Scope Ratings: «Un crecimiento cercano o inferior al 0% para España en 2020 es nuestra línea de base»

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Medidas contundentes para situaciones excepcionales. Así lo confirmó ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En concreto y ante la amenaza del coronavirus, el Ejecutivo pretende inyectar 200.000 millones de euros para paliar el impacto de la crisis sanitaria sobre la economía española.

La medida, que supone casi un 2% del PIB, tiene como objetivo matizar las condiciones de los despidos colectivos temporales, apoyar a los trabajadores y a las empresas afectadas por la caída de la actividad, garantizar la liquidez de las empresas, y apoyar la investigación para encontrar una vacuna contra el coronavirus.

Entre las medidas concretas figuran el retraso en el pago de las hipotecas, la flexibilización de las cotizaciones a la seguridad social para las pymes y los trabajadores autónomos, y la posibilidad de que los empleados se adapten y reduzcan su horario de trabajo para cuidar a sus familiares dependientes.

«En conjunto, las medidas anunciadas son exactamente lo que se necesita en esta fase”, según el analista de finanzas públicas de Scope Ratings, Alvise Lennkh. “La garantía de liquidez y el apoyo a los autónomos es particularmente importante. Ello se debe a que es poco probable que los bancos concedan préstamos a empresas, que ahora son más inestables debido a la pérdida de flujo de caja resultante de la falta de demanda provocada por las medidas de contención”, añade Lennkh.

De esta manera, el paquete de 200.000 millones de euros comprende fondos públicos y privados y equivale a alrededor del 16% del PIB de España. 100.000 millones de euros están vinculados a un sistema de garantía pública a través del ICO, para asegurar la liquidez de las empresas en dificultades. Otros 17.000 millones de euros se destinan a apoyar a los grupos más propensos a sufrir los efectos de la pandemia. Se espera que el resto provenga de recursos del sector privado.

Antes del brote de COVID-19, las autoridades españolas habían anunciado objetivos presupuestarios de un déficit global del 1,8% para 2020, sujeto a la aprobación del presupuesto. Las estimaciones para el presupuesto de 2020, que se basan en la prórroga del de 2018, suponían un déficit de alrededor del 2,2% para este año antes de las medidas anunciadas.

“Aún no sabemos cómo se contabilizará oficialmente el paquete del gobierno. Si la garantía se asumiera en su totalidad y se añadiera al stock de deuda del gobierno, que actualmente se encuentra en alrededor del 96% del PIB, esto aumentaría el nivel de deuda en alrededor del 8% del PIB hasta alrededor del 105% del PIB. Si los 17.000 millones de euros afectan directamente al presupuesto del gobierno, esto aumentaría el déficit presupuestario en alrededor del 1,4% del PIB”, explica el analista de Scope Ratings.

Otra duda que surge sobre el nuevo paquete de medidas es la de si incumplirá o no los límites establecidos por Bruselas. Ante la cuestión, Lennkh opina que no, ya que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento permite desviarse de la regla del 3% de déficit en circunstancias especiales. “Podemos esperar indulgencia de la Comisión Europea a este respecto al menos para el año 2020. Por lo tanto, aunque la cifra de déficit de España para el año 2020 sea superior al 3%, España cumpliría con las normas, ya que es probable que éstas se adapten o se suspendan para este año”, determina el experto.

De momento, el rating de España no está bajo amenaza

Además, los inversores se preguntan cómo afectará la crisis al rating de España. En este sentido y, teniendo en cuenta que la próxima revisión está prevista para el próximo 21 de agosto, el analista estima poco probable una revisión a la baja sobre la solvencia de España, al menos, a corto plazo.

No obstante, afirma que, si bien los objetivos presupuestarios, que implican un importante esfuerzo fiscal, serían positivos para el crédito (lo que daría lugar a una disminución gradual del déficit fiscal hasta alrededor del 0,9% del PIB en 2023), la incapacidad del gobierno para adoptar el presupuesto sin el partido separatista catalán ERC pone de relieve la fragmentación política del país, que pesa sobre la eficacia de la formulación de políticas, posponiendo la introducción de reformas que implican un coste político muy alto.

“En el contexto de la crisis, la perspectiva de un déficit más cercano al 3% del PIB en 2020 no es en sí misma una razón para rebajar la calificación de los bonos soberanos. La justificación de un mayor déficit, su composición resultante y el contexto actual son fundamentales para evaluar las repercusiones crediticias, que, en nuestra opinión, justifican un importante esfuerzo fiscal para contrarrestar la crisis del coronavirus”, añade.

Las medidas podrían ser suficientes para “aplanar la curva”

En general, los gobiernos están promoviendo dos tipos de políticas: medidas de contención para hacer frente a la crisis sanitaria y políticas para reducir su impacto económico. Es cierto que, en el corto plazo, las iniciativas de contención estrictas son negativas para el crecimiento. No obstante, y aunque todavía es pronto para evaluar sus efectos, el experto de Scope Ratings cree que suponiendo que sean eficaces -como lo han sido en otras partes del mundo, incluidas China y el norte de Italia- son positivas para «aplanar la curva».

En otras palabras, buscan alcanzar un menor número de personas infectadas y, por tanto, una menor carga para la capacidad de los hospitales y una disminución en el número de fallecimientos. Por tanto, suponiendo que las medidas de contención consigan frenar el impacto del coronavirus, “es fundamental que el Gobierno se centre en reducir el impacto en las empresas y los hogares hasta que se hagan visibles los signos positivos de las medidas de contención. Así pues, es probable que las duras medidas de contención y las rápidas medidas económicas permitan un repunte más prematuro y contundente, a partir de la segunda mitad de 2020”, matiza.

La clave es contener la propagación

Todavía no se sabe si, dentro de este paquete de medidas, se necesitarán más propuestas para hacer frente al virus, pero la clave para superar esta crisis es contener la propagación del virus y, en última instancia, desarrollar una cura. “Cuanto antes funcionen las medidas de contención, antes se podrán levantar las medidas adoptadas para ello, haciendo que las empresas y los hogares vuelvan a la normalidad”, afirma Alvise Lennkh.

“Hasta entonces, los dirigentes políticos deben reducir al mínimo los costes económicos de las medidas de contención, en particular mediante estrategias de apoyo para los ingresos de los hogares y las empresas”, añade.

Por otro lado, el BCE ofreció un paquete bien diseñado de medidas de emergencia para hacer frente a la crisis (incluyendo liquidez a un precio atractivo para el sistema bancario y la compra adicional de activos) mientras que la Supervisión Bancaria del BCE acordó medidas de ayuda temporal para los bancos de la zona del euro. En este sentido, el analista cree que esto debería evitar consecuencias procíclicas e imprevistas.

En última instancia, el experto cree que, si la crisis no se aliviana en las próximas semanas, podría ser necesario adoptar medidas adicionales.

 El sector turístico, el caballo de Troya para España

Como se ha comentado, el impacto del virus dependerá, en mayor medida, de su duración. Si la pandemia. Por ello, si el brote dura como en China, desde Scope Ratings señalan que esperan una fuerte revisión a la baja del crecimiento en el primer semestre de 2020.

“Antes del estallido de la crisis del coronavirus, esperábamos que el crecimiento se rebajara hasta alrededor del 1,6% en 2020 desde el 2% en 2019. Sin embargo, además de los procesos que afectan a la mayoría de los países (suspensión en las cadenas de suministro y en la demanda interna), España está particularmente expuesta a los efectos de la crisis de este virus, dada su elevada dependencia del sector turístico (alrededor del 15% del PIB). Un crecimiento cercano o inferior al 0% para 2020 es nuestra línea de base con un amplio margen de incertidumbre”, confirma Lennkh.

Con todo, y pese a que las medidas anunciadas, nacionales y europeas, son exhaustivas, todavía hay que ver signos positivos sobre la eficacia de los cierres y otras medidas de contención en la mayoría de los países europeos.

 

Las EAFs reducen un 10% los ingresos por comisiones y un 13% las retrocesiones en 2019

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Foto: Peloman, Flickr, Creative Commons. cartera

Las empresas de asesoramiento financiero españolas están atravesando un contexto lleno de retos, marcado por las nuevas obligaciones que presenta la normativa MiFID II y la necesidad de hacer frente a los costes que impone la digitalización, lo que está llevando a muchas entidades a transformarse o a fusionarse para poder seguir adelante con el negocio. Como consecuencia, el número de entidades se reduce, en paralelo a su patrimonio asesorado, a sus ingresos y a su número de clientes.

En concreto, el año pasado, estas entidades sufrieron una ligera caída del 1% en el número de clientes asesorados, pasando de 6.524 registrados a finales de 2018 hasta los 6.458 de finales de 2019, según los últimos datos hechos públicos por la CNMV.

Con todo, las EAFs compensaron el bajón del 7,34% en clientes profesionales (que pasaron de 436 a 404) y del 68% en otros clientes (de 91 a 29, principalmente instituciones de inversión colectiva), con un modesto aumento del 0,5% en clientes minoristas, la mayoría de los mismos. Así, en 2019 éstos superaron la barrera de los 6.000 (ver cuadro).

La pérdida de clientes profesionales e IICs se explica también por la conversión de muchas entidades en gestoras o agencias de valores, para gestionar o asesorar con una nueva fórmula esos fondos o sicavs, explican los expertos, que, por lo tanto, dejan de ser sus clientes. «Los datos, objetivamente, no son malos y desde mi punto vista e implican que las EAFs crecen. No son comparables un ejercicio con el otro en cuanto a magnitudes. Lo que sí está claro es que el número de EAFs decrece de 158 a 140. Si tienes en cuenta que la pérdida de clientes profesionales e IICs se explica por la conversión de EAFs en gestoras o agencias de valores, para gestionar o asesorar con una nueva fórmula esos fondos o sicavs, y por lo tanto, dejan de ser clientes de las EAFs, las EAFs que quedan crecen”, explica Albert Ricart, asesor financiero de clientes en Norz Patrimonia.

Así las cosas, el año pasado el número de entidades se redujo en un 11,4%, pasando de 158 a finales de 2018 a las 140 que había registradas a finales de 2019, el número más bajo visto en los últimos años y que da fe de una tendencia descendente iniciada en 2018.

“Se está produciendo una lenta reorganización de las empresas que se hacen al asesoramiento, no solamente son EAFs, también hay agencias de valores y sociedades gestoras de IICs que hacen asesoramiento financiero. Por eso los datos de las EAFs son descendentes. Conforme van ganando tamaño, unas deciden pasar a ser agencias de valores y otras, gestoras, dependiendo del modelo de negocio que tengan. Si tienen vehículos de inversión para asesorar, suele pasa a ser gestoras”, corrobora Carlos García Ciriza, presidente de Aseafi.

La reducción del número de entidades también se explica por los últimos movimientos de fusiones en el sector: uno de los más recientes, el de GAR y SUMMA para dar forma a NORZ. “El sector está en plena reconversión. Las exigencias regulatorias hacen que muchas EAFs no sean viables funcionando por sí solas. De ahí el proceso de concentraciones que se está dando y, desde  mi punto de vista, sólo acaba de comenzar”, añade Ricart desde dicha EAF.

“Se están produciendo integraciones entre EAFs, para ganar tamaño y poder hacer mejor su trabajo e integraciones en entidades más grandes, pero manteniendo el espíritu del asesoramiento financiero fuera de una entidad tradicional”, añade García Ciriza.

Todos estos números serían compatibles con una caída en los activos bajo asesoramiento de estas entidades, desde los 31.658,5 millones de finales de 2018; sin embargo, los datos de finales de 2019 no están disponibles debido a la modificación de la Circular 1/2010 de 28 de julio, de la CNMV, de información reservada de las entidades que prestan servicios de inversión, según explica la autoridad supervisora.

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Menos ingresos

Las EAFs también afrontaron una caída del 9,79% en los ingresos por comisiones, pasando de 62 a 56 millones de euros, al caer un 9,6% las comisiones percibidas, tanto de clientes como de otras entidades. Entre los clientes, los ingresos por asesoramiento financiero cayeron un 8,26%, hasta 41,8 millones de euros, mientras el asesoramiento a empresas sobre la estructura de capital, fusiones y adquisiciones bajó casi un 18%, y los ingresos por elaboración de informes de inversión y análisis financiero se redujo en un 42%.

En el apartado de ingresos percibidos por otras entidades, los ingresos por retrocesiones bajaron un 13,44%, hasta 8,5 millones de euros, desde los casi 10 millones recibidos en 2018, de forma que éstas suponen un 15% sobre los ingresos totales (56 millones de euros) de las EAFs, un porcentaje solo algo menor al de 2018, a pesar de la plena implantación de MiFID II. 

Con todo, hay que poner en contexto las caídas en todos los frentes, que se explican por una reducción del número de entidades. Para el presidente de Aseafi, “lo importante es que el sector está fuerte y va a seguir desarrollándose. Me estoy refiriendo al sector independiente, el que no pertenece a grupos bancarios”, matiza.

AXA IM simplifica su estructura y divide el negocio en dos áreas estratégicas: inversiones alternativas e inversiones tradicionales

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Foto cedidaGérald Harlin, presidente ejecutivo de AXA IM.. AXA IM simplifica su estructura de negocio y lo divide en dos áreas estratégicas: inversión alternativa e inversiones tradicionales

AXA IM ha reorganizado su negocio con el objetivo de impulsar su desarrollo a través de dos áreas estratégicas, AXA IM Alts y AXA IM Core, que serán clave para aportar “valor a los clientes” e “impulsar la parte comercial”. En este sentido, la gestora ha decidido organizar todo su negocio en dos áreas: inversiones alternativas e inversiones tradicionales. 

Para concretar estas dos áreas, ha creado AXA IM Alts, que concentrará el negocio de inversiones alternativas y que estará dirigida por Isabelle Scemama. Mientras que el resto de su negocio, que está vinculado a las inversiones más tradicionales y básicas, se concentrará en el área AXA IM Core, que estará bajo la dirección de Hans Stoter. Eso sí, la gestora aclara que ambas unidades de negocio operarán bajo la marca AXA IM, beneficiándose de las capacidades y funciones globales y transversales que ya existen. 

A raíz de este anuncio, Gérald Harlin, presidente ejecutivo de AXA IM, ha declarado: “Creemos firmemente en el apalancamiento de las clases de activos tanto tradicionales como alternativas para proporcionar a los inversores respuestas adecuadas ante la actual búsqueda de rendimientos y aportarles valor a largo plazo. Queremos que nuestra organización refleje esta creencia y por eso nos proponemos implantar una estructura simplificada compuesta por dos unidades de negocio estratégicas clave. Con un mayor enfoque y proximidad a nuestros clientes, seremos aún más relevantes para sus necesidades, que van evolucionando, acelerando al mismo tiempo el crecimiento rentable de nuestro negocio».

Según ha explicado la gestora, esta simplificación de su estructura es una forma de dar respuesta a las necesidades que tienen los inversores en un entorno de bajos tipos de interés. Para la firma, crear un área solo con el negocio de inversión alternativa tiene sentido porque el apetito de los inversores por este tipo de activo está aumentando, así como hacia estrategias innovadoras y orientadas a los resultados. A esto se suma otras tendencias como  la integración y el impacto de los criterios ESG, que, en su opinión, se están convirtiendo en un catalizador de sus decisiones de inversión. 

“AXA IM responderá a estas tendencias aprovechando décadas de profundo conocimiento de las necesidades de los inversores, así como combinando las capacidades de inversión y conocimientos especializados en materia de ESG en beneficio de clientes minoristas e institucionales. Además, con el fin de mejorar la calidad y la relevancia de sus interacciones con los clientes y responder a sus necesidades en rápida evolución, AXA IM tiene la intención de juntar los equipos de inversión y de atención al cliente”, explica la gestora en su comunicado.

Dos áreas estratégicas 

La organización de su negocio en dos áreas estratégicas, supondrá que AXA IM Alts englobará las plataformas de inversión Real Assets, Structured Finance y Chorus, con un total de 137.000 millones de euros de activos bajo gestión. En este sentido, la gestora sostiene que aprovechará sus más de 30 años de trayectoria para “responder mejor a los desafíos de inversión de los clientes, generando oportunidades adicionales de crosssourcing y conocimientos del mercado”.

Dentro de esta nueva unidad, se creará una equipo de ventas que, según explica, “aprovechará tanto la actual fuerza de ventas de activos reales como una parte de los equipos de ventas institucionales del Grupo de clientes de AXA IM que ya existen, aportando a los clientes un conocimiento mucho más profundo de toda la gama de soluciones de inversión alternativas”.

Por su parte, AXA IM Core comprenderá las plataformas de inversión de Renta Fija, Framlington Equities y Multi-Asset, se reforzará aún más con la incorporación de Rosenberg Equities, lo que supone 536.000 millones de euros en activos bajo gestión. Según apunta la gestora, el equipo de Rosenberg ha construido una plataforma de datos con el objetivo de “aportar valor” a esta área del negocio. “Al igual que otras estrategias de AXA IM, Rosenberg Equities ha integrado completamente el ESG en su oferta. De este modo, AXA IM Core continuará su camino para aumentar la colaboración y la fertilización cruzada, creando valor para los clientes y los equipos de AXA IM”, aclara el comunicado. 

Por último, explica que los actuales equipos de ventas, marketing y desarrollo de productos del Grupo de Clientes de AXA IM se integrarían en AXA IM Core para aumentar la proximidad entre los gestores de cartera y los empleados que están de cara al cliente, “mejorando así la agilidad de AXA IM en beneficio de los clientes”, señalan. Según indica la gestora, todos estos cambios se están terminando de coordinar y presentar a los empleados, por lo que estima que se podrían implantar durante el segundo trimestre de 2020.

Nombramientos y salidas

Como consecuencia de esta nueva organización, la gestora ha comunicado los siguientes cambios en el liderazgo de los departamentos. 

  • Isabelle Scemama, CEO de AXA IM Real Assets, será nombrada directora global de AXA IM Alts, además de su función actual
  • Hans Stoter, director global de Inversiones Centrales, pasará a ser director global de AXA IM Core
  • Deborah Shire, responsable global de Financiaciones Estructuradas, pasará a ser, además, directora adjunta de AXA IM Alts encargada del desarrollo corporativo y miembro del Consejo de Administración de AXA IM, bajo la responsabilidad de Isabelle Scemama
  • Florence Dard, seguirá siendo responsable global de Desarrollo de Negocio de AXA IM Real Assets, pasará a ser responsable global de Client Group, y dependerá de Isabelle Scemama
  • Matthew Lovatt, director global de Framlington Equities, pasaría a ser director global de Grupo de Clientes en AXA IM Core y reportará a Hans Stoter. Además, será miembro del Consejo de Administración de AXA IM.

Sobre las salidas en el equipo de AXA IM, Heidi Ridley, hasta ahora CEO de Rosenberg, dejará la compañía tras 18 años en ella. Según explica la gestora, Heidi dejará el cargo el 31 de marzo, permaneciendo como asesora senior hasta finales de abril. Tras su salida, Paul Flavier, actual Chief Risk Officer de AXA IM, se convertirá en el responsable de Rosenberg Equities a partir del 31 de marzo y reportará directamente a Hans Stoter. La segunda salida de la firma más relevante es la de Bettina Ducat, actual responsable global del Grupo de Clientes de Distribución, que, según informa la gestora, “ha optado por continuar su carrera fuera del Grupo AXA después de 13 años en AXA IM”. Ducat seguirá dentro de la organización hasta finales de junio, según apunta la gestora.

Por último, también deja la firma Francisco Arcilla, que durante los últimos ocho años ha ocupado diferentes puestos en el área de inversión y comercial, aunque actualmente ocupaba el cargo de responsable global del Grupo de Clientes Institucionales. Su cargo pasará a ser ocupado por Matthew Lovatt, de forma inmediata, quien mantendrá sus funciones actuales como director global de Framlington Equities.

“Estoy encantado de contar con el liderazgo y la reconocida experiencia de Isabelle, Hans, Deborah, Florence, Matthew, Paul y Matthieu para ayudarme a dirigir AXA IM y espero que nuestra colaboración continúe. Respecto a Heidi, Bettina y Francisco, destacar que han contribuido enormemente al viaje de AXA IM y me gustaría darles las gracias por todo. Su inquebrantable deseo de poner al cliente en primer lugar, su empuje y su capacidad de liderar e inspirar han marcado la diferencia. Les deseo lo mejor en sus futuros esfuerzos», ha señalado Gérald Harlin antes estos cambios.

Coronavirus: para los inversores se justifica la precaución, no el pánico

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Pixabay CC0 Public Domain. gente

A medida que se extiende el coronavirus, el miedo a la incertidumbre se ha apoderado de los mercados financieros. Según explican desde Allianz GI, las caídas han sido especialmente pronunciadas en el caso del petróleo y la renta variable, y los inversores han buscado refugio en activos percibidos como seguros, tales como el oro, la liquidez, en particular el dólar, y la deuda pública de mercados desarrollados, sobre todo los bonos estadounidenses del Tesoro. 

En este sentido, la gestora se plantea si el movimiento es el correcto. “Hace falta ser cauto, pero los inversores tienen que pensar con calma antes de pulsar el botón del pánico”, recuerdan. Andreas Fruschki, responsable de inversión temática de Allianz Global Investorsreconoce que hay motivos para estar “preocupados” por la marcha de la economía, pero eso no justifica caer en el pánico. “La economía mundial se encontraba ya en una fase tardía del ciclo, con la expectativa de una desaceleración en 2020, pero ahora el impacto del COVID-19 más la caída del precio del petróleo podrían desencadenar una recesión”, apunta en su último informe sobre el entorno de mercado. 

En este sentido, no quiere mostrarse alarmista, pero sí reconocer que una recesión podría ser posible. La economía global ya estaba en la fase final del ciclo económico, ya se enfrentaba a márgenes corporativos récord y a niveles récord de deuda: el apalancamiento del sector privado es particularmente alto en China y en los Estados Unidos.

Como respuesta, la gestora espera que sigamos viendo medidas de emergencia por parte de los bancos centrales, que podrían facilitar la liquidez de manera ilimitada a los mercados y a las economías. “A medida que cae el precio del petróleo, las acciones de las compañías energéticas y los emisores de bonos de alto rendimiento (high yield) podrían sufrir, pero esperamos que los más fuertes puedan sobrevivir y prosperar a pesar de las dificultades actuales”, añade Fruschki

El mensaje para los inversores

Y también como respuesta, pero del inversor, los expertos de la gestora detectan una clara aversión al riesgo que podría mantenerse durante algún tiempo. Según señala Fruschki, “si esto ocurre, habría que centrarse en invertir en compañías de calidad, poco endeudadas, con flujos de caja estables y buena rentabilidad por dividendo”. 

Frente a este escenario, el experto de Allianz GI plantea tres implicaciones y recomendaciones muy claras para el inversor:

  1. Los precios bajos del petróleo probablemente cambiarán. A medida que el precio del petróleo cae, no solo la renta variable del sector energético, sino también los emisores de alto rendimiento (high-yield) sufrirán. “El esquisto de estados unidos puede ser la mayor víctima por ahora, pero esperamos que el más fuerte sobreviva y eventualmente prospere con este reinicio. Se espera que la demanda de petróleo de China se acelere, una vez que su economía vuelva a funcionar”, explica Fruschki
  2. Buscar calidad en medio de la confusión. A corto plazo, consideran que los inversores deberían buscar empresas de calidad con bajo apalancamiento, flujos de efectivo estables y buena rentabilidad por dividendo, puesto que serán las partes más vulnerables del mercado las que sufrirán más.
  3. Los movimientos de risk-on/risk-off continuarán. Fruschki ha observado que el COVID-19 está impulsando a muchos grandes inversores a tomar beneficios, cubrirse masivamente e invertir con un sesgo defensivo en lugar de buscar valor y rentabilidad. “A medida que los ETFs y otras inversiones indexadas se enfrenten a grandes reembolsos, se verán obligados a liquidar algunas participaciones. Estas presiones podrían llevar a la fijación de precios erróneos que disminuyen la confianza de todos los inversores. Pero ya hemos visto grandes giros de risk-off seguidos de grandes movimientos de risk-on, aunque no esperamos que los mercados, en general, se enamoren de los activos de riesgo en el corto plazo”, concluye Fruschki.

Eugene Choi (Pictet AM): «Para 2035 todos los activos de la industria se gestionarán con criterios ESG”

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Eugene Choi (Pictet AM)
Foto cedidaEugene Choi (Pictet AM). Eugene Choi (Pictet AM)

Pictet AM gestiona 9.800 millones de dólares en deuda de mercados emergentes -de los que 5.000 millones están emitidos en divisas locales, 4.000 en moneda fuerte y 800 millones en mixto-. Recientemente la entidad suiza ha lanzado un nuevo fondo de deuda de mercados emergentes sostenible, donde la asignación entre moneda fuerte y local varía entre el 30% y el 70%. El proceso incluye una selección de proveedores de datos ESG de emisores soberanos e integración sistemática de gobernanza, contabilidad creativa y controversias.

En el fondo, el peso de la deuda de un país depende de la calificación ESG, no de la capitalización. Es decir, tiene más peso la deuda del país de mayor calidad, a diferencia de los índices tradicionales, donde tiene más peso la deuda del país con más deuda. Según ha explicado Eugene Choi, especialista de deuda emergente de Pictet AM, en un encuentro con la prensa, «este nuevo fondo está más alineado con los intereses de los clientes. De hecho, se observa mejor rentabilidad en deuda sostenible, especialmente en periodos de estrés”.

“A largo plazo, los asuntos ESG influyen en la trayectoria crediticia, hay que mirar más allá del PIB y fijarse en aspectos como el capital humano, clave para el desarrollo económico. Una excesiva destrucción de recursos naturales daña el crecimiento potencial, mientras que la calidad de las instituciones mejora la resistencia. La integración de estos factores facilita evitar riesgos e identificar oportunidades”, señala Choi.

Sin embargo, Choi echa en falta unos criterios de análisis ESG comunes, ya que difieren en algunos aspectos con el de los índices. Este es el caso de China, cuando para ellos la puntuación ESG debería ser bastante baja, en el índice no lo es. Por eso, aplican su propio análisis, más estricto. “Este proceso propio tiene un coste, pero creemos que hay que hacerlo correctamente. Más aún cuando es previsible que para 2035 todos los activos de la industria globalmente se gestionen con criterios ESG, frente al 25% actual”, señala.

Positiva en bonos

Según ha señalado Choi, actualmente están bastante alcistas en bonos. “Ya lo estábamos antes de la crisis del coronavirus y de que la rentabilidad a vencimiento de la deuda del tesoro EE.UU. llegase al 3,3%”. A pesar de que se hayan dado algunas situaciones que los expertos de la entidad no esperaban, como por ejemplo que los bancos centrales de mercados emergentes ya han llevado a cabo 13 recortes de tipos de interés, o que el mercado descuenta en EE.UU. dos recortes adicionales este año e incluso uno del BCE, Choi considera que en este entorno es poco probable que los inversores vendan sus bonos.

“Es evidente que va a haber impacto en el crecimiento y afortunadamente la inflación es muy baja globalmente, así que muchos bancos centrales de mercados emergentes pueden seguir bajando tipos de interés, con la tranquilidad de no estar siendo contracíclicos respecto a EE.UU., al tiempo que estimulan sus economías”, apunta.

Incluso, advierte de que puede ocurrir que la deuda local de mercados emergentes suba y las acciones de emergentes bajen: “Hay que tener en cuenta el efecto divisa. Pero no me extrañaría que los flujos de inversión vayan más a bonos que a acciones, que parecen más vulnerables actualmente”.

Deuda local china en los índices

A pesar de un comienzo de año difícil en China por las turbulencias causadas por el coronavirus, desde Pictet consideran que el año de la Rata todavía promete para la deuda en renminbi, que puede resultar «sorprendentemente resistente».

La rentabilidad a vencimiento de bonos del gobierno chino a cinco años es del 2,8%, frente al 1,4% del Tesoro de EE.UU., -0,1% del Gobierno japonés y -0,6% del Bund alemán. Además, la correlación de rentabilidad de bonos chinos en renmimbi es de 0,34 respecto a bonos y acciones estadounidenses y europeos.

En este contexto, desde Pictet recuerdan la incorporación de los bonos en renmimbi locales (mercado de 13 billones de dólares) al índice de bonos de emergentes de JP Morgan, donde, según indica Choi, llegará a tener un peso de entre el 8% y el 10%. “Es algo que se puede ver como el sello de aprobación de los esfuerzos por liberalizar el mercado de capitales e integrarse más en el sistema financiero internacional, lo que acerca el renmimbi a una moneda de inversión global”, explica. Sin embargo, aunque hace cinco años se hablaba del renminbi como posible moneda de reserva, Choi considera que las posibilidades se han alejado.

Según explica la experta, no creen que la inclusión la deuda local de China vaya a afectar negativamente a la calificación crediticia del índice, aunque sí que habrá reajuste del peso de otros países. Según prevé, para finales de noviembre la deuda de México y de Brasil pueden mantener su peso del 10% pero el de Indonesia, Polonia, Colombia, Rusia y Turquía puede bajar. El índice prevé nuevas inclusiones, como Egipto, Ucrania, Serbia, Nigeria, las cuales «obviamente no tendrán tanto impacto como China», apunta.

“Se trata de mercados frontera y podrán afectar a la naturaleza del índice por su mayor rentabilidad a vencimiento y volatilidad, debido a riesgo divisa. Sin embargo, el efecto de estos mercados frontera en índices de deuda de mercados emergentes en moneda fuerte es artificialmente menor, pues sus inversores tienden a operar con menos frecuencia al ser mercados estrechos, que representan una parte pequeña de la cartera, siendo la preocupación no poder comprarlos en la recuperación. De hecho, muchos clientes mantienen una visión a largo plazo positiva de mercados emergentes”, aclara. Después de este paso, la experta cree que es posible que otros grandes índices incluyan la deuda china.

Hasta ahora, en Pictet habían estado negativos en deuda a China en dólares, donde, según indica Choi, “los diferenciales de rentabilidad a vencimiento son demasiado ajustados respecto a los fundamentales», pero positivos en su deuda local. «De hecho, China tendrá que introducir más estímulos a su economía, lo cual será favorable para sus bonos”, apunta Choi. Asimismo, señala que por su parte están centrados en bonos soberanos, «si tomamos algo de riesgo de crédito es fuera del índice”, aclara.  

La crisis del COVID-19 también genera beneficios

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Pixabay CC0 Public Domain. Crisis del COVID-19: nuevos riesgos y oportunidades para los inversores

Las crisis de las empresas frenan a los inversores. Cuando una compañía entra en crisis su principal problema es que pierde prestigio y genera dudas en el mercado. Las crisis que han sufrido algunas organizaciones alejan las inversiones e influyen en los planes de los grandes fondos. Nadie va a invertir en un avión que se cae (Boeing), en un banco que contrata mafiosos para controlar a la competencia (BBVA) o en una marca de coches que miente a los consumidores sobre las emisiones de sus modelos (Volkswagen).

El dinero puede callar las reclamaciones de los compradores y atenuar el descrédito mediático, pero no cambia la mala impresión en la confianza de los inversores. El tiempo puede jugar a favor de la recuperación de una marca porque, al fin y al cabo, los consumidores tienen poca memoria. Pero todos estos factores nunca conseguirán restablecer la confianza de los grandes capitales. En el historial de las empresas, las crisis se marcan con rojo que significa «peligro».

En el nuevo siglo, los fondos que controlan los grandes capitales han ido incorporando nuevos parámetros para asegurar más y mejor el destino de las inversiones. En los últimos años, observamos que el comportamiento de la economía y de las inversiones se ha visto alterado por circunstancias ajenas a los propios mercados. Las diversas y variadas crisis que sufrieron muchas empresas obliga a los fondos a comprobar con rigor si las grandes corporaciones son tan sólidas como parece, o de lo contrario, como ocurre en el mundo de la construcción tienen “vicios ocultos”, es decir, defectos que no se ven pero que, a la larga, afectan su posición en el sector o su reputación corporativa.

El COVID-19 arrasa con los mercados

En los últimos días todo ha cambiado con el virus COVID-19. La emergencia internacional declarada por la Organización Mundial de la Salud por la pandemia provocada por el coronavirus en la ciudad de Wuhan y proyectada desde allí al resto del mundo ha alterado todos los mercados, todas las bolsas y todos los proyectos. El extraordinario trabajo realizado por los chinos en los últimos 50 años, que han convertido a China en la segunda potencia mundial después de EE.UU., ha mostrado sus fisuras con la crisis del coronavirus y ha provocado que muchas empresas se hayan visto obligadas a buscar otros fabricantes en Asia o Europa. La llamada “fábrica del mundo” está sufriendo su mayor crack en un siglo.

De repente, una parte de esa gran nación se ha paralizado por un enemigo al que no vemos, no oímos, no olemos, no podemos tocar y tampoco sabemos cuál es su sabor. Un virus mide 0,00000002 cm o si lo prefiere 0,000015 mm, según la notación científica. Ese minúsculo agente infeccioso microscópico acelular ha alterado la vida de millones de personas y está provocando grandes pérdidas en el sector de líneas aéreas, el turismo, la educación, la gastronomía, la hostelería, el sector del automóvil y los espectáculos. En los países con focos infecciosos, recomiendan a la gente que no salga de su casa para evitar contagios y las empresas se defienden con «el trabajo a distancia»: los trabajadores no van a trabajar y conectan con la empresa vía internet.

Aprovechar la crisis y sacar beneficios

Mientras la raza humana se blinda o se esconde para evitar contagios, el dinero, que siempre es miedoso, mira atentamente a los laboratorios farmacéuticos porque en uno de ellos se descubrirá la vacuna y su precio se disparará en las bolsas. Sirva como ejemplo el caso del laboratorio Genomica, filial de PharmaMar, S.A. (en Colmenar Viejo, Madrid, España), filial a su vez de Pharmamar USA Inc. Ha mejorado su valor después de haber obtenido el etiquetado de la Comunidad Europea en un producto, acreditándolo con los requisitos esenciales descritos en la Directiva 98/79/CE, sobre productos sanitarios para diagnóstico in vitro. Ese producto no es ni más ni menos que un kit para detectar el coronavirus. Ya está listo y lo están ofreciendo a los hospitales urbi et orbe.

La pandemia se ha convertido en un nuevo e inquietante factor de análisis financiero. La crisis que se encuentra en pleno desarrollo está afectando a las empresas de China, Italia y España. Primero, muchas marcas tuvieron que salir de China a buscar nuevos fabricantes de sus productos debido al parón industrial en muchas ciudades. El pánico se infiltró en algunos consumidores que ahora desconfían de las marcas chinas y no se atreven a abrir los paquetes que llegan de Alibaba.com (el aspirante a competir con Amazon), por temor a que traigan el temerario virus. En España, miles de personas han dejado de comprar en los populares bazares chinos que proliferan en todos los barrios.

Los inversores se han apresurado a buscar en el mapa dónde está Wuham y analizar qué grandes marcas fabrican en China o se nutren de componentes fabricados en la gran nación de Mao. Tarde o temprano, tendrán que cambiar de proveedores y buscar alternativas para no correr riesgos. No deja de ser curioso y paradójico que el virus se haya convertido en el mejor aliado de EE.UU. y Trump en su guerra comercial con China. El deterioro que están sufriendo los productos «made in China» puede provocar una de las mayores crisis en el país asiático.

Sin embargo, como suele ocurrir casi siempre, toda crisis tiene sus perdedores y ganadores. La estrategia industrial, comercial, turística y hasta deportiva de Europa se ha visto alterada por el nuevo virus. La calma de los mercados y por lo tanto, del mundo, se ha trastocado y ha desatado la carrera en los laboratorios farmacéuticos. Las miradas de los fondos se vuelven ahora hacia las grandes marcas fabricantes de antibióticos, la primera que descubra la vacuna tiene asegurada la venta de millones de unidades.

Mientras tanto, aumentan sus beneficios los fabricantes de mascarillas, geles desinfectantes, papel higiénico, alcohol medicinal y guantes quirúrgicos que ahora la gente se pone para no tocar nada con las manos. Crecen los servicios externos para hospitales, las empresas de limpieza y desinfección, la venta de equipos y trajes de protección. Aumenta en los hogares el consumo de energía, de servicios telefónicos y de televisión, la compra online de comidas preparadas. Las ventas se alimentos perecederos e imperecederos se han disparado. En España el propietario de una de las principales cadenas de supermercados, Juan Roig, creador de Mercadona, ha tenido que salir a pedir tranquilidad porque le gente había duplicado sus compras de alimentos y no daba tiempo a la reposición en los lineales (estanterías) de las tiendas. Y crecen también los servicios de taxis con chofer (Uber, Cabify) porque le gente no quiere viajar en transportes públicos.

Se han suspendido bodas, bautizos, banquetes, fiestas populares, fiestas religiosas y festejos taurinos. Caen las recaudaciones en cines porque las grandes salas solo pueden vender una parte del aforo sentando al público dejando una butaca libre entre dos espectadores (esto, antes de su cierre tras decretarse el estado de alarma en España). Se han cancelado conciertos y giras de artistas, presentaciones de libros, películas y exposiciones. El alegre ruido de calles comerciales y grandes plazas de Italia y España se ha convertido en inquietante silencio. Desciende la actividad financiera, pierden las aerolíneas, cruceros, cadenas hoteleras y el turismo en general. Los museos han cerrado y también los teatros y grandes musicales. El gran negocio de los cursos en el extranjero y el sector educativo en general han perdido la temporada. Ante la crisis y posibles contagios los alumnos extranjeros cancelan el curso y vuelven a sus países a casa de sus padres.

Cuando la crisis del coronavirus acabe, habrán muerto muchos ancianos (los principales afectados) y también muchas pequeñas y medianas empresas que han tenido que cerrar. Una vez más la naturaleza hace su propia selección y como suele ocurrir, ganan los más fuertes, los más inteligentes y los que pueden aguantar el bajón de las ventas. Y quien ganará dinero seguro es “Mr. Cumbia”, Iván Montemayor, un mexicano residente en EE.UU. que se hace llamar el rey de las cumbias virales. Como dice el refranero “a río revuelto ganancia de pescadores”.

Tribuna de Mario Zóttola, autor del libro “Crisis. Cómo prevenir, actuar y comunicar en situaciones de crisis”, de próxima publicación.

Las bolsas europeas seguirán abiertas para garantizar la seguridad, integridad y transparencia del mercado

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Pixabay CC0 Public Domain. Las bolsas europeas anuncian que permanecerán abiertas para garantizar la seguridad, integridad y transparencia del mercado

La Federación Europea de Bolsas (FESE) ha emitido un comunicado aclarando que las bolsas permanecerán abiertas, pese al excepcional contexto que está generando la crisis del coronavirus. En este sentido, la organización remarca que, ahora más que nunca, es “crucial” que no se cierren.  “Los mercados de valores regulados ejercen una función social y económica clave que debe prevalecer en tiempos de incertidumbre”, explican. 

Las bolsas europeas consideran es necesario mantenerse abiertas para garantizar la seguridad, la integridad y la transparencia del mercado. “Los miembros de la FESE no somos inmunes a los efectos desencadenados por rápida difusión del COVID-19 y su impacto en el entorno económico. Aunque esta situación no está exenta de desafíos para las bolsas, es crucial que los mercados permanezcan abiertos. Las bolsas desempeñan un papel fundamental en la formación de precios, la transparencia y la liquidez. Impedir que cumplan esa función tendría un enorme impacto no solo en la economía sino también en la sociedad”, señalan en el comunicado que han lanzado hoy. 

Según explican desde FESE, no es la primera vez que las funciones de las bolsas como infraestructura financiera se ha puesto a prueba. “Por ejemplo, durante la crisis financiera, cuando otras fuentes de liquidez se secaron, los mercados de divisas siguieron funcionando con éxito. Esta situación no es diferente, las bolsas deben seguir funcionando para mantener la confianza”, apunta. 

Y, en este sentido, defiende que cerrar los mercados “no cambiaría la causa subyacente de la volatilidad del mercado”, sino que eliminaría “la transparencia del sentimiento de los inversores y reduciría el acceso de éstos a su dinero”. Por lo tanto considera que un cierre agravaría la actual “ansiedad del mercado” y daría lugar a “una disminución negativa de los resultados para los inversores”.

Por último, el comunicado hace hincapié en que sus funciones continuarán desarrollándose con normalidad:

  1. Técnica y operacionalmente: Los mercados siguen funcionando de manera ordenada y transparente a pesar de las condiciones extremas provocadas por la crisis de COVID-19. Los controles e interruptores habituales funcionan con normalidad y con la flexibilidad necesaria para satisfacer la demanda del mercado. “Se han activado planes de contingencia que garantizarán que todo funcione”, matizan. 
  2. Funcionamiento ordenado de los mercados financieros: Desde FESE reconocen que el constante flujo de noticias da lugar a una continua revisión de las valoraciones de los activos cotizados de los inversores y está generando la necesidad de reequilibrar las carteras de forma dinámica. La organización espera que la crisis actual siga generando tanto un flujo de noticias negativas, como por ejemplo sobre la decisión de cierre del mercado, pero también noticias positivas, como por ejemplo los planes de apoyo de los gobiernos. “La fijación del precio de seguir realizándose de forma transparente, accesible y fiable para toda las clases de activos, así los inversores podrán valorar sus carteras y tomar decisiones de inversión de forma informada”, destaca en el comunicado. 
  3. Contractualmente: La organización recuerda que un cierre de los mercados “desencadenaría todo tipo de cláusulas contractuales procíclicas en una gama muy amplia de contratos de financiación e incluso de explotación”, generando innumerables  incumplimientos.
  4. Consecuencias reglamentarias y para pequeños inversores: Por último, apunta que el cierre de los mercados desencadenaría “la expansión masiva de todo tipo de acuerdos bilaterales fuera del mercado, fuera de los lugares de comercio transparentes y sin las protecciones que prevalecen en los lugares de comercio”. En su opinión, todos los inversores se verían afectados por esa situación, pero advierte: “Los pequeños inversores serían los más perjudicados por el paso a acuerdos tan opacos concluidos entre inversores profesionales, ya que solo podrían ajustar sus posiciones en la reapertura de los lugares de negociación de referencia”. 

En opinión de Euronext, uno de los principales gestores de bolsas en Europa, «nuestros mercados permanecerán abiertos, puesto que su funcionamiento eficiente está garantizado y se implementarán los ajustes pertinentes, según y cuando proceda, siempre en estrecho diálogo y coordinación con nuestros clientes y con los reguladores». 

En este sentido defiende que «los mercados de valores constituyen los principales centros de captación de la liquidez de los flujos naturales y desempeñan un papel fundamental en la formación de los precios. Nuestro objetivo principal es financiar la economía real, y ello requiere que garanticemos la eficiencia y la transparencia en la formación de los precios». 

Bill Hench (Legg Mason): “Las small caps estadounidenses se han situado entre las clases de activos de renta variable más sólidas”

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Foto cedidaBill Hench, gestor del fondo Legg Mason Royce US Small Cap Opportunity.. Bill Hench (Legg Mason): “Históricamente, las compañías estadounidenses de pequeña capitalización se han situado entre las clases de activos de renta variable más sólidas”

Diariamente escuchamos la evolución de las bolsas mundiales y cómo la crisis del coronavirus está afectando a las cotizaciones de las grandes compañías. Pero, ¿qué ocurre con el segmento de las empresas de pequeña capitalización? Bill Hench, gestor del fondo Legg Mason Royce US Small Cap Opportunity, sigue defendiendo que son un buen activo para diversificar las carteras gracias al rápido potencial de recuperación que tienen. 

P. Durante los dos últimos años hemos odio hablar más de las small cap europeas, ¿por qué considera que las estadounidenses son interesantes? 

R. En mi opinión, el tamaño y la diversidad del mercado de valores estadounidenses de pequeña capitalización hacen que resulte interesante, a lo que se suma el gran número de compañías atractivas e innovadoras que alberga. No invertimos en títulos europeos de pequeña capitalización, principalmente porque los valores estadounidenses de este segmento nos brindan un gran número de posibles candidatos entre los que elegir.

P. Su visión sobre esta clase de activo se materializa en el fondo Legg Mason Royce US Small Cap Opportunity. ¿Cree que el ciclo económico en EE.UU. aún tiene recorrido y que la demanda interna se mantendrá fuerte? ¿Qué fortalezas tienen las small cap estadounidenses? 

R. El ingente tamaño del mercado de valores estadounidenses de pequeña capitalización, con más de 3.000 empresas cotizadas, presenta numerosas oportunidades para que un inversor disciplinado invierta en títulos que en apariencia resultan atractivamente baratos y presentan unas perspectivas favorables en términos de crecimiento y beneficios. Históricamente, las compañías estadounidenses de pequeña capitalización se han situado entre las clases de activos de renta variable más sólidas, y a menudo ha sido la que mejor desempeño ha protagonizado. Estos valores también han registrado una mayor volatilidad, motivo por el cual una estrategia consecuente y disciplinada con una orientación a largo plazo puede brindar resultados satisfactorios. Al utilizar la volatilidad a corto plazo en nuestro beneficio, pensamos poder lograr una rentabilidad superior a la del mercado a largo plazo.

P. El impacto del coronavirus en los mercados, ¿puede afectar de manera positiva a las small caps de EE.UU., mediante un estímulo de la demanda interna, o puede por el contrario perjudicar sus negocios?

R. Más allá de la tragedia humana que conlleva el virus, las repercusiones se han materializado, y lo siguen haciendo, en forma de ventas indiscriminadas. Al igual que en anteriores ocasiones, cabría esperar que los valores de pequeña capitalización acusaran una caída más pronunciada que la de otros segmentos del mercado debido a la menor liquidez. También creemos que la recuperación llegaría primero a las empresas de gran capitalización, pero que posteriormente esta se ampliaría y terminaría por abarcar al mercado de títulos de pequeña capitalización. Por ahora, resulta imposible determinar la demanda o los daños concretos que se derivan de esta situación en curso. Como siempre, tratamos de posicionar nuestra cartera para captar el mayor potencial alcista posible. Para ello, sacamos partido de las ineficiencias y las marcadas caídas del mercado.

P. ¿Qué cree que impulsará el rendimiento de este tamaño de empresas?

R. La aceleración o recuperación de los beneficios suelen ser los principales catalizadores, y son varios los factores que pueden resultar clave para los beneficios. En ocasiones, basta sencillamente con un crecimiento económico general más rápido o con el reconocimiento, por parte del mercado, de que una tecnología, producto o servicio ha adquirido mayor trascendencia. Podríamos mencionar como ejemplo la manera en que un número sumamente elevado de empresas en el segmento de semiconductores se han beneficiado tanto del crecimiento del cloud como de que la práctica totalidad de los electrodomésticos y vehículos estén actualmente dotados de placas de circuito y de otras tecnologías para su funcionamiento. La solidez del mercado inmobiliario estadounidense ha beneficiado a varios sectores, desde las empresas madereras y las constructoras hasta las compañías de desarrollo de software para tramitar hipotecas. Por tanto, entran en juego muchos factores, y nos mantenemos informados para tratar de sacar partido de las oportunidades que se pasan por alto.

P. El segmento de small cap cuenta con más analistas y es algo más común entre los inversores, pero ¿qué hay de las microempresas? ¿En qué medida pueden representar una oportunidad?

En primer lugar, cabe resaltar que numerosas empresas estadounidenses de pequeña capitalización no son objeto de análisis bursátiles. Cierto es que esta situación se da en mayor medida en el caso de los títulos de microcapitalización, pero es algo que también observamos en el segmento de valores de pequeña capitalización. Siempre hemos tenido una marcada exposición a las empresas de microcapitalización en la cartera. Al igual que las compañías de pequeña capitalización en su conjunto, constituye un segmento con un gran número de empresas, por lo que casi siempre podemos identificar oportunidades en este espacio. Las empresas de microcapitalización también han ido considerablemente a la zaga del mercado estadounidense en su conjunto durante los últimos dos años, lo que nos ha brindado muchas compañías que, en nuestra opinión, resultan interesantes.

P. Muchos inversores o selectores de fondos evitan las small cap porque dan sensación de mayor riesgo. ¿Cuáles son los criterios que usa en su fondo para seleccionar las empresas? ¿Cómo se gestiona el riesgo?

Nuestro Fondo recurre a un enfoque deep value oportunista para invertir en empresas con unas ratios reducidas en términos precio/valor contable y precio/ventas que, posteriormente, clasificamos en una de las cuatro temáticas (turnarounds, unrecognized asset values, undervalued growth e interrupted earnings). La labor de nuestro equipo se centra en identificar un catalizador del crecimiento futuro de los beneficios, como un nuevo equipo directivo, un ciclo empresarial más favorable, la innovación de los productos o una mejora de los márgenes. Gestionamos el riesgo mediante una diversificación en sectores, industrias y posiciones. Generalmente, las posiciones individuales se reducen cuando superan más del 1% de los activos netos de la cartera. 

P. En el momento actual del ciclo, ¿qué puede aportar un fondo de este tipo a la cartera de un inversor?

R. Creemos que nuestra estrategia resulta adecuada para los inversores que buscan una manera exclusiva de participar en el mercado de valores estadounidenses de pequeña capitalización con el potencial de generar rentabilidades superiores a las del índice a largo plazo.

Lombard Odier IM lanza una estrategia de renta variable global para invertir en la transición climática

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Pixabay CC0 Public Domain. Impuesto al carbono en la frontera de la UE: ¿una medida sostenible o un catalizador para la fuga de carbono?

Lombard Odier Investment Managers (LOIM) amplía su oferta de fondos sostenibles de renta variable con el lanzamiento de una estrategia de transición climática que invierte en empresas que ya «estén generando rendimientos, con buena posición de mercado y que ofrezcan soluciones para reducir o evitar el uso de carbón o energías fósiles».

Según explica la gestora, a través de una estrategia de enfoque disciplinada y con visión de futuro, los “candidatos a la transición de los sectores difíciles de abatir y los líderes de la adaptación” se incluyen en una cartera de renta variable global de alta convicción de 40 a 50 valores, para captar oportunidades intersectoriales.

“Estamos en medio de una transformación masiva hacia una economía sostenible de cero emisiones. Hay millones de dólares en juego en esta transición climática, que creemos que creará un valor significativo y dará una forma fundamental a los resultados de la cartera en los años venideros”, asegura Hubert Keller, socio director del grupo Lombard Odier y CEO de LOIM.

Por ejemplo, LOIM invertirá, a través de esta estrategia en empresas que ofrezcan proyectos de mejora de la eficiencia energética y de energía renovable. Asimismo, se enfocará en aquellas empresas de la industria con uso intensivo de energías fósiles, pero que estén en transición hacia una actividad de cero emisiones. Además, también contempla empresas que se centren en la construcción de infraestructuras más resistentes o que vigilen los riesgos físicos y financieros relacionados con el clima.

“La estrategia de transición climática de LOIM ha sido diseñada como un elemento básico global para la asignación de activos. Representa uno de los varios pasos importantes que estamos dando en todo el grupo para alinear todas las carteras y captar las oportunidades de inversión que surgen de la transición climática”, añade Keller.

Estará gestionada por Paul Udall y François Meunier, gestores de cartera del equipo de Renta variable global de LOIM. Udall lleva 18 años gestionando estrategias de inversión sostenibles, con especial énfasis en el cambio climático. Meunier, por su parte, es un destacado experto en digitalización e innovación tecnológica con más de 19 años de experiencia en la industria.

Basado en las novedades del Plan de Acción de Financiación Sostenible de la UE a través de los nuevos puntos de referencia sobre taxonomía y clima de la UE, esta nueva estrategia se inspira en las últimas recomendaciones de la ciencia, la industria y la política, según afirman desde LOIM. Asimismo, los Principios de Oxford Martin para la Inversión con Consciencia Climática y las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera Relacionada con el Clima (TCFD) se incorporarán en el núcleo del enfoque de gestión de la estrategia, así como en las actividades generales de gestión de LOIM. 

Además, LOIM proporcionará a los inversores un informe de sostenibilidad para mostrar el impacto climático que la inversión en estas empresas aporta a la sociedad y al planeta e informará sobre el progreso de la administración en toda la cartera.

El coronavirus seguirá afectando a los bancos antes de convertirse en una oportunidad de crédito

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Pixabay CC0 Public Domain. La crisis del coronavirus seguirá afectando a los bancos antes de convertirse en una oportunidad de crédito

“La duración y profundidad de la recesión económica en desarrollo determinará si esto se convierte en un factor negativo para las calificaciones bancarias”. Así lo asegura Marco Troiano, subdirector del equipo de instituciones financieras de Scope Ratings, en el último informe de la entidad acerca del impacto del coronavirus en el sector bancario europeo.

Por un lado, el equipo de análisis del sector financiero de Scope Ratings advierte que, a medida que el virus se extiende, el riesgo de que los gobiernos europeos respondan con medidas draconianas que socaven el crecimiento económico, al menos a corto plazo, aumenta considerablemente.

Las medidas de bloqueo extensivo implantadas en China podrían ser repetidas en otros países, aunque, según el informe, deberán ser ajustadas para su efectividad. “Una vez aplicada, la normalización será gradual y el riesgo para los bancos será que la actividad económica se recupere lentamente, lo que afectará la calidad de los activos”, subraya Troiano, autor del informe.

Además, la incertidumbre se ve agravada por las incógnitas en las respuestas políticas de la salud pública, las autoridades fiscales y monetarias, así como el propio sistema financiero. La profundidad y duración de la actual recesión económica vendrá determinada, según Troiano, por la efectividad de la regulación a medida que el virus se expanda.

Si bien la gama de escenarios económicos posibles es aún muy extensa, el crecimiento global se verá sin duda afectado por el virus. Según el informe, en Europa, especialmente Italia, se podrían registrar recesiones durante la primera mitad del año. “Afortunadamente, la crisis del coronavirus se encuentra un sector financiero que se ha renovado con éxito tras la crisis financiera”, asegura Troiano. No obstante, la crisis seguirá afectando a los bancos antes de convertirse en una oportunidad de crédito.

Además, el informe advierte de que evitar que las crisis de liquidez en áreas que hayan sido bloqueadas se conviertan en problemas de solvencia generalizados será clave. “Esperamos que el sistema financiero mantenga abiertos los flujos de liquidez, especialmente si los gobiernos se mueven para extender las garantías”, añade el autor.

Los balances sólidos con niveles bajos de morosidad, altos coeficientes de capital y perfiles de financiación equilibrados deberían ofrecer cierta protección a los acreedores bancarios, especialmente a los que se encuentran en las partes más altas de la estructura de capital, añaden.

Por otro lado, Troiano destaca el papel del Banco Central Europeo (BCE) y asegura que este seguirá “jugando un papel clave» para mantener los niveles de servicio de la deuda bajo control. En países muy endeudados, como es el caso de Italia, será una pieza crucial en el rompecabezas político. “El espacio para errores políticos, falta de coordinación o respuestas tardías es grande y representa un riesgo clave a la baja para nuestro caso base relativamente benigno”, advierte el autor.

Por último, el probable aumento de las pérdidas por préstamos deprimiría aún más la rentabilidad del sector, que ya es baja e insuficiente para lograr una creación sostenida de valor para los accionistas a lo largo del ciclo. “El elevado nivel de incertidumbre podría nublar las perspectivas de dividendos y recompras, que se han convertido en un pivote en la historia de la equidad bancaria en los últimos meses”, concluye Troiano.