Las (otras) perspectivas para 2020: prudencia es la palabra clave

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Conviene adoptar un enfoque de inversión prudente para afrontar una serie de riesgos. Entre estos se incluyen, además de las repercusiones del coronavirus, unas elevadas valoraciones, una calidad crediticia bajo presión, las tensiones geopolíticas y el entorno macroeconómico.

Si su bandeja de entrada se parece en algo a la mía, seguro que se entretuvo todo el mes de diciembre organizando las numerosas ediciones de perspectivas de inversión para 2020. Conforme las examinaba, dos ideas me vinieron al pensamiento:

  • El futuro es imposible de predecir; simplemente debería esperar seis semanas para redactar mis perspectivas. Esto incrementaría enormemente mis probabilidades de exactitud.
  • Muchos de esos correos electrónicos que ni se abrieron ni leyeron tienen algo en común: ni una sola mención al coronavirus.

Las vidas que el coronavirus se ha cobrado suponen, sin lugar a dudas, una auténtica tragedia. Como firma internacional y miembros de la comunidad mundial, el impacto en nuestros clientes y empleados representa nuestra máxima prioridad.

También nos preocupa que, detrás de los titulares y comentarios de inversión idiosincrásicos y, en ocasiones, alarmistas en todo el mundo, se esconde una importante faceta de esta crisis sanitaria: los economistas, analistas e inversores parecen haberse convertido actualmente en profesionales médicos y especulan sobre la naturaleza, la duración y las consecuencias de un riesgo mundial que no existía hace dos meses (un riesgo en el que muy pocos pueden afirmar ser expertos). La narrativa del virus pone de manifiesto la dificultad que entraña prever el futuro.

Prudencia es la palabra clave

Nos adentramos en 2020 con cautela. Nuestro posicionamiento no se basaba en ningún conocimiento premonitorio sobre el coronavirus, sino más bien en un amplio reconocimiento de los desafíos que los inversores afrontarán en el nuevo año. Estos retos parecen aún más acentuados a la luz del virus y su impacto en la economía mundial.

Las restricciones de viaje, la incertidumbre comercial y las perturbaciones en las cadenas de suministro representan claros obstáculos a corto plazo; la confianza, el gasto de capital y el consumo son ámbitos conexos que probablemente se verán sometidos a presión. La dinámica económica resulta indudablemente desfavorable en el primer trimestre de 2020, si bien se desconocen la duración y la magnitud de los efectos del virus.

Como he mencionado, nuestra evaluación del virus no fue el factor determinante de nuestra postura de prudencia de cara al nuevo año. Más bien, reflexionamos sobre lo que conocíamos y llevamos a cabo una evaluación probabilística de los elementos que podrían incidir en las rentabilidades de la inversión.

En 2019, prácticamente todos los activos líquidos cosecharon rentabilidades espectaculares. No obstante, estamos firmemente convencidos de que las semillas de la cosecha de 2019 se sembraron en 2018. Sin la volatilidad del mercado bajista en el cuarto trimestre de 2018, sobre todo en diciembre, las rentabilidades de 2019 probablemente no se habrían materializado. De igual modo, la evolución del año pasado define el entorno en el que nos hallamos hoy en día. Solo pueden lograrse unas rentabilidades impresionantes tras un periodo de caída. En ausencia de volatilidad, las expectativas de rentabilidad deberían ser más reducidas, dado que el punto de partida son unas valoraciones exigentes.

Muchos riesgos que se habían identificado previamente siguen presentes en el actual entorno: unas elevadas valoraciones, una calidad crediticia bajo presión, las tensiones geopolíticas y el entorno macroeconómico. Los elevados saldos de deuda siguen siendo una preocupación potencial en el sector empresarial. Las tasas de apalancamiento corporativo en Estados Unidos se sitúan en máximos de 40 años (1), debido al creciente volumen de deuda con calificación BBB («investment grade») que roza la condición de «bono basura». No se puede culpar a los emisores corporativos por endeudarse a tipos de interés históricamente bajos, salvo por el hecho de que gran parte de esa deuda está financiando la recompra de acciones de las propias empresas, lo que está ocurriendo ahora a un ritmo más acelerado que la compra de acciones de inversores minoristas o institucionales (2).

Inquietudes en torno al crecimiento

La calidad del crecimiento en el universo empresarial estadounidense sigue siendo motivo de preocupación. Muchas compañías se están beneficiando de unos tipos de interés más bajos y unos tipos impositivos reducidos, y han recogido los frutos de la consiguiente expansión de los márgenes. Además, como nuestro estratega de inversión, Rob Almeida, señaló en un artículo reciente (3), la actual calidad de los beneficios (a saber, los «beneficios ajustados») parece ínfima.

El carácter prudente de nuestras perspectivas se atribuye a estos factores, sobre todo si tenemos en cuenta que los diferenciales de la deuda corporativa se han estrechado hasta rozar niveles récord. El entorno macroeconómico mundial también supone un desafío. Los saldos de deuda a escala internacional siguen repuntando hasta cotas sin precedentes, mientras que a los bancos centrales les resulta casi imposible alejarse de las políticas monetarias acomodaticias sin ocasionar una ralentización económica.

Estas políticas no solo agravan los elevados niveles de endeudamiento, sino que además crean el distorsionado fenómenos de los tipos de interés negativos. No creemos que estas dinámicas vayan a alterarse de forma significativa en 2020. A principios de año, China reforzó su postura acomodaticia, la Reserva Federal estadounidense dejó entrever que mantendría una política de tipos de interés «bajos para siempre» y Christine Lagarde tomó el mando de un BCE acomodaticio que Mario Draghi había dejado en piloto automático. A nuestro parecer, este año veremos más de lo mismo, lo que justifica la continuación de un enfoque de cautela y prudencia.

No cabe duda de que los mercados de riesgo cobraron fuerza en el cuarto trimestre de 2019, al relajarse las tensiones comerciales gracias a la firma de la primera fase del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China que parece haber puesto freno al deterioro económico. Con posterioridad, sin embargo, solo constatamos una leve mejora de las condiciones económicas o la confianza empresarial. Los mercados de riesgo descontaron rápidamente una recuperación que todavía no se ha materializado. Esa confianza se está viendo amenazada por el impacto del coronavirus. También ponemos en tela de juicio la solidez de la primera fase del acuerdo comercial, a medida que comienza la etapa preparatoria de la segunda fase de conversaciones y las negociaciones comerciales europeas cobran impulso.

Los riesgos geopolíticos persisten

En el frente geopolítico, el año comenzó con una cita electoral en Taiwán, lo que nos recordó que la presión social en el sudeste asiático y China tiene visos de prolongarse durante algún tiempo. El resurgimiento de las tensiones en Oriente Próximo podría ejercer presión sobre los mercados de energía y materias primas.

Por fin se puso término al «brexit», y el Reino Unido se halla ahora en un año de «transición» en el que tendrá que negociar nuevos acuerdos comerciales, aunque estos se enfocan a resolver asuntos que ya han sido objeto de extensos debates durante tres años sin que se haya alcanzado ninguna solución. Mientras tanto, Estados Unidos se adentra en el tramo final de unas controvertidas elecciones presidenciales, caracterizadas por unas opiniones y políticas extremadamente divergentes.

La evaluación de los fundamentales y los riesgos resulta esencial

Por último, la llegada de enero no es motivo para elaborar unas nuevas perspectivas. Puede que sea el primer mes del año, pero enero no es diferente de abril u octubre. El comienzo de un nuevo año tampoco es razón para replantearse el enfoque de inversión adoptado. En nuestra condición de gestores activos, nuestro mandato consiste en evaluar las perspectivas sobre los fundamentales con arreglo a los precios que estamos pagando por esos fundamentales. Mientras examinamos estas dinámicas en el entorno actual, deberíamos seguir actuando con prudencia.

Esta era nuestra postura en diciembre y en enero, y todavía parece (incluso más) pertinente en la actualidad. El coronavirus ha añadido una buena dosis de incertidumbre adicional. China ha reaccionado de la única forma que conoce: recortando los tipos de interés, aumentando la liquidez e incluso adoptando más medidas de relajación fiscal. Se desconoce cómo evolucionarán China y la economía mundial

El virus supone además un recordatorio de que siempre existen riesgos impredecibles acechando entre las sombras. La actual narrativa del mercado pronto podría verse amenazada por un vuelco de los indicadores económicos que, con casi total seguridad, se producirá tras el estancamiento de la actividad vinculado al virus (y, tal vez, por algunas de las otras preocupaciones identificadas). Como el Bardo afirmó, con mucho acierto, en Hamlet, «Cuando llega la desgracia, nunca viene sola, sino a batallones» (4).

 

Columna de William J. Adams, director de inversiones de renta fija global en MFS Investment Management

 

Anotaciones: 

(1) Moody’s Analytics Research, Weekly Market Outlook, 21 de noviembre de 2019.
(2) Goldman Sachs, Portfolio Strategy Research, «Flow of Funds: Outlook for US Equity Demand in 2020»
(21 de octubre de 2019).
(3) Robert Almeida, Strategist’s Corner, «Lo extraordinario se está volviendo demasiado ordinario», febrero de 2020.
(4) William Shakespeare, Hamlet, 4.º acto, escena V.

Los riesgos y factores ESG, cada vez más importantes para los inversores institucionales

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Pixabay CC0 Public Domain. Los riesgos y factores ESG, cada vez más importantes para los inversores institucionales

Los riesgos y factores ESG tienen cada vez más importancia en las decisiones de inversión y evaluaciones de empresas para los inversores institucionales. Según la última encuesta anual de Morrow Sodali, realizada a inversores institucionales con 26 billones de dólares de activos bajo gestión, estos factores tuvieron gran importancia en los últimos 12 meses.

Además, según los datos de la encuesta, el concepto de ESG tendrá un impacto directo en las juntas de accionistas, el activismo accionarial, la participación y los diversos medios con los cuales los inversores completan sus responsabilidades de supervisión y administración. “Con los factores ESG fuertemente establecidos en los inversores, creemos firmemente que las empresas deben gestionar estos criterios a nivel directivo, esencialmente como un área de comunicación en ambos sentidos con sus accionistas e inversores”, destaca Kiran Vasantham, director de Participación de Accionistas.

En este sentido, el cambio climático es una de las prioridades en la agenda ESG de los inversores. “Todas las empresas, independientemente del sector, deben esperar un mayor escrutinio por parte de los inversores sobre cómo abordan esta temática”, advierten desde Morrow Sodali.

Al mismo tiempo, los inversores esperan estar al tanto de los trabajos internos de los directivos, con prioridad en la importancia de la participación del directivo/accionistas. Además, la remuneración por desempeño sigue siendo un punto de presión clave para los inversores, pero el énfasis está, cada vez más, en cómo responden las empresas y los directivos a las preocupaciones de los accionistas y los votos negativos.

Por otro lado, la encuesta refleja la necesidad de los inversores de información no financiera más explícita, que perciben como “un indicador importante de la cultura corporativa subyacente, la integridad y la sostenibilidad”. Asimismo, en lo referente a factores del cambio climático, para los inversores es vital que las empresas demuestren claramente su conexión con las oportunidades y los riesgos financieros.

“Una mayoría abrumadora de inversores espera que las empresas demuestren en sus informes un vínculo entre riesgos financieros, oportunidades y cambio climático, y la mayoría también considera que información más detallada sobre el proceso para identificar estos riesgos y oportunidades mejoraría las divulgaciones de las empresas relacionadas con el cambio climático”, subrayan desde Morrow Sodali. Asimismo, según la encuesta, es más probable que los inversores apoyen a activistas si las prácticas de buen gobierno de las empresas son débiles, un factor aún más importante que la credibilidad de la estrategia de negocio propuesta de los activistas.

Después del cambio climático, la segunda prioridad de los encuestados es la gestión del capital humano. En este sentido, los inversores abogan por entablar relaciones con directivos en 2020, con una orientación específica en una mejor divulgación sobre la disposición de la junta en establecer una cultura corporativa además de indicadores sólidos en salud y seguridad.

“Las empresas que no llegan a valorar plenamente la necesidad de entablar relaciones, se arriesgan a perder contacto con los proveedores de capitales más leales a largo plazo y debilitan estas importantes relaciones”, añade Vasantham. Además, los inversores coinciden en que los enfoques sobre participación y resultados de accionistas se incluyan en los informes de las empresas junto con una explicación del propósito corporativo.

Por último, la encuesta refleja que los criterios ESG y la sostenibilidad juegan un papel más importante en las decisiones de inversión en ingresos fijos, con las agencias de calificación en ESG establecidas como factor esencial en el análisis de riesgos y oportunidades, además de las agencias de calificación crediticia.

En su quinta edición, esta encuesta recoge las opiniones de 41 inversores institucionales globales, encargados de administrar 26 billones de dólares en activos bajo gestión, en enero de 2020.

INVL cierra el fondo de private equity más grande en la región báltica por 165 millones de euros

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Pixabay CC0 Public Domain. Deutsche Bank abre su gama de fondos Strategic Asset Allocation a todos los clientes en España

INVL Baltic Sea Growth Fund completa su primer cierre con un total de 165 millones de euros. El vehículo, gestionado por INVL Asset Management, es el mayor fondo private equity de la región báltica. 

“Valoramos el voto de confianza puesto en nosotros durante este proceso que ha resultado en el cierre del fondo de private equity más grande en la región báltica, con el apoyo del European Investment Fund (EIF), las instituciones bálticas más experimentadas, inversores institucionales e individuos con alto patrimonio neto que tienen un buen conocimiento del mercado báltico y las oportunidades que ofrece», subraya Deimantė Korsakaitė, socio ejecutivo del INVL Baltic Sea Growth Fund.

De acuerdo con Darius Šulnis, socio gerente de INVL Baltic Sea Growth Fund, el fondo buscará repetir el éxito histórico de Invalda INVL, que registró una TIR bruta del 27% y un CoC 2.4x en promedio en transacciones comparables.

“Estamos encantados de alcanzar este cierre final habiendo recibido un fuerte apoyo por nuestra base inversora. Tomamos la decisión de no extender la colocación del fondo durante más de un año desde su lanzamiento teniendo en cuenta que la cantidad recaudada es suficiente para implementar nuestra estrategia de inversión y distribuir grandes beneficios para nuestros inversores», asegura Šulnis. 

El fondo tiene como objetivo componer una cartera diversificada basada en compañías del Mar Báltico. Así, estará dirigido a negocios con un volumen de entre los 10 y los 30 millones de euros, que muestren potencial de crecimiento y la habilidad para competir en una base global. No obstante, el fondo también contemplará las oportunidades de coinversión en caso de operaciones más grandes. Está centrado en inversiones de growth capital, buyout y “buy and build”. Se espera que, en total, el portfolio esté compuesto de unas 8-12 inversiones. Desde su primer cierre, el fondo ha invertido en dos compañías pertenecientes al sector salud y al de ingeniería civil, respectivamente.

«Nuestra máxima prioridad será ahora el desarrollo del capital ya captado en los próximos 2-3 años, el desarrollo de compañías sostenibles en el portfolio, el reparto de beneficios para nuestra base inversora y volver al mercado con una segunda versión del fondo, pero a su debido tiempo”, subraya Deimantė Korsakaitė. Según Korsakaitė, una gran mayoría de sus inversores ya han confirmado su interés en una posible coinversión con el fondo que permita al equipo gestor contemplar inversiones equity de hasta 100 millones de euros. «Estamos trabajando de forma activa en nuevas inversiones que nos permitirán aprovechar nuestra capacidad de ejecutar acuerdos complejos con perspectivas de crecimiento prometedores”, añade Šulnis.

El fondo INVL Baltic Sea Growth Fund une un panel diversificado de inversores, entre los que se encuentran inversores públicos (el EIF), inversores institucionales de la región báltica (Estonia’s LHV pension funds, INVL pension funds), así como inversores privados y corporativos. Está centrado en los países bálticos y las regiones vecinas de Polonia, Escandinavia y Centro Europa. Además, como objetivo, se centrará en captar participaciones minoritarias en empresas donde existan oportunidades de convertirse en “campeones regionales” y, al mismo tiempo, participar de forma activa en la gestión de inversiones y aumento a largo plazo del capital value.

La EIF, parte del Banco Europeo de Inversiones, aportó 30 millones de euros con el apoyo del El Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas como parte del Plan de Inversión para Europa (conocido como el «Junker Plan»). Asimismo, se han asignado recursos del Fondo Báltico para la Innovación, una iniciativa de “fondo de fondos” desarrollada en colaboración con los gobiernos de Lituania, Letonia y Estonia que busca aumentar la inversión de capital en alto potencial de crecimiento de pequeñas y medianas empresas en los estados bálticos.

Las nueve áreas clave de digitalización de la industria bancaria y cómo aprovecharlas

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Pixabay CC0 Public Domain. Las 9 áreas clave de digitalización de la industria bancaria y cómo aprovecharlas

Según Goldman Sachs, en cinco años, un tercio de los millennials no necesitará bancos físicos. El motivo es sencillo: es una generación muy digitalizada. Esta realidad obliga a las entidades financieras a tomarse muy en serio su desarrollo tecnológico, no como una herramienta sino como esencia de su negocio. La gran pregunta es cómo enfrentarse a este cambio. 

En último informe de Bain & Company sobre la digitalización de la industria bancaria proporciona algunas ideas. Según refleja el informe, esta migración a la banca digital se debe a diferentes factores:

  1. La experiencia del cliente con su banco no es tradicionalmente buena, especialmente en banca minorista, donde muchas interacciones son tediosas, complejas y poco transparentes.
  2. Las nuevas tecnologías permiten agilizar estas interacciones, haciéndolas más convenientes y gratificantes para el cliente.
  3. El deterioro de la imagen de la banca durante la crisis financiera ha provocado que los clientes consideren obtener servicios bancarios de entidades no-bancarias, que emplean, fundamentalmente, canales digitales.
  4. El cambio generacional con el que nuevos usuarios, ya nacidos en la era digital y acostumbrados a usar sus teléfonos móviles para satisfacer cualquier necesidad, están tomando el relevo.

En los últimos años, esta digitalización, junto con ciertos cambios regulatorios, ha impulsado a la banca, al igual que ha sucedido en otros sectores, hacia una etapa de transformación de gran calado. Así, según el informe, “algunas entidades líderes están sabiendo aprovechar esta transformación para capturar nuevas oportunidades de negocio mediante una mejora del servicio al cliente, la ‘monetización’ de los datos, una mayor eficiencia de procesos y el aumento de los estándares de seguridad”.

Asimismo, esta digitalización puede desembocar en cambios en el panorama competitivo, “a favor de aquellas entidades que sepan aprovechar sus ventajas”, resaltan desde Bain & Company.

En primer lugar, habilita nuevos y mejores productos y servicios que otorgan al cliente más alternativas para pagar en tiendas físicas o virtuales, invertir, tomar dinero prestado, hacer transferencias, cambiar divisas, gestionar sus cuentas, etc. Además, según el informe, mejora la experiencia del cliente con interacciones más sencillas, convenientes, ágiles y transparentes en canales digitales. Al mismo tiempo, permite reducir costes tanto de contratación como de servicio y mejora la toma de decisiones mediante un uso inteligente de los datos.

De este modo, el informe destaca nueve grandes áreas de digitalización en la industria bancaria: experiencia de cliente, open banking, automatización del proceso, monedero electrónico, pagos en tiempo real, Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial, blockchain y ciberseguridad.

  1. Experiencia de cliente. “Tanto la banca tradicional como las nuevas compañías fintech han entendido que la apuesta por la mejora de la experiencia de cliente constituye un elemento diferenciador y de creación de valor a largo plazo”, subraya el informe. Con esta idea, las compañías abordan una digitalización de las interacciones con cliente para que éstas se lleven a cabo con mayor sencillez, personalización, conveniencia, flexibilidad y agilidad. En muchos casos esta transformación implica costosos cambios en procesos operativos y sistemas de información. Sin embargo, las entidades bancarias “se han mostrado decididas a acometerlos, consiguiendo ofrecer a sus clientes interacciones similares a las de las empresas fintech, mucho más ágiles y sin un legado tecnológico complejo”. La apertura de cuenta corriente online y casi instantánea, el envío de dinero entre particulares o la activación y desactivación de tarjetas, son algunos ejemplos de interacciones mejoradas en los últimos tiempos gracias a la digitalización.
  2. Open bankingUna de las recientes novedades en la regulación del sector de medios de pago (PSD 2) impulsa el acceso autorizado a la información financiera del cliente y define nuevas figuras en el ecosistema de pagos electrónicos, a la vez que aumenta los estándares de seguridad. Esta legislación “habilita una enorme cantidad de posibles modelos de negocio basados en la explotación de información integrada de cliente y, sobre todo, en el ofrecimiento de servicios bancarios mediante APIs (o conectores) a terceros”, asegura el informe.  Así, por un lado, ya son varias entidades en España las que ofrecen a sus clientes la posibilidad de visualizar las cuentas de todos sus bancos en una sola aplicación móvil, beneficiando tanto a cliente como a entidad. Pero, por otro, open banking abre, según Bain & Company, un abanico inmenso de oportunidades de negocio mediante la integración de servicios financieros en los customer journeys de otras compañías, incluso de distintos sectores, creando nuevos canales de venta de servicios bancarios.
  3. Automatización de procesosEn un escenario de bajos tipos de interés, es preciso desplegar nuevas tecnologías digitales que permitan atender al segmento de clientes de menor valor de manera más eficiente. Así, el informe destaca las soluciones de Automatización de Procesos mediante Robots (Robotic Process Automation o RPA) como herramientas que permiten disminuir la intervención humana en tareas repetitivas y ejecutarlas a mayor velocidad, reduciendo los costes. “La creación de ofertas personalizadas automáticas, tan habitual ahora en la industria del entretenimiento audiovisual (por ejemplo, Netflix), es otro ámbito donde la banca todavía tiene recorrido, si es capaz de incorporar más datos de cliente para entregar ofertas personalizadas de forma automática”, aseguran.
  4. Monedero electrónicoSegún los datos de Bain & Company, los pagos móviles han experimentado un fuerte crecimiento en España en los últimos años, y se espera que aún se acelere en los próximos, generando oportunidades de negocio (sobre todo, basadas en la obtención de datos de cliente) en la confluencia entre el canal online (aplicación móvil) y físico (terminales de punto de venta). Ahora mismo, el mercado se divide en dos tipos de mobile wallets: aplicaciones propietarias de entidades bancarias, donde el medio de pago se restringe al de la propia entidad, y aplicaciones multi-tarjeta, como Apple Pay o Google Pay.
  5. Pagos en tiempo realLa nueva generación de millennials, que ha crecido utilizando las redes sociales, se ha acostumbrado a que todo suceda a través de sus smartphones en tiempo real: los pagos no son una excepción y, por ese motivo, la utilización de aplicaciones de pago “en tiempo real” está ganando tracción en muchos mercados. En cuanto al escenario competitivo, el informe prevé una batalla en las soluciones cuenta-a-cuenta (A2A) entre las ofrecidas por los propios bancos (Swish, Bizum, Twyp) y las soluciones de terceros (PayPal, WhatsApp Pay). “La facilidad de uso, la integración en el customer journey, el efecto red (la solución es más conveniente cuantas más personas la usen) y la propia regulación serán claves para determinar el ganador”, determina Bain & Company. De momento, en España, las soluciones bancarias dominan el terreno, pero los gigantes tecnológicos no han dicho aún su última palabra: Facebook Pay ya está disponible en EE.UU. como un sistema de pago unificado para las aplicaciones de la compañía, incluyendo Messenger, Instagram y WhatsApp.
  6. Internet de las Cosas (IoT)Aunque a simple vista parezca que el IoT no está muy conectado al mundo financiero, en el futuro miles de millones de dispositivos inteligentes podrán decidir, de manera autónoma, cuándo y cómo efectuar pagos o facilitar una interacción más sencilla y rápida entre los clientes y el banco, advierte el informe. Las entidades financieras deberán decidir qué papel quieren jugar dentro de los ecosistemas emergentes para beneficiarse del crecimiento exponencial en las transacciones relacionadas con el internet de las cosas. 
  7. Inteligencia ArtificialYa son varias las entidades bancarias que están desarrollando soluciones basadas en Inteligencia Artificial (IA) en diversos campos, como la adecuación de ofertas comerciales, la evaluación del riesgo de crédito o la atención al cliente sin intervención humana, mediante reconocimiento de texto y voz. Según Bain & Company, “para que una entidad financiera tenga éxito en el desarrollo de casos de uso de IA, es especialmente importante tener en cuenta dos recomendaciones: comenzar con soluciones simples que funcionen y generen credibilidad antes de lanzar modelos avanzados, y utilizar una metodología para diseñar soluciones escalables y enfocadas en el cliente.
  8. BlockchainLa tecnología blockchain está revolucionando algunos servicios financieros en ámbitos como los mercados de capitales, las finanzas comerciales, la financiación al consumo o los seguros. Según el informe, sin embargo, es en medios de pago donde su impacto ha sido, hasta el momento, más relevante, al permitir crear monedas virtuales como alternativa a las divisas tradicionales, sin control centralizado de un organismo regulador. No obstante, aún existe un alto nivel de incertidumbre con respecto al contexto regulatorio que acabará aplicándose sobre estas criptodivisas.
  9. Ciberseguridad“La confianza se está convirtiendo en un activo clave que diferencia a ganadores y perdedores en el sector financiero”, advierte el informe. Sin embargo, generar esta confianza no es una tarea sencilla: necesita una perspectiva estratégica, recursos adecuados y un modelo operativo integrado para administrar el riesgo operacional de manera efectiva. Además, la ciberseguridad es un tema complejo y técnico, pero muy relevante para los Consejos de Administración de los bancos, dada la responsabilidad personal de sus miembros en el ámbito de la seguridad.

De este modo, Bain & Company considera que, para aprovechar plenamente esta digitalización, cada entidad bancaria debería considerar cuatro principios estratégicos clave: colocar al cliente en el centro de la estrategia del banco, adoptar formas de trabajo ágiles, adquirir o desarrollar capacidades para el análisis de datos y cultivar un ecosistema de socios estratégicos, operativos y tecnológicos.

Las gestoras españolas empiezan a ver oportunidades de compra tras el crash provocado por el coronavirus

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Momentos intensos y volátiles: así definen los gestores y asesores en España la situación que estamos viviendo en los mercados ante la crisis del coronavirus. Mercados que están descontando una fuerte desaceleración económica e incluso una potencial recesión. Pero, en estas circunstancias de caídas, también pueden aparecer oportunidades, dicen los expertos.

“Por el lado bursátil, en las últimas semanas hemos vivido episodios de bastante volatilidad. Los mercados, como hemos dicho muchas veces, son un mecanismo perfecto de ajustar los precios y ahora mismo lo que está poniendo encima de la mesa el mercado es que el virus va a causar un parón importante de la actividad económica. Además, esto se está convirtiendo en un problema global, con lo cual, no solo va a afectar a China, que es lo que parecía que era el foco hace unas semanas, sino que se va a trasmitir a otros países del mundo y va a acabar afectando a Europa y a Estados Unidos. En general, lo que tenemos ahora mismo sobre la mesa es una posible recesión mundial”, advierte Marta Campello, socia y gestora de Abante.

Sin embargo, hace hincapié en las posibles oportunidades que pueden aparecer en este entorno: “No sabemos cuál va a ser el impacto económico y hacer predicciones en este sentido nos parece poco prudente. Lo que sí sabemos es que cuando los mercados viven episodios de volatilidad también es, normalmente, cuando nos dejan las mejores oportunidades de inversión”, explica.

En Abante, donde habían empezado el año con un posicionamiento prudente –con baja exposición a los mercados y además con coberturas-, empiezan así a aprovechar las oportunidades: “Estamos muy pendientes de todo lo que vaya sucediendo estos días en los mercados y estamos gestionado las carteras empezando a aprovechar de manera prudente las oportunidades que nos están dejando estas caídas”, dice Campello. “Desde los máximos de hace apenas cuatro semanas, los mercados han recortado del orden del 20%, esto normalmente se produce con una cierta rapidez, ya lo vivimos en otros episodios no muy lejanos, como el último trimestre de 2018”, recuerda. Y añade que, en lo que se refiere a las decisiones de inversión, van a estar “muy pendientes de todo” y serán “oportunistas para aprovechar todas las buenas oportunidades de compra que, sin duda, van a ser la fuente de muy buenas rentabilidades a futuro”, explica.

El significado de la prudencia

Una postura en línea con la de otras entidades, como la gestora Bestinver que, si hace unas semanas habla de prudencia y paciencia, ahora recuerdan que “prudencia es también aprovechar las oportunidades” que se presentan tras las fuertes caídas vividas por los mercados ante la expansión del coronavirus y la guerra de precios del petróleo provocada por Arabia Saudí: En estos momentos, un inversor en valor debe considerar qué es lo que significa ser prudente. La prudencia nos ha llevado a esperar pacientemente. Hemos esperado con un nivel de liquidez elevado, con una cartera equilibrada, y sin aprovechar todavía las oportunidades que el mercado nos presentaba dado que, a nuestro juicio, no había llegado el momento. Hoy la situación ha cambiado. Las valoraciones de algunas compañías están en niveles que no podemos calificar de otra manera que no sea como atractivas y en algunos casos, muy atractivas. La prudencia hoy se manifiesta de otra manera: en saber aprovechar los precios bajos”, destacan en la gestora.

“Tal y como anunciábamos en algunas de nuestras conferencias, llegaría un momento en el que ser prudente sería ser valiente. Ese momento ha llegado. El mercado nos ofrece una oportunidad de comprar determinadas compañías que debemos aprovechar”, añaden. “Sabemos dos cosas: lo primero es que no estamos seguros de que sea el mejor momento para comprar; la segunda es que con datos históricos, debería ser un muy buen momento para añadir determinadas posiciones a la cartera”, explican desde Bestinver.

Así las cosas, la entidad está aprovechando “una crisis que ha pasado de ser sanitaria a una crisis de confianza”, como lo definen desde A&G Banca Privada, para comprar: “En estas últimas horas hemos aprovechado para poner a trabajar nuestra liquidez, comprando compañías tanto en el sector financiero, como en el sector de energía. Entendemos que las valoraciones en ambos sectores son lo suficientemente relevantes como para no dejarlas pasar”.

En su opinión, ahora toca ser pacientes: “Si somos capaces de mirar más allá de los próximos meses, nuestras carteras, con unas valoraciones muy atractivas, en un entorno ordinario deberían generar rentabilidades a largo plazo ampliamente satisfactorias, y por encima de la rentabilidad objetivo de nuestras carteras. Como inversores, hemos sido prudentes, y lo seguimos siendo hoy. Ahora hay que ser pacientes”, añaden.

Otra gestora value, Magallanes, ha emitido un comunicado en el que muestra su optimismo a largo plazo: «El mercado tiende a sobrerreaccionar ante noticias negativas. Las emociones controlan el corto plazo. No hay razones para estar tan negativos pensando en un horizonte temporal de largo plazo», dice su fundador, Iván Martín. «La salud financiera de nuestras carteras es muy robusta, algo que aporta un valor adicional en este entorno de máxima incertidumbre. Aquellas compañías capaces de sobrevivir al actual entorno serán las ganadoras cuando la situación se normalice», añade.

Liquidez, materias primas y renta variable… también value

Para Welzia, la recuperación macro iniciada a finales del año pasado está en vilo por el coronavirus. “Veremos si la respuesta del mundo occidental logra ser contenida y se trata al virus como algo inevitable, o si, por el contrario, continúan las cancelaciones de eventos y viajes y se produce un shock, no solo de oferta, sino de demanda agregada a nivel mundial. En este último escenario, no veríamos una rápida recuperación en “V” en los próximos meses, que podría ser un escenario base una vez se recuperen los niveles de producción en China, sino que podríamos enfrentarnos a un proceso de menor crecimiento durante más tiempo a nivel mundial, lo cual pondría a algunas economías al borde de la recesión”. De momento, recuerdan, la señal enviada por los ministros de finanzas del G7 y de los bancos centrales –con bajadas de tipos ya de la Fed, y de los bancos centrales de Australia y Reino Unido, y recortes también esperados mañana por parte del BCE- es de reafirmación en su voluntad de apoyar la economía de forma coordinada, utilizando para ello todas las armas a su alcance.

En este escenario, la entidad sigue recomendando tener liquidez en las carteras, que se pone en valor, si bien, para los perfiles de mayor riesgo también es positiva con la renta variable: “El pánico se hace presente en el mercado, con caídas en apenas dos semanas de más de un 20%. Las dudas generalizadas por el virus y la caída del petróleo dañan a la renta variable y la volatilidad se incrementa a niveles no vistos en mucho tiempo. Es momento de comenzar a tomar algo de posiciones, para aquellos perfiles con mayor nivel de riesgo”, comenta en su informe mensual.

Con respecto a las materias primas, Welzia es positiva en el oro, que sigue siendo activo refugio (aunque advierte de que podría ceder si los miedos sobre el coronavirus retroceden), y cree que hay un punto de entrada en el petróleo cercano a los 25-30 dólares el barril.

Por su parte, el analista Javier Molina, de eToro, considera que “cada inversor debería revisar su perfil de inversión y actuar de acuerdo con su estrategia. Deberíamos esperar menores ganancias que en los últimos 11 años. Al mismo tiempo, este mercado irracional presenta oportunidades y las estrategias de inversión tipo value pueden ser aplicables para identificar los mejores a mantener en largo plazo”.

Solventis y Qbitia fusionan sus negocios de consultoría financiera y tecnología

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Pixabay CC0 Public Domain. Solventis y Qbitia fusionan sus negocios de consultoría financiera y tecnología

Solventis A.V. S.A. y Qubitia S.L. cierran un acuerdo para la integración de los negocios de consultoría de Solventis y de desarrollo de software financiero de Qbitia. Así, las entidades pretenden consolidar un “nuevo competidor líder en el ámbito de la consultoría financiera tecnológica”, tal y como han asegurado en un comunicado.

Mediante esta operación, Solventis se hace con el 80% de Qbitia, empresa fintech. Luis Taboada, consejero delegado de Qbitia, y el resto del equipo directivo continuarán al frente de la compañía. La sinergia entre ambas compañías permitirá ampliar la oferta para los clientes, “multiplicando las perspectivas de crecimiento y mejorando el posicionamiento competitivo”, afirman desde la entidad.

“Solventis y Qbitia envían un mensaje claro a sus clientes y al mercado al unir sus fuerzas en el negocio de la consultoría financiera y tecnológica. Aprovechando nuestras fortalezas y con un desarrollo de negocio sostenible, vamos a crear una empresa líder con mejores perspectivas de crecimiento”, añade Alberto Moro, consejero delegado de Solventis.

Qbitia aporta su capacidad de innovación y su experiencia en el desarrollo de soluciones tecnológicas para la gestión de datos y la conexión con mercados, mientras que Solventis proporciona su metodología amplia cartera de servicios, que incluyen la valoración de activos financieros y la gestión de riesgos.

“Gracias a este acuerdo, Qbitia no solo seguirá desarrollando sus líneas estratégicas de negocio actuales, sino que integrará las aportadas por Solventis y apostará por otras nuevas, surgidas de las sinergias de las capacidades de ambos”, subraya Luis Taboada, consejero delegado de Qbitia.

A través de esta fusión, Qbitia y Solventis se unen para el desarrollo de nuevos productos que respondan a las necesidades del sector financiero, de las empresas de servicios de inversión y de las corporaciones que demandan estos servicios.

“Nuestros clientes requieren cada vez más de un servicio con un alto componente tecnológico, y nuestro objetivo es ofrecer servicios que se adapten a los nuevos retos para la gestión de riesgos aportando experiencia en innovación tecnológica, agilidad en el tratamiento de datos y transparencia en los procedimientos de valoración y medición de riesgos”, concluye Guillermo Alfaro, director de consultoría de Solventis.

Hay un lado positivo de la crisis COVID-19 para la economía y los mercados de EE.UU.

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Photo; NeedPix CC0 . silver lining of the COVID-19 crisis for the U.S. economy and markets

El mercado de valores de EE.UU. hizo caso omiso durante varias semanas a las noticias adversas sobre el coronavirus  (COVID-19) relacionado con China y se recuperó, llegando a un máximo histórico  el 19 de febrero. Luego, la noticia de un aumento en los casos fuera de China encendió una venta masiva y volátil que resultó en la peor semana para las acciones mundiales desde la Crisis Financiera Global de 2008.

COVID-19 está creando grandes preocupaciones sobre la oferta global y el gasto del consumidor, y esto, así como la creciente incertidumbre y el impacto en las ganancias se están desarrollando en un momento en que el mercado general tiene un margen de seguridad limitado.

El miedo al virus por sí solo podría disminuir la confianza del consumidor en los EE.UU. y esto podría tener un efecto amortiguador en la economía. Algunos factores adicionales que han afectado negativamente a las acciones incluyen: no tener un uptick rule (la reinstalación tendría un poderoso efecto positivo), los algoritmos, momos, quants, usar coberturas y los ETF apalancados. Estamos encontrando más acciones vendiéndose por debajo de su valor intrínseco, debajo de su neto (de efectivo, o capital de trabajo / menos todas las deudas … la definición clásica de Graham Dodd).

Hasta ahora, los precios del petróleo y otras energías han disminuido drásticamente, un posible impulso al gasto de los consumidores estadounidenses (alrededor del setenta por ciento del PIB estadounidense). Los bajos precios de la gasolina en la bomba ayudan a los trabajadores y las bajas tasas de interés ayudan a la refinanciación y a los constructores de viviendas. El lado positivo de la crisis de COVID-19 para la economía y los mercados de EE.UU. es que probablemente regresarán los empleos de manufactura y cadena de suministro en el extranjero a casa.

En el frente del arbitraje de fusiones, los mercados se vendieron ampliamente en febrero y principios de marzo por preocupaciones relacionadas con COVID-19, así como una disminución significativa en los precios del petróleo y su impacto en los mercados crediticios. La volatilidad del mercado se derramó en las inversiones de arbitraje de fusiones, lo que provocó caídas en el mercado en nuestra cartera.

Es importante tener en cuenta que no se cerraron acuerdos debido a la caída del mercado. Además, estamos bien posicionados para aprovechar las dislocaciones en el mercado, con un enfoque en ofertas a corto plazo. Somos capaces de desplegar capital de manera oportunista en acuerdos significativamente reducidos a precios más bajos que generarán mayores retornos cuando se cierren los acuerdos.

Columna de Gabelli Funds escrita por Michael Gabelli

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Para acceder nuestra metodología de inversión y cartera de arbitraje de fusión dedicada, ofrecemos los siguientes fondos UCITS en cada disciplina:

Gamco arbitraje de fusión

GAMCO Merger Arbitrage UCITS Fund, lanzado en octubre de 2011, es un fondo abierto incorporado en Luxemburgo y que cumple con la regulación UCITS. El equipo, la estrategia dedicada y el registro datan de 1985. El objetivo del Fondo de Arbitraje de Fusión GAMCO es lograr un crecimiento de capital a largo plazo invirtiendo principalmente en transacciones anunciadas de fusiones y adquisiciones de acciones manteniendo una cartera diversificada. El Fondo utiliza un enfoque de inversión altamente especializado diseñado principalmente para beneficiarse de la finalización con éxito de las fusiones, adquisiciones, ofertas públicas, adquisiciones apalancadas y otros tipos de reorganizaciones corporativas propuestas. Analiza y supervisa continuamente cada transacción pendiente por posibles riesgos, incluidos: reglamentación, términos, financiación y aprobación de los accionistas.

Las inversiones de fusión son una alternativa altamente líquida, no correlacionada con el mercado, probada y consistente con los valores de renta fija y de renta variable tradicionales. Los retornos de fusión dependen de los diferenciales de oferta. Los diferenciales de oferta son una función del tiempo, la prima de riesgo de transacción y las tasas de interés. Por lo tanto, los rendimientos están correlacionados con los cambios en las tasas de interés a mediano plazo y no con el mercado de valores en general. La perspectiva de un aumento de las tasas implicaría un mayor rendimiento de las fusiones a medida que los diferenciales se amplíen para compensar a los arbitrajistas. A medida que disminuyen los mercados de bonos (aumentan las tasas de interés), los rendimientos de las fusiones deberían mejorar a medida que las decisiones de asignación de capital se ajustan a los cambios en los costos del capital.

La volatilidad del amplio mercado puede conducir a la ampliación de los diferenciales en las posiciones de fusión, que, junto con nuestras carteras de fusiones bien documentadas, ofrecen el potencial de TIR mejoradas. Las fluctuaciones diarias de la volatilidad de los precios junto con un capital menos propietario (la regla de Volcker) en los Estados Unidos han contribuido a mejorar los diferenciales de las fusiones y, por lo tanto, los rendimientos generales. Por lo tanto, nuestro fondo está bien posicionado como alternativa de sustitución de efectivo o renta fija.

Nuestros objetivos son acumular y preservar la riqueza a lo largo del tiempo, sin dejar de estar correlacionados con los amplios mercados globales. Creamos nuestro primer fondo de fusión dedicado hace 32 años. Desde entonces, nuestro rendimiento de fusión ha aumentado los activos de los clientes a una tasa anual de aproximadamente 10,7% bruto y 7,6% neto desde 1985. Actualmente, administramos activos en nombre de clientes institucionales y de alto patrimonio global en una variedad de estructuras de fondos y mandatos.

Gamco all cap value

El Fondo UCITS GAMCO All Cap Value, lanzado en mayo de 2015, utiliza el PMV patentado de Gabelli con una metodología de inversión Catalyst ™, que funciona desde 1977. El Fondo busca rendimientos absolutos a través de la inversión de valores impulsada por eventos. Nuestra metodología se centra en la inversión con un enfoque fundamental y  bien investigado para conseguir las mejores oportunidades, con un enfoque en valores de activos, flujos de efectivo y catalizadores identificables para maximizar los rendimientos independientemente de la dirección del mercado. El fondo se basa en la experiencia de su equipo de cartera global y más de 35 analistas value.

GAMCO es un inversor activo de valores con enfoque bottom-up que busca lograr una apreciación real del capital (en relación con la inflación) a largo plazo, independientemente de los ciclos del mercado. Nuestro proceso de selección de valores orientado al valor se basa en los principios fundamentales de inversión articulados en 1934 por Graham y Dodd, los fundadores del análisis moderno, y aumentados por Mario Gabelli en 1977 con su introducción de los conceptos de Private Market Value (PMV ) con un Catalyst ™ en el análisis de la renta variable. PMV con Catalyst ™ es nuestra metodología de investigación única que se enfoca en la selección de acciones individuales identificando empresas que se venden por debajo del valor intrínseco con una probabilidad razonable de realizar sus PMV, que definimos como el precio que un comprador estratégico o financiero estaría dispuesto a pagar por la totalidad empresa.

Los factores de valoración fundamentales es utilizada para evaluar valores antes de la inclusión / exclusión en la cartera, nuestro enfoque, impulsado por la investigación, considera el análisis fundamental como un enfoque de tres frentes: flujo de efectivo libre (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, o EBITDA, menos los gastos de capital necesarios para crecer / mantener el negocio); tendencias de ganancias por acción; y el valor de mercado privado (PMV), que abarca los activos y pasivos dentro y fuera del balance. Nuestro equipo llega a una valoración PMV mediante una evaluación rigurosa de los fundamentales de la información disponible al público y el juicio obtenido de la gestión de reuniones, que abarca empresas de todos los tamaños a nivel mundial y nuestro amplio conocimiento acumulado de una variedad de sectores. Luego identificamos negocios para la cartera con un margen adecuado de seguridad y respaldado por nuestra investigación profunda.

Evaluación de las posibles repercusiones del coronavirus en el mercado

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Matteo Fusco Coronavirus
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Matteo Fusco. Foto: Matteo Fusco

Conforme el brote del virus se propaga mucho más allá de las fronteras chinas, resulta difícil prever con exactitud qué impacto tendrá; con todo, podemos afirmar con total seguridad que el consumo y el suministro se verán significativamente afectados.

No cabe duda de que el coronavirus está conmocionando la economía mundial. La naturaleza de la enfermedad difiere en gran medida de la del SARS o la gripe porcina, ya que la tasa de transmisión es mucho más elevada y, por suerte, la tasa de mortalidad es mucho más reducida. Otra clara diferencia es que la infección ya se ha aventurado claramente fuera del continente asiático. Hasta hace unas semanas, los europeos y estadounidenses podían estar tranquilos y considerar que el nuevo virus era un problema de China, con algunos brotes en el resto de Asia. Ahora, tras unas semanas llenas de noticias sobre la evolución del coronavirus en Corea y, más importante aún, en Italia, esta sosegada visión de los mercados se ha hecho añicos, y el S&P retrocedió casi un 7% desde los máximos alcanzados a finales de febrero (1).

¿Cómo evolucionará el brote del coronavirus?

Para los que no nos dedicamos a la medicina o a asuntos de salud pública, resulta muy difícil formular previsiones. No me sorprendería en absoluto que el número de casos aumentara de manera significativa. El simple hecho de que muchas familias hayan viajado por toda Europa durante las recientes vacaciones escolares no hace sino exacerbar la situación. Así pues, la pregunta clave es cómo lograrán las autoridades contener el brote del coronavirus.

El éxito de Singapur en limitar los casos de contagio y no registrar ninguna muerte me resulta alentador. Ahora bien, cuando miramos al futuro, estamos convencidos de que el brote del coronavirus se extinguirá: el calor del verano debería aliviar las tasas de transmisión, aunque las medidas de contención deberían reducir la incidencia de la enfermedad incluso antes del periodo estival.

Si analizamos las estadísticas procedentes de China (y asumiendo que son correctas), ya podemos detectar los resultados de la agresiva estrategia de contención. La crisis llegará a su fin en algún momento, probablemente en los próximos meses. Entonces, ¿cuál será el impacto económico? Hasta la fecha, identificamos dos claras repercusiones: el consumo perdido y el suministro perdido. Cuando examinamos los datos chinos, constamos que el consumo desciende a medida que la enfermedad se convierte en el mayor foco de preocupación de los consumidores.

En febrero, Adidas anunció que las ventas en China se habían desplomado en un 85% (2), y a ese nivel no merece la pena que los analistas traten de cuestionar los números. Se trata de una catástrofe evidente, aunque temporal. En unos cuantos meses (y, sin duda, antes de que acabe el año), volveremos probablemente a la normalidad. No obstante, intuyo que una proporción significativa de la caída en el consumo desaparecerá para siempre. Aunque todavía es posible que acabemos renovando nuestro teléfono inteligente, lo más seguro es que no compremos ese traje de la nueva temporada de primavera que teníamos en mente.

La segunda repercusión se refleja en una perturbación del suministro, donde observamos claramente que la escasez de componentes críticos está provocando una situación de «infraproducción». Apple ya lo reconoció a mediados de febrero (3), y seguiremos escuchando mucho más de lo mismo. De nuevo, si no se disponen de inventarios, la demanda de los consumidores caerá en saco roto y una parte de ese consumo acabará perdiéndose.

En los sectores donde los ciclos de inventarios son la norma, se dará comienzo a un ajuste de inventarios. La profundidad de la etapa descendente del ciclo y el carácter internacional que adquirirá este evento determinarán el periodo necesario de ajuste. Parece probable que asistamos a una nueva «recesión industrial» provocada por el coronavirus, similar a la crisis del euro de 2012, el colapso de los precios del petróleo en 2014-15 y la ralentización derivada del conflicto comercial en 2018-19. Ninguno de estos acontecimientos provocó una recesión global y, dada la naturaleza provisional del brote del coronavirus, no prevemos que esta vez será diferente (aunque podría suceder en Japón o incluso en Alemania, pero sería una recesión leve en todo caso).

Las compañías experimentarán un periodo de revisiones de beneficios a la baja, lo que continuará haciendo mella en el mercado, incluso si su capacidad de perturbación resulta limitada. Aunque no hemos efectuado estimaciones formales, es posible que las revisiones a la baja de los beneficios alcancen los dos dígitos.

Este fue el impacto de las ralentizaciones derivadas de las infecciones virales mencionadas con anterioridad, lo que bastaría para echar por tierra las previsiones de crecimiento de beneficios formuladas para este año. Podríamos plantearlo de otra manera: el entorno de lento crecimiento que la economía mundial ha experimentado desde la crisis financiera mundial se prolongará. Durante ese periodo, la compañía media ha atravesado dificultades para impulsar el crecimiento de los beneficios. En el gráfico 1, por ejemplo, se muestra la evolución de los beneficios mundiales con respecto al sector tecnológico durante el periodo en cuestión.

Columbia Threadneedle Investments

El coronavirus tendrá como efecto una prolongación de esta tendencia en 2020. Huelga decir que no solo las firmas tecnológicas se incluyen en esta categoría, sino también las compañías de crecimiento de elevada calidad y tecnología médica que pueden despuntar en todos los entornos económicos. A finales de febrero, Mastercard lanzó una advertencia sobre beneficios (4), al revisar a la baja sus previsiones de crecimiento de los beneficios en dos o tres puntos porcentuales. Si echamos un vistazo a la rentabilidad de la compañía durante la crisis financiera mundial, observamos que, incluso cuando la fortaleza del dólar suponía un freno, la firma mantuvo una tasa de crecimiento de los ingresos del 3% (5). Los buenos negocios registran rentabilidades superiores y consolidan sus posiciones competitivas durante los periodos más complicados.

A medio plazo, una de las repercusiones evidentes que el coronavirus trae consigo es una mayor presión para diversificar o incluso reducir las cadenas de suministro. En los 30 últimos años, el modelo de éxito de una compañía occidental ha consistido en ampliar las cadenas de suministro con el fin de acceder a unas materias más baratas en las economías de bajos salarios, de las cuales China ha sido la máxima expresión. El presidente Trump ha mostrado una resistencia política a esta tendencia, y el coronavirus refuerza el énfasis en la seguridad del suministro.

En la próxima década, conforme aumenta el uso de la inteligencia artificial, las compañías formularán, por ejemplo, sus previsiones de demanda con una mayor frecuencia, y los negocios sacarán partido de esta información a través de unas cadenas de suministro más cortas y flexibles —y la automatización ayudará a contrarrestar las presiones de costes resultantes. Por último, aunque lo expuesto con anterioridad ofrece un marco de referencia para reflexionar sobre el impacto del coronavirus, la situación cambia muy rápidamente. Saludos y salud.

 

Columna de Neil Robson, director de renta variable global en Columbia Threadneedle Investments

 

Anotaciones:

(1) Bloomberg, 27 de febrero de 2020

(2) «Adidas says business activity in China has tanked roughly 85% due to coronavirus», CNBC, 19 de febrero de 2020

(3)  «Apple warns of coronavirus causing iPhone shortages», The Guardian, 17 de febrero de 2020

(4)  «Mastercard cuts revenue outlook on coronavirus impact», FT.com, 25 de febrero de 2020

(5)  «Visa, MasterCard cut costs as revenue growth slows», Budapest Business Journal, 16 de febrero de 2009

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Asegurar el futuro económico de nuestros seres queridos con discapacidad: la clave está en la planificación

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Foto cedidaPaula Satrústegui, directora del área de Planificación financiera y patrimonial de Abante. Asegurar el futuro económico de nuestros seres queridos con discapacidad: la clave está en la planificación

“Quien tiene un para qué, encuentra el cómo”. Paula Satrústegui, directora del área de Planificación financiera y patrimonial de Abante, subrayaba así la importancia de contar con un plan personal y financiero para asegurar el futuro económico de nuestros familiares con discapacidad o necesidades especiales durante la primera conferencia de Mapfre en colaboración con Abante bajo el título “Cómo planificar el futuro de nuestros seres queridos”.

Con la colaboración de Alberto Matellán, economista jefe de Mapfre Inversión, y Íñigo Alli, adjunto a la presidencia del Consejo Español en Defensa de la Discapacidad y de la Dependencia, los ponentes destacaron el valor del asesoramiento y el largo plazo a la hora de garantizar a estas personas la mejor vida posible, así como la importancia de la integración en todos los ámbitos sociales.

Así, las familias cuentan con diversos vehículos financieros en función de su capacidad de ahorro, sus necesidades, o el riesgo que están dispuestos a asumir. Ahora bien, a la hora de planificar este futuro, Satrústegui recuerda que no podemos olvidar el efecto de la inflación. Ante esto, las familias cuentan con dos herramientas a su favor: el plazo para generar ese ahorro y el interés compuesto. “Todos los años el dinero genera rentabilidad, de ahí la importancia de ponerlo a trabajar”, destacaba Satrústegui.

A la hora de elegir un mecanismo que se adapte a la situación de cada familia, Mapfre destacó varias opciones. Entre ellas:

  1. Los planes de pensiones de personas con discapacidad: ilíquidos hasta que ocurra alguna contingencia o supuesto excepcional de liquidez y con un beneficio fiscal superior a otros productos.
  2. El patrimonio protegido: rescatable a partir del cuarto año o a partir del primero si es para necesidades vitales.
  3. Los fondos de inversión: rescatables en cualquier momento.
  4. Las rentas vitalicias.
  5. Seguro de Vida Riesgo: otorga la prestación en el momento del fallecimiento.
  6. Unit Link: mezcla de acciones o de fondos con un seguro de vida, cubriendo el ahorro y el fallecimiento.

“Una de las cosas que nos preocupan a los que tenemos familiares con discapacidad es si estos van a tener una vida plena”, decía Matellán. En este aspecto, hacía hincapié en el trabajo como un mecanismo de autonomía económica, pero sobre todo, destacaba el entorno social que garantiza una vida plena a estas personas. Si bien las tasas de paro e inactividad entre las personas con discapacidad sigue siendo muy alta, “esto está cambiando muy rápido y las opciones se multiplican”, aseguraba el experto.

Un fondo para incentivar la mejora de las compañías

Desde Mapfre han creado una metodología propia que evalúa las compañías en función de su compromiso con la integración de las personas con discapacidad. A través de MAPFRE Inclusión Responsable, un fondo que invierte en empresas que promueven la inclusión de personas con discapacidad, la aseguradora ha demostrado que la discapacidad puede ser rentable porque incentiva a las compañías a mejorar.

“Un reto se basaba en construir un indicador financiero que hasta ahora nadie había tenido en cuenta”, asegura Matellán. Sin embargo, según el economista, las empresas con discapacitados son más innovadoras porque se acostumbran a pensar de un modo diferente, encontrando soluciones a problemas que, de otro modo, no se habrían planteado.

“España ha sido un ejemplo en la inclusión de las personas con discapacidad”, recuerda Íñigo Alli, adjunto a la presidencia del Consejo Español en Defensa de la Discapacidad y de la Dependencia (CEDDD). No obstante, subraya que aún hay que normalizar a estas personas dentro de la sociedad. Para ello, dice, en un país con 3,84 millones de personas con discapacidad, su inclusión social “debería ocupar el espacio que le corresponde”.

Allí destaca tres retos a resolver: el desarrollo personal de los individuos, lograr una vida inclusiva y conseguir una vida en comunidad. Para ello, “todas las políticas sociales deben ir encaminadas a conseguir estos retos”.

Los economistas piden medidas de urgencia en ámbitos como las finanzas o la fiscalidad para paliar la crisis del coronavirus

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Ante la crisis del coronavirus en España, los economistas trasladan a las autoridades administrativas, a los profesionales y a la sociedad en general una serie de dudas, reflexiones y propuestas de urgencia de carácter económico –todas ellas desde un punto de vista técnico– que han sido elaboradas por los Servicios de Estudios del Consejo General de Economistas de España y que abarcan las diferentes áreas de actividad de los economistas (fiscalidad, finanzas, empresas, laboral, contabilidad, auditoría…)

Para los economistas, es indudable el efecto que está causando el coronavirus en la economía, y dependerá de la evolución de esta enfermedad epidémica el alcance que finalmente pueda tener. En su opinión, la repercusión será diferente para cada sector económico, y explican que los problemas llegan al transporte de pasajeros en general y a las aerolíneas en particular, al turismo y la banca, pero también, advierten, se verán afectadas multitud de empresas organizadoras de eventos, de restauración, así como fabriles o comerciales con problemas de aprovisionamiento.

«Lo que tenemos claro es que, salvo sectores muy determinados, la generalidad de empresas, grandes, pequeñas y medianas, se van a ver negativamente afectadas de una u otra manera», dicen, y eso ya lo reflejan los mercados bursátiles.

«Naturalmente, en una situación como esta, los agentes económicos dirigen su mirada al sector público en busca de ayuda, y un ejemplo de cómo responden es que los bancos centrales ya están preparando medidas para paliar en lo posible esta situación»: de hecho, y a los recortes de tipos efectuados ya por Australia, EE.UU. y Reino Unido, se espera mañana la actuación del Banco Central Europeo.

No obstante, dicen los economistas, «sería deseable que los agentes económicos se comportaran con calma y responsabilidad, huyendo de sobreactuaciones, y teniendo en cuenta que España es un país avanzado con una sanidad moderna y una red de distribución comercial suficientemente preparada. En estos momentos resulta fundamental que las empresas y las familias, en la medida de los posible, mantengan su ciclo financiero con la máxima normalidad posible», dicen.

Ideas de urgencia

Además de las medidas tomadas por el Gobierno español, que consideran van en la línea adecuada, los economistas plantean algunas ideas de urgencia —que habrán de evaluarse y ampliarse en función de la duración y profundidad de esta crisis— para su posible toma en consideración, en varios ámbitos, como fiscalidad, finanzas, empresas, laboral, economía y justicia, contabilidad y auditoría.

En fiscalidad, entre las herramientas de que disponen los Gobiernos para atender este tipo de situaciones, una de las principales es la política tributaria que, para este caso, seguramente no es la principal, dicen, pero puede ayudar a solventar uno de los primeros problemas que se le presentan a empresas y profesionales: la liquidez. «A este respecto, sería deseable que se estableciera la posibilidad de aplazar el pago de determinados impuestos a su vencimiento, con la condición de justificar a posteriori los problemas de liquidez. También es previsible que los profesionales de la asesoría fiscal tengan problemas para poder presentar en plazo las autoliquidaciones de sus clientes, no tanto por el funcionamiento de sus despachos en los que, no sin dificultad, seguramente podrán implantar el teletrabajo, sino porque algunos de sus clientes, en su mayoría pymes, no puedan trasladarles en plazo datos fiables con los que confeccionar los modelos tributarios. A este respecto, podría evaluarse la posibilidad de retrasar algunos plazos de presentación».

En finanzas e inversiones, dicen, «tan importante es gestionar la euforia como el pánico». «Generalmente, en los momentos de euforia es cuando se asumen más riesgos, mientras que en los momentos de pánico ocurre lo contrario, aunque ello no signifique que se esté tomando una decisión más acertada. Tras el optimismo de los primeros días de febrero, superando el día 19 de ese mes los 10.000 puntos, la bolsa española ha llegado a caer más del 26% en estos últimos días de marzo. Esto ha tenido un impacto en los inversores, incluidos los largoplacistas, que, ante la bajada, han procedido a deshacer posiciones (es decir, vender), previendo volver a invertir al menor atisbo de recuperación», recuerdan los economistas.

En este contexto, recurren a la economía conductual, que considera que las emociones y la intuición tienen un papel fundamental en el proceso de toma de decisiones. «Por ello, suscribimos algunas de las recomendaciones incluidas en el Documento de Trabajo de la CNMV sobre Economía conductual para la protección del inversor. Recomendaciones prácticas para inversores, entidades y reguladores«, entre ellas tres: antes de tomar una decisión, es recomendable pensar en opciones alternativas y sopesar los pros y contras de cada una de ellas; antes de adoptar una decisión de inversión es conveniente reflexionar sobre la posibilidad de que el resultado no sea el deseado; la toma de decisiones de inversión se debe hacer bajo condiciones óptimas. Es preciso tomar conciencia de los factores que pueden limitar la capacidad de supervisar estas decisiones.

Por otra parte, explican, conviene tener en cuenta que, en estos momentos no existe escasez de financiación y los bancos centrales están inyectando liquidez, mientras que los tipos de financiación que ofrece el sector bancario a las familias y los mercados financieros prácticamente no han cambiado. «Por ello, proponemos que a aquellas empresas –especialmente pymes– y autónomos de sectores especialmente vulnerables, que se vean afectados por la epidemia de Covid-19, se les puedan otorgar préstamos con tipos de interés ventajosos para reactivar la actividad. No hay que olvidar que en España disponemos de una buena y eficiente red de oficinas bancarias, de un sector financiero muy competitivo, así como de instrumentos públicos que pueden coadyuvar en este sentido», dicen.

Empresas y ámbito laboral

Sobre las empresas, explican que conviene recurrir al plan de contingencia y previsión de riesgos. «En caso de no disponerlo, sería necesario elaborar uno de urgencia convocando un comité de crisis en la empresa. Estimamos fundamental que todas las empresas (no solo las grandes y medianas, sino también las pymes), dispongan de un plan de contingencia, detectando riesgos y teniendo medidas previstas para responder y limitar las consecuencias. En empresas de sectores más vulnerables a los efectos del coronavirus (transporte, turismo…), promover la alerta de una posible insolvencia a través de un “test de solvencia”. Este test debe señalar al deudor en qué punto se encuentra con respecto a una situación de insolvencia a través una serie de elementos objetivos de cumplimiento (por ejemplo, cuotas de AEAT, TGSS, pago puntual de salarios, días de pago a proveedores, días de cobro a clientes…) y de su evolución».

En el ámbito laboral, dicen, «convendría poner en marcha un sistema urgente de ayudas para impulsar el teletrabajo en las empresas y autónomos (subvenciones para compra de equipos, programas…)» Con el objetivo de evitar multas a las empresas, añaden, sería conveniente relajar las medidas del registro de la jornada laboral, por la dificultad que supone controlar el tiempo de trabajo en esta nueva situación. «Habría que valorar la posibilidad, siempre dentro de la excepcionalidad, de poder acumular las horas de trabajo en un menor número de jornadas (cumplir las 40 horas semanales en tres o cuatro días, por ejemplo, para mejorar la conciliación). Valoramos positivamente la iniciativa del Gobierno de aliviar la carga a las empresas con una moratoria para el pago de cotizaciones sociales de empresas y trabajadores autónomos. Además de considerar como situación asimilada a accidente de trabajo a los periodos de aislamiento de las personas trabajadoras, debería valorarse la posibilidad de que la empresa no tenga que abonar cotizaciones por esos trabajadores durante la citada baja laboral», añaden.

En economía y justicia, abogan por «potenciar todavía más el uso de sistemas electrónicos de presentación de documentación en el ámbito de la Justicia y la economía forense. Estimamos que se debería potenciar la utilización de LexNET para evitar presentación física de documentación por parte de administradores concursales y del expediente judicial electrónico para el ámbito pericial. Desde el Consejo General de Economistas, entendemos que es necesario que se extienda de forma urgente Lexnet en todas las comunidades autónomas, pues de momento sólo es de aplicación en algunas. Extender los procedimientos electrónicos en el ámbito de la Justicia es fundamental y más teniendo en cuenta las actuales circunstancias. Sería también recomendable que los ciudadanos actualicen su DNI electrónico, ya que este permite realizar numerosas tramitaciones telemáticas y se evita así tener que acudir a realizarlas en persona. Resultaría también recomendable que las Administraciones Públicas estimulen posibles soluciones de quitas y esperas por parte del crédito público de empresas afectadas por el virus, así como que en posibles próximos casos de segunda oportunidad se sea más flexible, en la línea de la STS de 2 de julio, para evitar mayores daños en las economías, especialmente en las personas físicas (más desfavorecidas), las micropymes y pequeñas empresas.Solicitamos también al poder judicial, magistrados, jueces y letrados de la administración de Justicia, que sean flexibles en cuanto a las actuaciones más inmediatas y posibles plazos judiciales, especialmente para las personas físicas (más desfavorecidas) y pymes, atendiendo un posible aplazamiento o ampliación del plazo».

En contabilidad, recomiendan que las empresas tengan en cuenta esta circunstancia en la información reflejada en sus cuentas anuales, en particular en sus memorias; en sus informes de información no financiera, y en sus informes de gestión. «Entendemos que el reflejo de tal información financiera y no financiera, respecto al Covid-19, no puede entenderse como una nueva carga administrativa, sino todo lo contrario; debe ser considerada como una información que pondrá de manifiesto los posibles efectos negativos y pasajeros que pueda tener el coronavirus sobre la actividad mercantil habitual de las empresas, lo que redundará en la percepción de temporalidad de este adverso escenario. Con una información adecuada, tanto los inversores como las instituciones financieras, las administraciones públicas, los proveedores y los propios clientes, así como cualquier persona o institución interesada en la actividad de las empresas, tendrán una visión amplia y comparada que servirá para evitar que se produzca una situación de pánico económico reduciendo sus propios efectos», dicen los economistas. Por otra parte, en cuanto la contabilidad de gestión, entienden que las empresas deberían adaptar tanto sus planes estratégicos, así como sus presupuestos ante este nuevo escenario. «Las empresas, particularmente las pymes, deben aprovechar esta desgraciada experiencia para llevar a término la elaboración de sus planes de contingencia futuros que recojan estas nuevas particularidades», añaden.

El Consejo General de Economistas de España coordina y representa en los ámbitos nacional e internacional a todos los Colegios de Economistas y de Titulares Mercantiles de España, y ordena y defiende el ejercicio profesional de sus colegiados. En la actualidad hay 55.000 colegiados entre los 47 colegios existentes.