El mercado de ETFs con gestión activa sigue registrando un fuerte crecimiento. Así, el patrimonio gestionado por estos productos ha crecido un 50% en lo que llevamos de año y suma ya casi 50.000 millones de euros en la región. En respuesta al aumento de la demanda, Fidelity International (Fidelity) ha ampliado su gama de ETFs sostenibles con gestión activa con el lanzamiento de dos nuevos ETFs de renta fija
Según informa de la gestora, se trata de los fondos Fidelity Sustainable EUR High Yield Bond Paris-Aligned Multifactor UCITS ETF y Fidelity Sustainable USD High Yield Paris-Aligned Multifactor UCITS ETF. Ambos han comenzado a cotizar en Xetra y pronto estarán listados en la Bolsa de Londres, SIX y Borsa Italiana. Estos nuevos vehículos complementan al fondo Fidelity UCITS II ICAV – Fidelity Sustainable Global High Yield Bond Paris-Aligned Multifactor UCITS ETF, lanzado en noviembre de 2022, que ya cuenta con activos de 800 millones de dólares. Además, ambos ETFs están acogidos al artículo 9 del Reglamento de divulgación de información financiera sobre sostenibilidad (SFDR).
Respaldados por el análisis cuantitativo, fundamental y de sostenibilidad de Fidelity, estos fondos invierten en una cartera compuesta principalmente de deuda corporativa de alto rendimiento y menor calidad crediticia (grado sub-inversión) de emisores globales. Su objetivo es generar ingresos y apreciación de capital, alineándose con las metas a largo plazo del Acuerdo de París mediante la limitación de la exposición a emisiones de carbono en sus respectivas carteras, explican desde Fidelity.
Los fondos se estructuran y ajustan utilizando el modelo multifactorial propietario de Fidelity, basado en su extenso análisis cuantitativo de renta fija y datos. Según explica a gestora, este modelo busca generar alfa de manera sistemática a lo largo del ciclo de mercado, preservando las características esenciales de la clase de activo. Está diseñado para lograr rendimientos superiores mediante inversiones basadas en señales cuantitativas (factores) para identificar emisores destacados y aplicando consideraciones estrictas respecto a los costos de transacción.
Con motivo del lanzamiento, Alastair Baillie Strong, responsable de ETFs de Fidelity International, ha señalado: “Al aprovechar los amplios recursos de análisis de Fidelity y las perspectivas de inversión que elabora internamente, podemos poner a disposición de nuestros clientes una gama de ETFs con gestión activa que se caracterizan por un posicionamiento único y por ofrecer exposiciones mejoradas frente a los productos que simplemente replican los índices, y todo ello a un precio atractivo. Desde su lanzamiento en 2021, nuestros ETFs sostenibles han disfrutado de una gran aceptación entre los clientes y han acumulado más de 5.700 millones de dólares en activos gestionados en 13 estrategias activas diferentes en la actualidad”.
El Grupo Mirabaud ha anunciado cambios en su equipo directivo, que serán efectivos a partir del 1 de enero de 2025. En concreto, se trata del nombramiento de Thiago Frazao como nuevo socio gestor y la incorporación de cuatro nuevos socios accionistas: Umberto Boccato, Louis Fauchier-Magnan, François Leyss y Julien Meylan. Según indica la firma, Umberto Boccato asumirá el cargo de director general de Mirabaud Asset Management, en sustitución de Lionel Aeschlimann, que sucederá a Yves Mirabaud como socio director senior.
“El Grupo Mirabaud, que lleva más de dos siglos al servicio de sus clientes, inicia un nuevo capítulo de su historia con una estructura directiva renovada y ambiciosa que mantiene su compromiso de ofrecer productos y servicios de alta calidad, así como un rendimiento excepcional a sus clientes privados e institucionales”, han explicado desde la entidad.
Por su parte, Yves Mirabaud, socio director senior del Grupo Mirabaud, ha añadido: «Estoy muy contento con el cambio en nuestra dirección, ya que permitirá a los nuevos talentos demostrar todo su potencial y permitirá a nuestro Grupo seguir evolucionando al servicio de nuestros clientes”.
Lionel Aeschlimann se incorporó a Mirabaud en 2010 y fue nombrado socio director en 2011. Durante su mandato, según el Grupo Mirabaud, ha contribuido significativamente al éxito y desarrollo del Grupo, en particular en Mirabaud Asset Management, que ha liderado desde su lanzamiento en 2012. “Su reconocida capacidad de liderazgo y su experiencia permitirán al Grupo estar cada vez más alineado con las expectativas de sus clientes y mercados. Lionel Aeschlimann asumirá el cargo de presidente de los distintos consejos de administración de las sociedades de gestión de activos del Grupo Mirabaud”, añaden desde el Grupo Mirabaud.
“Como socio director senior desde 2012, Yves Mirabaud ha desempeñado un papel clave en el desarrollo del Grupo, tanto a nivel nacional como internacional. Quiero agradecerle a él y a los demás socios directores la confianza que han depositado en mí”, ha declarado Lionel Aeschlimann.
Thiago Frazao se convertirá en socio gestor del Grupo Mirabaud el 1 de enero de 2025. Se incorporó al Grupo en 2011 y ha ido asumiendo cada vez más responsabilidades durante su mandato. En particular, ha desarrollado la presencia de Mirabaud en América del Sur, especialmente en Brasil y la región del Cono Sur, explican desde la entidad. Tras convertirse en socio accionista en 2019, también ha contribuido, gracias a su experiencia y excepcional compromiso, al desarrollo de la división de banca privada en todo el Grupo. En su nuevo cargo, seguirá desempeñando estas responsabilidades junto a Nicolas Mirabaud.
Sobre otros cambios importantes, Umberto Boccato, Louis Fauchier-Magnan, François Leyss y Julien Meylan han sido nombrados socios accionistas a partir del 1 de enero de 2025. “Estos altos directivos, que han contribuido de forma significativa al desarrollo del Grupo en sus distintos ámbitos de especialización a lo largo de muchos años, tienen ahora la oportunidad de invertir en el Grupo Mirabaud. Seguirán aportando un importante valor añadido al desarrollo del Grupo Mirabaud, compartiendo sus sólidas convicciones y su visión común del futuro del Grupo y de sus valores”, concluyen desde la entidad.
La deuda corporativa high yield ha vivido una buena racha en lo que llevamos de año y este hecho probablemente refleja esa idea relativamente optimista del mercado de que nos encaminamos a un aterrizaje suave. El año pasado también fue positivo para esta clase de activos, que rebotó desde unos niveles muy bajos de sentimiento y valoración que había alcanzado en 2022.
El ciclo de recorte de los tipos de interés ha arrancado en EE. UU., Europa y el Reino Unido y el mercado confía que los bancos centrales han actuado lo suficientemente rápido para alejar una recesión.
Resulta interesante que el sentimiento del mercado sea tan positivo, pese a la atonía que se observa en algunas regiones. Por ejemplo, la economía emite señales de debilidad en Europa, donde el sector industrial alemán se encuentra sumido en una recesión. El mal tono de la economía china ha terminado obligando al gobierno a introducir potentes medidas de estímulo.
Los inversores están muy centrados en los datos económicos de EE. UU. y la mayoría cree que este país será capaz de impulsar a la economía mundial para evitar una recesión importante.
En mi opinión, la idea clave para los próximos meses es la paciencia. Debemos estar atentos a los datos y observar los efectos retardados de la política monetaria. ¿Habrá aterrizaje suave o no? Todavía no me decanto claramente por una posibilidad o la otra, pero una recesión asestaría un fuerte golpe a la confianza del mercado a la vista de las perspectivas alcistas que ya descuentan los diferenciales de la deuda corporativa. Están pasando muchas cosas: el inicio de un recorte de los tipos de interés, una campaña a las elecciones presidenciales en EE. UU., señales de desaceleración del mercado laboral estadounidense y riesgos geopolíticos en Oriente Medio y otras regiones.
En estos momentos, los rendimientos que ofrece esta clase de activos son elevados desde una perspectiva histórica, dado que el índice de referencia mundial renta un 6,8%[1]. Eso significa que los inversores en deuda corporativa high yield pueden cobrar el cupón mientras observan y esperan.
Uno de los riesgos técnicos del mercado de bonos high yield que se ha reducido considerablemente este año es el denominado «muro de refinanciaciones». Este término hace referencia al elevado número de empresas que tenían que refinanciar a tipos más altos los bonos que llegaban al vencimiento. Este proceso se ha desarrollado sin incidencias durante los últimos meses, lo que supone una señal alcista para esta clase de activos.
Nuestra estrategia de deuda corporativa high yield global, que celebró su quinto aniversario en agosto, aplica una filosofía de inversión basada en tres principios: ser activos, ser pragmáticos y ser conscientes del riesgo. Ser activos es llevar a cabo un análisis exhaustivo de los bonos, que para nosotros es un vector clave de las rentabilidades ajustadas al riesgo. Por ser pragmáticos, entendemos desarrollar un posicionamiento que refleje los cambios en nuestra visión: por naturaleza no somos ni defensivos ni dinámicos y no invertimos con duraciones largas ni cortas. Ser conscientes del riesgo es tener como objetivo preservar el capital y evitar el riesgo de pérdidas de valor específicas.
Con nuestra filosofía de inversión en mente, podemos ver que el aterrizaje suave está plenamente descontado en los diferenciales de la deuda corporativa, que descendieron de forma considerable en el cuarto trimestre de 2023 y no han ampliado de forma apreciable desde entonces. Cuando las valoraciones ya no dejan margen y los mercados se muestran confiados, pensamos que lo sensato es dedicarle tiempo a pensar en el perfil de riesgo-rentabilidad a futuro y ser ligeramente cautos.
Muchos bonos están caros, por lo que el reto es encontrar ideas que ofrezcan un mejor perfil de riesgo-rentabilidad que el conjunto del mercado. Estamos encontrando un flujo constante de estas ideas, al tiempo que tratamos de evitar las áreas del mercado que están caras. También pensamos que tiene sentido contar con unos buenos niveles de liquidez en el fondo, incluido el efectivo, para aprovechar la posible volatilidad en los mercados.
Actualmente tenemos una exposición más baja a la deuda de empresas de sectores cíclicos, como la industria y el consumo discrecional. Preferimos el consumo básico y la atención sanitaria. Las valoraciones de los títulos de empresas cíclicas son elevadas, sobre todo si los datos económicos ponen en tela de juicio el discurso del aterrizaje suave.
Actualmente, estamos encontrando más oportunidades en Europa que en EE. UU., donde la deuda corporativa y otras clases de activos de riesgo tienen unos precios elevados. Aunque la economía europea no marcha tan bien como la estadounidense, vemos un mayor número de oportunidades para generar rentabilidades por encima del mercado en el viejo continente. Abordamos la deuda corporativa emergente como una apuesta táctica: realizamos compras selectivas cuando nos parecen atractivas frente a los mercados desarrollados.
En deuda corporativa, una selección cuidadosa es esencial. Es lo que hacemos como gestores de fondos activos. Los rendimientos disponibles son atractivos desde una óptica histórica. Considero que en bonos high yield no tienes que ser demasiado ambicioso. Debes buscar riesgo cuando las condiciones te son favorables. Cuando las valoraciones no son tan atractivas, conviene dar un paso atrás y esperar.
Mercado mundial de High Yield: los diferenciales siguen ajustados desde una perspectiva histórica
Fuente: Bloomberg, Índice Global HY: ICE BoFA Global High Yield Constrained Index, a 31.08.24
Tribuna de Adam Darling, gestor de fondos de Jupiter AM
El patrimonio de las instituciones de inversión colectiva internacionales comercializadas en España sigue creciendo: con datos de Inverco, se situaría en 296.000 millones de euros a cierre de septiembre de 2024 (una cifra estimada por la asociación a partir de los 273.090 millones para las 43 gestoras asociadas que facilitan dato).
El volumen estimado de activos habría experimentado un incremento de 31.000 millones de euros desde enero hasta septiembre de 2024, lo que supone un crecimiento en nueve meses del 11,6%, desde los 265.000 millones de finales de 2023.
Con respecto a los datos de finales del primer semestre del año,el crecimiento es del 4,2% en el tercer trimestre del año (equivalente a unos 12.000 millones). De hecho, de julio a septiembre, las IICs internacionales comercializadas en España habrían registrado unas suscripciones netas de 3.000 millones, que explicarían en torno a una cuarta parte de ese crecimiento.
En lo que va de año los flujos positivo ascenderían a 8.000 millones de euros, también en torno a un 25% del crecimiento total. El efecto mercado está jugando a favor del negocio a lo largo de en 2024.
Entidades como Schroders o Groupama AM, con entradas netas superiores a los 400 millones de euros, liderarían ese ranking (ver cuadro final) del tercer trimestre.
Por categorías, según Inverco en función de la información recibida, los ETFs y fondos indexados suponen ya un 35,6% del negocio (en torno a 81.300 millones de euros), mientras el resto se reparte entre IICs de renta variable (27,4%), de renta fija y monetarios (27,3%) y mixtas (9,8%).
¿Están preocupados los asesores financieros por los efectos de las elecciones en Estados Unidos? Según la última encuesta de Natixis IM, estos profesionales ven mayores riesgos en las políticas que surjan de las elecciones que en las elecciones mismas. En este sentido, el 72% de los encuestados a nivel mundial cree que los fundamentos subyacentes son más importantes que los resultados electorales, mientras que un 73% cree que la deuda nacional de EE.UU. aumentará independientemente del resultado de las elecciones.
Estos dos aspectos son, según revela la encuesta, algunas de las principales preocupaciones que tienen los asesores financieros, pero las únicas. Dada la velocidad y la frecuencia con la que han cambiado los factores macroeconómicos y de mercado en los últimos años, desde Natixis IM explican que podría ser fácil considerar las elecciones presidenciales de Estados Unidos como otra razón más para preocuparse por las inversiones, pero las elecciones de noviembre son solo una más de una larga lista de elecciones nacionales que se llevarán a cabo en 2024
“A pesar de los cambios drásticos, los asesores financieros expresan dos puntos de vista claros sobre cuánto importa la política a los mercados:el 72% de los encuestados a nivel mundial cree que los fundamentos subyacentes son más importantes que los resultados electorales. Si nos fijamos específicamente en las elecciones estadounidenses, el 54% afirma que los resultados ya se han descontado en el mercado”, explican los expertos de la entidad.
Una mirada más detallada a las implicaciones de las elecciones estadounidenses revela un mayor nivel de preocupación subyacente, según los datos de la encuesta. En el marco de las elecciones de 2020, una de las preguntas clave es si las próximas elecciones se resolverán el día de las elecciones. A casi seis de cada diez asesores financieros en todo el mundo (58%) les preocupa que el escepticismo electoral pueda tener un efecto negativo en los mercados.
Los resultados de las contiendas electorales podrían ser más importantes, ya que el 59% cree que el control dividido del Congreso entre demócratas y republicanos será bueno para los mercados, un sentimiento compartido con el 72% de los asesores financieros en los EE UU. En última instancia, el 59% de los asesores cree que los resultados de las elecciones son menos importantes que la política de la Fed.
Según explican desde Natixis IM, las elecciones pueden ser vistas como un riesgo moderado, pero los asesores financieros tienen mayores preocupaciones sobre las políticas que salgan de la Casa Blanca y del próximo Congreso. Por ejemplo, más de seis de cada diez cree que el futuro de la regulación antimonopolio está infravalorado en estas elecciones. El tema es especialmente relevante, ya que el Departamento de Justicia de Estados Unidos está llevando a cabo un caso antimonopolio contra el negocio publicitario de Google. En el frente comercial, el 69% dice que las elecciones estadounidenses tienen el potencial de acelerar la bifurcación de la economía mundial.
Por último, otro 55% cree que la independencia de la Reserva Federal también está en juego en estas elecciones. Sin embargo, lo más revelador de sus preocupaciones sobre el riesgo es que el 73% de los asesores financieros creen que la deuda nacional de EE.UU. aumentará independientemente del resultado de las elecciones.
Han pasado ya 5 años desde la incorporación de Guillaume Rigeade y Eliezer Ben Zimra al equipo de inversión de Carmignac, gestionando el fondo Carmignac Portfolio Flexible Bond que, desde su llegada en julio de 2019, ha acumulado una rentabilidad del 11,2% frente a su índice de referencia que perdió un 10,1% en el mismo periodo(1). El gestor Eliezer Ben Zimra destaca que el fondo consiguió generar una rentabilidad superior en todos los segmentos de renta fija, “demostrando la relevancia de su estrategia flexible a lo largo de todo el ciclo económico”.
Eliezer Ben Zimra gestiona esta estrategia de Carmignac junto con Guillaume Rigeade desde su lanzamiento. Matiza que, “aunque actualmente los mercados de renta fija ofrecen rendimientos muy atractivos, las habilidades para conseguirlos siguen siendo esenciales”, y anticipa “un entorno con una mayor volatilidad de los tipos de interés y de los diferenciales de crédito en el futuro”.
El Carmignac P. Flexible Bond es un fondo de renta fija de alta convicción que destaca por una gestión flexible que le permite generar rentabilidades superiores sin restricciones por sectores, geografías y duraciones, al tiempo que realiza una gestión activa del riesgo. El proceso de inversión se apoya sobre tres pilares: asignación a segmentos de la renta fija y posicionamiento en duración (top down) y selección de bonos (bottom up). Una vez determinadas las asignaciones en cartera, los gestores se apoyan en los analistas de Carmignac (crédito, sectores, mercados emergentes) para seleccionar las mejores oportunidades dentro del universo de la renta fija.
Además, los gestores pueden emplear dos tipos de coberturas con derivados, en duración y crédito. Actualmente están cortos sobre la parte larga de las curvas de tipos (tanto en euros como en dólares) porque consideran que las trayectorias de deuda y crecimiento a ambos lados del Atlántico no justifican tipos bajos. Paralelamente, están ligeramente positivos en la parte corta de las curvas para beneficiarse de la tendencia de las tires al alza provocada por el nuevo ciclo de relajación monetaria. También están cortos en Japón, aunque el BoJ haya iniciado su ciclo de endurecimiento monetario en 2024. En crédito, actualmente hay coberturas sobre el 18% de los activos netos del fondo frente a índices de high yield mediante seguros contra impago (CDS).
“Estamos especialmente satisfechos con la capacidad de nuestro fondo para superar a los índices de renta fija tradicionales, gracias a la gestión dinámica de la exposición a la renta fija y a la sensibilidad a los tipos de interés”, concluye el gestor.
¿Se han mitigado los riesgos en torno a la inflación?
En los dos últimos años, el mercado ha asistido a un verdadero giro en el frente de los precios al consumo. Sin embargo, las fuerzas telúricas responsables de la caída de los índices de precios parecen menos poderosas en el último trimestre de 2024 y en adelante.
Por una parte, los efectos de base a 12 meses sobre los precios de los productos básicos deberían ser más débiles en el futuro. Existe un riesgo muy real de que los componentes cíclicos de la inflación empiecen a subir de nuevo derivados del estancamiento de los conflictos en Oriente Medio y de los posibles efectos de las medidas de estímulo en China sobre la demanda.
Al mismo tiempo, los componentes menos volátiles de la inflación están resistiendo bien, con unos mercados laborales resistentes y un crecimiento salarial superior al 3% a ambos lados del Atlántico. Esperamos que esta dinámica se mantenga en un contexto de políticas fiscales costosas, sobre todo en EE.UU.
Por último, en EE.UU. parece probable que la presión al alza sobre los precios de bienes y servicios se intensifique con aranceles más altos (Trump), impuestos más elevados (Harris) y, sobre todo, un estímulo fiscal que no está a punto de agotarse. Así que el riesgo de decepción sobre el ritmo de desinflación, o de mayor volatilidad en las expectativas de inflación, nos parece muy real, y hasta ahora ha sido ampliamente ignorado por los inversores.
¿Cuál es su escenario macro central?
Esperamos que el crecimiento en EE.UU. se mantenga bastante estable, en torno al 2-2,5% anual durante los próximos dos años. En Europa, la economía será menos vigorosa, pero no vemos una recesión en el horizonte. Esta resistencia del crecimiento a ambos lados del Atlántico se debe en gran medida a las costosas políticas fiscales de los gobiernos, que apuntalan sus economías a costa de un endeudamiento cada vez mayor. Como se ha explicado anteriormente, es probable que la geopolítica siga siendo complicada en el futuro, lo que probablemente dificultará la fluidez del comercio y podría alimentar la inflación en el futuro. Creemos que nos dirigimos hacia un entorno de tipos de interés más altos que en la década anterior, dado el actual ciclo inflacionista. Ello implicará un mayor coste del capital para los distintos agentes económicos y, por tanto, debería generar una mayor dispersión y volatilidad en los mercados de renta fija.
¿Cuál es el estado actual de las valoraciones en los distintos segmentos de la renta fija?
El cóctel de expectativas relativamente entusiastas de bajadas de tipos y el riesgo de un repunte de la inflación aconsejan cierta prudencia respecto a la sensibilidad a los tipos de interés. Por otra parte, hemos asistido a un importante estrechamiento de los diferenciales de crédito en los segmentos de investment grade y high yield. Aunque la gestión activa aún puede desenterrar oportunidades idiosincrásicas, nos parece que las valoraciones han vuelto a incrementarse en general en los mercados de crédito, con diferenciales ahora más estrechos que antes de la guerra de Ucrania.
Además, el mercado parece haber abandonado por completo determinados activos del universo de la renta fija, como las estrategias indexadas a la inflación. En nuestra opinión, es un momento oportuno para tomar posiciones en estos segmentos.
¿En qué partes de la renta fija están actualmente sus mayores convicciones y por qué?
Estamos positivos en deuda subordinada financiera, que ofrece una prima atractiva para un riesgo fundamental equivalente al de otros segmentos de crédito. Seguimos teniendo exposición al crédito estructurado (CLO), que también presume de una rentabilidad sólida en los tramos senior y mezzanine, con una tasa de siniestralidad muy baja actualmente. Por último, nuestros analistas bottom-up nos permiten acumular exposición al crédito tradicional (high yield e investment grade), aprovechando la dispersión que ofrecen estos mercados. En cuanto a los bonos soberanos, seguimos teniendo apetito por los tipos reales, que podrían beneficiarse de la revisión al alza de las expectativas de inflación, y por las estrategias de empinamiento de la curva. Por último, recientemente hemos reconstituido una exposición a emisores soberanos emergentes como Brasil.
¿Cómo está posicionada la cartera actualmente?
La calificación media de nuestra cartera es de grado de inversión (excluidas las coberturas de crédito). Esto es el resultado de nuestros límites de inversión, que exigen que la exposición acumulada al crédito de alto rendimiento y emergente se limite al 50% de los activos netos, y de nuestra preferencia por segmentos de crédito con una atractiva relación riesgo/rentabilidad, como los subordinados financieros, los híbridos corporativos y los CLO, lo que nos permite mantener una calificación BBB al tiempo que obtenemos una rentabilidad superior al 5%(2). Sobre una base sectorial, favorecemos a los emisores de los sectores financieros y energéticos, en los que abundan los emisores con una robusta generación de flujos de caja y sólidos fundamentales, pero que sufren la incomprensión de los inversores y ofrecen así una rentabilidad adicional.
En términos de duración, nuestro mandato nos permite ser muy flexibles pudiendo tener una duración modificada entre [-3;+8]. Este año nos hemos vuelto prudentes en términos de duración modificada, ya que creemos que las expectativas respecto a la desinflación y los tipos son bastante optimistas. Actualmente nos situamos en torno a 0 en términos de duración, lo que resulta de una posición corta en los tipos de interés soberanos y de una posición positiva en el segmento del crédito. mantenemos un saludable apetito por los instrumentos indexados a la inflación (breakeven y tipos reales), que podrían beneficiarse de una recalibración al alza de las expectativas del mercado.
Los últimos meses han sido muy interesantes para el sector del crédito, que ha mostrado una gran resiliencia pese a los pequeños focos de volatilidad, explica en conversación con Funds Society Thomas Chinery, gestor de la estrategia Aviva Climate Transition Global Credit.
El fondo, artículo 8 del SFDR y lanzado en mayo de 2021, aspira a aportar la rentabilidad del crédito investment grade (IG), pero a la vez con un significativo impacto climático. Es por ello que desde Aviva Investors, la gestora del grupo asegurador Aviva, subrayan que tienen un doble mandato: obtener crecimiento de capital a largo plazo y a la vez transición a un mundo de bajas emisiones.
Con 476 millones de dólares bajo gestión, persiguen este objetivo mediante la inversión en compañías IG que o bien son proveedoras de soluciones (tanto con efectos mitigadores como adaptativos) o bien empresas que estén orientando sus modelos para aportar a un mundo bajo en emisiones.
Chinery destaca que el brote de volatilidad de agosto que afectó al crédito apenas duró “un día y medio, o dos”. “Creo que los mercados están cómodos con la idea de que los bancos centrales darán una respuesta si es necesario”, explica. La crisis de Credit Suisse el pasado marzo sirvió para demostrar que tenían la capacidad y la voluntad de proteger los mercados. “Ello le ha aportado resistencia al crédito, y también el dólar se mantiene fuerte. Lo único que sigue aportando inseguridad es la volatilidad de los tipos de interés”.
¿Cómo ha sido el rendimiento del fondo este último año?
Estamos en nuestro objetivo de rendimiento de 75 puntos básicos por encima del índice de referencia para el año (a fecha 21 de octubre). No ha sido una línea recta ni mucho menos, pero ha sido un año muy constructivo. En general ha sido un buen año para el crédito IG, que pasa por un momento dulce, porque el high yield está muy comprimido en este momento con respecto al investment grade.
Si pensamos en la situación hace un año, cuando los tipos estaban en el 5% y los diferenciales de crédito quizá en 120, obteníamos una ganancia adicional de quizá el 20% sobre el componente de los tipos por pasar al crédito. Ahora los tipos están al 4% y los diferenciales de crédito están probablemente por encima de 100, alrededor de 105. Los inversores obtienen entre un 25 y un 30% sobre los tipos de interés por invertir en crédito. Y a medida que los tipos empiecen a bajar más, el componente crediticio será cada vez más importante en el perfil de carry y de rentabilidad del investment grade.
¿Y de cara a 2025?
Creemos que el entorno sigue haciendo que la clase de activos sea extremadamente atractiva y que, a medida que veamos que la curva de tipos se empina, habrá una serie de productos del mercado monetario en Estados Unidos y Reino Unido, y a plazo fijo en Europa, que rotarán hacia clases de activos de mayor duración como el crédito IG. Seguimos pensando que mantener el carry en la cartera es clave y continuamos siendo relativamente constructivos con el spread de la clase de activo.
¿Observa riesgos para el sector de cara al año próximo?
De manera generalizada, no. Creo que lo que estamos empezando a ver es claridad en la inversión sostenible. Es un proceso lento, porque la inversión sostenible significa cosas diferentes para casi todo el mundo, cada uno tiene su propio punto de vista. Hablo de clientes finales, intermediarios e institucionales. Cada uno tiene una visión diferente de lo que cree que significa sostenible.
Pero en realidad, asegurarse de que se responde adecuadamente a las preguntas de los clientes es un reto, porque si cada uno tiene una pregunta diferente, hay que producir mucha información diferente. Pero desde una perspectiva regulatoria, creo que estamos empezando a ver más claridad si se habla de los aspectos técnicos de la gestión de un fondo sostenible y se tiende a pensar en la infraponderación estructural de petróleo y gas.
También estamos empezando a ver en muchas encuestas que los clientes se centran en la parte G (la gobernanza) de la inversión ESG. Y de eso se ha tratado siempre la inversión crediticia. Si eres un inversor de crédito bottom-up, siempre te has centrado en la gobernanza. Y eso es exactamente lo que la gestión activa busca: asegurarse de que el inversor está en las mejores acciones.
¿Cómo responden las empresas ante este desafío?
Estamos viendo un verdadero enfoque en el clima, porque creo que muy pocas personas ya no creen en el cambio climático. Y se ha visto que las grandes empresas asumen realmente esa responsabilidad. Muchas veces nos preguntan si cambiaremos nuestro estilo de inversión si hay un cambio político en Estados Unidos. Pero cuando hablas con los ejecutivos de las principales empresas de EE.UU., que están representadas en el universo IG, no están planeando para un ciclo político. Es posible que ajusten ligeramente el perfil de rendimiento, pero están planeando perspectivas a muchos años vista. Y eso nos da confianza.
Porque este enfoque en el clima se ve como un riesgo tangible para los balances de las compañías. Y por eso mantenemos como muy importante nuestro enfoque en apoyar la transición, apoyar a estas empresas que tal vez no parecen tan buenas ahora, pero están comprometidas a impulsar ese cambio real. Creo que es ahí donde como inversor puedes añadir valor. Si se invierte antes de que se estrechen los diferenciales en esas empresas, se debería ver una generación de rendimiento, así como el apoyo a una compañía que está impulsando el cambio. Así que, desde nuestra perspectiva, es una herramienta muy poderosa como inversores. Y esto resuena muy bien con los clientes tanto en Europa como en Asia.
¿En qué sectores ven oportunidades en la actualidad?
Ha habido un gran cambio en las empresas de servicios públicos estadounidenses, que destacan como uno de los sectores emergentes en este momento para invertir, porque sus planes a 30 o 40 años contemplan ahora la transición hacia una economía más sostenible. También los híbridos corporativos son una de mis clases de activos favoritos en este momento. Creo que pasaron la prueba hace unos 12-18 meses y se ha visto que son muy fuertes. Todas las empresas que miramos en el investment grade han demostrado realmente su compromiso con la clase de activos, manteniendo los objetivos. Se ha demostrado que es una clase de activo que está aquí para quedarse.
¿Por qué define al fondo como distinto de una estrategia de crédito global clásica?
El fondo es diferente sobre todo por la selección de valores, que determina una cartera concentrada de entre 80 y 100 nombres. Los factores macro representan solo en torno al 20 o 30 por ciento del rendimiento, con una cartera beta neutral. No estoy diciendo que siempre seamos neutrales, expresamos una posición larga o más conservadora a veces, pero nos centramos en la selección de valores y la construcción del portfolio.
¿Por qué deberían los inversores considerar el Aviva Climate Transition Global Credit?
La razón por la que estructuramos el fondo de la forma en que lo hicimos fue para demostrar que no es necesario renunciar al rendimiento de la inversión para invertir de forma sostenible. Así que no elegimos un índice de referencia a medida ni nada por el estilo, sino el punto de referencia global del investment grade. Queremos mirar y hablar con los clientes comparando sobre esa base. No somos un nicho, buscamos ser una alternativa IG y además tenemos todas las credenciales de sostenibilidad. Así se consigue este doble mandato de rendimientos similares a los de los IG y un proceso de inversión respetuoso con el clima.
Capital Strategies Partners distribuye los fondos de Aviva en España, Italia y Portugal.
A pesar de las dificultades, los inversores mantienen su compromiso con la inversión temática. Según el tercer Estudio sobre Inversión Temática que ha publicado BNP Paribas Asset Management con BNP Paribas CIB (Corporate & Institutional Banking) en colaboración con Coalition Greenwich, el porcentaje de inversores que invierten actualmente en inversión temática o que tienen previsto hacerlo ha aumentado desde 2020.
Esta tercera edición del Estudio sobre Inversión Temática ha contado con la participación de casi 200 inversores institucionales y distribuidores de Europa, Asia y Norteamérica. El objetivo es ofrecer a la comunidad inversora global información sólida, creíble y sistemática sobre las principales tendencias en el ámbito de la inversión temática.
Aunque la gran mayoría de los encuestados (89%) está familiarizada con la inversión temática, el nivel de adopción es más variado. Así, aunque ha aumentado el interés de los inversores institucionales (+10%), los distribuidores señalan un ligero descenso en el uso actual de la inversión temática (-4%). El mayor aumento en lo que respecta al uso de estrategias temáticas se ha producido entre los inversores europeos, que han pasado del 46% al 61% desde 2020.
Renta variable y mercados privados: vías principales
La renta variable continúa siendo el pilar de la inversión temática, pero la oferta temática en los mercados privados ha aumentado un 11% con respecto a 2023, impulsada por el interés de las instituciones. Además, los inversores temáticos optan en su mayoría por una perspectiva global a la hora de seleccionar una estrategia temática en las clases de activos tradicionales, mientras que en los mercados privados muestran preferencia por un punto de vista más regional.
Según el estudio, casi el 60% de los inversores institucionales tienen previsto incrementar su asignación en los mercados privados en el ámbito de la inversión temática.
Para casi un 75% de los inversores, el principal objetivo de la inversión temática es el de generar un impacto positivo y contribuir a la consecución de unos resultados sostenibles, seguido de la posibilidad de mejorar la rentabilidad de su inversión (63%). Los enfoques de inversión innovadores y disruptivos están ganando tracción (43%) y es también una tendencia creciente impulsada por el fuerte interés de los inversores en la inteligencia artificial.
La temática sostenible más demandada sigue siendo la de las energías limpias y renovables, que ha aumentado del 56% al 60%. En lo que respecta a los temas de innovación y disrupción, la categoría favorita es la relativa a la inteligencia artificial (74%), seguida por la innovación sanitaria (54%).
Las energías renovables y la movilidad impulsan las temáticas sostenibles
El principal objetivo a la hora de acudir a la inversión temática es el deseo de generar un impacto positivo y de contribuir a resultados sostenibles; el segundo objetivo en importancia es la mejora de la rentabilidad de la inversión.
Continúa aumentando el interés por las energías limpias y renovables, que se ha incrementado en un 15% desde 2020, mientras que el enfoque en los ODS sigue disminuyendo. La región de Asia Pacífico es la que se muestra más interesada en las energías renovables, mientras que Europa se centra más en el cambio climático.
Los inversores, tanto los institucionales como los distribuidores, siguen mostrando interés por las soluciones de cero emisiones netas, la demografía así como la salud y el bienestar (20%).
La temática del agua sigue gozando de gran popularidad, especialmente en Europa, y se observa un interés creciente por parte de los distribuidores (29% en 2023 frente a 38% en 2024). Las temáticas de “Adaptación y Resiliencia” se añadieron al estudio este año debido a la creciente relación existente con otras temáticas ESG incluida la del “riesgo físico a causa del cambio climático”.
Está creciendo en todo el mundo el interés por la movilidad, que casi se ha duplicado en 2024 (6% en 2023 y un 11% en 2024), especialmente en Norteamérica. Y aunque el atractivo de la diversidad y la igualdad sigue disminuyendo en todo el mundo, continúa siendo un área de interés en Norteamérica.
La inteligencia artificial y la sanidad lideran las temáticas de innovación y disrupción
La inteligencia artificial es, con diferencia, el área favorita (74%) en lo que respecta a las temáticas de innovación y disrupción más atractivas, seguida por la innovación sanitaria (54%), aunque esta última ha registrado un ligero descenso con respecto al año pasado. Los inversores norteamericanos muestran un gran interés por la biotecnología, mientas que los asiáticos prefieren la robótica.
Asignación de activos en la inversión temática: auge de los mercados privados
Se prevé un crecimiento de la inversión temática en la mayoría de las regiones y clases de activos, aunque en Asia este podría ser especialmente acusado en la renta variable y en los mercados privados. Sin duda, la renta variable activa sigue siendo la clase de activo más popular a la hora de asignar a estrategias temáticas. Sin embargo, los mercados privados representan también una parte importante de dicha asignación, con un aumento del 11% con respecto a 2023.
Sol Hurtado de Mendoza, directora general de BNP Paribas Asset Management para España y Portugal, comenta: «Los resultados del estudio refuerzan lo que observamos a nivel regional. El interés por las temáticas del agua y por las disruptivas como la IA y la innovación sanitaria, son palpables en el mercado español y portugués. Nuestros clientes siguen invirtiendo en estrategias temáticas para ajustar sus carteras a las tendencias que configuran el futuro».
Constance Chalchat, directora de sostenibilidad de BNP Paribas Corporate & Institutional Banking, afirma: «Los resultados confirman el interés de los inversores por las temáticas sostenibles. El foco temático en las energías renovables y las energías limpias, junto con un interés creciente por la resiliencia, el agua, la adaptación, la IA y la demografía, en la encuesta de este año pone de manifiesto la importancia que los inversores otorgan a estas cuestiones. Las oportunidades que presentan estos temas como impulsores del rendimiento también proporcionan información importante sobre el horizonte de inversión futuro».
BNP Paribas Asset Management y BNP Paribas CIB han patrocinado de forma conjunta el Estudio sobre Inversión Temática. El estudio ha sido realizado por Coalition Greenwich, que entrevistó a 180 inversores institucionales y distribuidores intermediarios entre abril y junio de 2024. El estudio anterior se realizó en 2020 en Europa y Asia, pero no incluía a Norteamérica.
El gestor Dan Lyons ha vivido dos vidas: una, como investigador y doctorado en inmunología, para después trabajar con un Premio Nobel investigando sobre el cáncer y el envejecimiento con una beca posdoctoral. La otra, desde hace 24 años, como gestor de Janus Henderson en la estrategia Global Life Science, donde trabaja codo con codo con Andy Acker.
Se trata de una estrategia con 12.000 millones de dólares en activos bajo gestión y un enfoque temático en atención sanitaria. Típicamente, un tercio de la cartera está invertido en compañías biotecnológicas, un tercio en farmacéuticas y el tercio restante, en dispositivos y servicios de salud. En el proceso de inversión descansa sobre una exhaustiva investigación en torno a las distintas posibilidades del mercado con un horizonte de largo plazo. Un stock picking muy ligado a oportunidades idiosincráticas con un aspecto en común: que sean compañías que puedan aportar innovación al sector sanitario. “Estamos viendo una cantidad récord de innovación entre las empresas biotecnológicas y farmacéuticas. Y, lo más importante, es que son productos que están cubriendo grandes necesidades médicas no satisfechas”.
Lyons pone como ejemplo a Vertex, de la que hay una gran posición en la cartera. Se trata de una empresa que tiene una franquicia líder en fibrosis quística, que vende productos por más de 10.000 millones de dólares al año, y que planea lanzar el año que viene un medicamento para el dolor sin opiáceos. En opinión del equipo, tendrá un impacto “importante” sobre el mercado.
No es el único medicamento a punto de llegar o que acaba de llegar al mercado. Lyons habla de que 2023 fue un año récord para aprobaciones de nuevos medicamentos en la FDA, el organismo estadounidense encargado de la aprobación de nuevos medicamentos. “Esta innovación están traduciéndose en beneficios reales para los pacientes y, como resultado, para la industria, gracias a los ingresos”.
Sin embargo, Lyons enfatiza en varios momentos a lo largo de la conversación que la innovación no se está limitando al desarrollo de nuevos tratamientos terapéuticos, también abarca al desarrollo de nuevos dispositivos médicos. Pone como ejemplo otra compañía presente en cartera, Boston Scientific, que ha desarrollado un tratamiento denominado ablación por campo pulsado para el tratamiento de la fibrilación auricular (funcionamiento anormal del corazón) que es más seguro que los tratamientos tradicionales y ha llevado a la compañía a experimentar un fuerte crecimiento en los ingresos y en los beneficios operativos.
El gestor matiza que no es solo que el sector salud esté innovando más, sino que se innova más rápido, por lo que los resultados están llegando antes a los pacientes. “En los últimos cinco años, el número de nuevos fármacos aprobados se ha duplicado. La industria cuenta hoy con más herramientas a su disposición y, además, tenemos una mejor comprensión de qué es lo que debemos atacar”, explica Lyons. Entre dichas herramientas cita, por ejemplo, la terapia génica, las terapias basadas en células para el cáncer (conocidas como CAR-T), o las vacunas basadas en ARN mensajero.
El gestor tiene una buena historia con relación a este último, ya que en 2018 viajó a Alemania para visitar a la farmacéutica BioNTech, que estaba desarrollando terapias basadas en ARNm y, en aquel momento, presentaba la mitad de valoración que Moderna. “Después de visitar ambas empresas y pensar en el potencial de esta nueva tecnología, decidimos invertir en BioNTech, ya que la oferta era buena. Avanzando dos años, no sabíamos que habría una pandemia, pero sí sabíamos que BioNTech tenía una colaboración con Pfizer en el área de enfermedades infecciosas. Y eso es lo que llevó a la vacuna de ARNm para el COVID, que ambas empresas desarrollaron increíblemente rápido, en menos de un año, algo que normalmente toma 10 años. Esto fue posible gracias a los avances en la tecnología, que remontan a muchos grupos académicos, los héroes no reconocidos que sentaron las bases”, cuenta Lyons.
El gestor destaca asimismo la reducción de costes como efecto de la innovación: “Es importante invertir en empresas que mejoren la productividad y la eficiencia porque, con el envejecimiento de la población mundial, la demanda de terapias y procedimientos va en aumento. Para que el sistema pueda costear los avances médicos, necesitamos que sea eficiente y productivo”. Pone como ejemplo a otra de las participadas en cartera, UnitedHealthcare. Esta compañía estadounidense de seguros de salud tiene un grupo llamado Optum que analiza resultados médicos usando una gran base de datos. Esto les permite entender cómo brindar la mejor atención y qué terapias son más beneficiosas, haciendo el sistema más productivo.
Un buen punto de entrada
A pesar del entusiasmo por la innovación y el enfoque en el stock picking fundamental, el gestor reconoce que el sector de la atención sanitaria ha presentado un rendimiento inferior a la media del mercado en el último año y medio, algo que atribuye al mayor entusiasmo en torno a valores vinculados a la tecnología y la inteligencia artificial en detrimento de otros sectores.
Como resultado, las empresas del sector están cotizando por debajo de los promedios históricos según una variedad de ratios, incluyendo la ratio de precio beneficio para las empresas rentables, la ratio precio-ganancias de las empresas biotecnológicas o el valor de la empresa frente a las ventas, una métrica que puedes usar para empresas biotecnológicas no rentables. Sin embargo, Lyons prefiere ver el vaso medio lleno, pues afirma que “las valoraciones en el sector salud están en niveles atractivos” y, dados los niveles de innovación, considera que el momento actual “es un buen punto de partida” para iniciar una posición en el sector.
El gestor destaca una limitada disrupción para el sector como resultado del desenlace de las próximas elecciones presidenciales en EE.UU. De hecho, considera que el resultado final no será tan relevante dado que la mayor parte de pronósticos apuntan a un gobierno dividido que tendrá dificultades para aprobar reformas de gran calado. Dicho esto, Lyons señala que este ciclo electoral tiene una característica única: ambos candidatos ya han estado en la Casa Blanca, por lo que tienen un historial de actuación en el área sanitaria. “Independientemente del resultado, sabemos que habrá un entorno de status quo para la sanidad”, resume.
Por otro lado, el gestor reconoce que en el sector salud se ha producido también una concentración del interés de los inversores en torno a unos pocos nombres ligados al tratamiento de la obesidad, concretamente Eli Lilly y Novo Nordisk, que también son posiciones importantes dentro de la estrategia. En este caso, justifica el interés y de hecho se declara “muy alcista” en esta temática, cuyo valor de mercado está creciendo a una tasa anual del 50%: “Es muy raro en atención sanitaria encontrar una categoría que, de manera realista, podría valer más de 150 mil millones de dólares con el tiempo”, concluye.
En el actual entorno de incertidumbre económica, volatilidad de los mercados y crecientes riesgos geopolíticos, la diversificación de carteras se ha convertido en una prioridad para los gestores de portafolio. Las estrategias tradicionales basadas en la inversión en acciones y bonos han demostrado ser insuficientes para mitigar los riesgos inherentes a los mercados financieros. Es aquí donde los activos alternativos emergen como una herramienta clave para mejorar la resiliencia y rentabilidad de las carteras, ofreciendo a los gestores nuevas oportunidades de diversificación, destacan desde FlexFunds.
Cuando se habla de activos alternativos, se hace referencia a inversiones en bienes raíces, capital privado, infraestructuras, deuda privada, materias primas, arte y coleccionables, entre otros, los cuales destacan por su baja correlación con los activos tradicionales. Esto los convierte en una opción atractiva para los gestores e inversores que buscan reducir la volatilidad de sus portafolios y mitigar los efectos adversos de los ciclos económicos.
En un escenario de alta inflación y tipos de interés elevados, los gestores deben explorar oportunidades fuera de los mercados tradicionales. Los activos alternativos ofrecen estabilidad y potencial de rentabilidad, ayudando a proteger el valor de las inversiones en momentos de incertidumbre. David Elms, director de inversiones alternativas diversificadas en Janus Henderson Investors, destaca que, en períodos de transición económica, las inversiones alternativas pueden generar rentabilidad a largo plazo, desvinculada de los mercados de renta variable o fija, particularmente en entornos bajistas.
Hoy en día, los gestores de portafolio están recurriendo cada vez más a la securitización de activos para optimizar sus estrategias de diversificación. Esta herramienta permite convertir activos ilíquidos en valores negociables, que pueden facilitar la distribución entre los inversores. Para los gestores, esto abre la puerta a incluir en sus carteras activos que, de otro modo, no serían accesibles debido a su naturaleza ilíquida.
La securitización no solo mejora la liquidez de los activos subyacentes, sino que también ofrece una fuente adicional de diversificación. De acuerdo con el II informe Anual de la Securitización de Activos elaborados por FlexFunds y Funds Society, los gestores de portafolios están más familiarizados con la securitización de activos tradicionales y tangibles como los son proyectos inmobiliarios, préstamos y contratos, y acciones.
Una de las ventajas más destacadas de los activos alternativos es su capacidad para generar rentabilidades absolutas, es decir, obtener rendimientos positivos independientemente de las condiciones del mercado. Los gestores de portafolio que integran estos activos en sus estrategias buscan minimizar la dependencia de los ciclos económicos, diversificando sus inversiones en áreas menos correlacionadas con el mercado bursátil o de renta fija.
En este sentido, y según los resultados de la encuesta realizada por FlexFunds y Funds Society a más de 100 expertos en inversión y gestión de carteras, entre los tipos de activos que tienen el mayor interés en securitizar se encuentran los proyectos inmobiliarios, los préstamos y contratos, las acciones, los bonos y los fondos de inversión, tal como se pueden observar en el gráfico 1:
Fuente: II Informe del Sector de la securitización de activos 2025-2025
Gráfico 1: Activos con mayor interés para securitizar
Además de diversificar y mitigar riesgos, los activos alternativos ofrecen acceso a sectores en crecimiento y transformación económica. Según el mismo informe, los tipos de alternativos más comunes que los gestores incluyen en sus portafolios se detallan en el gráfico 2:
Fuente: II Informe del Sector de la securitización de activos 2025-2025
Gráfico 2: Productos alternativos del portafolio
Sin embargo, invertir en activos alternativos también conlleva desafíos que deben ser gestionados cuidadosamente. La menor liquidez de estos activos, así como su opacidad y la falta de regulación en algunos casos, pueden aumentar los riesgos. Para mitigarlos, es fundamental realizar una diligencia debida rigurosa y contar con un equipo gestor experimentado que comprenda las particularidades de cada inversión alternativa.
Desde la perspectiva del gestor, la incorporación de activos alternativos en las estrategias de inversión representa tanto una oportunidad como una responsabilidad. El desafío radica en identificar los activos adecuados que mejor se alineen con los objetivos del inversor y su perfil de riesgo. La selección de estos activos debe estar acompañada por una constante revisión y ajuste del portafolio, considerando las fluctuaciones del mercado y las oportunidades emergentes.
En este contexto, FlexFunds, como líder en el diseño y emisión de vehículos de inversión (ETP), facilita el acceso a los mercados internacionales, especialmente en un entorno financiero donde la diversificación a través de activos alternativos es clave. Con su programa de securitización, FlexFunds ofrece a los gestores la posibilidad de:
Emitir ETPs en la mitad del tiempo y coste que otras alternativas existentes en el mercado.
Securitizar múltiples clases de activos, incluidos los alternativos.
Facilitar distribución de activos alternativos en plataformas bancarias de todo el mundo a través de Euroclear.
Agilizar la captación de capital de inversores internacionales.
Simplificar el proceso de onboarding y suscripción de inversores, comparado con la suscripción tradicional de activos alternativos.
Si desea conocer más información, por favor, contacte a uno de los expertos de FlexFunds en contact@flexfunds.com