El reto de los asesores financieros en la crisis del coronavirus: ¿cómo dar respuesta a los clientes?

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La crisis del coronavirus, y el confinamiento de los españoles ante el estado de alarma, está obligando a los asesores financieros a impulsar nuevas formas de comunicación con sus clientes, dejando de lado el cara a cara y optando por la tecnología para una comunicación más digital, vía conferencias telefónicas, llamadas o Skypes. Pero eso no significa que el servicio pare: todo lo contrario, en un momento más complicado y necesario que nunca, en el que las empresas de asesoramiento financiero (EAFs) tienen que sensibilizarse ante las principales preocupaciones de sus clientes, y ofrecerles respuestas.

“Estamos llamando a nuestros clientes para transmitirles apoyo, porque tranquilidad es difícil. El tema sanitario está por encima de todo como prioridad”, dice Cristóbal Amorós, de Amorós Arbaiza Inversiones EAF.

“En estos momentos de incertidumbre extrema, nuestros clientes nos están demostrando más que nunca su confianza. Esta confianza, unido a que su preocupación número uno es la salud de toda la familia, hace que no nos estén demandando reuniones presenciales. Estamos poniendo todo nuestro esfuerzo para estar más cerca de ellos que nunca hablando por teléfono, comunicándoles nuestra visión, explicando la estrategia y realizando recomendaciones para preparar y posicionar su cartera considerando que caídas como las actuales suelen ser buenas oportunidades para construir carteras a futuro”, explica Carlos Farrás Fernández, socio director y CIO de DPM Finanzas EAF.

Pero no todos los clientes están alarmados, y algunos entienden muy bien la situación, y la importancia de aguantar e invertir a largo plazo: “Una de nuestras tareas como asesores es educar financieramente a nuestros clientes, a los que no lo están ya, y mostrarles las ventajas de la diversificación y de la visión de plazo en las inversiones; de ahí que, en general, están considerando la actual fase de mercado como algo pasajero y con consecuencias que el paso del tiempo irá modulando, y la bondad de los productos en los que están invertidos se impondrá”, explica Guillermo Santos, desde la EAF iCapital.

“Nuestros clientes están tranquilos puesto que todos ellos estaban en el rango bajo de exposición a riesgo dentro de su perfil de inversión, lo que nos va a permitir aumentar esa exposición a precios de pánico”, dice también Iker Barrón, socio director de la EAF Portocolom.

Y los clientes, dicen, muestran confianza en sus asesores: “Veo a los clientes preocupados pero confiados al mismo tiempo. Nosotros como asesores debemos acompañar al cliente y estar ahí para explicarle y apoyarle pero también se agradece mucho, y me ha pasado, que los clientes, antes de decir nada, te digan tranquila, confío en ti», señala Araceli de Frutos, fundadora de su EAF. “Realmente escuchan mis argumentos y explicaciones y de momento están tranquilos”, añade.

Mayor preocupación por la salud que por el mercado

“Los clientes tienen una mayor preocupación respecto a la situación relacionada con la salud. Hemos visto que, en esta ocasión, las caídas de los mercados les preocupan relativamente menos. También es cierto que la composición de activos de sus carteras está muy ajustada a su perfil de riesgo y sobre todo a sus creencias y conocimientos financieros, lo cual facilita el entendimiento de la volatilidad, a pesar de que las pérdidas no son agradables para nadie”, explica Ana Fernández, fundadora de AFS Finance Advisors EAF. Por su parte, y con el fin de calmar la ansiedad que produce esta situación, trata de contarles los diferentes escenarios posibles, “para que puedan estar preparados para que la valoración de su cartera pueda sufrir caídas adicionales, pero también para que sean conscientes de que en algún momento las medidas excepcionales a nivel mundial tendrán un impacto positivo para la economía, y por tanto, para la recuperación de la valoración de muchos activos”, añade. 

“Lo que más preocupa a los clientes es primeramente la salud individual y de la familia. En cuanto a la preservación del patrimonio, les preocupa, pero algo menos, en la medida en que ya han vivido y soportado con nosotros algunos shocks, tales como el Brexit o finales de 2018”, explica Munesh Melwani, socio fundador-director general de Cross Capital EAF. «Hemos incrementado notablemente nuestro nivel de comunicación, en términos de periodicidad y opinión acerca de los efectos de la crisis del COVID-19 sobre la economía y los mercados, y por ende sobre las carteras e IICs que asesoramos», añade.

“En general los clientes se están comportando de una forma estoica, son conscientes de la situación y en la mayoría de los casos estamos aprovechando para incrementar el riesgo en la cartera. Entienden la situación como coyuntural y no estructural, y ven que tienen la oportunidad de invertir en buenos negocios con unas valoraciones atractivas. Seguramente algo habrá contribuido el haberles educado los últimos años para convertirse en inversores profesionales y no en especuladores de corto plazo”, dicen en la misma línea en DPM Finanzas EAF. Pero Farrás explica cuál es el cliente más preocupado: “Los inversores de edad avanzada son los que sufren cierta ansiedad, porque consideran que su horizonte temporal ya no es tan largo, y por ser conscientes de que si no obtienen rentabilidades cada año se irán comiendo su patrimonio más rápidamente”.

Las preocupaciones de los asesores

Y es que los motivos para preocuparse existen. Para Barrón, preocupan las consecuencias humanas, laborales y sociales y para Santos, lo más preocupante de la crisis, más allá del drama humano de muertes y enfermos, es “lo que puede afectar a algunos sectores de la economía y la pérdida de puestos de trabajo, con consecuencias muy negativas para muchas familias y, por ende, para el consumo de los países y para su crecimiento futuro. Esto se tardará en absorber”, reconoce. “Nos preocupa además del tema salud, el daño a la economía real y el paro que se va a disparar en casi todos los sectores. Nadie va a quedar indemne de esta brutal crisis”, dice en la misma línea Amorós Arbaiza.

“Lo que más me preocupa es que no tenemos plan B, es decir, no podemos permitir que la crisis sanitaria actual se convierta en una crisis estructural porque el sistema económico no lo resistiría. Recordemos lo que supuso la quiebra de Lehman Brothers (crisis 2008) o de Enron (crisis 2001) en EE.UU: imagínense ahora una quiebra sistemática de todas las compañías a nivel global por el parón del coronavirus. Empezaríamos con las aerolíneas, hoteles, fabricantes de coches, empresas industriales y por último los bancos donde tenemos depositados nuestros saldos. Y aquellos que tienen inmuebles no tendrían a quién venderlos o alquilarlos porque el resto de la ciudadanía estaría arruinada”, dice Farrás. “Lo bueno de no tener plan B es que los estados y bancos centrales harán “what ever it takes” para ayudarnos a volver a la normalidad cuando la pandemia se controle”, añade.

“Lo que más me preocupa de esta crisis es cómo se va a salir de ella. Es una crisis global, estamos ante una «guerra biológica» en la que creo que se deberían tomar acciones más coordinadas de política económica, sobre todo fiscal por los distintos gobiernos. Si no, aumentarán las desigualdades y la capacidad de recuperación será muy dispar entre países”, añade De Frutos, que vive esta crisis, sobre todo, mirando la salud y la vida de la sociedad: “Cuando hay vida las consecuencias de la crisis tienen arreglo”, dice, en positivo.

A Fernández le preocupa que el «miedo al miedo» pueda ser mayor que todas las medidas de apoyo económico y fiscal: “En estos momentos, la teoría de masas arrastradas por el miedo puede llevar a los mercados a mínimos difíciles de predecir. Sin embargo, creo que hay que mirar más allá de la situación de corto plazo y tratar de visualizar qué negocios serán los beneficiados de esta situación y qué nuevos hábitos nacerán y qué nuevas formas de trabajar se implementarán”.

Lo que más preocupa en Cross Capital es el plazo que nos llevará como sociedad volver a la normalidad de nuestras vidas a nivel personal y profesional: «Supondrá cambios en el comportamiento social, en el terreno laboral, así como en los hábitos de consumo y conciencia colectiva sobre la importancia relativa de las cosas. El COVID-19 ha puesto de manifiesto nuestra fragilidad como especie, a la que hay que unir la crisis climática, que también exige una reacción comprometida de la población a escala mundial”, afirma Melwani.

Teletrabajo pero sirviendo al cliente

Las EAFs se han acogido al teletrabajo en una situación de estado de alarma, en la que se premite a las entidades bancarias abrir con restricciones. “Estamos trabajando desde casa  con absoluta normalidad e intensidad del servicio de asesoramiento que prestamos y hacemos conferencias, telefónicas o vía Skype, con los clientes. Éstos tienen además la aplicación de iCapital para smartphones para recibir informes, propuestas de inversión y dar el visto bueno a las propuestas de inversión”, explica Santos.

“La semana del 2 de marzo implementamos el teletrabajo para los 11 empleados de Portocolom. Gracias a la tecnología mantenemos nuestra comunicación continua mediante teleconferencias, tenemos grupos de trabajo virtuales, y realmente nuestro trabajo no se ha visto afectado en absoluto”, explica Barrón. “Por la oficina pasa alguno de nosotros, individualmente, para recoger correspondencia. La comunicación con los clientes es virtual y continua, pues ellos entienden lo extraordinario de la situación y por el contrario, no comprenderían que no asumiésemos nuestra responsabilidad no quedándonos en casa”, añade.

Estamos trabajando desde casa, salvo una persona que va  por el despacho. Los clientes no demandan apenas nada, están en shock…. Llaman pocos”, explica Amorós Arbaiza.

“Esta crisis nos ha sorprendido la rapidez con la que se han producido todos los acontecimientos y las medidas tan excepcionales que estamos viendo a nivel global para contener la pandemia. La digitalización de todos nuestros procesos y herramientas los últimos años nos permite trabajar desde casa (sin problemas) con todas las capacidades. Los clientes pueden acceder a sus informes y posiciones online, firmar las propuestas de inversión a través de nuestra app y ejecutar las operaciones por medios telemáticos de manera fácil y sencilla”, explica Farrás.

 “Con el fin de evitar riesgos para nuestra salud y la de los demás, hemos decidido trabajar desde casa. Hemos habilitado todos los medios necesarios para trabajar a distancia. Los clientes están debidamente atendidos por videoconferencias, llamadas telefónicas y con envío diario de correos informativos, y de momento nuestros clientes no nos demandan servicio presencial”, cuentan también en AFS.

Vivimos la crisis con preocupación, dado que se trata de una pandemia sin precedentes por la velocidad de contagio y ausencia de tratamiento eficaz a día de hoy, que está poniendo de manifiesto que los sistemas sanitarios no están dimensionados en términos de recursos para una infección de esta magnitud. Trabajamos desde casa plenamente habilitados en cloud, contando con todas las herramientas de vanguardia en teletrabajo, permitiendo videocall entre los distintos miembros del equipo y con clientes, así como acceso a nuestros terminales financieros”, añade Melwani.

 

Banco Sabadell vende a BNP Paribas su negocio de depositaría por 115 millones

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Pixabay CC0 Public DomainFoto: JuergenJM. industria

Banco Sabadell ha vendido su negocio de depositaría institucional a BNP Paribas Securities Services por un importe de 115 millones de euros. La operación generará una plusvalía neta de 75 millones de euros al banco español.

La operación forma parte de la estrategia que inició el banco hace un año para desprenderse de los negocios no esenciales del grupo para reforzar su solvencia sin la necesidad de ampliar capital. La entidad ya ha vendido su gestora de inmuebles Solvia al fondo Intrum, su promotora SDIN a Oaktree, y recientemente su gestora de fondos a Amundi.

El acuerdo prevé cobros adicionales posteriores al cierre sujetos al cumplimiento de determinados objetivos ligados al volumen de activos bajo depósito e ingresos por comisiones de los mismos.

El cierre de la operación está previsto en el segundo trimestre de 2021 una vez se obtengan las autorizaciones pertinentes, según ha informado este lunes la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El negocio de depositaría institucional de Banco Sabadell incluía aproximadamente 22.000 millones de euros bajo depósito a finales del pasado ejercicio.

 

 

 

 

Lyxor lanza una gama de ETFs diseñada para contrarrestar el cambio climático

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Pixabay CC0 Public Domain. Bonos corporativos de mercados emergentes: una fuente de diversificación interesante

Lyxor ha anunciado el lanzamiento de una gama completa de ETFs diseñada para contrarrestar el cambio climático. Según la gestora, es el primer proveedor de vehículos indexados que pone a disposición del inversor todo un «ecosistema» de inversión de este tipo. La firma estrena esta nueva gama con estrategias de inversión ya registradas: Lyxor MSCI USA Climate Change UCITS ETF y Lyxor MSCI EM Climate Change UCITS ETF.

La gestora explica que estos ETFs, los primeros de este tipo en Europa, están diseñados para “ser coherentes con los objetivos de reducción de emisiones de carbono del Acuerdo de París de 2015”. Los inversores podrán acceder a las exposiciones de renta variable europea, estadounidense, de mercados emergentes y mundial de una manera sencilla, transparente y rentable. Dos de los ETFs, los anteriormente citados que invierten en mercados emergentes y Estados Unidos, empezaron a cotizar el 26 de marzo en Euronext (en euros), y también cotizarán en la Bolsa de Valores de Londres (London Stock Exchange) (en dólares) el 7 de abril. Según ha informado la gestora, “otros dos ETFs les seguirán en breve”.

Estos vehículos replican los índices de cambio climático del MSCI que tienen en cuenta los principales objetivos de los reglamentos de la Unión Europea sobre los índices de referencia de inversión como parte del Plan de Acción sobre la financiación del crecimiento sostenible de la UE de 2018. En este sentido, una parte esencial de este plan fue la creación de nuevos índices de referencia sobre la transición climática diseñados para ayudar a los inversores a reorientar su capital hacia carteras con una trayectoria de descarbonización coherente con los objetivos del Acuerdo de París. 

“Para construir estos puntos de referencia climáticos, el Grupo de Expertos Técnicos (TEG, por sus siglas en inglés) de la UE recomendó utilizar el escenario más ambicioso del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), el de 1,5ºC («1,5ºC sin rebasamiento o con rebasamiento limitado»). Al hacerlo, propuso un marco normativo de requisitos mínimos para estos índices que implican una reducción de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero del 7% anual para lograr la neutralidad del carbono neto para 2050”, recuerdan desde la gestora. 

La mayoría de los principales índices de inversión implican actualmente aumentos de temperatura de unos 4° a 6° C de aquí a 2100, lo que podría significar el fin de la humanidad tal como la conocemos. Redistribuir los billones de dólares de estos índices que no cumplen con los objetivos medioambientales, es fundamental para el desafío que tenemos ante nosotros. A partir de abril de 2020, los creadores de los índices tendrán que revelar si sus índices de referencia más significativos están alineados o no con los objetivos de calentamiento del Acuerdo de París y más tarde podrán sugerir un plan alternativo. 

Los índices del MSCI sobre el cambio climático se diseñaron para cumplir con los principales objetivos de los puntos de referencia de la UE sobre la transición climática, incluida una reducción inmediata del 30% de la intensidad de carbono y una trayectoria de reducción absoluta de las emisiones del 7% anual, al tiempo que se reasigna el capital a los sectores y empresas que descarbonizan con más éxito. Se espera que su metodología cambie a la de los índices provisionales de transición climática de la UE sobre el cambio climático del MSCI para que se cumplan así todos los requisitos mínimos previstos en el Informe Final del TEG del 30 de septiembre de 2019. 

Estos ETFs aumentan la gama actual de fondos de Lyxor y marcan un hito en la misión de Lyxor de acelerar la transición a una economía más ecológica. “Lyxor es ya el único proveedor de ETF en Europa que ofrece inversiones que contribuyen directamente a cuatro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Este es el primero de una serie de lanzamientos, por parte de Lyxor, de ETFs relacionados con el clima a lo largo de este año. Para los inversores, el resultado final será el acceso al primer ecosistema de transición climática del ETF de Europa”, destacan desde Lyxor ETF. 

A raíz de este lanzamiento, Arnaud Llinas, responsable de Lyxor ETF e indexación, ha declarado: «Al revisar sus reglamentos sobre índices de referencia de inversión, la UE ha asignado a los gestores de inversión regulados de naturaleza pasiva un papel clave en la lucha contra el cambio climático. Los proveedores de ETFs tienen la oportunidad, y de hecho la responsabilidad, de ayudar a desplazar los billones de dólares ofreciendo productos sencillos y transparentes que cumplan los requisitos de la nueva regulación. Mediante la incorporación de esta gama única estamos proporcionando a los inversores aún más herramientas para lograr sus objetivos climáticos».

Banca europea: ¿víctima o parte de la solución en la crisis del COVID-19?

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Pixabay CC0 Public Domain. Banca europea: ¿víctima o parte de la solución en la crisis del COVID-19?

Todos los analistas y expertos coinciden en destacar que la salud del sistema financiero europeo, ahora mismo y frente a la crisis del coronavirus, es radicalmente diferente a cómo era en 2008. Sin embargo, ¿será una víctima de este nuevo shock o parte de la solución? 

En opinión de Justin Bisseker, analista de banca europea de Schroders, definitivamente, los bancos europeos entran en esta crisis en mejor estado de salud que al comienzo de la crisis financiera mundial de 2008-2009. “Los bancos tienen fuertes niveles de capitalización, fuertes reservas de liquidez, están viendo ahora una relajación en lugar de un endurecimiento de los requisitos reglamentarios, y son el conducto de apoyo gubernamental para las empresas y los individuos afectados. En nuestra opinión, el riesgo de que los precios de las acciones se desplomen mucho más, con una recapitalización forzosa impuesta a los accionistas, parece bajo

Es cierto que las caídas que las bolsas han experimentado estados dos últimas semanas han golpeado fuertemente a las entidades financieras cotizadas. En opinión de Bisseker, una caída prolongada puede obligar a los bancos más débiles a cancelar los dividendos y, en última instancia, a ampliar capital. “La relajación anunciada de las reservas de capital por parte de los bancos centrales de toda Europa es importante para ganar tiempo, pero es de esperar que en algún momento haya que reconstruir los niveles de capital. Para algunos bancos esto implicaría un deterioro de su capacidad de pagar dividendos y/o un aumento del número de acciones”, destaca. 

Débiles o no, algunas gestoras consideran, incluso aconsejan, una buena medida no pagar dividendos. Por ejemplo, desde Fidelity señalaban esta semana: “Animamos a los bancos a no distribuir dividendos hasta el año que viene debido a la extraordinaria gravedad del momento que vivimos”. Según interpreta, Romain Boscher, CIO global de renta variable en Fidelity International, al proporcionar la financiación que requieren los clientes, los bancos, trabajando junto a los gobiernos, tendrán un papel crucial que desempeñar para garantizar que las economías puedan recuperarse.

Parte de la solución

En este sentido, Fidelity International agradece y apoya los llamamientos de algunos reguladores europeos que solicitan que los bancos del viejo continente difieran temporalmente los pagos de dividendos hasta que disminuya la incertidumbre. “Si las perspectivas económicas se deterioran aún más, los aplazamientos pragmáticos crearán un amortiguador de capital adicional para que los bancos absorban los posibles choques financieros y reduzcan el riesgo de aumentos de capital altamente diluyentes. Sabemos que los dividendos juegan un papel inestimable en la economía, especialmente para los ahorradores a largo plazo, y esto no debe subestimarse. Es importante enfatizar que no estamos abogando por la cancelación de dividendos. Como gestores de activos, creemos que un aplazamiento de dividendos es lo mejor para los inversores y nuestros clientes, porque prioriza la estabilidad financiera en tiempos de incertidumbre y garantiza que los bancos están bien capitalizados y puedan ayudar a las personas y las pequeñas empresas como deberían. Por eso recomendaríamos que los bancos europeos actúen sobre esto ahora”, explica Boscher.

Esta es una medida que grandes bancos como Santander ya han anunciado, pero también algunos como Caixabank. La entidad española ha anunciado que va a modificar su política de dividendos y los objetivos de capital, para adaptarse al nuevo entorno y apoyar la recuperación de la economía. “En CaixaBank adoptamos todas las medidas necesarias para seguir estando al lado de nuestros clientes, accionistas, empleados y de la sociedad en general, ante la pandemia del coronavirus. Como banca socialmente responsable, nuestro compromiso nos lleva a buscar las mejores soluciones posibles para poder reactivar juntos la economía”, han subrayado a este respecto Jordi Gual y Gonzalo Gortázar, presidente y consejero delegado de la entidad, respectivamente.  

En esta línea, el último informe del equipo del sector financiero de Scope Ratings apunta que los bancos serán parte de la solución a la crisis económica del COVID-19. Marco Troiano, subdirector de instituciones financieras en Scope Ratings, afirma que este sector “será una pieza clave del rompecabezas mientras las autoridades buscan minimizar las pérdidas económicas a largo plazo”. 

Desde Scope Ratings argumenta cinco claves que, en su opinión, explican qué ocurrirá con los bancos en la crisis actual:

  • Los bancos podrían lanzar profit warnings a causa de la crisis del coronavirus
  • La reacción política a la crisis ha sido fuerte en lo que se refiere al sistema financiero, y puede que se fortalezca con el tiempo a medida que la magnitud del daño económico se haga evidente
  • El rápido deterioro del entorno operativo se traducirá en menores ingresos por la caída de volúmenes en todas las líneas de negocio 
  • No esperamos que la crisis aumente las probabilidades de que se tomen medidas regulatorias adicionales sobre la deuda bancaria senior
  • Es probable que los reguladores vean las fusiones de entidades como una forma de facilitar la salida del mercado de los actores más débiles

El impacto de la banca

En cuanto a estas perspectivas, en opinión de Bisseker, dependerán de: la duración del período de crisis del Covid-19, y del grado de respuesta de los gobiernos. “El primer punto es, por supuesto, por el momento desconocido. Sin embargo, hemos visto innumerables respuestas de los gobiernos anunciadas en toda Europa: aplazamientos del pago de impuestos, moratorias de la deuda, garantías de crédito, etc., para mitigar los efectos de la crisis. También hemos visto a los bancos centrales recortar los tipos de interés, reduciendo así el coste de los préstamos a corto plazo”, apunta. 

Para Bisseker lo que está claro que, aunque la banca sea clave en la futura recuperación económica, sufrirá el impacto de la crisis, pero no todos de la misma manera. “Algunos están mejor posicionados que otros para capear esta crisis y, por eso, la selección de acciones será fundamental a la hora de invertir en el sector. Los riesgos son claramente elevados, pero vemos una baja probabilidad de que se fuerce un rescate al sector”, matiza.

Desde Moody’s afinan algo más en su análisis y apuntan directamente a los sistemas financieros de Bélgica, Dinamarca, Holanda, Francia, Italia y España como los más vulnerables,  y por eso ha cambiado sus perspectivas sobre ellos de “estables” a “negativas”. 

“Moody’s espera que el entorno operativo de estos sistemas bancarios se deteriore significativamente como resultado de la crisis del coronavirus. La agitación económica y del mercado causada por la pandemia que deprimirá la actividad comercial y aumentará el activo de los bancos riesgo, lo que requerirá provisiones adicionales para pérdidas de préstamos. Como resultado, la rentabilidad disminuirá”, argumenta en su informe de marzo. 

El analista de banca europea de Schroders, Bisseker, sostiene que cuanto más larga y profunda sea la crisis y la caída de sus cotizaciones, mayor será el riesgo de que se vean afectados los beneficios y el capital de los bancos. Sin embargo, recuerda: “Una vez que veamos una recuperación, los ingresos por comisiones se recuperarán rápidamente. Los ingresos netos por intereses son más parecidos a las rentas y por lo tanto serán más resistentes a corto plazo. Sin embargo, a largo plazo, los tipos de interés más bajos continuarán erosionando los márgenes”.

Coronavirus: la situación es grave, pero no desesperada

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Pixabay CC0 Public Domain. Coronavirus: La situación es grave, pero no desesperada

Italia parece haber superado sus niveles máximos de personas infectadas y de fallecimientos. Y en otros países como Alemania, el Instituto Robert Koch habla de diez millones de personas que pueden contraer el coronavirus en los próximos meses salvo que las actuales restricciones sociales se cumplan de manera estricta. Por lo tanto, la situación es realmente grave, pero de ningún modo desesperada.

¿Cuál es la situación?

El caso de Asia muestra cómo se puede actuar. En China, el número actual de nuevas infecciones diarias está en torno a 20, aunque la mayoría de las personas que han dado positivo en las pruebas procedían del extranjero. Corea del Sur tiene asimismo actualmente la enfermedad bajo control, y lo mismo es aplicable a Singapur. Este hecho demuestra que las medidas adoptadas allí, que sin duda son muy estrictas, están funcionando. Sin embargo, en Europa y Estados Unidos el número de personas infectadas está creciendo exponencialmente. Una de las razones del rápido ascenso de las curvas es la reciente disponibilidad de un número suficiente de kits de prueba. Además, el periodo de incubación puede ser de una semana o más, de modo que las estadísticas continuarán provocando temor la próxima semana.

Después de ese momento es probable que la curva experimente un aplanamiento. Se puede esperar que las medidas adoptadas recientemente para evitar el contacto directo entre la población sean efectivas. Hasta que se conozcan y se preste atención a todos los pacientes, se deberán mantener y seguir los esfuerzos globales. Si esto es así, podremos erradicar el coronavirus. Existen indicios sólidos de que el virus regresará el próximo invierno, pero el mundo estará entonces mucho mejor preparado, y es muy probable que se le pueda hacer frente entonces con vacunas y medicamentos.

¿Cuánto tiempo falta para que podamos disponer de una vacuna?

Muchas empresas del sector de la atención sanitaria y la biotecnología están trabajando actualmente a toda velocidad en el desarrollo de una vacuna. No obstante, es probable que se requieran de 12 a 15 meses antes de que la vacuna esté lista. Otras previsiones más optimistas, pero no imposibles, contemplan que las primeras dosis estén disponibles en diciembre de este año. Sin embargo, el desarrollo de la vacuna solo es una cara de la misma moneda. La producción estimada de 100 millones de dosis de la vacuna para la población supone asimismo un enorme esfuerzo para el sector. Es positivo que no solo unas pocas empresas, sino que numerosas compañías estén trabajando en vacunas al mismo tiempo, con inclusión de los grandes líderes del mercado, que pueden desarrollar con rapidez las capacidades necesarias. Otro aspecto positivo es que el nuevo coronavirus apenas está sujeto a mutaciones en la actual situación, al contrario que la gripe estacional. Por lo tanto, es muy probable que la vacuna todavía sea efectiva en 2021.

El desarrollo y el uso de medicamentos también pueden contribuir a la lucha contra el coronavirus. Existen dos estrategias: en China, se está evaluando un medicamento desarrollado originalmente contra el ébola. Dicho medicamento inhibe la replicación del virus en el cuerpo humano. Otra idea parte de una base diferente. Para muchos pacientes no es la propia infección la causante de los mayores daños, sino un tipo de sobrerreacción del sistema inmune, en especial entre las personas de mayor edad. La esperanza reside en la detención de esta espiral, que no serviría para prevenir la enfermedad, pero sí para reducir significativamente su mortalidad.

Estos medicamentos se utilizan, por ejemplo, para tratar la artritis o el virus VIH, y las investigaciones iniciales sugieren que podrían resultar de ayuda frente al COVID-19. Unos progresos rápidos en este sentido resultan realistas porque los medicamentos ya se encuentran aprobados. Lo único que todavía resultaría necesario realizar son ensayos clínicos con la participación de varios cientos de pacientes en los hospitales. Si los medicamentos curan con rapidez y no se producen efectos secundarios, se podría contar con buenos datos clínicos en una fecha tan temprana como septiembre u octubre.

¿Cómo está reaccionando el sector de la biotecnología?

El sector de la atención sanitaria y la biotecnología tampoco es inmune al sentimiento y a las fluctuaciones generales del mercado. El cierre golpea a toda la economía global en una medida que nadie esperaba, con inclusión del sector de la atención sanitaria. Las cirugías que no resultan estrictamente necesarias se aplazan, pero el propio sector se encuentra relativamente estable. Los tratamientos para los pacientes de cáncer no se interrumpirán de manera repentina, y las enfermedades raras continuarán recibiendo la máxima atención. En comparación con los índices globales como el índice MSCI World, el sector de la atención sanitaria está resistiendo mucho mejor.

Sin embargo, una cosa está clara: las cifras empresariales de los dos próximos trimestres no serán buenas. Nadie sabe cuánto tiempo durarán las medidas temporales de las políticas globales, ni cuáles serán los efectos concretos que la actual crisis tendrá sobre los mercados. A pesar de ello, es bastante probable que la economía haya vuelto a la normalidad antes del verano de 2021. Por lo tanto, los inversores pueden ciertamente marcar la diferencia en esta situación: cualquier inversor que piense a largo plazo y que pueda superar los próximos meses verá que algunas empresas de calidad están disponibles actualmente a un precio mucho más atractivo que hace solo unas pocas semanas.

Tribuna de Rudi Van den Eynde, jefe global de Renta Variable Temática de Candriam

La utilidad de los factores ESG en los mercados de deuda emergente

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Pixabay CC0 Public Domain. La utilidad de los factores ESG en mercados de deuda emergente

Como activo, la deuda de los mercados emergentes (EM) ofrece a los inversores un potencial de crecimiento convincente y diversificación geográfica, de divisas, sectorial, de calidad crediticia y de vencimiento. Desde una perspectiva macroeconómica, y mientras el crecimiento de los mercados desarrollados sea bajo, las economías emergentes contribuyen con una proporción cada vez mayor al crecimiento del PIB mundial. Actualmente, representan el 40% del PIB mundial.

Junto con una evaluación minuciosa de las métricas financieras en la evaluación de los bonos de mercados emergentes, invertir en estos activos implicará riesgos políticos y jurisdiccionales adicionales. Es esencial entender todos los factores potenciales que podría afectar al perfil de emisor de crédito, especialmente dado que los países emergentes suelen tener menos flexibilidad financiera para soportar shocks externos. Un análisis robusto de los factores medioambientales, sociales y de buena gobernanza (ESG) es primordial cuando de invierte en deuda emergente.

En particular, prestamos atención a la trayectoria de estos factores, ya que influyen las perspectivas de los emisores soberanos y corporativos. El escrutinio ESG es un complemento muy importante a la investigación financiera tradicional, que ayuda a asegurar un mejor análisis de crédito y a tomar decisiones de crédito mejor informadas.

No se trata sólo de identificar y evitar los riesgos. El enfoque también es fundamental a la hora de fortalecer los casos de inversión y descubrir ganadores. La relevancia de los factores ESG para el análisis de crédito emergente está apoyada por la investigación. Los análisis de la OECD muestran una correlación entre el descenso de la desigualdad de ingresos y el crecimiento económico. Al observar las valoraciones de los bonos, los aspectos sociales de creciente desigualdad, los flujos migratorios o la escasez de recursos tienen potencial para intensificar las tensiones y aumentar los riesgos políticos y, como consecuencia, generar presión emergente sobre los bonos.

El Líbano ilustra muy bien estas dinámicas. El país ha estado bajo una fuerte presión económica, política y social en los últimos años. El crecimiento económico se ha desplomado y la deuda pública se ha disparado a niveles extremadamente altos. Los precios de los bonos gubernamentales actuales reflejan un riesgo muy alto de incumplimiento para final de 2021.

Por otro lado, las compañías que están siendo proactivas de cara al desarrollo ESG están siendo recompensadas por los inversores. De hecho, los análisis favorables de ESG puede ayudar a identificar potenciales outperformers de formas que la investigación de crédito tradicional puede fallar en reconocer.

Esto se evidencia en Uzbekistan, un país que ya ha sido aislado del mundo exterior pero donde se ha lanzado un programa de reforma de base amplia. Desde una perspectiva económica, el país ha liberalizado su régimen de tipos de cambio, ha adoptado un mecanismo de metas de inflación y ha lanzado un programa de reformas fiscales, entre otros. Además, también ha reducido el gran peso e influencia del estado en la economía. Las mejoras sociales y de gobierno también han sido significativas.

Desde mejorar su infraestructura regulatoria, aumentar la responsabilidad de las instituciones con los ciudadanos hasta hacer la educación más accesible. También ha trabajado para reducir la censura, corrupción y los abusos de los derechos humanos, así como para abrir sus fronteras. Las reformas están en proceso y aún quedan muchos desafíos por delante, pero los signos de progreso ya son evidentes. Los costes económicos han sido inevitables en el camino, pero el país ya ha comenzado un viaje más favorable y mejor recibido por los inversores en su primera emisión de Eurobonos en 2019.

Identificar los riesgos no relacionado con el balance que puedan afectar al valor de una inversión es una parte fundamental del proceso de investigación para los bonos tanto corporativos como soberanos. Esto es especialmente importante en el caso de los mercados emergentes donde el desarrollo positivo o negativo de los factores ESG puede tener un impacto significativo en el precio de los bonos. Los factores ESG no sólo traen una dimensión adicional a la señalización de los riesgos de inversión, sino que también ayuda a descubrir oportunidades de inversión que aún no se reflejan en el precio de los bonos.

Tribuna de Claudia Calich, directora de deuda de mercados emergentes de M&G Investments.

Emergentes, oro y acciones chinas: Invesco organiza 3 webinars para hablar de oportunidades de inversión

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Pixabay CC0 Public Domain. Oportunidades de inversión en los próximos webinars de Invesco

Invesco organiza tres webinars sobre diferentes temas de actualidad financiera donde ofrecerá a los inversores interesados toda la información relacionada con los mercados y diversas clases de activos.

La primera conferencia tendrá lugar el 31 de marzo a las 9:00 de la mañana. A cargo del equipo gestor del fondo Invesco Belt & Road Debt Fund, los expertos analizarán el mercado de renta fija asiática y de los mercados emergentes en general, así como el posicionamiento del primer fondo temático de renta fija centrado en la Nueva Ruta de la Seda.

Con una duración de 30 minutos, los interesados pueden registrarse a través del siguiente enlace.

El miércoles 1 de abril, de la mano de Paul Jackson y Chris Mellor, del equipo de ETFs, los inversores podrán asistir a un análisis de la situación macro global y de uno de los activos que mejor ha funcionado durante la crisis del coronavirus: el oro.

La conferencia comenzará a las 11:00 de la mañana y tendrá una duración de 30 minutos. El registro se realiza a través del siguiente enlace.

Por último, Invesco organiza, el 2 de abril a las 9:00 horas, un webinar donde analizará el mercado de acciones de Clase-A de China, cuyo comportamiento ha sido mejor que el resto de principales indicadores globales en marzo y en lo que va de año.

Con una duración de 30 minutos, el registro se realiza a través del siguiente enlace.

Los economistas se muestran expectantes ante la aplicación de las medidas de financiación del gobierno

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Pixabay CC0 Public Domain. Inmaculada González, nueva responsable de la red agencial en Singular Bank

Tras la publicación en el BOE de la Resolución de 25 de marzo de 2020, de la Secretaría de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros de 24 de marzo de 2020, por el que se aprueban las características del primer tramo de la línea de avales del ICO para empresas y autónomos, para paliar los efectos económicos del COVID-19, el Consejo General de Economistas aprueba las medidas tomadas, pero advierte de que estará expectante ante la forma de ponerlas en marcha.

Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas, da una valoración positiva ante las nuevas medidas de financiación para las empresas afectadas por el coronavirus, pero alude a una “gravísima incongruencia”: “Es absolutamente irracional que parte de esos créditos se tengan que destinar a pagar impuestos y cuotas a la Seguridad Social, cuando resultaría tan sencillo aplazar estos pagos hasta que pase esta crisis. De esta forma el montante de los créditos solicitados se reduciría, así como los riesgos que habrá de asumir la banca y el Estado”.

En este sentido, los economistas consideran necesario tomar en consideración varias cuestiones ante la aplicación de estas medidas. En primer lugar, consideran que el establecimiento de un primer tramo de 20.000 millones resulta insuficiente, por lo que debería hacerse una ampliación de los siguientes tramos de forma automática, una vez consumido el primero. Así se evitaría frenar el proceso de inyección de liquidez para las empresas afectadas por el COVID-19.

Asimismo, subrayan que debería optarse por la máxima flexibilización posible para el cómputo de la regla de mínimos y ayudas de Estado, potestad que fue anunciada por la UE y de aplicación por cada país. “No se debería ser restrictivo en este tema”, advierten los economistas.

“El objetivo de la medida es dotar de liquidez a empresas y autónomos que se han visto afectados por el COVID-19”, recuerdan. Por ello, el destino de los préstamos avalados debería permitir, en su opinión, hacer frente a los impagados y resto de financiación necesaria por problemática ocasionada por el coronavirus, pasar deuda de corto plazo a largo plazo para poder hacer frente con tranquilidad a la postcrisis y una opción de “dinero nuevo”. Esta última permitiría a las empresas seguir operando, no solo cancelar posiciones de impagados con el banco. Es decir, que el aval no tenga como objeto únicamente la refinanciación de las deudas, incluso podría ser para acometer nuevas inversiones. Por lo tanto, destacan que “el que se destine, por ejemplo, a pagar las cargas tributarias no cumpliría con ese objetivo”.

Por otra parte, los economistas recuerdan que no está definido el criterio ni el procedimiento de concesión de los avales. Se deja a las entidades financieras la decisión de la concesión de la correspondiente financiación al cliente, de acuerdo con sus procedimientos internos y políticas de concesión y riesgos. “En consecuencia, siendo los avales limitados, queda a discreción de la entidad la concesión de avales, y más cuando no se especifican claramente los requisitos que se han de cumplir como la forma en que las empresas y autónomos van a acreditar cómo se han visto afectados económicamente por el COVID-19, lo que queda a valoración de las entidades financieras”, advierten.

Esto podría ralentizar y burocratizar la obtención de financiación y, por tanto, restar efecto a la medida. “Se deberían constituir comités de riesgo ad-hoc y procedimientos de entrada de expedientes específicos; que los bancos dediquen recursos a ello de forma específica y que desde el ICO se participe, en cierta forma, en los comités de riesgo o haya una comunicación muy fluida para velar por la rapidez del proceso, no a posteriori”, afirman desde el Consejo General de Economistas.

“Asimismo, no se establece nada en cuanto a la solicitud de garantías adicionales a la entidad financiera ni sobre la limitación de los tipos de interés de aplicar”, señalan los economistas. Además, en cuanto a los gastos, solo se indica que los gastos del aval correrán a cargo de la entidad, pero no se especifica quién pagará la comisión de gestión y administración del 0,05%.

“Deberían aprobarse medidas de subvención de los tipos de interés y coste de toda esta financiación extra como consecuencia del COVID-19”, destacan los economistas, ya que las medidas anunciadas por el gobierno no establecen ningún límite al tipo de interés a aplicar ni otros gastos.

Por otro lado, desde el Consejo General de Economistas consideran corto el plazo establecido hasta el 30 de septiembre. “En nuestra opinión, en las circunstancias actuales, el plazo debería haber sido hasta el 31 de diciembre, cuando la financiación de circulante es la clave para que las empresas retomen su actividad”, añaden.

Además, y con objeto de no perjudicar otras operaciones de financiación que pudiera tener el cliente, consideran que estos préstamos avalados en tan alto porcentaje no deben computar en el límite total de riesgos del cliente que tiene la entidad financiera. No obstante, señalan que esta medida podría ser interesante para las entidades financieras, ya que, sin esos avales y en la mala situación en la que las circunstancias dejan al tejido empresarial, sería muy difícil dar créditos actualmente. Por ello, advierten que la agilización de los trámites administrativos debería ser urgente y estar perfectamente definidos los procedimientos.

Asimismo, el Consejo General de Economistas considera que debería haber máxima transparencia a este respecto, por lo que sería aconsejable publicar en la página web del ICO los criterios de riesgos y procedimiento de las entidades financieras.

Por ultimo, los economistas señalan dos “importantes limitaciones” para pymes y autónomos incluidas en esta Resolución. Por un lado, se excluye a quienes estén en situación de morosidad a 31 de diciembre de 2019. Por otro lado, tampoco pueden beneficiarse de la misma las pymes y autónomos sujetos a un procedimiento concursal a fecha de 17 de marzo de 2020. “Esta limitación (para personas y entidades que se encuentran en situación de vulnerabilidad económica) puede ser la puntilla para una parte considerable de pymes y autónomos”, subrayan.

No obstante, desde el Consejo General de Economistas “valoran positivamente el esfuerzo realizado para inyectar liquidez a las empresas afectadas por esta crisis”, y aseguran confiar en que las próximas medidas para la puesta en marcha de forma efectiva de esta línea de avales, y de las siguientes, irán en línea con los puntos expresados.

COVID-19: una fotografía de dónde estamos y qué se ha hecho

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Pixabay CC0 Public Domain. COVID-19: una fotografía de dónde estamos y qué se ha hecho

En mayor o menor medida, todos los países luchan contra la propagación del coronavirus. En uno de sus últimos análisis, Lombard Odier señalaba que “estamos avanzando en la dirección correcta”, al menos en materia de salud pública y políticas monetarias. Y advertía que ante el COVID-19 era necesario “un estímulo global y coordinado”, a fin de reducir las presiones en los flujos de efectivo de las empresas y los hogares afectados, y de evitar posibles incumplimientos y una espiral de desempleo.

“El BCE, la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra han dado pasos decisivos. Sin embargo, la función de reacción de las autoridades fiscales ha sido lenta y lo que se ha anunciado hasta ahora está lejos de ser exhaustivo. El apoyo debe ser sustancial para la mayoría de las economías (más del 0,5% del PIB) y las economías afectadas necesitan claramente paquetes más importantes (más del 1,0% del PIB). En este sentido, la flexibilización fiscal del 2% de China es un buen ejemplo”, señalaba hace unas semanas Samy Chaar, economista jefe de Lombard Odier.

En su opinión y, a pesar de la fuerte volatilidad de los mercados, “los responsables de la salud pública y de la política monetaria están dando pasos decisivos en la dirección correcta para combatir el choque económico temporal y, por lo tanto, dos de las tres medidas necesarias avanzan bien”. 

Ahora, tras todas las medidas anunciadas por los diferentes gobiernos e instituciones monetarias, llega el momento de hacer un alto, reflexionar y recopilar lo ocurrido, para seguir dando pasos. En esta línea, Lombard Odier ha presentado su último informe:

Datos del coronavirus

La gestora valora de forma muy positiva las medidas que los países europeos han emprendido para frenar el número de contagios, aunque la situación sigue siendo preocupante en algunos países como España e Italia. “La incapacidad de producir pruebas a gran escala sigue siendo una limitación para levantar los bloqueos económicos. Las estrategias de ensayo y seguimiento de Corea del Sur o Alemania deben aplicarse a nivel mundial tan pronto como los períodos de bloqueo resulten eficaces para contener la fase exponencial de nuevas infecciones. Si no se realizan suficientes pruebas, las estrategias a medio plazo para evitar segundas o terceras oleadas pueden resultar ineficaces”, señala. 

Respecto a las “respuesta monetaria” destaca la medida tomada por el Banco Nacional Suizo, que ha suspendido las reservas de capital para los bancos a fin de aumentar el potencial de préstamos como apoyo a la economía y creado Servicio de Refinanciación COVID-19 (CRF) que permite a los bancos obtener liquidez del banco central. Este tipo de iniciativa demuestra que toda Europa camina en el mismo sentido. 

Diferente es en la “respuesta fiscal” que estamos viendo. “La presión para un instrumento de deuda común a nivel europeo está aumentando. Los países acreedores, especialmente los Países Bajos y Austria, siguen resistiendo. Esta sería la pieza que faltaba en el proyecto del euro, un marco fiscal mutuo respaldado por un activo seguro en euros que podría ser comprado por el BCE en una crisis, para financiar proyectos en la economía real”, sostiene. 

Con este contexto de fondo, y teniendo en cuenta las medidas fiscales y sanitarias, la firma de inversión mantiene su escenario central de “conmoción materia, pero transitoria”. Sobre la posición de su cartera, señala que han aumentado las coberturas, principalmente con yen japonés y oro, para afrontar la persistente volatilidad. “Reajustamos regularmente las exposiciones a la renta variable para tener en cuenta la deriva del mercado tras las caídas, de modo que las carteras puedan beneficiarse de la eventual recuperación”, concluye. 

Estímulos fiscales contra el coronavirus: ¿está amenazada la calificación crediticia de la deuda soberana?

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Pixabay CC0 Public DomainFoto: Pixel 2013. Foto: Pixel 2013

Las tres principales agencias de calificación crediticia, Fitch Rating, Moody’s y S&P Global Ratings, adelantan sus revisiones a la baja en el rating de la deuda soberana, tanto en los mercados desarrollados como en los emergentes. Según explican desde Fitch Ratings, es muy probable que el doble impacto sufrido por la economía global con el brote del coronavirus y la significativa caída del precio del crudo, junto con las políticas fiscales ejercidas en respuesta, acabe con una recalificación media a la baja de la deuda soberana superior a la media en 2020, así como con un sesgo a la baja en los movimientos de las calificaciones más pronunciado que en ningún año anterior desde la crisis financiera de 2009.

Desde Moody’s asumen que la duración de la crisis será corta, esperando que el crecimiento se reestablezca en el segundo trimestre de 2020, con relativamente pocas implicaciones para la deuda soberana. Sin embargo, admiten que, si la crisis se vuelve más severa y prolongada, las implicaciones para la deuda soberana serían más profundas.

Sin embargo, en S&P Global Ratings defienden que, en realidad, esta crisis económica comenzó hace unos meses con la disrupción de las cadenas de suministro, para después evolucionar en un choque de la demanda que ha traído grandes medidas de estímulo monetario y fiscal en respuesta. En la opinión de S&P Global Ratings, habrá una recuperación en forma de U, pero la agencia de calificación reconoce no saber cuánto tiempo va a permanecer la economía en la zona de recesión, algo que será crucial para evaluar el daño. La rapidez y adecuación de las respuestas fiscales serán determinantes, y serán diferentes dependiendo de cada región, pero lo que sí es seguro es que, cuando la crisis finalice, la mayoría de los países tendrán unos balances más débiles.

En el corto plazo, Fitch Rating evalúa si las medidas fiscales temporales introducidas por los gobiernos para contrarrestar el impacto del coronavirus tendrán algún tipo de implicación en las finanzas públicas que dure más allá del medio plazo. Las autoridades económicas globales se enfrentan a una combinación sin precedentes de desafíos, que incluyen una crisis sanitaria, una disrupción económica, una severa dislocación del mercado financiero, cambios en el sentimiento inversor, la volatilidad en el tipo de cambio y el choque en el precio del crudo. Una de las principales consecuencias para las distintas regiones y países afectados por el coronavirus es la repentina parada en la actividad.  

En ese sentido, en Fitch Ratings opinan que el impacto del choque en la producción del crudo puede ser más duradero que el impacto del coronavirus, aunque algunos de los efectos de la pandemia probablemente persistan en el tiempo, especialmente en los sectores de viaje y turismo. Tailandia, Croacia e Islandia se encuentran entre los países cuya deuda soberana tiene una mayor dependencia del turismo y que, por lo tanto, podrían sufrir más.

Mercados desarrollados

En el caso de la deuda soberana de los mercados desarrollados, los estabilizadores automáticos asociados con una desaceleración en el crecimiento económico o con una recesión son inherentemente cíclicos, por lo tanto, tienen un menor efecto sobre los movimientos de la calificación crediticia. En su lugar, el foco se centra en las medias suplementarias como el apoyo a los hogares, empresas y sectores económicos que más se ven afectados por la bajada de la actividad económica.

En el corto plazo, se espera que los ingresos fiscales disminuyan y que la demanda fiscal de los gobiernos aumente. Un amplio número de países ha anunciado las primeras medidas fiscales y en Fitch Ratings esperan que la lista crezca mucho más. 

Las finanzas públicas del G7 -compuesto por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido- se encuentran entre las más débiles en relación con sus pares comparables con una misma calificación crediticia. El enfoque de la evaluación de las calificaciones crediticias de Fitch Ratings se centrará en ese caso en discernir en qué grado las medidas de política monetaria que se están adoptando contribuyen a una mayor acumulación de la deuda, especialmente en aquellos países en los que un alto nivel de endeudamiento era ya una preocupación antes de la pandemia.  

Por su parte, en S&P Global Ratings afirman que los mercados desarrollados tienen unos mayores y más efectivos niveles de estímulos fiscales, dado que la mayoría son países ricos con un amplio acceso a fondos. En términos generales, los países en esta categoría reciben una calificación muy alta en su deuda soberana, la cual podría verse afectada por la crisis conforme se produzca daño en sus balances, pero en S&P Global Ratings esperan que este daño sea contenido.  

Mercados emergentes:

Mientras tanto, los estabilizadores automáticos son una característica menos común en las finanzas públicas de los mercados emergentes, debido a que las redes de protección social suelen estar menos desarrolladas.

Las condiciones fiscales de los mercados emergentes suelen estar sujetos a un conjunto adicional de variaciones cíclicas, tales como los cambios en los precios de las materias primas, cambios en el tipo de cambio de la divisa y en las condiciones globales de financiación. Todos estos factores hacen que las condiciones de las finanzas públicas de los mercados emergentes sean más volátiles, tanto en términos de ingresos y como de gastos.

Desde S&P Global Ratings indican que algunos países emergentes, especialmente en Latinoamérica y África, ya sufrían una debilidad estructural antes del brote de coronavirus. Estos gobiernos no tienen mucho margen para aplicar políticas contracíclicas que amortigüen el golpe de sus economías, y en algunos casos extremos, su acceso a los fondos de financiación es limitado. En situaciones como la actual, en la que la liquidez del mercado se comprime, una rebaja en la calificación crediticia es mucho más probable.

Desde Fitch Ratings, señalan a Angola, Irak, Surinam y Gabón como las economías que más dependen de las exportaciones, con más de un 80% de sus ingresos en moneda extranjera obtenidos a partir de la venta de materias primas a otros países.  Según Fitch, el sentimiento inversor también puede afectar a los flujos de capitales. En la lista de economías con mayor requerimiento de capital se encuentran Brasil, India, Turquía y Polonia. Brasil también destaca por haber sufrido una de las depreciaciones más fuertes en su moneda desde finales de 2019.