Foto: Aranjuez1404, Flickr, Creative Commons.. M&G: “La deuda pública de España e Italia ya no guardan una correlación tan estrecha como en el pasado”
La deuda española vuelve a dar alegrías a los inversores. Los últimos datos relativos a la recuperación del consumo, la disminución de la tasa de empleo…. “han permitido a España volver a ganarse la confianza de los mercados financieros a pesar de la persistente incertidumbre política que vive el país desde las últimas elecciones generales -y con las nuevas que se aproximan-, y pese a ser el último país en abandonar el procedimiento de déficit excesivo de la Comisión Europea”, explica Ana Gil, directora de inversiones del área de Renta Fija de M&G.
“La deuda pública española se sitúa entre las clases de activos de renta fija más rentables de 2018 tras generar una rentabilidad total del 3%, superior a la del bund alemán (2,6%), a la de los bonos del Tesoro estadounidense (1,1%) y a la de los BTP italianos (-0,9%)”, señala la experta.
Rentabilidad… y también estabilidad. “Los bonos españoles se han negociado con una prima de riesgo relativamente estable respecto a los alemanes, dado que los mercados son cada vez más conscientes del sólido desempeño económico del país y de los esfuerzos en materia de consolidación presupuestaria”.
Y cada vez más España se diferencia de Italia: “En 2018 también hemos presenciado una ampliación de la diferencia entre los costes de financiación de la deuda pública de España e Italia (ya no guardan una correlación tan estrecha como en el pasado), dado que la debilidad económica y política del país transalpino (que muestra un perfil de menor crecimiento/mayor endeudamiento) ha lastrado la confianza de los inversores”.
De aquí a futuro, las perspectivas son positivas, aunque persisten los riesgos políticos: “Considero que España volverá a crecer a un ritmo superior al de la media europea en 2019, en consonancia con las previsiones del FMI (2,2%), si bien existe la posibilidad de que la incertidumbre en el plano político y presupuestario plantee algunos riesgos de caída para estas perspectivas”, dice Gil.
Flujos hacia la renta fija española
En este contexto, el apetito por la deuda española sigue vigente: “Como dato positivo, cabe destacar que los inversores siguen mostrando un marcado interés por los bonos españoles (y por la deuda pública de los países periféricos de la zona del euro en general). Recientemente España cerró una emisión de deuda pública de 10.000 millones de euros que ha registrado una demanda que cuadriplica el volumen de deuda emitido”.
Sobre el apetito por la Europa periférica, la experta defiende que “las recientes emisiones de Italia, Irlanda o Portugal registraron unas ratios de cobertura parecidas, lo que refleja la notable demanda de rendimientos adicionales por parte de los inversores en un mercado que sigue en gran medida distorsionado por unos tipos de interés en mínimos históricos”.
Foto cedidaMariano Aldama, nuevo banquero privado de Diaphanum SV.. Diaphanum incorpora a Mariano Aldama como nuevo banquero privado
Diaphanum SV ha incorporado a Mariano Aldama como nuevo banquero privado para reforzar la oficina de la entidad en Madrid, un nombramiento que se enmarca dentro de la estrategia de crecimiento de Diaphanum, que persigue captar profesionales senior, una vez completada la trasposición de la directiva comunitaria MiFID II que puso de manifiesto la idoneidad del modelo de la entidad, exento de conflictos de interés y que aboga por la máxima transparencia ante el cliente.
De este modo, la entidad continúa con la incorporación de profesionales consolidados y plenamente alienados con el modelo de negocio basado en el asesoramiento independiente, una apuesta que la entidad ha mantenido desde su nacimiento en 2016. Actualmente, Diaphanum SV cuenta con oficina en Madrid, Alicante y Bilbao y un equipo de más de 40 profesionales a los que se suman cuatro agentes financieros.
Mariano Aldama, que cuenta con una experiencia de más de tres décadas en el sector financiero, llega procedente de Lombard Odier, donde ha estado trabajando como agente los tres últimos años. Aldama comenzó su trayectoria profesional en JP Morgan, donde trabajó durante 10 años en el área de Corporate Finance y en Global Markets.
Desde entonces ha ocupado cargos de responsabilidad en firmas de reconocido prestigio a nivel internacional como Dresdner Kleinwort Benson, donde fue Managing Director y Global Markets Head Iberia, Deutsche Bank (Managing director, Head of Debt Capital Markets Spain), UBS España, (Managing director, Head of Debt Capital Markets Spain), y RBS (Managing director, Head of Debt Capital Markets Spain).
Aldama es licenciado en Derecho por ICADE, cuenta con un MBA por el Boston College, así como la acreditación en Gestión de Carteras e Inversiones por The Wharton School-University of Pennsylvania.
Rafael Gascó, presidente de Diaphanum SV, explica que “por su amplia experiencia, su conocimiento del mercado y alineación con la filosofía de la entidad, el perfil de Mariano Aldama es el idóneo para seguir reforzando nuestro equipo de profesionales, con el objetivo de consolidar nuestra apuesta por un modelo de asesoramiento puramente independiente y seguir ofreciendo el mejor servicio a nuestros clientes”.
Diaphanum SV es la primera sociedad profesional independiente especializada en asesoramiento financiero, que, desde su creación en noviembre 2016, implantó fielmente los rigurosos requisitos que impone la directiva MiFID II para prestar servicios de asesoramiento independiente en materia de inversiones. La firma, cuya sede central se encuentra en Madrid, supera los 1.200 millones bajo gestión, cuenta con un equipo formado por más de 40 profesionales especialistas en el asesoramiento financiero y cuenta con delegaciones en Bilbao y Alicante. La compañía continúa con su ambicioso plan de expansión.
Foto: Camknows, Fckr, Creative Commons. Votando en el sector inmobiliario
Savills Aguirre Newman ha sido nombrada Mejor Consultora Inmobiliaria en España en 2018 por la revista Euromoney. La firma obtiene este reconocimiento global por séptimo año consecutivo y, como en las ediciones anteriores, ha sido la consultora mejor valorada en todas las categorías del premio.
“Los actores del mercado han vuelto a reconocer, por séptimo año consecutivo, el liderazgo del modelo de consultoría inmobiliaria que desarrollamos en Savills Aguirre Newman, un modelo basado en la innovación y en la excelencia del servicio al cliente que, a través de este galardón, consolida a nuestra firma como la consultora de referencia en el mercado español”, ha afirmado Santiago Aguirre, presidente de Savills Aguirre Newman.
“Este prestigioso premio –prosigue Santiago Aguirre— es un estímulo y un reconocimiento para todo el equipo de Savills Aguirre Newman, lo que nos impulsa a seguir creciendo de la mano de nuestros clientes”.
La 14ª edición de los premios Euromoney Real Estate Awards, galardón de referencia de la industria inmobiliaria global, ha contado con la participación de más de 2.400 directivos de compañías nacional e internacionales de primer nivel, entre las que se encuentran entidades financieras, promotores, gestoras y fondos de inversión, usuarios finales corporativos y firmas de asesoramiento.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Bessi. El auge de la inversión de impacto
Existe un “número sorprendentemente elevado” de activos en el mercado con un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Según un reciente estudio de NN Investment Partners, en concreto, son 3.000 de los 15.000 analizados. Esto se explica parcialmente si se tiene en cuenta que el universo también incluye a small caps. A partir de estos resultados, la gestora hace hincapié en que, en contra de la percepción habitual, las empresas con un impacto positivo tienden a crecer más rápido y a tener menor coste de capital que aquellas con una repercusión insignificante o negativa.
Además, cuando se ajusta el tamaño del universo, ofrecen un mejor retorno de la inversión en flujo de efectivo, una señal de su calidad financiera. “Estos descubrimientos ponen de relieve nuestra creencia de que los retornos financieros y sociales pueden ir de la mano”, asegura.
Un área de inversión relativamente nueva
El fuerte y creciente interés en el impacto de la renta variable cotizada es un fenómeno reciente, ya que arrancó en enero de 2016, cuando entraron en vigor los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Al tratarse de un área de inversión relativamente joven, los datos son limitados y hay escasa evidencia empírica.
A esto se une que los inversores institucionales todavía no se encuentran del todo familiarizados con este tipo de estrategia. “Muchos lo ven arriesgado y esperan que el impacto positivo se genere a expensas del alpha y los resultados financieros. Sin embargo, nuestro análisis y nuestra base de datos sugieren lo contrario”, afirma NN IP, al desmontar el “mito” de que este tipo de inversión cueste dinero o conlleve peores retornos ajustados al riesgo.
A su juicio, con la aparición de nuevas empresas de impacto en el mercado y la transformación de otras para serlo, el universo se expandirá y se diversificará. Además, si se extiende el hábito de brindar información sobre las repercusiones de cada negocio, será más fácil monitorizar el impacto de una manera más tangible.
Los resultados de la investigación de NN IP también subrayan la importancia de analizar los fundamentales sobre los cuales las firmas están preparadas para adoptar modelos de negocio más sostenibles. Aquellas que mejoren y generen menos daño que el resto disfrutarán de una ventaja competitiva cuando los mecanismos de precios e impuestos comiencen a tener un efecto comercial sobre el impacto negativo (como las emisiones de carbono o el contenido de azúcar).
Resultados de la investigación
A la hora de invertir en activos de impacto, la gestora considera esencial contar con una base de datos que le permita analizarlos rigurosamente. Por ello, en 2016 inició el proceso de articulación de una propia que, actualmente, atraviesa su tercera fase. Para construirla, ha partido de los 15.000 activos disponibles en la base de datos CS HOLT.
Tras realizar un estudio exhaustivo, que incluyó la investigación del impacto positivo y negativo de cada activo y de su exposición a los ODS, la gestora halló 3.000 empresas con un impacto positivo, es decir, el 19% del universo analizado. Este resultado es “mucho más alto” de lo que esperaba y considera que se debe a que introdujo compañías mucho más pequeñas que no se incluyen en otros índices. Pero, incluso si se excluyeran aquellas empresas que tengan una capitalización menor a 1.000 millones de dólares, habría 1.300 firmas con impacto positivo.
La investigación de NN IP refleja que, además de existir más compañías de impacto positivo en el segmento de las small caps que entre las large caps, una empresa en un mercado emergente tiene más repercusión que su homóloga en uno desarrollado. Sin embargo, también revela que en los emergentes hay un mayor número de entidades con impacto negativo, ya que su exposición a sectores de la vieja economía, como la minería o el petróleo, es superior.
En cuanto a la temática, la distribución de las firmas con impacto positivo del universo de NN IP es muy desigual.
Por último, el análisis muestra que las empresas con impacto registran mejores resultados en tres factores clave: el rendimiento del capital, el crecimiento y el coste del capital. “Sus mayores tasas de crecimiento tienen sentido, ya que tienden a ser más innovadoras y a beneficiarse del impulso de los ODS, y no suelen involucrarse con industrias en extinción”, apunta NN IP. En su opinión, esto también explica sus menores tasas de descuento, ya que las hace más resistentes y menos cíclicas.
Fondos de impacto
NN IP considera que este universo “de impacto” es de mayor calidad que el universo general. Con ello en mente, aplica una estrategia de inversión responsable a la que destina alrededor de 238.000 millones de euros, de los cuales 1.200 millones se dirigen a inversión de impacto.
En concreto, cuenta con dos fondos destacados: el NN Global Equity Impact Opportunities –que invierte en renta variable cotizada que ofrece retornos atractivos con un impacto social y medioambiental positivo- y el Green Bond –que invierte en una cartera global de bonos verdes de alta calidad (de AAA a BBB-), en su mayoría denominados en euros-.
Cabe destacar que este último es el mayor fondo de bonos verdes del mercado, con alrededor de 600 millones de euros en activos bajo gestión y, en total, el equipo gestiona 1.000 millones en activos dedicados a los bonos verdes.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Stephen Hanafin . Mercados emergentes: la ocasión la pintan calva
Los mercados emergentes se encuentran en un momento dulce que no se suele presentar a menudo. Aunque no se pueden obviar los riesgos, existen varias razones por las que los inversores están regresando a esta clase de activo después de un 2018 nefasto.
Los mercados emergentes han comenzado 2019 con muy buen pie
El arranque del año ha sido fulgurante en los mercados emergentes. Tras un 2018 para olvidar, de pronto esta clase de activo vuelve a gozar del favor de los inversores. El nerviosismo del año pasado ante la reducción de la liquidez internacional, la excepcionalidad estadounidense y las salidas de capitales parecen ahora un recuerdo lejano.
Indudablemente, la coyuntura externa se ha vuelto más favorable para los mercados emergentes. En un contexto marcado por la ralentización de las previsiones de crecimiento, tanto dentro como fuera de sus fronteras, la Reserva Federal de EE.UU. se ha apresurado a cambiar de discurso a pesar de las tensiones del mercado laboral y las presiones salariales al alza. Al reconocer la posibilidad de que los tipos de interés podrían permanecer estables en el futuro inmediato, apuntando al mismo tiempo a una ralentización del adelgazamiento de su balance, la Fed ha dado luz verde a la tolerancia al riesgo.
Mucho se ha hablado sobre los riesgos de recesión en EE.UU. a la vista de las dinámicas típicas de final de ciclo, como son el endeudamiento empresarial elevado y la curva de tipos plana. Para los mercados emergentes, la clave es ahora si la Fed puede guiar el vuelo de la economía hacia un aterrizaje ideal que la aproxime al crecimiento tendencial: ni demasiado ni demasiado poco.
La rebaja de las expectativas de crecimiento de EE.UU. y la consiguiente revisión a la baja de la trayectoria prevista de los fondos de la Fed ha perjudicado al dólar frente a las monedas emergentes, que siguen recuperándose de sus mínimos de 2018 después de vivir su particular calvario el pasado mes de septiembre. El billete verde, lastrado ya por el doble déficit mientras cotiza en máximos históricos ponderado por intercambios comerciales, parece cada vez más vulnerable.
Paralelismos con 2016
Se han establecido muchos paralelismos entre el balance actual de los riesgos en los mercados emergentes y la recuperación de éstos a comienzos de 2016. Se observan varias similitudes sorprendentes: la visión negativa global, una Fed menos dispuesta a subir tipos, el giro a la baja del dólar, el hundimiento de los precios del petróleo, las bajas valoraciones de la deuda emergente y la política monetaria más laxa en China. Sin embargo, también existen notables diferencias: el umbral político para que se active otra ronda de relajación cuantitativa se ha elevado mucho, mientras que los niveles de deuda de las empresas estadounidenses y las bolsas se encuentran en una situación menos favorable. Además, debido fundamentalmente a China, el que una vez fue un saludable superávit por cuenta corriente total en los mercados emergentes ahora se ha reducido, a pesar de los sonados ajustes de países deficitarios como Turquía y Brasil a causa de la recesión.
Después del buen comportamiento de los mercados de activos en enero y de que hayan quedado atrás gran cantidad de buenas noticias, algunos actores del mercado de deuda emergente, tal vez incómodos con el posicionamiento o doloridos por la experiencia de 2018, están cuestionando en estos momentos la solidez de la recuperación. Ciertamente, no estamos ante la clásica racha alcista de los mercados emergentes. El crecimiento y los intercambios comerciales siguen decepcionando en el mundo en desarrollo y los últimos datos de los PMI manufactureros y los nuevos pedidos sugieren una mayor atonía de la actividad.
Un factor determinante para el desfallecimiento del crecimiento emergente ha sido el endurecimiento de las condiciones financieras internacionales durante los últimos doce meses y la posterior salida en tromba de flujos de inversión y capitales de esta clase de activos de los no residentes. Otro factor clave es la moderación económica que está viviendo China, afectada por la debilidad del consumo y la desaceleración del impulso al crédito. Hasta ahora, la respuesta que han dado las autoridades chinas, tanto en el plano monetario como en el fiscal, se ha orientado a la economía interna y ha ido de menos a más. Esperamos que la intensidad de la respuesta aumente a mediados de año a medida que el presidente Xi se centre en cumplir su promesa de duplicar el PIB per cápita de China entre 2010 y 2020, lo que hará que los planes de reducción del endeudamiento sean temporalmente menos prioritarios. Cualquier contratiempo en las negociaciones comerciales en marcha entre EE.UU. y China probablemente acelere este proceso.
Obstáculos en el horizonte
Un posible acicate para el crecimiento emergente este año y que concitará mucha mayor atención son las políticas monetarias más expansivas de los bancos centrales. Varios países emergentes presentan ahora tipos de referencia elevados, expectativas de inflación a la baja y brechas de producción amplias. Si nuestra tesis en torno a la depreciación del dólar se confirma, países como Turquía, México, Indonesia y Sudáfrica, entre otros, podrían tratar de dar marcha atrás a las subidas de tipos del año pasado y flexibilizar las condiciones financieras. Tras un difícil 2018, creemos que el crecimiento emergente va a recuperarse y que el diferencial con los mercados desarrollados va a divergir otra vez, lo que estimulará las rentabilidades sobre el capital.
Obviamente, el resto del año no va a ser una travesía tranquila. Rara vez es así para los inversores en los mercados emergentes y debajo de la superficie acechan gran cantidad de riesgos potenciales. Podrían materializarse fácilmente obstáculos de índole interna en forma de sanciones sobre Rusia, decepciones en la reforma fiscal en Brasil, conflictos civiles en Venezuela o temor a una restructuración de deuda en El Líbano. La política es otro posible foco de problemas que nunca se apaga del todo en el mundo emergente. Se van a celebrar gran cantidad de elecciones nacionales en territorios volátiles como la India, Indonesia, Argentina, Ucrania, Israel, Sudáfrica y Nigeria, que podrían volver a poner nerviosos a los inversores inquietos y aumentar la volatilidad en los mercados.
Continuidad política
El año pasado destacó por las significativas transiciones políticas que se vivieron en una gran variedad de países como Brasil, México, Pakistán y Zimbabue. Sin embargo, si en 2018 todo giró en torno a los cambios de régimen, pensamos que 2019 se caracterizará por la continuidad política y que los gobernantes actuales ampliarán sus mandatos y mantendrán el rumbo político actual. Tras los traumáticos descensos de 2018, parece que los mercados emergentes vuelven a estar en un buen momento. Los inversores están regresando atraídos por las bajas valoraciones de los diferenciales y las monedas, junto con las ventajas de diversificación que brinda una clase de activos que a menudo no se comprende bien.
“La ocasión la pintan calva”, reza el dicho, y los observadores con experiencia en los mercados emergentes son conscientes de que las buenas oportunidades no duran para siempre. Sin embargo, en un momento en el que probablemente el dólar estadounidense y los rendimientos reales de EE.UU. han tocado máximos de este ciclo, creemos que las rentabilidades para los inversores en los mercados emergentes podrían mantenerse durante los próximos meses.
Columna de Paul Greer, gestor de fondos de renta fija emergente en Fidelity International.
Pixabay CC0 Public DomainManon25s. ¿Ha llegado la hora de que la renta fija vuelva a la cartera de los inversores?
Durante el último año hablar de renta fija resultaba poco atractivo, pero parece que, a medida que va avanzando el primer trimestre, este tipo de activo vuelve a las carteras. ¿Ha llegado el momento de que se produzca una rotación? Según las principales casa de inversión, sigue habiendo oportunidades de inversión en renta fija, pero hay que ser selectivo.
Por ejemplo, desde Fidelity señalan que los bonos high yield cosechan su mejor comportamiento desde 2016, pero conviene mantener la cautela. Estos activos, “se beneficiaron enormemente de la tolerancia al riesgo alimentada por la Fed y del rebote de los precios del petróleo”, explica Andrea Iannelli, director de inversiones en renta fija de Fidelity International.
En este contexto, el high yield estadounidense destacó sobre el resto. “El gran peso de los valores energéticos en el mercado estadounidense de bonos high yield fue una de las principales causas de esta recuperación; así, el subíndice ICE BofA Merrill Lynch US HY Energy avanzó un 6,2% durante el mes. Los diferenciales de deuda corporativa se comprimieron casi 100 puntos básicos durante las últimas cuatro semanas, con lo que deshicieron toda la ampliación registrada en diciembre de 2018 y ahora han retornado a niveles de mediados de noviembre”, añade.
En su opinión, de ahora en adelante, el comportamiento de esta clase de activos dependerá de que reaparezca la demanda de rentas, ahora que la Fed está adoptando una postura más expansiva, y de la evolución de los precios del petróleo. Según matiza Iannelli: “Sin embargo, no perdemos de vista que el ciclo de crédito sigue avanzando, lo que deja más margen para picos de volatilidad por situaciones específicas en un entorno de liquidez todavía difícil”.
Otro de los mercados que más atención está captando este año son los emergentes.En general, las gestoras consideran que los activos de renta fija de los mercados emergentes ofrecen una rentabilidad/riesgos atractiva, eso sí, de nuevo advierten que hay que ser muy selectivos.
“La deuda emergente ha protagonizado un marcado repunte este año, recuperándose así de un 2018 turbulento. Así, cabría preguntarse si es un buen momento para aumentar la exposición a esta clase de activo. Creemos que los inversores deberían iniciar posiciones en cualquier episodio significativo de ventas masivas, dado que consideramos que los fundamentales seguirán siendo favorables en los próximos trimestres. Nuestra perspectiva general sobre los mercados emergentes prioriza la renta variable en detrimento de la renta fija, si bien consideramos que la deuda emergente alberga el potencial de generar rentas interesantes para las carteras de renta fija”, sostiene Richard Turnill, director mundial de estrategia de inversión en BlackRock.
Para Turnill, la deuda emergente constituye una opción de compra interesante ante cualquier caída considerable de los precios en vista de las sólidas perspectivas que ofrece a corto plazo. Y recuerda que, a corto plazo, para este tipo de activo será fundamental el desarrollo de las conversiones entre Estados Unidos y China a cuenta de las tensiones comerciales que han protagonizado desde el verano del año pasado.
Desde A&G Banca Privada destacan el buen comportamiento de la deuda corporativa, con los diferenciales de crédito estrechando ligeramente en los diferentes nichos del mercado y destacando el buen comportamiento de los índices high yield europeos, mientras los tipos de interés repuntaban ligeramente en gobiernos core, con los tipos a 10 años alemanes aún por debajo del 0,11%.
Por último, respecto al mercado de crédito, AXA IM considera que el rebote continuará. “Entre los activos de riesgo, los mercados de crédito han continuado disfrutando de un momento positivo: en enero vimos registros sólidos y, en algunos casos, rendimientos récord”, apunta en su último informe sobre crédito.
Sus perspectivas para este año es que los diferenciales de los bonos investment grade europeos se “pongan al día”, a raíz de la política del Banco Central Europeo y de una curva de bonos del gobierno más dinámica.
Pixabay CC0 Public DomainWokandapix
. Los siete grandes riesgos que protagonizarán los titulares en 2019
Dave Lafferty, estratega jefe de mercados en Natixis Investment Managers, destacaba a finales de año cuatro tendencias que consideraba se iban a ir revirtiendo a lo largo de este año: el crecimiento, los tipos de interés, la política monetaria de los bancos centrales, la fortaleza del dólar y la volatilidad.
Una vez arrancado 2019 y ya en la mitad del primer trimestre del año, Lafferty insiste en destacar algunas de las tendencias que se irán consolidando y ocupando los titulares a lo largo de los próximos meses. En este sentido, el estratega jefe de mercados de Natixis IM apunta siete grandes riesgos:
¿Ralentización o recesión? Lafferty considera que una posible recesión es la principal preocupación hay ahora mismo en el mercado. “Teniendo en cuenta las valoraciones promedio, no encontramos muchos activos particularmente caros o baratos en la actualidad, las tendencias macro y de ganancias subyacentes son fundamentales para pensar en los rendimientos futuros. La economía global está claramente desacelerándose, pero como consecuencia de la venta masiva del cuarto trimestre, los mercados deberían volver a subir al alza si esto es solo un retorno a mitad del ciclo hacia un crecimiento lento pero positivo. Sin embargo, si la desaceleración se convierte en recesión, los mercados no están preparados para este shock, ya que ni la confianza de los inversores ni los precios de los activos reflejan adecuadamente este riesgo”, sostiene.
Tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. En su opinión este es un riesgo que el mercado ya ha puesto en precio, por lo tanto no le preocupa tanto como otros. “ Admitimos que todavía hay un riesgo de sorpresa al revés. El riesgo a la baja es que las negociaciones fracasan y los dos países aumenten los aranceles. Y el riesgo al alza es que Trump y Xi negocien un acuerdo integral que satisfaga de inmediato a ambas partes y se adhieran a él, lo que, en nuestra opinión, también es bastante improbable: 20% de probabilidad. Dudamos que Estados Unidos y China puedan estar completamente de acuerdo con cualquier cosa, ya que la agenda de Trump Make America Great Again se opone diametralmente al Plan Made in China 2025 de Xi. Del mismo modo, creemos que es poco probable que se produzca un colapso completo en las conversaciones, ya que los mercados continuarán manteniendo a ambas partes en la mesa de negociaciones”, explica.
Un error de los bancos centrales. Los bancos centrales seguirán teniendo un gran protagonismo este año y sus decisiones serán determinantes para frenar o no el crecimiento global. Según Lafferty, dada la debilidad en el cuarto trimestre, “la Fed se ha vuelto lo suficientemente dócil como para que el aumento de las tasas no sea probable que traiga una recesión. Entonces, ciframos el riesgo de que la Fed induzca una recesión este año en el 10%. Pero aquí está el problema: como todos saben, los cambios en la política monetaria tienen un largo período de retraso. En realidad, puede ser tan probable que la Fed ya haya apretado demasiado”.
Un Brexit desordenado. La gestora sigue sosteniendo que el peor escenario posible, una salida sin ningún tipo de acuerdo, representa un 40% de posibilidades de ocurrir. “El riesgo del Brexit es que se produzca una ruptura desastrosa entre el Reino Unido y la Unión Europea. Si bien la situación es muy fluida, por ahora sigue siendo nuestro mayor riesgo y creemos que un retraso en el proceso de ruptura es lo más probable”, afirma Lafferty.
Bloqueo en la política estadounidense. El cierre que ha vivido la administración norteamericana es un ejemplo de la delicada situación política que Donald Trump tiene en Estados Unidos a la hora de desarrollar políticas y desbloquear partidas de gasto. “Esperamos que las resoluciones presupuestarias se aprueben a mediados de febrero para mantener el funcionamiento del gobierno de los EE.UU. y que las consecuencias económicas del cierre de diciembre a enero sean modestas. “Estimamos en un 15% la probabilidad de que se produzca otro cierre.Sin embargo, el estancamiento político que provocó el cierre tiene implicaciones mucho más graves para el límite máximo de la deuda estadounidense”, señala.
Crisis Constitucional de los Estados Unidos. En línea con el riesgo anterior, los problemas de Donald Trump se acumulan en la mesa. Lafferty advierte que la investigación por el caso Mueller podría dañar seriamente a la administración Trump y provocar más incertidumbre en los mercados. “Los riesgos políticos en Estados Unidos aumentarán considerablemente en 2020. Para 2019, vemos la pelea entre Mueller, los demócratas y la administración de Trump como una distracción volátil, pero no el ímpetu para un mercado bajista, que damos solo un 25% de probabilidad”, apunta.
Regulación en el ámbito de la privacidad de los datos. Lafferty considera que la regulación en este campo irá aumentando en los gobiernos desarrollados y como primera consecuencia, las empresas se beneficien de esos datos privadas en el futuro. “Si bien es poco probable que los reguladores repriman la gran bonanza de datos, el impacto en caso de hacerlo sería significativo. Este riesgo se está subestimando porque los a este tipo de problemas se enfrentan todas las compañías presentes en los principales índices, afectando a más compañías que a las del sector tecnológico”, concluye.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Andina Bitterlich . Un Brexit de última hora: opciones y posibilidades
Por segunda vez, la primera ministra británica, Theresa May, intentará de nuevo conseguir un acuerdo este martes 12 de marzo, con dos nuevas votaciones para los días 13 y 14 de marzo, por si la primera votación fallase. A continuación, Bethany Payne, gestora de la estrategia Global Bonds de Janus Henderson, comparte su visión sobre estas votaciones que se llevarán a cabo durante la semana.
¿Una segunda vez con algo más de suerte?
Una vez más, Theresa May, primera ministra del Reino Unido, intentará por segunda vez conseguir un acuerdo por parte del parlamento británico este martes día 12 de marzo. Sus esperanzas de lograr un acuerdo se apoyan sobre el fiscal general de Reino Unido, Geoffrey Cox, y sobre si ha podido negociar algún cambio en el acuerdo de retirada de la Unión Europea y prevenir la posibilidad de que el respaldo irlandés se convierta en una trampa indefinida para Reino Unido, que es una preocupación clave para muchos miembros del parlamento europeo.
Si se aprueba esta votación con un compromiso de última hora, Reino Unido abandonará la Unión Europea poco después del 29 de marzo, dirigiéndose hacia un periodo de transición donde comenzarán las negociaciones sobre sus relaciones comerciales futuras con el bloque. Hasta ahora, ha habido pocas señales de que se haya alcanzado un compromiso y se espera que la votación fracase de nuevo este martes.
¿Si no se aprueba la votación, cuáles son las opciones de la primera ministra?
Si el acuerdo propuesto por May fracasa este 12 de marzo, el gobierno se ha comprometido a volver a votar al día siguiente si los parlamentarios apoyan una salida de la Unión Europea sin un acuerdo de retirada negociado. El parlamento ha mostrado con anterioridad que no está dispuesto a irse sin conseguir un acuerdo a través de votos no-vinculantes y se espera que esta posición se confirme si esta votación sigue adelante.
Sin embargo, la incertidumbre aún permanece, ya que todavía no se sabe cómo votarán Theresa May y el gobierno sobre esta cuestión. Si la posición del gobierno es finalmente un voto en contra de descartar un “no acuerdo”, entonces cabría esperar nuevas dimisiones, con el riesgo de que algunos parlamentarios conservadores renuncien para unirse al recién formado Grupo Independiente, disminuyendo así aún más la escasa mayoría que el gobierno posee junto con el Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte. De forma alternativa, el gobierno podría ofrecer un voto libre a sus parlamentarios, pero eso sería sorprendente en una política clave para el gobierno y corre el riesgo de socavar aún más la posición de la primera ministra.
¿Hay una tercera opción?
Si el parlamento rechaza la posibilidad de continuar en la Unión Europea, con el acuerdo que ha negociado y rechaza también irse sin ningún acuerdo, entonces habrá una nueva votación el 14 marzo, preguntando a los parlamentarios si desean una extensión, limitada en el tiempo, sobre el artículo 503.
Esta última votación será probablemente aprobada, aunque cabe destacar que, una votación para solicitar una extensión solo instruye al gobierno a pedir una extensión del artículo 50 de la Unión Europea, sobre el que los 27 estados miembros deben dar su aprobación. La Unión Europea se ha mostrado abierta a esta posibilidad, tanto con un propósito de ratificación, como para un cambio tangible en la política de gobierno. Sin embargo, sin tener un conocimiento previo a la votación sobre qué implicaría una extensión, el parlamento puede pensar que dicha extensión no es más que una solicitud que acarrea ciertas condiciones y/o un retraso considerable en las negociaciones, que puede no ser aceptado.
¿Cuál es el resultado más probable? Volatilidad, mientras no se sabe qué es lo quiere el parlamento
Una derrota para la primera ministra británica en esta semana incrementaría la probabilidad de que el gobierno pierda el control del proceso y se dificulte un posible giro hacia lo que se denomina “un Brexit suave”, que implica un acuerdo con la Unión Aduanera. Sin embargo, mientras esta semana, por segunda vez, puede proporcionar claridad sobre el hecho de que no hay apoyos en el parlamento para el acuerdo alcanzado por el gobierno, es probable que todavía nos quedemos preguntándonos qué acuerdos puede llegar a alcanzar el parlamento.
Las votaciones que tendrán lugar entre el 12 y 14 de marzo probablemente crearán volatilidad en los mercados y, en particular, para la libra esterlina, lo cuál podría acentuarse conforme la fecha límite del Brexit se aproxima. En Janus Henderson no descartan un tercer intento por parte de Theresa May para conseguir la aprobación de su acuerdo de retirada si el parlamento vota en contra de un “Brexit sin acuerdo” y en contra de la extensión del artículo 50. Entonces, podremos conocer la verdadera medida de las negociaciones de última hora con la Unión Europea.
Mark Holman analiza el "riesgo Brexit" en un vídeo.. Mark Holman: “No necesitamos cubrir el riesgo Brexit, la mayoría de sus inconvenientes ya están valorados por el mercado”
Una de las preguntas más frecuentes que le realizan a TwentyFour Asset Management, subsidiaria de Vontobel con sede en Londres, es si los inversores deberían estar implementando estrategias de cobertura por el Brexit y si hay riesgos ocultos en las carteras. Para el CEO de la entidad, Mark Holman, al tratarse de una gestora domiciliada en el Reino Unido es “natural” que recojan estas preguntas, pero eso no significa que, como inversores, estén asumiendo estos riesgos de forma inconsciente.
“En este momento, no sentimos que necesitemos cubrir el riesgo Brexit. Pensamos que gran parte de sus inconvenientes están valorados por el mercado”, asegura en un vídeo en el que aclara que esto se debe a que la mayor parte del riesgo es el riesgo divisa. Aquellos inversores que se encuentran fuera del Reino Unido o que no pueden cubrir su riesgo divisa han hecho lo correcto al rechazar los activos denominados en libra esterlina, “y punto”, asevera.
En renta fija, esto supone que, en muchos casos, los inversores extranjeros han desaparecido de este tipo de activo. “La ventaja de esto es que los spreads de crédito para los activos en libras se han expandido y esto ha ocurrido independientemente de si la empresa tenía algún riesgo asociado al Brexit”, agrega Holman.
Por ello, un inversor podría comprar el riesgo de un prestatario global, comprar un tipo de activo en libras, cubrir la divisa y realmente contar con un mejor retorno comprando el riesgo de la libra esterlina. “Esta es una función de esa demanda global que se aparta de los activos denominados en libras porque los inversores no están dispuestos a asumir el riesgo divisa, con razón”.
Holman considera que existe una “prima integrada” en los spreads de los bonos en libras. La pregunta es si se puede extraer esa prima de forma segura sin eliminar el riesgo de Brexit de la empresa que esté desempeñándose mucho peor si finalmente hay un resultado negativo este mes.
En cuanto a las empresas que tienen todo su negocio en el Reino Unido y que no cuentan con riesgos ni beneficios reales de un posible Brexit, también han visto cómo sus spreads de crédito se ampliaban. Se trata, según el CEO de TwentyFour AM, de una consecuencia de ese rechazo del mercado global a los activos en libras. “Los inversores pueden beneficiarse de esta prima del Brexit ya sea con la posesión de estos activos hasta que maduren a través de un rendimiento extra o si finalmente hay algo parecido a una conclusión satisfactoria a las discusiones en torno al Brexit”.
Si esto ocurre, a su juicio, se verá una estabilidad en la divisa, disminuirán los inconvenientes y los inversores extranjeros volverán a apostar por este activo y, con todo, esta prima del Brexit que ha existido durante cerca de dos años comenzará a desvanecerse.
Por otro lado, Holman afirma que hay algunos riesgos que los inversores sí deberían plantearse seriamente cubrir y son los relacionados con la divisa. Sin embargo, al acercarse la fecha tope del Brexit, parece que ya se han descartado las consecuencias más negativas. “Las posibilidades de que el Reino Unido salga de Europa sin acuerdo son significativamente bajas, lo que se refleja en una divisa más estable y una cierta mejoría en la libra”, apunta.
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. Kames Capital advierte: cuidado con los ETFs de préstamos apalancados
Ahora que las condiciones financieras pueden endurecerse, los inversores deben mantener la prudencia con respecto a los ETFs de préstamos apalancados, una clase de activo que podría experimentar un brusco aumento de los reembolsos. En opinión de Mark Benbow, cogestor del Kames High Yield Bond Fund, los inversores deben estar muy atentos a los riesgos, puesto que las rentabilidades de estos productos podrían verse rápidamente afectadas por unas condiciones financieras más restrictivas que provoquen la salida de elevadas cantidades de flujos ligados a los ETFs.
Según la gestora, las cifras son claras: a principios de los 2000, solo había quince ETFs y fondos de inversión dedicados a préstamos apalancados y a día de hoy son casi 300, en un entorno dominado por la expectativa de subidas de tipos. “En teoría, el aumento de los tipos de interés suele resultar negativo para los mercados de bonos (de cupón fijo) pero los préstamos apalancados son instrumentos a tipo variable y, por lo tanto, se verán beneficiados por la reducción de los balances de los bancos centrales y el aumento de los tipos de interés”, explica el gestor.
No obstante, y pese a los buenos fundamentales del año pasado, muchas de las inversiones del mercado de préstamos apalancados son muy poco líquidas, lo que puede suponer un problema para los productos que ofrecen reembolsos diarios. “La mayor parte de las inversiones en préstamos apalancados se realizan a través de obligaciones garantizadas por préstamos (CLO), y los inversores en CLO tienen su capital bloqueado: para reembolsar su posición, necesitan que otro inversor les compre su participación en la CLO. Sin embargo, los ETFs y los fondos de inversión ofrecen liquidez diaria, a pesar de que muchos de estos préstamos casi nunca se negocian”, añade el experto.
A la espera de ver cómo evoluciona la situación, Benbow advierte de que, si se produjese el escenario más negativo, las probabilidades de recuperar el capital de los préstamos fallidos serían escasas, dado el deterioro de la calidad de la deuda comprada. Como apunta el gestor, aunque en general los préstamos suelen comportarse mejor que los bonos en caso de quiebra y la tasa de recuperación suele ser mayor, últimamente más de la mitad de los préstamos emitidos no cuentan con tenedores junior que absorban las primeras pérdidas. Por eso, Benbow cree que las tasas de recuperación históricas, que rondan el 75%, podrían estar infladas.
De hecho, un reciente informe de Moody’s estima que las recuperaciones secundarias caerán del 43% al 14%, ya que cada vez hay más préstamos en la parte baja de las estructuras de capital. “Durante el periodo de expansión económica, esta información no se consideraba relevante o era algo de lo que habría que preocuparse más adelante. Pues bien, puede que haya llegado el momento de preocuparse, porque las condiciones financieras se han vuelto más restrictivas en los últimos meses y el segmento de los préstamos apalancados ya ha empezado a sufrir salidas de flujos”, concluye.