Reunión de la Fed: una subida de 25 puntos básicos es casi segura

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Reunión de la Fed: una subida de 25 puntos básicos es casi segura
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: DaveBleasdale. Reunión de la Fed: una subida de 25 puntos básicos es casi segura

En la antepenúltima reunión del año del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), el consenso del mercado espera que la Fed anuncie un alza de tipos de 25 puntos básicos, situando la tasa de interés de fondos federales en un rango entre el 2% y el 2,25%, y anticipa una subida adicional en alguna de las dos siguientes reuniones del año, ya sea en noviembre o diciembre.  

Además, en la reunión de septiembre se revelarán nuevas proyecciones económicas y las valoraciones de los participantes del Comité Federal de Mercado Abierto sobre política económica, es decir, una nueva entrega del famoso diagrama de puntos de la Fed, que se ha convertido en una herramienta de predicción sobre los posibles movimientos en la tasa de interés de fondos federales. 

“Creemos que es probable que la Reserva Federal comunique que su política monetaria deja de ser acomodaticia, o que simplemente elimine esa palabra de su comunicado. En los recientes discursos realizados por miembros de la Fed se ha hecho hincapié en que las tasas están llegando a un nivel de neutralidad y que están en el camino de convertirse en política restrictiva dentro de una expansión económica continuada”, comentan desde el equipo de BofA Merrill Lynch Global Research.

“Esto se puede ver reflejado en el diagrama de puntos, cuyo riesgo aumenta en el largo plazo del 2,875% al 3,0%. También creemos que el diagrama de puntos de 2021, que será de nueva entrega, será algo más elevado que el de 2020, sitúandose en un 3,5%. Esto significa que la Fed está debatiendo si las tasas estarán al menos unos 50 puntos básicos por encima de la tasa de equilibrio a largo plazo. Los mercados esperan que la Fed tenga un tono más optimista, lo que podría no resultar en una reacción significativa en el incremento de tasas o en las proyecciones, especialmente si se tiene en cuenta cómo ha cambiado la cotización para 2019 de la Fed. Creemos que la Fed está comprometida a endurecer su política monetaria y esto debería resultar en una curva más plana con el transcurso del tiempo. Los mercados de divisas están esperando una Fed optimista y el dólar estadounidense se ha depreciado con la reciente anticipación de nuevas subidas de tasas”, explican.

De este modo, François Rimeu, responsable de multiactivo y estratega senior de La Française AM, argumenta que en su gestora esperan que el “punto medio” del diagrama de puntos permanezca prácticamente sin cambios con dos alzas más este año: entre ellas que la Reserva Federal incremente la tasa de fondos federales en 25 puntos básicos, (tal y como lo espera el mercado); tres en 2019 y una en 2020.

“También conoceremos las nuevas previsiones para 2021, que deberían ser similares a las previsiones para 2020. Las tasas de largo plazo cambiarán cuando un nuevo votante, el Sr. Clarida, exprese su opinión por primera vez; creemos que será revisado a la baja, pero sin un impacto significativo en los mercados”, aclara Rimeu.

Cuatro subidas en 2018

La parte que despierta más interés y, por tanto, resulta más interesante de la reunión de este miércoles será el comunicado posterior que efectuará Jerome Powell, ya que la subida en el mes de septiembre está del todo descontada. “Con esta nueva subida, la Fed habrá realizado tres alzas de tipos este año. Desde Degroof Petercam esperamos una nueva subida antes del cierre del ejercicio. La mayoría de los miembros de la FED secundan esta cuarta subida y el mercado le otorga una posibilidad cercana al 80%. Los datos macroeconómicos publicados recientemente refrendan este escenario. El crecimiento de la economía norteamericana se sitúa ligeramente por encima del 4% y el mercado laboral se encuentra en pleno empleo. Con estos datos, es fácil pensar que la decisión está tomada. Esperaremos para saber si los datos adelantados que posee la Fed siguen en esta línea o si, por el contrario, se empieza a vislumbrar una ligera desaceleración”, indica Juan Ramón Casanovas, responsable de la gestión de carteras privadas en Bank Degroof Petercam Spain.

En ese sentido, Franck Dixmier, director global de renta fija en Allianz Global Investors, espera que la Reserva Federal enfatice sobre la necesidad de llevar a cabo una normalización continuada de la política monetaria, realizando un total de cuatro aumentos en 2018 y dos más en la primera mitad del próximo año.

“Cada nuevo informe sobre el sólido crecimiento económico en Estados Unidos, así como el aumento controlado de la inflación, parece validar el enfoque de la Fed para normalizar la política monetaria de Estados Unidos. La actividad económica está en auge en los Estados Unidos y la Reserva Federal parece estar haciendo un buen trabajo al continuar con la normalización de la política monetaria sin perder de vista la inflación. Si bien el informe del IPC de agosto fue levemente inferior a las expectativas, el informe de empleo del mismo mes arrojó un sólido conjunto de datos. Las nóminas de EE. UU. han sido fuertes, el crecimiento de los salarios, situado en un 2,9%, es saludable y el desempleo se encuentra en un 3,9%. Incluso la medida más amplia de la tasa de desempleo, el informe U-6, cayó en agosto a un impresionante mínimo en 17 años”, señala Dixmier.

Según explica el experto de Allianz GI, esta convergencia de la actividad económica indica claramente que la economía de Estados Unidos está avanzando. Sin embargo, aunque la inflación tiende a subir, habiendo llegado al 2,7% en el mes de agosto, no está aumentando como para enviar una señal de advertencia a la Reserva Federal.

“Es importante enfatizar que la Reserva Federal no pondrá sus planes de alza de tipos en piloto automático. El FOMC será pragmático a medida que se acerque a la tasa neutral, una tasa que no estimula ni frena el crecimiento económico. Las estimaciones varían sobre cuál es la tasa neutral correcta, pero el presidente de la Reserva Federal de Dallas, Robert Kaplan, dice que es alrededor del 2,5%; otras estimaciones lo ubican alrededor del 3%, mientras que el rango objetivo para los tipos de fondos federales es en la actualidad entre un 1,75% y 2,00%. En cualquier caso, a medida que la Reserva Federal se acerque más a la tasa neutral, esperamos que permanezca inmune a la presión política, a medida que evalúa el camino seguido por la inflación y sus riesgos para la actividad económica de Estados Unidos. Al mismo tiempo, la Fed es consciente de los riesgos que se avecinan, como la escalada de las guerras comerciales, un Brexit difícil, una política contenciosa en Italia, el contagio en los mercados emergentes y la desaceleración en China”, añade.

“En general, la política de la Fed sigue siendo acomodaticia, a la vez que, claramente, no está detrás de la curva, y la Fed parece estar elevando los tipos a la tasa adecuada para mantenerse al día con la inflación. Hay que tener en cuenta que el FOMC comenzó las subidas al comienzo del ciclo económico actual, cuando no había inflación, porque confiaba en que la inflación volvería. Y la Fed tenía razón”, asevera.

La que sería la tercera subida del año, estaría en línea con el mensaje comunicado en las anteriores reuniones de la Fed, en un contexto donde el mercado ya descuenta con un 83% de probabilidades una subida adicional en diciembre, según señalan los expertos de Renta 4 Banco.

Concuerda con esta visión, Hans-Jörg Naumer, responsable global de mercados de capitales y research temático de Allianz Global Investors, que cree la subida de los tipos de interés es casi segura. “El mercado monetario anticipa ya esa subida y las expectativas respecto a sus tipos se han movido un poco al alza ajustándose a lo que se espera del FOMC. Será interesante ver hasta que punto la citada autoridad monetaria cambia su lenguaje y pasa a utilizar el adjetivo “neutral”, en lugar de “acomodaticio”. Tendrá que ir con pies de plomo, ya que no quiere que el mercado descuente que el ciclo de subidas terminará antes, pero sabe que se está acercando cada vez más al tipo de interés neutral”.

En esa misma línea, Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM, gestora afiliada de Natixis IM, también apuesta por un escenario de cuatros subidas de tipos en 2018 y aplaza las incógnitas para el 2019.  “En las últimas actualizaciones de las proyecciones económicas y financieras realizadas por los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto en junio, se esperaban tres subidas de tipos en 2019, ¿cómo podríamos tener una idea más clara de lo que está por venir? Parece que para 2018 ya estuvieran confirmadas cuatro subidas por parte de la Fed. Mencioné este escenario a principios de año debido a la política fiscal expansionaría implementada por la Casa Blanca, y no he cambiado de opinión, la subida en la tasa de interés de fondos federales no es más que un modo de contrarrestar los desequilibrios creados por esta política que busca impulsar la demanda doméstica”, comenta.

Asimismo, Dave Lafferty, estratega global en jefe de Natixis IM, defiende que, en su opinión, la política de la Fed se aproxima a una fase más peligrosa a medida que se avanza hacia el 2019. “La tasa real de los fondos federales está alcanzando 0% por primera vez en 10 años ya que la tasa cercana al 2% finalmente está alcanzando a la inflación de casi 2%. Los créditos inmediatos ya no son dinero gratis. Quizá lo más importante es que la ruta esperada para la restricción de la Fed hacia el año próximo deberá llevar las tasas a más de r* (“r-star”), la frontera teórica donde la política de la Fed va de acomodaticia a restrictiva. Independientemente de que tan bien Powell difunde su mensaje esta semana, el logro de estas dos hazañas debe fungir como una advertencia de que los próximos 100 puntos base de restricciones serán probablemente mucho más dolorosos para los inversionistas que los últimos 100 puntos base”, explica el experto de Natixis IM.

Lectura positiva de la economía doméstica

Las previsiones económicas se actualizarán, pero nuevamente, sin cambios significativos, ya que el crecimiento y la inflación siguen una tendencia similar a la observada en agosto. Según apuntan desde el equipo de análisis de Ahorro Corporación Financiera, el PIB del tercer trimestre de 2018 podría mantener un fuerte ritmo de crecimiento, en torno al 3,2% inter-trimestral anualizado, después de haber crecido un 4,2% en el segundo trimestre de 2018, favorecido por la rebaja fiscal aprobada a comienzos de año. “Creemos que, con la tasa de inflación en el entorno del objetivo (el deflactor del consumo privado se sitúa en el 2,3% interanual y la tasa subyacente en el 2,0%), la fortaleza del crecimiento económico y los mínimos de la tasa de paro (3,9%) respaldan que la Fed siga subiendo los tipos de interés gradualmente”, comentan.

Por otra parte, esperan que las previsiones macroeconómicas permanezcan sin cambios sustanciales. “Las previsiones de crecimiento podrían no variar significativamente desde un 2,8% para 2018, a un 2,4% para 2019 y un 2,0% para 2020 y podría situarse en torno al 1,9% para 2021. Asimismo, no esperamos cambios sustanciales en las previsiones de inflación (medida por el deflactor del consumo privado) desde el 2,1% para el periodo 2018-2020 y podría situarse en el 2,2% para 2021”, adelantan.

De nuevo, Waechter, haciendo referencia al impulso en la demanda doméstica en la econonomía, sostiene que ésta refleja el impacto de dos factores: el primero es el impacto directo de los recortes fiscales y el aumento del gasto público, pudiéndose observar los efectos positivos de este enfoque de dos vertientes para la demanda. El segundo componente sería la política comercial que aspira a utilizar la producción doméstica para reemplazar las importaciones, lo que impulsa notablemente la demanda de bienes y servicios de las empresas estadounidenses. Es decir, la Casa Blanca ha adoptado un doble enfoque: por un lado, impulsa la demanda doméstica y en el otro, dirige esta demanda adicional hacia empresas estadounidenses en lugar de hacia importaciones. “Este impulso interno puede tener al menos dos consecuencias directas: la primera es el riesgo de inflación, porque la demanda es fuerte, y la segunda, es debida a los mayores aranceles en las importaciones. En el primer aspecto, una demanda más fuerte por los bienes y servicios estadounidenses empujará los precios al alza. Los aranceles del 20% en la importación de lavadoras ya han subido el precio de estos bienes en un 16,4%. El otro factor es que el incremento de la demanda doméstica llevaría a un deterioro del déficit externo de Estados Unidos, conforme la demanda crece de forma instantánea, pero lleva tiempo construir las fábricas, por lo que las importaciones crecen mientras tanto”, añade.  

El impacto en los mercados emergentes

Sin embargo, hay otros gestores que confían en que la Reserva Federal estadounidense tome un tono más acomodaticio, pudiendo interrumpir su actual programa de subidas de tipos a finales de este mes, lo que proporcionaría a los mercados emergentes un respiro necesario y podría desencadenar un repunte de alivio en la región.  

“Creemos que la última acta de la Fed mostraba un tono acomodaticio, por lo que ahora esperamos una subida adicional este mes y, de momento, ninguna más”, declara Carl Eichstaedt, gestor de renta fija en Western Asset, filial de Legg Mason especializada en renta fija global.

Según apunta Eichstaedt, el contenido del acta de septiembre será clave, especialmente si la Fed elimina la palabra “acomodaticio” de su declaración, lo que podría constituir una señal de que pausará su ciclo de subidas de tipos. “No esperamos que retome el ciclo de subidas en diciembre, por lo que podríamos observar un repunte en el tramo corto de la curva de rendimientos, lo que sería positivo para los mercados emergentes y para la deuda corporativa”

Según el gestor de Western Asset, si se analiza esta crisis de los mercados emergentes y se compara con las anteriores, se puede ver que esta región se encuentra en una posición radicalmente distinta en este momento. “Los mercados emergentes, en general, han sabido reducir con éxito su dependencia a la deuda en dólares y no creemos que cuenten con un problema comparable al de las demás crisis. Por ello, en nuestra opinión, esta clase de activos cobra ahora más atractivo que nunca para los inversores, si bien entraña riesgos idiosincrásicos”.

Entre estos riesgos, se incluyen puntos de máxima relevancia, como Turquía y Argentina. “Turquía acaba de subir tasas como se esperaba hasta un 24%, y Argentina está tomando los pasos correctos, pero hasta ahora solo ha obtenido resultados negativos, pero otras áreas siguen siendo atractivas” afirma.

“Entre las posiciones que han sido favorecidas en las carteras de Western Asset, como la de la estrategia Legg Mason Western Asset US Core Bond, se encuentran países como México, Brasil, Rusia e Indonesia. Mucha de la caída en los mercados emergentes ha sido exagerada, el peso mexicano, por ejemplo, es la novena divisa más líquida del mundo, mientras que Rusia constituye ahora una inversión atractiva desde el punto de vista de las valoraciones y los inversores están recibiendo una mayor compensación por asumir ese riesgo”, agrega Eichstaedt.

A pesar de que nuevos aranceles han sido establecidos sobre las importaciones estadounidenses de productos producidos en China, éstas tuvieron poco impacto en los mercados, y el sentimiento inversor mejoró considerablemente. “Incluso el dólar cayó la semana anterior. La volatilidad del mercado se redujo, los mercados bursátiles asiáticos, incluyendo la Bolsa de Shanghai, subieron en un 4%”, explica Axel Botte, estratega de inversiones en Ostrum AM, gestora afiliada de Natixis IM.  

“La deuda emergente denominada en dólares y la denominada en divisa local atrajeron flujos de entrada de nuevo. En lo que respecta a las divisas, el real brasileño se benefició de un contexto más de apoyo. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años aumentó en 9 puntos básicos a un 3,08%, antes de que el Comité Federal de Mercado Abierto mantenga su reunión de septiembre”, concluye Botte. 

¿Qué podría frenar la subida de tipos de la Fed?

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¿Qué podría  frenar la subida de tipos de la Fed?
Foto cedidaJerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos.. ¿Qué podría frenar la subida de tipos de la Fed?

El consenso de mercado señala que hoy la Fed anunciará una nueva subida de tipos. Pese a la gran probabilidad de que esto ocurra, Bill Papadakis, estratega macroeconómico de Lombard Odier, ha analizado el entorno macroeconómico de Estados Unidos y señala los cinco motivos principales que podrían llevar a la Fed a cambiar de idea.

A medida que la expansión entra en su décimo año, las cicatrices de la crisis financiera mundial se desvanecen y las condiciones económicas se parecen cada vez más a las expansiones anteriores. Un largo período de crecimiento sostenido ha permitido a la Fed proceder con siete subidas de los tipos de interés, con la tasa de los fondos federales ahora en el 2% y es probable que continúe aumentando. En este contexto, la pregunta crítica para los inversores es cuánto más puede avanzar el ciclo y qué podría hacer que la Fed reduzca el ritmo o pare.

En opinión de Papadakis, la inflación, la desaceleración de la economía, la tasa de los fondos federales, unas perspectivas económicas más débiles y el aumento de las tensiones comerciales serían motivos suficientes para que la Fed se planteara si en septiembre debe subir los tipos. Sin duda, estos asuntos estarán en la reunión de mañana sobre la mesa.

  1. La inflación: el objetivo del endurecimiento de la política monetaria es prevenir el sobrecalentamiento de la economía, es decir, que el riesgo de crecimiento no sobrepase su potencial. En este contexto, la evidencia sugiere que el proceso de ajuste de la Fed aún tiene mucho camino por recorrer porque la inflación, después de haber pasado un largo tramo por debajo del 2% durante las primeras etapas de la recuperación posterior a la crisis, ahora ha vuelto a su objetivo. Según Papadakis, “debido a un mercado laboral cada vez más ajustado, precios más altos de los productos básicos y el impacto esperado de los aranceles, es probable que la inflación interna aumente más en el corto plazo. La Fed reconoce que es posible que se superen sus previsiones, que actualmente son de un crecimiento para el consumo privado del 2,1% tanto para 2019 como para 2020”.
  2. Desaceleración de la economía:por ahora la economía de Estados Unidos muestra pocas señales de desaceleración. El crecimiento del PIB en la primera mitad de 2018 superó el 3%, muy por encima de la mayoría de las estimaciones. Los estímulos fiscales en curso deberían seguir respaldando el crecimiento en los próximos trimestres y las estimaciones de la Oficina del Presupuesto del Congreso (CBO) apuntan a un aumento del crecimiento de alrededor de 0,3% en 2018 y 0,6% en 2019. “Además de una desaceleración del crecimiento, la Fed podría tener que detenerse si la inflación no se materializa. Si bien los datos más recientes de empleo y crecimiento sugieren que el riesgo de sobrecalentamiento está aumentando, el entorno actual puede ser menos propenso a los excesos inflacionarios que los ciclos anteriores. Asimismo, los riesgos del exterior a menudo se ven como un posible desencadenante de una pausa en el proceso de ajuste de la Fed. Desde este punto de vista, incluso si la economía de los Estados Unidos se mantiene fuerte frente a una política más estricta, los legisladores pueden reconsiderar su postura en función de sus efectos en otras economías” ratifica Bill Papadakis. Sin embargo, vale la pena señalar que la Fed tiene un alto nivel para permitir que desarrollos en el extranjero afecten su perspectiva de política. Históricamente, la Reserva Federal solo ha tendido a  cambiar su postura en la medida en que las condiciones en otras partes presenten un serio riesgo de contagio a la economía de los Estados Unidos, como la crisis de la deuda soberana europea de 2011-2012.
  3. Los fondos federales:la orientación actual de la Fed sugiere aumentos continuos de los tipos de interés hasta que la tasa de los fondos federales alcance el 3,5% en 2021, cifra más alta que el nivel considerado adecuado, que es de un 3%. Dada la dinámica positiva en el crecimiento y la inflación, es posible que la Reserva Federal reconsidere esta orientación y apunte a una postura más restrictiva en el futuro cercano. Esto es de particular importancia desde el punto de vista de la inversión ya que los mercados parecen estar mal preparados para tal escenario. El mercado de tasas de Estados Unidos sugiere que los inversores dudan seriamente de la orientación de la Fed, y esperan que los tipos alcancen un pico en 2019 en niveles ligeramente superiores al 2,5%. La sorpresa sería, por lo tanto, material, si la Fed efectivamente cumple con los ajustes que actualmente planea.
  4. Perspectivas económicas más débiles:la razón más obvia para que la Fed cambie su curso sería una perspectiva económica más débil. Después de haberse tomado un tiempo para comenzar, el ciclo alcista ahora avanza con aumentos de tarifas trimestrales de 25 puntos básicos y continuas reducciones del balance a un ritmo anunciado previamente. “Esperamos que los efectos rezagados del endurecimiento de la política monetaria en el pasado, combinados con un dólar más fuerte, suavicen el impulso del crecimiento el próximo año. Aun así, creemos que se necesitaría un debilitamiento material de las perspectivas económicas para que la Reserva Federal cambie su enfoque actual. Nuestra expectativa del crecimiento es de aproximadamente un 2,5% en 2019, cifra que sugiere una política monetaria sin cambios. En este contexto, esperamos que la Fed pueda ofrecer tres subidas adicionales en 2019”, asegura Papadakis.
  5. Aumento de las tensiones comerciales:el riesgo de una perspectiva económica más débil en los próximos trimestres aumentaría si los efectos de los aranceles y las tensiones comerciales resultan más perjudiciales para la confianza y la inversión que hasta ahora. Para Papadakis: “Esta es una posibilidad real dados los signos de escalada que hemos visto en ocasiones en la administración Trump. Aunque nuestro caso base sigue siendo que se evitará una guerra comercial, es difícil pronosticar la reacción de la Reserva Federal frente a un shock de oferta muy negativo ya que sus efectos debilitarían el crecimiento y elevarían la inflación, lo que plantea un dilema sobre la política más adecuada. Sin embargo, si las instituciones ven más riesgo para el crecimiento de la caída de la confianza que para el efecto inflacionario temporal, tendría sentido detener el ciclo”.

Franklin Templeton Investments nombra a Sonal Desai directora de inversiones del equipo de renta fija

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Franklin Templeton Investments nombra a Sonal Desai directora de inversiones del equipo de renta fija
Pixabay CC0 Public DomainMichaelGaida . Franklin Templeton Investments nombra a Sonal Desai directora de inversiones del equipo de renta fija

La presencia de mujeres en la industria de gestión de activos gana peso también entre los principales cargos de las firmas. En esta ocasión, Franklin Templeton Investments ha nombrado a Sonal Desai directora de inversiones del quipo de renta fija de la gestora, cargo que ocupará a partir del 31 de diciembre de 2018.

Tras casi una década en la gestora, Disai ocupará este nuevo cargo desde el que supervisará los equipos de crédito corporativo, deuda de mercados emergentes, préstamos bancarios, agregado global, bursatilizado, mercado monetario, multisectorial, local y las estrategias de renta fija local y a sus equipos, que gestionan un total de 157.000 millones de dólares en activos de renta fija para inversores de todo el mundo.

Según ha informado la gestora, esta promoción interna se produce con motivo de la jubilación de Chris Molumphy, que abandonará su cargo a finales de este año. Molumphy comunicó su intención de retirarse tras 30 años en la empresa y desde 2000 ocupando el cargo de director de inversiones del equipo de renta fija desde 2000 y 30 años con la empresa.

A raíz de este relevo, Jenny Johnson, presidente y director de operaciones de Franklin Templeton Investments, ha destacado las cualidades de Desai: “Aporta un gran liderazgo de pensamiento y una experiencia equilibrada y cultivada a través de su experiencia académica, con el FMI y como economista, combinada con sus muchos años de gestión de carteras y liderando nuestro equipo global de análisis macro. Somos extremadamente afortunados de tener un líder tan hábil listo para tomar el mando cuando Chris se retire. Sonal continuará guiando a Franklin Templeton Fixed Income Group en la entrega de opciones de inversión atractivas y un sólido desempeño para nuestros clientes”.

La promoción interna de Desai no es la único que ha anunciado la firma, sino que ha explicado que Calvin Ho ocupará su lugar como directora de investigación de Templeton Global Macro, y asumirá las responsabilidades de gestión de carteras de una serie de estrategias globales de Templeton Macro, informando directamente al Dr. Hasenstab.

Desai se unió a la firma en 2009 como directora de análisis de Templeton Global Macro. En este puesto, trabajó estrechamente con el Dr. Michael Hasenstab, director de inversiones de Templeton Global Macro, para liderar la agenda de análisis del equipo, enfocándose en el análisis macroeconómico regional y específico de cada país, así como modelos de valoración de tasas de interés y tipos de cambio, y riesgos crediticios en los mercados de deuda en moneda local y en moneda dura.

BlackRock y Thomson Reuters presentan el primer ETF de inclusión y diversidad de la industria

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BlackRock y Thomson Reuters presentan el primer ETF de inclusión y diversidad de la industria
Foto: Linnaea Mallette, Public Domain Pictures CC0. BlackRock y Thomson Reuters presentan el primer ETF de inclusión y diversidad de la industria

BlackRock y Thomson Reuters han unido fuerzas para lanzar un ETF que proporciona exposición a empresas de mercados desarrollados y emergentes que promueven prácticas de diversidad e inclusión. Se trata del iShares Thomson Reuters Inclusion & Diversity UCITS (Ticker: OPEN), que busca replicar al índice de rentabilidad total Thomson Reuters Global Large/Mid Diversity and Inclusion ex. Controversial Weapons Equal Weight.

El índice clasifica de manera transparente y objetiva a más de 2.000 empresas que cotizan en bolsa globalmente, y se compone de las 100 compañías con los lugares de trabajo más diversos e inclusivos, según lo miden 24 indicadores en cuatro categorías principales: diversidad, inclusión, desarrollo de personas y finalmente, noticias y controversias, abarcando un espectro más amplio de dimensiones de la diversidad que aspectos como el género.

Debra Walton, de Thomson Reuters comentó: «Establecimos este índice de Diversidad e inclusión hace tres años en respuesta a la creciente demanda de datos en apoyo de los mandatos de inversión de ESG… Estamos encantados de que BlackRock esté desarrollando el primer ETF que sigue al índice. Esperamos con interés traer esta asociación con nosotros a Refinitiv y trabajar con la industria en iniciativas similares basadas en ESG».

Brian Deese, de BlackRock, comentó: «La disponibilidad cada vez mayor de datos corporativos de sostenibilidad, así como el avance en la tecnología, ha permitido medir y comprender mejor las métricas, como la inclusión y la diversidad, desde una perspectiva de inversión. En BlackRock, nos comprometemos a ser líderes en el uso de nuevos datos y herramientas que ofrecen soluciones de inversión sostenibles a escala, que ayudan a mejorar los resultados financieros para nuestros clientes y aceleran la adopción de prácticas comerciales sostenibles en todo el mundo».

Por su parte, Rachel Lord, de BlackRock, añadió: «Sabemos que diversos equipos toman mejores decisiones, y esto en última instancia es bueno para los inversores. Estamos lanzando este Fondo en un momento en que un foco de atención está firmemente en las empresas para mostrar lo que están haciendo para mejorar la diversidad de su fuerza de trabajo, y como los inversores demandan nuevos fondos para expresar preferencias específicas dentro de sus carteras. Es un importante paso adelante en la evolución de productos que aprovechan el poder del cambio social para ofrecer resultados de inversión a largo plazo».

El fondo es uno de los 15 UCITS de BlackRock con temática ESG. Su costo es de 0,25%.

Bankinter adquiere los negocios de EVO Banco y Avantcard, su filial de consumo en Irlanda

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Bankinter adquiere los negocios de EVO Banco y Avantcard, su filial de consumo en Irlanda
Foto: Kusweimar, Flickr, Creative Commons. Bankinter adquiere los negocios de EVO Banco y Avantcard, su filial de consumo en Irlanda

Bankinter anuncia que ha alcanzado un acuerdo con Smart Holdco, una entidad propiedad de varios fondos gestionados por compañías vinculadas con Apollo Global Management y propietaria de EVO Banco SAU, para la adquisición del negocio bancario de EVO Banco en España y el de su filial de crédito al consumo en Irlanda, Avantcard. En la operación queda excluida la compra de EVO Finance, la financiera del Grupo en España.

La operación está sujeta a la obtención de las autorizaciones de los organismos competentes y entes reguladores. Las partes han acordado no hacer públicos los términos económicos de la transacción, ya que el importe final se determinará al cierre de la operación en función del número de clientes y saldos efectivamente transferidos, y del exceso de capital si lo hubiese.

Los negocios adquiridos suponen para Bankinter un impacto en capital de 99 millones de euros, lo que se traduce en 29 puntos básicos sobre el ratio de capital CET1 fully loaded correspondiente al cierre de junio. A esa fecha, este ratio era del 11,55%, con lo que se situará tras la operación en el 11,26%, un nivel muy por encima de los requerimientos mínimos para 2018 exigidos a Bankinter por el Banco Central Europeo.

EVO Banco cuenta con 456.000 clientes, que en su inmensa mayoría se relacionan con la entidad por canales digitales, 229 empleados y un balance de 3.000 millones de euros en depósitos y 800 millones de euros en préstamos hipotecarios.

Por su parte, la financiera Avantcard Ireland Limited, líder en Irlanda en el negocio del Consumo, cuenta con 151.000 clientes, 145 empleados y un negocio de 280 millones de inversión en tarjetas revolving, o de pago aplazado, y 66 millones de euros en préstamos personales.

El objetivo de esta operación se centra en dos tipos de actividades que Bankinter considera estratégicas: la banca digital y el negocio de consumo; y en dos ámbitos geográficos distintos: España e Irlanda.

Por un lado, el Grupo Bankinter busca potenciar su apuesta en el negocio de banca digital, apalancándose en el valor de la marca EVO y en su base de clientes- compuesta mayoritariamente por ahorradores-, con una media de edad más joven, de un marcado perfil digital, con alto potencial de crecimiento y que permitirán al banco incrementar su cuota de mercado en este negocio de una forma complementaria con su actividad actual.

Por su parte, la adquisición de Avantcard, permitirá al Grupo reforzar su negocio de consumo con una cartera sana y con potencial, impulsando así una actividad que es una de sus cinco principales líneas de negocio.

La compra de Avantcard supone la incorporación de una entidad sólida, rentable, especializada, con experiencia en ese negocio, avanzada tecnológicamente y a la que Bankinter Consumer Finance, la filial de consumo del banco, podrá aportar la experiencia y competencias adquiridas en España y Portugal, las cuales le han llevado a mostrar las mejores cifras de crecimiento entre las financieras de España.

Asimismo, la adquisición aporta diversificación geográfica al perfil de riesgo de Bankinter en este negocio, al ampliar el ámbito de actuación a otro país de la Unión Europea y de la Unión Monetaria. La financiación al consumo se convierte así en la más internacional de las actividades del Grupo Bankinter, con presencia en España, Portugal e Irlanda.

La incertidumbre rodea MiFID II: ¿vivirán las gestoras al margen de una ley que no se sabe cuándo se implementará en España?

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La incertidumbre rodea MiFID II: ¿vivirán las gestoras al margen de una ley que no se sabe cuándo se implementará en España?
Jorge Canta, socio de Cuatrecasas, hoy en Madrid. . La incertidumbre rodea MiFID II: ¿vivirán las gestoras al margen de una ley que no se sabe cuándo se implementará en España?

La normativa europea MiFID II entró en vigor el pasado 3 de enero pero, más de nueve meses después, su transposición –y especialmente la parte más polémica y que mayores cambios implicará en la industria de asesoramiento y gestión de activos- aún no está completa en España, lo que genera grandes preguntas e incertidumbres en el sector. La primera, sobre los tiempos: ¿cuánto estará totalmente implementada la normativa y cuándo implicará obligaciones reales de cumplimiento en nuestro país? Y otra de gran calado: ¿vivirán las gestoras al margen de la ley y de los requisitos que impone MiFID II en España para las entidades de servicios de inversión?

Los expertos de Cuatrecasas -reunidos esta mañana en Madrid con profesionales del mundo del asesoramiento y la gestión de activos en España en el marco del evento “MiFID II. Oportunidades y riesgos. Un nuevo escenario para la distribución de fondos en Europa”- hicieron incapié en esta incertidumbre: “Llevamos mucho tiempo con MiFID II: es la norma que más está durando y aún no se ha transpuesto en su totalidad”, comentaba Jorge Canta, socio del despacho. Categórico, negaba cualquier pista sobre su entrada completa en vigor: “No tenemos una idea de cuándo estará MiFID II: siendo optimistas, podría llegar relativamente pronto a través de un real decreto ley o, en el caso contrario, podríamos encontrarnos en una situación verdaderamente dramática con un retraso mayor”, explicó.

En la jornada, organizada por la APD, Cuatrecasas, Allfunds Bank y Consilio, Canta explicó el punto en el que se encuentra la normativa en la actualidad, repasando el camino tras el último anteproyecto de ley (de agosto de 2017), la comunicación de la CNMV de principios de año indicando que entendía que los participantes del mercado se ajustarían con carácter general a MiFID II a partir del 3 de enero –y con posteriores respuestas a preguntas planteadas por la industria- y el aviso, de julio de 2018, de posibles sanciones por el retraso en la implementación, después de que la Comisión Europea llevara a España y Eslovenia al Tribunal de Justicia Europeo, lo que podría conducir a afrontar en breve sanciones económicas diarias. Las últimas noticias sobre la normativa es que el Consejo de Estado habría devuelto la norma con algunos comentarios, lo que indica que podría haber cambios y mayores retrasos en su transposición en España.

“El último anteproyecto de ley que tenemos es de agosto 2017, lo demás son notas de prensa, respuestas a preguntas… pero no hay otro documento más que el primer anteproyecto. Lo siguiente es que, o se tramitará vía parlamentaria -que será dura teniendo en cuenta la fragmentación del Parlamento y también larga en cuanto a tiempos- o se implementará a través de un real decreto ley”, explica el socio de Cuatrecasas. En este segundo caso, la experiencia dicta que las normas se ajustan mucho a las directivas (algo importante en temas como el cuarto supuesto de Inverco o por el régimen de las gestoras, que no está en la directiva) y se implementan con mayor rapidez. Por eso, para Canta, las opciones son dos: la optimista, que MiFID II llegue relativamente pronto a través de ese real decreto ley, y la pesimista, que se retrase más, incluso entrando ya en juego posibles cambios fruto del debate político. La realidad es que, a día de hoy, nada se sabe a ciencia cierta sobre los tiempos.

La otra incógnita: las obligaciones

En este contexto, la pregunta es qué obligaciones hay para la industria, máxime cuando la CNMV ya indicó en enero que esperaba que ésta se ajustara a la normativa de inmediato. “El llamado efecto directo de las directivas va de abajo a arriba, pero desde un punto de vista estrictamente jurídico parece complicado que se vaya a exigir su implantación a las entidades por parte de un regulador (en el sentido sancionador), puesto que no está en la norma nacional”, dice Canta.

Sin embargo, explica que al hablar de los consumidores y las obligaciones de información, las entidades podrían afrontar potenciales demandas, si bien en ese caso deberían iniciar acciones contra el Estado por no implementar la norma. Con todo, indica que es una parte más delicada, debido a la tendencia pro-consumidor de los tribunales, incluso en un escenario previo a MiFID. Sobre la parte de conocimientos y competencias de los profesionales, es algo incluso previo, dice Canta, y ya solucionado con la guía técnica de la CNMV. “La sensación es que hay que implementar la norma, pero no acabamos de rematar”, resume.

Sobre el asesoramiento independiente o dependiente, el experto habló de una tendencia: “Vemos casos de profesionales independientes por vocación pero que se hacen dependientes por necesidad”, pues a los requisitos de la independencia –el no cobro de retrocesiones, la obligación de dar asesoramiento sobre un gran número de productos o la prohibición del neteo- se añaden los temas fiscales, favorables al dependiente ya que la devolución de las retenciones tiene un impacto fiscal para el inversor porque le supone una renta.

Y destacó el trabajo de las gestores sobre la creación de clases de acciones: “Han hecho un gran esfuerzo para crear clases para gestión de carteras, asesoramiento independiente e incluso para asesores dependientes con acuerdos de devolución total de incentivos”, explicó, adaptándose a la norma puesto que las mayores sanciones hasta ahora han venido por temas de clases de acciones.

¿Las gestoras: sujetas a MiFID II?

En este punto sobre obligaciones, Canta presentó una interesante perspectiva sobre las obligaciones de las gestoras con la nueva normativa, indicando que “no les aplica MiFID II, excepto si hacen servicios MiFID, como la recepción y transmisión de órdenes, gestión de carteras o asesoramiento”, y que para ellas no hay efecto directo ni indirecto. La consecuencia es que a ellas “no aplican las normas de remuneración” (las de UCITS sí), ni tienen límite para los incentivos, o incluso se podría defender que sus profesionales no tengan los títulos exigidos para otras entidades –la guía técnica de la CNMV contempla a las gestoras en la medida en que ofrezcan servicios de inversión-, si bien sí deben cumplir con las de idoneidad y conveniencia –porque hay una remisión a las normas de conducta-.

Pero Canta matiza que “es esperable que la transposición de MiFID II extienda el régimen y se incluya a las gestoras en la implementación”. Eso sí, puede ocurrir también que de implementarse mediante un real decreto ley rápido no se incluyan (puesto que la directiva no lo hace). En cualquier caso, habla de una situación “ridícula” si no se exige que las gestoras cumplan la norma: “Sería pan para hoy y hambre para mañana: no creo que las gestoras puedan vivir en una situación asimétrica a la de las empresas de servicios de inversión”.

De incentivos, integración vertical y plataformas

Sobre las últimas consultas a la CNMV, destacó también algunos temas aclarados. Con respecto a los incentivos y la posibilidad de cobrarlos en casos previos a la prohibición, las normas dicen que a partir del 3 de enero ya no se pueden recibir aunque vengan de situaciones anteriores; en asesoramiento independiente y recepción y transmisión de órdenes, eso sí sería posible siempre y cuando se cumplan los requisitos (cambiando las políticas y aumentando al calidad del servicio, asumiendo que la transposición se corresponda con los borradores sobre la mesa).

La CNMV también ha aclarado dudas sobre la prohibición del pago de incentivos en el caso de distribuidores y gestoras del mismo grupo –integración vertical-, de forma que el dinero se quede en la gestora o en situaciones previas en las que el banco no percibía retrocesiones o éstas eran muy bajas. O cuando la gestora tiene un exceso de comisiones respecto a la clase limpia. En carteras gestionadas, y como novedad desde julio de 2018, las comisiones sobre fondos de la gestora del grupo han de ser verdaderamente bajas (menor a la comisión de gestión neta de la comisión de distribución). Y siempre considerando parámetros del grupo como su política y sus márgenes.

Sobre comisiones que se pagan a las plataformas, la CNMV ha contestado a preguntas sobre si pueden considerarse un incentivo, un tema que en principio ha asustado a la industria, dice Canta. “Puede ocurrir que al final lo sea, pero de momento lo que trata la consulta son casos en los que la plataforma presta un servicio de inversión. Queda pendiente decidir los casos en los que la plataforma no presta servicios de inversión y solo hace intermediación a otras entidades que sí prestan servicios de inversión”, explica Canta, que ve potenciales problemas en algunos casos.

Sobre remuneración de agentes, la CNMV ha respondido y explicado criterios para evitar favorecer unos productos frente a otros, con criterios cualitativos y cuantitativos.

Joan Bonet (Banca March): «Todavía quedan unos meses para invertir en renta variable»

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Joan Bonet (Banca March): "Todavía quedan unos meses para invertir en renta variable"
. Joan Bonet (Banca March): "Todavía quedan unos meses para invertir en renta variable"

La retirada de la liquidez de los bancos centrales, diez años después del estallido de la crisis financiera, anticipa un cambio del ciclo económico para el que es necesario preparar nuestras carteras. Así lo defiende Joan Bonet, director de estrategia de Banca March, durante un encuentro informativo, en el que ha explicado que esto nos lleva hacia un crecimiento más moderado y una mayor volatilidad en los mercados. «Por primera vez desde la crisis, a partir de enero de 2019, los bancos centrales se van a convertir en detractores netos de liquidez del sistema», destaca Bonet.

Esta situación coincide con unos niveles de endeudamiento sin precedentes —la deuda pública de los principales países desarrollados ha pasado de niveles en torno al 70% antes de la crisis hasta el 108% actual— y, en este contexto, va a ser determinante el papel de los bancos centrales.

Según Bonet a pesar de la situación de ciclo maduro en Estados Unidos —en junio del año que viene se convertirá en el más largo todos los tiempos— y del incremento de la incertidumbre política, los indicadores todavía asignan bajas probabilidades a que se produzca una recesión en los próximos meses. «Todavía el tipo de interés del bono a 10 años estadounidense es más largo. Cuando se invierta la pendiente, hay un margen de entre 12 y 18 meses antes de que se produzca una recesión», explica.

En este contexto, la entidad recuerda que históricamente, en los últimos periodos del ciclo económico, la renta variable ha solido tener, no sólo buenos retornos, sino incluso superiores a la media de ciclo económico normal. «Cuando no debemos estar en el mercado es, por lo tanto, 6 meses antes de la recesión. Es decir, todavía quedan unos meses para invertir en renta variable».

Leve desaceleración de la economía española 

Los expertos de Banca March esperan una leve desaceleración de la actividad económica en España para 2019, con un crecimiento estimado del 2,3%. Esta tendencia de menor dinamismo comenzará a notarse ya en la última parte del año: “En los próximos trimestres se espera una moderación de la actividad, ante menores vientos de cola: costes energéticos al alza, apreciación del euro y menores estímulos monetarios actuarán de freno al crecimiento. Sin embargo, esta desaceleración será suave y en el conjunto de 2019 el crecimiento del PIB continuará por encima del 2%”, señala Bonet.

En cuanto a Europa, las negociaciones sobre el Brexit seguirán captando la atención del mercado. Según Bonet, “la incertidumbre política seguirá elevada en los próximos meses: el calendario de negociaciones es ajustado y antes del final del año la Unión Europea y el Reino Unido deberían lograr un acuerdo que permita ratificar la salida oficial en marzo de 2019”.

En este sentido, el escenario central para los expertos de Banca March es un acuerdo de mínimos —Brexit suave—, dado que la posibilidad de una salida sin acuerdo sería muy negativa, en particular para la economía británica. De hecho, ya se ha apreciado una cierta desaceleración en el Reino Unido en los últimos años, presionada por los efectos negativos del Brexit. De hecho, el diferencial de crecimiento frente a la zona euro es actualmente negativo y cabe esperar que la libra siga bajo presión en el corto plazo.

Mantener la exposición a la renta variable y evitar la liquidez

Preparar las carteras para este nuevo escenario significa, según Banca March, en primer lugar no caer en la trampa de la calidad en renta fija. «Los tipos de interés reales van a continuar siendo negativos en EE.UU. hasta mediados  de 2019, mientras que en Europa esta situación se mantendrá todavía durante un período prolongado de tiempo», afirma Bonet.

Por otra parte, mantenienen la exposición la renta variable, con predilección por la renta variable europea y los países emergentes, especialmente en la región asiática. «El mercado europeo está barato, pero no está tan barato», explica, al tiempo que admite que los descuentos de los mercados emergentes frente a los desarrollados siguen mereciendo la pena. 

Sectorialmente Banca March apuesta por el tecnológico, industrial y financiero, este último por valoración y porque se irá beneficiando de las próximas subidas de tipos de interés. Por último, este momento de ciclo favorece la inversión tanto en inversiones alternativas como en ideas de capital riesgo, donde los inversores puedan beneficiarse de la prima de iliquidez que, en función del plazo, puede llegar a suponer rentabilidades adicionales entre un 2% y un 5% anual.

De la flexibilización cuantitativa (QE) al ajuste cuantitativo (QT)

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De la flexibilización cuantitativa (QE) al ajuste cuantitativo (QT)
Courtesy photo. From Quantitative Easing (QE) to Quantitative Tightening (QT)

Este mes de septiembre se cumple el décimo aniversario de la caída de Lehman Brothers, en aquel entonces el cuarto mayor banco de EE. UU., y significó el punto de partida del inicio de la peor crisis financiera global de las últimas décadas. El hiperendeudamiento no pudo aguantar más al modelo económico existente y los bancos centrales, en una acción coordinada, tuvieron que salir al rescate aplicando políticas no convencionales –conocidas como Quantitative Easing– basadas en programas de compras de activos que facilitaban la inyección de liquidez en el mercado. El objetivo era entonces reactivar el flujo de crédito a la economía manteniendo artificialmente los tipos de interés bajos (ZIRP, zero interest rate policy) o incluso negativos (NIRP, negative interest rate policy).

Los principales hitos han sido el desapalancamiento del sector privado y un sistema financiero que ha tenido que asumir una mayor regulación y control periódico ante escenarios adversos (tests de estrés), además de una mayor solvencia, con ratios de capital más elevados. Todo ello a pesar que el coste regulatorio les ha supuesto ser menos rentables. También se ha conseguido que las variables macroeconómicas se estén normalizando en las principales economías. El FMI, en su última publicación del World Economic Outlook, espera un crecimiento a nivel global del 3,9%, tanto para el año 2018 como para 2019.

En este momento, en el que la última crisis financiera y la depresión económica posterior parece que se van superando y con la economía mundial expandiéndose, los principales bancos centrales empiezan a prepararse para deshacer su balance e iniciar el camino hacia la normalización de la política monetaria. Es lo que se denomina ajuste cuantitativo (Quantitative Tightening) y es por tanto el proceso de reversión del Quantitative Easing. La Reserva Federal empezó este proceso en noviembre de 2017, y ya ha reducido el balance en 237.900 millones de dólares. El Banco Central Europeo reducirá el ritmo mensual de las compras netas de activos a 15.000 millones de euros hasta finales de diciembre de 2018 y prevé su cese a partir de entonces.

En el período de diez años comprendidos entre 2008 y 2017, de acuerdo con los datos de Bloomberg, el conjunto de bancos centrales han multiplicado por más de 3 veces su balance, lo que ha significado una inyección de 14.245.600 millones de dólares. Esta política expansiva, que ha inundado de liquidez el mercado, ha ayudado sin duda a un aumento del precio de los activos y ha posibilitado el llamado efecto cartera, por el que las compras de los bancos centrales de activos de menor riesgo (bonos del gobierno, crédito IG, covered bonds) han empujado a los inversores a adquirir bonos de mayor riesgo, ya sea por la falta de bonos en este segmento o por la búsqueda de una mayor rentabilidad.

Es lógico que los inversores estén preocupados por intentar saber qué pasará cuando se drene toda esa liquidez y los tipos de interés empiecen a subir (la FED, inmersa en este proceso, ha subido su tipo de referencia del 0,25 al 2% desde diciembre de 2015). Y es que existe el riesgo que este camino de reversión provoque una caída en los precios de los activos. Es especialmente necesario que en este momento los bancos centrales midan correctamente los diferentes factores de riesgo a nivel macroeconómico (especialmente las previsiones de inflación), financiero y geopolítico para que la normalización monetaria se pueda llevar a cabo minimizando los sobresaltos. De hecho, los mercados también están siendo más volátiles este año en comparación con 2017. La guerra de tarifas o la crisis turca tienen mucho que ver pero el QT seguramente también, ya que el aumento de los rendimientos de los bonos del gobierno de EE. UU. y la apreciación del dólar han influido en la cotización de los bonos emergentes, por ejemplo.

Ante este escenario, ¿quiénes pueden ser los grandes ganadores? Pues los inversores en mercados monetarios, que verán cómo podrán invertir a unos tipos más interesantes. Un ejemplo: las letras del tesoro a 3 meses en EE. UU. han pasado de ofrecer un rendimiento por debajo del 1% hace tan sólo un año a un 2,13% actual.

Y, ¿qué están haciendo los grandes fondos de pensiones de empleo para protegerse del alza de tipos o de una mayor volatilidad? Pues incorporar activos reales que generan ingresos recurrentes, como bienes inmuebles, o invertir en infraestructuras. Muchos ya los consideran como los nuevos bonos, que ayudan a mejorar el retorno y reducen el riesgo global de las carteras.

Columna escrita por Josep Maria Pon, responsable de Renta fija en Crèdit Andorrà Asset Management. Crèdit Andorrà Financial Group Research.

A&G Fondos refuerza su equipo de gestión de renta fija con Germán García Mellado

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A&G Fondos refuerza su equipo de gestión de renta fija con Germán García Mellado
Foto cedida. A&G Fondos refuerza su equipo de gestión de renta fija con Germán García Mellado

A&G Fondos, la gestora del grupo de banca privada A&G, ha fichado a Germán García Mellado como gestor de renta fija. García Mellado se incorporará al equipo de gestión de este activo el próximo 1 de octubre, según ha podido saber Funds Society de fuentes del mercado.

Gestionará el fondo DIP Global Bonds. Se trata de un fondo de autor de renta fija flexible que se caracteriza por una gestión activa de los distintos instrumentos de deuda, emitidos tanto por gobiernos como deuda corporativa, así como gestión de divisas. Tanto la política como la filosofía de inversión del fondo serán iguales a las del fondo que gestionaba hasta la fecha, Merchbanc Renta Fija Flexible.

García Mellado se une desde Merchbanc, donde ha sido gestor de renta fija durante los últimos tres años –se incorporó en su momento a un equipo dirigido entonces por Rafael Valera, que posteriormente salió de la entidad-; en concreto, del fondo Merchbanc Renta Fija Flexible. El fondo, tras la salida de García Mellado, seguirá gestionándose con los mismos criterios, que han llevado al vehículo a obtener resultados positivos en la mayoría de los ejercicios. Desde el pasado julio, la gestora está integrando su negocio en el grupo Andbank: así, Andbank España, entidad especializada en banca privada, anunció hace dos meses un acuerdo para adquirir una participación mayoritaria de Merchbanc, la gestora española constituida en 1981 con más de 450 millones de euros en activos bajo gestión y más de 3.500 clientes.

Antes de trabajar en Merchbanc, García Mellado fue gestor de renta fija en Banco Madrid Gestión de Activos, durante casi ocho años, según su perfil de LinkedIn. En concreto, fue gestor de renta fija en los fondos de inversión de la entidad Banco Madrid Renta Fija, Banco Madrid Ahorro, y Premium Plan Rentabilidad I,II,III, IV, V, VI y VII, y también en las sicavs y los planes de pensiones.

Antes, durante más de seis años, fue gestor de renta fija, variable y fondos en Gesnorte de Pensiones.

García Mellado es licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Autónoma de Madrid, Máster en Dirección Económica Financiera por el Centro de Estudios Financieros (CEF) y cuenta con los títulos CEFA (Certified European Financial Analyst) por la European Federation of Financial Analysts (EFFAS), EFA (European Financial Advisor) por el Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF), y CIIA (Certified International Investment Analyst) por la Asociation of Certified International Investment Analyst (ACIIA), según su perfil de LinkedIn.

Por su parte, A&G Banca Privada da continuidad a un plan de crecimiento que le está llevando a acometer fichajes, tanto en el lado de la banca privada y asesoramiento como en el lado de las inversiones, que le hacen fortalecer el equipo de su gestora de activos. Entre los últimos fichajes de banqueros destacan Juan José Povedano, Pilar Enríquez, Luis Echegoyen y Enrique Bassas, en las oficinas de Madrid y Barcelona. En el lado de las inversiones, destaca la llegada hace más de un año de un equipo de renta fija institucional procedente de Tressis y, en renta variable, el fichaje a principios de 2017 de Gonzalo Lardiés, que se incorporó para gestionar un nuevo vehículo de A&G Fondos.

 

¿Qué pasa con Italia?

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¿Qué pasa con Italia?
Fotos: Pedro Szekely . ¿Qué pasa con Italia?

Hasta que el gobierno de Giuseppe Conte presente su borrador de los presupuestos para 2019, la cosa va a estar complicada. Y tampoco hay garantía alguna de que después vaya a quedar mucho más clara la situación. Para el gobierno de coalición de Italia, formado de manera laboriosa, tras las elecciones del 4 de marzo, se acerca la hora de la verdad.

De aquí a finales de septiembre van a tener que presentar un borrador de sus presupuestos para 2019 que muestre cómo van a conseguir la cuadratura del círculo para cumplir con las promesas electorales y, al mismo tiempo, respetar la disciplina presupuestaria que demanda la Comisión Europea.

De momento, no ha habido más que ruido, con declaraciones contradictorias de, por un lado, los dos vicepresidentes del Conseil (Matteo Salvini, líder de la Liga Norte, y Luigi di Maio, del Movimiento 5 Estrellas) y, por otro, del ministro de Economía Finanzas, Giovanni Tria.

Los comentarios del ministro Tria, junto con la perenne búsqueda de rentabilidad, sentaron las bases para el descenso de rentabilidad de los BTP a 10 años hasta el 2,8% a principios de septiembre, tras un tenso período en agosto durante el que el rendimiento de estos bonos superó incluso el 3,2%.

Un anuncio largamente esperado…

Muy atentos a la presentación del borrador de los presupuestos italianos estarán, sin duda, los inversores, la Comisión Europea (que debería recibir la notificación oficial de las propuestas presupuestarias de Italia, y del resto de los estados miembros de la UE, para el 15 de octubre) y las agencias de calificación crediticia. Entonces será cuando todos podrán ver hasta qué grado se ha mantenido en sus trece el gobierno en lo que respecta a sus promesas electorales.

Tomadas en su conjunto, las promesas electorales (que incluían el impuesto único, la renta de ciudadanía y la reforma de las pensiones) resultarían inevitablemente en que se disparen el déficit presupuestario y la carga de la deuda pública de Italia.

Según declaraciones recientes de los miembros del gobierno que hasta ahora se habían mostrado más hostiles con Bruselas, el borrador intentará ofrecer una modesta mejora del déficit estructural, conforme a las recomendaciones de la Comisión Europea.

Como el crecimiento económico italiano es modesto, el déficit debería estar cerca del 2%. Esta sería, a nuestro juicio, una situación aceptable que tranquilizaría a los inversores y evitaría el procedimiento para evitar un déficit excesivo contra Italia.

En cualquier caso, no cabe duda de que las agencias de rating se mostrarán muy diligentes al examinar las hipótesis subyacentes sobre el crecimiento y los ingresos fiscales previstos. Además, en Italia hay diversas instituciones que proporcionan supervisión y control.

El Artículo 81 de la Constitución italiana dice que “cualquier ley que resulte en el endeudamiento de las administraciones o en que este endeudamiento se agrave deberá indicar la fuente de su financiación”.

Dentro del Departamento del Tesoro de Italia, la Ragioneria Generale dello Stato (la Oficina General de Contabilidad) calcula el coste de las reformas y sus implicaciones fiscales, mientras que l’Ufficio Parlamentare di Bilancio (la Oficina Presupuestaria del Parlamento), un organismo independiente creado en 2014, proporciona cálculos de las previsiones de crecimiento y análisis de las cuentas públicas tal como lo hace la Oficina de Presupuestos del Congreso, en Estados Unidos. Además, garantiza que se cumplan las normas presupuestarias europeas.

… que no lo resolverá todo

Incluso si pensamos que, de momento, el gobierno no está buscando un enfrentamiento, hay varias circunstancias que podrían facilitar una escalada: que se insista más de lo esperado en cumplir con las promesas electorales, una reacción más severa de la Comisión Europea y/o de las agencias de calificación en lo que respecta a las dinámicas de la deuda a medio plazo, o incluso desacuerdos dentro de la coalición que pudieran provocar unas nuevas elecciones.

Aunque los datos para 2019 fueran aceptables, no podemos obviar la discrepancia existente entre la trayectoria necesaria para respetar la ortodoxia presupuestaria del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y las proyecciones de las cuentas públicas para 2020 y 2021.

Por último, tampoco deberíamos ignorar ciertas consideraciones de naturaleza política. Desde las elecciones de marzo, las encuestas muestran una progresión impresionante en la intención de voto a favor de la Liga de Matteo Salvini.

Según se acercan las elecciones al Parlamento Europeo, podría optar por el enfrentamiento con las autoridades europeas, y con Francia y Alemania, como ya ha hecho este verano con el tema de la inmigración. Si este planteamiento resultara en un incremento en las primas de riesgo para la deuda italiana que fuera lo suficientemente importante como para preocupar al público italiano, Matteo Salvini seguramente adoptaría un enfoque más conciliador.

Durante los próximos meses probablemente se produzca una ralentización de la actividad económica, y el Banco Central Europeo terminará con sus compras netas de deuda en enero. Esos dos temas coparán la atención de los inversores y pudieran dar lugar a reasignaciones en sus carteras.

Claude Guerin es senior portfolio manager de BNP Paribas Asset Management, firma a la que se unió en 1995.