La crisis del COVID-19 ha supuesto todo un desafío para las personas, las familias, las compañías, los gobiernos y los mercados de inversión en todo el mundo. Se trata de un acontecimiento que podría reconfigurar de manera fundamental el comportamiento corporativo y los patrones de consumo, así como los mercados financieros. Con esto en mente, Pauline Grange, gestora de carteras de renta variable global en Columbia Threadneedle Investors, muestra a continuación las 10 tendencias que se derivarán de la crisis del COVID-19 y que, en su opinión, cambiarán las economías y los mercados para siempre.
La globalización alcanza su apogeo. Tanto en términos de consumo como de cadenas de suministro, los países comenzarán a prestar más atención a la procedencia de los productos, así como a la excesiva dependencia de determinados países. Esto ejercerá presión sobre las compañías para que diversifiquen las cadenas de suministro. También se podría asistir a una avalancha de apoyo a las pequeñas empresas locales, conforme los consumidores se alejen de las consolidadas marcas tradicionales.
La transición del efectivo a las tarjetas se acelera. Puesto que un mayor número de personas se está viendo obligado a optar por la compra electrónica, en lugar de visitar las tiendas físicas, y muchos establecimientos ya no aceptan efectivo por motivos de higiene, la transición del efectivo a las tarjetas de pago podría experimentar una aceleración.
Salud e higiene. Se redoblarán los esfuerzos normativos y reglamentarios, sobre todo en China, donde aumentará la presión sobre las autoridades para formalizar la industria alimentaria, en vista del origen de los brotes de virus.
Avance de la comunidad médica. La gente se sorprenderá del rápido progreso, gracias a los avances en el ámbito de la genética, para poner freno a la enfermedad y la rapidez con la que se obtendrán los resultados de los ensayos clínicos. La secuenciación del genoma del coronavirus se logró a mediados de enero; el mecanismo de unión de proteínas se identificó hace dos semanas; el virus se replicó en un laboratorio canadiense hace una semana; y la compañía biotecnológica estadounidense Moderna lleva dos semanas realizando ensayos de vacunas. Esta velocidad resulta impresionante si se compara con “los viejos tiempos”, cuando estos ensayos habrían tardado años, en lugar de semanas. La gente podría estar subestimando la evolución de la ciencia y su impacto. Si pronto se vislumbra la promesa de detener la enfermedad antes de lo previsto, entonces en Columbia Threadneedle Investors prevén una positiva recuperación.
El trabajo inteligente gana en aceptación. Puesto que las compañías se han visto obligadas a habilitar el trabajo desde casa, esto podría convertirse en una forma de trabajo cada vez más aceptable. Esto repercute en segmentos como la inversión en la nube, dado el acelerado alejamiento de la tradicional infraestructura tecnológica.
Se modera el ataque a los gigantes tecnológicos, al considerarse ahora un servicio de utilidad pública. Lo que queda claro de este periodo de aislamiento es la enorme dependencia de las plataformas tecnológicas, incluidas las redes sociales. Aunque, a corto plazo, las plataformas en línea, como Google Search, YouTube y Facebook/Instagram, podrían ver reducidos sus ingresos por publicidad, a largo plazo podrían beneficiarse de un crecimiento más sólido del número de usuarios y de una mayor participación. Las personas que anteriormente habrían dado la espalda a estas plataformas por motivos de privacidad ahora podrían volver a conectarse; al mismo tiempo, los gobiernos podrían moderar sus ataques, dada la función clave que las firmas tecnológicas han desempeñado en esta crisis a la hora de apoyar las comunidades.
Crecimiento del consumo online. El consumo a través de Internet, ya sea para hacer la compra, buscar material educativo u otros usos minoristas, ha experimentado un crecimiento, puesto que una mayor base de usuarios se siente ahora más cómoda utilizando estos servicios. Lo que comenzó para muchos como una necesidad, podría convertirse en la norma. También se será testigos de una nueva aceleración de la inversión en línea por parte de servicios y minoristas tradicionales.
Aceleración de las tendencias tecnológicas clave. Ya se ha observado un rápido crecimiento de las “fábricas de IA”, que emplean algoritmos basados en datos para la automatización del proceso de toma de decisiones, en lugar de recurrir a procesos que exigen un elevada mano de obra y dependen de una comunicación cara a cara. Estas firmas se adaptan a la perfección a un mundo caracterizado por una menor interacción humana que, como mencion más arriba, podría acelerar la inversión en las nubes públicas.
El auge de los programas “verdes”. Dado que los países se están dando cuenta de las ventajas de unas vías aéreas y fluviales más limpias (los canales de Venecia lucen aguas cristalinas y se avistan incluso bancos de peces), ¿podrían tratar de mantenerlas así? Con el respaldo de los estímulos fiscales, se podría observar un mayor impulso de los programas ecológicos y un aumento de la inversión en energías renovables, infraestructuras para vehículos eléctricos, etc.
El auge del capitalismo moral. ¿Deberían las compañías pulsar el botón de reinicio y centrarse más en sus fines fundamentales, por ejemplo, su impacto en el medioambiente y los consumidores, la comunidad, los empleados y la cadena de suministro? En el contexto de una creciente desigualdad social, en los mercados occidentales las compañías están siendo objeto de un mayor escrutinio con respecto a la utilización de programas de recompras de acciones para impulsar las cotizaciones a expensas de la inversión y los balances. Ahora bien, ¿podría este escrutinio corporativo acelerarse en la era post-COVID-19? Por lo que respecta a los consumidores, esta crisis podría suponer un cambio fundamental de lo que se valora en la vida, ya que se les ha privado efectivamente de libertad. De manera repentina, las “cosas” ya no tienen tanta importancia, mientras que las experiencias, la salud o el ejercicio físico y el compromiso social cobran prioridad en la agenda de los consumidores.
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Foto cedidaRamón Esteruelas, especialista senior de inversiones en renta variable global y temática de BNP Paribas AM. R. Esteruelas: “Esta crisis está reforzando tendencias a largo plazo como la transición energética”
Las repercusiones económicas que generará la pandemia que afronta el mundo actualmente no tienen precedentes. Además, su magnitud se desconoce, ya que todavía nos encontramos en la fase previa: la crisis sanitaria, asegura Ramón Esteruelas, de BNP Paribas Asset Management. En esta entrevista con Funds Society, hace hincapié en que ciertas tendencias a largo plazo saldrán muy fortalecidas de esta situación, como es el caso de la salud y la transición energética. Por ello, considera que hay oportunidades para que los inversores incrementen su posicionamiento en renta variable.
El especialista senior de inversiones en renta variable global y temática de la gestora recomienda prestar atención a la transición hacia una energía más sostenible y renovable en el contexto actual. “Las empresas de este sector han sido las últimas en caer y probablemente sean las primeras en volver a recuperar lo que han perdido en bolsa durante esta crisis”, afirma. Así, revela que el interés de los inversores por esta tendencia no ha disminuido en las últimas semanas e insiste en que se trata de una opción muy atractiva de cara a los próximos 5 y 10 años.
En esa línea, apunta que, ahora que los gobiernos pueden tener algo más de presencia en las economías, es un buen momento para que aceleren sus inversiones en dirección a un crecimiento más sostenible. Otro de los factores que piensa que están fortaleciendo esta tendencia es que cada vez se publican más imágenes y documentos sobre cómo ha disminuido el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero con la cuarentena.
Asimismo, asegura que la sostenibilidad se ve reforzada porque, en paralelo a esta crisis, existe una discusión entre países productores de petróleo que ha incrementado la volatilidad de esa industria y, con ella, la sensación de los inversores sobre su fragilidad. “Son más conscientes de que depende en exceso de la geopolítica y no tanto de la capacidad para explotar una materia prima de forma más eficiente”, señala.
Esteruelas revela que no se han producido grandes reembolsos en los fondos temáticos en las últimas semanas, sino más bien al contrario. De ahí que recomiende aumentar el posicionamiento en renta variable con una mirada a medio y largo plazo a través de fondos como el BNP Paribas Energy Transition.
La cartera está compuesta por entre 30 y 50 empresas de un universo de 1.000 que generan un impacto medioambiental y económico significativo. Este se encuentra vinculado a tres temáticas que, a juicio de la gestora, impulsan la transición energética: la descarbonización (producción renovable), la digitalización (tecnología y eficiencia) y la descentralización del sistema energético global (infraestructura, transporte y almacenamiento).
El sector salud se fortalece
Por otro lado, Esteruelas considera que el sanitario es un buen sector para aquellos inversores que prefieren mantener una postura más defensiva. “Desde luego que se han visto reforzadas las tendencias en salud y biotecnología, pero hay que seguir siendo muy selectivos”, advierte.
El gasto en torno a la salud ya tendía a ir en claro aumento debido a los cambios demográficos a nivel mundial y ahora se ha incrementado aún más, sobre todo en aquellos países con una población más envejecida, que están afrontando un porcentaje superior de muertes por coronavirus.
“Al tratarse de una crisis sanitaria, lo primero que se ha reforzado han sido los temas relacionados con el sector de la salud, como los modelos de negocio de compañías dedicadas a la telemedicina”, añade. En ese sentido, destaca que la tendencia ahora es ofrecer soluciones que reduzcan ese gasto sanitario y, por ello, ve oportunidades en empresas que pueden ayudar a descongestionar hospitales y centros de salud. Es el caso de Teladoc, que ofrece asistencia sanitaria virtual, y que se encuentra en la cartera del BNP Paribas Health Care Innovators.
A su juicio, otra firma interesante del sector es Cellex, que actualmente ha sido autorizada por la Agencia del Medicamento de Estados Unidos para implementar las pruebas serológicas que desarrolla para diagnosticar el virus y la inmunidad a este.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Escenario de catástrofe o de crisis?
Nos encaminamos a una crisis hasta ahora desconocida, y no porque no hayamos tenido otras con anterioridad, o porque seamos incapaces de predecir qué va a ocurrir, sino porque es una crisis totalmente diferente a las anteriormente ocurridas en el mundo moderno.
La anterior crisis sanitaria de envergadura parecida se produjo en mitad de la primera guerra mundial y fue la provocada por la nunca tan mal llamada “gripe española”. En aquel momento una enfermedad ayudó a diezmar aún más una población que se desangraba a causa de la gran guerra mundial, por lo cual los datos económicos obtenidos de aquello no tienen ningún valor a efectos de estudio.
Por lo tanto, si intentamos buscar símiles previos que nos permitan predecir acontecimientos, eso que tanto decimos los economistas que hacemos, pero que en realidad tanto miedo nos da hacer, la actual crisis sanitaria está actuando más como una catástrofe natural que como una crisis económica como las que hemos estudiado o vivido hasta ahora.
En las catástrofes naturales siempre se actúa de la misma manera, en dos fases. La primera, en la que el mundo entero se vuelca. Será porque nuestras conciencias no nos permiten digerir adecuadamente la cena mientras que vemos en las noticias cómo un terremoto o un tsunami ha devastado una zona. En esta, ayudamos a rescatar a los supervivientes.
La segunda, que como no sale en las noticias todos nos olvidamos y por lo tanto nadie ayuda, consiste en reconstruir las zonas devastadas. Es decir, para esta segunda fase, podríamos utilizar la frase de “sálvese quien pueda”. Como no pueden salvarse, estos países pasan directamente a la fase de recesión, donde a día de hoy viven muchos países.
En esta crisis sanitaria, la primera fase del escenario de catástrofe, que es en el que nos encontramos, estamos intentando que la población coma, y en algunos países, no en España, o al menos no de la manera lógica y adecuada, que las empresas sobrevivan.
¿Qué diferencia esta fase de las típicas de una catástrofe natural? Pues que estamos solos, porque les ha pasado lo mismo a todos los países. No esperemos bomberos americanos, ni médicos australianos. Ellos ya tienen lo suyo. Y ¿a qué está conduciendo esto? Pues a que estemos consumiendo los recursos necesarios para la segunda fase, esa en la que, si en una catástrofe natural estás solo, en esta estaremos abandonados, entre otras cosas, porque los otros estarán como nosotros.
En el gráfico adjunto verán que The New York Times descuenta un 100% de posibilidades que EE.UU. entre en recesión (y lo escribo con mayúsculas a propósito) en los próximos 12 meses. Desgraciadamente la economía son matemáticas y raramente los modelos matemáticos se equivocan, y tengo la sensación que esta no va a ser la primera vez.
El domingo 5 de abril The New York Times estimaba que de acuerdo a sus modelos matemáticos el desempleo en los EE.UU., ya era del 13%. El presidente de la Reserva Federal de Dallas se pasó todo el siguiente lunes desmintiéndolo. Llego a decir que no creía que en ningún escenario se llegara a cifras entre el 10% y el 20%.
Pues bien, dos días después los datos oficiales le dejaban literalmente en ridículo, el periódico no se equivocaba y sus modelos matemáticos funcionaban, aunque para desgracia de todos se quedan cortos y las peticiones de empleo superaban ese 13%.
Bastantes días antes el presidente de la Reserva Federal de Saint Louis predijo que esta crisis sería más profunda que la vivida en la gran recesión y que mientras ahí el paro llegó al 23%, estimaba que aquí llegaría al 30%.
Por suerte para todos, vivimos la crisis del 2008 y vimos, no lo hemos tenido que leer en los libros lo devastadora que fue y las consecuencias que dejó. Esto ha llevado a que todos los políticos hayan sacado la chequera para evitar no esa recesión, ya descontada, sino la depresión que puede provocar.
El problema es que no saben qué hacer, al igual que nuestro gobierno en una demostración de una clamorosa ineficacia en la gestión sanitaria, los políticos y las autoridades financieras del mundo entero han sacado toda la artillería a modo de dinero, que honestamente no tengo nada claro que sepan cómo utilizar.
Bueno sí, está valiendo para una cosa: para volver a inflar la burbuja de los mercados de crédito y valores.
¡Ah! Se me olvidaba, la chequera que están utilizando no es la suya, es decir la de los políticos, sino la suya, lector. Así que no se le olvide de que esta ronda la paga usted.
Tribuna de Miguel Ángel Temprano, CEO y director de Inversiones de Orfeo Capital SGIIC
Pixabay CC0 Public Domain. BME adquiere material de protección para ayudar a las fuerzas armadas en su lucha contra el COVID-19
Bolsas y Mercados Españoles (BME) compra material de protección por valor de 1 millón de euros para apoyar a las Fuerzas Armadas en la lucha contra la expansión del coronavirus. Esta partida se ha destinado a la adquisición de mascarillas de intervención FFP2, guantes de nitrilo y buzos desechables para los militares que participan en las diferentes acciones de la Operación Balmis.
La transacción se ha efectuado a través de un proveedor homologado, utilizando la red logística del Ejército de Tierra y cuenta con total trazabilidad.
A través de la denominada Operación Balmis, las Fuerzas Armadas llevan a cabo diferentes acciones para combatir la situación de emergencia sanitaria provocada por la rápida expansión de la pandemia. Así, están participando en las labores de desinfección e instalación de infraestructura de apoyo a la red hospitalaria española, a la vez que participan en misiones de control de fronteras y seguridad de infraestructuras críticas.
Esta donación se suma a otras medidas adoptadas por BME en las últimas semanas para hacer frente a la crisis provocada por el coronavirus. Siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, más del 97,5% de la plantilla desarrolla su actividad en la modalidad de teletrabajo y las instalaciones de todas las sedes han sido desinfectadas.
A esta misma iniciativa se une Renta 4 Banco con la aportación adicional de 100.000 euros. Entre otras acciones, Renta 4 Banco está colaborando con donaciones a asociaciones e instituciones en los países de Latinoamérica en los que está presente, como Chile, Perú y Colombia.
De acuerdo con los datos recibidos por las gestoras de IICs que han facilitado información sobre esta actividad desarrollada por sus grupos financieros, la cifra estimada de patrimonio en gestión discrecional de carteras se situaría en torno a 80.000 millones de euros a finales de diciembre de 2019 (dato estimado a partir de los 77.221 millones para las 28 gestoras que facilitan dato de sus grupos financieros), según los datos de Inverco.
De los 80.000 millones en este negocio, el 93% correspondería a clientes minoristas (en torno a 75.000 millones de euros) y el resto a profesionales. El número estimado de contratos se elevaría a 720.000 carteras gestionadas(dato elaborado a partir de las 704.246 para las entidades que remiten información), correspondiendo casi la totalidad de ellas a clientes minoristas, siendo el patrimonio medio gestionado por cartera de cliente minorista de aproximadamente 104.000 euros.
Según la información remitida por las entidades, el 36% de la gestión discrecional en España se canaliza a través de inversiones en IICs de terceras gestoras.
Distribución de IICs
Según la información sobre distribución de IICs recibida por las gestoras, que representan una muestra elevada de la totalidad de la distribución de sus grupos financieros en España, el porcentaje de IICs de terceros comercializadas hasta el cuarto trimestre de 2019 se incrementa respecto al trimestre anterior hasta el 23% del total (70.541 millones de euros frente a 313.604 millones del total referido a las entidades que remiten información).
El porcentaje de gestión discrecional de carteras respecto a la distribución total en España de IICs se incrementó en el último trimestre en más de un punto porcentual hasta el 22,4%, según los datos de inverco.
La pandemia del COVID-19 está causando graves estragos en los mercados bursátiles. Además de las caídas en el capital, los fondos que invierten en bolsa desde una perspectiva de dividendos (es decir, que invierten en compañías que ofrecen dividendos altos, sostenibles o que tienen capacidad de incrementarlos, con el objetivo de apostar –además de por la apreciación de capital- por el income que pueden lograr) están contra las cuerdas: las autoridades regulatorias están recomendando a las empresas cotizadas recortar o suspender el reparto de dividendos a los accionistas, con el objetivo de no poner en peligro su viabilidad futura. Y, como respuesta, la avalancha de suspensiones no se está dejando esperar, sobre todo en la banca.
Así las cosas: ¿qué futuro espera a las carteras que invierten en compañías con dividendos? ¿Cómo afrontan un entorno con dividendos cambiantes que podría afectar hasta a un 80% de compañías, según los cálculos más pesimistas? Las gestoras españolas que tienen este tipo de vehículos explican que, aunque la situación supone un reto, siempre hay respuestas posibles: buscan fortalecer sus carteras con firmas con dividendos sostenibles y, ahora, apuestan por valores más defensivos y por tener parte de la cartera en liquidez, en espera de un entorno que ofrezca mejores oportunidades. Por eso sus fondos, aunque atraviesen un escenario más complejo, y con retornos negativos en muchos casos (fruto de las caídas bursátiles generalizadas), seguirán respirando hasta que los dividendos vuelvan a renacer.
Una exigencia de las autoridades
En España, la CNMV ha permitido a las cotizadas modificar su política de dividendos, mientras el Banco Central Europeo -y más tarde la propia Unión Europea- ha pedido a los bancos que no paguen dividendos al menos hasta octubre de 2020. A pesar de los daños para el inversor, son muchas las gestoras que apoyan estas políticas, porque ayudan a la supervivencia de las compañías. “Nos parece adecuada la medida con el objetivo de flexibilizar la política del dividendo y posibilitar la adecuación de la situación de cada compañía a la coyuntura actual. La flexibilidad es adecuada para poder conceder oxigeno ante un acontecimiento grave e inesperado”, dice Miguel Méndez, director de Inversiones de Metagestión.
“La indicación realizada por reguladores y supervisores para modificar la distribución del capital de las compañías es muy comprensible, especialmente en aquellos sectores/empresas que vayan a precisar algún tipo de ayuda o estímulo público. Pero los reguladores y el ciclo económico no van a ser los únicos factores limitadores del pago de dividendos, la imposibilidad de celebrar juntas generales de accionistas que aprueben esos dividendos y no menos importante, la presión social, van a ser también relevantes. En cierto sentido, en algunas compañías el dividendo pasa a ser una herramienta de responsabilidad social corporativa”, defienden en CaixaBank AM.
“Se trata de medidas preventivas ante una situación de incertidumbre extrema y, en gran medida, relacionadas con las diferentes ayudas que están ofreciendo los gobiernos a las empresas para mitigar los efectos de la crisis (retraso de pagos de impuestos, líneas de crédito y medidas de desempleo temporal, entre otras). Son las propias empresas las que mejor conocen sus posibilidades de retribución a los accionistas, pero no son desaconsejables mensajes de cautela por parte de los reguladores”, defiende Juan Luis Martínez Asensio, responsable de la gama renta variable dividendo de BBVA AM.
También algunas gestoras internacionales defienden esta medida: el CEO de Mirova -gestora de Natixis IM-, Philippe Zaouati, avisa en una reciente carta a las empresas de que “es más necesario que nunca enfocarse en la creación de valor a largo plazo” y advierte de que solo apoyarán resoluciones sobre dividendos “si la empresa prueba que estos pagos son consistentes con la continuidad a largo plazo”. También varios gestores de Jupiter AM apoyan la suspensión: «Creemos que esta es una gestión prudente y apoyamos plenamente a nuestras empresas que cancelan o suspenden dividendos en este entorno”, defiende Ben Whitmore, gestor de renta variable value de la gestora.
Otros entienden la situación pero critican el intervencionismo: “En mi opinión, corresponde a las propias compañías y sus equipos directivos decidir si están en disposición de pagar o no los dividendos”, dice José Ramón Contreras, gestor del fondo Santander Dividendo Europa de Santander AM. “En este sentido, cualquier tipo de intervencionismo sin analizar caso a caso no me parece adecuado”, añade.
En Unigest entienden la medida pero consideran que las compañías que se mantienen sólidas deberían seguir retribuyendo al accionista: “La recomendación emitida por algunos organismos reguladores parece razonable en estos momentos. El recorte o incluso la suspensión de dividendos pueden resultar adecuados en aquellas compañías que no alcancen unos ratios de liquidez suficientes o que puedan tener una elevada incertidumbre sobre la evolución de su negocio en el corto plazo. Sin embargo, aquellas entidades que tienen suficiente solidez financiera y una mayor visibilidad sobre la evolución de su negocio a corto plazo, deberían mantener el pago de dividendos como retribución a sus accionistas”, defienden en la gestora.
Janus Henderson pone también un punto crítico: “A las empresas de ciertas partes del mundo y de determinados sectores podría resultarles complicado justificar el reparto de dividendos a los accionistas y el acceso, al mismo tiempo, a préstamos para empresas respaldados por el Gobierno o a planes de remuneración de los empleados. En esta crisis se han aplicado ingentes medidas de estímulo en todo el mundo en una etapa mucho más temprana en comparación con la gran crisis financiera y, en algunos casos, las empresas han recortado sus dividendos por prudencia y consideración política y no por necesidad”.
Suspensiones y recortes
En este contexto, las suspensiones y recortes de dividendos no se han hecho esperar y seguirán esta senda, que podría afectar hasta el 80% de las compañías que pagan dividendos, y reducir los dividendos totales hasta un 60%, según los expertos. De momento, en la bolsa española una veintena de cotizadas han anunciado sus planes para alterar dividendos, compañías pertenecientes a sectores como el bancario, el de las aerolíneas, inmobiliarias, empresas textiles, medios de comunicación, papeleras… restando ya al inversor español más de 10.000 millones de euros en este concepto.
“Pensamos que entre el 70% y 80% de las compañías van a recortar dividendo y estimaciones para los próximos trimestres”, defienden en Metagestión.“Normalmente los dividendos sufren recortes inferiores a las caídas en beneficios. En otras crisis los dividendos han caído menos de la mitad que los beneficios empresariales. En estos últimos días ya hemos visto bastantes compañías que han recortado o cancelado dividendos que incluso habían sido anunciados. Esperamos que el recorte de dividendos sea superior al observado en otros periodos de crisis”, dice Martínez Asensio desde BBVA AM. “Aunque la situación de balance de las empresas sea mejor que al inicio de otras crisis, la presión de los gobiernos y organismos reguladores va a provocar recortes de dividendos superiores», por un tema de prudencia, explica.
“Ahora mismo no hay dividendos seguros. En la crisis de 2008-2009 el 60% de las compañías europeas redujeron dividendos. En las circunstancias actuales no es descabellado pensar en un escenario similar”, dicen en CaixaBank AM. “Los futuros sobre dividendos en Europa están descontando caídas del 50%-60% del dividendo. Ese escenario quizás sea demasiado pesimista, teniendo en cuenta que los dividendos cayeron en la crisis financiera entre un 30% y un 35%. Los balances de las compañías no están en peor situación ahora. Además, hay aún esperanzas de que muchas compañías que han retrasado el dividendo, finalmente puedan pagarlo”, añaden.
Para Contreras, de Santander AM, predecir si habrá recortes masivos de dividendos es complicado pero contextualiza poniendo como ejemplo la crisis de 2008: “La última gran crisis financiera del 2008 supuso para las empresas europeas cotizadas un recorte agregado desde máximos del 43% en los beneficios y del 33% en los dividendos”, dice.
“Todavía es muy pronto para conocer los impactos reales que esta crisis va a tener a nivel de resultados y de salud financiera en las entidades, por lo que cualquier estimación debe tomarse con mucho cuidado”, tampoco se atreven en Unigest a aventurarse en sus predicciones. “En nuestro escenario base, consideramos que, teniendo en cuenta los anuncios de cancelación y de mantenimiento del dividendo realizados hasta la fecha, en 2020 la rentabilidad por dividendo puede situarse en niveles cercanos al 3%, frente al 4% donde se sitúa la rentabilidad histórica del índice. Si esto fuera así, la reducción de dividendos podría suponer en torno a un 25% del total”, dicen en un tono más optimista.
Los sectores más afectados
Los expertos apuntan a banca, materiales básicos y cíclicos como los más afectados, junto con el sector turístico y petrolero, dicen en Metagestión. Pero sobre todo el bancario: “Es uno de los que tiene los resultados muy ligados a la evolución de la economía. Es por ello, que, en estos momentos de gran incertidumbre y como medida de prudencia, algunos reguladores están recomendando o limitando directamente el reparto de dividendo. Esto ayudará a las entidades financieras a cumplir con las exigencias de capital marcadas en Basilea III y a fortalecer sus balances”, dicen en Unigest. En España, ya hemos visto a entidades como Bankia, Liberbank, Sabadell o Caixabank cancelando del dividendo, o Santander retrasando su pago. En Francia, algunas entidades como BNP o Société Générale han anunciado cancelaciones o retrasos en la remuneración al accionista; y, en Italia, Intesa o Unicredit también lo han hecho.
BBVA AM también apunta al sector bancario: “Estamos viendo que todos los bancos de la zona euro anuncian que no van a pagar dividendos de momento, haciendo caso a las recomendaciones de los reguladores. A cambio se han relajado las exigencias de capital al sector y mejorado las condiciones de financiación”. Para Martínez Asensio, también hay presión en el sector de seguros, aunque se observan diferencias según los países.
“Tradicionalmente, los mayores pagadores de dividendos en la industria petrolera y la industria bancaria parecen particularmente vulnerables en este momento, y podría ser más probable que recorten los dividendos en un entorno en el que otros están haciendo lo mismo», añade Richard Carlyle, director de inversión de renta variable de Capital Group.
¿Donde está el dividendo?
Pero no todo está perdido para los fondos de dividendos. Ni mucho menos. Más allá de esos sectores afectados, todavía hay espacio en sectores o compañías que puedan ofrecer altos dividendos. “Hay sectores que, por su estabilidad de negocio y/o por su solidez de balance, es difícil que sus dividendos se vean afectados significativamente. Entre esos sectores se encuentran alimentación, tabaco, telecomunicaciones y utilities”, defiende Contreras desde Santander AM. “Seguiríamos apostando por el sector de utilities y energías renovables donde el grado de afectación del virus va a ser menor en la cuenta de resultados”, añade Méndez desde Metagestión.
“Curiosamente la corrección del mercado ha permitido que compañías de calidad que quizás no cotizaban previamente con rentabilidades por dividendos atractivas las ofrezcan ahora. Ejemplos los encontramos en el sector farmacéutico o en el de alimentación. En el sector minero, en algunas inmobiliarias específicas o en algunas aseguradoras también se siguen encontrando dividendos atractivos”, añaden en CaixaBank AM.
“Aunque es cierto que hay sectores que se van a ver más afectados que otros, creemos que se trata más de realizar una correcta selección de valores. Así, dentro del sector de seguros, hay algunas entidades que tienen un elevado atractivo en cuanto a remuneración al accionista. Otro sector que puede sorprender en este sentido es el de las telecomunicaciones, sobre todo, si logran monetizar ciertos negocios y la inversión en 5G se hace de un modo más racional que en ocasiones anteriores. Si así fuera, podríamos ver sorpresas positivas en cuanto a remuneración al accionista”, explican en Unigest, donde también destacan a las utilities: “Iberdrola, Red Eléctrica, Enagás, Endesa o Gas Natural son entidades a tener en cuenta. Recientemente, hemos visto anuncios por parte de algunas petroleras como Repsol, ENI o Total confirmando el pago de los dividendos, aun a costa de reducir las inversiones. También hay valores interesantes como Logista o, incluso, alguna constructora con rentabilidades por dividendo elevadas”, explican desde la gestora.
“Sectores donde esperamos unos dividendos más sólidos son farmacia, consumo defensivo en general y telecomunicaciones. Pero fuera de ellos es posible también encontrar ideas interesantes que nos permiten construir carteras bien diversificadas. En entornos como el actual, la calidad de la gestión de las compañías es especialmente importante”, añaden en BBVA AM.
Impacto y estrategia para los fondos de dividendos
Por eso, los gestores siempre pueden buscar oportunidades en nombres menos afectados, aunque los precios sean más caros. “Siempre va a haber compañías que ofrezcan interesantes rentabilidades por dividendo. Hay que buscar entidades con modelos de negocio diferenciados y con una situación de balance sólida que les permita retribuir a sus accionistas a la vez que seguir invirtiendo en su negocio. Obviamente, no son compañías especialmente atractivas por valoración pero sí que suponen una alternativa de inversión en el entorno actual”, dice Martínez Asensio.
Otra estrategia que siguen los gestores de fondos de dividendos es apostar por valores defensivos y tener parte de la cartera en liquidez, en espera de un entorno de mejores oportunidades: “En una coyuntura con caídas importantes en todos los activos hay que tratar de contener la caída con posiciones en valores defensivos. Aprovechar la liquidez de los fondos para intentar tomar posiciones en activos cuyo management nos ha demostrado en los últimos ocho años que crean valor y aprovechar los descuentos en compañías solidas que sabemos que en una coyuntura normal mantienen una performance anual con retornos por encima de los índices de referencia”, explica Méndez desde Metagestión.
Buscar valores con dividendos sostenibles y también una postura defensiva es la apuesta de CaixaBank AM: “Los factores que favorecían este tipo de valores, como el demográfico, sus valoraciones atractivas frente a la renta fija, la mayor estabilidad de este tipo de compañías a lo largo del ciclo…, siguen vigentes. El mayor reto de este tipo de fondos es identificar aquellas compañías que no solo ofrezcan una mejor rentabilidad por dividendo que el conjunto del mercado, sino que ese dividendo sea además sostenible y con capacidad de crecimiento”. Y recuerdan:“La rentabilidad por dividendo sigue siendo muy atractiva frente a otras fuentes de rentas tradicionales como la renta fija o las imposiciones a plazo. Recientemente, el fondo CaixaBank Bolsa Dividendo Europa ha desplazado su interés hacia compañías, con quizás una menor rentabilidad por dividendo, pero con una mayor capacidad de defenderlo en el momento actual del ciclo”.
La estrategia deContreras, gestor del fondo Santander Dividendo Europa de Santander AM, no pasa por invertir en compañías que paguen los dividendos más elevados del mercado, sino por buscar aquellas opciones de inversión con mayor capacidad recurrente para pagar (lo hagan o no) dividendo atractivos a los accionistas. “El principal reto a corto plazo es sortear la incertidumbre que afecta a esa capacidad recurrente de pago. En estos momentos, nuestra gestión se centra en mantener un cartera diversificada en sectores y posiciones, pero con un sesgo hacia valores con perfil defensivo dentro de sus respectivos sectores. Asimismo, mantenemos una elevada liquidez que nos permita ser flexibles a la hora de afrontar opciones de inversión interesantes que puedan ir apareciendo”, explica.
“Unifond Europa Dividendos FI tiene la peculiaridad y el atractivo de remunerar a sus partícipes en efectivo con los dividendos recibidos de las compañías que tiene en cartera. Aunque es lógico pensar en una reducción en la retribución por dividendos a nuestros partícipes, intentaremos que este impacto sea el menor posible, ya que creemos que el fondo está invertido en compañías lo suficientemente sólidas como para minimizar el impacto. Además, no debemos olvidar que se trata de una reducción puntual y que nos ofrece la posibilidad de lograr ingresos futuros por dividendos muy interesantes”, explican en Unigest. Su estrategia ahora pasa por tener acciones con alta rentabilidad por dividendo, con alta capacidad de pago y unos balances saneados: “En este sentido, en líneas generales, rotaremos parte de la cartera hacia sectores y valores que consideremos que puedan mantener dividendos estables y crecientes en el futuro”.
“En este entorno el mercado debería premiar a aquellas compañías que puedan salir reforzadas o menos afectadas por la crisis. Nuestro reto es identificarlas y tomar posiciones en aquellas que todavía puedan ofrecer unas valoraciones relativas atractivas. El mercado se está moviendo muy rápido en las últimas semanas y debería seguir penalizando a las entidades con problemas. Como siempre, recortar o no pagar el dividendo anunciado envía al mercado un mensaje negativo sobre el negocio y es eso lo que queremos evitar en nuestras carteras”, dicen en BBVA AM. La mayoría de los fondos de la Gama Reparto en BBVA AM tienen dos fuentes de ingresos que sirven para pagar el dividendo a los partícipes: los propios dividendos de las compañías y las primas obtenidas con una estrategia de venta sistemática de opciones de compra. “Al no depender exclusivamente de los dividendos de la cartera podemos asegurar que los fondos de la gama Mi Inversión son capaces de pagar el dividendo establecido (6%, 3% o 1,5% anual dependiendo del perfil de riesgo) en cualquier entorno de mercado. Los cambios en cartera obedecen exclusivamente a los fundamentales de las compañías seleccionadas, no a una búsqueda de rentabilidad por dividendo mayor”, explica Martínez Asensio.
¿Rentabilidades más bajas?
A pesar de sus estrategias para afrontar este escenario, la mayoría reconoce que el entorno está lleno de retos y que los retornos podrían tener que adaptarse. De hecho, los fondos de dividendos vienen ofreciendo rentabilidades negativas en los últimos meses -debido a las caídas de mercado-, superiores al 15% a un año en el caso del BBVA Bolsa Plan Dividendo Europa, el Bankia Dividendo Europa, Santander Dividendo Europa o Bankinter Dividendo Europa. En el caso del Ibercaja Dividendo, CaixaBank Bolsa Dividendo Europa o Metavalor Dividendo las caídas son algo más pronunciadas, mientras el Unifond Europa Dividendos cae más del 30% en rentabilidad a un año, según los datos proporcionados por VDOS. Algo que intentan compensar con el pago de dividendos.
De cara al futuro podrían rebajar sus retornos frente a estándares históricos: “Quizás sí habrá menos retornos en el corto plazo, pero creemos que será una situación transitoria. La historia nos demuestra que este tipo de compañías y este estilo de inversión ofrecen mejores rentabilidades que el mercado a largo plazo”, matizan en CaixaBank AM. “La rentabilidad de los fondos va a depender, como es lógico, del comportamiento de los mercados de renta variable. Sí que esperamos que, en el entorno actual de incertidumbre, una cartera como las nuestras, compuesta por compañías líderes en sus negocios y valoraciones razonables, financieramente sólidas y con mayor capacidad de mantener los dividendos que otras, debería tener una rentabilidad mejor que otros productos de un perfil de riesgo similar”, dicen en BBVA.
“El año 2020 ha empezado con una situación que es tremendamente trágica y de la que no existen precedentes. Es obvio que, en general, las perspectivas financieras vendrán condicionadas por la duración de la pandemia, por el impacto que tenga en la actividad económica mundial y por la rapidez en la vuelta a la normalización una vez superada. Mediante la gestión activa que realizamos en el Santander Dividendo Europa intentaremos sortear estas incertidumbres de la mejor manera posible para nuestros partícipes”, dice Contreras.
“Hacer previsiones del resto del ejercicio es aventurado ya que el timing del confinamiento es complicado de prever. En todo caso nuestro compromiso es realizar un seguimiento diario de los activos realizando una selección adecuada a cada momento del mercado. El mensaje para los partícipes es que mantengan la serenidad y aquel que disponga de liquidez aproveche las correcciones para tomar posiciones con un horizonte de inversión de medio plazo”, añaden en Metagestión.
La vuelta de los dividendos, ¿para cuándo?
La recuperación de los dividendos no será rápida, pero hay cierto optimismo: “Hoy por hoy pensamos que los beneficios y, por lo tanto, los dividendos podrían tener una recuperación en un plazo de tiempo menor a lo visto en la crisis financiera de 2008”, dicen en CaixaBank AM.“Dadaslas extraordinarias medidas adoptadas tanto a nivel fiscal por los países como a nivel monetario por los bancos centrales, si la situación con el coronavirus se estabiliza en las próximas semanas, podremos ver una fuerte recuperación de los resultados de las compañías y, por tanto, de los dividendos, en especial de aquellos sectores que presentan unos balances más saneados”, añaden en Unigest.
Janus Henderson habla de 2021: “Sigue siendo difícil prever con exactitud la probable magnitud de los recortes de dividendos a nivel mundial en 2020 en vista de la elevada volatilidad de una situación que sigue en curso. De cara al futuro, podríamos asistir a la reanudación del reparto de dividendos en varios sectores en 2021 (si bien a partir de un nivel de base más bajo), siempre que el crecimiento de los contagios del virus llegue a su punto álgido, se ponga fin a la medidas actuales de confinamiento obligatorio y la economía mundial reanude su actividad y se recupere”, dicen en la gestora.
Pixabay CC0 Public Domain. Trabajando desde casa con SPDR: flujos, participaciones, rendimientos y valoraciones sectoriales
Tras un primer trimestres donde la dispersión de rentabilidades entre sectores se amplió, ofreciendo oportunidades selectivas de inversión, los expertos de State Street Global Advisors exploran los posibles escenarios de recuperación del COVID-19 en el segundo trimestre del año y su implicación sectorial.
El 21 de abril, a las 11:30 horas Rebecca Chesworth, estratega senior de ETFs de renta variable en SPDR y Elliot Hentov, jefe de estrategia Geopolítica en State Street Global Advisors, analizarán los flujos y tendencias recientes en inversión sectorial e indicarán qué sectores se espera despunten en los próximos tres meses.
Dirigido a clientes profesionales y con contenidos en inglés, este webinar de 30 minutos estará disponible vía streaming y a demanda tras su emisión. El registro puede realizarse a través del siguiente enlace.
Foto cedidaOlivier Paille, director del área de Cumplimiento, Riesgos y Proyectos de iM Global Partner.. Olivier Paille, nombrado director del área de Cumplimiento, Riesgos y Proyectos de iM Global Partner
iM Global Partner refuerza su negocio y nombra a Olivier Paille director del área de Cumplimiento, Riesgos y Proyectos. Según ha explicado la firma, Paille se encargará principalmente de supervisar la gestión del riesgo y el cumplimiento normativo para la gama de fondos Oyster.
El objetivo de este nombramiento es “mejorar la división de riesgos de iM Global Partner a escala internacional y apuntalar el desarrollo de la gama Oyster”, tras la adquisición de SYZ AM (Luxemburgo) a principios de febrero de este año y su integración con la plataforma internacional de distribución de fondos Oyster. Además, con el nuevo rol de Paille, iM Global Partner quiere mejorar el desarrollo de esta gama. Paille estará ubicado en París e informará directamente a Philippe Couvrecelle, fundador y consejero delegado de la firma.
“Estamos trabajando en la integración de la gama Oyster en nuestra plataforma de distribución con el objetivo de desarrollarla y reforzarla, añadiendo algunos nuevos fondos y conocimientos especializados. Con la llegada de Olivier Paille, podremos tener gestionar mejor la parte del riesgo mientras hacemos crecer esta parte del negocio y su distribución, añadiendo capacidades para gestionar una gama mundial expuesta a clases de activos internacionales», ha señalado Philippe Couvrecelle, fundador y CEO of iM Global Partner, a raíz de este nombramiento.
Olivier Paille se incorporó a iM Global Partner a principios de 2020 desde AXA IM, donde ocupó diversos cargos en las áreas de multiactivos, soluciones para el cliente, trading y seguridad financiera desde 2015. Con anterioridad, trabajó como consultor senior para varias instituciones financieras en Hiram Finance de 2013 a 2015. A lo largo de su dilatada carrera profesional ha trabajado en firmas como Société Générale (SGCIB) y Allianz France.
Pixabay CC0 Public Domain. Seguridad, rescate de los bancos centrales y deuda emergente: las temáticas que marcarán el próximo trimestre
El mes de marzo terminó con amplias salidas en todos los mercados soberanos y alta demanda de bonos del Tesoro. En general, tanto la deuda con grado de inversión como los bonos corporativos de alto rendimiento sufrieron en este periodo. Al mismo tiempo, las medidas de inflación de PricesStats reflejan una disminución en los precios online en todo el mundo.
Así, de cara al próximo trimestre, los temas a tener en cuenta según SPDR serán: la seguridad, el rescate de los bancos centrales y el largo recorrido de la deuda emergente.
El próximo 23 de abril, a las 10:30 de la mañana, Antoine Lesne, director de estrategia en ETFs en SPDR, analizará los flujos y tendencias del primer trimestre, las medidas de inflación y las temáticas del próximo trimestre.
Este webinar, de 45 minutos de duración, estará disponible online tras su emisión. Además, el registro se puede realizar de forma totalmente gratuita a través de este enlace.
Pixabay CC0 Public Domain. Tres meses por delante para capear la crisis: las gestoras consideran que estamos en el ojo del huracán
El segundo trimestre del año ya ha arrancado y las gestoras han ajustado sus perspectivas. La crisis ha llegado y ahora toca ver las consecuencias del parón económico que han realizado la mayoría de los países del mundo afectados por la pandemia del coronavirus, que ya se ha costado más de 160.000 muertes. Como toda crisis, día a día va evolucionando y hoy el mercado tiene la vista puesta en la caída del precio del barril West Texas, que ha tocado los 14 dólares, y la cumbre de este jueves de la UE.
«En términos de mercado, los mercados sufrieron una perturbación de gran envergadura y ahora se están adentrando en una fase que combina esperanza y miedo, y en algún momento empezará la tercera fase, con un nuevo paradigma de mercado. Entre mediados de febrero y mediados de marzo se produjo la perturbación, que se dejó sentir en unos mercados que se preparaban plácidamente para un año de modesta recuperación económica después de la ralentización de 2018-2019”, explica Carmignac sobre cómo fue el primer trimestre.
En opinión de la gestora francesa, en este nuevo trimestre entramos en una segunda fase, “en la que los mercados se están recuperando del pánico experimentado y empiezan a ver la luz al final del túnel, a medida que estas curvas exponenciales de la pandemia empiezan a mostrar una evolución ligeramente más esperanzadora en prácticamente todos los países, en distinta medida, y el posicionamiento del mercado ha pasado a ser muy liviano”. Para Carmignac es relevante que pronto se podrá cuantificar el efecto económico concreto de estos confinamientos conforme se van publicando los datos económicos posteriores a febrero.
Estos datos marcarán todo el segundo trimestre, pero por ahora algunas casas de inversión tienen unas perspectivas muy negativas de lo que iremos viendo. Según las previsiones de Nordea AM, la economía mundial se está adentrando en el ojo del huracán, y los inversores harían bien en esperar tiempos muy difíciles antes de que la situación mejore en el segundo semestre del año, cuando la economía china repunte.
“El segundo trimestre debería ser un periodo sumamente complejo, pero la situación debería mejorar cada vez más a medida que nos acerquemos a finales de año. Nos encontramos en los albores de una crisis histórica. A medida que el elevado nivel de miedo empiece a disiparse, la volatilidad en los mercados bursátiles debería descender, lo que establecería un límite a la baja para estos últimos y conllevaría un cierto potencial alcista conforme el mercado descuente los distintos paquetes de rescate. No obstante, aún debemos interiorizar que se producirá una marcada recesión, numerosas revisiones a la baja en los beneficios y quiebras. La primera ficha del dominó ya ha caído y la reacción en cadena hará caer hasta la última ficha”, explica Sebastien Galy, responsable de estrategia macroeconómica en Nordea AM.
Según estima el equipo de Insight Investments (parte de BNY Mellon IM), a medida que el mundo refuerza su respuesta a la crisis del coronavirus, con cada vez más confinamientos y cierres de empresas, es probable que la mayoría de las economías sufran una contracción del PIB de alrededor del 15% entre sus niveles máximos y mínimos.
“La naturaleza variable del sector servicios y de las balanzas comerciales de cada país probablemente dará lugar a resultados económicos algo diferentes. Sin embargo, esperamos descensos de dos dígitos en el PIB entre máximos y mínimos, con los Estados Unidos cayendo ligeramente menos debido a un sector de restauración y a un déficit comercial más pequeños. Debido a las incógnitas sobre la duración y la eficacia de las medidas de contención, la incertidumbre de estas previsiones es mucho mayor que en tiempos económicos normales”, apunta en su último informe.
En opinión de PIMCO ya hemos entrado en “la primera crisis de la historia provocada por decreto gubernamental”, que puede ser “la más profunda y la más corta de la era moderna”. Su pronóstico es el de una “recuperación en U en un horizonte de seis a 12 meses”. La gestora de fondos de inversión advierte, eso sí, de que “será una recuperación gradual con el riesgo de que sea desigual con importantes retrasos y daños permanentes”. En su escenario principal, la gestora anticipa que la expansión del virus alcanzará su pico a nivel mundial en el tercer trimestre. Este escenario está sujeto a modificaciones y lo que ahora es un escenario en U, PIMCO avisa de que bien puede convertirse en una W. “Los dos mayores riesgos para el escenario en U son la curva de la pandemia y la evolución de los defaults de los sectores cíclicos más apalancados”, sostiene la gestora.
Laurent Denize, director de Inversiones Adjunto Global de ODDO BHF AM, coincide en que ahora mismo estamos “en medio de una profunda recesión”, así que habrá que ser paciente y esperar a que pase la tormenta. “Creemos que el crecimiento debería recuperarse en el tercer trimestre. Sobre todo, conforme se relajen las medidas adoptadas para compensar la lenta respuesta inicial a la crisis y, además, se equilibran las acciones para reducir las dificultades económicas. De este modo, creemos que las medidas de apoyo durarán más tiempo que la crisis sanitaria. El apoyo monetario y el estímulo fiscal sin precedentes deberían ayudar a impulsar la recuperación cuando las empresas se reabran y los trabajadores vuelvan a sus puestos”, señala Denize.
Los protagonistas
En este contexto, la gestora señala que las soluciones de renta fija flexibles y de renta fija tradicional probablemente desempeñen un papel significativo en términos de asignación como activos refugio y herramientas que pueden brindar mejores perfiles de riesgo/remuneración. “Resulta poco probable que la duración contribuya significativamente en este momento, por lo que la exposición a la deuda corporativa con grado de inversión podría ser una buena opción. Llevamos mucho tiempo abogando por la inversión en el mercado de Covered Bonds debido a su perfil sumamente seguro y en vista de seguir viéndose apuntalado por las compras del BCE. Los inversores deberían tener en cuenta que, en un periodo de gran volatilidad, los gestores de carteras desempeñan un papel fundamental, dado que éstos tienen la capacidad de capear las crisis”, añade Galy.
Algo indudable para las gestoras es que los bancos centrales y los gobiernos seguirán teniendo un papel fundamental en este segundo trimestre. “Por mucho tiempo que dure esta crisis sanitaria y por mucho que se extienda, no es muy arriesgado afirmar que cueste lo que cueste, los Estados y los Bancos Centrales pondrán de su parte para apoyar a sus pueblos y sus economías, pero también que los modelos económicos y sociales se revisarán a fondo”, sostiene Xavier Lépine, presidente del Consejo de Administración de La Française.