Desde 2007 estamos asistiendo a un fenómeno imparable en el mundo de la emisión de bonos financieros, los llamados “bonos verdes”. Fue en ese año cuando el Banco Europeo de Inversiones lanzó la primera emisión. Desde entonces todo tipo de emisores corporativos, financieros y no financieros, emisores públicos estatales, regionales, supranacionales, han emitido este tipo de deuda en un mercado que crece exponencialmente cada año.
Es cierto que en el añ 2018 se ha moderado el crecimiento, aun cuando las nuevas emisiones alcanzaron los 130.000 millones de euros. Y las previsiones de crecimiento en 2019 alcanzan cifras de 180.000 millones de euros.
El mundo ha evolucionado y muchos inversores no sólo piensan en términos de rentabilidad sino que desean que su aportación se destine a proyectos que redunden en beneficio de la sociedad.
Los bonos verdes o emisiones verdes se diferencian de los bonos convencionales en el destino final de los fondos obtenidos. Los bonos del estado, por ejemplo, tienen como objetivo financiar el déficit público. En el caso de los bonos verdes, el destino final ha de ser algún proyecto de carácter sostenible que contribuya a mejorar las condiciones del planeta. Por ejemplo, ese primer bono que hemos mencionado al inicio permitió ampliar la red eléctrica de Perú con energía solar, apostar por las energías renovables en México o instalar sistemas de riego eficientes en Túnez.
Si acudimos a la teoría, la definición de bono verde sería “cualquier tipo de bono en el que los fondos se aplicarán exclusivamente para financiar o re-financiar, en parte o en su totalidad, proyectos verdes elegibles, ya sean nuevos y/o existentes y que estén alineados con los cuatro componentes principales de los Green Bond Principles (GBP)”.
Estos cuatro componentes de los GBP son:
1. Uso de los fondos
2. Proceso de evaluación y selección de proyectos
3. Gestión de los fondos
4. Informes
Los Principios de los Bonos Verdes (GBP) son una guía de procedimiento voluntario que recomienda la transparencia y la divulgación de información, y promueve la integridad en el desarrollo del mercado de bonos verdes, clarificando el enfoque aplicable en la emisión de un bono verde. Cada año esta guía se revisa, incorporando consultas, aclaraciones y recomendaciones.
Los GBP recogen varias categorías genéricas para ser reconocido como proyecto verde y, por tanto, elegible para financiarse mediante un bono verde: el cambio climático, el agotamiento de los recursos naturales, la pérdida de biodiversidad y la contaminación del aire, agua o suelo. Los bonos pueden financiar proyectos relacionados con una o varias de estas categorías.
Se entiende que ciertos proyectos verdes pueden también tener beneficios sociales y que la clasificación del uso de los fondos de un bono como bono verde debe ser determinada por el emisor en base a los objetivos principales en los proyectos subyacentes. Los bonos que intencionadamente mezclan tanto proyectos verdes como sociales se denominan bonos sostenibles.
Otra categoría que está destacando son los bonos relacionados con el calentamiento global, los bonos verdes climáticos, que crecieron en la primera mitad de 2018 un 40% frente al mismo periodo de 2017 y representan ya un 13% del total de bonos verdes.
Estos datos que suministra el CBI (Climate Bond Iniciative), la entidad de referencia en la materia, no incluyen muchas emisiones que aunque se han comercializado como “verdes”, no cumplen sus criterios para ser considerados como tal. Se pone de manifiesto uno de los problemas de este tipo de emisiones. De hecho, el CBI informa de que el número de emisiones rechazadas por no ser suficientemente sostenibles (21.400 millones de euros) se ha duplicado respecto al año anterior.
El otro problema que está teniendo lugar actualmente es que algunos emisores no cumplen con la responsabilidad de informar suficientemente sobre el destino de los fondos captados. Se constata que los emisores de mayor tamaño suelen ser los que más cumplen; respecto a los países de origen de los emisores, 26 de 45 países analizados por CBI muestran un 90% o más de cumplimiento a la hora de informar.
La dificultad radica en que cada emisor tiene su metodología propia para elaborar los informes y no resulta fácil estandarizar. El CBI ha elaborado una serie de recomendaciones o “best practices” para suministrar la información de la manera más conveniente.
Este año 2019 será clave en cuanto a normativa en financiación sostenible en el seno de la Unión Europea, pues se publicará un informe de la Comisión elaborado por el Grupo de Expertos en Financiación Sostenible de la organización.
Este tipo de financiación seguirá creciendo con fuerza, dado que la propia regulación está favoreciendo que las inversiones sean sostenibles. La Comisión Europea impondrá nuevos índices bursátiles que en un periodo de tiempo no muy largo habrán de estar compuestos por empresas sostenibles.
Los gestores habremos de ir, por tanto, hacia inversiones sostenibles, así como recomendar las mismas a nuestros clientes. Lo “verde” que ahora se plantea como un añadido que aporta un diferencial positivo pasará a ser lo estándar e indispensable para poder seguir financiándose en el mercado de bonos.
Artículo de opinión de María Morales, responsable de Gestión de Renta Fija de GVC Gaesco Gestión.
Foto: LinkedIn. Natixis IM refuerza su equipo de Ventas en Iberia con Daniel Pingarrón
Natixis Investment Managers ha reforzado su equipo de Ventas en el mercado ibérico con el nombramiento de Daniel Pingarrón Salazar, como nuevo Sales Manager, según ha confirmado la gestora.
Este nombramiento viene a reforzar el equipo de ventas de la firma, en un momento de apuesta muy fuerte por el mercado ibérico, ante el importante crecimiento que está experimentando y las positivas perspectivas de negocio. Como prueba, Natixis IM viene realizado desde hace tiempo una serie de fichajes para reforzar su equipo, como ya hizo en julio pasado con el nombramiento de Bruno Ruiz de Velasco, que se incorporó a la gestora internacional desde Cobas AM, también como Sales Manager.
Tanto Pingarrón, que se incorporará próximamente al equipo, como Ruiz de Velasco, reportarán a Almudena Mendaza, Head of Sales para Iberia (que a su vez informa a Sophie del Campo, directora general de Natixis Investment Managers para Iberia, Latinoamérica y US Offshore).
“Este fichaje supone un paso más en la estrategia de Natixis IM para apostar por el mercado Iberia, ante el importante crecimiento que está experimentado y las favorables perspectivas de negocio”, explica Sophie del Campo.
Estas incorporaciones permiten además a la gestora adaptarse a las nuevas necesidades de los clientes. En este sentido, Natixis IM, gracias a su modelo de multi-affiliate, puede ofrecer una amplia oferta de productos para toda clase de inversores. “Estamos encantados de poder reforzar el equipo con la llegada de Daniel, porque será una pieza clave para continuar creciendo y ampliando nuestra gama de productos para los inversores”, añade Mendaza.
La plataforma de gestión de activos presta servicios de gestión de inversiones a entidades de banca privada, entidades financieras y gestoras de activos en España y Portugal desde la inauguración de la oficina en Madrid en julio de 2011.
Desde Trea AM
Pingarrón llega desde Trea Asset Management, entidad a la que se unió en septiembre del año pasado como Sales Director; la gestora de activos independiente está especializada en diseñar y estructurar soluciones a medida para inversores profesionales e institucionales. Anteriormente, fue jefe de ventas en España y Portugal de AlphaValue, una compañía europea independiente de análisis de renta variable y riesgo de crédito.
También fue estratega de mercados en IG España, durante casi una década. En su última etapa fue responsable de Ventas Institucionales y Desarrollo de Negocio, encargado de la búsqueda y captación de clientes institucionales (bancos, brokers, agencias de valores, gestores, centros formativos) y asociados, realización de presentaciones, plan de negocio, negociación, due diligence, presupuestos y mantenimiento de la relación, en España, Portugal y Latinoamérica.
Pingarrón empezó su carrera en Santander Global Connect, en Banco Santander, en Tesorería, Control de Riesgos y apoyo a departamento de derivados tipo swaps. Y ha sido co fundador de AudioMercados, proveedor de noticias financieras en tiempo real por audio en lengua española enfocado a inversores particulares e institucionales, traders y brokers, y cuyo proyecto sigue en la actualidad, según su perfil de LinkedIn. De hecho, Pingarrón es también desde hace unos años contertulio y analista en La Brújula de Economía, en Onda Cero Radio.
Licenciado en Administración y Dirección de empresas por CUNEF, cuenta también con un Advance Management Program del IE Business School.
Foto cedidaAna Martínez- Pina, vicepresidenta de la CNMV.. La vicepresidenta de la CNMV, Ana Martínez-Pina, nombrada presidenta del comité de coordinación de sostenibilidad de ESMA
La vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Ana Martínez-Pina, ha sido nombrada presidenta del recién creado comité de coordinación de sostenibilidad de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA).
Martínez-Pina trabajará en la integración de factores ambientales, sociales y de gobernanza en el asesoramiento al inversor y en la información no financiera que suministran las sociedades cotizadas al respecto.
Por otra parte, el comité ha sido creado para coordinar los trabajos de ESMA en el ámbito de las finanzas sostenibles, así como los distintos mandatos recibidos de la Comisión Europea para implementar, de forma práctica, medidas derivadas del Plan de Acción de la Unión Europea para financiar el desarrollo sostenible, aprobado en marzo de 2018.
El comité de coordinación de sostenibilidad desempeña, entre otras, las siguientes funciones:
Asesoramiento al consejo de ESMA y a sus comités sectoriales en los mandatos que ha recibido de la comisión en materia de finanzas sostenibles, relativos a los nuevos índices de referencia, la futura taxonomía o las modificaciones de las Directivas MiFID II o UCITS.
Diseño de una estrategia común de los supervisores.
Servir como foro de intercambio de conocimiento y buenas prácticas de supervisión y regulación relacionadas con las finanzas sostenibles.
Identificación de cualquier incongruencia o contradicción en el tratamiento de materias de sostenibilidad en los distintos textos legislativos (en el ámbito de las competencias de ESMA) y asesoramiento al respecto.
Asesoramiento a las áreas de estudios e investigación de ESMA.
Información sobre las iniciativas desarrolladas a nivel europeo o nacional en materia de finanzas sostenibles.
El comité de coordinación de sostenibilidad tiene carácter horizontal dentro de ESMA, por la propia naturaleza de los temas relacionados con las finanzas sostenibles y por su función de coordinación de los distintos departamentos de supervisión y desarrollo normativo en esa materia.
Ana Martínez-Pina preside también el comité permanente de información corporativa de ESMA, que entre otras cuestiones coordina la supervisión a nivel europeo de la información financiera y no financiera.
Foto cedidaFrédéric Hoogyeld, director de Especialistas de Inversiones Indexadas y Smart Beta de Amundi.. Frédéric Hoogyeld (Amundi): “El factor investing es una buena forma de obtener retornos positivos a largo plazo”
La calidad, el momentum, la baja volatilidad, el value y el tamaño de las empresas son los indicadores que marcan las decisiones de aquellos inversores que se inclinan por el ‘factor investing’. “No se trata tanto de evitar el riesgo, sino más bien de capturar los factores de riesgo que recompensan más”, señala el director de Especialistas de Inversiones Indexadas y Smart Beta de Amundi, Frédéric Hoogveld, antes de apuntar que esta forma de invertir permite obtener “retornos positivos a largo plazo”.
En un evento celebrado por la gestora y AFI en Madrid, hizo especial hincapié en que una de las formas de obtener rendimientos a largo plazo es centrarse en el riesgo y destacó dos estrategias de Amundi en ese sentido.
Estrategias ‘risk efficient’
Las primeras son las ‘risk efficient’, diseñadas para eliminar los riesgos no recompensados. “Son conservadoras, su belleza es que cuentas con un perfil de riesgo más predecible que el del rendimiento y ofrecen mayor resistencia ante la caída del mercado”, asegura.
Por ese motivo, las carteras de esta estrategia están bien diversificadas y compuestas por activos de alta calidad y bajo beta. “Cuando el mercado se desploma, nos desplomamos de forma significativamente menor: en el tercer trimestre de 2011, el MSCI sufrió su peor caída, un 21%, y esta estrategia cayó un 14%”, revela.
Inversión por factores
El segundo tipo de estrategia es el ‘factor investing’, que puede ser de un solo factor, basándose en métricas específicas, o multifactor, centrada en una asignación más estratégica y táctica.
En ese sentido, destaca que los factores no suelen estar vinculados entre sí y, por ejemplo, se dan casos en los que directamente se mueven en direcciones opuestas, como ocurre con el valor y el momentum, lo que contribuye a generar oportunidades de diversificación y a reducir ese tracking error.
Con ello en mente, Amundi lanzó hace dos años una estrategia multifactor que incluye el valor (precio de los libros, relación precio-beneficios y precio de los flujos de caja), el tamaño (mid cap), la baja volatilidad, la calidad (rentabilidad y apalancamiento) y el momentum de las empresas.
“Son eficientes, están asociados a una prima de riesgo y todos ellos cuentan con un apoyo académico sólido”, señala Hoogveld, que apunta que las claves de esta estrategia es que, si se compara con el índice de referencia del mercado, su volatilidad es menor, su retorno esperado es sólido y el riesgo es más bajo.
A la hora de articular esta estrategia, la gestora aplica una visión “descendente”. Es decir, primero construye una cartera para cada factor y después las junta todas y mide el riesgo de cada una. “Con un enfoque de riesgo diversificado, la idea es conseguir carteras amplias que capturen la prima con el menor riesgo específico posible”, afirma. Así, cuando detectan que el entorno del mercado está cambiando, ajustan los riesgos.
La estrategia multifactor incluye tres soluciones regionales: europea, en la Eurozona y global; con más de 720 millones de euros en su conjunto a cierre de abril. La estrategia se ofrece también en soluciones a medida para inversores, contando así con casi 3.300 millones de euros bajo gestión.
Una alternativa a la renta fija
En el mismo evento, el director de AFI Inversiones Financieras Globales, David Cano, destacó que detrás de esa “caja negra” que parece el término factor investing, no hay nada “sofisticado, sino cosas absolutamente intuitivas”. Además, hizo hincapié en su efecto diversificador y en su baja volatilidad.
Por otro lado, Cano advirtió de que, en el caso de la inversión en bolsa, en periodos alcistas, este producto posiblemente suba menos que la renta variable, “pero en periodos correctivos seguramente caiga menos”. Él propone una estrategia long-short –largo en un factor y corto en otro- como una buena alternativa para la renta fija, ya que su volatilidad es similar a la de esta (alrededor de un 4%).
Foto cedidaImage of the facilities at Streamsong Resort and Golf, in Florida, where the sixth edition of the Investments & Golf Summit organized by Funds Society was held. / Courtesy photo / Courtesy photo . Funds Society Investments & Golf Summit: Ideas on Global and Multi-Asset Fixed Income as a Source of Income
La sexta edición del Investments & Golf Summit organizado por Funds Society, y celebrado en el Streamsong Resort and Golf, en Florida, dejó las mejores propuestas de nueve gestoras en el ámbito de la renta variable, los productos estructurados y el real estate, pero también en renta fija y fondos multiactivo. Janus Henderson, RWC Partners, AXA IM, Thornburg IM, Participant Capital, Amundi, M&G, Allianz Global Investors y TwentyFour AM (Vontobel AM) fueron las gestoras participantes en un evento en el que se dieron cita más de 50 selectores de fondos del mercado US Offshore.
En el ámbito de la renta fija, los protagonistas fueron Thornburg Investment Management y TwentyFour (Vontobel AM). Danan Kirby, CFA, Portfolio Specialist de Thornburg Investment Management, habló de los retos en el activo y presentó una estrategia flexible y multisectorial en deuda. Entre esos retos está la dificultad de predecir los tipos de interés, en un entorno en el que el consenso parece estar de acuerdo en que las tasas están en niveles muy bajos y el ciclo de subidas ha sido “increíblemente” lento, pero en el que los inversores debería evitar hacer comparaciones con el pasado, puesto que no puede saberse el camino de esas alzas. Y la experiencia demuestra que el mercado se ha equivocado muchas veces. También entre los retos al invertir en deuda, los spreads de crédito, tanto en investment grade como en high yield, no compensan por los riesgos tomados y además, han mejorado tras ampliarse primero al paralizarse el ciclo de subidas de tipos de la Fed, debido al bajo crecimiento. ¿Qué es real y qué no?, se pregunta el gestor.
También otro reto en renta fija es la diferenciación, puesto que no todos los nombres con calificación BBB, que compone gran parte del universo de grado de inversión, es igual: “Los créditos dentro de los sectores más defensivos y menor apalancamiento deberían estar mejor posicionados mientras nos movemos hacia las últimas fases del ciclo crediticio”, asegura el gestor. Y, por si fuera poco, los inversores globales afrontan un escenario cambiante en el que se ven forzados a tomar más riesgos de tipos de interés en la medida en que las yields siguen bajas. En este entorno de retos, el gestor propone soluciones: una estrategia flexible y con una perspectiva de valor relativo para buscar oportunidades con una buena base de riesgo y recompensa.
Y en este contexto se ubica el fondo Thornburg Strategic Income, centrado en obtener retornos totales a través de una cartera que cuenta con libertad para invertir de forma global en todos los sectores de renta fija y que busca un fuerte retorno ajustado al riesgo invirtiendo en las mejores oportunidades de valor relativo, y sin restricciones de benchmark. “Los inversores necesitan incorporar un rango más amplio de estrategias que ofrecen flexibilidad al gestionar un escenario con volatilidad. Un escenario global más complejo y una mayor frecuencia de sentimiento risk off-risk on crearán oportunidades para los inversores flexibles”, añade. El gestor explica que son flexibles y que invierten en bonos que ofrecen atractivo valor relativo frente al universo, tienen buenos fundamentales y pueden añadir una exposición diversificada al riesgo. Actualmente invierten en cartera en segmentos muy variados como bank loans, common stocks, preferred sotocks, treasury de fuera, bonos del tesoro americano domésticos, bonos municipales, deuda corporativa con grado de inversión y high yield (las mayores posiciones), CMO, CMBS, mortage pass through, valores de agencias, ABS y liquidez.
El gestor concluye que la naturaleza dinámica del mercado requiere tanto experiencia como flexibilidad y que un proceso de valor relativo proporciona oportunidades para generar alfa, en todos los escenarios. “Solo tomamos riesgo donde se nos paga por ello”, añade el experto, que explica que no usan derivados, utilizan un proceso bottom up, y analizan muy detenidamente la estructura de capital de las empresas en las que invierten.
Renta fija global para obtener rentas
También TwentyFour AM, boutique especializada en renta fija del grupo Vontobel AM y que trabaja con Unicorn en el mercado de EE.UU. Offshore, presentó una estrategia de renta fija global y multisectorial para obtener income (TwientyFour Strategic Income Strategy), cuyo foco principal es precisamente proporcionar esas rentas, a través del efecto positivo de la diversificación y una inversión realmente global. La idea es proporcionar un atractivo nivel de rentas junto con la oportunidad de apreciación de capital, si bien la preservación del mismo es clave. Es agnóstico en términos de benchmark, tiene una amplia convicción (menos de 200 posiciones individuales) y busca valor relativo global en la cartera, con una gestión activa de riesgos (duración y crédito, pero sacando divisa) y que añade valor tanto con la selección de valores como con las propuestas top down.
“La renta fija puede funcionar bien con una perspectiva de gestión activa. Si te gusta un bono de una firma, hay mucho donde elegir y a través del análisis se puede saber dónde es más atractivo invertir. Con la renta fija puedes demostrar los beneficios de la gestión activa”, explica David Norris, que lidera el equipo de crédito estadounidense en la firma.
Actualmente, en torno a un 30% de la cartera tiene exposición a deuda pública (sobre todo estadounidense, puesto que ofrece protección en un entorno risk off y además una rentabilidad decente en un entorno en el que la visión macro habla de estabilidad en los tipos de interés, con vencimientos de unos cinco años) mientras el 70% restante está en riesgo de crédito, la mayoría fuera de EE.UU. -con mucha exposición en Europa y Reino Unido (con nombres que pagan más en este último caso por el tema Brexit)-, pero con vencimientos más cortos, menores a dos años. “El ciclo está envejeciendo y aunque aún hay valor en crédito no es como antes, así que preferimos no tomar mucho riesgo y optamos por plazos cortos”, explica el gestor. “Es un entorno razonable para el crédito pero somos cautos y las oportunidades se han reducido frente a momentos anteriores del ciclo”, añade.
Los bancos pesan en torno a una cuarta parte de la cartera, sobre todo por las oportunidades que ve el gestor en Europa, con yields cercanas al 7% con vencimientos menores a dos años y calificación por encima de BB. “El perfil de riesgo de los bancos es muy atractivo”, dice, y habla de los grandes bancos españoles y algunos británicos que ofrecen gran valor porque no están expuestos a áreas problemáticas como Italia pero se benefician de la prima que da el Brexit. Hay muchas áreas que lo son si analizas con una perspectiva global”, añade. En cuanto a deuda emergente, tiene algo de exposición pero se redujo tras el rally de los últimos meses y solo cuentan con crédito en hard currency, pues es en este segmento donde muestran mayores preocupaciones. También, como riesgo, está la posibilidad de que los bancos comerciales estadounidenses hagan el tightening que no hace la Fed, provocando el final del ciclo crediticio, aunque en principio no ven signos de final de ciclo en EE.UU. ni de recesión. En cualquier caso, están vigilantes, y el fondo mueve con frecuencia la asignación sectorial si cambian las perspectivas de mercado.
Multiactivos: estrategias ganadoras
También con una visión de generar rentas pero con una perspectiva multiactivo, AmundiPioneer presentó una solución para solucionar el problema del income. “Los modelos tradicionales de asignación de activos orientados a renta fija y variable ya no pueden producir los retornos que necesitan los inversores. Dada la intervención de los bancos centrales, esas cifras no van a retornar a niveles históricos. Hay que buscar alternativas en otros activos a la deuda para obtener retornos más razonables”, advertía Howard Weiss, gestor en Amundi Pioneer.
En la presentación destacó el atractivo de Amundi Funds II-Pioneer Income Opportunities, con origen en el fondo americano lanzado en 2012 orientado a obtener income desde una perspectiva multiactivo, frente a las estrategias que trataban de obtenerla centrándose solo en renta fija, pues en ese momento tenía sentido (el high yield ofrecía retornos del 7%). Pero esa compensación de pasado ha desaparecido: con el tiempo, los spreads se han comprimido, debido a las continuadas intervenciones de los bancos centrales. En su estrategia, por esa falta de compensación, han reducido su exposición a high yield desde más del 44% en 2016, hasta entornos del 13%. Y es que la renta variable ofrece una mejor proposición de valor para obtener rentas: “Vemos condiciones para la continuidad de la expansión económica, para un ciclo más prolongado”. Para crear income en renta variable, y más allá de los dividendos (en el caso de estas acciones, se centran en la sostenibilidad del dividendo, más que en que sea muy alto), también optan por estrategias como notas ligadas a acciones (equitity linked notes). “Las estrategias de dividendos a veces producen pérdidas porque los flujos de caja se centran ahí y el negocio se deteriora. Preferimos identificar compañías en dificultades pero que estén en proceso de racionalizar”, dice el gestor.
Como factor diferencial de la estrategia está la forma en que se definen las clases de activos en las que invierte: en ella hay valores respaldados por hipotecas, créditos bancarios, deuda emergente, high yield estadounidense e internacional, equity linked notes, bonos ligados a eventos, MLPs, REITs (en Singapur y Europa…), bolsa emergente y del mundo desarrollado y coberturas, actualmente.
El objetivo de la estrategia es producir rentas de en torno al 4% y una apreciación del capital del 2%, de forma que los retornos anualizados puedan rondar el 6%, si bien, aunque ofrece income cada año, la apreciación de capital dependerá del entorno. “Solo distribuimos lo que producimos, no consumiremos capital”, advierte el gestor.
Finanzas del comportamiento
En multiactivos, M&G presentó una estrategia con un enfoque muy diferenciado: “Hay dos factores que mueven al mercado, los fundamentales y las creencias económicas, y estas últimas percepciones tienden a cambiar muy rápido. De hecho, a veces no cambian los fundamentales pero sí las segundas”, explica Christophe Machu, gestor de convertibles y multiactivos en la gestora. “La mayoría del tiempo los inversores tratan de ver dónde van a ir los beneficios y tratan de hacer proyecciones, pero para ello se necesitan mejores herramientas que los competidores y es difícil y arrogante predecir estos datos. Por eso nos centramos mucho más en las creencias económicas y los cambios en las mismas, es decir, en la percepción de los inversores”, añade. Siguiendo estos parámetros, como ejemplo, a finales del año pasado -cuando la discusión no era si venía o no recesión (evidente que llegará en los próximos dos años, dice el gestor), sino cuándo-, decidieron tomar una visión contrarian y apostar por acciones, incrementando su posición, no por los fundamentales sino por el cambio en las creencias de los inversores: fue un muy buen punto de entrada, comprando tanto acciones estadounidenses como de fuera.
Así, la estrategia combina un marco de valoraciones con las finanzas del comportamiento (episodios, eventos…), con una cobertura táctica, para establecer su asignación de activos y explotar los comportamientos irracionales. Como ejemplo de estos últimos, explica el gestor, los picos en volatilidad tienden a crear oportunidades para invertir, ayudando a los retornos a largo plazo. Un episodio, explica, tiene tres características: una rápida acción en el precio, se centra en una sola historia y presenta un movimiento del precio inconsistente con los flujos de información: “Es una oportunidad donde los precios se mueven por razones no fundamentales”, explica el gestor. De esta forma, sin hacer predicciones y reconociendo la importancia de las emociones, la estrategia ha logrado funcionar bien en diferentes escenarios y ciclos de mercado: en el de optimismo de 2000 a 2003, en la burbuja tecnológica –en la que recortaron renta variable y apostaron por bonos-, en la posterior crisis y en el siguiente periodo de compresión de yields y recuperación –en el que apostaron y se beneficiaron del rally en todos los activos-… “Ahora estamos en una etapa de compresión en la prima de riesgo de las acciones, eso significa que el gap entre el yield de las acciones y los bonos es demasiado amplio”, afirma el gestor.
Con respecto a su visión de mercado, aprovechando el pesimismo de finales del año pasado incrementaron renta variable, aunque luego han recortado posiciones, debido a la normalización en el sentimiento de los inversores. “El último gran cambio ahora ha sido el de la Fed, que ha paralizado las subidas de tipos. Si los tipos reales en EE.UU. se quedan en niveles de cero, será bueno para los bonos emergentes –que no se han movido mucho aún- y para las acciones, sobre todo fuera de EE.UU. (en Asia, Japón y Europa). Desde una perspectiva táctica no es tan bueno como en diciembre pero desde una estratégica sí”.
El fondo M&G Dynamic Allocation tiene una exposición a acciones globales del 41,8%, lo que significa una posición de sobreponderación, aunque se ha reducido y se centra fuera de EE.UU. En renta fija, la apuesta se centra en deuda emergente y es negativa en deuda pública. “Preferimos tomar riesgo en acciones a crédito”, asegura el gestor, que recuerda que no son stock pickers y que pueden hacer cambios en el asset allocation muy rápido con futuros en índices.
En los últimos años, alguna vez se han establecido paralelismos entre Europa y Japón que sugieren que Europa ha entrado en un período de estancamiento secular. En efecto, cuando el rendimiento del bono alemán cayó por debajo de 0 % en el último trimestre, algunos inversores temían nuevamente que Europa se estuviera volviendo japonesa.
Desde el 2008, el crecimiento ha sido flojo en Europa. El consumo privado real solo es un 5 % superior, lo que equivale a una tasa de crecimiento anual del 0,5 %, y la inversión solo ahora se aproxima al pico del 2008. El único punto positivo han sido las exportaciones netas, que han aumentado el doble desde entonces. Para impulsar la economía, los bancos centrales reducen los tipos de interés con la esperanza de estimular los préstamos y, luego, el consumo. Veinte años atrás, Japón rebajó los tipos por primera vez al 0 %, y desde entonces los tipos oficiales no solo no han excedido nunca el 1 %, sino que han rondado cerca del 0 %. Por otro lado, el crecimiento ha seguido siendo anémico en general.
Del mismo modo, el BCE ha bajado los tipos oficiales al 0 % y, diez años después de la crisis, cualquier intento de normalización se ha visto aplazado. Lo cierto es que los tipos de interés bajos han tenido un impacto negativo indirecto en la economía a través del sistema bancario. Tanto en Europa como en Japón, las familias y las empresas dependen principalmente de los bancos para su financiación. Esto contrasta con EE.UU., donde lo más común es acceder a los mercados de valores. La complicada situación de los bancos, debida a la caída de los márgenes financieros, una regulación más estricta, el escaso crecimiento y los conflictos políticos, ha impedido que tanto los bancos japoneses como los del Viejo Continente concedan préstamos con facilidad.
La demografía también es un paralelismo clave entre las dos regiones y, probablemente, el problema estructural fundamental para explicar el crecimiento, los tipos de interés y la inflación bajos. La población envejecida y la decreciente población activa tienen un impacto directo en todos estos factores. Dado que cada vez hay más personas que se preparan para la jubilación y tienden a ahorrar más, la oferta laboral disminuye, con lo que el crecimiento y la inversión se ven reducidos. Los tipos de interés bajan ya que los ahorradores encuentran menos oportunidades de inversión y para alentar los préstamos. Otra consecuencia es el impacto negativo en los déficits públicos a medida que los Gobiernos se enfrentan a un aumento de los gastos sanitarios para las personas mayores y a una disminución de los ingresos procedentes de los impuestos.
Aunque Europa presenta síntomas del mal japonés, existen algunas diferencias importantes que apuntan a una situación menos crítica en Europa, y dichas diferencias pueden ayudarla a evitar la espiral deflacionista. Para empezar, en Europa, aunque la inflación aún está muy por debajo del objetivo del BCE del 2 %, todavía es positiva, con un promedio del 1 % desde el 2012.
Esta situación es mucho mejor que la de Japón, donde, pese a 20 años de tipos de interés bajos y, más recientemente, una plétora de instrumentos de política monetaria no convencionales, desde el año 1999, la inflación ha sido negativa la mitad del tiempo. Japón es el único país desarrollado donde los salarios han caído. Desde el año 1996, los salarios ajustados a la inflación han caído aproximadamente un 13 %. Cuanto más tiempo se mantengan bajos el crecimiento y la inflación, más gente habrá que sea propensa a ahorrar y postergar el consumo. El descenso de la inflación también hace que la deuda sea más costosa y castigue a los deudores. También es importante el hecho de que la destrucción de riqueza en Japón, después del estallido de las burbujas financiera e inmobiliaria, sea única, tanto en términos de magnitud como de impacto en los consumidores.
Calculando el valor inmobiliario y de la bolsa, la pérdida de riqueza de Japón equivale a tres años de su PIB. Además, la acumulación de la sobrecarga de deuda en el país nipón antes de la crisis y su evolución a partir de entonces también fue diferente respecto a Europa. El crecimiento crediticio en Japón llegó al 25 % en 1990, mientras que en 2008, en Europa, estaba alrededor del 10 %. Hoy, la ratio deuda pública/PIB en Japón ha crecido hasta casi un 240 %, mientras que en la zona euro esta ratio ha bajado del 92 % en 2014 al 86 %. Sin embargo, esto no significa que ciertos países no estén sufriendo una situación más complicada (por ejemplo, Italia, con una deuda pública del 130 % del PIB). Finalmente, el BCE también abordó y respondió más rápidamente a los problemas.
Aunque Europa tiene un crecimiento, unos tipos de interés y una inflación bajos, existen varios aspectos importantes que indican una situación menos grave que la japonesa. Sin duda, la política monetaria y otros instrumentos poco convencionales han sido necesarios para apoyar las economías de ambas regiones, pero el éxito para solucionar los problemas más estructurales ha sido limitado. En el futuro, Europa seguirá dependiendo fuertemente de la demanda externa para su crecimiento y quizás debería intentar atacar el fuerte excedente de la balanza por cuenta corriente resultante de la predisposición del bloque norte de ahorrar más de lo que invierte. Combatir la ortodoxia fiscal de Alemania y otros países nórdicos podría dar a Europa otra etapa de crecimiento y ayudarla a salir del estancamiento.
José Diego Alarcón, Antonio Cabrales y Rafael García, de izquierda a derecha. Foto cedida . Universe AM lanza fondos de bolsa y deuda globales ponderados por PIB y busca alcanzar los 100 millones en un año
Universe AM, la primera gestora española centrada en gestión pasiva (en concreto, en gestión indexada y diversificada), ha arrancado su andadura en el mercado español con el lanzamiento de dos fondos: GDP World Equity FI y GDP World Corporate Bonds FI. Ambos invierten, respectivamente, en renta variable y renta fija corporativa en todo el mundo y ponderan cada zona geográfica en función de su PIB.
En breve (si todo va bien, en la segunda mitad de año) habrá un tercer fondo, de deuda pública, destaca la gestora, que celebró hoy en Madrid un encuentro con periodistas. Con esos tres vehículos, la firma tendrá una cobertura lo más amplia posible del universo global de invesión, y de la forma más simplificada posible. «Si me preguntan si es racional invertir en bonos del Tesoro al 0%, la respuesta es sí, debido a su componente de seguridad», explicaba José Diego Alarcón, director general de Universe AM, hablando de este tercer fondo que está en preparación. No tendrá un universo tan global como los otros dos, sino que se centrará fundamentalmente en Europa y América (con posiciones en Europa, EE.UU., Canadá, México y Brasil fundamentalmente, y en una segunda fase podría ir incorporando algo más de deuda asiática).
La gestora quiere posicionar sus productos como alternativa española a los ETFs gestionados por gestoras internacionales, y con una fiscalidad más atractiva: “Son productos que no se compran a nadie. Los hacemos en casa. Son la alternativa española a los fondos gestionados por firmas extranjeras. La mayoría de los inversores españoles interesados en gestión pasiva compran ETFs extranjeros y no hay ninguna razón para que esto continúe así”, aclara el director general. Y añade: “Los fondos de inversión españoles son más competitivos que la gran mayoría de ETFs extranjeros cuando se consideran todos y cada uno de los costes. Además, para personas físicas, los ETFs tributan en caso de traspaso, mientras que estos fondos no”, puesto que no tienen esa forma de fondos cotizados. Por eso, por un tema de costes y de fiscalidad, creen que este tipo de gestión podría avanzar con fuerza en España.
Con esta apuesta, Universe AM, que gestiona 20 millones de euros en sus fondos de gestión pasiva (unos 15 millones en el fondo de deuda y otros 5 en el de renta variable), quierre quintuplicar su volumen en solo un año: “Nuestro objetivo es llegar a los 100 millones en el plazo de un año”, aclara Alarcón. Y la idea es apoyarse principalmente para este crecimiento en inversores institucionales: «No tenemos red y en nuestro plan de negocio lo primero es llegar al cliente institucional, y sobre todo compañías de seguros, planes de pensiones de empleo, grandes fortunas y similares», explica Rafael García Romero, fundador. Por un tema de costes, de momento descartan situar sus fondos en las principales plataformas de fondos, aunque no descartan, una vez ganen volumen, hacer mayores esfuerzos comerciales dirigidos al inversor retail.
Universe AM es la primera gestora española especializada en gestión pasiva y nació de la transformación de la EAF Serfiex Investments en sociedad gestora, fundada por Rafael García Romero y José Diego Alarcón. Además de ellos, en el consejo asesor de la gestora figuran el académico Antonio Cabrales Goitia y Santiago Fernández Valbuena.
Los expertos creen que hay un gran potencial de crecimiento en gestión pasiva en España: “La gestión pasiva en EE.UU. supera el 30% y en Europa el 20% del patrimonio total. España es un país maduro -desde el punto de vista de la inversión colectiva-, con un alto volumen de ahorro», pero en el que la gestión pasiva aún tiene un peso muy bajo. Por eso confían en su potencial de crecimiento, cuando el inversor haga una reflexión: «No se puede permitir que con rentabilidades negativas los fondos cobren un 1% de comisiones. Por eso las comisiones tienden a reducirse», explica García Romero.
Los expertos consideran que, debido a esa realidad, y al hecho de que los fondos españoles son más baratos (en costes totales) que los ETFs y a una fiscalidad más positiva, los fondos basados en una gestión indexada podrán crecer en España: «Los fondos de inversión españoles -cuando se consideran todos y cada uno de los costes- son más competitivos que la mayoría de los ETFs extranjeros. Ya es hora que exista una alternativa española”, defiende Alarcón.
Una perspectiva diferente
Los fondos de Universe ponderan cada zona geográfica en función de su PIB, mientras que en los fondos tradicionales el peso de cada país está relacionado con su capitalización bursátil: “Esto da lugar a unas carteras más equilibradas, que tienen más que ver con la economía mundial, lo que permite sustituir o complementar las inversiones que ponderen por capitalización”, añade. Ponderar por capitalización implicaría invertir casi un 60% en Estados Unidos y un 5% en China, mientras que ponderar por PIB implica un 30% en Estados Unidos y un 18% en China.
Además, la sencillez es el rasgo diferencial de Universe, con la filosofía de que menos es más y que con tres productos pueden invertir en todo el mundo. “Hemos lanzado productos sencillos, dirigidos a todos (neófitos, expertos, grandes o pequeños inversores), y que todo el mundo puede entender. Hay que simplificar al máximo. La rentabilidad sostenible procede de lo puro y simple. Cuántos más activos tengas, más costes y más difícil es su monitorización”, dice Alarcón.
Y destaca que las carteras con máxima diversificación y mínimos costes obtienen todos los años una mayor rentabilidad que la media de los inversores, lo cual, después de seis o siete años, se deja ver por su efecto de acumulación. Estos fondos pueden contratarse desde 10 euros, y cuentan con una comisión de gestión del 0,20% en el fondo de renta fija y del 0,30% en el de renta variable (más un 0,05% de gastos de depositario).
«Los inversores activos dedican tiempo a sus carteras. Los inversores pasivos se lo dedican… a su familia (o a lo que quieran). Invertir en una cartera muy diversificada y muy barata es la primera línea de defensa de cualquier inversor máxime cuando, en periodos de bajos tipos de interés como sucede en la actualidad, los costes de los productos financieros acaban comiéndose la rentabilidad», advierte.
Un roboadvisor para completar el servicio
Además de estos fondos, la gestora ofrece como servicio añadido un roboadvisor que permite elaborar una cartera personalizada en la que cada inversor dé el peso que considere oportuno a una cartera compuesta por estos tres fondos: “Para componer la cartera de mercado tendrías que destinar un tercio de tu capital a cada uno de estos tres fondos. Pero si esa cartera no te convence, en la web tenemos además un roboadvisor que te permite elaborar un Do it yourself portfolio: así puedes modificar los pesos de los fondos y visualizar una proyección fiable de rentabilidades y riesgos”, explican en la gestora.
Universe también dispone de otro fondo, DoR Best Managers FI, un fondo de gestores value cuya asignación se basa en un modelo matemático denominado Dynamic Optimal Risk (DoR). Este modelo repondera dinámicamente los pesos entre los activos ajustándolos al nivel de riesgo que maximiza la rentabilidad final. “Los continuos ajustes en los pesos de los activos, extendidos a lo largo del tiempo, marcan la diferencia. Porque se puede ser sencillo y sofisticado a la vez”, explica Alarcón. En concreto, invierte en los principales gestores value españoles pero poco a poco abre su cartera a gestores internacionales y también con la idea de buscar firmas con esta filosofía en Asia. Con todo, la idea es que un 60% de la cartera esté en gestores españoles.
La gestora cuenta además con una app, Riskco, que permite, desde el móvil, monitorizar las inversiones (tanto las de Universe como las de otras gestoras).
Pixabay CC0 Public DomainPixies. Guerra fría tecnológica: ¿riesgo u oportunidad?
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China no parecen enfriarse tras la última jugada de Washington contra el gigante tecnológico chino Huawei. En opinión de Peter Garnry, de Saxo Bank, «la guerra fría en las tecnológicas» no ha hecho más que empezar: “El gobierno chino todavía no ha tomado represalias por las actuaciones contra Huawei, pero la respuesta será seguramente proporcional”, sostiene Garnry.
Como consecuencia, Garnry sostiene que estamos asistiendo a una reconfiguración del comercio mundial tal y como venía funcionando desde la II Guerra Mundial. “La Organización Mundial de Comercio (WTO) se ha visto sometida a presiones por la amenaza de Trump de retirar a Estados Unidos de esta organización a menos que se cambien los términos; Washington también ha bloqueado nombramientos judiciales en el organismo de apelación de la WTO”, apunta.
Según explica Josep Mª Tacias, analista de Rentamarkets, China quiere dejar de ser la fábrica del mundo a bajo coste y la tecnología juega un papel muy importante en la transformación económica que pretende. “El veto de Estados Unidos a Huawei (similar en cuanto a productos a un conglomerado parecido a la suma de Apple, Cisco y Qualcomm) y a 70 de sus filiales puede tener efectos muy negativos en las propias compañías estadounidenses del sector de semiconductores y componentes al ser proveedores de Huawei”, afirma.
Por otro lado, las empresas estadounidenses con una exposición significativa de sus ingresos a China continental y Hong Kong son las que se enfrentan a un mayor riesgo bajista por cualquier escalada adicional en la guerra comercial. Desde Saxo Bank advierte que, en el muy corto plazo, “Apple es un candidato muy probable para una represalia directa desde Beijing a causa del veto del gobierno de EE.UU. a Huawei”. En este sentido, Apple obtiene en torno al 20% de sus ingresos (52 mil millones de USD en el 2018) de esa región, y por tanto tiene mayor exposición nominal que cualquier empresa estadounidenses.
“Aparte de los riesgos bajistas directos para las empresas de Estados Unidos con exposición a China, ciertos sectores como los de semiconductores, automóviles, transportes, acero, químico, aeroespacial, electrónica y textil son los más vulnerables a las perturbaciones en la cadena mundial de distribución. Los inversores deberían comenzar a valorar en qué medida son sensibles sus carteras a las perturbaciones en la cadena mundial de comercialización”, defiende Garnry.
En este contexto, los mercados emergentes han caído casi un 10% en tan solo cuatro semanas y, según las perspectivas de Saxo Bank, esta tendencia podría “empeorar mucho más dado el rumbo que están tomando los titulares sobre el comercio entre Estados Unidos y China”. Como consecuencia, la entidad ha decidido infraponderar los mercados emergentes. “Además, parece que el mercado es poco indulgente con las exposiciones directas e indirectas a China, por lo que la mejor manera de expresar una visión negativa sobre el comercio es a través de acciones de los mercados emergentes, del KRW, el JPY, el petróleo y las acciones y bonos australianos”, concluye Garnry.
“La tecnología tiene una posición dominante en el índice de mercados emergentes. El E-commerce en países emergentes, con la introducción de smartphones Android en 2009, ha crecido el doble que en Estados Unidos, posicionando a Alibaba por encima de Amazon en términos de turnover”, añade Robert L. Horton de Lazard Asset Management.
Frente a esta situación, Saxo Nuestra visión en cuanto a la asignación táctica de activos es infraponderar los mercados emergentes. También parece que el mercado es poco indulgente con las exposiciones directas e indirectas a China, por lo que la mejor manera de expresar una visión negativa sobre el comercio es a través de acciones de los mercados emergentes, del KRW, el JPY, el petróleo y las acciones y bonos australianos.
En cambio, para Hyun Ho Sohn, gestor del fondo tecnológico de Fidelity, se muestra mucho más optimista y defiende que las condiciones actuales del mercado ofrecen una buena oportunidad para reforzar las posiciones en empresas cíclicas con catalizadores estructurales.
“Estamos asistiendo a un crecimiento a largo plazo en la inversión en centros de datos en todo el mundo, impulsada por varios factores: el interés en crear nuevas capacidades tecnológicas por parte de las plataformas (Google, Amazon, etc.), entre las cuales la presión competitiva no deja de aumentar; el uso masivo de datos que realizan las nuevas aplicaciones; y el denominado edge computing, es decir, la necesidad cada vez mayor de construir centros de datos próximos a los usuarios finales debido a los problemas de rendimiento/latencia y el impulso a la soberanía y privacidad de los datos entre las empresas de todo el mundo. Sin embargo, el fuerte crecimiento que experimentó la inversión en centros de datos el año pasado fue superior a la tendencia, lo que significa que podrían pasar algunos trimestres antes de que vuelvan a observarse unos niveles de inversión importantes”, argumenta Sohn.
Además apunta que las empresas expuestas a la tecnología 5G son otra “área prometedora”. Según explica el gestora, está tomando “posiciones en empresas de juegos, que se benefician del aumento de las tasas de adopción entre la población y las oportunidades de monetización que ofrecen las nuevas tecnologías, como los juegos en streaming”.
Foto cedidaCarol Geremia, presidente de MFS Investment Management y responsable de la división de distribución global. Carol Geremia (MFS IM): “El inversor está desincronizado con la inversión activa”
La industria de gestión de activos está alcanzando su madurez. En la actualidad, se gestiona un volumen cercano a los 100 billones de dólares en activos invertibles, con un posicionamiento en activos de riesgo muy superior al que era necesario hace unos años para obtener rendimientos similares. De estos activos, un 80% es gestionado por inversores institucionales: fondos soberanos, fondos de pensiones y fondos mutuos, mientras que hace 25 años, este porcentaje era tan solo un 35%.
Además, la cadena de gestión de activos es ahora mucho más larga, la proporción de inversores que compran acciones en directo en mucho menor que en el pasado. Estas son las algunas de las conclusiones que Carol Geremia, presidente de MFS Investment Management y responsable de la división de distribución global de la gestora, compartió durante la celebración del 2019 MFS Americas Advisor Investment Forum en Miami. Asimismo, habló sobre la necesidad de alinear los intereses de gestores y asesores con los de los inversores y de los peligros de una mentalidad cortoplacista.
El desalineamiento
El negocio está ahora altamente intermediado por gestores de activos, asesores, consultores o inversores institucionales, pero a pesar de la profesionalización de la industria, los inversores sienten que hay una desconexión entre sus intereses y los de sus gestores.
“Estoy en contacto con muchos inversores de diferentes mercados a nivel global, desde los grandes fondos de pensiones, fondos soberanos y asesores. El mercado ha madurado y se ha convertido en un mercado global que ciertamente atraviesa un gran número de amenazas, tal y como oímos a diario en las noticias. Pero, creo que aquí estamos perdiendo un punto de vista importante. En primer lugar, los inversores no están sincronizando con la gestión activa. Ciertamente el debate entre la gestión pasiva y activa no es tan relevante y se están perdiendo oportunidades de hablar con los inversores sobre el desalineamiento de intereses. Hemos perdido la referencia. Lo verdaderamente importante es el resultado en el largo plazo y se ha pasado a medir únicamente los datos en el corto plazo, dando una falsa sensación de comodidad, cuando en realidad se está incrementando el riesgo y se está ampliando la distancia con la inversión responsable”, explicó Geremia.
“Necesitamos cambiar de conversación y dejar de tratar de forma independiente la importancia de los factores ESG y la sostenibilidad. Está todo conectado y ligado al futuro de la gestión de inversiones”, añadió.
En ese sentido, Geremia argumentó que se están perdiendo muchas oportunidades por causa de la falta de comunicación y diálogo para evitar el desalineamiento. Pero ¿por qué surge? Hay muchos motivos y muchas partes de la industria están involucradas, empezando por los bajos niveles de tipos de interés en el mercado. Pero quizá el ejemplo más obvio de desconexión se dé en la falta de alineación entre el horizonte temporal de los gestores y de los inversores.
La mayoría de los gestores activos buscan generar un alfa consistente durante un ciclo completo del mercado. Sin embargo, las métricas utilizadas para medir la pericia del gestor y el significado de un ciclo completo del mercado son pocas veces discutidos cuando se gestionan los objetivos de inversión.
“Medido de pico a pico o de valle a valle, la industria suele anclar un ciclo completo del mercado en 3 o 5 años, pero en realidad, podemos afirmar que, después de realizar varios estudios, se ha observado que ese estimado es en realidad la mitad de un ciclo de mercado. Si se examinan los últimos 100 años, un ciclo completo del mercado se define en un rango de entre 7 y 10 años. La mayoría de los inversores suelen afirmar que un ciclo está anclado entre los 7 y 10 años, pero su tolerancia a unos rendimientos por debajo del índice está anclada en los 3 años”.
Los peligros de una mentalidad cortoplacista
Según la opinión de Carol Geremia, el cortoplacismo adoptado por los mercados es una cuestión aterradora para los inversores. En el pasado, con un fondo balanceado, se podía obtener un rendimiento anual cercano al 7,5%. En la actualidad, para obtener ese rendimiento los inversores deben tomar 7 veces la misma cantidad de riesgo, por no mencionar la complejidad de los vehículos que se necesitan para obtenerlo.
“Debido a que las tasas de interés han estado en niveles muy bajos por mucho tiempo, todos los inversores hemos buscado un mayor rendimiento en activos de más riesgo. Pero nos hemos olvidado de que cuando tomas un riesgo, la mejor manera de gestionarlo es entendiendo su horizonte temporal. En las conversaciones con los clientes hablamos de la necesidad de tener una mentalidad a largo plazo, pero nadie la define correctamente”.
La asignación de activos
En un contexto donde todos los actores están tomando más riesgo y adoptando una mayor complejidad en sus inversiones, mantener una conversación con los inversores sobre la asignación de sus activos no es una tarea fácil. Así, Geremia expuso la existencia de cuatro cestas de riesgo. La primera, la cesta de la beta “a granel”, donde se encuentran los ETFs, los fondos indexados y los fondos de inversión por factores, es decir, la inversión pasiva. Una segunda cesta contiene los vehículos de alfa líquida, que comprende los fondos mutuos y la gestión activa tradicional. Una tercera, con los vehículos de alfa ilíquida, entre los que se encuentra el private equity, la inversión en infraestructuras, bienes inmuebles y hedge funds. Por último, una cuarta cesta, contiene la inversión ESG, con vehículos de inversión responsable en el largo plazo.
“La mayoría de los inversores me comentan que la razón por la que optan por la inversión pasiva frente a la activa, a parte del precio de las comisiones, es que no se les proporciona el tiempo necesario para obtener un buen desempeño en los mercados”, informó.
Por otro lado, con la idea de aumentar la diversificación, también se ha incrementado enormemente la inversión en activos alternativos, pero la experta de MFS advierte que no hay que olvidar que los activos alternativos son un alfa ilíquida.
“Los activos alternativos son una manera de extender el horizonte de inversión, pero a cambio se renuncia a la liquidez, por eso existe una prima de rendimiento. Si estos puntos no son discutidos con los inversores habrá una enorme decepción a futuro, tanto por haber renunciado a los rendimientos superiores de la gestión activa tradicional como por haber infravalorado la importancia de la liquidez”, explicó.
“Por último, es necesario tener una conversación sobre inversión sostenible con los inversores institucionales. Los clientes dejarán de preguntar cuánto dinero se ha obtenido para preguntar por cómo ha sido obtenido”, concluyó.
Pixabay CC0 Public Domainkostiolavi
. Evli lanza Nordic 2023 Target Maturity Fund que invierte en bonos corporativos nórdicos y europeos
La boutique finlandesa Evli Fund Management ha anunciado el lanzamiento del fondo Evli Nordic 2023 Target Maturity, haciendo así accesible la estrategia Nordic corporate bonds en un formato de vencimiento fijo. El fondo se extiende hasta finales de 2023 con el objetivo de alcanzar un rendimiento anual del 3%, después de gastos. Esta solución de inversión está clasificado para un perfil de riesgo bajo.
Evli Fund Management Company, principalmente dirigida hacia el inversor institutional, con más de 8.100 millones de euros bajo gestión, ha lanzado Evli Nordic 2023 Target Maturity Fund. La firma tiene más de 20 años de experiencia invirtiendo en bonos corporativos europeos y nórdicos. El fondo gestionado por Jani Kurppa y Juhamatti Pukka, los dos calificados AAA por Citywire, invierten en bonos investment grade y high yield, así como en bonos corporativos sin clasificación. El perfil riesgo/beneficio está clasificado en el nivel dos.
La gestora considera que los bonos corporativos nórdicos ofrecen un perfil riesgo/beneficio atractivo en un entorno político y económico destacadamente estable. El mercado corporativo nórdico de obligaciones está compuesto por casi 500 empresas emisoras y su volumen en el mercado aumenta a aproximadamente 225.000 millones de euros, más o menos el mismo número que las empresas con emisiones high yield en euro. Alrededor del 54 % de emisores y el 29% del volumen es deuda sin clasificación, lo que se traduce en 262 emisores y 65.000 millones de euros, respectivamente, en volumen. Con esto, los países nórdicos son uno de los mercados de emisores sin calificar más grandes de Europa.
Bonos nórdicos sin clasificación
Por otra parte, los bonos nórdicos sin clasificación ofrecen retornos de exceso de aproximadamente entre 50 y 150 puntos básicos en comparación con los bonos europeos corporativos de clasificación oficial con un nivel de riesgo similar. La mayoría de estos bonos nórdicos sin clasificación son propiedad de instituciones locales nórdicas. Tienden a ser más de inversores de buy-and-hold, lo cual lleva a un relativamente bajo nivel de volatilidad. Adicionalmente, el efecto de la diversificación en asignar bonos corporativos nórdicos pueden mejorar los parámetros de riesgo-retornos en las carpetas paneuropeas de renta fija.
El proceso de inversión crediticia de Evli está basado en encontrar perfiles de riesgo/rentabilidad superiores de retorno. La empresa aplica un enfoque cash flow con un planteamiento analítico para créditos individuales, enfocando en la calidad real del crédito ante las calificaciones crediticias y combinando clases de renta fija en la medida que sea posible.
Desde hace mucho tiempo, los criterios ESG están establecidod en el mercado nórdico y, además, se encuentran integrados en este nuevo fondo, al igual que en el análisis de crédito, dado que muchas cuestiones de ESG afectan la calidad crediticia corporativa y por lo tanto la solvencia de los emisores. Asimismo, Evli ofrece informes trimestrales de ESG a inversores.