles de los mercados y la poca consideración, en general, de este riesgo político, el nivel de riesgo nos parece hoy asimétrico en detrimento del inversor”, explica en su análisis La Française.
“Hoy en día los mercados no nos remuneran lo suficiente como para ignorar esta posibilidad”,añaden los expertos de la gestora gala.
Candidatos en el margen de error
Conforme se acerca la cita, este domingo 23 de abril, la situación se está volviendo más tensa y sigue habiendo una gran incertidumbre. Las encuestas del fin de semana muestran a los cuatro candidatos principales dentro del margen de error estándar de cada uno y las gestoras intuyen el riesgo. “Cuanto menor sea la participación, mayores serán las posibilidades de Le Pen de ganar”, recuerda Oddo Meriten AM.
Tras lo vivido en el último año, ¿quién se fía ahora de las encuestas?
“La mayor preocupación para los inversores es la insinuación de que cerca de un 30% del electorado puede no acudir a votar. Esto aumentaría las opciones de una segunda vuelta Le Pen frente a Mélenchon. A los mercados no les gustaría que esto ocurriera. Si ocurre, podemos esperar una venta masiva de bonos del gobierno francés, una caída del euro y otra ronda de preguntas sobre la estabilidad de Europa”, advierte Patrick O’Donnell, gestor en Aberdeen Asset Management.
Por su parte, Nick Peters, portfolio manager de Fidelity, reconoce también que en los últimos 6 meses ha tratado de diversificar las exposiciones de su cartera de forma más general, aunque sigue siendo optimista sobre la renta variable europea en los fondos que gestiona, el FF Global Multi Asset Tactical Defensive Fund y del FF Global Multi Asset Tactical Moderate Fund.
“He elevado mi exposición al oro, además de introducir una nueva posición larga en el yen japonés, una moneda que suele actuar como refugio», afirma.
Fidelity sigue creyendo que el resultado más probable es un enfrentamiento en segunda vuelta entre Le Pen y Emmanuel Macron, un candidato más centrista. Este resultado sería positivo para los mercados, de tal modo que el euro subiría y el diferencial entre la deuda francesa y alemana se estrecharía. “Hasta ahora los bonos del estado francés se han llevado la peor parte del nerviosismo”, recuerda.
Movimientos defensivos
Y es que incluso aunque Le Pen no consiga sacar el máximo partido a su impulso electoral, Franklin Templeton prevé que el populismo seguirá predominando en el discurso político europeo en los próximos años.
“A largo plazo, una victoria de Macron podría resultar negativa para los mercados de renta fija de Francia, dado que actualmente sus políticas son confusas y no parecen abordar las dos principales preocupaciones económicas del país: los altos niveles de ratio de deuda/producto interior bruto (PIB) y de déficit por cuenta corriente”, apunta David Zahn, director de Renta Fija Europea de Franklin Templeton Fixed Income Group.
Zahn no duda tampoco de la reacción negativa inmediata de los mercados en caso de que Le Pen ganara la segunda vuelta de las elecciones.
En la misma línea defensiva ha ido el análisis de Unigestión. “Creemos que la victoria de uno de los candidatos populistas, o incluso unas encuestas más ajustadas de lo esperado, podría provocar una recogida de beneficios generalizada o un posicionamiento más defensivo por parte de los inversores. Para nosotros, el equilibrio entre el riesgo probable y el retorno ha cambiado desfavorablemente. Como resultado, estamos actuando para protegernos contra el riesgo de una gran sorpresa durante las elecciones presidenciales francesas”, explican Florian Ielpo, responsable de macroeconomía del equipo de análisis, y Guilhem Savry, gestor del equipo de multiactivos.
Primas de riesgo al alza
Es precisamente ese sentimiento anti-europeísta que se está asentando en el Viejo Continente el que preocupa también a Philippe Ithurbide, responsable global de estrategia y análisis de Amundi AM.
En este contexto, dice, “parece lelegítimo que las primas de riesgo (spreads frente a Alemania, volatilidad, CDS …) permanezcan en un nivel alto hasta que veamos más claramente el resultado”. Ithurbide recuerda, sin embargo, que mientras los votos de Brexit y las elecciones americanas tuvieron lugar en una sola ronda, las elecciones francesas se llevan a cabo en dos, y es probable en Francia, “el juego de alianzas y transferencias de votos marque la diferencia”.
Otra gestora en reducir tácticamente sus posiciones en renta variable ha sido Edmond de Rothschild AM. “Tememos que los mercados –demasiado entusiastas– estén tomando poco en consideración los riesgos políticos. En el transcurso de los próximos meses, la anticipación y la compra de coberturas va a ser cada vez más importante para los inversores”, afirma François Raynaud, gestor de fondos de Asignación de Activos y Deuda Soberana de la firma.
Para Emmanuel Kragen, gestor de Cross Asset de La Financière de l’Echiquier, la prima de riesgo político debería seguir contaminado los mercados incluso después de la primera ronda. Sin embargo, la firma estima que el riesgo es exagerado.
“No esperamos que Marine Le Pen gane, y debido al sistema electoral, no podrá reunir una mayoría parlamentaria para implementar su programa (incluyendo el referéndum de la UE). Por tanto, habrá un rally de alivio en los mercados de renta variable después de las elecciones”, vaticina.
Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM, recuerda también que las acciones europeas, en parte eclipsadas por el riesgo político ofrecen mejor valor relativo que las de Estados Unidos. “Los inversores subestiman el riesgo de que Le Pen gane, pero un buen resultado del Frente Nacional en la primera ronda puede sacudir los mercados”, dice.
Foto: Gayle Nicholson
. El "extraordinario ciclo crediticio" se alarga ante la reducción del riesgo en las carteras
De acuerdo con Michael C. Buchanan, subdirector de inversiones de Western Asset, filial de Legg Mason, nos encontramos en un ciclo crediticio extraordinario y debemos ser conscientes de ello. En su opinión, existen fuerzas sin precedentes que generarán un ciclo más largo de lo que jamás se ha presenciado.
Según el especialista, este ciclo en concreto será único por la normativa y la política acomodaticia de los bancos centrales.
La normativa: Buchanan considera que dado que los reguladores fueron demasiado flexibles durante la crisis financiera, que era probable que la situación se revirtiera y que asistiéramos a una regulación muy estricta que favorecería a los inversores en renta fija. “Si algo teníamos claro era que las autoridades reguladoras harían todo lo posible para asegurar la estabilidad financiera de los bancos más importantes. Las instituciones financieras son un componente de gran envergadura en el segmento de deuda corporativa con grado de inversión, por lo que el hecho de que los reguladores forzaran esa gran mejora nos confirió un cierto grado de comodidad en nuestra exposición, no sólo al sector financiero, sino a la deuda corporativa en general”, menciona.
La política acomodaticia de los bancos centrales: “se aplicó a escala mundial y no tenía precedente alguno, y también consideramos que sería favorable para la deuda corporativa” añade.
En el segmento de deuda corporativa con grado de inversión, Buchanan considera que el aumento del apalancamiento responde principalmente a las adquisiciones dentro del mismo sector por parte de empresas de gran calidad. “Este tipo de adquisiciones tienden a reducir el apalancamiento de forma predecible y fiable con el tiempo. Las empresas de elevada calidad casi sin endeudamiento han decidido aprovechar el contexto de bajos tipos y aumentar la deuda en sus balances. Estas compañías siguen manteniendo un perfil defensivo y de gran calidad”.
En el segmento de high yield, “la reducción de los precios de las materias primas resultó en una marcada tensión en los sectores de energía y de metales y minería. Estos sectores protagonizaron un elevado nivel de incumplimientos crediticios en 2016. Pero ahora, en vista de la recuperación de los precios de las materias primas y del hecho de que las empresas más débiles y vulnerables ya han incurrido en impago, la tasa de impago del resto de títulos de deuda corporativa está descendiendo con celeridad. Los sectores restantes en el segmento de alto rendimiento no han experimentado cambios en su apalancamiento en los últimos cinco años y los impagos se encuentran en niveles históricamente reducidos”.
Sobre las acciones de la Fed en los mercados de deuda corporativa el especialista menciona que “históricamente, la deuda corporativa ha registrado un comportamiento positivo en contextos de subida gradual de tipos. Seguimos pensado que esta es la situación. Hay margen para la compresión de los diferenciales. A medida que suban los tipos, si lo hacen por los motivos adecuados, si la economía protagoniza una mejora generalizada, esperamos que la deuda corporativa mejore su rendimiento, si bien sufrirá parte de las consecuencias de esta medida: unos tipos más elevados con unos diferenciales más ajustados”.
Buchanan y su equipo creen que las duraciones seguirán reflejando su visión macroeconómica. “Seguiremos realizando cambios en la duración de nuestro posicionamiento en la curva en función de nuestra visión macroeconómica general. Como gestores, reflexionaremos sobre los efectos de esta estrategia en el contexto de una cartera diversificada que cuenta con una amplia gama de activos de riesgo”, concluye.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Ana Rey
. BlackRock lanza un fondo UCITS de renta fija con impacto positivo sobre el medio ambiente
BlackRock lanza el fondo Green Bond Index ante la creciente demanda por parte de los inversores de productos en este segmento del mercado de renta fija. Con este fondo, la gestora les ofrece exposición a una serie de instrumentos de renta fija emitidos para financiar proyectos con beneficios directos sobre el medio ambiente. El fondo se optimizará de modo que genere una rentabilidad que refleje la del índice Bloomberg Barclays MSCI Global Green Bond.
“Nuestros clientes están mostrando un gran interés por los bonos verdes, ya que quieren invertir de un modo respetuoso y beneficioso para el medio ambiente, sin que ello conlleve cambios significativos en la asignación por sectores o en el riesgo de liquidez de sus posiciones. Los clientes interesados son desde grandes inversores institucionales hasta family offices e inversores particulares”, diceAshley Schulten, responsable de Soluciones medioambientales (renta fija) y cogestora del fondo.
El fondo está gestionado por Ashley Schulten y Darren Wills, que suman una trayectoria de inversión de más de 35 años. Además, Schulten y Wills cuentan con el apoyo del equipo de renta fija global, que gestiona más de 1.457 billones de dólares (datos de BlackRock a 31 de diciembre de 2016) en nombre de sus clientes, mediante estrategias de gestión tanto activas como pasivas. Schulten fue premiada como una de las tres mejores gestoras de inversión en bonos verdes e inversión responsable en los Sustainable Investment Awards de GlobalCapital de 2016.
El objetivo de la gestora con este fondo UCITS es hacer uso de sus equipos de negociación y de mercados capitales, así como de su bagaje en investigación medioambiental y gestión de carteras para impulsar el desarrollo de esta importante opción de inversión a escala global. La firma es líder en el mercado de bonos verdes y contribuye a establecer los estándares del mercado e impulsa el crecimiento del sector, por ejemplo, en calidad de socio de Climate Bonds Initiative y miembro de la Comisión Ejecutiva de Green Bonds Principles.
BlackRock Impact
En febrero de 2015, se lanzó BlackRock Impact, su plataforma global dedicada a los inversores con objetivos sociales o medioambientales. El desarrollo del fondo Green Bond Index de BlackRock vuelve a poner de manifiesto su compromiso con este tipo de estrategias y permite a los inversores acceder a una plataforma que actualmente gestiona activos en carteras de inversión de impacto y que siguen criterios ESG, así como monitorizarlas.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Gunther Hagleitner. Cuanto más suben las bolsas en Estados Unidos, más riesgo corren los inversores
Si los mercados tropiezan conforme avanza el 2017, es poco probable que se deba a un acontecimiento político inesperado, sino más bien a un cambio dirección en la recuperación coordinada del comercio mundial que hemos visto en los últimos tres trimestres. Las bolsas están reaccionando más a una ola de crecimiento mundial sincronizada que a los cambios políticos en Washington o a las elecciones en Europa. Japón, China, la eurozona y Estados Unidos han visto aumentar las sorpresas económicas en los últimos meses y el mercado ha reaccionado en consecuencia.
Pero ahora hay indicios de que este aumento en el crecimiento –como las tres olas anteriores dentro de este ciclo de ocho años– podría tambalearse. Estas son las razones por las que puede haber otra desaceleración:
China, el principal impulsor de la mejora sincronizada en la economía mundial a partir de mediados de 2016 comienza a mostrar signos de tensión. El crecimiento interanual del crédito y de la oferta monetaria se está desacelerando con respecto al ritmo observado en 2016. Además, las autoridades chinas han restringido recientemente el crédito para las compras de automóviles y viviendas. En el pasado, el crédito ha sido tanto un acelerador económico como un mecanismo de frenado en China, especialmente en los precios de los productos básicos. Ahora podemos estar entrando en la fase de frenado.
La eurozona, la inesperada estrella del crecimiento mundial en 2017 también está enviando señales de advertencia. Al igual que en China, el crecimiento del crédito se está desacelerando. Además, la inflación ha perdido su impulso alcista y los exportadores europeos están fuertemente expuestos a una desaceleración de China.
A pesar de la solidez de los mercados de trabajo y optimistas indicadores de confianza, el problema también se esconde en Estados Unidos. Aunque los salarios han aumentado modestamente en las últimas semanas, la inflación ha aumentado más rápido, exprimiendo los ingresos reales. Por otra parte, los gastos de atención sanitaria y los altos costes de vivienda se combinan para frenar el gasto de los consumidores.
Al igual que los consumidores, las empresas estadounidenses se enfrentan a un aumento de los costes, que están agotando los márgenes de beneficios. El aumento de este factor ha sido, quizás, la base más importante del mercado alcista de los últimos ocho años. Sin embargo, la actual compresión de márgenes, combinada con un poder de fijación de precios poco impresionante, son elementos que amenazan la historia positiva de flujos de caja libre que han impulsado este ciclo económico.
A pesar de estos contratiempos, sin embargo, no parece que haya un riesgo elevado de caer en recesión.
¿Nos respaldan las políticas de Washington?
Así que, dado que no es probable otra recesión y que los mercados esperan un cóctel de recortes fiscales y derogaciones regulatorias por parte de Washington, ¿no deberían los inversores estar sobreponderados en renta variable de Estados Unidos? La respuesta es no. En un contexto de beneficios que caen y de presiones en los ingresos, debemos tener muy en cuenta los precios de mercado. Aunque las acciones estuvieron relativamente baratas durante gran parte de este ciclo de mercado, ya no es así.
Estas son algunas medidas que utilizo para evaluar las valoraciones relativas. Primero, examino el rendimiento del flujo de caja del índice S&P 500. Se ha desacelerado a un 2,6% frente a los rendimientos de flujo de caja del 5% y 6% registrados antes del ciclo. Esto me indica que el mercado ya no está barato comparado con otros ciclos y que la dinámica de precios ha descontado muchas buenas noticias de cara al futuro.
Otra medida que utilizo para calibrar las valoraciones es el PER ajustado cíclicamente. Este está lanzando señales de advertencia. Se ha movido a cerca de 30x, una lectura muy alta, excedida solamente dos veces en la historia de más de 100 años. La relación precio/ventas del mercado también es alta, mientras que las pequeñas empresas han alcanzado algunos de los ratios de precio en relación a expectativas de ganancias más altos jamás vistas en la historia.
No hay mucho margen de maniobra
Incluso pese a estas señales de advertencia, el mercado sigue descontando un contexto fundamental y macro muy benigno. Descuenta que las empresas sean capaces de aumentar los precios más rápido de lo que lo hacen los costes, elevando los márgenes de ganancia otra vez a niveles robustos vistos anteriormente en el ciclo. También descuenta unos tipos de interés relativamente estables, unos impuestos decrecientes y que las barreras comerciales no aumentarán. A esto se suma la noción implícita de que la duración de este ciclo económico se extenderá, tal vez durante años.
Cuando las acciones tienen ratios PER relativamente bajos y bajos ratios de precios en relación a las ventas, los inversores pueden aguantar algunas decepciones, especialmente a principios del ciclo, ya que estos contratiempos tienden a ser superados rápidamente. Pero en un ciclo que ya dura ocho años, los días de valoraciones baratas se han marchado hace mucho tiempo. El alto precio actual de los activos financieros sugiere que repunte lleva a los inversores a una posición más precaria.
Para parafrasear a Chris Bonington, el famoso escalador del Everest, cada paso hacia la cumbre implica cada vez más riesgo. No podemos ver la cumbre desde aquí, pero ahora mismo, parece estar envuelta en nubes.