. Martín Huete (Finizens): "El mayor reto para los jugadores tradicionales es comprender que su transformación pasa necesariamente por la colaboración con los nuevos"
El próximo 24 de enero tendrá lugar en Madrid la primera edición de la WealthTech Unconference, un encuentro que prevé reunir a cerca de un centenar de CEOs y fundadores de las principales empresas del sector. En una entrevista con Futuro a Fondo y Funds Society, Martín Huete, cofundador de Finizens y vicepresidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech, explica que “la gran ventaja que tienen los nuevos jugadores dentro de la tecnología WealthTech es la transparencia y las comisiones, muy inferiores a las de los jugadores tradicionales”.
Pero, a pesar de que estos servicios digitalizados ofrezcan numerosas ventajas, hay quienes no acaban de confiar del todo en ellos. Uno de los principales obstáculos es la seguridad y la protección de los datos personales. «Es una de las cuestiones que más preocupa al cliente, pero en todas las compañías digitales de gestión de patrimonios, la seguridad y el tratamiento de datos personales están absolutamente seguros, igual de seguros que estarían en cualquier banco”.
Modelos tradicionales vs Wealthtech
Lejos de hablar de desaparición del modelo tradicional en favor del mundo digital, Huete augura la convivencia de ambos: “Creo que a medio plazo, convivirán. Seguirán existiendo modelos 100% digitales y modelos basados en la presencia humana, al igual que los híbridos. Habrá gente que tardará más o menos en digitalizar servicios, pero al final se trata de reducir costes. Las entidades que no digitalicen todos los procesos de venta lo van a tener más complicado”, afirma.
Muchos entidades financieras, de hecho, no han querido quedarse atrás en esta carrera tecnológica y ya han incluido servicios propios de las fintech como roboadvisors o gestores automatizados. En opinión de Huete, «se trata del mismo producto, con las mismas comisiones y condiciones, pero digitalizado».
En este sentido, Huete cree que el mayor reto para los jugadores tradicionales es comprender que su transformación pasa necesariamente por la colaboración. “No pueden conseguir ellos solos ese ADN digital, eso cuesta mucho dinero, y lo más sencillo para estas empresas es llegar a acuerdos con startups que ya han desarrollado el modelo antes que ellos e insertarlo en sus modelos de negocio. Tiene que haber colaboración y una innovación abierta entre colaboradores y nuevos actores”.
Invertir y ahorrar es mucho más fácil de lo que creemos
Hay tres factores que siempre van a obstaculizar al inversor: él mismo, la influencia de los actores tradicionales y el bajo nivel de cultura financiera que existe en nuestro país.
Según el cofundador de Finizens, los actores tradicionales quieren hacernos creer que ellos saben cuándo hay que invertir en el mercado. Sin embargo, “nadie sabe cuándo hay que estar en los mercados, simplemente hay que estar y asumir la volatilidad”.
Respecto a la educación financiera, Huete cree que gran parte de la responsabilidad recae precisamente en las entidades financieras. “A gran parte de los actores establecidos no les ha interesado que la gente sepa mucho de este tema, así les colocan los productos que a ellos les interesan más”, asegura.
En este escenario, la aprobación de un espacio de pruebas para empresas fintech, conocido como sandbox, supone un gran paso adelante. «Esto pone a España en la vanguardia y en el centro de la innovación financiera. Lo que va a hacer es que cualquier jugador de Fintech pueda desarrollar su nuevo modelo de negocio en un entorno cuidado y regulado. También será un espacio donde jugadores tradicionales puedan probar alianzas antes de salir al mercado. Es una magnífica noticia porque va a traer emprendimiento, capital y buenas ideas a España”, concluye Huete.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: corinna-kr. UBS AM no cree que las tensiones comerciales vayan a resolverse en el corto plazo
Las actitudes hacia la globalización en el mundo desarrollado se han vuelto cada vez más negativas. Esto puede verse con hechos como que los partidos populistas hayan aumentado significativamente su proporción de votos en las elecciones que se han celebrado recientemente en Europa. En un informe sobre sus perspectivas para el primer cuatrimestre de este año, UBS AM señala que el conflicto comercial entre China y Estados Unidos, la fuente principal de las preocupaciones en torno al proteccionismo de la mayoría de los inversores, tiene tanto que ver con la seguridad tecnológica como con los aranceles y el déficit comercial estadounidense.
Pese a que parece haber emergido un tono más conciliador tras la tregua comercial acordada en la cumbre de jefes de Estado del G20 celebrada a finales de 2018 en Buenos Aires, la gestora no cree que los problemas que se encuentran en el fondo de esta disputa –como son la preocupación de Estados Unidos por la actitud de China hacia la propiedad intelectual y la transferencia de tecnología y su deseo de desarrollar sus propias industrias high tech para competir con el país norteamericano- puedan resolverse rápidamente.
Ha habido una tendencia global significativa de deflación asociada a la globalización que parece haber alcanzado un pico, al menos por ahora, ya que el aumento del populismo y el proteccionismo está llevando a la imposición de aranceles comerciales y a la restricción de la movilidad laboral. UBS AM destaca que los populistas están presionando en contra del marco institucional europeo sobre normas fiscales y la inmigración. Es probable que esto, como mínimo, ralentice los esfuerzos de reforma en la Unión Europea.
Por clases de activos, UBS AM considera que esta coyuntura genera diversas implicaciones. En renta variable, creen que la situación va a ser negativa porque las restricciones comerciales y las de inmigración tienden a aumentar los costes y, como consecuencia, a reducir el crecimiento y los beneficios. A su juicio, los exportadores quedarán más perjudicados que aquellas empresas que tengan, sobre todo, ingresos nacionales. Además, la gestora advierte de que hay algunas regiones que son más susceptibles al aumento de las tensiones comerciales de lo que se está teniendo en cuenta realmente.
En renta fija, en cambio, se mantiene neutral y cree que la presión alcista en la inflación va a llevar a infraponderar la duración. Mientras, asegura que la presión a la baja en el crecimiento es negativa para los diferenciales de crédito.
Por otro lado, UBS AM afirma que las divisas de los mercados emergentes tienen altos niveles de beta tanto para el crecimiento como para el comercio, mientras que aquellas más seguras, como el dólar estadounidense (USD), el yen japonés (JPY) o el franco suizo (CHF), deberían tener un comportamiento positivo, independientemente de la naturaleza del shock geopolítico que se produzca.
Un caso de estudio: el yen japonés
En este contexto, UBS AM señala que el ‘momentum’ económico que está desarrollándose en Japón, así como la rigidez de su mercado laboral, podrían traer signos de crecimiento salarial que llevarían al mercado a empezar a valorar el fin de la política monetaria del Banco de Japón, considerada extraordinariamente expansiva.
En Corea del Sur, los datos económicos recientes han sido bastante decepcionantes, con la formación de capital en decadencia y un consumo débil. Su economía se benefició de un impulso sustancial a raíz del fuerte crecimiento de las exportaciones de semiconductores en 2018, un impulso que probablemente desaparezca a lo largo de 2019. Dada la importancia de los semiconductores para el conjunto de la demanda, la economía y la divisa del país, por ende, permanece particularmente vulnerable a cualquier ralentización que se produzca en la industria global de tecnología de la información.
Por su lado, el yen japonés continúa demostrando características defensivas en entornos globales ‘risk-off’ y, en particular, en aquellos que están relacionados con la geopolítica y el proteccionismo. Al tratarse de un importante exportador, cualquier trastorno en las cadenas de distribución globales y, en concreto, el actual enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China pueden afectar a Corea del Sur. Por ello, el won coreano está expuesto a cualquier escalada en las tensiones comerciales, tanto de forma directa –a través de su propia relación con Estados Unidos- como indirecta –por la disputa de ese país con China.
Mientras, la retórica combativa entre Estados Unidos y Corea del Norte afortunadamente ha evolucionado hacia algo más conciliador a lo largo del último año, incluyendo la histórica reunión entre sus dos líderes en Singapur. Sin embargo, Corea sigue claramente expuesta a cualquier cambio en esta frágil distensión.
Con todo, UBS AM insiste en que las características del yen japonés en entornos de alta volatilidad hacen que esté preparado para comportarse bien si aumentan las tensiones comerciales y se produce una escalada en el conflicto geopolítico en la península coreana.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Connectingdots. Quang Nguyen (BNP Paribas AM): “Las oportunidades a largo plazo abundarán en los emergentes”
La escalada de las tensiones comerciales, la inestabilidad geopolítica y la reducida liquidez global tuvieron un impacto negativo en la coyuntura macroeconómica de los mercados emergentes durante 2018. Por ello, Quang Nguyen, gestor del Parvest Equity World Emerging de BNP Paribas AM, no ve sorprendente que exista una mayor aversión al riesgo por parte de los inversores y una salida de los países en desarrollo. En una entrevista con Funds Society, admite que las acciones de estos mercados no son un “refugio seguro” pero destaca que, a raíz de las crisis del pasado, los emergentes han puesto en marcha una gran cantidad de mecanismos de reparación financiera que han contribuido a que puedan surgir oportunidades atractivas este año.
En concreto, como es probable que en 2019 persistan las tensiones comerciales y la volatilidad, apuesta por seguir enfocándose en los fundamentales más a largo plazo, para lo cual, a su juicio, “los emergentes se mantienen extremadamente positivos”. Estos mercados representan alrededor del 80% de la población mundial, cerca del 50% del PIB global y la mayor parte del crecimiento global. Asimismo, Nguyen hace hincapié en que la importancia de estas regiones para los inversores está creciendo al tiempo que lo hace el consumo de la clase media y el perfil de estas economías está dejando de ser tan dependiente del exterior para estar cada vez más dirigido a la demanda interna. Por ese motivo, asegura sentirse “confiado” en que las oportunidades a largo plazo “abundarán en los mercados emergentes”.
Oportunidades en México y Sudáfrica
Nguyen destaca que BNP Paribas AM mantiene una “visión cautelosa” a la hora de invertir por países, ya que, aunque las empresas defensivas de calidad son resistentes en épocas de estrés, el grado de incertidumbre en este momento en algunas zonas no representa para ellos una recompensa suficientemente atractiva para el riesgo que tienen que asumir. Esto hace que actualmente no inviertan en países como Turquía, donde persiste la “incertidumbre política”, o Brasil, donde la victoria de Jair Bolsonaro ha dejado altas expectativas pero, también, un gran “potencial para la decepción”.
Mientras, se encuentran sobreponderados en México porque las “preocupaciones” que existen en torno al nuevo presidente han reducido la valoración de las empresas de calidad, lo que hace que sea más rentable invertir en ellas. También sobreponderan Sudáfrica, donde se da una situación contraria a la del país latinoamericano, ya que, en este caso, la mayoría de las empresas de alta calidad han permanecido muy fuertes en un entorno en el que es difícil operar e, incluso, están dando “sorpresas positivas”.
La gestora no cree que las oportunidades estén limitadas a regiones concretas, por lo que se mantiene muy abierta y supervisa constantemente todas las zonas de referencia. Actualmente, Nguyen ve opciones en China, Indonesia, Argentina, Brasil, México y Colombia. Las razones son variadas, pero el común denominador en todas ellas es que cumplen sus criterios de calidad y han alcanzado niveles atractivos.
El caso de Argentina
Consultado por las consecuencias que puede tener para el mercado global y argentino el préstamo de 57.000 millones de dólares concedido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) al Gobierno de Mauricio Macri, Nguyen señala que, pese al margen que puede darle al país austral para salir de la situación de déficit, recurrir a esta entidad lleva necesariamente a una política de austeridad “extremadamente dolorosa e impopular”.
En un año electoral como 2019, si el crédito no tiene efecto, Macri perderá poder y las reformas implementadas para atraer inversores al país dejarán de tener efecto. Sin embargo, si finalmente es efectivo y el mandatario logra suficiente estabilidad en la divisa y en la inflación y logra volver a la senda del crecimiento, Nguyen cree que podría ser un buen motivo para su reelección y motivaría la llegada de inversiones significativas al país.
Por sectores
Actualmente, por sectores, BNP Paribas AM se encuentra sobreponderada en productos de primera necesidad y, de forma más moderada, en finanzas, pero, según destaca Nguyen, esto solo refleja las oportunidades concretas que han aparecido en empresas de estos sectores. Recientemente, la gestora también ha aumentado su exposición en servicios públicos, telecomunicaciones y energía. En estos sectores, se encuentran una de las mayores empresas del sector porcino del mundo, número uno en China y Estados Unidos; una comercializadora de productos agrícolas a nivel global con importantes infraestructuras en Brasil y Argentina y con la mayoría de sus ventas a China; o una compañía energética colombiana relativamente desconocida pero con reservas que crecen de forma continuada y valoraciones muy atractivas.
El riesgo divisa
Al apostar por una perspectiva de inversión a largo plazo, la gestora no cubre su riesgo divisa. “El impacto de la divisa tiende a neutralizarse a lo largo del tiempo, por lo que cubrirlo representa para nosotros un ejercicio costoso que, de hecho, perjudicaría al rendimiento”, apunta Nguyen. En su lugar, apuestan por controlar los riesgos específicos de cada país, lo que les ayuda a identificar negocios de calidad en crecimiento y a precios atractivos, siendo pacientes y disciplinados “para darles a estas buenas empresas tiempo para cumplir”.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Roger Mosley. ¿Qué provocó la ola de ventas de diciembre y qué va a pasar ahora?
2018 fue sin duda un año difícil para los inversores. A partir del primer trimestre del pasado año, los mercados comenzaron a mostrar que la estabilidad de 2017 estaba a punto de finalizar. La Reserva Federal continuó con su ciclo alcista de tipos de interés, reduciendo las condiciones de liquidez en los mercados; y los mercados emergentes, en especial aquellos con un mayor déficit por cuenta corriente fueron los más afectados. A su vez, el ruido político fue mucho más fuerte, las amenazas de una guerra comercial entre Estados Unidos y China se materializaron con la llegada de los aranceles y la incertidumbre comenzó a teñir los mercados.
Una conjunción de fuerzas disruptivas del mercado, muchas de las cuales ya acechaban en el horizonte desde hace tiempo, han provocado el reciente retroceso, brusco y generalizado, que han sufrido los mercados globales. Ahora, el aumento de la volatilidad ha llegado para quedarse, pero los cimientos económicos probablemente seguirán siendo favorables conforme desaparezcan algunos de esos obstáculos, según los directores de inversiones de T. Rowe Price.
“Se daban las condiciones para una importante corrección y los inversores buscaban un motivo, mientras los mercados marcaban nuevos máximos en el tercer trimestre”, explica Rob Sharps, director de inversiones del Grupo T. Rowe Price. “En el cuarto trimestre, se sucedieron rápidamente varios motivos”.
La preocupación por la desaceleración del crecimiento global, el endurecimiento de las políticas monetarias, las valoraciones y la incertidumbre geopolítica, entre otros factores, ha hecho que los mercados sean vulnerables. Algunos acontecimientos concretos sacaron a la luz dichas preocupaciones en diciembre. “Los mercados detestan la incertidumbre y esta parece estar por todos lados”, explica John Linehan, director de inversiones de renta variable value estadounidense.
Sin embargo, para los inversores con horizontes a más largo plazo, como los gestores de carteras de T. Rowe Price, la ola de ventas ha ofrecido oportunidades atractivas, especialmente en empresas de alta calidad con unos fundamentales sólidos a niveles de valoración más atractivos. En efecto, los gestores de T. Rowe Price están asumiendo más riesgo para aprovechar dichas oportunidades, especialmente en algunos de los sectores cíclicos del mercado que más han caído.
David Giroux, director de estrategia de inversión de la compañía y director de inversiones de renta variable general estadounidense, señala que lleva varios años infraponderando la renta variable, pero que pasó a sobreponderarla el día de Nochebuena. Además, cree que toda nueva debilidad del mercado podría ofrecer más oportunidades de asumir riesgo.
“Aunque el aplanamiento de la curva de tipos, las próximas elecciones presidenciales y las guerras comerciales siguen siendo motivo de preocupación, puede que se hayan exagerado los riesgos”, afirma Giroux.
Henry Ellenbogen, director de renta variable growth estadounidense, ha aprovechado la caída del mercado para añadir a su cartera aquellos que considera que liderarán las próximas subidas. Afirma que algunos de los “valores cíclicos growth” de sectores como el de industriales, bienes de consumo discrecional, empresas relacionadas con la vivienda y materiales han sufrido caídas de hasta el 40% o el 50%.
El Comité de Asignación de Activos de T. Rowe Price, compuesto por profesionales de la inversión de gran experiencia, ha reducido su infraponderación en renta variable, con la expectativa de volver a una posición neutral si el mercado sigue cayendo.
Mark Vaselkiv, director de inversiones de renta fija, se muestra algo menos seguro, ya que tanto los diferenciales de los rendimientos de los bonos high yield estadounidenses y europeos como los de los bonos investment grade con respecto a la deuda pública se han ampliado considerablemente en el último trimestre. “Los diferenciales absolutos aún no prevén de forma generalizada una recesión, pero la espectacular ampliación de los diferenciales resulta preocupante, especialmente en el high yield estadounidense. El mayor problema es la caída del precio del petróleo”, señala.
Con el desplome bursátil del día de Nochebuena, que sufrió una caída del 19,8% con respecto a su máximo del 20 de septiembre, el S&P 500 Index registró prácticamente su primer ciclo bajista tras su recuperación de la crisis financiera global iniciada en marzo de 2009. Las caídas desde máximos recientes del Russell 2000 Index de valores de pequeña capitalización, el índice compuesto Nasdaq y el índice de los mercados emergentes superaron el umbral del 20% que implica un ciclo de mercado bajista. Las bolsas de otros mercados desarrollados fuera de EE.UU. cayeron una media del 17%.
Aunque los mercados repuntaron con fuerza después de Navidad, las preocupaciones subyacentes de los inversores se mantienen. Entre las principales preocupaciones apuntadas por los directores de inversiones de T. Rowe Price están:
El débil crecimiento económico fuera de EE.UU., especialmente en Europa, Japón, los mercados emergentes y China.
La preocupación de que la economía estadounidense, que ha liderado el crecimiento global desde la crisis financiera, pueda ralentizarse más de lo esperado.
Una probable desaceleración del crecimiento de los beneficios corporativos de EE.UU., que aumentaron a un ritmo fulgurante del 25% en los tres primeros trimestres de 2018.
El miedo a que la Reserva Federal, que subió los tipos de los fondos federales cuatro veces en 2018, pueda endurecer su política de forma excesiva y demasiado rápido.
Las valoraciones de mercado, que siguen siendo elevadas, especialmente entre los valores growth seculares.
La preocupación de que la guerra comercial de EE.UU. con China empeore, en lugar de mejorar. “Nadie parece saber con seguridad cuál es la última partida por lo que respecta a la retórica comercial con China”, afirma Linehan. “La incertidumbre se ha colado en el entorno empresarial”.
Las presiones inflacionistas en EE.UU. van en aumento, con un mercado laboral tenso.
Una reacción de la legislación contra las compañías de las plataformas tecnológicas estadounidenses.
Una fuerte ampliación de los diferenciales de los rendimientos de algunos mercados de bonos globales, sobre todo del mercado high yield estadounidense, con respecto a la deuda pública.
El desplome de los precios del petróleo.
El crecimiento de los fondos cotizados (ETFs) y la inversión automatizada por ordenador, junto con la reducción del capital de los bancos y los operadores como respaldo a los mercados, lo que agrava las oscilaciones de los mercados.
Las tensiones geopolíticas, incluidas las recientes dimisiones de altos cargos de la Administración Trump, un cierre parcial del Gobierno federal de EE.UU., la falta de solución a la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) y el plan de estímulo fiscal de Italia, en conflicto con los límites de déficit de la UE.
Entretanto, el entorno corporativo global sigue en proceso de transformación por una combinación revolucionaria de innovación tecnológica y cambio en las preferencias de los consumidores, lo que está afectando a muchos sectores y modificando totalmente los modelos de negocio.
“El resultado es que la autocomplacencia ha sido expulsada de los mercados”, afirma Sharps. “La cuestión ahora es si esta corrección provocada por la confianza genera oportunidades para los inversores, o si los mercados nos están diciendo que vamos camino de otra recesión que podría provocar nuevos mínimos”.
¿Qué nos depara el futuro?
Sharps y otros directores de inversión siguen siendo optimistas con respecto a las perspectivas de recuperación, y aluden al mayor atractivo de las valoraciones, un crecimiento de los beneficios lento pero todavía favorable, la continua solidez de la economía estadounidense, la desaparición del obstáculo de la política monetaria estadounidense y la posible reducción de las tensiones comerciales y otras preocupaciones geopolíticas.
Aunque en general se espera una ralentización del crecimiento en 2019, los gestores de T. Rowe Price no prevén una recesión en EE.UU. y creen que el crecimiento de Europa y China repuntará algo. La Fed “ya ha endurecido todo lo posible su política monetaria, por lo que esta dificultad debería reducirse durante 2019”, afirma Sharps. “El sector del automóvil de EE.UU. se encuentra en una fase avanzada del ciclo y la vivienda se ha desacelerado, pero no vemos el tipo de distorsiones que suelen ser evidentes al final de un ciclo de mercado. Es difícil que haya una crisis de mercado cuando no ha habido un auge. Normalmente, se ve una asignación de capital inadecuada y euforia en algunos sectores, como el de las infraestructuras de telecomunicaciones en 1999 y el de la vivienda a mediados de la década de 2000. Yo eso ahora no lo veo”.
En Europa, la política fiscal probablemente propicie un ligero estímulo en 2019 y el Banco Central Europeo ni siquiera ha empezado a subir los tipos de interés. El Gobierno italiano parece haber alcanzado una tregua con la UE. Los países europeos son importadores netos de petróleo, por lo que el desplome de los precios del crudo les ayudaría, y la producción de vehículos en Alemania, que supone el 20% de las exportaciones del país, probablemente mejore.
Justin Thomson, director de inversiones de renta variable internacional, añade que “es fundamental” ver hasta qué punto China devuelve el estímulo. “China tiene margen para aplicar algunas rebajas fiscales o para reducir los requisitos de reserva bancaria. Es probable que China anuncie nuevas medidas de estímulo tras el Año Nuevo chino, en febrero de 2019”.
En general, las perspectivas son positivas
Aunque muchos de los riesgos que han desestabilizado los mercados globales persisten, los gestores de T. Rowe Price son moderadamente optimistas al creer que los inversores se adaptarán a un entorno de mercado menos boyante, pero todavía favorable.
Aunque la situación podría mejorar, con toda la incertidumbre que pesa sobre los mercados, Linehan advierte: “Mi intuición me dice que nos espera un viaje agitado hasta que sepamos con mayor claridad cómo se va a resolver la disputa comercial con China. Creo que los sectores cíclicos ofrecen valor, ya que muchas de sus acciones entraron en territorio bajista hace tiempo. Lo que me llevaría a asumir más riesgo son las valoraciones atractivas y creo que estas descuentan una recesión moderada. En ese entorno, creo que la relación entre riesgo y rentabilidad sería atractiva”.
Ellenbogen sigue siendo “muy optimista” con respecto a las perspectivas de cara a 2019. “Creo que el presidente Trump alcanzará un acuerdo con China, lo que estabilizará el crecimiento global; la Fed empezará a pisar el freno; la economía estadounidense se desacelerará en el primer semestre, pero mejorará en el segundo; las presiones inflacionistas provocadas por el petróleo, el acero y los tipos de interés ya han tocado techo; y las valoraciones del mercado a 15 o 16 veces el beneficio son razonables, en un entorno de crecimiento económico de entre el 2% y el 2,5% y unos tipos de interés por debajo del 3%”.
Sharps cree que las rentabilidades pueden mejorar a partir de ahora, ya que muchas de las acciones presentan valoraciones y fundamentales muy atractivos. “Aunque la desaceleración prevista de los beneficios corporativos probablemente comenzó en el cuarto trimestre y continuará hasta 2019, para los inversores será importante ver una estabilización o incluso una mejora del crecimiento de los beneficios de cara a 2020”, afirma. “Creo que es lo que va a suceder si no hay una recesión, y no creo que vaya a haberla”.
Y añade, “El comercio el factor más imprevisible. Los problemas comerciales sin resolver generan incertidumbre, lo que puede retrasar la toma de decisiones por lo que respecta a la contratación y el gasto en bienes de equipo. La tensión entre EE.UU. y China tampoco es buena para el mercado”.
Según Vaselkiv, en los mercados de crédito, el rendimiento general del mercado de bonos basura de EE.UU. es del 8,3%, lo que debería suponer un cierto colchón para las futuras subidas de tipos. “Si EE. UU. no entra en recesión el año que viene, el high yield podría recuperarse con fuerza”, señala. “Y aunque empeore, muchas de las malas noticias ya han sido descontadas. Los bonos corporativos de los mercados emergentes también tienen buenas perspectivas de cara a 2019”.
Sharps añade que “a partir de ahora, creo que las rentabilidades pueden ser mejores. Pienso que este es buen punto de entrada para los inversores con un horizonte a varios años”.
Durante los periodos de inestabilidad de los mercados, los planificadores financieros de T. Rowe Price alientan a los inversores a revisar su asignación de activos y a tratar de mantener su perspectiva a largo plazo. Afirman que mantenerse fiel a su plan de inversión debería dar frutos a largo plazo, siempre y cuando el mix de activos de los inversores de acciones, bonos y posiciones líquidas refleje correctamente sus objetivos financieros, su horizonte temporal, su tolerancia al riesgo y sus circunstancias personales.
Factores de los que T. Rowe Price estará pendiente partir de ahora
He aquí seis ámbitos de posible disrupción a los que vale la pena prestar atención. (1) ¿Cuánto se desacelerará el crecimiento global? (2) Las valoraciones son más bajas, pero ¿son atractivos los múltiplos en medio de la incertidumbre del mercado? (3) Alrededor del 31% de la capitalización bursátil del S&P 500 se ve afectada por un desafío secular hasta cierto punto, por lo que ¿quiénes serán los ganadores y quiénes los perdedores? (4) ¿Hasta dónde llegará la desincronización de los ciclos de crédito global? (5) Puesto que la economía de EE.UU. avanza hacia la fase final del ciclo, ¿qué sectores de la renta fija ofrecerán oportunidades atractivas de valor relativo? (6) ¿Se resolverán los riesgos políticos que pueden alterar los mercados globales?
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Foto cedidaPeter Wesmacott, ex embajador británico en los Estados Unidos, Francia y Turquía.. Tikehau Capital nombra a Peter Westmacott presidente de su Consejo Asesor Internacional e incorpora cuatro nuevos miembros
Tikehau Capital, grupo de gestión e inversiones con 14.800 millones de euros en activos y unos fondos propios de 2.300 millones de euros (a 30 de junio de 2018), ha nombrado a Peter Westmacott presidente de su Consejo Asesor Internacional y ha incorporado a cuatro nuevos miembros para acelerar su desarrollo en Asia.
Según ha explicado la firma, quiere reforzar su Consejo Asesor Internacional con importantes expertos económicos y políticos de renombre mundial. Por ello ha incorporado a: Nobuyuki Idei (ex presidente y consejero delegado de Sony Corporation), François Pauly (presidente de Compagnie Financière la Luxembourgeoise), Kenichiro Sasae (ex embajador de Japón) y Fernando Zobel de Ayala (presidente de la Corporación Ayala). Todos ellos tabajarán en este Consejo bajo la dirección de Peter Wesmacott, ex embajador británico en los Estados Unidos, Francia y Turquía.
Este Consejo también incluye, entre sus miembros a :
Stéphane Abrial, ex jefe de estado mayor de la fuerza aérea francesa y comandante estratégico de la OTAN
Jean Charest, ex primer ministro de Quebec
Avril Haines, ex asesor adjunto de seguridad nacional y director adjunto de la CIA
Margery Kraus, fundador y presidente ejecutivo de APCO Worldwide
Enrico Letta, ex primer ministro de Italia
Lord Peter Levene, ex-alcalde de Londres y ex presidente de Llyod´s de Londres
El Consejo Asesor Internacional se reúne varias veces al año para intercambiar su visión y análisis sobre las perspectivas geopolíticas económicas mundiales y analizar sus posibles impactos en los mercados donde opera Tikehau Capital. La firma considera que contar con estas experimentadas personalidades del ámbito político proporcionará información y recomendaciones críticas para “respaldar las estrategias de la firma y fomentar su desarrollo internacional”.
A raíz de este nombramiento, Peter Westmacott, ya presidente del Consejo Asesor Internacional, ha señalado que “estoy encantado de presidir el nuevo Consejo Asesor Internacional de Tikehau Capital. Es una firma de inversión y gestión de activos alternativa dinámica dirigida por un equipo con gran talento. Tiene una presencia internacional cada vez más poderosa. Estoy convencido de que podemos hacer grandes cosas juntos”.
Por su parte, Antoine Flamarion y Mathieu Chabran, cofundadores de Tikehau Capital, comentaron que “el Consejo Asesor Internacional que hemos formado nos ofrece información extremadamente valiosa en el contexto de nuestra expansión global, que constituye una prioridad clave para Tikehau Capital, especialmente en Asia y los Estados Unidos».
Pixabay CC0 Public Domain Tristan Hanson, gestor del equipo de multiactivos de M&G.. Tristan Hanson (M&G): “ Las valoraciones están moviéndose y desconectándose de los fundamentales”
El miedo, la efusividad, las corazonadas o incluso la forma de interpretar las noticias que escuchamos generan un compendio de emociones, sentimientos y estados de ánimo que pesan en las decisiones de inversión que tomamos. Las behavioral finances son una clara explicación del entorno de mercado en el que vivimos, en el que unos sólidos fundamentales globales contrastan con la pregunta constante de los inversores sobre si una nueva recesión está a la vuelta de la esquina.
“Cuando se habla de volatilidad, realmente lo importante es ser conscientes del dinero que puedes perder en una inversión. Por eso, y para manejar todo este comportamiento que vive el inversor, es muy importante que, como gestores activos, nos enfoquemos en la gestión del riesgo”, apunta Tristan Hanson, gestor del equipo de multiactivos de M&G.
En su opinión, este enfoque es clave y se basa en cuatro pilares: el value risk, el riesgo de correlaciones, los test de stress y la disciplina de ventas. “Nuestra experiencia nos dice que hay que desarrollar nuevos modelos de riesgo porque los que hemos usado tradicionalmente están basados en la volatilidad del año pasado, y eso los hace menos útiles”, añade Hanson. Bajo su criterio, de estos cuatro pilares, el más importante es el value risk, entendiendo como tal valorar el porcentaje de riesgo que tiene el fondo y establecer cuánto se puede asumir.
En esta gestión del riesgo, Hanson y su equipo intentan identificar qué parte de los movimientos en las valoraciones de los activos responden a un tema emocional por parte del inversor o del mercado, y cuáles tienen una causa real o fundamental. “Intentamos identificar episodios cuando los precios se mueven sin razones en sus fundamentales. Lo que vemos, generalmente, es que ante un evento de mercado los inversores se quedan con una parte concreta de la historia en vez de valorar la historia en su conjunto”, explica el gestor de M&G y pone como ejemplo lo que ocurrió con el peso mexicano en 2018.
Tener en cuenta este tipo de aspectos a la hora de gestionar carteras es, en opinión de Hanson, uno de los puntos fuertes de M&G frente a sus competidores. Lo cual se refleja en cosas tan tangibles como el enfoque que hacen en la diversificación, que gana importancia para los gestores activos en 2019.
Visión de mercado
De cara a este año, Hanson se une al consenso y apunta un menor crecimiento global, e insiste en que es complicado hablar de una previsión estática del mercado. “Creo que dar perspectivas a corto plazo es muy complicado y que por eso las estrategias de inversión no pueden ir pegadas a una visión económica. Sin duda hay que tenerlo en cuenta, pero vale más ser flexible”.
Entre los eventos que cree que “debe tener en cuenta” están las subidas de tipos de los bancos centrales. En su opinión, marcarán gran parte del contexto al que se enfrentarán los mercados este año. La parte positiva es que espera que los beneficios globales continúen creciendo. “Lo que vemos es que, en cierta medida, las valoraciones están moviéndose y desconectándose de los fundamentales. Vemos un mercado muy contaminado por aspectos políticos como Trump, el Brexit o Italia, entre otros. En cambio, es más importante lo que haga la Fed o los estímulos que apruebe China para incentivar su economía”, concluye Hanson.
Foto: Glen Finegan, responsable del equipo de renta variable de los mercados emergentes globales de Janus Henderson. Renta variable emergente: oportunidades selectivas en mercados menos populares
Glen Finegan e Ian Tabberer, responsable y gestor de cartera del equipo de renta variable de los mercados emergentes globales de Janus Henderson Investors, respectivamente, creen que Sudáfrica ofrece oportunidades a largo plazo muy interesantes para los inversores centrados en la valoración.
¿Cuáles son los temas clave que podrían definir los mercados este año?
365 días nos parece muy poco tiempo en la vida de un inversor, y creemos que es mejor mantenerun horizonte de inversión a largo plazo de al menos cinco años para evaluar el valor de las empresas.
Uno de los asuntos que más nos interesa tiene que ver con la demografía a largo plazo y con suefecto futuro sobre los mercados emergentes globales. Según Naciones Unidas, es muy probableque se produzca un envejecimiento importante en China: se espera que la cantidad de personasmayores de 65 años se triplique para 2050 y alcance la cifra de unos 330 millones. A nuestro juicio,es más que probable que esto complique las oportunidades de crecimiento del país. Frente a esto,podemos ver la oportunidad demográfica positiva que presenta África, cuya población global seespera que se duplique durante el mismo período en el que China va a tener que hacer frente a loscitados problemas. Este es un tema a largo plazo clave del que queremos que se aprovechennuestras carteras.
¿Dónde ve las oportunidades y riesgos más significativos en su clase de activos?
Ya llevamos bastante tiempo haciendo hincapié en que las valoraciones de las empresas y los títulosde Asia nos parecían caros por el nivel de optimismo existente y por el buen rendimiento reciente desus empresas. Ahora nos estamos centrando en aquellas compañías cuyas oportunidades han sidomenos valoradas por el mercado. Hemos estado evitando los títulos relacionados con el consumoindio: a menudo se trata de empresas de calidad con buenas oportunidades a largo plazo, pero susvaloraciones nos parecen excesivas. En el caso de algunas empresas de bienes de consumo de India,los inversores tendrían que pagar más de medio siglo de beneficios para invertir con las valoraciones
actuales. Por otro lado, encontramos empresas con unas perspectivas similares de crecimiento en Sudáfrica con unas valoraciones mucho menores, por lo que este nos parece un sitio atractivo en el que invertir a largo plazo.
¿Cómo han modificado sus experiencias en 2018 su enfoque o sus perspectivas para 2019?
La experiencia del mercado según la divergencia en las divisas de los títulos de los mercadosemergentes globales (MEG) no hace sino volver a recordarnos la importancia de invertir enempresas que se gestionen de forma muy conservadora. Por ello, intentamos invertir junto conequipos directivos que compartan nuestros intereses a largo plazo. Con los tipos de interés tan bajosen los mercados desarrollados, algunos equipos directivos de empresas de los MEG parecen haberasumido unos niveles significativos de riesgo de divisa, y se han hecho con préstamos en divisaextranjera con bajos tipos de interés y, de este modo, han “apostado” por la subida o bajada de lostipos de cambio. No nos parece que esto sirva para fortalecer la empresa, pero nos recuerda laimportancia de invertir con equipos directivos prudentes y sensatos que no asuman riesgosindebidos.
Información importante:
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Las rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras. El valor de las inversiones y las rentas derivadas de las mismas pueden disminuir o aumentar y es posible que los inversores no recuperen la cantidad invertida en un principio.
La información presentada aquí no representa un asesoramiento de inversión o una recomendación. Con fines promocionales.
Pixabay CC0 Public DomainFree- Photos. Asociarse con las fintech en vez de competir: la recomendación de Cerulli Associates a los distribuidores de fondos en China
La tecnología es y será clave para la industria de fondos en cualquier punto del mundo. No hay ningún tipo de duda sobre ello y por eso las gestoras prestan gran atención a lo que las empresas fintech van creando y desarrollando. En ocasiones, la industria ha entendido su existencia como un competidor más, pero desde Cerulli Associates aconsejan buscar fórmulas para trabajar de forma conjunta.
Según muestra una encuesta realizada por Cerulli Associates, firma especializada en consultoría y análisis, que el enfoque digital de la industria en China ha pasado de centrar en mejorar la experiencia del usuario a ser un proceso de adopción y cambio integral tecnológico que tienen en consideración la inteligencia artificial. La encuesta también señala que la mayoría de los gestores consideran que la digitalización será clave en la distribución de los productos, en comparación con la gestión de cartera.
Los gestores consideran que el papel que va a jugar la tecnología en la industria es mucho más relevante en la parte de distribución que en otras áreas del negocio, muestra de ellos son las numerosas plataformas online y asesores digitales que, poco a poco, han ido erosionando la cuota de mercado de la banca tradicional.
El desarrollo de las fintech es el ejemplo más claro del potencial que tienen la tecnología en este sector, en particular en Asia. Allí los bancos siguen dominando la distribución de la gestión de activos, pero el panorama ha cambiado radicalmente. “Desde 2013, cuando se introdujo el fondo del mercado monetario online Yu’e Bao, se han producido rápidos desarrollos en el panorama de la distribución de fondos mutuos de China, con prominentes plataformas de comercio electrónico. Los administradores de activos en China han comenzado a actualizar sus plataformas online, así como a utilizar plataformas de pago de terceros para vender sus productos”, apunta Cerulli Associates en su estudio.
Los roboadvisors están cambiando la industria de distribución, no sólo en términos de activos, también respecto a las estrategias comerciales, ya que los grandes bancos, los proveedores independientes de plataformas de asesoría financiera e incluso las gestoras comienzan a desarrollar sus propias capacidades como roboadvisors.
Ante este contexto, desde Cerulli Associates apuntan que, en lugar de competir directamente con todos estos nuevos jugadores y en particular con las fintech, “los gestores de activos y los distribuidores debería considerar posibles asociaciones. Al hacerlo, los gestores de activos podrían minimizar los riesgos de invertir en nuevas tecnologías y aprovechar las fortalezas técnicas de estas nuevas empresas, en áreas como big data y la inteligencia artificial”, apunta la firma en las conclusiones de su última encuesta a gestores chino.
Cerulli defiende que las herramientas digitales deben ser entendidas como claves para la distribución en vez de como unos competidores más en el mercado. “Excluyendo a aquellos en China, las plataformas online no han tenido un impacto significativo, a pesar de la aparición de una gran cantidad de asesores en mercados como Hong Kong y Singapur. Sin embargo, estos modos alternativos de distribución son bienvenidos para romper el dominio de los bancos. A largo plazo, las plataformas online podrían ayudar a mejorar el acceso a asesoramiento financiero para las poblaciones subatendidas en muchos de los mercados emergentes de Asia”, concluye la firma de asesoramiento.
. La participación internacional en inversión inmobiliaria en España alcanza el 68% del volumen
El mercado de inversión inmobiliaria español sigue atrayendo capital extranjero. La participación internacional ha supuesto el 68% de los 10.800 millones de euros transaccionados en 2018 en activos inmobiliarios terciarios, el mayor porcentaje en los últimos cinco años desde el comienzo de la recuperación del mercado en 2014 y que supone un incremento de 12 puntos porcentuales en los últimos tres años.
Según los datos de Savills Aguirre Newman, el volumen de inversión directa en operaciones cross border alcanzó los 7.300 millones de euros, un 23% superior a la cifra final registrada en 2017, 5.950 millones, sin tener en cuenta la participación de las socimis, registradas como inversor doméstico, a pesar de que la mayor parte de su capital es extranjero, ni las operaciones corporativas.
Por origen del capital, los inversores de Europa y Estados Unidos representan casi el 57% del total de inversión nacional e internacional y el 85% del volumen en operaciones cross border.
Entre los europeos, los de Reino Unido, Alemania y Francia representan el 73% del total de Europa.
En cuanto a segmentos, retail fue el que atrajo un mayor volumen de inversión, 3.432 millones de euros, de los cuales un 68% es internacional, en línea con años anteriores. La inversión en locales comerciales High Street, con 1.150 millones de euros, supuso más del doble que la cifra registrada en 2017, según señala Savills Aguirre Newman, que realiza asesoramiento en este mercado con un 60% de cuota a nivel nacional tras operaciones como la venta de la cartera Mistral.
Logístico fue el segmento con mayor incremento, con un 61% más respecto al año pasado, registrando nuevo récord con 1.300 millones de euros, gracias a operaciones como la compra de la cartera de Colver por Blackstone a finales de año. El interés por activos logísticos por parte de inversores internacionales se ve claramente reflejado en el 87% de participación registrado por parte de inversores extranjeros.
En oficinas, destaca el repunte respecto al año pasado, un 19% más que en 2017, con 2.800 millones de euros, donde Madrid representa el 69% de la cifra total y Barcelona el 26%, gracias a operaciones como la compra por parte de Tristan de un portfolio de Colonial y al avance del mercado de Barcelona en la segunda mitad del año.
Los datos de Savills Aguirre Newman, que lidera el asesoramiento en inversión en oficinas en España tras participar en operaciones por un 40% del volumen total transaccionado, indican que en este segmento tradicionalmente acaparado por inversores nacionales, la inversión cross border ha tomado posiciones en los últimos años hasta alcanzar un 67% en 2018 frente a un 44% de media en toda la serie histórica.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Hamish Irvine. Tres temas para tener en cuenta en 2019
En 2018, la renta variable y los bonos del gobierno estadounidense proporcionaron un rendimiento inferior al del efectivo, un resultado que solo se ha registrado en tres ocasiones desde 1900 y señala el desafío al que se enfrentan los inversores en el entorno actual. Así, el análisis realizado por el equipo económico y estratégico de Schroders considera que dos factores han sido determinantes para alcanzar este resultado, la preocupación por el crecimiento global y el ajuste de las condiciones globales de liquidez. Probablemente sean estos dos factores los que den forma a los rendimientos en 2019.
Las preocupaciones por el crecimiento
En primer lugar, el crecimiento global decepcionó y siguió siendo una preocupación a medida que aumentaban las tensiones comerciales. Al inicio de 2018, las expectativas eran altas como resultado de una recuperación sincronizada en la actividad global en 2017.
Conforme 2018 avanzó, la economía mundial experimentó una desaceleración en el crecimiento de las exportaciones, en parte relacionada con las amenazas de la guerra comercial, pero también relacionada con la fortaleza del dólar, según la opinión de Schroders. Existe una evidencia de que el daño producido por la guerra comercial se extenderá más allá de las exportaciones y el gasto en capital también se verá afectado por el incremento de la incertidumbre asociada a las tensiones comerciales.
El bajo rendimiento de los bonos soberanos vendría determinado por un segundo factor: el ajuste de las condiciones globales de liquidez. La Reserva Federal (Fed) subió su tasa de interés de referencia cuatro veces en 2018 situando la tasa de interés objetivo de los fondos federales en el rango del 2,25% al 2,5% y, aunque la curva de rendimiento se ha aplanado, los rendimientos de los bonos son más elevados como resultado del incremento en las tasas de interés a corto plazo. Además, por primera vez en diez años, la rentabilidad del efectivo fue superior a la inflación subyacente y por lo tanto mantuvo su valor en términos reales. Además del incremento en las tasas a corto plazo, la liquidez se ha retirado a través del programa de reducción del balance contable de la Reserva Federal, al que se le denomina programa de endurecimiento cuantitativo.
1) La liquidez disminuye y deja expuestas a las empresas sobre endeudadas:
A futuro, la liquidez a nivel global muy probablemente continúe disminuyendo ya que el Banco Central Europeo finalizará su programa de compras, tal y como confirmó en su última reunión de política monetaria, junto con la continuación del programa de endurecimiento cuantitativo por parte de la Fed. Estos movimientos hacen que el Banco de Japón sea el único banco central que está activamente comprometido en un programa de relajamiento cuantitativo en 2019. La intervención del Banco Popular de China y del Banco Nacional Suizo en los mercados de divisas podría continuar. Pero el resultado neto es que el nivel conjunto de liquidez disminuirá en 2019.
Puede parecer un tema extraño considerando la retirada de la liquidez mencionada en el tema 1, pero los activos de los mercados emergentes pueden tener su regreso en 2019. El endurecimiento de las condiciones de liquidez global y las disputas de la guerra comercial no ayudarán, sin embargo, si la previsión de Schroders es correcta y la Fed decide establecer una pausa a su ciclo de subidas en junio de 2019, existe un buen argumento para que el dólar se debilite. Esto aliviaría la presión de los prestatarios en dólares y de los mercados emergentes. Podría decirse que estos mercados ya podrían estar descontando lo peor, ya que tanto sus acciones como sus divisas han caído significativamente.
3) Las presiones populistas significan que los gobiernos recurrirán a la política fiscal
Sin el motor de la demanda estadounidense o china, la actividad global tiende a desacelerarse a un ritmo muy inferior a la norma antes de la crisis. Estados Unidos obtuvo un rendimiento superior en términos de crecimiento en 2018 como resultado de la política fiscal del presidente Donald Trump. Otros gobiernos están tomando nota. El ejemplo más sorprendente ha sido Francia, donde el presidente Macron cedió ante las presiones populistas por unos menores impuestos después de varios días de revueltas. Por su parte, Italia ha estado sujeta a un mayor rigor por parte de la Comisión Europea, pero ha llegado a un acuerdo para conseguir un presupuesto más expansivo en 2019; y Reino Unido está planeando un impulso fiscal en el caso de una salida dura de la Unión Europea. Mientras tanto, China probablemente lance nuevos programas de estímulo fiscal. Japón puede ser la excepción con un incremento en el impuesto al consumo programado para octubre de 2019.
¿Cómo afectarán estos temas al rendimiento del mercado en 2019?
En el frente del crecimiento, el escenario base de Schroders para 2019 se encuentra ligeramente por debajo del consenso, viendo que las tensiones comerciales se prolongan y sugiriendo que las preocupaciones sobre la actividad comercial seguirán. Sin embargo, los mercados ya han valorado gran parte de las malas noticias con unos múltiplos precio-beneficio históricos por debajo de sus promedios consecutivos. Esto por supuesto, no es una garantía de que se obtendrá un rendimiento positivo en 2019, pero significa que los mercados están mejor posicionados para la decepción y, por lo tanto, potencialmente más resistentes al choque que el año pasado.