Pixabay CC0 Public DomainManolofranco. GAM Systematic presenta una nueva estrategia de crédito dinámica
GAM Investments ha anunciado el lanzamiento de una estrategia flexible de crédito en su plataforma GAM Systematic, que contaba con 4.300 millones de dólares de activos gestionados en estrategias cuantitativas a 30 de noviembre de 2018.
Según ha explicado la gestora, se trata de una innovadora estrategia de crédito completamente sistemática, que “busca generar una rentabilidad mayor que los mercados globales de crédito tanto en términos absolutos como ajustado por riesgo a lo largo del ciclo, pero mitigando el riesgo de caída”. La estrategia adopta posiciones largas en los mercados de crédito y responderá a mercados menos favorables mediante la reducción de la exposición al crédito, o incluso mediante posiciones cortas, así como mediante la adopción de posiciones largas en renta fija conservadora. La estrategia es extremadamente líquida, pues opera con índices de crédito, futuros de bonos públicos de EE.UU. y Europa, y las empresas más líquidas en un universo de inversión de aproximadamente 400 compañías.
Además, la estrategia combina tres subestrategias de una manera dinámica – posiciones tácticas, posiciones direccionales y posiciones market neutral– y su objetivo consiste en superar a los mercados de crédito globales a lo largo del ciclo. Gestionada por el equipo de inversión de GAM Systematic, esta estrategia de crédito dinámica complementa el conjunto de estrategias sistemáticas ya existentes, cubriendo las estrategias de renta variable, renta fija, multi-activo y alternativos.
La gestora considera que una buena gestión del riesgo respalda el proceso de inversión de GAM Systematic, y todas las estrategias se prueban de forma rigurosa y científica antes de presentárselas a los inversores. En palabras de Anthony Lawler, codirector de GAM Systematic: “Los inversores buscan cada vez más diversificar las inversiones de sus carteras. Creemos que la estrategia de crédito dinámica satisface esta necesidad, pues genera una rentabilidad similar al crédito, pero también cuenta con indicadores de crisis que pretenden reducir el riesgo crediticio de la cartera ante mercados exigentes y, con ello, diversificar la rentabilidad respecto a un posicionamiento en crédito tradicional”.
Lawler considera que esta nueva estrategia fortalece la amplia oferta de GAM Systematic. “Vemos que existe un aumento en el número de inversores que realizan asignaciones a estrategias sistemáticas y nuestras dos mayores ofertas (Alternative Risk Premia y nuestra gama Core macro) han experimentado últimamente flujos de entrada netos positivos”, concluye.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: kilmklin. BLI: “Sería un error adoptar una estrategia de inversión demasiado rígida”
2019 ha empezado con un gran número de incertidumbres que están relacionadas tanto con la economía global como con la actitud de los bancos centrales y la situación geopolítica. Por ello, para BLI – Banque de Luxembourg Investments, sería un error adoptar una estrategia de inversión demasiado rígida. Más bien,los inversores deberían estar preparados para ajustar su estrategia a las necesidades que vayan surgiendo a lo largo del año. El fuerte repunte en los precios de las acciones ocurrido a comienzos de enero ya ha cogido desprevenidos a varios inversores. Dado que estos tienden a tener una mentalidad condicionada por el reciente comportamiento del mercado, su confianza en la renta variable se vio afectada a finales de 2018 y puede que hayan arrancado el año con una visión demasiado pesimista.
Pese al reciente despegue de los mercados, la consigna ahora mismo debería ser la protección de capitales antes que la revalorización de capitales.Durante la primera mitad de 2019, debería verse una ola significativa de revisiones a la baja de las previsiones económicas y de ingresos, que, si se extiende durante un tiempo, complicará la materialización de una recuperación sostenible de los mercados de renta variable. Si la Reserva Federal recurre a un endurecimiento monetario menos agresivo (o, incluso, no implementa más endurecimiento), los mercados podrían sostenerse, siempre y cuando esto no vaya acompañado de una ralentización económica demasiado severa.
“Hemos alcanzado una fase en la que la determinación de los bancos centrales de normalizar sus políticas monetarias se ha encontrado con un gran obstáculo: una ralentización cíclica de la actividad económica. Esto generará una mayor volatilidad en los mercados financieros”, señala Guy Wagner, responsable principal de inversiones de BLI, en un reciente análisis. A su juicio, el cambio de tono de la Fed muestra que los bancos centrales están escuchando a los mercados, pero es más difícil para ellos reaccionar a una caída en los precios de las acciones en la situación económica actual. Además, ¿qué herramientas tienen a su disposición en caso de que se produzca un notable deterioro de la situación económica? Sus tipos de interés están significativamente por debajo de los niveles pre-crisis de 2008, sus balances han aumentado y la deuda soberana es mucho más alta que entonces. Por ello, es posible que, en el caso de una ralentización, los bancos centrales implementen medidas aún menos ortodoxas, pero no está claro que esto vaya a tener el mismo efecto positivo en los mercados.
Sin embargo, BLI considera que sería contraproducente adoptar una actitud demasiado negativa hacia los mercados bursátiles. Los tipos de interés todavía están a niveles muy bajos, se han revertido algunos elementos que se encontraban en la raíz de la ralentización económica y, en concreto, la caída de los precios del petróleo y el descenso en la rentabilidad de los bonos del cuarto trimestre podrían estimular el gasto de los consumidores en Estados Unidos. Si la actual desaceleración no llega demasiado lejos, se suaviza y adopta un ritmo de crecimiento más moderado, parecido al registrado entre 2011 y 2016, y, al mismo tiempo, la Fed detiene su proceso de endurecimiento monetario, los mercados deberían reaccionar de forma muy positiva. Además, el miedo de una recesión inminente en EEUU parece prematuro en la actualidad.
A pesar de la contracción de los múltiplos en 2018, la valoración de la mayoría de los mercados permanece alta en general, especialmente mientras los márgenes de beneficio de las empresas se mantienen por encima de la media. Han sido dos los factores que han marcado la subida de los precios de las acciones desde 2009: Uno es que este aumento ha sido mucho más alto que el de los ingresos, generando una expansión en los múltiplos de valoración. Otro es que el incremento en los ingresos ha sido considerablemente más elevado que el registrado en la facturación, lo que refleja el alza de los márgenes de beneficio de las empresas.
En última instancia, son esos múltiplos de valoración los que, en gran medida, determinan los retornos futuros. Dependen de elementos tangibles como el nivel de los tipos de interés y otros menos tangibles (y menos predecibles) vinculados al ánimo de los inversores y cómo ven ellos las cosas.
Incluso en mercados difíciles, es posible invertir de forma inteligente en renta variable, siempre y cuando uno cuente con un proceso de selección de activos muy riguroso que pueda aguantar el rumbo y mantener un horizonte de inversión suficientemente largo. “El enfoque consiste (y siempre consistirá) en seleccionar compañías de alta calidad que tengan una ventaja competitiva sostenible que les permita generar un retorno más alto en el capital invertido y presentar un sólido balance que refleje su capacidad de autofinanciación”, apunta Wagner. En su opinión, aunque este tipo de activo a veces sea impopular por su elevado precio, su prima podría aumentar incluso más si las perspectivas económicas continúan deteriorándose. En el contexto actual, por ende, la prioridad debería ser centrarse en compañías defensivas.
En el comienzo del año, es habitual subrayar los méritos de una región frente a otra. En términos de valoración, puede argumentarse a favor de los mercados asiáticos, que el año pasado sufrieron la fuerza del dólar, el aumento de la rentabilidad de los bonos estadounidenses y las incertidumbres en torno a China. El índice de la región asiática (ex Japón) está al nivel en el que estaba hace 11 años y, en relación a los valores contables de las empresas, está comerciando con un descuento significativo respecto a su media de los últimos 20 años. Mientras, el mercado japonés continúa beneficiándose de una serie de atributos atractivos: La rentabilidad de las empresas está mejorando estructuralmente, están mucho menos apalancadas que sus pares en Estados Unidos y Europa y su valoración es atractiva.
Durante la caída del mercado del cuarto trimestre de 2018, el oro y los bonos soberanos de alta calidad demostraron que todavía tienen un sitio en una cartera diversificada para cubrir el riesgo de la renta variable si crece la aversión al riesgo. Puede que, para los bonos del Estado, este no sea el caso en el futuro, ya que, con el marcado aumento de la deuda pública, cada vez es más difícil considerarlos activos de calidad. Es más, un régimen más inflacionario haría que la correlación entre acciones y bonos fuese positiva de nuevo, como ocurrió a comienzos de febrero de 2018, cuando el miedo hacia un posible regreso de la inflación hizo caer los precios de ambos activos. En el momento actual, sería prematuro apostar por dicho regreso, pero los inversores deben ser sabios y no bajar la guardia. Mientras, la ralentización de la economía global es probable que beneficie a las letras del Tesoro estadounidenses a largo plazo.
El desplome generalizado en los mercados de activos en los últimos compases del año pasado pilló a todos por sorpresa, si consideramos el contexto de crecimiento económico decente superior a la tendencia en todos los grandes bloques regionales, la contención de las presiones inflacionistas y unos beneficios empresariales aún en ascenso.
Sin duda, la renta variable mundial sufrió la mayor pérdida anual (ajustada a la volatilidad) desde el inicio de la gran crisis financiera hace más de diez años y concluyó el año con el peor mes de diciembre desde que se tienen registros. Los títulos del Tesoro estadounidense experimentaron una rentabilidad negativa por quinta ocasión en 30 años y la rentabilidad del crédito con calificación «investment grade» fue la más discreta desde finales de la década de los noventa.
La renta variable y la renta fija siguieron «caminos paralelos» en su corrección del año pasado, a medida que una ola de ajustes en los tipos de descuento recorrió todo el sistema financiero. Globalmente, a mediados de enero, los mercados de activos parecían descontar alrededor de un 50% de probabilidades de una recesión económica durante el próximo año más o menos.
Abundan las teorías sobre los factores que han llevado a estos inquietantes rendimientos similares a los de una recesión, dado que el peso de los datos reales y de las previsiones, incluidas las nuestras, apuntaban a un reducido riesgo de contracción económica. (Aunque cuanto más dure el cierre de la Administración de EE. UU., mayores serán los riesgos de un debilitamiento del crecimiento, se considera que esta se trata de una perturbación puntual y no el detonante de una ralentización importante.) Estas teorías van desde los riesgos geopolíticos (guerras comerciales y brexit) hasta las políticas monetarias cercanas a su fin, pasando por el riesgo creciente de que las economías se debiliten a medida que se aproximan al final del ciclo y/o el endurecimiento de las condiciones financieras desemboque en una desaceleración más acusada de lo previsto. Sin embargo, parafraseando a Albert Einstein, la teoría puede ser (notablemente) distinta de la realidad. Veamos una por una estas teorías.
Riesgo geopolítico
Los riesgos geopolíticos se están desplazando en diferentes direcciones, con un ligero apaciguamiento de las guerras comerciales, si bien el brexit sigue siendo una preocupación central. Las disputas comerciales actúan como un impuesto sobre la productividad, y pueden provocar grandes perturbaciones en cadenas de suministro a menudo muy integradas. Nuestra opinión fundamental en este punto sigue siendo un probable apaciguamiento de la tensión en lo que es, desde cualquier punto de vista, un juego de suma cero. En este sentido, esperamos que se produzca una cierta revalorización de la renta variable asiática y japonesa, en particular, que incluyan significativas primas. La renta variable japonesa, por ejemplo, cotiza a un PER previsto situado en el mínimo del primer percentil de los últimos 15 años, en consonancia con la recesión económica que no prevén ni los observadores más prudentes.
El brexit, por el contrario, es probablemente el motor más importante de las rentabilidades totales de los próximos seis meses desde la perspectiva de un inversor en libras esterlinas. Creemos que existe una probabilidad del 60% de una salida ordenada, mientras que el 40% restante se divide entre la prórroga del artículo 50 y la falta de acuerdo. Paradójicamente, una salida sin acuerdo proporciona grandes ganancias a las exposiciones sin cobertura con una base en libras esterlinas y un resultado menos perturbador genera un lastre de magnitud similar.
Política monetaria
La dirección de la política monetaria, mientras tanto, afecta enormemente a las valoraciones en todas las clases de activos y también es un factor clave en el riesgo de recesión, tal como se expone más adelante. El reciente giro del discurso la Reserva Federal (Fed), también de sus miembros más partidarios de una política restrictiva, ha mitigado los temores a que haya un endurecimiento brusco de los tipos de interés a partir de ahora. De hecho, los mercados ahora descuentan una «media subida» durante el año, frente a las tres subidas que preveían tan solo en noviembre. Los mercados laborales son rígidos, pero las condiciones financieras también son restrictivas, y en la medida en que los mercados han hecho parte del trabajo de la Fed, puede que una postura política más prudente se considere más apropiada. En conjunto, nuestra opinión es que el endurecimiento gradual persiste y que continúa añadiendo presión a los mercados de renta fija. En este punto, gran parte de los ajustes ya han tenido lugar, incluso podría decirse que la expansión cuantitativa (QT) ya ha realizado las tres cuartas partes de su labor (las compras de los bancos centrales a 12 meses alcanzaron su punto máximo a principios de 2017 y, en la medida en que el final de la QT implica el final de las compras, ya se ha recorrido el 75% del camino). No obstante, estamos siguiendo de cerca el riesgo de un aumento repentino de la pendiente de la curva de Phillips.
Riesgo de recesión
Por último, el riesgo de recesión, que influye en los beneficios, la política de inversiones y la cobertura de intereses de las compañías. No creemos que los ciclos económicos mueran de viejos, sino que su final tiende a estar causado por un endurecimiento de las políticas necesario para mantener la inflación o el apalancamiento bajo control; ninguno de estos factores es un motivo de preocupación candente en la actualidad. Aunque la Fed comparte ampliamente esta opinión, esta no está exenta de desafíos. Por ejemplo, la «medicina» fiscal aplicada a una economía estadounidense que ya «caliente» en 2018 puede impulsar a la Fed a endurecer las condiciones más de lo que sugiere este marco político. En otro orden de cosas, algunos economistas, como Brad DeLong y Claudio Borio, presentan argumentos convincentes que explican por qué la endeblez de los mercados financieros puede traer consigo la debilidad del ciclo económico, en una profecía que contribuye a su propio cumplimiento. Sin embargo, en tanto que la realidad duele, el 60% de las grandes correcciones sufridas por el mercado bursátil de EE. UU. desde la Segunda Guerra Mundial no precedieron finalmente a una recesión. Nuestras expectativas y las del consenso de analistas convergen en torno a un crecimiento económico más lento, pero superior al de tendencia, en la mayoría de las regiones, compatible con un crecimiento de los beneficios de en torno al 5%-6%.
Posicionamiento
Como reflejo de las opiniones clave expuestas anteriormente, parece que las coberturas de la recesión están algo sobrevaloradas. Desde nuestro último boletín informativo, las carteras multiactivos han fijado la vista aún más en los mercados de renta variable asiáticos —tanto en Japón como en los mercados emergentes asiáticos— para captar las primas de riesgo más atractivas que se ofrezcan. También hemos seguido aumentando la exposición en libras esterlinas en todos los fondos basados en esta moneda para desensibilizar aún más las carteras de los clientes a las oscilaciones de valor provocadas por el brexit.
. Leigh Goehring (Azvalor Managers): “El oro es ahora una gran oportunidad de inversión y el petróleo todavía más”
Leigh Goehring y Adam Rozencwajg son cogestores del fondo azValor Managers, el último lanzamiento de la gestora value en 2018, que reúne a los mejores gestores del mundo en diferentes clases de activos. Este formato delega una parte de la cartera a cada uno estos gestores y, en este sentido, la boutique fundada en 2015 por Goehring y Rozencwajg aporta su visión y estrategia en la inversión en recursos naturales. Les avala una trayectoria de más de 30 años de experiencia en esta clase de activos.
Como inversores value, eso sí, su enfoque contrarian les hace tener en ocasiones opiniones muy contrarias al consenso del mercado y es aquí donde Goehring y Rozencwajg sorprenden con su afirmación de partida: “Las commodities nunca antes han estado tan baratas”, afirman durante una entrevista conjunta con Funds Society y Futuro a Fondo.
Leigh Goehring, uno de los mayores expertos a nivel mundial en la inversión en este activo, explica su teoría según la cual el oro ha sido una excelente inversión después de períodos de infravaloración y una inversión terrible tras períodos de sobrevaloración. De acuerdo con el siguiente gráfico, Goehring sostiene que actualmente nos encontramos en un período de extrema infravaloración.
En opinión de Goehring y Rozencwajg, si el oro presenta una gran oportunidad de inversión, el petróleo todavía más. Para argumentarlo, estos expertos recurren a la ratio que compara la cotización tanto del oro como del petróleo. “Históricamente, nuestra investigación ha demostrado que cuando el petróleo está barato en relación con el oro, el petróleo y todas las inversiones relacionadas con él representan excelentes oportunidades de inversión”, afirman.
Según este gráfico, en los últimos 150 años, una proporción entre el precio del oro y el petróleo por encima de 30 es excepcionalmente rara, y solo se produce cuando el sentimiento hacia este activo es muy negativo y los precios del petróleo están muy deprimidos. En el período posterior a la II Guerra Mundial, cada vez que la ratio se sitúa por encima de 30, como sucede actualmente, ha sido una gran oportunidad para invertir en petróleo.
Paladio y cobre, dos metales cuyo precio se moverá al alza
Goehring y Rozencwajg apuntan también hacia el paladio como otro recurso natural que permitirá a los inversores sortear un mercado bajista. La explicación, a su juicio, está en la demanda de la industria automovilística como consecuencia de los nuevos estándares de emisiones de CO2. “Creemos que los estándares de emisiones de escape más estrictos harán que los fabricantes de automóviles sean mucho menos sensibles al precio tanto para el paladio como para el platino”, explican.
Y lo cierto es que la utilización de este metal, que algunos denominan el “metal verde”, en la fabricación de vehículos, se ha multiplicado por diez en la última década.
En cuanto al cobre, el análisis realizado por Goehring y Rozencwajg indica que la extracción del metal de las minas será insuficiente para suplir la demanda global y, por lo tanto, los precios aumentarán. En gran parte se debe a que, “China pasará de consumir el 50% del cobre mundial al 70% en el año 2025”, concluyen.
. Allianz GI lanza el primer fondo que aprovecha la popularidad creciente de las mascotas
Allianz Global Investors (GI) ha lanzado el fondo Allianz Pet and Animal Wellbeing, centrado en el bienestar de mascotas y animales. Considerados como nuestros compañeros, protectores, amigos más leales o «simplemente» miembros de la familia, las mascotas gozan de una creciente popularidad. Liderados por perros y gatos, casi la mitad de los hogares españoles conviven con animales. Se estima que 34,3 millones de mascotas viven en nuestro país.
La tendencia internacional es similar. La convivencia con mascotas es en gran medida una respuesta a tendencias globales como el envejecimiento de las sociedades, la urbanización, el aumento de la conciencia sobre la salud y el aumento de la prosperidad material en los mercados emergentes. Una vez que una mascota ha sido aceptada en el hogar, sus dueños suelen estar muy interesados en su bienestar. La mascota es tratada como un miembro de la familia, lo que tiene un impacto directo en el comportamiento de gasto. En otras palabras, la disposición a pagar por las necesidades de los bienes, como los alimentos y la atención de la salud animal, es alta y en gran medida independiente del entorno económico. Según datos de Grand View Research 1, se estima que el mercado mundial del cuidado de mascotas, que en 2016 tuvo un volumen de más de 130.000 millones de dólares, crecerá en promedio un poco menos del cinco por ciento anual a más de 200.000 millones de dólares hacia 2025.
Los inversores, ya sean dueños de mascotas o no, pueden participar en esta tendencia con un nuevo fondo lanzado por Allianz Global Investors. Como el primer fondo de este tipo en España, el fondo Allianz Pet and Animal Wellbeing invierte en acciones de compañías cuyo modelo de negocio está orientado a las mascotas y al ganado: son fabricantes de alimentos para animales, comerciantes (online) de productos para mascotas, seguros de animales, y compañías farmacéuticas, de biotecnología y sanidad para animales. Estas son usualmente pequeñas y medianas empresas. Como resultado, el fondo Allianz Pet and Animal Wellbeing consiste en una cartera gestionada activamente y concentrada en alrededor de 30 acciones. Lo gestionará Bianca Schnieder, gestora de cartera y analista del equipo de renta variable europea de Allianz Global Investors.
Foto cedidaSede corporativa de la CNMV en Madrid.. La CNMV advierte que algunas entidades están sobrevalorando los conocimientos de sus clientes en los test de idoneidad
La CNMV, en ejercicio de sus funciones de supervisión, emitió ayer un comunicado sobre la obligación de las entidades de tomar medidas dirigidas a garantizar la fiabilidad de la información obtenida de los clientes para evaluar la conveniencia o idoneidad de los inversores, ya que ha identificado casos en los que la información sobrevalora de modo significativo la formación, conocimientos financieros y experiencia inversora de los clientes.
Según el comunicado, la institución regulatoria reconoce que está actuando, incluso en vía sancionadora, para corregir este tipo de situaciones y durante 2019 tiene previsto realizar una actuación específica de revisión en este ámbito que afectará a un número relevante de entidades. La CNMV considera importante, y así lo ha venido destacando en los últimos años en sus actuaciones de inspección, que “las entidades adopten medidas y realicen actuaciones dirigidas a asegurar que la información que obtienen de los clientes minoristas para evaluar la conveniencia y la idoneidad de sus operaciones” sea conforme lo previsto en Ley del Mercado de Valores.
Es más, advierte que una inadecuada evaluación de la conveniencia o idoneidad de las operaciones como consecuencia de deficiencias o errores en la información obtenida puede implicar la venta o recomendación de productos inadecuados para los clientes. “Aunque las evaluaciones de conveniencia e idoneidad han de realizarse caso por caso, las entidades deben también adoptar medidas y realizar actuaciones razonables para procurar que la información recogida sobre los clientes sea fiable en términos generales”, insisten desde la CNMV.
En este sentido recuerda que para la adecuada detección y subsanación de situaciones no apropiadas, las entidades deben contar con procedimientos adecuados. Es decir:
Procedimientos durante la contratación. Resulta apropiado el establecimiento de mecanismos que permitan al personal que recaba información la detección de situaciones que a priori sean atípicas. La inclusión de alertas automáticas en los aplicativos informáticos que se empleen durante el proceso de obtención de la información puede resultar a estos efectos muy útil.
Procedimientos de revisión de la información dirigidos a analizar periódicamente si la información es en general correcta y coherente o si, por el contrario, existen colectivos de clientes en los que puede no reflejar adecuadamente su nivel general de formación académica, de conocimientos financieros o de experiencia, con independencia de que dichos datos se desprendan de los cuestionarios de conveniencia o idoneidad formalizados.
Procedimientos para la subsanación de incidencias. En caso de detectarse incoherencias, discrepancias o un elevado volumen de situaciones atípicas (situaciones que pueden deberse a diferentes motivos, uno de los cuales podría ser que la información no haya sido recabada de forma correcta del cliente), deben realizarse los trabajos adecuados para contrastar y validar los datos, utilizando vías alternativas a la mera comprobación de que la información se corresponde con la reflejada en los cuestionarios formalizados.
Foto cedidaGonzalo Gómez Retuerto, director general de BME renta fija.. Gonzalo Gómez Retuerto, nuevo director general de BME renta fija
Tras la jubilación de Julio Alcántara, BME ha designado a Gonzalo Gómez Retuerto para sustituirle en su cargo de director general de BME renta fija, la compañía del Grupo BME que gestiona los mercados de deuda pública y corporativa. Según ha explicado la firma en un comunicado, Gómez Retuerto, hasta la fecha subdirector general de BME renta fija, compatibilizará su nueva responsabilidad con la de director gerente del MARF, cargo que mantiene desde la creación de este mercado en 2013.
Gonzalo Gómez Retuerto ha estado siempre vinculado a los mercados de renta fija, en los que ha ocupado diferentes cargos de responsabilidad, y ha desempeñado un papel decisivo en el desarrollo del Mercado AIAF, que se integró en BME en 2006. Este mercado cerró 2018 con un saldo vivo superior a 1,5 billones de euros y un volumen negociado en el año de 200.757 millones de euros, un 45,1% más que en el ejercicio anterior.
Gómez Retuerto es economista y actuario de seguros por la Universidad Complutense de Madrid y Master en Finanzas por la Escuela Europea de Finanzas e ICADE. Se incorporó a BME procedente del Mercado AIAF, donde trabajaba desde 1992.
Según ha destacado Jorge Yzaguirre, director de mercados de BME, “desde BME agradecemos la dedicación de Julio Alcántara en la creación del mercado de renta fija de BME y estamos seguros de que Gonzalo Gómez Retuerto continuará con esta labor, consolidando sus logros y contribuyendo a confirmar al mercado español de renta fija como uno de los más dinámicos e innovadores del mundo”.
Foto cedidaJorge Sanz, presidente de atl Capital.. atl Capital descarta una recesión y sitúa las previsiones del crecimiento global en torno al 3,6% para 2020
Todas las casas de inversión reconocen que 2019 va a ser un año importante para los inversores y su confianza en los productos de inversión. El mal comportamiento de todos los activos y productos ha hecho que pierdan dinero, incluso los inversores más conservadores. Por lo que de cara a este año lo más importante para Jorge Sanz, presidente de atl Capital, es “cómo proteger el patrimonio de los clientes”.
Durante la presentación de perspectivas para este año, Sanz ha querido destacar que el asesoramiento, la gestión activa y el análisis tendrán un papel determinante para lograr rendimientos positivos, sobre todo al abordar activos como los monetarios, los emergentes y la renta variable, donde considera que están las mejores rentabilidades ahora mismo.
“Me preocupa que la banca comercial esté tan activa en la banca privada porque no sé cómo van a plantear el asesoramiento financiero cuando su modelo de negocio está más orientado a lograr ingresos a través de sus productos, que en proteger el patrimonio del inversor”, apunta entre sus inquietudes y como parte de su reflexión sobre los retos a los que se enfrentan los gestores este año. Desde atl Capital, Sanz señala que su prioridad sigue siendo el cliente y lograr ofrecerle la máxima rentabilidad sin cambiar su perfil de riesgo.
Sanz hace hincapié en esto porque lo considera importante de cara al escenario macro que tienen los inversores. Según explica Ignacio Cantos, director de inversiones de la firma, no habrá una recesión a corto plazo, pero sí habrá que prepararse para un menor crecimiento. “No creemos que vaya a ocurrir a corto plazo, pero está claro que en algún momento llegará y habrá que estar preparo. No podemos decir que la economía mundial está en recesión cuando estamos manejando estimaciones de crecimientos en torno al 3,5% para este año y del 3,6% para 2020”, apunta Cantos.
Los indicadores macroeconómicos analizados por los gestores de atl Capital –inversión de la curva de tipos americana, tasa de desempleo y evolución de los diferenciales de créditos- que suelen adelantar una recesión económica con un periodo de anticipación de seis a 12 meses no dan señales de una recesión inminente. En sus estimaciones, ven las economías europeas creciendo en torno al 1%-1,5%, con países como España superando el 2%. En Estados Unidos, el crecimiento se sitúa en torno al 2%-2,5% y en China, se espera crecimiento estable sobre el 6%. En este entorno de desaceleración económica, la inflación no a ser ver un problema, ya que sigue claramente por debajo del objetivo marcado por Banco Central Europeo (2%) y en Estados Unidos no hay presiones inflacionistas.
Entre estos riesgos, señalan un recrudecimiento de la guerra comercial Estados Unidos-China con una escalada de los aranceles, un acuerdo de Brexit duro que generaría caídas del PIB de más del 7% en Reino Unido y arrastraría a Europa. Además, en los últimos días se ha introducido a este escenario de incertidumbre la situación de Venezuela que puede desembocar en un enfrentamiento entre Rusia y Estados Unidos, con la consiguiente subida del precio del crudo. También destacan los expertos de atl Capital dentro de este foco, un parón pronunciado en la economía China.
Oportunidades de Inversión
Los activos de riesgos tanto en mercados desarrollados como en emergentes ofrecen expectativas de rentabilidad razonable a largo plazo con lo que para los gestores de atl Capital resulta interesante ir tomando posiciones en las carteras este año. Por activos, la renta fija empieza a ofrecer valor en algunos segmentos debido al cambio que se ha registrado en este mercado en los últimos meses. “Tras un 2018 en el que se vivió una subida significativa de los diferenciales de créditos en high yield y mercados emergentes, los niveles alcanzados desde diciembre nos hacen ser optimistas con estos activos para 2019”, señala Félix López, director de atl Capital Gestión. Sin embargo, todavía no ve oportunidad investment grade.
En renta variable, los gestores de atl Capital consideran que sin una recesión en los próximos 18 meses, el mercado de renta variable remunera adecuadamente los riesgos. “El crecimiento de los beneficios empresariales va a ser más importante que nunca este año en el comportamiento de este activos. Si los beneficios de las compañías siguen creciendo, como se espera que ocurra, es extremadamente difícil que veamos un mal año en renta variable y esto hace que seamos optimistas”, señala Mario Lafuente, gestor de atl Capital.
Por áreas geográficas, Mario Lafuente ve oportunidades tanto en Europa como en Estados Unidos: “Ambas zonas presentan un atractivo importante. Estados Unidos por la calidad de sus empresas y Europa por valoraciones”. Sin embargo, dentro de la inversión en Estados Unidos, su recomendación es reducir la exposición en las carteras de pequeñas compañías y dirigir la inversión a grandes empresa americanas que presentan balances más sólidos.
Por último, otra alternativa de inversión para 2019 con expectativas atractivas a largo plazo es la renta variable emergente. “Si hay un avance en las negociaciones de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, estos mercados pueden hacerlo muy bien y obtener un repunte importante en sus valoraciones. Al igual que en los mercados desarrollados, la evolución de los beneficios empresariales será muy importante”, subraya Lafuente, que ve potencial de revalorización por la entrada de flujos de capital hacia estos mercados, muy poco representados en las carteras.
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. Renta fija: el reto de seguir buscando buenas rentabilidades continua en 2019
2018 terminó dejando la mayoría de los activos del mercado en rojo. Lograr rentabilidades atractivas ha sido un gran reto para los gestores y, según las perspectivas que manejan las gestoras para este año, seguirá siendo así los próximos doce meses. La vuelta de la volatilidad al mercado, la madurez del ciclo y las decisiones que se tomen los gobiernos y los bancos centrales marcarán los rendimientos en 2019.
“Hace un año comentábamos que casi todas las clases de activos financieros habían generado rendimientos positivos en lo que iba de año. En cambio, en 2018 hemos visto el otro lado: la volatilidad ha sido alta y el rendimiento de los activos es casi universalmente bajo. En ninguna parte es más evidente el contraste entre los dos años que con bitcoin: hasta 1703% en 2017, 74% menos que en 2018”, apunta Steven Bell, economista jefe de BMO Global Asset Management.
Según se observa en la gráfica superior, el índice FAANG lideró el año en términos de rendimientos en moneda local con solo un 8%, pero se ha reducido significativamente desde su máximo del 37% el pasado 20 de junio. Según matiza Bell, algunos otros mercados han obtenido rendimientos modestamente positivos en términos de la moneda local en lo que va del año, pero la mayoría de los bonos corporativos, gubernamentales y corporativos obtuvieron rendimientos negativos. “La debilidad de la libra esterlina significó que los inversores del Reino Unido obtuvieron mejores rendimientos en algunos mercados extranjeros, si hubieran dejado sus posiciones sin cubrir, pero solo uno en nuestra selección alcanzó cifras dobles”, matiza.
En renta fija, los bonos gubernamentales han sufrido este año y ha perdido interés por parte de los inversores dado sus bajos rendimientos. Las gestoras consideran que el bono alemán seguirá cumpliendo su papel de activo refugio, mientras observan los potenciales rendimientos que pueden lograrse en deuda pública emergente en moneda local o moneda fuerte (aunque haya que asumir mayor riesgo y cubrir el riesgo divisa) y los bonos estadounidenses, ya que este año la administración Trump emitirá nueva deuda.
“La drástica subida de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense en septiembre de 2018, cuando en el tramo a diez años alcanzaron máximos de los últimos siete años tras haberse negociado en una horquilla determinada durante gran parte del año, ejerció finalmente presión sobre los títulos de elevada duración con valoraciones extremas”, apuntan desdeJanus Henderson Investors.
Respecto al crédito, desde Robeco señalan que los mercados empezaron a reaccionar a finales de 2018 a la desaceleración económica global. “El mercado de crédito lleva ya nueve meses seguidos bajando, y lo normal es que una tendencia de este tipo dure seis meses más a lo sumo. Aunque las valoraciones se sitúan ahora en niveles más atractivos, esta corrección no es todavía generalizada”, explica Sander Bus, codirector del equipo de crédito de Robeco.
Una de los aspectos que preocupa a la gestora es el alto nivel de apalancamiento que han experimentado las compañías y que en su opinión, una realidad que no se refleja todavía en su calificación crediticia. “Una recesión llevaría el apalancamiento de muchas empresas con calificación BBB a niveles de high yield, y el potencial de rebaja de calificación en este segmento del mercado es elevado”, añade Bus.
En Europa, Bus observa dos grandes diferencias con Estados Unidos: “La primera es el riesgo político. Italia sigue siendo motivo de preocupación, pero los precios del mercado ya lo reflejan así. En segundo lugar, las empresas europeas vienen mostrándose mucho más conservadoras que las estadounidenses, por lo que su apalancamiento es mucho menor. Por tanto, la distribución inadecuada del capital no es tan preocupante”.
En este sentido, desde Nordea AM apuntan al mercado europeo de high yield. “Ahora mismo la calidad crediticia del mercado europeo de high yield es bastante buena. Tenemos niveles de apalancamiento que en realidad están bastante por debajo de la crisis financiera de 2006 y 2007, por lo que los niveles son más bajos que antes de la crisis financiera y, al mismo tiempo, las tasas de interés son bastante más bajas. Ese apalancamiento adecuado combinado y la baja tasa de interés le da mucho espacio a las compañías con respecto a los pagos de intereses que tienen que hacer, por lo que la rentabilidad puede disminuir bastante antes de que sea un problema para las compañías y no puedan hacer frente a sus pagos. Creemos que este será un factor importante para mantener la tasa de interés bastante baja en el futuro e incluso si las tasas de interés aumentarán, probablemente no alcancen los mismos niveles que en las dos últimas recesiones”, argumenta Sandro Näf, consejero delegado de Capital Four Management and gestor de cartera de Nordea’s European High Yield Bond strategy.
Näf ha señalado una de las claves para este mercado el próximo año: el ritmo de subida de tipos que marquen los bancos centrales, en particular la Reserva Federal (Fed). Desde Janus Henderson Investors, coinciden en señalar que este será un tema clave que defina los mercados en 2019.
“Buena parte de lo que ocurrirá en los mercados de renta fija y en la economía se verá influido por las actuaciones de la Fed. Aunque algunos auguran que adoptará una postura aún más contundente, nosotros creemos que, dado su historial de cautela, pecará de un excesivo tono dovish. La amenaza que supone la escalada de la guerra comercial y la mayor perspectiva de ralentización del crecimiento mundial son dos factores que podrían requerir una pausa en las subidas de tipos de interés. Un segundo tema podría ser que estos tipos más altos permanezcan en el tiempo. La volatilidad de la renta variable vista en otoño no ha lastrado sustancialmente las rentabilidades de los bonos (es decir, no ha arrastrado sus precios al alza). Estos tipos más altos, aunque se mantienen por debajo de sus niveles históricos, podrían ejercer presión en los beneficios y el crecimiento económico. Sin embargo, la ausencia de inflación debería mantener a raya las rentabilidades de los bonos con vencimiento más lejano, lo que daría lugar a un aplanamiento de la curva de tipos. Ahora bien, una curva más plana, o incluso invertida, no presagia una recesión, debido en parte a unas primas a plazo inferiores”, explica Nick Maroutsos, codirector de bonos globales de la firma.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Internets Diary . La forma de la curva de tipos ofrece pistas valiosas para los inversores
El tiempo ha demostrado que tener en cuenta la forma de la curva de tipos de los bonos puede ser valioso para los inversores de renta fija a la hora de pensar su presupuesto de riesgo. Históricamente, los mercados de crédito han tenido un desempeño diferente dependiendo de la pendiente de la curva de tipos.
Como se ilustra en el gráfico, los bonos corporativos, que han seguido a curvas de interés abruptas -en este caso definidas como más de 200 puntos básicos entre los rendimientos de los bonos del Tesoro a dos y diez años- han producido posteriormente un exceso positivo en el rendimiento en promedio. Pero, el crédito ha ofrecido muy poco exceso de rendimiento tras una curva aplanada, así como que el exceso de rendimiento se retrasa significativamente después de periodos en los que la curva ha estado invertida.
Una curva relativamente invertida, tal y como la que se puede observar en la actualidad, a menudo a ha anunciado una desaceleración económica o algo peor. En MFS creemos, como mínimo, que implica una continuación en la volatilidad para los activos de riesgo. Pero si bien esta señal es significativa, no debería hacer que los inversores corran hacia la puerta de salida.
En la actualidad, nuestra postura defensiva en las carteras de renta fija se basa en nuestras preocupaciones por los fundamentales de las empresas. A través de la información recabada por nuestra plataforma de research global, nos preocupa el excesivo apalancamiento corporativo y los insostenibles márgenes. La forma de la curva de rendimiento de hoy en una medida adicional basada en el mercado que coincide con nuestra visión cautelosa.
Columna de Robert M. Almeida, estratega de inversión global, y Soami Kohly, gestor de carteras de renta fija, en MFS Investment Management.