A&G Global Investors cierra su primer fondo de fondos de private equity

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Foto cedidaDavid Núñez de la Fuente, Managing Partner de Private Equity de A&G Global Investors

A&G Global Investors, la selección de estrategias de A&G para el mercado institucional, ha cerrado el primer fondo de fondos de private equity de la entidad, llamado A&G Global Private Equity I. La firma ha concluido el periodo de fundraising alcanzando un total de 75 millones de euros en compromisos de capital a través de un FCR y dos SCRs, un 25% por encima de los objetivos inicialmente marcados. 

El FCR y las SCRs están diseñados para ofrecer a los inversores acceso a una estrategia de inversión global en el segmento más alto de buyouts, enfocándose en la adquisición de participaciones significativas en empresas consolidadas y de gran rentabilidad potencial. 

A lo largo del periodo de captación, se han adquirido compromisos con ocho fondos subyacentes de primera línea, seleccionados cuidadosamente por su historial de éxito y enfoque estratégico.

David Núñez de la Fuente, Managing Partner de Private Equity de A&G Global Investors, está al frente del A&G Global Private Equity I. Cuenta con más de 15 años de experiencia en inversiones de private equity, tanto directas como en coinversiones y en fondos, en España y Estados Unidos. Núñez se incorporó a la firma en 2023 tras una extensa trayectoria liderando la gestión de fondos de inversión, así como en banca de inversión y en el área de M&A de entidades como Banco Santander o Salomon Brothers (Citigroup Investment Banking).

El cierre de este fondo representa un hito estratégico para A&G Global Investors, que ha puesto a disposición de los clientes de la casa una oportunidad única de diversificación en un segmento de inversión exclusivo y altamente competitivo. Nos enorgullece haber superado nuestros objetivos iniciales, lo que refleja la confianza de nuestros inversores en nuestra propuesta”, ha señalado David Núñez de la Fuente.

Con este fondo, A&G refuerza su compromiso de proporcionar soluciones innovadoras y de alto valor añadido para sus clientes, consolidándose como una referencia en la gestión patrimonial y la inversión alternativa.

Allfunds lanzará una plataforma de “fondos de marca blanca” a través de su ManCo en Luxemburgo

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Allfunds ha anunciado el lanzamiento de una nueva plataforma de “fondos de marca blanca” (white label platform), es decir, vehículos que se gestionan bajo una marca o nombre de un tercero, pero sin que ese tercero sea necesariamente el gestor o administrador real del fondo. Según explica la firma, esta nueva plataforma está en línea con su objetivo de ofrecer soluciones a los gestores de fondos.

Desde Allfunds señalan que esta plataforma ofrecerá servicios para fondos mutuos tradicionales y ETFs en Luxemburgo e Irlanda, con Allfunds Investment Solutions actuando como la sociedad gestora. Y añade que esta solución integrada está diseñada para apoyar a los gestores de fondos en el lanzamiento de nuevos fondos, aprovechando la plataforma integral de Allfunds. “Conecta las ideas de los gestores de fondos con las capacidades de distribución inigualables de Allfunds, proporcionando una vía al mercado eficiente y sin interrupciones”, destacan. 

“El lanzamiento de la nueva plataforma de Allfunds marca un hito significativo en nuestra historia. Subraya nuestro compromiso con un servicio al cliente líder en el mercado y destaca la amplitud de soluciones técnicas que ofrecemos, las cuales siguen siendo muy demandadas por los gestores de activos a nivel global. Apoyados por nuestros equipos de expertos, estamos emocionados por el impacto positivo que esta plataforma tendrá en las actividades de nuestros clientes y su papel en fortalecer nuestras relaciones para el futuro”, ha señalado Juan de Palacios, director de Producto y Estrategia de Allfunds.

Nuevos nombramientos

Coincidiendo con el lanzamiento de la nueva plataforma, Allfunds también anuncia una serie de cambios en el equipo directivo de la sociedad gestora ManCo. En concreto, Thérèse Collins se unirá a Allfunds como directora General de la ManCo, que estará ubicada en Luxemburgo y reportará a Juan de Palacios, director de Producto y Estrategia.

Thérèse proviene de Carne Global Fund Managers, donde ocupó el cargo de directora y jefa global de Onboarding. Desde Allfunds destacan que Thérèse cuenta con más de dos décadas de experiencia en la industria de fondos y aporta una gran cantidad de conocimientos profesionales adquiridos en roles anteriores en FundRock Group, DMS Investment Management Services (ahora Waystone), Royal Bank of Scotland y Edmond de Rothschild Investment Advisors S.A.

Además, Stéphane Corsaletti se convertirá en presidente no ejecutivo de Allfunds Investment Solutions, la sociedad gestora del grupo Allfunds en Luxemburgo. Durante su periodo ejecutivo de cinco años en Allfunds, Stéphane ha sido una parte invaluable del equipo de Allfunds. Como CIO del Grupo y Director General de su ManCo, Stéphane desempeñó un papel clave en la creación de Allfunds Investment Solutions y en el crecimiento general de la División de Inversiones.

Sobre estos nombramientos, Palacios ha añadido: “En nombre de toda la empresa, me complace dar la bienvenida a Thérèse y espero integrar su experiencia en nuestras operaciones. Quiero extender nuestro agradecimiento a Stéphane por su compromiso con el negocio durante los últimos cuatro años. Estamos profundamente agradecidos por su dedicación y esfuerzos, y le deseamos mucho éxito en su nuevo rol dentro de nuestra empresa”.

Esta es la visión y los temas de inversión que las bancas privadas priorizarán en 2025

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Llegamos a las últimas semanas de 2024 con un S&P 500 que cerró noviembre con su mayor ganancia del año, con los mercados inmersos en un nuevo ciclo de tipos de interés, con los bancos centrales llegando a la tasa de inflación objetivo y con fuertes expectativas de un crecimiento sostenible, aunque en algunas regiones ralentizado, para las principales economía. Con este marco de fondo, las bancas privadas más relevantes de la industria comparten la visión y los temas de inversión van a priorizar de cara a 2025.

Unas ideas de inversión que van muy pegadas a sus perspectivas macro. Por ejemplo, la idea central con la que trabajan los expertos de UBP de cara a 2025 es “resiliencia fragmentada”. Con ella, se refieren a que, debajo de los sólidos datos de crecimiento que anticipan para el año que viene – calculan un 3,2% del PIB global- veremos fuertes divergencias por regiones – estiman un crecimiento del 1,7% para los países desarrollados y un 4% para el bloque emergente-, y entre los países de esas regiones, especialmente en lo que atañe a Europa. 

Así, al poner el microscopio sobre las distintas naciones, desde UBP anticipan que uno de los países que presentará una tasa más fuerte de crecimiento será India, con un 6,5%, anticipan un 4,7% para China (contando con que se apliquen las medidas de estímulo anunciadas por sus autoridades) y un crecimiento entre el 2% y el 2,5% para Estados Unidos. En el otro lado de la balanza, ponen a Japón con un 0,8% y a la eurozona con un 1%. Dentro de la eurozona, la previsión de la firma es que sean los países del arco mediterráneo (España, Italia, Grecia, Portugal) los que tiren del crecimiento, frente a la debilidad de Francia y Alemania. 

En lo que respecta a EE.UU., Patrice Gautry, economista jefe de UBP, explica que el gran reto que tendrá que afrontar Donald Trump será aplicar medidas que aceleren el crecimiento, pero sin matarlo con una nueva ola inflacionaria. Según sus cálculos, si Trump vuelve a rebajar el impuesto de sociedades, recorta más impuestos y rescata algunas medidas más que ya se aplicaron en su primer mandato podría impulsar el crecimiento por encima de su potencial, del 2%, y podría incluso alcanzar hasta el 3% a dos años vista si logra estimular el consumo y el empleo.

Visión e ideas de inversión

Centrándonos en las ideas de inversión, las propuestas de las bancas privadas son muy diversas. Julien Lafargue, Chief Market Strategist de Barclays Private Bank, apunta que ya sea una ampliación del repunte en los mercados de renta variable o estrategias de carry y valor relativo en los mercados de renta fija, es probable que la mayor parte de la acción en 2025 ocurra en sectores o empresas específicas, más que a nivel de índices

“Los inversores deberán mantenerse ágiles, ampliar su universo de inversión y adoptar la diversificación. Respecto a la inteligencia artificial (IA), los próximos meses serán cruciales para cumplir con las expectativas generadas y evaluar su impacto en los resultados de las empresas. En un ciclo típico de tecnologías emergentes como este, el pico de expectativas infladas suele ir seguido de un valle de desilusión. Para evitarlo, las empresas deberán mostrar señales claras de que la IA está cumpliendo con sus promesas. Aquellas que no lo hagan sufrirán las consecuencias”, apunta Lafargue.

Otra idea es la que aportan Christian Gattiker, Head of Research de Julius Baer, y Mathieu Racheter, Head of Equity Strategy Research de Julius Baer. En su opinión, 2025 favorece un enfoque de inversión constructivo. “Con un escenario de crecimiento en EE.UU. y una inflación que seguirá siendo elevada, el entorno económico debería ofrecer oportunidades, aunque con una mayor volatilidad. Un enfoque diversificado en renta fija favorece los bonos corporativos frente a los soberanos y cierta exposición a los bonos de alto rendimiento estadounidenses”. 

Además, añaden que dado que el dólar se mantiene estable y los rendimientos del efectivo disminuyen, es prudente desplegar la liquidez de forma más activa. En renta variable, los inversores deberían seguir apostando por EE.UU., pero continuar rotando hacia sectores cíclicos, como el industrial y el financiero, o buscar en el espacio de mediana capitalización. “China ofrece una oportunidad táctica, mientras que los inversores a largo plazo prefieren la India, que ofrece la mejor historia de crecimiento secular. Los activos como el oro y el bitcoin deberían seguir prosperando y ofreciendo ventajas de diversificación”, matizan desde Julius Baer.

En esta misma línea, desde BNP Paribas Wealth Management ven oportunidades en cambiar de efectivo a otros activos, incluidos los bonos, para beneficiarse del carry, y buscar beneficiarse de una curva de tipos más pronunciada, por ejemplo, invirtiendo en acciones del sector bancario. Además, añaden cuatro ideas más: sectores industriales porque la actividad industrial se recuperará con tasas más bajas; empresas de pequeña y mediana capitalización para beneficiarse en un recorte de tipos y de un escenario de aterrizaje suave; el oro, que se beneficiará de la caída de los tipos del banco central; y clases de activos apalancados: bienes inmuebles, capital privado, infraestructura/ utilities, energía limpia.

Por último, Lombard Odier pone el foco en los activos alternativos, un imprescindible para las carteras de los inversores. Según recuerdan, las inversiones alternativas líquidas y privadas tienen un papel más importante que desempeñar en las carteras multiactivos. Por ello apuntan tres apuestas claras: el sector inmobiliario como alternativa de renta en mercados con bajo rendimiento; los hedge funds y los activos privados para ampliar el universo de inversión; y el oro como activo seguro para aportar valor a la cartera. 

“En activos privados, vemos el capital riesgo como una herramienta para ampliar el conjunto de oportunidades de inversión en las carteras. Las empresas más innovadoras han tendido a permanecer privadas durante más tiempo en los últimos años y los rendimientos de la inversión son más elevados durante este periodo. Estas oportunidades también proporcionan diversificación a las carteras, ya que el número de empresas cotizadas ha disminuido en muchos mercados”, matizan desde Lombard Odier sobre los activos alternativos.

Aumenta la preocupación por la gestión de riesgos y la regulación de los hedge funds

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Los hedge funds están aumentando el gasto en gestión de riesgos a medida que crecen las preocupaciones sobre los desafíos regulatorios, según un informe global realizado por Beacon Platform Inc. Según muestra la encuesta, el 99% de los gestores de hedge funds encuestados en el estudio de Beacon en EE.UU., Reino Unido, Alemania, Suiza, Francia, Italia, Suecia, Noruega y Asia – cuyos fondos en conjunto tiene un patrimonio de 901.000 millones de dólares- afirma que su fondo aumentará el gasto en gestión de riesgos en los próximos dos años.

En concreto, un 56% afirma que este coste aumentará un 20% o más, según el estudio de Beacon, la plataforma de análisis de cartera y gestión de riesgos abierta y de activos cruzados para fondos de cobertura”, ha comentado desde la entidad. La encuesta muestra que la mayoría está preocupados por su capacidad para enfrentar los desafíos regulatorios: alrededor del 56% cree que será más difícil en los próximos tres años, aunque el 39% espera que la presión disminuya. Además, los ejecutivos de nivel C tenían casi el doble de probabilidad de pensar que los desafíos regulatorios se volverán más difíciles (73%) en comparación con sus colegas de Análisis de Inversiones o Gestión de Cartera (38%).

Una conclusión relevante es que la transparencia fue identificada como un problema importante en el estudio: el 90% de los encuestados admite que la transparencia proporcionada a clientes e inversionistas debe mejorar, y el 23% afirma que debe mejorar drásticamente. Además, los reguladores son vistos como los principales impulsores de una mayor transparencia de datos, aunque también los organismos comerciales de la industria y los propios fondos de cobertura están promoviendo una mayor transparencia. 

Otra conclusión llamativa es que, en general, los hedge funds están satisfechos con sus sistemas de gestión de riesgos, pero identificaron algunas áreas de preocupación: alrededor de un tercio (33%) dijo que los sistemas de su fondo eran solo promedio en cuanto a latencia (la capacidad de realizar cálculos complejos en un tiempo aceptable), y el 30% dijo que era solo promedio en precisión (la capacidad de valorar al mercado y usar modelos estándar de la industria para todos los productos), mientras que el 5% dijo que era deficiente.

Además, sobre una quinta parte (22%) dijo que sus sistemas eran solo promedio en transparencia, y el 6% dijo que era deficiente o muy deficiente. Más de una cuarta parte (26%) dijo que sus sistemas eran promedio en flexibilidad, y el 2% dijo que eran deficientes. Más de cuatro de cada cinco (82%) de los que calificaron su sistema como deficiente planean reemplazarlo en los próximos 12 meses, mientras que el 65% utilizará más sistemas para compensar las debilidades de su sistema. La inversión en sistemas ha dado resultados para los fondos que lo han hecho: alrededor del 55% de los que dicen que la visibilidad del riesgo en su fondo ha mejorado en los últimos dos años atribuyen esa mejora a una mayor inversión en tecnología, mientras que el 47% atribuye las mejoras al mayor uso de terceros especializados.

A la luz de estos resultados, Asset Tarabayev, director de Producto de Beacon Platform Inc., se que “a medida que aumentan los desafíos regulatorios y los clientes exigen una mayor transparencia, nuestra investigación muestra que los hedge funds se están preparando para responder a estas preocupaciones. Se espera que el gasto crezca en todo el sector, ya que los fondos buscan aprovechar las características avanzadas de informes de los sistemas modernos de gestión de riesgos y análisis de carteras para mejorar la transparencia tanto para los inversores como para los reguladores. Los fondos que lideran en tecnología ya se benefician de estas capacidades técnicas avanzadas, aumentando la transparencia de los modelos analíticos, acelerando su tiempo de cumplimiento y ofreciendo vistas en tiempo real de los límites de riesgo y exposiciones”.

Small y mid caps europeas: oportunidades en un entorno de recuperación y qué esperar en 2025

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A lo largo de 2024, el mercado de small y mid caps europeas ha comenzado a mostrar señales claras de recuperación, tras varios años marcados por retiros de capital significativos y desafíos macroeconómicos. Si bien la incertidumbre global ha seguido siendo un factor determinante, el retorno neto de más de 1,6 mil millones de euros hacia estos activos, acumulado desde principios de este año, refleja un cambio positivo en la percepción de los inversores. Este flujo indica una renovada confianza en las oportunidades de crecimiento que ofrece este segmento, especialmente en un momento donde las valoraciones son particularmente atractivas.

La propuesta de valor de las empresas de pequeña y mediana capitalización reside en su capacidad de especialización e innovación, cualidades que las hacen menos dependientes de los ciclos económicos generales. Analizando qué sectores convendría seguir de cerca, dada su capacidad de resiliencia y potencial, destacaríamos tres:  software industrial, las tecnologías médicas y las soluciones climáticas. En primer lugar, en el segmento del software, por ejemplo, las empresas han mantenido incrementos de ingresos entre el 10% y el 30% trimestralmente, gracias a su capacidad para ofrecer soluciones críticas en un entorno cada vez más digitalizado.

De manera adicional, el sector tecnológico, y en particular el de semiconductores, continúa siendo estratégico para Europa, no solo por su peso económico, sino también por su relevancia geopolítica. La región está redoblando esfuerzos mediante iniciativas como el «Chips Act», con una inversión de 43.000 millones de euros, destinada a reforzar la producción y retener talento en un mercado global competitivo.

Asimismo, en el ámbito de las tecnologías médicas, el ajuste de inventarios que siguió a la sobre-demanda durante la pandemia ha ralentizado el crecimiento en áreas como la biotecnología, pero ya se observan signos de normalización. Empresas centradas en consumibles y tecnología de vanguardia están retomando su camino de expansión, impulsadas por la necesidad de optimizar los sistemas de salud y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Por otro lado, en las tecnologías climáticas, la adopción de sistemas como las bombas de calor, que son entre 3 y 5 veces más eficientes que las soluciones tradicionales, sigue siendo un motor estructural de crecimiento. Aunque este segmento ha enfrentado un ajuste de inventarios a inicios de año, la transición hacia una economía más sostenible asegura su relevancia a largo plazo.

Desde una perspectiva más amplia, la coyuntura económica actual ofrece elementos sólidos para el optimismo. Aunque sectores tradicionales han enfrentado retos derivados de la desaceleración de la demanda, las expectativas para 2025 son positivas. La normalización de inventarios y la estabilización de factores exógenos, como las tensiones comerciales y las políticas monetarias, crean un entorno más favorable para la inversión.

En conclusión, el segmento de small y mid caps europeas se posiciona como una oportunidad estratégica en un mercado global en transformación. Identificar empresas con un alto componente de innovación, resiliencia operativa y un enfoque en nichos de mercado será clave para capturar el valor que este segmento puede ofrecer en los próximos años.

Tribuna de Francisco Rodríguez d’Achille, socio y director de Lonvia Capital.

¿Qué oportunidades ofrece la deuda de mercados emergentes?

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En opinión de Jean-Philippe Donge, responsable de renta fija para BLI-Banque de Luxembourg Investments, hasta hace poco, lidiamos con tasas de interés extremadamente bajas o incluso nulas para la deuda soberana en países desarrollados, e incluso para algunos emisores privados. «En tales condiciones, las carteras de bonos sólo podían sostenerse gracias a los ingresos por intereses (aunque fueran bajos), junto con una constante caída de los rendimientos en un entorno desinflacionario”, explicado Donge.

Según su análisis, en 2021, la inflación volvió a resurgir, especialmente en la Eurozona y en Estados Unidos. Después de fluctuar alrededor del 2%, o incluso del 1%, en la década anterior, el índice de precios al consumidor de EE. UU. subió bruscamente, alcanzando un máximo del 9,1% en junio de 2022, según explican desde BLI.

“La última vez que se alcanzaron estos niveles fue en 1981. El regreso de la inflación posterior al Covid ha puesto fin a la tendencia a la baja de los rendimientos de los bonos que comenzó en 1981 (cuando el rendimiento a 10 años de EE. UU. estaba cerca del 16%). Este reciente repunte podría haber generado esperanzas de un nuevo entorno favorable para las inversiones en bonos, con emisiones que ofrecen cupones altos», afirma Donge.

Sin embargo, reconoce que a medida que las cadenas de suministro se restablecieron y los bancos centrales elevaron las tasas de interés, la inflación finalmente volvió a ceder. «Esto ha detenido la subida de las tasas de interés, al menos por el momento. En la Eurozona, el BCE ha comenzado un nuevo ciclo de recortes de tasas, mientras que Alemania ha anunciado su entrada en recesión”, añade el experto de BLI.

A la luz de estas consideraciones de mercado, es importante tener en cuenta la evolución de los fundamentos, según Donge. A este nivel, es crucial entender que los países anteriormente industrializados (o países occidentales) han visto recientemente un deterioro en sus niveles de deuda debido al gasto fiscal masivo y a políticas monetarias “excepcionalmente acomodaticias”. Mientras tanto, en varios países emergentes, los expertos de BLI han observado una mayor disciplina fiscal y ortodoxia monetaria en muchos casos, en un contexto de una clase media emergente, creciente industrialización e integración regional aumentada.

“El sector privado es un factor crucial para el desarrollo en los países emergentes, contribuyendo a la creación de empleo, la diversificación económica y la innovación. Empresas como FEMSA (México), Tencent (China), Embraer (Brasil) y SABIC (Arabia Saudita) son buenos ejemplos de esta dinámica”, ha destacado Donge en su artículo.

En su informe Business Ready 2024, el Banco Mundial destaca la mejora de las condiciones empresariales en países como México, Vietnam e Indonesia, con reformas que simplifican el acceso a servicios financieros y mejoran la infraestructura pública. “Este estado de cosas se refleja en los mercados financieros. A lo largo de los años, la deuda de los mercados emergentes se ha consolidado como una clase de activo por derecho propio, atrayendo a inversores interesados en diversificar sus carteras y obtener mayores rendimientos. Con el tiempo, y con menor volatilidad, esta clase de activo ha superado históricamente a otras, y su potencial de rendimiento sigue intacto”, ha subrayado Donge.

El rendimiento de los mercados emergentes, según detallan desde BLI, ha sido dinámico y transformador en las últimas décadas. A medida que los países en desarrollo continúan representando una parte cada vez mayor de la economía global, invertir en sus instrumentos de deuda se ha convertido en una estrategia para capturar este crecimiento. “La deuda de mercados emergentes abarca bonos emitidos por gobiernos y corporaciones de estas economías, ofreciendo rendimientos más altos que sus contrapartes de mercados desarrollados. De hecho, el mercado de deuda corporativa denominada en dólares emitida por países emergentes casi se ha duplicado en una década, alcanzando casi 2,5 billones de dólares en 2024. Este crecimiento se debe, en particular, a la creciente demanda de deuda con alto rendimiento. Hoy en día, solo a nivel soberano, el rendimiento promedio de los bonos de países emergentes es de aproximadamente 7,7% en términos de dólares, en comparación con sólo el 4,2% de los bonos del Tesoro de EE. UU”, ha explicado Donge.

El artículo concluye que la deuda de mercados emergentes ofrece oportunidades de altos rendimientos, pero también conlleva riesgos específicos. Estos incluyen la inestabilidad política y económica, la volatilidad de las divisas y los riesgos de liquidez. 

“Sin embargo, a pesar de estos desafíos, que a menudo alimentan ciertos conceptos erróneos, los mercados emergentes han mostrado una notable resiliencia frente a recientes choques económicos. Además, los mercados emergentes ahora representan más del 50% del PIB global, y para 2030 se espera que el 60% del gasto global de la clase media provenga de estas regiones. La expansión de esta clase media, junto con el surgimiento de sectores empresariales de rápido crecimiento, resulta de gran interés para los inversores”, ha concluido Donge.

Beka Finance aconseja dedicar un 20% a alternativos en una cartera marcada por la prudencia

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Foto cedidaDavid Azcona, director de inversiones de Beka Finance.

El excesivo consenso existente en el mercado suscita recelos entre los expertos de Beka Finance. Es más, para David Azcona, director de Inversiones de la firma, las políticas fiscales expansivas que muy probablemente implantará el presidente electo Donald Trump no impedirán el efecto que tendrán en la economía «una caída del consumo y del empleo» derivado de los tipos de interés altos y la menor capacidad de ahorro de los hogares.

En definitiva, la incertidumbre entorno a la Administración Trump 2.0, con medidas arancelarias y proteccionistas, añade presión al crecimiento global. En Europa, los gobiernos aún carecen del impulso fiscal necesario para evitar la recesión y, en China, los problemas en el mercado inmobiliario continúan lastrando el efecto riqueza y el consumo.

«En este contexto de múltiples incertidumbres, nuestra estrategia se centra en mantener una postura cautelosa. La clave para 2025 será identificar oportunidades con criterios estrictos de calidad y resiliencia, evitando exponernos a los sectores más sensibles a la volatilidad económica», afirmó Azcona.

Estrategia de inversión y asignación de activos

En Beka creen que el inicio de 2025 se presenta con un tono más optimista que el arranque de 2024, impulsado por previsiones que sitúan al S&P 500 un 10% por encima de los niveles actuales. Pero en la firma consideran que dicho optimismo se apoya «en un exceso de consenso y no refleja los riesgos reales del entorno económico». La combinación de valoraciones elevadas, una posible recesión en Estados Unidos y Europa, y la incertidumbre sobre las políticas fiscales y arancelarias hacen necesario un enfoque más cauteloso, en opinión de Azcona.

En renta variable, el experto adopta un enfoque prudente, con especial foco en sectores defensivos como consumo, eléctricas y defensa. Estas áreas, menos sensibles a las fluctuaciones del ciclo económico, «ofrecen mayor estabilidad y resiliencia en un contexto de incertidumbre», a juicio de Azcona, que comentó que los niveles de valoración histórica en los mercados de renta variable simplemente «no son sostenibles». Es más, su escenario central contempla una corrección significativa, en torno al 15%, con un precio objetivo para el S&P 500 en los 5.100 puntos.

En concreto, el sector defensa emerge como un área de oportunidad impulsada por las tensiones geopolíticas y el aumento del gasto en seguridad global. Por su parte, la inteligencia artificial sigue atrayendo la atención del mercado, aunque Beka advierte de que las expectativas de crecimiento deben moderarse y dirigirse a empresas con una monetización clara de estas inversiones. «La inteligencia artificial seguirá siendo un tema central en 2025, pero es fundamental mantener una perspectiva realista. Apostamos por compañías con una clara capacidad de monetización en este ámbito, evitando las expectativas infladas que pudimos observar en 2024”, añade Azcona.

Desde un punto de vista geográfico, Beka sobrepondera Estados Unidos, centrándose en grandes compañías con fundamentales sólidos y capacidad para capear la volatilidad derivada del escenario macroeconómico.

En renta fija, la estabilización de la inflación entre el 2% y el 3% «crea un contexto favorable para la deuda de alta calidad». Estima que la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años podría situarse entre el 3% y el 3,5% a lo largo del año, aunque no de forma lineal, con episodios de volatilidad impulsados por los niveles de endeudamiento público y la respuesta de los inversores. En este punto, Azcona matiza que, si el rendimiento alcanzara el 5%, se alcanzaría «un nivel clave para la volatilidad de los mercados».

En este escenario, apuesta por una gestión dinámica en renta fija, aprovechando los momentos de rebajas bruscas de tipos y evitando activos de mayor riesgo. Este entorno ofrece oportunidades atractivas, especialmente en emisiones corporativas de calidad y con una duración ajustada, mientras que la estabilización de la inflación refuerza la posición positiva en renta fija.

Alternativos

La volatilidad esperada en los mercados tradicionales hace imprescindible mantener una exposición significativa a activos alternativos. La firma recomienda aumentar posiciones en hedge funds, deuda privada, co inversiones y oro, que actuarán como refugio y ofrecerán estabilidad en carteras bien diversificadas. “La asignación a este tipo de activos debería alcanzar al menos el 20% del total de la inversión, aprovechando su capacidad de ofrecer oportunidades rentables en un contexto de incertidumbre”, añade Azcona.

En cuanto al mercado de divisas, se prevé una apreciación gradual del euro frente al dólar, con un objetivo de 1,09 euros por dólar. Este movimiento estará impulsado por las expectativas de un menor crecimiento en Estados Unidos y la revalorización del euro conforme se aclara el panorama político y fiscal en Europa, según el experto.

La decisión de la Reserva Federal: un mayor crecimiento tiene un precio

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El miércoles, la Fed ofreció más pruebas de lo que el mercado ha estado anticipando desde septiembre: el ciclo económico de EE.UU. se está extendiendo, y aunque eso probablemente beneficiará a los activos más riesgosos, el panorama para muchos segmentos del mercado de renta fija se está volviendo menos claro.

Desde el giro moderado de la Fed hace exactamente un año —interrumpido brevemente por un periodo de inflación persistente a principios de 2024—, las expectativas apuntaban a un ciclo de relajación agresiva. El límite superior de la tasa objetivo de los fondos federales, que estaba en 5,50 % en ese momento, se encontraba muy por encima de la medida de inflación preferida por el banco central de EE. UU., lo que señalaba una política altamente restrictiva.

El recorte de 25 puntos básicos (pbs) en las tasas de interés por parte de la Fed no fue exactamente un «regalo», ya que estuvo acompañado de un panorama político menos favorable. Una economía estadounidense resiliente, junto con la inclusión de políticas a favor del crecimiento por parte de la administración entrante de Trump, ha cambiado la narrativa de “acomodación”. El recorte a 4,5% esta semana ya había sido ampliamente anticipado por el mercado. También se esperaban revisiones modestas al alza en el Resumen de Proyecciones Económicas del banco central. Sin embargo, el grado en que muchas de estas expectativas fueron ajustadas podría haber sido el aspecto más destacado de esta reunión.

Al monitorear estas declaraciones, es importante identificar posibles incongruencias entre la retórica general y los detalles. Aunque el presidente de la Fed, Jay Powell, habló de un equilibrio aproximado entre los dos objetivos del mandato dual del banco central, creemos que el sesgo nuevamente se ha desplazado hacia la gestión del riesgo de inflación.

Por los números

En las proyecciones actualizadas de la Fed, la revisión del crecimiento económico real, medido por el producto interno bruto (PIB), confirmó lo que muchos ya sabían: con un ritmo del 2,5% en 2024, Estados Unidos sigue siendo parte del grupo de economías avanzadas.

El sólido crecimiento de EE.UU. se reflejó en un modesto aumento de las expectativas de PIB para 2025 y 2026, así como en una ligera disminución de la tasa de desempleo proyectada para 2024 y 2025. El presidente Powell se apresuró a reiterar que un mercado laboral resiliente era un desarrollo positivo y que no esperaba que los salarios ejerzan una presión al alza sobre la inflación.

Las revisiones más destacadas fueron en las proyecciones de inflación más altas. Para 2025 y 2026, la inflación general, medida por el Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal, se revisó al alza a 2,5 % y 2,1 %, respectivamente. La inflación subyacente para esos dos años ahora se espera que alcance 2,5 % y 2,2 %, respectivamente. Según esta medida, la Fed solo espera alcanzar su objetivo de inflación del 2,0 % en 2027. 

Aquí destacamos el componente de servicios básicos de la inflación. Creemos que la Fed podría estar preocupada porque este elemento clave para la estabilidad general de los precios podría estar tocando fondo mucho antes de que la inflación alcance su objetivo. Bajo esta lógica, mantener una postura moderada podría deshacer el progreso reciente en la lucha contra la inflación.

Detrás de los “puntos”

También fueron relevantes las revisiones de las expectativas de la Fed sobre su trayectoria de política monetaria. Gran parte del enfoque moderado previo ya había sido descartado. Esta tendencia continuó, y en esta nueva versión de la encuesta ahora se proyectan solo dos recortes en 2025 (frente a cuatro anteriormente) y dos adicionales en 2026, en línea con estimaciones previas. De manera importante, se espera que la tasa terminal para este ciclo sea del 3,0%. Hace solo un año, la proyección era del 2,5%.

Lo que está detrás de estas expectativas de una trayectoria de tasas más moderada es crucial. Si se debe a la anticipación de un mayor crecimiento económico debido a una agenda favorable para los negocios, esto sería positivo para los mercados. Sin embargo, si los componentes más inflacionarios de la agenda de la nueva administración de EE.UU. —como los aranceles— requieren tasas de política más altas, los inversores tendrían razones para preocuparse por la volatilidad en los tramos medio y largo de la curva de rendimiento estadounidense.

Mercados en movimiento

El rango de posibles resultados para los mercados de bonos se ha ampliado. Una extensión del ciclo económico en EE.UU. conlleva el riesgo de que el progreso en la lucha contra la inflación se estanque, inyectando volatilidad en los bonos de vencimientos medios y largos. La incertidumbre sobre las prioridades de política de la administración entrante también complica el panorama. Hasta ahora, la economía estadounidense ha logrado el esquivo “aterrizaje suave”. Un crecimiento económico más firme podría mantener la fiesta en marcha, o bien podría reajustar las expectativas de inflación de los consumidores a un rango más alto, obligando a la Fed a replantearse sus supuestos básicos.

Típicamente, los inversores darían la bienvenida al retorno de una prima por plazo en la curva de los bonos del Tesoro de EE.UU. Sin embargo, ese aumento incremental en los rendimientos entre los bonos a 2 años y 10 años –actualmente alrededor de 15 puntos básicos– refleja una creciente incertidumbre en torno a la inflación estadounidense y la respuesta de política adecuada. Los inversores deben decidir si ese rendimiento incremental justifica el riesgo.

Las valoraciones también importan. Una extensión del ciclo debería beneficiar a emisores corporativos de calidad. Sin embargo, los rendimientos de muchos de estos valores en relación con sus índices de referencia libres de riesgo son estrechos en comparación con los estándares históricos, lo que deja poco margen para protegerse contra la volatilidad de las tasas. Aunque los índices de incumplimiento son bajos y una economía en crecimiento debería ayudar a las empresas a mantener sus índices de cobertura, creemos que los créditos titulizados representan una mejor oportunidad en el contexto actual, dado que ofrecen valoraciones más atractivas y el potencial de que sus activos subyacentes se aprecien.

Las proyecciones actualizadas de la Fed confirman que, a nivel global, el crecimiento económico y las respuestas de política están divergiendo. Las expectativas revisadas al alza de las tasas de interés significan que EE.UU. sigue siendo un destino atractivo para el rendimiento. Por el contrario, la debilidad en Europa y otras jurisdicciones probablemente resultará en una mayor flexibilización de políticas y tasas más bajas. Además, varios segmentos del mercado global de crédito actualmente se negocian con descuentos en comparación con emisores de calificación similar en EE.UU.

Conclusión

La era de los mercados de bonos sincronizados y los rendimientos escasos ha llegado a su fin. Esto representa una oportunidad para que los inversores refuercen carteras más amplias aprovechando la capacidad de los bonos para generar ingresos, actuar como un diversificador y reducir la volatilidad.

Sin embargo, para lograrlo, los inversores deben ser ágiles y buscar identificar los segmentos que representen los equilibrios más atractivos. A diferencia de años anteriores, todos los factores son importantes, incluidos la región, la calificación crediticia y la exposición a la duración. Los inversores astutos tienen la oportunidad de aprovechar estas disparidades para encontrar un equilibrio entre la defensiva y la captura de rendimientos adicionales.

 

 

Análisis de Jim Cielinski, director Global de Renta Fija de Janus Henderson, y Daniel Siluk, jefe de Duración Corta Global de Janus Henderson.

Funds Society España 36: pinceladas de esta edición contadas por sus protagonistas

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El número 36 y correspondiente a septiembre de 2024 de la revista de Funds Society España ya está en la calle y los suscriptores españoles lo recibirán en los próximos días.

Les ofrecemos un resumen en vídeo, de la mano de algunos de los colaboradores que han escrito tribunas de opinión y también expertos de la industria de gestión de activos y asesoramiento que nos han dado su visión en algunos de los artículos. En el vídeo, explican algunas de las claves del contenido en el que han participado.

Entre los protagonistas, Alicia García, responsable de M&G para España, Portugal y Andorra, y Javier García de Vinuesa, Country Head de Natixis IM para España, dan algunas claves de lo que les espera a los mercados en 2025 y aportan ideas para las carteras en el nuevo año.

Por su parte, Carlos González Ramos, director Relación con Inversores, Marketing y Comunicación de Cobas AM, valora las consecuencias de que a partir del próximo 1 de enero los partícipes de planes de pensiones podrán reembolsar participaciones con más de 10 años de antigüedad. Una medida que podría suponer un desafío para el sector, pero también una oportunidad.

Sergio Miguez, socio-director general de Alternative Ratings, nos habla de los hedge funds como sector que menos crece en el segmento de alternativos pero que está tomando una forma particular en España.

Tali Salomon, directora regional de eToro para Latam e Iberia, expresa sus deseos para el año próximo.

La lectura de la revista les ayudará a recertificar sus titulaciones EFPA.

¡Disfruten del vídeo!

Pueden descargarlo en el siguiente enlace.

La Fed enfría las expectativas del mercado sobre recortes significativos de tipos en 2025

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Foto cedidaEl presidente Powell responde a las preguntas de los periodistas en la rueda de prensa del FOMC el 18 de diciembre de 2024.

La Fed ha recortado los tipos por tercera vez desde marzo de 2020 en 25 puntos básicos, tal y como se esperaba. Las gestoras internacionales destacan que Powell reconoció que esta decisión fue «más difícil» que las de las reuniones anteriores y que enfatizó que fue «la decisión correcta» dadas las condiciones actuales. Esto sigue a la reciente comunicación del FOMC, que enfatiza los méritos de la normalización «gradual» de la política, respaldada por fundamentos económicos resilientes y la creciente incertidumbre política con la llegada del presidente Trump.

Una modificación significativa del lenguaje de la declaración refuerza lo medida que está siendo esta trayectoria. La incorporación de la ‘magnitud’ y el ‘momento’ de señalar un camino de recorte de tipos más lento, con los mercados ahora valorando una probabilidad del 90% de una pausa en enero, se alinean con nuestra evaluación. Powell reforzó este mensaje, señalando que aunque la política sigue siendo restrictiva, están ‘significativamente más cerca de la neutralidad’, lo que justifica un enfoque más cauteloso reflejado en la reducción de cuatro a dos recortes proyectados en 2025”, apunta Salman Ahmed, responsable global de macro y asignación estratégica de activos en Fidelity International

Para Dongyue Zhang, responsable de especialistas de inversión APAC para soluciones de inversión multiactivos de abrdn, la Fed adoptó un tono agresivo (hawkish). “Estas señales consolidan nuestra opinión de que la Fed hará una pausa en enero, a medida que vaya reduciendo su ritmo de relajación. Esperamos un recorte en marzo, dependiendo de si continúa el enfriamiento de la inflación. En nuestra opinión, hay más riesgo de que se produzcan menos movimientos, especialmente si vemos fuegos artificiales en los primeros días de la administración Trump. A juzgar por el ligero cambio en el comunicado de la Fed, esperamos un aumento de la volatilidad como consecuencia de los cambios en las políticas de la Administración Trump en 2025”, señala Zhang.

Este nuevo discurso representa otro ajuste significativo en el enfoque de la Fed que hace apenas tres meses llevó a un recorte de 50 puntos básicos. “Este giro está en línea con que las presiones inflacionarias persistentes impedirían que la Fed implemente el ciclo de relajación que los mercados esperaban. En su lugar, anticipamos que la Fed recalibraría su política, pasando de una postura restrictiva a una menos restrictiva. Esto es precisamente lo que está ocurriendo, con Powell insinuando que el banco central podría poner fin a los recortes consecutivos deteniéndose tan pronto como en su próxima reunión en enero: ‘Estamos en, o cerca de, un punto en el que será apropiado ralentizar el ritmo de los ajustes adicionales’», señala Jean Boivin, responsable del BlackRock Investment Institute.

En este sentido, George Brown, economista senior de EE.UU. de Schroders, espera un recorte adicional de otro cuarto de punto en la reunión de marzo de 2025, y que luego los suba 50 pb en 2026. “Es cierto que la función de reacción del banco central podría verse distorsionada si su independencia se viera socavada por la Administración Trump, pero, en nuestra opinión, las medidas para garantizar dicha independencia son suficientes para evitar este riesgo, al igual que el temor a las represalias del mercado”, matiza Brown. 

Para David Macià, director de Inversiones y Estrategia de Mercados de Creand Asset Management en Andorra, la cuestión de debate es a qué obedece el cambio de tono de Powell. “Si se debe a la llegada de Trump a la presidencia, cuyas políticas son netamente inflacionistas, se podría temer una futura confrontación entre gobierno y la Fed. Otra opción es que la apreciación previa de los activos financieros estuviera motivada en gran parte porque los inversores descontasen un escenario goldilocks: una economía fortísima combinada con una inflación en retroceso que permitiría a la Fed seguir recortando tipos sin descanso, algo que nos ha parecido siempre un tanto fantasioso. De ser así, las correcciones de ayer tendrían continuidad”, concluye Macià.

La clave está en el gráfico de puntos

Sobre el Resumen de Proyecciones Económicas (SEP, por sus siglas en inglés) Ahmed considera que la Fed se mostró menos agresiva en el gráfico de puntos: “El punto de 2025 eliminó dos recortes, superando las expectativas del mercado de solo un recorte menos. Este ajuste viene acompañado de proyecciones de crecimiento más fuertes, mayor inflación y menor desempleo en 2025”, indica. Y añade: “Es importante destacar que la evaluación del comité sobre la tasa neutral a largo plazo se ajustó al alza, con la mediana pasando del 2,9% al 3%, y el rango de tendencia central subiendo al 2,8%-3,6%”.

Para Daniel Siluk, jefe de Global Short Duration & Liquidez y gestor de carteras de Janus Henderson, el SEP es marcadamente halcón, con sólo dos recortes de tipos previstos para 2025, lo que indica una mayor preocupación por la persistencia o reavivación de la inflación. “Las previsiones de inflación para 2025 se han revisado al alza hasta el 2,5% (desde el 2,1%). Las previsiones de crecimiento económico se han revisado ligeramente al alza para 2025, hasta el 2,1% desde el 2,0%, pero se han revisado a la baja más allá de su horizonte de previsión, con una revisión a la baja del crecimiento del PIB para 2027, hasta el 1,9% desde el 2,0%. Esto sugiere que la política monetaria más restrictiva aún no ha hecho mella en la economía”, apunta Siluk, quien considera que la interpretación inicial del mercado ha sido de línea dura, como demuestra el aplanamiento de la curva de rendimientos.

Powell dejó claro que un ritmo más lento de recortes era el caso base. Sostuvo que la inflación todavía se dirige en la dirección correcta, restó importancia a parte de la rigidez de la inflación imputada y señaló que el mercado laboral todavía se está enfriando, pero solo gradualmente. Creemos que si los aranceles fueran la principal razón del aumento de la inflación, habríamos esperado ver una previsión de crecimiento más suave para 2025. El propio Powell no parece haber tenido en cuenta los aranceles, dado que citó una incertidumbre significativa sobre el alcance, el calendario y el impacto de los aranceles. Mantenemos nuestra previsión de dos recortes más de tipos el año que viene, pero los riesgos se han desplazado claramente en la dirección de menos (ningún) recortes”, añaden desde Bank of America.

David Page, head of Macro Research de AXA IM, va un paso más allá y apunta que la Fed recortará solo una vez en marzo del próximo año hasta el 4,25%, en función de la magnitud de la política de la nueva Administración. “También somos más pesimistas sobre el impacto a largo plazo de estas políticas y esperamos que pesen sobre el crecimiento hasta 2026, lo que creemos que hará que la Fed reanude la flexibilización en el segundo semestre de 2026. Prevemos que la FFR se sitúe en el 3,5% a finales de 2026, ahora igual que la Fed, pero no creemos que el camino sea tan suave como implican las suaves proyecciones de recorte de 50, 50 pb y 25 pb de la Fed”, concluye Page.