Pixabay CC0 Public Domain. El patrimonio de las IICs extranjeras se contrajo un 9,7% de enero a marzo
El desempeño negativo del mercado ha reducido el patrimonio de las instituciones de inversión colectiva (fondos y sicavs) no domiciliadas pero comercializadas en España. Según los datos publicados por Inverco correspondiente al primer trimestre del año, el patrimonio total de las IICs extranjeras se sitúa en 176.000 millones de euros en marzo (dato estimado de la asociación a partir de los 163.287 millones que declaran las 41 gestoras que facilitan dato).
Este dato frena el buen ritmo de crecimiento de las IICs extranjeras en el mercado español, ya que supone un 9,7% menos que el trimestre anterior. “El volumen estimado de activos con respecto al trimestre anterior habría experimentado un descenso de 19.000 millones de euros”, puntualiza Inverco en sus datos. Esta cifra engloba el total de las ventas (sin incluir mandatos) a clientes nacionales en España (tanto minoristas como institucionales) de IICs no domiciliadas en España.
Según los datos de Inverco, en el primer trimestre de 2020, las IICs extranjeras comercializadas en España han experimentado unas suscripciones netas de 2.000 millones de euros, un 71% menos de las registradas en el trimestre anterior, de noviembre a diciembre de 2019.
Entre las gestoras que más han captado, destacan Groupama AM (871 millones de euros), JP Morgan AM (con más de 753 millones de euros) o la gestora Fidelity (con 741 millones de euros).
En función de la información recibida, Inverco señala que el patrimonio de las IIC extranjeras por categorías es el siguiente: renta variable, el 27,2%; renta fija/monetarios, el 33,2%; mixtas, el 16,7%; y, ETFs/indexados el 22,9%.
Pixabay CC0 Public Domain. Bancos centrales: ¿qué esperar de las reuniones de la Fed y el BCE?
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) se reúnen hoy y mañana, respectivamente. Según los expertos, ambas instituciones han sido rápidas en anunciar medidas frente a la crisis económica generada por el COVID-19 y por eso no se esperan grandes novedades, pero sí que ambas aprovechen la ocasión para ajustar o puntualizar las medidas que ya han puesto en marcha.
«Actualmente no hay más margen para nuevos ajustes a la baja en su políticas monetarias. Con los inversores centrales en el panorama económico general, podemos esperar nuevas herramientas no convencionales de estímulo, como el control de la curva de tipos», señalan desde eToro ante las expectativas que ha levantado la reunión de la Fed y el BCE.
En opinión de Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada, la Fed está centrada la implementación de todos los programas ya anunciados y cree que esto será así hasta que la economía comience a dar signos de normalización. “Con la normalización, la Fed posiblemente actualice el guidance o discutir algunos aspectos del QE, pero por ahora la política monetaria se mantendrá en un segundo plano, detrás de la fiscal. Es importante que el mercado, como hasta ahora, siga pensando que la Fed hará lo que sea necesario y positivo que el mercado piense que queda munición, pero no parece que tenga sentido ir más allá el miércoles”, afirma.
Para Bank of America, lo más relevante de la reunión de la Fed será conocer su visión sobre el deterioro de la economía. “Probablemente hará hincapié en que las tasas de interés van a permanecer bajas durante un periodo prolongado. Además, los mercados estarán atentos sobre las posibles indicaciones que dé sobre las compras de UST y MBS, los cambios en IOER y ONRPP, y cualquier otro ajuste sobre sus medidas”, apunta en su informe semanal.
Según el análisis de Gilles Seurat, gestor de multiactivos de La Française AM, la Fed podría endurecer su forward guidance y comprometerse a no subir los tipos hasta 2021. «En los próximos trimestres, esperamos que la Reserva Federal adopte el control de la curva de rendimiento, como lo han hecho Japón y Australia. Sin embargo, endurecer su forward guidance sería el siguiente paso lógico, antes de optar por el control de la curva de rendimiento. Probablemente también hablarán sobre el diferencial Libor-OIS, que ha empezado a estrecharse desde un nivel elevado gracias a sus medidas. Podría anunciar algunas medidas adicionales para ayudar a los mercados monetarios, o al menos comprometerse a inyectar más liquidez si el diferencial no se ajusta lo suficientemente rápido», comenta.
Desde Ebury reconocen que no esperan grandes novedades por parte de la Fed. “La Reserva Federal ya ha sido muy enérgica en la puesta en marcha de programas de apoyo a la economía, por lo que no se esperan grandes anuncios en la reunión del próximo miércoles”, sostiene en su análisis semanal. En cambio, sí consideran que el BCE amplíe los programas ya en vigor y, en concreto, el de compra de activos del programa de compras de emergencia (PEPP) anunciado al principio de la crisis, “con el fin de aumentar su capacidad para que pueda absorber todas las emisiones de los países periféricos hasta, por lo menos, finales de 2020”. La firma considera que, de ser así, “veríamos un alivio en los mercados que ayudaría al euro en las próximas semanas”.
Valorando las medidas ya tomadas
Respecto a este programa, los analistas de BancaMarch explican que durante las cuatro primeras semanas en las que ha estado en vigor su programa de compras de emergencia (PEPP, por sus siglas en inglés), la institución monetaria ha adquirido activos por un importe total de 96.719 millones de euros, lo que equivale a un ritmo promedio de compras diario de algo más de 5.000 millones de euros desde el comienzo de este programa. “Recordamos que el BCE anunció el lanzamiento de este nuevo programa el pasado 18 de marzo (PEPP), con una dotación de 750.000 millones de euros y que estará en vigor hasta que haya terminado la crisis por el COVID-19, garantizando que como mínimo seguirá comprando activos hasta final de 2020. Por otra parte, la entidad presidida por Christine Lagarde no ofrece detalles sobre la composición de las compras de activos realizadas y este programa (PEPP) no está limitado por las restricciones aplicadas a otros programas de adquisición de deuda, por lo que la institución podrá dejar de aplicar el límite del 33% por código ISIN, así como adoptar un enfoque flexible al guiarse por la clave suscripción del capital de la institución por cada país”, apuntan en su análisis diario.
En todo caso, desde Allianz GI coinciden en que ambas entidades han agotado gran parte de su artillería y que lo más interesante será escuchar su diagnóstico sobre la crisis económica y la evolución de la pandemia. Así lo explica Franck Dixmier, director global de renta fija de Allianz Global Investors: “ El BCE y la Fed tienen un objetivo común: garantizar una transmisión fluida de la política monetaria para que los bancos puedan hacer su trabajo de apoyar a las empresas sin tener problemas de liquidez. Los bancos centrales de todo el mundo han lanzado programas de compra de activos considerables, en una interpretación muy amplia de su mandato y bajo una fuerte influencia política. Uno puede cuestionar su grado de independencia; su papel como prestamista de último recurso los lleva a financiar las crecientes necesidades de los gobiernos y a un coste mínimo gracias a la presión que ejercen en los mercados para mantener los tipos en niveles muy bajos. La línea entre política monetaria y política fiscal nunca ha sido tan borrosa”, afirma.
En opinión de Dixmier, “no esperamos ningún anuncio específico en las próximas reuniones del BCE y la Fed, que se adaptan continua y urgentemente al deterioro de las economías y las tensiones del mercado. Sin embargo, será interesante escuchar el diagnóstico de la crisis y de la efectividad de las medidas ya tomadas por parte de ambos bancos centrales”.
¿Aclaraciones del BCE?
Según la valoración que hace Konstantin Veit, gestor senior de carteras europeas de PIMCO, podemos esperar alguna novedad o aclaración por parte del BCE. Veit defiende que “el BCE reiterará con contundencia su disposición a hacer todo lo que sea necesario”. Si bien avisa de que “no se espera ninguna de decisión de política monetaria de largo alcance”. Sin embargo, Veit subraya que “puede haber cambios con el paso del tiempo” en el Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP). Por ejemplo, en la cantidad establecida en 750.000 millones de euros. “Equivale al 6% del PIB de la eurozona y es un volumen considerable, pero ciertamente hay margen de maniobra para hacer más”. PIMCO considera que también que se podrían añadir nuevos activos elegibles dentro del PEPP. Si bien Veit expresa su escepticismo sobre la posibilidad de que esas modificaciones en el volumen y los activos del programa de emergencia del BCE se vayan a ejecutar a corto plazo; “no esperamos cambios inmediatos”, admite.
Eso sí, Veit subraya que el BCE tiene la oportunidad de aclarar que tratamiento le dará a los activos “fallen angel” dentro de los distintos programas de compras. “Creemos que el BCE seguirá comprando activos que fueron degradados después del pasado 7 de abril y que mantienen al menos un rating de BB, pero esto no abre la puerta a una compra amplia e indiscriminada de toda clase de papel high yield”, añade.
Misma opinión comparte Gilles Moëc, economista jefe del Grupo en AXA IM. El experto señala que Lagarde abra la «posibilidad de aumentar el tamaño del rescate para demostrar que la Eurozona todavía puede contar con un poderoso respaldo político», lo que supondría que, a la larga, “el BCE podría aumentar el PEPP y superar el billón de euros”, pero advierte de que “su capacidad de ampliar el estímulo no es infinita”. Así, el experto defiende que, aunque el BCE está listo para desviarse significativamente de la clave de capital durante algún tiempo, «existen límites para tal sesgo». Por ello, indica que «sería necesario un aumento preventivo en el tamaño del PEPP», pero «no esperamos un anuncio tan determinante esta semana».
Sin embargo, Moëc considera que «el BCE preferiría mantener las tendencias de una deuda soberana por debajo del 33%» y no convertirse en la fuerza decisiva en una reestructuración a través de las Collective Action Clauses («Cláusulas de Acción Colectiva»), ya que esto supondría «no cubrir la totalidad del nuevo requisito de endeudamiento 2020 y las necesidades de refinanciación si los otros inversores se niegan a extender su exposición»
Pixabay CC0 Public DomainMartin Fisch. Martin Fisch
Los mercados bursátiles mundiales se desplomaron en la segunda mitad del trimestre, ya que la actividad económica se vio perjudicada por la pandemia del coronavirus.
En muchos países se impusieron medidas de «distanciamiento social» y restricciones a los viajes, y algunos gobiernos fueron incluso más allá y obligaron al cierre de las actividades comerciales no esenciales. La magnitud de los trastornos ocasionados se demuestra por la caída del tráfico aéreo comercial, que disminuyó más de un 60% en la última semana de marzo (1). La economía global no había sufrido una perturbación sincronizada a este nivel desde la II Guerra Mundial.
Pero este tipo de crisis es muy distinto a un conflicto bélico. Reina la paz. Las ciudades están tranquilas, hay pocos coches en las carreteras y los cielos se han vaciado de aviones. Una consecuencia evidente ha sido el espectacular descenso de la contaminación. Las emisiones de dióxido de carbono y óxido de nitrógeno han disminuido drásticamente en las últimas semanas. Algunas personas han señalado que, sin querer, hemos podido vislumbrar un futuro con bajas emisiones de carbono, pero, aunque pueda haber factores medioambientales claramente positivos, se trata de una victoria pírrica, dado el coste humano que tiene esta crisis. Las repercusiones sociales son diversos y a los gobiernos no les está resultando fácil evaluar las consecuencias de las diferentes políticas.
El lado positivo
Sin embargo, todo este caos ha tenido algunos elementos positivos. Ha puesto de manifiesto las ventajas de los avances tecnológicos de la última década. La economía digital ha permitido a muchas personas seguir con su vida diaria con solo algunos inconvenientes. Algunas empresas se han comportado muy bien en estos últimos meses, al registrar un aumento de la demanda de sus servicios. Uno de los grandes interrogantes para nosotros ahora es hasta qué punto habrá un cambio duradero como consecuencia de esta crisis. ¿Habrá una «nueva normalidad» y cómo será? Creemos que esta crisis acelerará las tendencias digitales y esperamos que los cambios en cómo organizamos nuestras economías y vivimos nuestras vidas tengan efectos medioambientales positivos. Estamos invirtiendo en empresas bien posicionadas para un futuro así.
Disrupción o resiliencia
Dado el alcance de la intervención de los gobiernos, hay pocos ámbitos de la economía que no se hayan visto afectados. Todos los sectores principales del mercado han registrado rentabilidades negativas, aunque ha habido importantes diferencias en la rentabilidad relativa, pues algunas empresas han resistido mejor que otras.
Las empresas peor paradas han sido las expuestas a los sectores de los viajes, transporte, industria pesada, materias primas y finanzas. Los cruceros y las compañías aéreas se han visto especialmente perjudicados, al desplomarse su cotización hasta un 80% o 90% en algunos casos. El sector energético, dominado por las compañías de petróleo y gas, fue el que peor se ha comportado, al caer más de un 40%. Esto se debió al desplome de los precios del petróleo provocado por la debilidad de la demanda y la ruptura de las relaciones de la OPEP al no llegar a un acuerdo para recortar el exceso de oferta (2).
El sector financiero fue el segundo más perjudicado, al caer más de un 25%, ya que los bancos se vieron sometidos a presiones como resultado de las medidas regulatorias de los gobiernos de benevolencia con los créditos y las rebajas de tipos aplicadas por los bancos centrales. Salud, consumo básico y suministros públicos, sectores tradicionalmente más defensivos, se comportaron relativamente mejor, aunque aun así cayeron entre un 5% y un 15%. El sector de tecnología de la información también bajó menos que el mercado en general, al aumentar la demanda de muchos servicios digitales (2).
Perspectivas
Hay mucha incertidumbre sobre cuánto van a durar las medidas de los gobiernos relacionadas con la pandemia. Además, muchas personas empiezan a preguntarse si esta crisis provocará cambios duraderos en nuestro modo de vida y organización de nuestras economías. No vamos a decir que conocemos las respuestas a estas preguntas, pero creemos que algunas sendas son más claras que otras y que nuestro enfoque de inversión sostenible nos ayudará.
En respuesta a esta crisis, muchos gobiernos de todo el mundo han respondido con medidas de estímulo fiscal a gran escala, en algunos casos de hasta el 20% del PIB del país. Este estímulo tendrá que ir a parar a algún lado y, aunque a algunos sectores podría llevarles tiempo recuperarse, hay áreas de la economía que probablemente se recuperarán con fuerza. Nuestro enfoque de inversión sostenible nos ayuda a centrarnos en las tendencias a largo plazo que creemos que no van a cambiar. De hecho, creemos que algunas podrían incluso acelerarse como resultado de esta crisis, que ha puesto de manifiesto el hecho de que algunas cosas tienen que cambiar.
La digitalización es una tendencia que se está acelerando y tenemos muchas inversiones expuestas a ella en productividad empresarial, comunicación, salud, ocio, infraestructuras y conectividad. La capacidad de adaptación y resistencia mostrada hasta ahora por la economía digital ―muchas empresas han registrado un aumento de la demanda de sus servicios― ha servido para destacar la idea de que muchas personas y empresas pueden reducir su huella de carbono. La razón de ser de la digitalización es permitir una mayor productividad y un uso más eficiente de nuestros preciados recursos naturales.
Además, creemos que la transición a una economía con bajas emisiones de carbono es una tendencia que va a continuar e incluso podría acelerarse. A menudo nos preguntan por la posibilidad de que los bajos precios del petróleo frustren las inversiones sostenibles o ralenticen el ritmo de transición a la economía con bajas emisiones de carbono. No lo creemos probable. De hecho, la volatilidad del precio del crudo es, en sí misma, un factor negativo desde el punto de vista de la inversión, mientras que la estabilidad de las rentabilidades del sector de las renovables resulta muy atractiva. Es el impulso imparable de la tecnología limpia, junto con la creciente carga reglamentaria asociada al carbono, lo que resta atractivo a las inversiones en combustibles fósiles. Además, esperamos que el apoyo de la normativa a la transición a la energía limpia continúe.
Aunque haya pasado desapercibida entre todas las noticias sobre la pandemia, la publicación por la Comisión Europa del borrador de la Ley europea del clima el 4 de marzo ha supuesto un paso adelante importante en el compromiso de la Unión Europea con una economía con cero emisiones netas de carbono. Tampoco nos sorprendería que las importantes medidas de estímulo fiscal se destinasen en parte al sector de la energía limpia. Cada vez más empresas de los sectores de generación eléctrica, transporte e industria presentan planes de inversión para varios años coherentes con la transición a una economía con bajas emisiones de carbono. En la próxima década, veremos un enorme aumento de la capacidad de generación de energías renovables, avances en las tecnologías de baterías y la adopción generalizada del coche eléctrico por los consumidores.
Creemos que esta va a ser la década en que veamos claramente la perspectiva del pico de la demanda de petróleo. Hemos utilizado la reciente volatilidad del mercado para incrementar nuestras inversiones en generación de energía renovable, donde vemos unos dividendos estables y al alza, así como en empresas que proporcionan tecnología para la electrificación del transporte.
Hay muchos otros ámbitos en los que esperamos pocos cambios: la necesidad de servicios sanitarios básicos, alentada por el envejecimiento de la población, no ha hecho sino aumentar debido a esta crisis. Los seguros y los servicios de gestión de riesgos siguen siendo muy necesarios, el crecimiento de la población y el proceso de urbanización van a continuar y, con ellos, la necesidad de invertir en infraestructuras sostenibles, transporte público, edificios de eficiencia energética y tecnología del agua. La innovación avanzará en lo que respecta al a economía circular y seguirá habiendo demanda de muchos servicios y bienes de consumo relacionados con el deporte y el ocio, el entretenimiento y la alimentación saludable.
En lugar de restar importancia a esta crisis, esperamos que sirva para dejar claro el atractivo de la inversión sostenible y cómo produce mejores resultados, no solo para los inversores, sino también para el medioambiente y la sociedad. Invertimos por los beneficios, las personas y el planeta. Creemos que las mejores rentabilidades de la inversión provendrán de empresas con crecimiento compuesto resiliente, características que a menudo ofrecen las empresas que apuestan por las tendencias de sostenibilidad.
Tribuna de Hamish Chamberlayne, gestor de la estrategia Janus Henderson Global Sustainable Equity, de Janus Henderson Investors.
(2) Factset, Janus Henderson Investors, en libras esterlinas, a 31 de marzo de 2020.
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Emitido por Janus Henderson Investors. Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual se proporcionan los productos y servicios de inversión por parte de Janus Capital International Limited (reg. n.º 3594615), Henderson Global Investors Limited (reg. n.º 906355), Henderson Investment Funds Limited (reg. n.º 2678531), AlphaGen Capital Limited (reg. n.º 962757), Henderson Equity Partners Limited (reg. n.º 2606646), (cada uno registrado en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulado por la Financial Conduct Authority) y Henderson Management S.A. (reg n.º B22848 en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo, y regulado por la Commission de Surveillance du Secteur Financier).
Kirstie Spence, courtesy photo. Kirstie Spence (Capital Group): “Se ha creado una tormenta perfecta en los mercados de deuda emergentes”
Los países emergentes también se enfrentan a una crisis sanitaria debido al COVID-19 con graves consecuencias financieras y económicas. En este contexto, la deuda en dólares estadounidenses ha experimentado caídas de un 13% y la deuda en moneda local de los mercados emergentes ha bajado un 15% en términos de dólares estadounidenses, en lo que va de año. Kirstie Spence, gestora de cartera de Capital Group, analiza en esta entrevista el mercado de deuda emergente.
P. ¿Cómo le ha ido a la deuda de los mercados emergentes en estos mercados volátiles?
R. La mayor parte de las caídas en deuda emergente refleja la debilidad de los tipos de cambio de los emergentes frente al dólar estadounidense. Dentro de la deuda en dólares, la que se ha debilitado de forma desproporcionada ha sido la de alto rendimiento, mientras que las caídas dentro del segmento de grado de inversión en los mercados emergentes están mucho más en línea con los movimientos sus pares en Estados Unidos. Los resultados también han sido desiguales en la deuda en moneda local, pero en realidad algunos de los mercados frontera han sido más estables. Esto podría deberse, probablemente, a la falta de liquidez y al hecho de la propiedad de sus bonos es insuficiente.
P. ¿Cómo ha sido la liquidez en los mercados de deuda emergentes?
R. Se han combinado varios factores para crear una tormenta perfecta en los mercados de deuda emergentes. La propagación del virus creó temor y generó una venta correlacionada, que fue seguida por una crisis del precio del petróleo que siempre tiende a impactar a los emergentes como una clase de activo relacionado con los productos básicos… Al mismo tiempo, los ETFs se han soltado en grandes cantidades; había una demanda de bonos del Tesoro de EE.UU. y de dólares que no se podía satisfacer, todo ello mientras que los bancos e intermediarios se veían afectados por los aspectos prácticos que suponía el teletrabajo, incluido el del papel de la intermediación, que se veía obstaculizado por las regulaciones contra las actividades de asunción de riesgos fuera de un entorno autorizado.
P. ¿Cómo ha evolucionado?
R. Hemos visto que varios bancos centrales han tomado medidas extraordinarias que han ayudado a aliviar la situación. Los mercados hipotecarios y del Tesoro funcionan mejor, y la emisión de crédito con grado de inversión de los Estados Unidos en marzo fue la más alta registrada, ya que las empresas tratan de asegurar la liquidez. Gracias a la base de compradores nacionales y al apoyo de los bancos centrales y locales, también ha mejorado la liquidez comercial en los mercados emergentes locales. La liquidez está entrecortada, pero en realidad hay muy poca negociación fuera de los mercados locales, aunque parece que se trata de algo que se está normalizando. Cada vez hay más países emergentes que han entrado en situación de confinamiento (Sudáfrica, India, Argentina y algunas partes de México), lo que también ha creado problemas de liquidez, aunque estamos empezando a ver cómo esto se flexibiliza. Capital Group ha sido capaz de operar en este momento difícil, gracias a las buenas relaciones y a la persistencia de nuestros operadores. Sin embargo, somos capaces de ejecutar muy pocos de los precios que vemos en las pantallas, especialmente los más bajos.
P. ¿Qué importancia tiene China en la recuperación de los mercados emergentes?
R. El papel de China en la recuperación económica mundial es clave, especialmente para los emergentes. Es probable que su recuperación sea lenta, porque las cadenas de suministro están bloqueadas y EE.UU. y Europa están efectivamente cerrados. Sin embargo, vimos las recientes cifras del PMI, que fueron más positivas de lo esperado, demostrando una cierta recuperación temprana. China tiene mucha potencia de fuego en términos de estímulo adicional y una fuerte voluntad para utilizarla; el país necesita el crecimiento económico para la estabilidad política. El país también podría involucrarse en la concesión de préstamos a los países; se trataría más bien de un papel de mediador si ciertos mercados emergentes se enfrentan a dificultades de refinanciación más adelante.
P. ¿Cuál es su perspectiva para la deuda emergente?
R. Claramente el contexto económico global para los emergentes, de hecho para todo el mundo, es dramáticamente diferente a lo que era hace uno o dos meses. Nuestro escenario base para 2020 fue uno con tipos de interés relativamente benignos y de crecimiento global, lo que habría sido un apoyo para la deuda emergente. Ahora esperamos una gran contracción en el crecimiento global en el segundo y potencialmente tercer trimestre del año. No espero una recuperación en forma de V debido a la naturaleza de la pandemia y la duración del confinamiento económico. El precio del petróleo ha caído drásticamente, al igual que otras materias primas, lo que es ampliamente negativo para los países emergentes.
El peor escenario podría ser uno en el que no se puedan refinanciar las medidas de estímulo de los mercados emergentes, como las que se han visto en los desarrollados, debido a una recesión prolongada y que nos enfrentemos a una reestructuración de la deuda, digamos, en los próximos 12 meses.
Sin embargo, la probabilidad de que esto ocurra es muy baja porque también hemos tenido un nivel de estímulo enorme y sin precedentes tanto a través de la política monetaria para apoyar los mercados financieros como de la política fiscal para apoyar las economías más amplias. Eso se ha producido tanto en algunos países emergentes tanto a nivel individual como a nivel internacional.
P. ¿Cuándo tocará fondo el mercado?
R. Mientras las autoridades se mantengan a la vanguardia en cuanto a la provisión de liquidez y una respuesta fiscal para tratar de apoyar el crecimiento, creo que ese sería un telón de fondo relativamente favorable para la deuda de los mercados emergentes. También creo que los inversores seguirán buscando activos de mayor rentabilidad con carteras tradicionales de activos con grado de inversión que ofrezcan bajos retornos, lo que respaldará la emisión de deuda emergente. Es muy difícil calcular cuándo tocará fondo el mercado, pero estamos ajustando las carteras, rotando las posiciones sin hacer grandes cambios, esperando que estos den sus frutos en un horizonte temporal de 12-18 meses.
Pixabay CC0 Public Domain. Infraestructuras cotizadas
Las infraestructuras cotizadas no han sido inmunes a las caídas generalizadas que el coronavirus ha traído a los mercados. No obstante, los fuertes movimientos que hemos visto en las valoraciones han creado oportunidades globales muy atractivas en títulos de infraestructuras de larga duración, que constituyen la columna vertebral de la sociedad moderna. Si bien es cierto que las perspectivas a corto plazo son aún inciertas, es importante recordar que esta clase de activos tiene la capacidad de repuntar rápidamente una vez que las aguas vuelvan a su cauce.
El sector más afectado ha sido el de infraestructuras de transporte y energía. La combinación sin precedentes de un choque en la oferta y un colapso en la demanda debido a la pandemia ha llevado a ventas indiscriminadas en los mercados. No es de extrañar que el efecto dominó de un confinamiento casi global haya provocado una caída precipitada de los viajes a nivel global. Las peculiares circunstancias en las que nos encontramos han tenido un fuerte impacto en las infraestructuras de transporte, concretamente en los aeropuertos y las carreteras de peaje, aunque el de mercancías pesadas en estas mismas carreteras permanece relativamente intacto.
En el otro lado de la ecuación, las infraestructuras de comunicaciones han demostrado su resistencia y fortaleza. El paso al teletrabajo en masa y la importancia de la conectividad a través de centros de datos, redes de banda ancha y torres de comunicaciones, han hecho que estas empresas se mantengan en una buena posición. La infraestructura social, incluidos los hospitales, también ha soportado las condiciones extremas de mercado de las últimas semanas.
Con estos movimientos y en vista de las valoraciones resultantes, hemos reducido nuestra exposición a estos sectores relativamente fuertes para financiar oportunidades en otras áreas. Aunque nosotros seguimos una estrategia de compra y retención de baja rotación, las circunstancias actuales son sin duda extraordinarias y unos mercados tan volátiles siempre ofrecen dislocaciones en las valoraciones. Hemos encontrado muy buenas oportunidades de valor relativo en el sector de servicios, que esperamos mantener y que registren crecimiento en sus dividendos. También hemos aumentado de modo selectivo nuestra exposición a infraestructuras de transporte y energía, aunque mesuradamente, conscientes de que el sentimiento negativo puede persistir una temporada antes de que los fundamentales se reafirmen.
Tras la crisis del 2008, las infraestructuras cotizadas se recuperaron a un ritmo mucho más rápido que el resto de activos, gracias a sus ingresos y flujos de caja. Creemos que esta tendencia podría darse de nuevo una vez restablecidas las condiciones normales del mercado. La atención al corto plazo en situaciones como la actual es muy comprensible, pero es fundamental que no perdamos de vista la perspectiva a largo plazo que requiere esta clase de activos.
Tribuna de Alex Araujo, gestor del M&G (Lux) Global Listed infrastructure.
Foto cedidaKristof Van Overloop, nuevo director de inversiones secundarias en Flexstone Partners. Flexstone Partners nombra nuevo director de inversiones secundarias
Flexstone Partners, filial de Natixis Investment Managers, amplía su equipo con el nombramiento de Kristof Van Overloop como director de inversiones secundarias y responsable de la oficina de París. Kristof Van Overloop será responsable de la expansión de la presencia de Flexstone en el mercado secundario, aprovechando la plataforma primaria de la firma y las extensas relaciones con gestores de carteras, particularmente en el mercado global de pequeña y mediana capitalización, beneficiándose del historial existente de la firma.
Según explica la gestora, en su nueva posición, Van Overloop se enfocará en identificar y ejecutar oportunidades de inversión secundaria, conducción de debido proceso y gestión de relaciones con socios generales. “Nos complace integrar a Kristof como un profesional senior de la inversión para la expansión de nuestro equipo, y para reforzar aún más nuestras capacidades secundarias. Continuamos identificando un flujo atractivo de transacciones en el mercado y el nombramiento de Kristof nos permitirá explotar las oportunidades identificadas en el rápidamente cambiante mercado secundario”, ha explicado David Arcauz, Managing Partner.
Antes de integrarse a Flexstone Partners, Van Overloop fue miembro del equipo de mercado secundario en Adams Street Partners en Londres, durante casi ocho años, más recientemente, como Principal, donde fue responsable de identificar y ejecutar oportunidades en el mercado de inversión secundaria. Kristof inició su carrera en banca de inversión en Morgan Stanley, asesorando en fusiones y adquisiciones y transacciones en los mercados de capital en la región de Benelux.
Por su parte, Van Overloop ha señalado: «Flexstone Partners cuenta con una excelente reputación en el mercado de private equity de media capitalización y está bien posicionado para capitalizar el continuo crecimiento de la industria. Estoy muy contento de unirme al equipo y confío en ejecutar las intenciones de crecimiento de Flexstone y reforzar sus capacidades secundarias globalmente”.
Pixabay CC0 Public Domain. El coronavirus impulsará el crecimiento de la innovación sanitaria
Santander destinará 100 millones de euros en todo el mundo a iniciativas solidarias para luchar contra el coronavirus. Estos fondos se utilizarán en todos los mercados donde Santander está presente, para comprar equipamiento médico y apoyar la investigación del coronavirus mediante la colaboración con universidades y otros organismos.
Asimismo, Santander anunció en marzo la creación de un fondo solidario por un importe mínimo de 25 millones de euros. Este vehículo está financiado inicialmente con el 50% de la retribución (fija y variable) de este año de Ana Botín, presidenta de Santander, y José Antonio Álvarez, consejero delegado; el 20% de la retribución de los consejeros no ejecutivos; y las aportaciones voluntarias de los empleados.
Hasta ahora, el fondo ha crecido hasta los 54 millones de euros con nuevas contribuciones de distintos países por medio de donaciones voluntarias de los empleados y de terceros, así como de fondos aportados directamente por las filiales del Grupo.
“Queremos ser parte de la solución de esta emergencia sanitaria y económica sin precedentes. Nuestra prioridad es la salud de nuestros empleados, a la vez que damos continuidad al negocio y apoyo financiero a los clientes. También estamos haciendo todo lo posible para ayudar a los hospitales, al personal sanitario y a las distintas organizaciones y fundaciones que están trabajando para luchar contra el coronavirus”, subraya Ana Botín, presidenta de Banco Santander.
Adicionalmente, Santander aportará otros 46 millones de euros redirigiendo fondos de determinados proyectos hacia iniciativas dedicadas a la lucha contra el coronavirus y a la protección de aquellos grupos vulnerables más impactados por la enfermedad en varios países. Asimismo, unos dos tercios de esos fondos se han destinado a proyectos que están llevando a cabo universidades y centros de investigación en diferentes áreas y países. Es el caso, por ejemplo, de la coordinación de respuesta con las administraciones el fortalecimiento del sistema universitario en su transición digital, con especial atención a los estudiantes más vulnerables, y la investigación, tanto en vacunas, como fármacos y diagnóstico.
Además, el banco sigue centrando su actividad en contrarrestar los efectos de la pandemia, con iniciativas específicas dirigidas a proteger la salud de sus empleados, apoyar a los clientes con liquidez para las empresas y soluciones financieras como moratorias de hipotecas y alquiler, aplazamientos del pago de préstamos para pymes y particulares, cobertura de seguros para COVID-19 y personal sanitario, suspensión de algunas comisiones y ampliaciones de los límites de las tarjetas de crédito, entre otras.
En España, Santander ha donado ya 4,1 millones de mascarillas para el Gobierno, las fuerzas armadas y la policía, distintos hospitales de toda España, además de en Cantabria y en Boadilla del Monte, donde se encuentran las principales sedes del banco. Además, se han donado 500 respiradores no invasivos distribuidos por todo el país, 2.000 mantas para el Hospital de la Paz de Madrid e instrumentos de desinfección en residencias de ancianos en Madrid. Asimismo, el banco ha contribuido al hospital de campaña de IFEMA con 2.000 camas, mantas y respiradores.
Del mismo modo, en colaboración con investigadores, empresas y diferentes ONG, la entidad destaca otras iniciativas como la compra de 500.000 litros de agua para los hospitales o el apoyo a proyectos para desviar capacidad de producción a la fabricación de mascarillas. Además, Santander Lease donará el importe de las tarjetas de carburante de directivos de los meses de marzo y abril. Adicionalmente, Santander ha recaudado dos millones de euros de clientes y terceros a través de iniciativas impulsadas por el banco, como la Liga Santander Fest, a través de los cuales ya se han comprado otros 115 respiradores y 400.000 mascarillas.
“Hemos puesto a disposición de las autoridades sanitarias nuestra red internacional y nuestra capacidad global de compra para ayudar a gestionar las relaciones con los proveedores y distribuidores, de modo que el equipamiento y los suministros necesarios lleguen a las personas y a los lugares donde más los necesitan”, destaca Botín.
En Portugal, Santander participa en distintas iniciativas, junto con la Asociación Nacional de Bancos, la Asociación de Empresas y la campaña de liga de fútbol portuguesa “Unidos por Portugal”, con el fin de ayudar a las autoridades del país a hacer frente a la enfermedad, a través de la donación de material médico como respiradores y mascarillas. Por otro lado, en Polonia, Santander ha realizado una donación de 2 millones de zlotys (440.000 euros) a hospitales con necesidades urgentes. La entidad también ha recaudado, junto con clientes y empleados, otros 3 millones de zlotys para ventiladores, batas, máscaras y otros equipos médicos. En Reino Unido,Santander UK ha realizado donaciones a la Alzheimer’s Society and Age UK, para apoyar a los grupos más vulnerables ante esta pandemia.
Además, Santander se ha unido a los principales bancos privados de Brasil (Itaú y Bradesco) para comprar test rápidos, respiradores y otro equipamiento médico. En Chile, Santander participa en el Fondo Privado de Emergencia para la Salud de Chile, con el objetivo de conseguir 50.000 millones de pesos (unos 54 millones de euros), y también ha realizado donaciones a las fundaciones Techo Chile y Teletón. Por último, en Argentina, el banco está colaborando con distintas ONGs en la donación de equipo médico y apoyo a los grupos más vulnerables.
Asimismo, la entidad ha puesto en marcha las becas #YoMeQuedoEnCasa en México para desarrollar competencias en idiomas y otras habilidades que mejoren la empleabilidad. Por último, el banco ha reenfocado su programa de ayuda a las ONGs estadounidenses que dan servicios esenciales a la comunidad. Finalmente, Santander Consumer Finance ha donado 380.000 euros en diferentes países europeos y en China, y 250 radios y 1.500 equipos de protección en varios hospitales españoles y polacos.
La entidad también ha lanzado la iniciativa Esto lo superamos juntos, un espacio abierto y accesible para cualquier persona o empresa, sea o no cliente de la entidad, que contiene información y recursos con el objetivo de ayudar a superar la situación generada por el coronavirus. Este centro de recursos se adapta a las necesidades locales con webs propias de cada país, que contienen información de las autoridades oficiales y recursos digitales enfocados y actualizados al momento de la curva en el que se encuentran. “Santander All. Together. Now.” (Santander Todos. Juntos. Ahora.) es el lema que agrupa este esfuerzo colectivo del Grupo en todo el mundo para estar al lado de las personas que más lo necesitan en este momento.
¿La inteligencia artificial supone una amenaza o una oportunidad para el mundo laboral? Es una de las cuestiones que ha tratado de responder Credit Suisse en su informe “AI and the future of work” en un artículo que publicamos en larevista número 17 de Funds Society España.
Según las conclusiones, podemos estar tranquilos: los robots no harán desaparecer la mano de obra humana. La principal tesis del informe es que esta tecnología traerá numerosos cambios en el mercado laboral y, aunque muchas profesiones desaparezcan, nacerán otras nuevas. Es decir, el desarrollo de la IA no supondrá el fin del trabajo.
Sin embargo, sí traerá consigo una fuerte reforma en el mundo laboral. En este contexto, la ética y las respuestas legales jugarán un papel fundamental y definirán si la IA ha venido para crear un futuro mejor o, en su defecto, actuar como un elemento que llegue a dañar la estabilidad y la cohesión social.
Foto cedidaMaría Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter. La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, única mujer en la lista Forbes de mejores CEO de España
María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, ha sido elegida como la séptima mejor ejecutiva por la revista Forbes en su ranking de los 50 mejores CEOs de las empresas que cotizan en España. Además, se trata de la única mujer en la lista.
“Inevitablemente, llama la atención un año más no solo que haya una CEO, María Dolores Dancausa, entre los diez primeros, sino que sea la única mujer de los 50 nombres que aparecen en el ranking”, señala la publicación. Esta lista solo incluye a los consejeros delegados de las compañías, no a otros primeros ejecutivos.
Además, el sector financiero ha sido uno de los campos con mayor presencia en el ranking. “Bankinter se encuentra, junto con otra entidad española, entre los bancos más rentables de Europa”, destaca la revista. Dancausa entró por primera vez en el ranking en 2013 y, desde entonces, se ha mantenido en la lista.
Forbes elabora este ranking a través de un proceso de cuatro fases. Primero, es necesario que la empresa cotice en España y que su CEO haya aportado una rentabilidad para el accionista superior tanto a la media de las cotizadas como al promedio de entidades de su sector que cotizan.
En segundo lugar, el jurado -compuesto por representantes de bancos de inversión, gestoras, headhunters, consultoras y escuelas de negocio- tiene en cuenta, principalmente, la transformación digital en las empresas, el liderazgo, la atracción del talento, la gestión y la capacidad estratégica.
Una vez resuelto el voto, que constituye la tercera etapa del procedimiento, se pasa a la cuarta fase del proceso: que la gestión de la empresa o la entidad esté alineada con valores que promueve la publicación, como la innovación, la defensa de la libertad de empresa o el liderazgo.
La economía mundial podría alcanzar los niveles previos a la crisis sanitaria y financiera provocada por el COVID-19 en 2027, atendiendo a las recuperaciones experimentadas por el S&P500 tras las mayores caídas registradas por el índice en los últimos 50 años, según el último análisis del roboadvisor español Feelcapital.
Así, el S&P 500 tardó siete años y medio en volver a los niveles previos a la crisis del petróleo de 1973. Tras una bajada del 48%, se recuperó en julio de 1980 (+1%). Sin embargo, el incremento del PIB mundial registró un crecimiento del 143,56% en ese mismo periodo, un crecimiento del 111,18% desde su punto más bajo.
La siguiente gran bajada del S&P500 llegó en 2000 con la burbuja de las punto.com y provocó una reducción de la rentabilidad del 49%. La recuperación no llegó hasta 7,1 años después, en 2007 (+0,7%). El comportamiento del PIB también fue muy positivo en ese tramo con un crecimiento del 72,59% (67,18% desde el suelo).
La crisis de crédito que se inició en 2007 provocó el segundo gran impacto en los mercados en el siglo XXI, que afectó a todas las economías del planeta. El S&P500 llegó a perder un 56,78% en marzo de 2009 y no fue hasta julio del año 2013 cuando alcanzó los niveles previos a la crisis (0,87%). También en esos 5,3 años el PIB de los países creció un 33,24% (un 28,01% más desde 2009), explica Banda.
Del mismo modo, la crisis sanitaria y económica actual provocada por el COVID-19, unida a la guerra del petróleo entre Rusia y Arabia Saudí, se ha visto reflejada de manera dramática en el principal índice de referencia. El 23 de marzo se registró una caída del 33,92%. “En plena expansión de la pandemia, que está afectando de manera más tardía a otros países desarrollados, no es extraño que el S&P500 vuelva a mostrar una tendencia bajista en las próximas semanas”, advierten desde Feelcapital.
No obstante, los antecedentes del periodo de recuperación de las crisis anteriores indican que, pese a la gravedad de la situación, la economía americana, verdadero motor del desarrollo mundial, alcanzó su máximo histórico en los días previos a la pandemia. Por ello, desde Feelcapital apunta a que ésta se encuentra en mejores condiciones para iniciar la remontada.
“Los episodios sanitarios en el mundo actual siempre se superan. La historia ha demostrado que el PIB consolida su crecimiento tras las crisis. Todo hace indicar que se repetirán los patrones de recuperación anteriores y que el crecimiento llegará no más tarde año 2027, si no antes. Ahora toma más importancia la gestión activa, que puede superar en valor a los activos que tienen a los índices como referencia”, subraya Antonio Banda, CEO de Feelcapital.