Pixabay CC0 Public Domain. Las gestoras apuestan por la cautela y consolidar las fuentes de rendimiento ante una inflación “temporalmente” en alza
Decir que los últimos siete meses han sido turbulentos para las valoraciones del high yield sería subestimar las circunstancias. Así lo ve JP Morgan AM, que en un artículo recuerda que los spreads aumentaron de 300 puntos básicos (bps) a principios de año hasta alcanzar máximos a finales de marzo de 1.100 bps para el high yield estadounidense y 900 bps para el europeo, los niveles más amplios desde la crisis financiera mundial.
Desde las ventas de marzo, ambos mercados se han recuperado, y los márgenes se han estabilizado en los 500 bps, señala la gestora en un artículo elaborado por su especialista de Inversiones en High Yield Global, Rohan Duggal. En concreto, el high yield de Estados Unidos y de Europa ha registrado un rendimiento total en lo que va de año del -0,33% y -3,76%, respectivamente. El mercado estadounidense ha tenido un mejor comportamiento debido, principalmente, al repunte en los tipos del Tesoro.
“La velocidad y el alcance sin precedentes de las ventas iniciales y el posterior repunte están demostrando ser categóricamente distintos de las crisis pasadas. Gracias a las medidas monetarias y fiscales adoptadas a nivel mundial, esta es quizás la primera recesión de la historia que ha experimentado un crecimiento del crédito”, asegura JP Morgan AM. A su juicio, una vez que los mercados comenzaron a anticipar la reapertura gradual de las economías tras los confinamientos por el COVID-19, no debería sorprender que los sectores más afectados por el brote fueran los que obtuvieran mejores resultados en el segundo trimestre, por ejemplo, la energía en Estados Unidos y el ocio en Europa.
¿Qué va a ocurrir con las valoraciones?
En su opinión, a comienzos de 2020, las valoraciones parecían caras, con tires bajas y spreads reducidos que dejaban menos margen para que el estrechamiento de los spreads y el carry contribuyeran a los rendimientos totales. “Hasta hoy, las perspectivas de obtener rentabilidades a corto plazo superiores a las previstas siguen siendo limitadas, dada la fuerza del rebote de las valoraciones del segundo trimestre desde que los diferenciales alcanzaron su máximo el 23 de marzo”, apunta.
La gestora cree que en los próximos meses los spreads del high yield se negociarán entre 150 bps más amplios y 75 bps más estrechos en comparación con los niveles actuales. Esta perspectiva implicaría que el high yield generará retornos de tipo «carry», lo que, en una base de valor relativo en comparación con las clases de activos competidoras, sigue siendo atractivo. De hecho, los niveles de “yield to worst” para el high yield de EE.UU. y Europa son del 5,5% y 4,4%, respectivamente.
El mercado está buscando el próximo catalizador para impulsar los spreads más arriba o más abajo. A medida que el entusiasmo inicial por la reapertura de las economías disminuye y las tasas de reinfección vuelven a aumentar, podría producirse un entorno de aversión al riesgo (risk-off) en los próximos meses. Hay una serie de factores que podrían contribuir a un retroceso, como la retórica comercial de Estados Unidos, las elecciones estadounidenses y los resultados decepcionantes del tercer trimestre.
Para la gestora, cualquier ampliación de los spreads podría proporcionar atractivas bolsas de oportunidades para añadir riesgo, ya que es su caso base que la fragilidad de las economías post-COVID mantendrá a los bancos centrales atentos y receptivos a cualquier signo de aversión al riesgo del mercado.
Sin embargo, mantiene la cautela, al considerar que los mercados de high yield pueden estar creciendo mientras se mantienen complacientes con los impactos estructuralesalargo plazo que ciertos negocios enfrentarán debido al COVID-19. “Como consecuencia, el desajuste entre las valoraciones actuales y la realidad de los fundamentales está aumentando”, afirma.
Por ejemplo, las valoraciones en el sector del ocio, concretamente en el juego y los hoteles, no parecen descontar las consecuencias a largo plazo de las persistentes restricciones de viajes y los posibles confinamientos futuros. “De forma algo paradójica, estas preocupaciones sectoriales específicas se ven mitigadas por los bajos costes de los préstamos que siguen permitiendo a todos los prestatarios, salvo a los más afectados, acceder a crédito high yield a costes reducidos casi sin precedentes”, asegura JP Morgan AM.
Con todo, destaca que, incluso si los estímulos monetarios y económicos sin precedentes han reducido la tasa de impago, seguirá existiendo la oportunidad de aumentar las rentabilidades del high yield mediante una cuidadosa selección del crédito. Además, vale la pena considerar que los niveles de los spreads en las valoraciones actuales ofrecen perspectivas más atractivas para los rendimientos a largo plazo que a principios de año.
Pixabay CC0 Public Domain. Entra en vigor la lista de nuevos países con deficiencias estratégicas en PBCyFT
El Reglamento Delegado (UE) 2020/855 actualiza la relación de los países que presentan deficiencias estratégicas en la prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo (PBCyFT).
Asimismo, el 1 de noviembre entrará en vigor la lista actualizada de terceros países de alto riesgo que han presentado un compromiso escrito a alto nivel político para subsanar estas deficiencias constatadas y han elaborado un plan de acción con el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), recogida en el apartado I del anexo I del Reglamento Delegado (UE) 2016/1675.
Esta lista actualizada se recoge en Reglamento Delegado (UE) 2020/855 y ha sido publicada en el DOUE del 19 de junio de este año. Así los países incluidos son: Afganistán, Bahamas, Barbados, Botsuana, Camboya, Ghana, Irak, Jamaica, Mauricio, Mongolia, Myanmar/Birmania, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Siria, Trinidad y Tobago, Uganda, Vanuatu, Yemen y, por último, Zimbabue.
Por otro lado, la Comisión Europea suprime de esta lista diferentes países, al considerar que tras los avances que han realizado, no presentan deficiencias estratégicas en sus sistemas de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. Asimismo., han sido sometidos a evaluaciones previas realizadas por el GAFI. De este modo, Bosnia y Herzegovina, Guyana, la República Democrática Popular de Laos, Etiopía, Sri Lanka y Túnez abandonan la lista.
Pixabay CC0 Public DomainEvondue
. Flexibilidad, la clave para ganar con la renta fija en tiempos difíciles
Para muchos inversores en renta fija, 2022 está siendo un año que recordarán por todas las razones equivocadas. Transcurrida la primera mitad, muchos mercados de bonos gubernamentales y corporativos ya habían sufrido pérdidas de dos dígitos, inicialmente debido a los riesgos de duración, ya que los bancos centrales parecían atrapados por una inflación más alta de lo esperado, y luego por el aumento de los riesgos de crédito, ya que los mercados empezaron a sopesar los posibles efectos de los resultados de la recesión en los balances corporativos.
Aunque pueda parecer que no haya ningún sitio donde esconderse, las estrategias de renta fija más flexibles han estado en mejor forma no solo para lidiar con estas condiciones, sino también para poder aprovechar las valoraciones más atractivas que han dejado tras sí las oleadas de ventas generalizadas del mercado.
Esto último ha sido especialmente interesante para los especialistas en selección de crédito bottom-up como M&G, ya que la gran dispersión de los diferenciales de los mercados de crédito ha generado oportunidades potenciales de valor relativo para los inversores con la experiencia y los recursos necesarios para encontrar oportunidades potenciales atractivas a medida que los riesgos de crédito fundamentales y los precios del mercado difieren cada vez más. A continuación, indicamos algunas de las estrategias que pueden ayudar a construir una cartera con filosofía “building blocks”.
M&G Total Return Credit Investment Fund y M&G European Credit Investment Fund
Creemos que dos de nuestros fondos, M&G Total Return Credit Investment Fund y M&G European Credit Investment Fund, están bien posicionados para afrontar el entorno actual. Los fondos son gestionados por el equipo de deuda pública institucional de M&G, que cuenta con una dilatada y exitosa trayectoria de gestión de carteras de renta fija a lo largo de diferentes etapas de los ciclos de crédito.
M&G Total Return Credit Investment Fund es un fondo de crédito multi-activos sin restricciones, que puede invertir en una amplia gama de instrumentos de deuda pública, incluidos bonos corporativos y gubernamentales y deuda titulizada. El fondo puede tener tanto deuda con grado de inversión como high yield, pero mantiene una calificación crediticia media con grado de inversión para sus posiciones. El gestor del fondo trata de reducir casi a cero los riesgos de duración al cubrir los movimientos de los tipos de interés, cubriendo prácticamente todos los riesgos de cambio de divisas hacia el euro. Por tanto, la rentabilidad potencial depende de la capacidad del gestor para encontrar oportunidades específicas de crédito que puedan compensar los riesgos del emisor.
M&G European Credit Investment Fund es un fondo flexible que trata de superar la rentabilidad del mercado de bonos corporativos con grado de inversión en euros, encontrando oportunidades potenciales específicas atractivas. El fondo está muy diversificado y las rentabilidades proceden igualmente de la selección de crédito. La duración se mantiene neutral con respecto al índice de referencia, el ICE BofAML Euro Corporate, y la exposición al extranjero suele estar normalmente cubierta al euro. Puesto que la renta fija constituye una parte fundamental de las asignaciones de activos de muchos inversores, consideramos que ambos fondos pueden ser componentes básicos (“building blocks”) importantes de cualquier cartera de inversión.
La experiencia de un inversor líder en renta fija europea
Nuestra capacidad para encontrar oportunidades potenciales se basa en nuestra posición como uno de los principales inversores en renta fija de Europa. Somos una de las mayores casas de gestión activa en Europa, con 222.000 millones de euros gestionados en fondos de renta fija (datos a 31 de diciembre de 2021). Esto nos da la solidez y la escala para abarcar una gama completa de mercados de renta fija y atraer el mejor talento para ayudarnos a identificar oportunidades potenciales. Prueba de ello es nuestro equipo propio de análisis de crédito, uno de los mayores de Europa, compuesto por 42 analistas expertos en las áreas de su elección (datos a 30 de junio de 2022).
Creemos que estas ventajas potenciales, junto con un proceso de inversión consistente y testado durante décadas, nos dejan bien situados para afrontar el periodo que viene y seguir ofreciendo resultados a nuestros inversores.
Pixabay CC0 Public Domain. Smart beta: cómo afrontar la situación actual a través de la inversión por factores
El 10 de septiembre, State Street Global Advisors (SSGA) organiza su próximo webinar: What the Factor? Navigating today’s world through Smart Beta.
Ryan Reardon, estratega de Smart Beta en SPDR ETFs, y Emma Johnston, estratega de cartera Smart Beta en SSGA, analizarán el uso de factores en el clima económico actual y debatirán las perspectivas ante las elecciones presidenciales estadounidenses del próximo noviembre.
El evento, que tendrá lugar el 10 de septiembre a las 15:00 horas, también estará disponible bajo demanda.
Toda la información sobre el webinar y su registro está disponible en el siguiente enlace.
Foto cedidaFlorence Barjou, directora de inversiones de Lyxor AM.. Sustituye a Guillaume Lasserre
Lyxor Asset Management ha anunciado el nombramiento de Florence Barjou para el cargo de directora de inversiones (CIO). Ubicada en las oficinas de París, Florence responderá ante Lionel Paquin, consejero delegado de Lyxor AM, y se unirá al comité ejecutivo de Lyxor a partir del 5 de octubre, fecha en que asumirá de manera efectiva el cargo.
Según ha explicado la gestora, Barjou ocupará el cargo de Guillaume Lasserre, que deja su puesto con el propósito de buscar nuevas oportunidades fuera del grupo. Barjou, profesional reconocida en el ámbito de la gestión de activos y adjunta del CIO desde 2015, cuenta con una dilatada experiencia en la gestión activa dentro de Lyxor, que ha puesto en práctica como gestora multiactivos, además de organizarlos y desarrollarlos a lo largo de varios años.
“Florence lleva quince años siendo uno de los talentos de los equipos de gestión de Lyxor. En todos sus puestos, ha contribuido a la expansión de nuestras franquicias de gestión activa y asignación estratégica. Como CIO, Florence dirigirá todos sus esfuerzos hacia el servicio a nuestros clientes, en un entorno en el que la experiencia, el rigor y las convicciones constituyen bazas incontestables”, ha destacado Lionel Paquin, CEO de Lyxor AM, a raíz del nombramiento.
Florence Barjou trabaja en el seno de Lyxor Asset Management desde 2006. Tras recalar en las filas de Lyxor como estratega macroeconómica mundial y gestora de carteras, se la designó en 2013 como responsable de la gestión multiactivos y adjunta del CIO en 2015. Florence arrancó su carrera en el departamento de análisis económico de banca de inversiones de BNP, puesto en que cubría, en un inicio, las economías de los mercados emergentes antes de responsabilizarse del seguimiento de los países de la OCDE. Cuenta con una licenciatura por la Universidad París Dauphine y posee un doctorado en Ciencias Económicas por la Universidad de Nanterre. Su trabajo acerca de la inestabilidad financiera y las interacciones entre los ciclos financieros y macroeconómicos se ha citado en numerosas publicaciones académicas.
En un entorno de tipos de interés cercanos a cero –y más bajos aún tras las medidas que están tomando los bancos centrales ante la crisis del COVID-19-, la baja rentabilidad es uno de los problemas que afrontan las entidades financieras. En este contexto, la consolidación es una de las vías para mejorar eficiencia, y las entidades españolas ya se están aplicando la receta. Anoche se supo que dos de los bancos más grandes del país, CaixaBank y Bankia, estudian su fusión.
En un hecho relevante publicado en la CNMV, CaixaBank informaba de que, “tras la autorización de su consejo de administración, se encuentra en negociaciones con Bankia para analizar una fusión entre ambas entidades, sin que por el momento se haya alcanzado ningún acuerdo al respecto, más allá de la firma de un acuerdo de confidencialidad para intercambiarse información para valorar la operación, en el seno de una due diligence, contando con asesores para la operación”.
Según el hecho relevante, “la entidad informará al mercado del resultado de dicha negociación en el momento oportuno”, al igual que promete Bankia.
Por su parte, Bankia ha emitido otro comunicado ante el supervisor de los mercados españoles confirmando las conversaciones: “Ante las noticias aparecidas en algunos medios de comunicación, Bankia confirma conversaciones con Caixabank, con conocimiento y autorización del Consejo de Administración, para analizar una eventual oportunidad de operación de fusión entre ambas entidades. Se hace constar que se ha sometido a los órganos de gobierno de Bankia propuesta de inicio de estudio y análisis, que permita al Consejo de Administración adoptar la decisión fundada que corresponda, contando para ello con los asesores pertinentes”, explica.
De materializarse el acuerdo, supondría la fusión de dos de las cuatro entidades financieras más importantes del estado (la tercera y la cuarta, en concreto) y la creación del banco más grande de España, muy por delante de Santander, el mayor hasta el momento. Eso sí, sin la presencia internacional que tienen BBVA o Santander. Así, daría origen a un grupo con activos por importe de 650.000 millones de euros, unas 6.600 sucursales (fruto de la unión de las 4.400 de la entidad de origen catalán y más de 2.200 de Bankia) y una plantilla conjunta superior a los 51.000 empleados (casi 35.600 que aportaría CaixaBank y unos 16.000 de Bankia), lo que propiciaría sinergias y explicaría el sentido de la operación.
Según publican algunos medios, el nuevo banco tendría como presidente no ejecutivo a José Ignacio Goirozolgarri, que actualmente está al frente de Bankia, mientras que el consejero delegado sería Gonzalo Gortázar, uno de los máximos responsables de CaixaBank. La sede social estaría en Valencia.
Fusión de gestoras
Según los últimos datos provisionales de Inverco a finales de agosto, la fusión también aumentaría la distancia de la primera gestora de activos por volumen (CaixaBank AM), con respecto a sus competidores: de la suma de los 46.700 millones que tiene ahora CaixaBank AM, con los 19.700 de Bankia Fondos, daría lugar a una entidad gestora con más de 66.400 millones de euros, muy por delante de los 43.600 de Santander AM (tras fusionar la gestora del Popular) o de los 38.000 de BBVA AM.
En pensiones, el nuevo grupo sumaría más de 37.000 millones de euros, juntando los 29.059 millones de VidaCaixa a los 7.980 de Bankia Pensiones, según los últimos datos de Inverco de finales de junio.
Sumando IICs y pensiones, el nuevo grupo tendría un volumen en estos negocios cercano a 104.000 millones, superando en mucho al segundo de la lista, BBVA, con casi 62.000 millones acumulados entre su negocio de IICs y fondos de pensiones.
El vicepresidente señalaba, ante la escasa rentabilidad de las entidades financieras, a los procesos de consolidación como un instrumento que puede ser útil tanto a nivel doméstico como transnacional. Asimismo, insistía en que ese proceso debería llevarse a cabo de forma “rápida y urgente”. Entre los problemas de las entidades, hablaba de la necesidad de ajuste de costes, el exceso de capacidad, la falta de consolidación o la aparición de nuevos competidores, problemas que se han agudizado con la crisis del COVID-19.
“La crisis del coronavirus ha afectado notablemente la actividad y el balance de las entidades financieras. Desde el Banco Central Europeo (BCE), varias voces ya venían advirtiendo de que una posible solución para intentar paliar los efectos negativos del coronavirus podría pasar por las fusiones en el sector”, explican los analistas de Investing.com. Para los expertos, sería un punto de partida para otras posibles fusiones: “La confirmación por parte de CaixaBank y Bankia de que mantienen conversaciones para una fusión que podría ser inminente ha abierto la veda de una posible era de fusiones bancarias”, añaden.
“Pensamos que la consolidación es positiva para el sector y podría potencialmente liberar sinergias en temas de las grandes redes de las marcas y los centros corporativos”, explican los analistas de Barclays.
También de positiva (para los mercados, el sector y las dos compañias) tilda la noticia Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía: «Constituye, sin duda, la noticia más importante del año en el sector financiero y, con permiso del coronavirus, también en los mercados de activos por lo que se refiere a España, en lo que llevamos de 2020″, señala el experto. Pero advierte de que, dada la fase preliminar en la que se encuentra el acuerdo, falta por ver «la forma en la que finalmente se materializa, si es que al final se materializa», ya que recuerda que esta misma operación se intentó en mitad de la crisis de la deuda y, finalmente, «no se llevó a efecto». Así, advierte de un «posible fracaso en las negociaciones», por lo que recomienda «optimismo, aunque prudencia» para que las expectativas recientemente creadas en los mercados «no se vean frustradas».
De hecho, el mercado recogía la noticia con subidas del 30% en la cotización de Bankia y del 10% en CaixaBank.
Fusiones «defensivas»
«La banca es un negocio que antes del COVID se encontraba bajo presión. Hay muchos nuevos jugadores que van comiéndose los ingresos tradicionales de la banca en áreas como banca privada e inversión, transferencias internacionales, crédito al consumo, seguros…etc. Ante esta continua presión en ventas, la forma de compensarlo es reduciendo costes y simplificando la estructura. Es por eso que los bancos tienen un claro incentivo en fusionarse y aprovechar para posteriormente reducir costes», explica Julián Pascual, presidente de Buy & Hold. Este tipo de fusión en el argot financiero, recuerda, se la denomina «fusión defensiva». «Con el COVID puede que otros sectores muy afectados puedan necesitar fusiones defensivas como las aerolíneas, hoteles…etc», añade Pascual.
«Está claro que el proceso de consolidación bancaria que comenzó en España en los años posteriores a la crisis financiera mundial aún no ha seguido su rumbo y el impulso para crear franquicias sigue intacto, y no sólo entre los bancos regionales más pequeños», comenta Marco Troiano, subdirector del equipo de instituciones financieras de Scope Ratings. «Lo que quizás sea más interesante es la participación de Caixabank, que ya es líder del mercado en muchas áreas. Creemos que la operación de Intesa/UBI en Italia ha demostrado que es posible que bancos que de por sí ya son importantes aumenten aún más sus cuotas de mercado a través de fusiones y adquisiciones».
En general, dice, Scope considera positiva la consolidación interna como una vía para acelerar la reducción de costes y consolidar las posiciones en el mercado: «Una combinación entre Caixabank y Bankia crearía un grupo financiero líder con actividades que van desde banca/seguros hasta la gestión de patrimonios», añade.
Durante los últimos cinco años, los mercados de renta variable europeos han tenido un rendimiento inferior al de la renta variable global debido a problemas políticos y económicos generados por la última gran crisis global financiera. Según indican desde el equipo gestor de la estrategia Ninety One European Equity, formado por Ken Hsia, gestor de la cartera, Rajeev Bahl, subgestor de la cartera, son varios los factores que se combinaron en Europa para producir una recuperación más lenta de la actividad económica y la rentabilidad que en otras partes del mundo: la austeridad fiscal, un sector bancario disfuncional y un bajo crecimiento crediticio.
La incidencia de estos factores se vio agravada por la persistente incertidumbre del Brexit, los estancamientos políticos en Italia y España y las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Después, en la primera parte de 2020, la irrupción del COVID-19 frenó la actividad económica.
Sin embargo, unos tiempos tan difíciles han llevado a políticas audaces. La dramática respuesta política parece haber puesto un piso a los mercados de capital y sentado las bases para una recuperación a medida que se alivian las medidas de confinamiento. A continuación, el equipo gestor de la estrategia Ninety One European Equity, que cuenta con el apoyo del equipo 4Factor de Ninety One, evalúa los desarrollos actuales en Europa y los motivos por los cuales Europa es una región particularmente interesante ahora para los inversores.
La pandemia también ha puesto en marcha cambios que podrían tener un profundo impacto a largo plazo en el futuro de las economías y los mercados europeos. Una de las debilidades de la construcción de la Unión Europea ha sido la falta de unión fiscal. El Fondo de Recuperación de la UEes un pequeño paso hacia una mayor alineación fiscal para hacer frente a la crisis actual. Estos desarrollos fortalecen la profundidad y la amplitud de las oportunidades de inversión en Europa, y el proceso de inversión 4Factor que incorpora la estrategia Ninety One European Equity tiene por objetivo encontrar esas oportunidades.
El COVID-19 cambia las perspectivas de Europa a corto plazo
La pandemia había llevado a los analistas a recortar significativamente sus pronósticos de ganancias para 2020 a niveles similares al punto más bajo de las recesiones recientes. Sin embargo, desde Ninety One apuntan que algunas empresas están comenzando a superar estas bajas expectativas. Por ejemplo, las empresas con ingresos relacionados con las suscripciones en lugar de las transacciones están obteniendo mejores resultados, al igual que los modelos digitales como el comercio minorista y el entretenimiento en línea, ya que la gente se acostumbra a pasar tiempo en interiores.
Además, la baja rentabilidad actual no significa que los precios de las acciones no puedan apreciarse en anticipación de una eventual mejora, como se refleja en el desempeño del mercado de valores europeo en 2012, 2013 y 2019. A corto plazo, incluso es posible que el crecimiento de los ingresos europeos supere el de Estados Unidos. Hasta ahora, la contención europea del coronavirus parece haber tenido más éxito y un apoyo político más generoso, lo que aumenta la posibilidad de que Europa lidere el camino para salir de esta recesión.
Y también cambia las perspectivas en el largo plazo
De forma crucial, la rapidez del impacto que la pandemia ha tenido en las ganancias ha ido acompañada una respuesta política a un ritmo y escala sin precedentes. La última manifestación de esto ha sido el Fondo de Recuperación de la Unión Europea de 750.000 millones de euros, que representa el 5,4% del PIB de la UE-27, destinado a apoyar a los sectores y regiones afectados por el coronavirus. Esto refuerza el presupuesto revisado a largo plazo de la UE de casi 1,1 billones de euros que representa alrededor del 1% del PIB por año, un aumento del 15% en comparación con el plan de siete años anterior.
La importancia del Fondo es doble: proporciona un estímulo adicional a las propuestas existentes y subraya el compromiso de utilizar el presupuesto de la UE como un medio de endeudamiento para financiar el gasto. Esto último es significativo, ya que podrían ser los primeros pasos tentativos hacia una unión fiscal más estrecha. Este sería un cambio profundo y podría abordar uno de los problemas que ha obstaculizado el crecimiento de Europa durante la última década o más.
Una fontanería financiera eficiente es la base
Una de las otras razones clave del bajo rendimiento de Europa desde la Crisis Financiera Global han sido las dificultades que enfrenta el sector bancario. Esto ahora está cambiando. Los gobiernos y los reguladores han reconocido que los bancos se verán afectados por la pandemia a medida que la actividad económica se debilite y los prestatarios se estresen más, y entienden de manera crucial que los bancos son fundamentales para la recuperación posterior al COVID. Esta vez son parte de la solución, no el problema.
Desde la Crisis Financiera Global, los bancos europeos se han enfrentado a una combinación de vientos en contra que han afectado el rendimiento del capital (ROE) del sector, tanto en comparación con la historia como con otras regiones. Estos vientos en contra han incluido mayores requisitos de capital regulatorio, un crecimiento persistentemente bajo y tasas de interés bajas, y costos elevados de cumplimiento y redundancia en comparación con otras regiones.
Esto ha llevado a algunos bancos a invertir fuertemente en tecnología, tanto para reducir los costes administrativos como para alentar a los clientes a migrar a canales en línea de menor coste (Figura 3). En ese sentido, en Ninety One creen que esta seguirá siendo una tendencia secular, dado el incentivo de la amplia brecha entre las relaciones de coste-ingreso (una medida de eficiencia y productividad) de los bancos digitales puros en comparación con los bancos tradicionales. Después de una pausa inicial posterior a COVID, varios bancos han reanudado los programas de reducción de costes para seguir siendo competitivos.
Regulación y política acomodaticias son clave para la recuperación
Reconociendo que la pandemia afectará el capital de los bancos (a través de mayores incumplimientos de préstamos y menores valoraciones de los bonos soberanos a medida que los gobiernos pidan más préstamos), los reguladores han demostrado ser acomodaticios.
Han permitido a los bancos cierta flexibilidad en los cálculos de capital a través de colchones anticíclicos más bajos, menos requisitos de capital básico dentro de los colchones de riesgo específicos de la empresa y han moderado los nuevos estándares de contabilidad para pérdidas crediticias. Junto con los recortes de dividendos y los programas de flexibilización monetaria del Banco Central Europeo que reducen el coste de capital para el sistema, esto da a los bancos más espacio para respirar. Aunque pasarán algunos trimestres antes de que se haga visible el impacto total de COVID-19 en el sistema bancario europeo. Si uno de los resultados es que se alivia el aumento constante de los costes regulatorios y los requisitos de capital para permitir que los bancos ayuden a respaldar la recuperación, esto podría resultar positivo para el sector bancario, en particular dada la deprimida valoración del sector.
A largo plazo, la panacea para los bancos europeos sigue siendo la unión bancaria y la mutualización de la deuda (1). Con los planes para un Fondo de Recuperación de la UE en marcha, la pregunta es si esto podría conducir a alguna forma de emisión conjunta de deuda a más largo plazo en todo el bloque, lo que podría ser clave para reducir el costo de los fondos (2) en toda la región. Para los bancos, una mayor mutualización de la deuda podría allanar el camino para un esquema paneuropeo de garantía de depósitos, que es el tercer y hasta ahora esquivo pilar de una unión bancaria. En Ninety One creen que este esquema volvería a poner en la agenda mayores fusiones y adquisiciones transfronterizas y permitiría a los bancos consolidar las bases de costes, digerir las deudas incobrables y apuntalar la rentabilidad.
Si bien estas fusiones y adquisiciones transfronterizas aún están un poco lejos, las fusiones y adquisiciones intrafronterizas aún podrían servir como una válvula de escape importante, mirando el modelo de consolidación bancaria de España después de la crisis de 2010 para mejorar la rentabilidad. Durante un período de 5 años, el número de cajas de ahorros se redujo de 45 a 2, el número de sucursales se redujo casi a la mitad y la rentabilidad del sector bancario se recuperó más rápido que sus pares regionales. Al abordar el sistema bancario, esto prestó un fuerte apoyo a la economía en general, que ha visto a España ofrecer un crecimiento consistentemente mejor que muchas contrapartes centrales de la UE en los últimos años. Para concluir, todavía se está muy lejos de la unión bancaria o de la unión fiscal en Europa, pero no debe pasarse por alto la importancia de los primeros pasos. Ha habido buenas razones en el pasado por las que Europa debería comerciar a bajo precio. Sin embargo, en la opinión de Ninety One, la respuesta política a la crisis ha hecho que algunos de ellos ya no sean válidos y ahí radica la oportunidad para que las acciones europeas vuelvan a calificar y cierren su descuento a otros mercados.
Un terreno fértil para la caza de empresas con valoraciones atractivas
Incluso después de los recientes repuntes, en las medidas de valoración a más largo plazo, los mercados de renta variable europeos rara vez han sido tan atractivos. Por ejemplo, según el precio contable, la renta variable europea nunca ha tenido una valoración tan atractiva frente a la estadounidense (Figura 4). Esto se debe en parte a la diferente combinación de sectores de los dos mercados, pero incluso ajustando esto, Europa parece relativamente barata (Figura 5). Con los rendimientos de la deuda pública a largo plazo en territorio negativo, la renta variable también parece atractiva frente a otras clases de activos. Incluso después de una serie de recortes en los pagos de las empresas, se prevé que la renta variable europea rinda un 3,5%, una prima sustancial incluso si aún son posibles más recortes.
Parte de este valor refleja el predominio de las grandes empresas tradicionales en los índices. Es probable que los modelos comerciales basados únicamente en el crecimiento de las exportaciones, en Alemania, por ejemplo, sigan siendo desafiados. Otros modelos de negocios pueden adaptarse a la presión de la crisis. Una de las razones por las que las relaciones precio-valor contable parecen tan atractivas es que el índice está fuertemente ponderado en las finanzas, que se mantienen en mínimos relativos de 30 años.
El análisis de Ninety One muestra que además del descuento cíclico por el riesgo creciente de una menor rentabilidad, existe un descuento adicional por la posible ruptura de la Unión Europea. Esto resalta el potencial de una mayor alineación fiscal para reducir el riesgo de las acciones europeas, especialmente entre las financieras, así como la importancia de un entorno regulatorio menos oneroso para que el sector bancario lidere la recuperación.
La «nueva Europa» ofrece diversas oportunidades
Para reforzar la respuesta monetaria, el estímulo fiscal en muchos casos está tomando la forma de inversiones en proyectos e iniciativas que beneficiarán al medio ambiente. Casi un tercio del paquete de recuperación se ha destinado a abordar el cambio climático. Esta agenda verde ofrece oportunidades interesantes para los inversores. Además, existen algunas tendencias seculares en Europa a las que la pandemia les ha dado un impulso adicional y no dependen necesariamente de un retorno al crecimiento económico. Los inversores rechazan con demasiada frecuencia esta «nueva Europa», ya que es muy pequeña en el contexto de los índices de referencia europeos. Sin embargo, los gestores de Ninety One consideran que la inversión en Europa no se trata de países o sectores, sino de empresas individuales.
Una de las ventajas de un enfoque activo ascendente es que los gestores de Ninety One pueden aprovechar las posibilidades que ofrecen las empresas innovadoras, sin dejar de estar atentos a la posibilidad de cambio en las industrias tradicionales. El proceso de inversión 4Factor tiene como objetivo identificar oportunidades tanto entre los antiguos modelos de negocio como entre los nuevos para capturar retornos sostenibles a largo plazo.
Con el mercado bifurcado entre valor y crecimiento, el enfoque equilibrado de Ninety One les permite encontrar ideas en todo el mercado. Por ejemplo, las empresas establecidas desde hace mucho tiempo en la industria del automóvil se están reinventando para hacer frente al desafío planteado por el declive del motor de combustión interna. También están considerando algunas de las nuevas empresas de Tecnología de la Información que satisfacen la creciente demanda de los consumidores de ciberseguridad o sistemas de pago sin efectivo en un mundo cada vez más digital.
Anotaciones:
(1) Compartir la deuda entre los estados miembros de la UE, lo que puede lograrse mediante una serie de estrategias.
(2) El costo de los fondos es la tasa de interés del banco por utilizar el dinero de sus clientes.
Pixabay CC0 Public Domain. El grupo ODDO BHF lanza un fondo de private equity que invierte en la transición energética y los desafíos ambientales
Tras el éxito de captación de fondos en su estrategia secundaria, ODDO BHF Private Equity ha anunciado el lanzamiento de ODDO BHF Environmental Opportunities. Según explica la firma, se trata de un fondo “pionero” de private equity que trata de “aprovechar las mejores oportunidades mundiales de inversión extrabursátiles relacionadas con la transición energética y los desafíos ambientales”.
La tesis de inversión de ODDO BHF Environmental Opportunities se basa en la necesidad de que se lleve a cabo la transición energética dada la emergencia climática a la que se enfrenta todo el mundo, respaldada tanto por la legislación y las políticas vigentes como por los nuevos patrones de consumo en todo el mundo. La gestora sostiene que, por tanto, esta temática debería ser rentable para los inversores a largo plazo.
“En efecto, la ONU calcula en más de 1 billón de dólares las inversiones necesarias en la próxima década. Por ello, ODDO BHF Private Equity ha identificado tres sectores de inversión clave: las energías renovables, la eficiencia energética y la gestión de los recursos. Invertir en proyectos o empresas cuya actividad esté relacionada con uno de esos sectores tendrá como objetivo proporcionar a los inversores una rentabilidad a largo plazo y un impacto positivo en los Objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de las Naciones Unidas”, explica la firma en su comunicado.
Bajo la responsabilidad de Jérôme Marie y Ferdinand Dalhuisen, un equipo de 15 especialistas con alrededor de 20 años de experiencia en private equity aplicará la política de gestión con el objetivo de construir una cartera ampliamente diversificada en las temáticas de inversión objetivo, en diferentes regiones y diferentes tipos de estrategias (primaria, secundaria, inversión conjunta). El nuevo fondo ODDO BHF Environmental Opportunities está disponible exclusivamente para inversores profesionales y para inversores alemanes semiprofesionales. El Grupo ODDO BHF asumirá un compromiso importante con los inversores a partir del primer cierre del fondo.
“Gracias a nuestra experiencia en private equity, nos complace ofrecer a nuestros inversores una solución innovadora para darles acceso, a través de fondos subyacentes y coinversiones directas, a empresas que responden a los grandes desafíos de nuestra sociedad moderna y nos permiten contribuir positivamente a la aparición de soluciones sostenibles”, destaca Nicolas Chaput, presidente de ODDO BHF Private Equity.
Bloomberg, junto con el China Foreign Exchange Trade System (CFETS, Centro Nacional de Financiación Interbancaria), ha anunciado el lanzamiento del nuevo servicio Request-for-Quote (RFQ) para CIBM-Direct en la terminal Bloomberg.
Según explica, este servicio de trading electrónico brindará una mayor eficiencia y transparencia del mercado para facilitar el trading de bonos chinos por parte de los inversores globales con los creadores de mercado en el país, a través de la conexión entre Bloomberg y CFETS. En este sentido, actualmente, la terminal Bloomberg es uno de los principales puntos de acceso al mercado de bonos de China de 14 billones de dólares.
“CIBM-Direct es una ruta clave para que los inversores internacionales puedan acceder al mercado de bonos interbancarios de China y negociar bonos offshore directamente”, explican desde Bloomberg. Con el servicio CIBM-Direct RFQ, los inversores offshore pueden enviar solicitudes de cotizaciones a los creadores de mercado locales a través de la terminal Bloomberg. Los creadores de mercado responderán con precios ejecutables en la plataforma CFETS, que se envía a los inversores a través de la terminal Bloomberg para su confirmación a través del enlace Bloomberg-CFETS. Posteriormente, los inversores pueden confirmar la operación en la terminal Bloomberg. Este servicio cubre todos los valores negociados en el mercado de bonos interbancarios de China.
“A pesar de un contexto de incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros mundiales este año, los niveles de inversión y transacción de los inversores extranjeros de bonos denominados en renminbi han alcanzado nuevos récords. Este servicio lanzado por CFETS y Bloomberg brinda hoy una opción de trading electrónico para inversores offshore bajo CIBM-Direct, que mejorará la conveniencia y eficiencia para los participantes del mercado. Estamos comprometidos a construir la principal plataforma comercial para CNY y productos relacionados y proporcionar una importante infraestructura de mercado para la sólida apertura del mercado de bonos de China”, apunta Zhang Yi, presidente de CFETS.
Por su parte, Nicholas Bean, director global de Enterprise Trading Solution (ETS) en Bloomberg, ha recordado que el mercado de bonos de China sigue presentando oportunidades a los inversores globales para diversificar sus carteras y lograr mayores rendimientos. “Estamos viendo una creciente demanda de los participantes del mercado para hacerlo a través de medios electrónicos, que ofrecen una eficiencia óptima en los procesos de ejecución y liquidación transfronterizos. CIBM-Direct RFQ es otro logro en una asociación duradera entre Bloomberg y CFETS. Compartimos objetivos idénticos de mejorar la liquidez onshore y al mismo tiempo maximizar el alcance de los mercados de ingresos para inversores de todo el mundo”, añade Bean.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Yurii Stupen. Foto: Yurii Stupen
Julio fue otro buen mes para los mercados financieros. Sorprendentemente, la deuda pública se unió a la sólida rentabilidad del crédito, los mercados emergentes y la renta variable. Y, el dólar estadounidense finalmente se depreció, algo que el consenso del mercado había estado esperando durante algún tiempo. Normalmente, las rentabilidades de la deuda pública no caen cuando el crédito y las acciones evolucionan favorablemente.
¿Alguien se equivoca? No necesariamente. El repunte del crédito y los mercados emergentes se ha basado en la confianza en que la Reserva Federal y los bancos centrales de todo el mundo continuarán brindando un apoyo excepcionalmente fuerte a la economía a través de una política monetaria acomodaticia sin precedentes junto con una política fiscal expansiva. La favorable evolución de la deuda pública en julio refleja la confianza del mercado en que la política monetaria seguirá como apoyo indefinidamente en el futuro. Es probable que esto sea correcto.
También hubo buenas noticias en el frente de política fiscal global. El acuerdo de la Unión Europea (UE) sobre la creación de un Fondo Europeo de Recuperación de 750.000 millones de euros fue una fuerte señal de que la política fiscal se desplegaría en el conjunto de la UE para combatir la recesión, aumentando las iniciativas en el ámbito de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). Además, el BCE aumentó su Programa de compras de emergencia en caso de pandemia (PEPP) de 750.000 millones de euros a 1,35 billones de euros (1).
Es probable que la creación del Fondo de Recuperación cambie las reglas del juego en términos de mejora de la confianza en las perspectivas de crecimiento europeo, reducción de los riesgos fiscales en el sur de Europa, particularmente Italia, y aumento del atractivo de la moneda común europea. Por último, la Reserva Federal extendió todos sus Programas de Financiación de Emergencia, incluidos el programa de préstamos para pequeñas empresas (PPP) y el programa de préstamos a plazo titulizados (TALF), por otros tres meses, hasta finales de diciembre.
Si bien los datos económicos continuaron sorprendiendo al alza, las noticias sobre la pandemia y el precipicio fiscal de Estados Unidos no fueron tan positivas. Los brotes en varios estados de Estados Unidos fueron preocupantes, al igual que las noticias sobre nuevos brotes en el resto del mundo. Sin embargo, estas situaciones se equilibraron con las buenas noticias en el frente de lucha contra el virus: la creciente posibilidad de que una vacuna esté disponible para finales de año. Una vacuna ampliamente disponible supone, por supuesto, un punto de inflexión.
Los mercados deben descontar esta probabilidad, así como la probabilidad de que la pandemia no esté bajo control, o no esté tan bajo control como el mundo pensaba. Por tanto, no es sorprendente que los mercados puedan recuperarse a pesar de las malas noticias sobre reaperturas económicas y posibles segundas olas. Aunque Estados Unidos se enfrenta al vencimiento de las medidas temporales de apoyo fiscal a finales de mes, esto no pareció afectar la confianza del mercado, ya que el único resultado razonable de las negociaciones del Congreso parece ser la aprobación de un paquete de estímulo de Fase IV. Si bien esto aún no se ha logrado, nadie cree de manera realista que sea de interés para cualquiera de las partes permitir que la legislación anterior caduque por completo, particularmente ante las inminentes elecciones de noviembre. Esperamos que se llegue a un acuerdo en agosto, lo que mantendrá el flujo de dinero hacia los más afectados por la pandemia. Cualquier retraso significativo podría socavar el progreso realizado en la confianza y el gasto de los consumidores.
A pesar de las buenas noticias en el frente político, persisten desafíos. Las batallas políticas y económicas entre Estados Unidos y China se han intensificado, el precipicio fiscal de Estados Unidos sigue inquietando, además de celebrarse elecciones presidenciales en este país, los brotes de virus han ido en aumento, las vacunas siguen siendo una esperanza más que una realidad y es probable que los datos económicos mejoren a un ritmo más lento de cara al futuro. Seguimos siendo optimistas de que los confinamientos económicos no se repetirán en masa y que las mejoras incrementales de los datos continuarán, aunque no necesariamente de forma lineal. La misma canción.
Gráfico 1: Rendimiento de los activos desde el comienzo del año
Gráfico 2: Variaciones mensuales de divisas frente al USD
Gráfico 3: Variaciones mensuales considerables de las rentabilidades a 10 años y los diferenciales
Perspectiva para la renta fija
Nuestra perspectiva para la renta fija sigue siendo moderadamente alcista. Las valoraciones se han ampliado a medida que los mercados se han recuperado, pero el flujo de información ha sido positivo en términos netos, respaldando el aumento de los precios de los activos. A pesar de los reveses en el frente de la reapertura económica, no vemos que la tendencia se revierta, por lo que somos optimistas de que las economías continuarán reabriéndose en los próximos meses.
Los titulares positivos sobre nuevos tratamientos y vacunas también podrían impulsar aún más la percepción y el margen de sorpresa positiva es considerable, dada la sólida cartera de vacunas candidatas y un proceso de aprobación potencialmente acelerado Dicho esto, existe el riesgo de una corrección si los mercados quedan decepcionados con el flujo de noticias considerando que las valoraciones ahora son más exigentes.
La recuperación económica continuó en julio, apoyando la narrativa optimista. Los mercados laborales se fortalecieron, la producción aumentó y la confianza empresarial en los sectores manufacturero y de servicios mejoró. Sin embargo, es probable que los fuertes rebotes económicos (en forma de V) observados hasta ahora se desaceleren a medida que las trayectorias de crecimiento se aplanen. Esto no es algo malo, solo algo que debe calibrarse en los precios de los activos, que ahora son significativamente más altos. No obstante, percibimos riesgos en la posibilidad de una reapertura torpe de las economías en un contexto de una segunda ola de infecciones peor que la primera, así como en que el recrudecimiento de las tensiones entre Estados Unidos y China (Hong Kong y cuestiones comerciales) y el ruido geopolítico en otras regiones (Rusia/India frente a China) pesen sobre la percepción de riesgo.
Los acontecimientos recientes en el frente político son positivos en términos generales, pero las demoras en la extensión del apoyo fiscal en los Estados Unidos corren el riesgo de socavar la confianza de los inversores, ganada con tanto esfuerzo. Creemos que se encontrará un compromiso positivo este mes, pero persiste el riesgo de no llegar a un acuerdo. Esto se ve contrarrestado por las noticias de Europa, donde la UE acordó una respuesta fiscal paneuropea a gran escala a la crisis, que puede verse como un primer paso hacia la mutualización fiscal. Esta es una muy buena noticia para las perspectivas económicas, el riesgo sistémico de la UE y el euro.
Además, esperamos que la política monetaria a escala mundial se mantenga en modo “whatever it takes” y que las rentabilidades de la deuda pública bajas/estables reflejen esta creciente confianza. Se espera que la Reserva Federal anuncie los resultados de su revisión estratégica de política monetaria en septiembre, lo que debería respaldar la confianza del mercado en que el banco central mantenga los tipos de interés muy bajos en el futuro y continúe aumentando su balance.
Si bien ha producido una ligera consternación y nerviosismo en el mercado por las rentabilidades bajas y en descenso de la deuda pública, no estamos preocupados. Las rentabilidades excepcionalmente bajas son parte de la solución a los problemas económicos del mundo. Con los déficits fiscales y el endeudamiento empresarial en niveles récord, los tipos de interés bajos y estables son una necesidad. Se podría incluso llamarlo la fiscalización (pública y privada) de la política monetaria, por ejemplo, la financiación del déficit por parte del banco central.
Si bien las rentabilidades ciertamente podrían aumentar moderadamente, no vemos una buena razón para adoptar una posición bajista acerca de los tipos libres de riesgo. Pero, ¿podrían caer mucho más las rentabilidades estadounidenses? El ejemplo de Europa y Japón sugiere que sí. En ambos casos, los bancos centrales iniciaron políticas de tipos de interés negativos. Si la Reserva Federal no lo descarta, el mercado necesita descontar la probabilidad de que ocurra. En la actualidad, parece poco probable que el organismo bancario recurra a tipos de interés negativos o incluso a objetivos de curva de rentabilidades. Un avance científico que ponga fin a la pandemia y la necesidad de una política monetaria de emergencia pondría en riesgo mayores rentabilidades.
Seguimos confiando con cautela en la deuda de mercados emergentes ante las todavía atractivas, aunque menos llamativas, valoraciones y el enorme apoyo de política proveniente tanto del mundo desarrollado como de los países emergentes. A pesar de la fuerte evolución favorable del último trimestre, creemos que la deuda de mercados emergentes todavía ofrece valor, principalmente en deuda de alta rentabilidad en monedas fuertes y, en menor medida, en monedas locales, ya que la tendencia de debilitamiento del dólar estadounidense parece alcanzar su límite y los diferenciales de crecimiento con los mercados desarrollados no ha mostrado ninguna mejora material. Sin embargo, abundan los riesgos, incluidos los fallos de política en los mercados emergentes.
Los mercados de crédito continúan evolucionando adecuadamente. Es poco probable que esta tendencia cambie, aunque, al igual que los datos económicos, el ritmo se moderará. A medida que los diferenciales se acercan cada vez más a los promedios históricos, o en algunos casos los superan, será difícil que se ajusten aún más sin una mejora adicional en los fundamentales (o el apoyo técnico de las compras de los bancos centrales). Creemos que el apoyo de política continuará, ya que el comportamiento empresarial es positivo (con una reducción del riesgo de impago mediante acaparamiento de efectivo, venta de activos, recortes de dividendos y reducción de inversiones en inmovilizado) y se espera que la oferta disminuya a medida que bajen las necesidades de efectivo de las empresas.
La mayoría de las pérdidas económicas deberían ser transitorias y, por tanto, no resultarán sustancialmente negativas para las valoraciones corporativas en general. Auguramos que, a medida que mejoren las economías, el rendimiento de las compañías avanzará sustancialmente, siendo sus pérdidas cortas en el tiempo y restándose relevancia a sus mayores niveles de apalancamiento, pero significativos, no obstante, para diferenciar a las compañías que evolucionen en positivo. Dejando a un lado posibles noticias negativas económicas y relacionadas con la pandemia, es de esperar que los diferenciales de los bonos con grado de inversión y de alta rentabilidad sigan estrechándose durante el resto del año, aunque, tras la reciente evolución favorable, cabe esperar cierta consolidación.
El crédito titulizado también continuó en julio con un rendimiento sólido. Las oportunidades siguen bifurcándose. Parece haber un alza limitada en los diferenciales de los valores con calificación de AAA, ya que ahora han retrocedido entre el 80% y el 90% frente a la ampliación del diferencial causada por la COVID-19. Por su parte, también es improbable que se amplíen los diferenciales de los valores con calificación de AAA de modo considerable dados los menores volúmenes de emisión y los 100.000 millones de dólares del TALF, dispuestos para aprovechar cualquier ampliación de los diferenciales que pueda producirse.
De forma alternativa, las clases de activos con calificaciones menores, concretamente BBB y BB, todavía tienen margen sustancial para seguir estrechándose. Si bien hemos asistido a cierta recuperación de los diferenciales en los tres últimos meses, los de los activos titulizados con calificaciones menores permanecen en niveles muy superiores a los de febrero y no se han beneficiado de las mejoras experimentadas por los sectores de crédito corporativo. Los datos fundamentales siguen siendo críticos y los mercados buscan concienzudamente señales de deterioro sustancial del crédito por la subida del desempleo. Sin embargo, hasta ahora, el deterioro del rendimiento ha sido muy moderado para la mayoría de los sectores y mucho mejor que las expectativas. Seguimos con una posición sobreponderada.
Tipos y monedas de mercados desarrollados
Análisis mensual
En julio, los datos económicos en general continuaron mejorando, repuntando fuertemente con respecto a meses anteriores y en casi todos los casos superando las expectativas de los analistas. Sin embargo, aunque el cambio en el crecimiento puede haber sido muy positivo, el nivel absoluto de actividad económica sigue estando muy por debajo de lo normal. Esto fue evidente en los datos del PIB del segundo trimestre, donde Estados Unidos y la zona euro experimentaron la mayor contracción trimestral de la historia debido al coronavirus.
Entonces, si bien las economías pueden estar recuperándose más rápido de los confinamientos inducidos por la COVID-19, aún no ha vuelto a la normalidad. A pesar de los datos mejores de lo esperado, las rentabilidades de la deuda pública a 10 años cayeron en los mercados desarrollados durante el mes debido a que los bancos centrales se mantuvieron acomodaticios y señalaron su continua disposición a brindar apoyo adicional si fuera necesario. El dólar estadounidense se debilitó frente a todas las monedas del G-10 a medida que disminuyeron la liquidez y las primas de riesgo asociadas con él. Los inversores parecen haber recurrido a los metales preciosos como una reserva líquida de valor.
Perspectiva
Seguimos pensando que la política monetaria continuará siendo acomodaticia y que los activos de riesgo contarán con un apoyo sólido en los diferentes mercados desarrollados en los próximos meses para favorecer que siga la estabilización de la economía y los mercados financieros globales. Tras llevar a cabo una relajación agresiva de sus políticas en meses anteriores, la mayoría de los bancos centrales siguen ahora de cerca los datos económicos y analizando posibles respuestas de política fiscal adicionales.
Además, los datos que se van conociendo por lo general han sido mejores de lo esperado, pero, dada la marcada debilidad de las presiones inflacionarias y el embate a las economías de una grave perturbación exógena, hay numerosas razones para creer que los bancos centrales se mostrarán dispuestos a relajar aún más sus políticas y lo más probable es que procedan con medidas de política no convencionales (por ejemplo, programas de expansión cuantitativa y medidas de provisión de liquidez).
Tipos y monedas de mercados emergentes
Análisis mensual
Al igual que en otras áreas de renta fija, las rentabilidades de los mercados emergentes continuaron cayendo y los diferenciales se contrajeron al empujar la liquidez global las valoraciones hacia los niveles anteriores a la pandemia de COVID-19. El crecimiento económico de los mercados emergentes siguió avanzando en julio, pero a un ritmo más lento: los PMI manufactureros de Markit se adentraron en territorio expansivo (51,4), mientras que los PMI de servicios de Markit (49,2) quedaron cerca del nivel de 50 que indica expansión (2).
El optimismo continuo también respaldó las materias primas: los precios de energía, metales y agricultura aumentaron en general en el mes, con notables excepciones en los precios del maíz y la soja. La deuda soberana denominada en dólares lideró el mercado, y el segmento de grado de inversión superó a la alta rentabilidad gracias a la caída de las rentabilidades de los bonos del Tesoro estadounidense (3).La deuda nacional imitó a la deuda soberana en dólares, ya que las monedas de mercados emergentes, y las monedas vinculadas al euro en particular, se fortalecieron frente al dólar y los bonos locales arrojaron rentabilidades positivas. La deuda corporativa quedó a la zaga de la deuda soberana en el mes, en parte debido a su perfil de menor duración, y los rendimientos se dividieron equitativamente entre grado de inversión y alta rentabilidad. Desde una perspectiva sectorial, las empresas de los sectores de petróleo y gas, infraestructuras y metales y minería lideraron el mercado, mientras que las de los sectores de transporte, financiero, diversificado e inmobiliario obtuvieron un rendimiento relativo negativo (4).
Perspectiva
Seguimos confiando con cautela en la deuda de mercados emergentes de cara al corto plazo, sobre la base de valoraciones menos convincentes, retrocesos en la lucha contra la pandemia en ciertos países (principalmente, Estados Unidos y varias economías de mercados emergentes) y una mayor incertidumbre política a medida que se acercan las elecciones estadounidenses. En general, creemos que es probable que la tendencia de reapertura mundial continúe en los próximos meses y que los brotes se aborden de una manera más específica, lo que limitará la desaceleración de la actividad económica mundial. A pesar de la fuerte evolución favorable de los activos de riesgo en el último trimestre, creemos que la deuda de mercados emergentes todavía ofrece valor, principalmente en deuda de alta rentabilidad en monedas fuertes y, en menor medida, en monedas locales, ya que la tendencia de debilitamiento del dólar estadounidense parece alcanzar su límite y los diferenciales de crecimiento con los mercados desarrollados no ha mostrado ninguna mejora material. Además, abundan los riesgos, incluida una reapertura fallida de las economías, el aumento de las tensiones entre Estados Unidos y China (cuestiones comerciales y tecnológicas / factores geopolíticos) inflamadas por la proximidad de las elecciones estadounidenses y los conflictos geopolíticos en otros lugares (Rusia-Ucrania, India-China, Libia, etc.), lo que pesa sobre la percepción del riesgo.
Crédito
Análisis mensual
Los diferenciales se estrecharon en julio, tanto en Estados Unidos como en Europa. Los principales impulsores del ajuste de los diferenciales de crédito en julio fueron una combinación de:
La actividad económica continúa recuperándose, respaldada por una mayor relajación de los confinamientos en todo el mundo (el optimismo disminuyó ligeramente hacia finales de mes, ya que algunos países detuvieron una mayor flexibilización de las restricciones debido al aumento en el número de nuevos casos de COVID-19).
Un contexto técnico positivo para los mercados de crédito (fuerte demanda de crédito evidenciada por entradas en fondos de crédito y bancos centrales que continúan comprando bonos, en un contexto de oferta primaria limitada, al entrar en un período estival típicamente tranquilo y las empresas adoptan periodos de bloqueo de resultados que afectan al segundo trimestre).
No hay grandes temas inesperados o sorpresas negativas de la temporada de resultados del segundo trimestre (hasta ahora).
Perspectivas de mercado
Las compañías han respondido al coronavirus centrándose en el efectivo y mejorar la liquidez. Esto se ha traducido en una combinación de estrategias, entre las que se encuentran captación de capital, emisión de deuda corporativa, reducción de dividendos y menores inversiones en inmovilizado. Se trata de una respuesta de gestión racional a la incertidumbre sobre las perspectivas económicas, aunque no ha sido uniforme en todos los sectores: así, los sectores más cíclicos han respondido en mayor medida dados los mayores riesgos empresariales que afrontan.
Productos titulizados
Análisis mensual
Los mercados titulizados evolucionaron en julio de forma prácticamente parecida a la registrada en junio: los sectores de crédito al consumo, el sector inmobiliario comercial respaldado por oficinas y los ámbitos relacionados con la vivienda vieron reducidos sus diferenciales. Sin embargo, los sectores más directamente afectados por la COVID-19, como los bonos de titulización hipotecaria sobre inmuebles comerciales de carácter hotelero y minorista continuaron teniendo un desempeño deficiente durante el mes. Las condiciones económicas siguen siendo débiles, pues más de 50 millones de personas siguen solicitando prestaciones por desempleo y el desempleo se mantiene por encima del 11%.
Perspectiva
Dado que los diferenciales de los activos con una calificación de AAA han cedido un 80%-90% con respecto a la ampliación que sufrieron con motivo de la COVID-19, creemos que parece improbable que sigan estrechándose sustancialmente dadas las condiciones de crédito actuales. Por su parte, también es improbable que se amplíen los diferenciales de los valores con calificación de AAA de modo considerable dados los menores volúmenes de emisión y los 100.000 millones de dólares del TALF, dispuestos para aprovechar cualquier ampliación de los diferenciales que pueda producirse. Por el contrario, las clases de activos con calificaciones menores, concretamente BBB y BB, todavía tienen buen margen para seguir estrechándose.
Si bien hemos asistido a cierta recuperación de los diferenciales en los tres últimos meses, los de los activos titulizados con calificaciones menores permanecen en niveles muy superiores a los de febrero y no se han beneficiado de las mejoras experimentadas por los sectores de crédito corporativo. Los datos fundamentales siguen siendo críticos y los mercados vigilan de cerca cualquier signo de deterioro sustancial del crédito por el aumento del desempleo; sin embargo, la merma del rendimiento hasta ahora ha sido muy moderada para la mayoría de los sectores y la situación ha sido mucho mejor de la esperada.
Columna de Jim Caron, portfolio manager y miembro senior del equipo de Renta Fija Global de Morgan Stanley Investment Management.
Anotaciones:
(1) Fuente: Banco Central Europeo, a 31/07/2020
(2) Fuente: Bloomberg, a 31 de julio de 2020
(3) Fuente: JP Morgan, a 31 de julio de 2020
(4) Fuente: JP Morgan, a 31 de julio de 2020
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