Pixabay CC0 Public DomainFoto: Free-Photos. La volatilidad: un juego financiero de sillas musicales
Si nos basamos en las lecciones aprendidas en 2018, se podrían comparar las perspectivas actuales de volatilidad con el juego de las sillas musicales. Cuando los bancos centrales ralentizan la oferta de liquidez o “paran la música”, otro activo vulnerable pierde la silla. Además, en un ciclo demasiado extendido, hay menos sillas. Vamos a demostrar cómo una estrategia dinámica de superposición puede ayudar a los inversores a hacer frente a estos mercados desafiantes.
El juego de las sillas
El juego de las sillas musicales implica a jugadores, sillas y música, con una silla menos que la cantidad de jugadores. Cuando la música se detiene, el que no encuentra una silla en la que sentarse queda eliminado, tras lo que se retira otra silla y el proceso vuelve a repetirse hasta que solo queda una persona.
La dinámica actual del mercado es similar: cualquier reducción de liquidez en los bancos centrales puede derivar en una corrección severa, tras lo que el siguiente activo más vulnerable podría no encontrar una silla para sentarse.
De hecho, en 2018, cuando la Reserva Federal estadounidense estaba en modo endurecimiento, experimentamos uno de los peores días (5 de febrero) y de los peores meses (diciembre) para la renta variable global, así como uno de los peores años para las carteras multiactivos (con casi todos los tipos de activos en negativo).
La volatilidad de finales de 2018 no fue excepcional
La intensidad de la corrección del mercado del pasado diciembre y el pico de volatilidad fueron un shock para los inversores. Sin embargo, apenas dos meses después, lo que parecía un presagio muy negativo es visto como una perturbación de la que es mejor olvidarse.
Esta visión parece estar impulsada por la velocidad y la fuerza de la recuperación y la caída de la volatilidad. Después de todo, los activos de riesgo se están desempeñando bien de nuevo. Sin embargo, sería imprudente considerar la volatilidad de diciembre como algo excepcional.
Hay varias explicaciones para este repentino y violento comportamiento del mercado. El miedo a un Brexit duro, el cierre del Gobierno estadounidense y la amenaza de nuevos aranceles para China desempeñaron un papel relevante. Otros análisis alternativos para este aumento de la volatilidad han apuntado a factores más técnicos, como la salida de sectores tecnológicos o de crecimiento y la reducción del endeudamiento en los hedge funds.
Pero los factores fundamentales detrás del esperable cambio hacia un régimen de mayor volatilidad están ralentizando el crecimiento económico y la muy pobre liquidez subyacente en el mercado.
Podríamos quedarnos sin sillas o sin música o sin ambas
Estos picos de volatilidad prácticamente confirman que nos encontramos en una etapa muy tardía del ciclo económico. Con los elevados niveles de deuda, las valoraciones caras, el débil crecimiento, la escasa liquidez, una geopolítica frágil y las guerras comerciales, la economía global podría estar adentrándose en un periodo más desafiante, ya que, básicamente, hay “menos sillas”.
Creemos que 2017 fue tan atípico (en términos de baja volatilidad) como lo había sido 2008 (en términos de alta volatilidad) y que el proceso de normalización hacia niveles a largo plazo medios se extenderá a lo largo de 2019.
Los bancos centrales encendieron la música
En este contexto de debilidad, el pasado enero, la política monetaria de la Fed se volvió, inequívocamente, más suave. Ahora, el BCE está listo para lanzar otro TLTRO y el Banco Popular de China también ha anunciado medidas de liquidez. Estas posturas ayudaron a los mercados de renta variable a recuperarse después del peor diciembre desde 1931 y el mejor enero en 50 años.
Creemos que los bancos centrales son plenamente conscientes de la necesidad de ser cautelosos. La pausa de la Fed debería ayudar a que la música continúe sonando y se extienda el ciclo. La consecuencia de esto es que habrá cada vez más tipos de activos sin apoyo cuando la música vuelva a detenerse.
La música (liquidez) puede volver a detenerse
El colapso de la volatilidad hasta niveles mínimos tuvo un impacto generalizado en la mayoría de los tipos de activos y vencimientos.
Los bancos centrales pero también las recompras son factores que explican la brecha entre los precios de los activos y los fundamentales subyacentes. A esto se suma que los volúmenes comerciales continúan su caída.
Estructuralmente, hoy, los mercados son poco profundos, por lo que el atractivo del precio de los activos para los inversores institucionales es el único motor de liquidez más allá de los bancos centrales.
Por un lado, el S&P 500 está registrando uno de los períodos menos volátiles; por el otro, las caídas relámpago, los recortes y los giros abruptos se están generalizando. Esto se debe a que la combinación de una baja volatilidad con volúmenes reducidos, inevitablemente, fuerza a los inversores que buscan rendimiento a inclinarse por operaciones concurridas, que, de vez en cuando, son desafiadas, generando olas risk-on risk-off que los ponen a prueba.
En su afán por controlar la volatilidad del mercado, las autoridades monetarias globales han dominado la deflación pero también desequilibrado la “volatilidad de la volatilidad”. Si la volatilidad es relativamente estable, la habilidad de los mercados para pronosticar el futuro más cercano es buena; pero, si la misma volatilidad es volátil, la visibilidad se enturbia.
Los mercados son frágiles e inciertos al mismo tiempo, una mezcla preocupante. En conclusión, puede ser el momento para invertir en renta variable –sin asumir todo el riesgo negativo de este activo- antes de que “la música vuelva a pararse”.
Tribuna de Tommaso Sanzin, estratega jefe de estrategias cuantitativas y de volatilidad en UBP, y Fredrik Langenskiöld, especialista de inversiones y asesor senior
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Bessi. El auge de la inversión de impacto
Los intentos por reducir el nocivo impacto de la presencia humana en el medio ambiente no son nuevos. El movimiento ambiental o ecológico tiene sus raíces en el siglo XIX, pero el nacimiento de la corriente política y social que ha decidido prestarle más atención es más reciente. El hecho de que la mayoría de las organizaciones integren factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) en sus dinámicas empresariales pone de manifiesto la importancia que este tema ha adquirido en los últimos años.
Pero este es un debate que está en constante evolución. Últimamente se ha ido matizado, lo que, desde el punto de vista de las clases de activo como los bienes inmuebles, significa un viraje hacia mayor número de ámbitos. Ya no basta con pensar únicamente en la mejor manera de gestionar de forma sostenible recursos limitados o de cumplir los objetivos de reducción de emisiones de gases nocivos.
El foco está puesto ahora en adoptar un enfoque más proactivo de la estrategia de inversión que debe ser cuantificable y al mismo tiempo contribuir a la generación de unos resultados mejores o adicionales a los que se habrían obtenido de otro modo. De ahí la idea de «inversión de impacto». La expresión del momento está conscientemente impregnada de un sentido deliberado de propósito.
Este concepto se adapta perfectamente al enfoque que de forma general hace ASI con respecto a la inversión inmobiliaria. Todas las propiedades que poseemos y gestionamos en todo el mundo proporcionan espacios que resultan útiles a las comunidades locales. Sin embargo, somos plenamente conscientes de que los edificios son simplemente uno de los elementos que ayudan a la creación de dichas comunidades.
Como gestores, la rentabilidad también es clave. Según la última Encuesta Anual de la Red Mundial de Inversión de Impacto, el volumen de este mercado se ha duplicado a nivel mundial, pasando de 114.000 millones de dólares en 2017 a 228.000 millones de dólares en 2018. Esto implica que los gestores de activos probablemente buscarán crear nuevos productos de inversión para satisfacer esa creciente demanda.
Retos
En un reciente estudio titulado Challenging Perceptions, ASI exploró el vínculo entre la integración de los criterios ESG y la rentabilidad financiera en el sector inmobiliario. Los resultados indicaron que una buena integración de factores ESG producía, al menos, rentabilidad y que también podría lograrse un beneficio ambiental y social positivo.
De hecho, existe un consenso generalizado entre los inversores en el sector inmobiliario y los gestores de activos de que hay una conexión positiva entre los riesgos y las oportunidades de los factores ESG. Sin embargo, la pregunta ahora es dónde termina una buena integración de ESG y dónde comienza su impacto y ¿cómo se puede evitar el riesgo de un «desvanecimiento del impacto»?
La herramienta ‘ESG momentum’ de ASI identifica la posición en la que se sitúan en materia de ESG tanto un determinado fondo inmobiliario como los edificios que se encuentran en su cartera frente a la visión de la firma con respecto a los mayores catalizadores globales para el cambio. Esto proporciona un punto de referencia útil para trazar la evolución y el momentum de un fondo en la creación de soluciones frente al cambio climático, las desigualdades sociales y la producción y el consumo no sostenibles.
La herramienta facilita la creación de un beneficio social o ambiental cuando dicho beneficio está alineado con la estrategia de inversión de un fondo específico, con el apetito de los clientes de ese fondo y con las necesidades de un mercado o comunidad local.
Desde el punto de vista de ASI, este proceso es el punto de partida para asegurar que los principios de la inversión de impacto se conviertan en una norma en todos nuestros fondos inmobiliarios. De hecho, esperamos que en un futuro no muy lejano los temas que hoy se consideran de ‘impacto’ vayan aumentando su relevancia.
Esto no significa que no haya espacio para un fondo de impacto directo, ni mucho menos. Estamos tratando activamente de desarrollar un fondo de valor añadido, que busque abordar objetivos específicos de desarrollo sostenible, utilizando la herramienta ‘ESG momentum’ para medir el impacto de la estrategia.
Por el momento, en lo que respecta a la inversión inmobiliaria indirecta, la capacidad de asignar capital a vehículos relativamente especializados que pueden tener una misión o un propósito específico es una manera eficaz de acceder a oportunidades de impacto. Ejemplos de estos tipos de vehículos de inversión podrían incluir la provisión de viviendas asequibles, con accesibilidad para usuarios de sillas de ruedas, o la utilización de materiales de construcción reutilizados o alternativos.
Claramente, el impacto positivo no ocurre por accidente. Es el resultado de una inversión intencional que aborda una cuestión ambiental o social específica.
Pensando en el futuro
La inversión de impacto, en su formato actual, seguirá evolucionando y cambiando, y el compromiso auténtico desempeñará un papel clave. Por ejemplo, en lugar de limitarse a ofrecer fondos de impacto o estrategias de ESG a los clientes, los gestores de activos que realmente crean en los principios de la inversión de impacto tendrán que asegurarse de que sus propias operaciones cumplen las normas que esperan de sus inversiones.
Esta será siempre la prueba de fuego para aquellos cuyas creencias sean tan fuertes que puedan contribuir a la innovación y permitir el avance de las cosas. La otra opción es sencillamente seguir al mercado y marcar casillas. Sin embargo, en el futuro, la historia y el éxito comercial podrían juzgar los méritos de ese enfoque con bastante dureza.
Tribuna de Dan Grandage, director de ESG, sector inmobiliario, en Aberdeen Standard Investments
Foto cedidaNuevo equipo de AXA España.. AXA España se reorganiza para acelerar su transformación, ganar agilidad y poner el foco en el cliente
AXA España estrena estructura directiva a partir del próximo 1 de mayo. Olga Sánchez, nueva consejera delegada, ha anunciado la composición de de su nuevo equipo directivo con el objetivo de acelerar la transformación con la agilidad y el foco en el cliente como principales ejes para el desarrollo de la compañía.
La nueva dirección contará con ocho áreas: Cliente, Oferta Clientes Particulares; Oferta Clientes Empresas; Transformación y Tecnología; Finanzas; Personas; Organización y Cultura; Operaciones Clientes y Distribución y Ventas. Además, contará con dos funciones estratégicas (Comunicación, Responsabilidad Corporativa y Fundación Axa; y Secretaría General).
“Estoy convencida de que esta dirección nos permitirá avanzar en un modelo operativo basado en los clientes, la simplificación y la competitividad gracias a la capacidad de liderazgo, diversidad, experiencia y conocimiento del sector asegurador del nuevo equipo directivo”, ha afirmado Sánchez.
José María Plaza, hasta ahora director de Servicios al Cliente, deja la compañía tras cerca de 40 años de trayectoria profesional en AXA, en los que ha contribuido a hitos muy importantes, tanto a nivel local como en el Grupo AXA. “Sin duda, ha sido un privilegio compartir con José María tantos logros y buenos momentos”, ha señalado Sánchez.
Deutsche Bank Wealth Management ha incorporado a Christian Fuchs Soto como agente financiero del área de grandes patrimonios. Con esta nueva incorporación se refuerza el equipo de agentes y se sigue avanzando con el plan de crecimiento de la división en España.
Christian Fuchs Soto cuenta con más de 30 años de experiencia como banquero y gestor de carteras especializado en capital riesgo, banca de empresas y banca privada. Fuchs inició su trayectoria profesional en 1983 en el área de Grandes Empresas y Banca Corporativa de Barclays Bank. En 1996 se unió a Banco Urquijo como subdirector de la Dirección de Grandes Empresas y director Territorial de Banca Privada, para más tarde convertirse en director senior de Banca Privada del área centro de Sabadell Urquijo Banca Privada.
Para Pilar Cordón, responsable de Intermediarios Financieros de Deutsche Wealth Management, “su experiencia y conocimiento del mercado de grandes patrimonios encaja a la perfección con nuestra estrategia. Su incorporación nos permitirá seguir afianzando nuestro equipo de agentes y deja patente nuestra apuesta por el crecimiento del área en España”.
Deutsche Bank Wealth Management es el área especializada en la gestión integral de grandes patrimonios. Su objetivo es convertirse en el socio de confianza de sus clientes, que requieren soluciones tanto financieras como no financieras. La propuesta diferencial se fundamenta en la capacidad de ofrecer soluciones personalizadas utilizando todos los recursos de un banco global de la mano de un interlocutor único aportando cercanía, confianza y transparencia. Deutsche Bank Wealth Management forma parte de la división de Banca de Particulares y Empresas (PCB) y ofrece servicio en toda España a través de cuatro direcciones regionales ubicadas en Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia.
Foto: Cuellar, Flickr, creative Commons.. Elecciones en España: ¿cuáles serán las consecuencias en los mercados?
España celebró ayer elecciones generales, en las que el Partido Socialista -con su candidato y presidente en funciones, Pedro Sánchez- resultó ganador. Sin embargo, la falta de mayorías absolutas le obligarán a pactar con otros partidos y condicionarán la estabilidad de su gobierno a medio plazo, en un contexto en el que se produjo otra novedad de calado en el terreno político español: la irrupción de la extrema derecha en el Parlamento, representada por el partido Vox, que obtuvo 24 escaños.
En ese escenario, los analistas y gestores hablan de un gobierno de coalición, probablemente con giro hacia la izquierda y que podría buscar el apoyo de los independentistas, al que no auguran un importante impacto en la economía ni en el mercado. “Aunque el resultado de estas elecciones probablemente obligará a formar un gobierno de coalición inusual, de nuevo con los independentistas, es improbable que se produzcan cambios acusados en el rumbo del país y las perspectivas económicas”, comenta Matt Siddle, gestor de fondos de renta variable europea en Fidelity. “Ciertamente, las repercusiones para las bolsas europeas no van a ser tan importantes como cuando las elecciones italianas dieron lugar a una coalición entre el Movimiento 5 Estrellas y la Liga Norte, y dado que analizamos empresas atendiendo a sus fundamentales, pocos de los integrantes del índice europeo se verán afectados sustancialmente”, explicaba anoche tras conocerse el resultado electoral.
Tampoco los expertos de renta fija de la gestora esperan que las elecciones se conviertan en un foco de volatilidad: “En los mercados de renta fija, los bonos españoles se han comportado extremadamente bien durante los últimos seis meses, tanto en términos absolutos como relativos frente a los BTP italianos. El trasfondo político no es directamente comparable y no esperamos que este resultado de las elecciones generales españolas se conviertan en una gran fuente de volatilidad, pese a la más que probable alianza de la izquierda con los independentistas”, explica Andrea Iannelli, director de Inversiones del área de renta fija también en Fidelity.
El gestor explica que han aprovechado la oportunidad para reducir en parte las posiciones largas en deuda pública española durante las últimas semanas “en lo que ha sido una excelente racha desde el cambio de año, pero consideraríamos cualquier retroceso como una oportunidad para volver a elevar la exposición”.
Paul Brain, responsable de renta fija en Newton, parte de BNY Mellon, advertía sin embargo hace unos días de que la incertidumbre política podría desestabilizar temporalmente los diferenciales de los bonos españoles. “Cualquier coalición genera incertidumbre entre los inversores hasta que se aclare qué partidos están dispuestos a formar una alianza. La desafección con los partidos tradicionales que contribuyó al nacimiento de dos nuevos partidos –Unidas Podemos y Ciudadanos– también está detrás del auge de Vox. Creemos que la desafección política continuará siendo una tendencia mundial”, añade. En su opinión, las implicaciones para el mercado de bonos podrían derivarse de la tendencia de los partidos populistas a prometer políticas fiscales expansivas que suelen implicar mayores déficits presupuestarios. Además, la incapacidad de los partidos para ampliar el gasto público todo lo que desearía el electorado podría acabar fomentando la creación de más partidos populistas tanto de extrema izquierda como de extrema derecha, advierte.
“El continuo aumento del número de partidos tiene un efecto diluido sobre el voto que se traduce en gobiernos de coalición con escasa capacidad para acometer reformas significativas. Este problema no es exclusivo de España; las elecciones generales italianas del año pasado o el cambio de rumbo del presidente francés Emmanuel Macron con respecto a la política monetaria del Banco Central Europeo son dos ejemplos de las posibles repercusiones para los inversores en renta fija. España no debería verse muy penalizada por los inversores en bonos por cualquier concesión presupuestaria o por la incertidumbre poselectoral, teniendo en cuenta que hay otros países que también desean flexibilizar su política fiscal”, comenta. En su opinión, a diferencia de Italia, el entorno económico subyacente sigue siendo robusto en España, lo que debería respaldar los diferenciales de los bonos y contribuir a su estabilización en cuanto pasen las elecciones y el país cuente con un gobierno de coalición. La búsqueda de rentabilidad sigue siendo intensa, sobre todo ante la perspectiva de que el BCE mantenga su política de tipos de interés negativos. Esta búsqueda de rentabilidad, junto con la mejora de la calidad crediticia de España, debería llevar gradualmente a los bonos españoles a cotizar con prima con respecto a los bunds alemanes”.
Patrice Gautry, economista jefe de UBP, considera que si al final se da un parlamento sin mayorías, los riesgos serán una falta de reformas estructurales y la incapacidad del gobierno de corregir el déficit presupuestario y la consolidación de la deuda a largo plazo.
“El partido socialista PSOE, presidido por Pedro Sánchez, se proclamó vencedor de las elecciones parlamentarias del domingo. Sin embargo, la unión de los votos del PSOE y el partido de extrema izquierda Podemos no alcanza la mayoría absoluta, al igual que los partidos de derechas PP, Vox y Ciudadanos. Una coalición de centro entre el PSOE y Ciudadanos es matemáticamente posible, pero este último partido excluyó esta posibilidad durante la campaña. Por lo tanto, podemos esperar que la formación del nuevo gobierno lleve tiempo. También es posible que el PSOE decida formar un gobierno minoritario”, analiza escenarios el Investment Desk de Bank Degroof Petercam. “Los debates no podrán comenzar hasta después del 26 de mayo, cuando los españoles vuelvan a ser convocados a las urnas para las elecciones europeas, regionales y municipales. Entre tanto, en el mercado de bonos, el rendimiento de la deuda pública española se ha mantenido prácticamente sin cambios y, es que la economía española está creciendo a un ritmo sólido y la mayoría de los partidos españoles son pro-europeístas”.
Un populismo diferente
«Estas elecciones suponen un episodio más de la fragmentación del sistema político español que ha estado presente desde la crisis financiera en el país. El impulso populista en España es muy diferente al de Italia. En España ha nacido de una economía fuerte, de factores sociales a la derecha y de factores políticos a la izquierda”, comenta Stephanie Kelly, economista política de Aberdeen Standard Investments, que ve diferencias con respecto a los populismos en Italia y Francia. «Aunque gran parte de la atención de estos comicios se ha centrado en Vox, estas elecciones son mucho más una historia que tiene que ver con la evolución de los partidos tradicionales, el PSOE y el PP. El PSOE se definió con éxito como un partido de centro izquierda razonable, a pesar de haber visto la caída de su gobierno hace unos meses. El PP ha obtenido su peor resultado en la historia después de años en un entorno marcado por los desafíos de la corrupción y tras haber sido superado por los partidos en sus dos flancos. Por un lado, Vox a la derecha y por Ciudadanos, que ha ocupado más espacio en el centro derecha. Por eso Vox es sólo una parte de la historia de estas elecciones. Aunque es un partido populista en muchos aspectos, difiere del Frente Nacional en Francia y de la Liga en Italia porque no alberga fuertes impulsos euroescépticos”.
«Ahora nos enfrentamos a unas negociaciones que probablemente se prolonguen en el tiempo para tratar de encontrar al menos una coalición informal por parte del PSOE. Una coalición con Ciudadanos es una opción, pero Pedro Sánchez se ha opuesto. Más allá de Ciudadanos, las coaliciones se vuelven muy complicadas para el PSOE debido a las cifras en el parlamento entre los partidos más pequeños. Podríamos, por tanto, necesitar bastante tiempo para ver una resolución, sobre todo teniendo en cuenta que tenemos las elecciones autonómicas y de las europeas el mes que viene”, añade. «Esto significa que podríamos ver más inmovilismo político en España. La buena noticia es que la economía española ha resistido bien incluso en este período de crecimiento más débil y las reformas estructurales que se pusieron en marcha después de la crisis deberían apoyar este crecimiento».
Implicaciones en el rating del país
Con todo, tras los resultados, las implicaciones en el rating del país no están claras, a la espera de la formación de gobierno. “En este momento, las implicaciones del resultado de las elecciones para la calificación de España (A-/Estable) no están claras, ya que no hay certeza de qué gobierno se formará y qué políticas se aplicarán en última instancia. Sin embargo, está claro que sólo Pedro Sánchez, el líder del Partido Socialista (PSOE), puede formar el próximo gobierno de España dada la derrota histórica del conservador Partido Popular (PP) (bajando a 66 desde 137 escaños), lo que refleja el avance de Ciudadanos (con 57 escaños frente a los 32 anteriores), así como el ascenso del partido de derechas de reciente creación Vox (24 escaños). Tras las terceras elecciones en cuatro años, el panorama político español ha pasado de ser un Estado bipartidista tradicional, a un sistema más fragmentado y polarizado”, destaca Alvise Lennkh, analista de Scope Ratings.
Mientras que Pedro Sánchez ganó claramente las elecciones, dándole un mandato para liderar el próximo gobierno de España, el aumento de 85 a 123 escaños para su partido PSOE se produjo en gran medida a expensas de Unidas Podemos, que ahora cuenta con 42 de los 71 escaños anteriores. En conjunto, la izquierda política cuenta con 165 escaños, 11 menos de los necesarios para alcanzar la mayoría absoluta por lo que tienen la necesidad de buscar alianzas. Si se suman los escaños de los partidos más pequeños que no buscan la independencia regional, el total es de 175 escaños, es decir, 1 menos que la mayoría absoluta. “En nuestra opinión, aunque podría formarse una alianza de este tipo, la necesidad de llegar a acuerdos, incluso con partidos separatistas como el ERC (15 escaños), que en Cataluña obtuvo el mayor número de escaños, puede dar lugar a un gobierno central débil cuya capacidad para aplicar reformas que aborden las vulnerabilidades económicas subyacentes del país -una deuda pública elevada, retos en el mercado laboral y baja productividad- es limitada”, advierten desde la entidad. En segundo lugar, aunque en principio descartado por los líderes de ambos partidos, técnicamente también se podría formar un gobierno entre Ciudadanos y el PSOE (180 escaños en total), y, en caso de que las dos opciones anteriores no den como resultado un gobierno estable, tampoco se puede descartar la repetición de las elecciones, explican en la firma de rating.
Por último, advierten, tendrán que pasar meses, además de valorar el resultado de las elecciones regionales del 26 de mayo, convocadas con las europeas, hasta que se forme gobierno. Estas elecciones, junto con el resultado del juicio en curso a los separatistas catalanes, son hitos políticos importantes que también podrían afectar a la formación y dirección política del próximo gobierno. “Supervisaremos de cerca la forma en que las negociaciones entre las partes determinan el programa del próximo gobierno, teniendo en cuenta el limitado espacio de política fiscal de España. Señalar que, a falta de una mayor consolidación fiscal y de una reforma favorable al crecimiento, el rating de España seguirá estando limitado a A-/Estable”.
Elecciones europeas
Con respecto a las elecciones europeas, Guido Barthels, gestor senior de Ethenea, advertía de que lo que puede ser bueno para España (un proceso electoral que pone fin a la incertidumbre), podría ser malo para Europa: “Las elecciones europeas, que se celebrarán dentro de un mes, pueden aumentar el número de euroescépticos en el Parlamento Europeo, justo en un momento en el que muchas voces reclaman una Europa más fuerte, especialmente en vista de la competencia mundial de Estados Unidos, China, Rusia e India. Defender los intereses particulares de un país o incluso de una provincia a corto plazo sería precisamente una solución mezquina y estrecha de miras. Es preciso contar con una Europa fuerte para salvaguardar su posición frente a la competencia, los mercados y los intereses mundiales”, indica.
Foto: Insredimages, Pixabay.. Aprobada la fusión por absorción de Caja España Vida por Unicorp Vida
La fusión por absorción de la aseguradora Caja España Vida por parte de Unicorp Vida, aprobada por las juntas generales de accionistas de ambas sociedades durante el pasado año, ya es efectiva al haber recibido la autorización de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, con fecha 26 de marzo.
La compañía, que continuará distribuyendo en exclusiva sus productos de vida riesgo, ahorro e inversión y planes de pensiones, a través de las más de 1.100 oficinas de Unicaja Banco, está participada al 50% por Santalucía y Unicaja Banco.
Tras esta fusión por absorción de Caja España Vida, derivada de la fusión por absorción de EspañaDuero por Unicaja Banco, Unicorp Vida refuerza su posición en el mercado, cuenta con más de 500.000 clientes, 800.000 pólizas suscritas, y gestiona recursos por valor de 5.436 millones de euros.
El comité de dirección, al que se incorpora Francisco Anel, seguirá encabezado por José Luis Jiménez. Además, el equipo de Caja España Vida se ha integrado en Unicorp Vida, que verá reforzado su alcance y capacidades para dar apoyo y cobertura a Unicaja Banco en la distribución de productos y servicios en todo el ámbito nacional.
Según Rodrigo Fernández-Avello, director general del Negocio de Vida y Pensiones de Santalucía, “en el contexto apasionante de transformación en que nos encontramos, la apuesta fuerte y decidida de los accionistas, Santalucía y Unicaja Banco por esta fusión, aporta una fortaleza y una solvencia adicional, que nos compromete, más aun, con el propósito de continuar ofreciendo las mejores soluciones en productos y servicios para los clientes de Unicaja Banco. Algunos de estos productos son hoy referentes en el mercado, y seguiremos avanzando hacia una oferta adaptada a cada perfil de cliente, con productos que incorporan coberturas especializadas y planes de pensiones situados entre los más rentables de sus categorías”.
Para José Luis Berrendero, director general de Negocio de Unicaja Banco, “Esta operación refuerza el modelo consolidado de actividad de bancaseguros de Unicaja Banco de comercialización de seguros de vida y planes de pensiones, siendo esta una de las líneas que recoge el plan estratégico de la entidad, de la mano de uno de los principales grupos aseguradores nacionales”.
Pixabay. Mercados emergentes: cinco asuntos clave a los que prestar atención en 2019
Tras un año intenso para la deuda de los mercados emergentes, los riesgos macroeconómicos globales, el deterioro del crecimiento de los mercados emergentes y los problemas específicos han reajustado las valoraciones relativamente elevadas a principios de año.
Según Claudia Calich, responsable de mercados emergentes del equipo de renta fija minorista de M&G y la gestora del fondo M&G (Lux) Emerging Markets Bond, le evolución de los precios de estos activos va a depender en gran medida de cómo evolucionen cinco aspectos clave y de si finalmente o no los fundamentales se reflejen en las valoraciones.
Desde M&G señalan estos cinco puntos:
China y Estados Unidos: El persistente conflicto comercial ha sido determinante para los precios de los activos globales, ya que la tensión ha afectado tanto al comercio global como a los beneficios corporativos. Si las negociaciones comerciales actuales no llegan a buen puerto, cabe esperar un mayor deterioro del crecimiento global, lo que podría afectar a los mercados emergentes. Para China, el conflicto se produce en un momento difícil para la economía, ya que la relación coste-beneficio de un estímulo político adicional es menor que hace una década, debido al mayor apalancamiento en el sistema: la inflación es buena para reducir la deuda, pero supone pagar un coste muy elevado para la competitividad. A pesar de los titulares negativos, los inversores no deberían descartar algún posible impulso positivo: la relación entre EE. UU. y China podría estabilizarse este año, con un efecto positivo en los precios de los activos, incluida la deuda de los mercados emergentes.
La Reserva Federal estadounidense (Fed) suaviza su postura, pero ¿aumentará las emisiones? Los mercados descontaron muy pronto subidas adicionales de los tipos de la Fed para este año, pero el desplome de los precios del petróleo, la moderación del tono de la Fed y la debilidad de los datos les han llevado a pronosticar ahora el fin del ciclo de endurecimiento monetario. Sin embargo, salvo que se produzca una fuerte desaceleración en EE. UU., los treasuries parecen descontar una prima de riesgo baja, especialmente porque la oferta sigue siendo sólida, lo que es normalmente un factor negativo para los precios de los bonos. Se espera que la deuda pública estadounidense se mantenga en niveles elevados, debido a las previsiones actuales de déficit fiscal y también a que algunos compradores naturales, incluidos algunos bancos centrales han reducido recientemente sus posiciones en treasuries. China, por ejemplo, ya no cuenta con grandes superávits por cuenta corriente, por lo que tiene menor capacidad de invertir fuera ese dinero extra.
Elecciones y riesgos específicos: volatilidad y oportunidad. El calendario de 2019 viene cargado de elecciones generales en los mercados emergentes, que podrían provocar cierta volatilidad y algunas oportunidades. Por lo que respecta a las reacciones del mercado, las elecciones argentinas de octubre podrían ser las más binarias: el presidente actual Macri, favorable al mercado, probablemente se presentará a la reelección (resultado alcista), pero podría enfrentarse a la anterior presidenta, Cristina Kirchner (cuya victoria provocaría una reacción negativa de los mercados), mientras que el Partido Peronista también entrará en la contienda (cabe esperar una reacción neutral si deciden mantener la senda de ajuste dirigida por el FMI y una reacción negativa en caso contrario). Otros procesos electorales, como los de Ucrania (marzo), Indonesia (abril), India (abril/mayo) y Sudáfrica (mayo) también podrían traer consigo volatilidad. Los demás países ya han celebrado sus elecciones principales, por lo que la atención ha pasado a centrase en el cumplimiento (o no) de las promesas realizadas. Por ejemplo, seguimos muy de cerca los avances en la esperada reforma de las pensiones de Brasil, al tiempo que esperamos una mayor claridad sobre las políticas económicas de México. Como es lógico, las elecciones son un factor crucial, ya que las acciones de los gobiernos pueden provocar posibles riesgos específicos o reducirlos. Como siempre en los mercados emergentes, evitar los que registran un peor comportamiento es fundamental. El año pasado, por ejemplo, los mercados menos rentables no estaban vinculados a ninguna temática común, pero se vieron perjudicados por asuntos específicos, como las grandes necesidades de financiación (Argentina), el desplome de los precios del petróleo (Nigeria, Ecuador y Venezuela) o un ajuste fiscal poco convincente (Zambia y Costa Rica).
Materias primas: ¿síntoma o causa?A pesar de la impresión general de que existe un estrecho vínculo entre el petróleo y los mercados emergentes, la sensibilidad de los países en desarrollo a los precios del petróleo es muy desigual. Si el petróleo sube, Turquía, India y otros países importadores sufrirán un deterioro de su cuenta corriente, mientras que Oriente Medio y otros exportadores de crudo de los mercados emergentes (p. ej., Rusia o Nigeria) se beneficiarán. Por consiguiente, la volatilidad del precio del petróleo genera probablemente diferentes rentabilidades de los activos. Por otro lado, un fuerte descenso de las materias primas metálicas suele tener un efecto negativo en la mayoría de los mercados emergentes, no solo porque afecta a sus exportadores, sino también porque en muchos casos es señal una baja demanda de los países importadores (como China, el mayor consumidor), lo que indica un menor crecimiento global. Por ejemplo, la desaceleración del mercado inmobiliario chino ha perjudicado a los precios del acero y del mineral de hierro a escala global.
¿Vuelven a ser los fundamentales corporativos un rayo de esperanza?Las bajas tasas de impago corporativas y las mejoras de solvencia crediticia de los emisores corporativos fueron el rayo de esperanza de los mercados emergentes el año pasado. La mayor fortaleza de los beneficios y la disciplina de gasto en bienes de equipo generaron una reducción de deuda neta durante el año: a finales de junio (últimos datos disponibles) el apalancamiento neto de los empresas de los mercados emergentes se situaba por debajo de 2,5x los beneficios, comparado con el dato de 3,5x en 2016, su nivel más alto. De cara a 2019, creemos que los fundamentales corporativos empezarán a estabilizarse, a la vez que las tasas de impago del high yield de los mercados emergentes repunten ligeramente entre el 2% y el 3% (desde el porcentaje inferior al 2% de 2018), debido al deterioro de los fundamentales macroeconómicos en algunos países, como Turquía, China y Argentina. No obstante, las tasas de impago probablemente se mantendrán por debajo de su media a largo plazo.
Calich sostiene que, aunque es poco probable que los riesgos macroeconómicos globales remitan en 2019, “la rentabilidad (TIR) que ofrece la deuda de los mercados emergentes (aproximadamente un 7% en la deuda pública denominada en dólares) es la mayor desde la crisis financiera global de 2007-2008, lo que aumenta las perspectivas de mejora de las rentabilidades con respecto al año pasado. En realidad, desde 1994, los bonos denominados en divisa fuerte nunca han registrado dos años consecutivos de rentabilidades negativas”.
Pixabay CC0 Public DomainFree-photos. Los hedge funds tampoco se salvaron en 2018: tres de cada cinco fondos registraron pérdidas
2018 también fue un año difícil para los hedge funds, ya que la volatilidad del mercado y la cambiante confianza de los inversores generaron numerosos vientos en contra, según el último informe elaborado por Preqin al cierre del año. El índice de referencia Preqin All-Strategies Hedge Fund terminó el año con pérdidas del 3,42%, el rendimiento más bajo que ha visto la industria desde 2008.
Según explican desde la firma, las dificultades de rendimiento fueron generalizadas: el 59% de los hedge funds registró rendimientos negativos a lo largo del año, de hecho el 39% superó unas pérdidas del 5%. Tras la desaceleración del crecimiento en los últimos años, “2018 también experimentó una contracción en el número de hedge funds activos, es decir las liquidaciones de fondos superaron los nuevos lanzamientos”, matiza la firma. Según los datos que maneja la firma, se liquidaron un total de 746 fondos a lo largo del año, una cifra inferior a los 1.130 de 2017. En total, la cifra de fondos activos se redujo de 1.169 a 609.
“Tras un final de año turbulento, no sorprende que la industria de los hedge funds haya cerrado 2018 también en negativo. Si bien las pérdidas no son similares a las vistas en 2008, es lógico que los inversores pierdan confianza en este tipo de fondos, especialmente teniendo en cuenta lo generalizadas que están. Las estrategias menos correlacionadas con los mercados de renta variable, como la macro, el valor relativo y los fondos de crédito, lograron capear mejor el temporal y generar ganancias de un solo dígito. Sin embargo, no es sorprendente que la mayoría de los inversores se sientan decepcionados por el desempeño de los hedge funds. Los retornos negativos también son un factor clave en la contracción de cualquier producto de inversión: con muchos inversores reequilibrando sus carteras, los gestores con pérdidas significativas encontrarán aún más difícil de lo normal mantener la confianza y el capital de sus clientes», explica Ross Ford, jefe de investigación de hedge funds de Preqin.
Valorando las cifras de todo el año, solo el 21% de los fondos logró rentabilidades positivas por encima del 5% o más, en comparación del 67% que alcanzaron rendimientos atractivos en 2017. En consecuencia, el 55% de los inversores sintieron que sus inversiones en hedge funds no cumplieron sus expectativas en 2018, mientras que solo el 8% considera que sus expectativas han sido superadas.
Foto cedida. Cobas nombra a José Manuel Pérez Jofre director Financiero y de Operaciones
El consejo de administración de Cobas Asset Management aprobó el pasado día 26 el nombramiento de José Manuel Pérez Jofre como director Financiero y Operaciones de la gestora, cargo al que se incorpora mañana en sustitución de Miguel del Riego, quien pasa a desempeñar otras funciones dentro del Grupo.
José Manuel Pérez Jofre tiene 54 años, y es un gestor senior con más de 30 años de experiencia en el sector de la gestión de activos, tiempo en el que ha ocupado distintas responsabilidades en varias entidades financieras españolas.
Inició su carrera profesional en la Mutua Madrileña como analista de renta fija y gestor de carteras. En 1996, fue nombrado director de renta fija de esa misma compañía, gestionando carteras de la entidad además de responsabilizarse del lanzamiento de nuevos productos y de las emisiones e implantación de modelos de gestión de riesgos.
Dos años después, fue designado director de Estrategia y Renta Fija, siendo responsable de la gestión de los diferentes fondos de renta fija pública, privada, así como de las diferentes carteras bajo gestión, sumando un total de activos superior a los 2.500 millones de euros. En paralelo, se ocupó de rediseñar e implantar nuevos sistemas de control de riesgos, y los sistemas de asesoramiento de gestión de carteras de clientes.
En 2005, se hizo cargo de la dirección de Inversiones de Mutua Madrileña, liderando todas las áreas, incluyendo la renta variable y el lanzamiento de nuevos productos.
Apenas dos años más tarde, se incorporó como socio fundador al equipo de Valórica, gestora especializada en la gestión de fondos de retorno absoluto. El proyecto estaba compuesto por gran parte del equipo gestor de Fonditel, y enfocado a clientes institucionales con los que mantenía relación activa.
En 2010, fue fichado por el Grupo Santander como director de Inversiones en Santander Asset Management España, con el objetivo de desarrollar la gestora y hacerla crecer. Ahí lideró un equipo de 50 profesionales distribuidos en seis áreas de gestión, análisis y trading, con un volumen de gestión de 70.000 millones de euros.
Desde ese cargo, participó activamente en la integración de las diferentes gestoras del grupo bancario en Europa y Latinoamérica, así como en la creación de la gestora global. En este periodo, tuvo una presencia muy activa en el Comité de Dirección de la gestora, así como en el Comité Comercial, donde estaban representadas las diferentes áreas de negocio y principales clientes internos de la gestora.
Con la reciente reorganización del Grupo Santander (de centralización a geografía), y el cambio de equipo directivo, acaba de formalizar su salida después de ocho años. De ese modo, da por finalizada su etapa de gestión anterior más volcada en la inversión para estar más enfocado en la dirección general, como lo estuvo en los últimos años en el Santander.
Pixabay CC0 Public DomainDidgeman. Deuda corporativa estadounidense: ¿oportunidad o exceso de riesgo?
El año acabó con la renta fija como un activo muy poco atractivo para los inversores dado su rendimiento y desempeño, pero, desde el cambio de discurso de la Fed, parece que ha comenzado a ganar interés. Las gestoras defienden que no todos los activos son iguales en renta fija y que es posible encontrar valor, como por ejemplo en la deuda corporativa.
En opinión de Michalis Ditsas, responsable de especialistas de inversión de SYZ Asset Management, los mercados de deuda corporativa estadounidenses y europeos se transforman constantemente y brindan nuevas oportunidades. “Los mercados mundiales de deuda corporativa comenzaron el año con buen pie, ya que los inversores reaccionaron positivamente a la postura cada vez más acomodaticia de los bancos centrales y a la mejora de las valoraciones en una clase de activos que sigue caracterizándose por unos fundamentales bien orientados”, explica Ditsas.
De hecho, los mercados de deuda corporativa repuntaron desde la ola de ventas de diciembre ante la moderación de los temores a una ralentización del crecimiento mundial y, lo que es más importante, la disminución sustancial de las expectativas de subidas de tipos en Estados Unidos y Europa. Con todo, el estado de salud de los mercados de deuda corporativa sigue preocupando a los inversores, inquietos por los niveles de apalancamiento, el uso de las rentas obtenidas, la cantidad de impagos y las previsiones de rentabilidad de cara a 2019.
Para Guido Barthels, gestor senior de Ethenea, esta clase de activos permite tener una mayor percepción de un mayor nivel de liquidez, al menos en algunos tipos de bonos como por ejemplo los bonos subordinados y los bonos de alto rendimiento. Según explica Barthels, nos encontramos ante un mercado que también tiene sus fragilidades. “En noviembre y diciembre de 2018, el mercado de bonos corporativos ya se había enfriado considerablemente. La liquidez era prácticamente inexistente, especialmente cuando se quería vender. Los diferenciales de rendimiento se ampliaron de manera significativa antes de volver a reducirse considerablemente en enero de 2019. A pesar de los elevados volúmenes de emisión por parte de las empresas, los nuevos bonos, a menudo, están sobre suscritos, lo que da lugar a una reducción significativa de los diferenciales, incluso durante la fase de emisión. En estos momentos, los compradores se comportan como si los dos últimos meses del año pasado no hubieran sucedido”, argumenta.
Sin olvidar esta advertencia, Ditsas se muestra positivo e insiste: “En general, la deuda corporativa se ha beneficiado considerablemente a principios de 2019 de la postura acomodaticia de la Fed y el BCE y de la mejora acelerada de los precios del crudo y de las acciones. El crecimiento económico continúa siendo un obstáculo pero, en ausencia de recesión —que es nuestra hipótesis de base—, no identificamos cuestiones que vayan a penalizar significativamente a los fundamentales. Conservamos una visión positiva sobre la deuda corporativa, sobre todo los bonos de alto rendimiento europeos y los bonos subordinados ante la favorable composición de su mercado y las características de rendimiento. Al observar de cerca los benignos rasgos de esta clase de activos, a los inversores les resultará más fácil atrapar rentabilidades positivas”.
Mercado estadounidense
En este sentido, uno de los mercados que más preocupa a los inversores es el estadounidense, ya que el apalancamiento corporativo en Estados Unidos ha aumentado. Desde los mínimos alcanzados tras la crisis financiera, la deuda corporativa norteamericana ha crecido notablemente tanto en términos absolutos como relativos en relación al PIB, hasta situarse en torno al 45% actual. A esto hay que añadir que ante proporciones de deuda similares se han dado casos de recesiones en el pasado, concretamente entre 2007 y 2009, en 2001, y entre 1990 y 1991.
“Las compañías han usado el capital recaudado para un sinfín de operaciones, desde la refinanciación de la deuda existente con mejores condiciones, a la financiación de fusiones y adquisiciones, pasando por la financiación de los gastos de inversión y de los procesos de recompra de acciones. Como consecuencia, la deuda emitida con una calificación de BBB ha crecido por encima del 300% entre 2008 y 2018, con un índice de crecimiento anual compuesto del 15,4%, lo que supone un ritmo considerablemente más rápido que el de otros grados de calificación”, explican Dan Heron, responsable de contenido de inversión de UBS AM, y Ray Primmer, responsable de soluciones de inversión de UBS AM. Este desequilibrio ha servido para justificar, al menos en parte, las preocupaciones sobre las previsiones del crédito en Estados Unidos si la economía se ralentiza.
En este sentido, lo importante es analizar si la deuda corporativa norteamericana un problema inminente para los inversores. “A pesar de las preocupaciones sobre los covenants y los potenciales asuntos derivados de la liquidez de los préstamos apalancados, la respuesta es no, o al menos no a corto plazo dado el ajuste de precios sufrido en 2018 y el abrumador sentimiento negativo en un contexto económico todavía razonable para Estados Unidos”, afirman estos dos expertos de UBS AM.
En opinión de Mark Munro, gestor de Aberdeen Standard Investments, el problema con Estados Unidos es que el escenario macro es mejor que el de otras zonas, pero las valoraciones lo reflejan. Hablando sobre el crédito, apunta que éste experimentó una gran corrección en el último trimestre del año pasado, pero ya ha recuperado mucho desde el inicio de este ejercicio, lo que hace que las valoraciones sean caras desde un punto de vista histórico, particularmente en el high yield.
“El cash es una clase de activo en Estados Unidos, no lo es en Europa, ni el Reino Unido. En estas zonas sólo dejas dinero en liquidez si estás esperando para invertirlo en otro lado. Sí puedes hacerlo en Estados Unidos se puede invertir al 3% en activos prácticamente libres de riesgo. Cuando el high yield tiene una rentabilidad en torno al 3% o 4% sobre la liquidez, los inversores comienzan a preocuparse. Los mínimos del año pasado fueron del 3,8% sobre el cash y si volvemos a alcanzar estos niveles es difícil ver cuánto más se puede conseguir. Por eso reiteramos que, desde nuestro punto de vista, las valoraciones están bastante caras, por lo que hay que ser cautelosos en este punto”, afirma.