Los gestores activos de renta variable superan a sus índices de referencia durante el primer semestre del año

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Foto cedida. ¿Qué vehículos de inversión son los que atrajeron más dinero en el universo ETFs?

Las incertidumbres políticas, especialmente la guerra comercial entre Estados Unidos y China y el Brexit, supusieron un especial desafío en 2019 para los gestores de fondos activos. Sin embargo, según los datos de Lyxor, los resultados en el primer semestre de 2020 muestran que han sido capaces de “navegar mucho mejor por las circunstancias y consecuencias únicas de la pandemia del COVID-19”.

De media, el 53% de los gestores activos de renta variable obtuvieron mejores resultados que sus índices de referencia en el primer semestre de 2020, según el último informe del equipo Lyxor ETF Research de la firma: Active-Passive Navigator. El estudio ofrece un “análisis exhaustivo del rendimiento de los fondos activos domiciliados en la UE en relación con sus índices de referencia, así como una revisión de las tendencias de los mercados mundiales”, según explican desde la gestora.

Así, los gestores activos de pequeña y mediana capitalización mostraron una elevada ratio de éxito en la mayoría de las regiones en comparación con sus índices de referencia (de media, el 70% se comportó mejor). “Como las acciones de pequeña capitalización se vendieron en gran medida durante la crisis del mercado, los gestores exitosos pudieron aprovechar las clara rotaciones dentro del sector”, explica el informe.

Por otro lado, el rendimiento relativo de los gestores de fondos activos de gran capitalización fue más desigual. “Los fondos estadounidenses lucharon, pero los gestores europeos y japoneses sortearon la creciente dispersión de las acciones, reflejando las desiguales respuestas sanitarias y económicas a la pandemia”, destacan.

Así, los gestores activos de renta fija se quedaron rezagados en el primer semestre de 2020, con sólo el 33% de los fondos superando sus índices de referencia. En este sentido, la mayoría de los gestores no lograron mantenerse al día con el estímulo monetario y fiscal récord desatado en el mundo, que ancló los rendimientos a mínimos y provocó subidas en los precios de bonos, según los datos de informe.

“Por convención se dice que los gestores activos tienen como objetivo proteger el rendimiento de la cartera durante los períodos de mayor volatilidad del mercado. De hecho, un número considerable de gestores de renta variable ha podido navegar con éxito por uno de los entornos de mercado más volátiles de la historia reciente. Sin embargo, el resultado para la renta fija ha sido mucho menos convincente. En una ventana de observación más larga, la generación de un alfa sostenible sigue siendo un ejercicio difícil para la mayoría. Un marco sólido de asignación de activos es esencial para determinar los posibles resultados superiores a largo plazo. Los vehículos de inversión pasiva como los ETFs pueden proporcionar anclajes útiles cuando es más difícil encontrar alfa”, añade Vincent Denoiseux, director de ETF Research and Solutions en Lyxor AM.

Los gestores soberanos y flexibles fueron los que más dificultades tuvieron, especialmente los que operaban en los Estados Unidos: sólo el 21% de los fondos soberanos estadounidenses superaron sus índices de referencia. Por otro lado, el informe destaca a los gestores de high yield, en particular aquellos que operaban en euros, con un 51% de rendimiento superior, principalmente gracias a su posicionamiento defensivo general. 

“Aunque la corrección del mercado fue particularmente severa en este sector, con la evaporación de la liquidez y unos niveles de volatilidad implícitos que se dispararon hasta sus niveles más altos desde la crisis financiera de 2008, el posicionamiento defensivo de los gestores activos y la reducción del riesgo de cartera justo antes de la corrección del mercado les ayudó a protegerse contra el choque histórico del mercado”, aseguran desde la entidad. Los fondos de deuda en hard currency de los mercados emergentes también mitigaron su rendimiento relativamente bajo, gracias a la creciente dispersión de los precios de los activos, acorde con las desigualdades en términos de vulnerabilidad de los países y de respuestas frente a la pandemia.

Por otro lado, el equipo de análisis de Lyxor ETF también evalúa el rendimiento de los gestores activos durante períodos más largos, basado en un universo constante de fondos. A lo largo de un período continuo de cinco años, tanto los gestores de activos como de renta fija han tenido dificultades para superar sistemáticamente sus índices de referencia (36% y 19%, respectivamente). “Esto subraya la importancia de la asignación dinámica de activos de cartera y de un proceso sólido de selección de fondos”, aseguran desde la firma.

“Después de un primer semestre memorable, los inversores todavía se enfrentan a un entorno atípico, caracterizado por una elevada dispersión de los precios de los activos, valoraciones distorsionadas debido a los estímulos, una menor previsibilidad fiscal y política, y las dificultades de cobertura de la cartera cuando los rendimientos están anclados”, subraya Jean-Baptiste Berthon, estratega senior de Cross-Asset de Lyxor AM.

Berthon explica que, mientras tanto, el ciclo económico probablemente necesitará nuevos catalizadores, algunos de los cuales ya están despegando. En este contexto, además, será fundamental buscar la diversificación y otras fuentes de rendimiento. “Una combinación ágil de estrategias activas y pasivas podría ser la mejor opción para beneficiarse tanto de la creciente diferenciación de activos como de las promesas de temáticas seculares como la energía limpia, los millenials y el futuro del trabajo”, añade.

Santander lanza Mouro Capital, un nuevo fondo de venture capital que invierte en fintech

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Pixabay CC0 Public Domain. Santander lanza Mouro Capital, un nuevo fondo de venture capital que invierte en startups de tecnología financiera

Banco Santander anuncia el lanzamiento de Mouro Capital, un nuevo fondo de venture capital gestionado de manera autónoma y que invierte en startups de tecnología financiera (fintech) o de sectores similares. Mouro Capital sustituirá al Santander Innoventures, vehículo corporativo de capital riesgo, y el banco ha duplicado los fondos a 400 millones de dólares. Mouro gestionará la cartera de inversiones de Innoventures, que se creó en 2014 con una aportación 100 millones de dólares. Dos años más tarde aumentó a 200 millones y ya ha invertido en 36 startups en Europa y América.

Mouro Capital tiene como objetivo utilizar su experiencia en tecnología financiera, su red global y su trayectoria en inversiones al servicio de startups de todo el mundo que se encuentren en una fase de desarrollo temprana. Así, el vehículo liderará rondas de financiación con inversiones iniciales de hasta 15 millones de dólares en Europa y América. Mouro Capital estará liderado por el socio director Manuel Silva Martínez, que se incorporó al fondo hace cinco años y lo gestionaba desde 2018, y Chris Gottschalk, asesor sénior desde 2019 de la entidad, tras dejar Blumberg Capital.

“El lanzamiento de nuestro fondo para fintech en 2014 nos ha permitido ser pioneros en la implementación de nuevas tecnologías, como el blockchain, para ofrecer mejores servicios a nuestros clientes”, asegura Ana Botín, presidenta de Banco Santander. Según datos de la entidad, Innoventures ha casi doblado lo invertido en solo seis años. “Ahora aumentamos la inversión y damos mayor autonomía al fondo para ser más ágiles y acelerar la transformación digital de Santander”, añade Botín.

Con esta iniciativa, el banco busca acelerar su transformación digital y comercial para “mantener la excelencia operativa y mejorar constantemente la experiencia de cliente y la innovación en los servicios”, según afirman. Así, este lanzamiento se enmarca en el compromiso de la entidad de destinar 20.000 millones de euros en cuatro años (2019-2022) a transformación digital y tecnología.

“Al ser más autónomos ganaremos en agilidad, atraeremos talento emprendedor al equipo de inversión y podremos ir más de la mano de las empresas en que invertimos. Tenemos muchas ganas de aportar valor estratégico al banco con mejores acuerdos estratégicos y de trabajar con las startups para ayudar al banco a liderar la innovación en tecnología financiera”, subraya Manuel Silva Martínez, socio director de Mouro Capital.

Innoventures es un fondo de capital emprendedor corporativo y cuenta con una cartera diversificada geográficamente y por temáticas fintech. El fondo ha sido uno de los primeros inversores en empresas que se han convertido en unicornios (valoradas en más de 1.000 millones de dólares), como Ripple, Tradeshift y Upgrade, y ya ha cosechado algunas ventas significativas, como la de iZettle a PayPal en 2018 por 2.000 millones de dólares, y Kabbage el mes pasado.

Además, pese a haberse lanzado hace solo seis años, Santander Innoventures ya ha logrado un sólido retorno financiero, con una tasa de rentabilidad interna (TIR) en un rango del 25-35% desde el lanzamiento y un múltiplo de aproximadamente 1,75 veces lo invertido para toda la cartera. Teniendo en cuenta las inversiones más antiguas, ya más maduras, el múltiplo asciende hasta 3-4 veces, según los datos del banco.

“Mouro Capital seguirá siendo una pieza clave en los esfuerzos de Santander por convertirse en el mejor socio bancario de las startups, generando valor de colaboración estratégico tangible”, añaden desde Santander. Actualmente, el 70% de las empresas que forman parte de la cartera del fondo trabaja con el banco.

Algunas de estas colaboraciones han resultado fundamentales para el desarrollo de proyectos innovadores a lo largo de los últimos años, como la utilización de tecnología de Ripple en One Pay FX para pagos internacionales en tiempo real o el uso de la tecnología de Nivaura para la primera emisión del mundo de bonos con tecnología blockchain. Asimismo, desde el banco también subrayan la entrega por parte de Tradeshift de soluciones de capital circulante habilitados digitalmente, la mejora de las experiencias de servicio remoto de banca minorista a través de las tecnologías de Personetics o el uso de Crosslend como plataforma para la movilización de deuda privada y la optimización del capital regulatorio.

Para cumplir con este mandato, Mouro Capital añadirá recursos internos a su equipo de inversión dedicado en exclusiva a oportunidades de negocio. Con esto, la firma espera incrementar los resultados estratégicos tanto para Santander como para las startups.

La nueva marca, Mouro Capital, debe su nombre a la isla de Mouro, en la entrada de la bahía de Santander, que alberga un faro que vigila el puerto y es la puerta de entrada a la ciudad.

DWS amplía su gama de ETFs Xtrackers ESG con un fondo de bonos corporativos investment grade en dólares

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Pixabay CC0 Public Domain. DWS amplía su gama de ETF Xtrackers ESG con un fondo de bonos corporativos investment grade en dólares

DWS se ha propuesto ser uno de los principales proveedores de ETFs con criterios ESG del mercado. Con este motivo, la gestora ha ampliado su gama de ETFs Xtrackers ESG con el lanzamiento del ESG USD Corporate Bond UCITS y el ESG euro-hedged global. 

Según explica la gestora, el ETF Xtrackers ESG USD Corporate Bond UCITS proporciona una exposición a más de 1.000 bonos corporativos con grado de inversión denominados en dólares que cumplen con los criterios ESG. Este ETF sigue al índice Bloomberg Barclays con el análisis del MSCI ESG. Asimismo, DWS también ha lanzado una nueva clase de acciones con cobertura en euros de su actual ETF Xtrackers MSCI World ESG UCITS, que sigue al índice MSCI World Low Carbon SRI Leaders. Desde DWS matizan que esto se produce después del lanzamiento en julio de un nuevo ETF Xtrackers, que proporciona exposición al mercado de bonos corporativos ESG EUR de corta duración.

«Estas son sólo las últimas incorporaciones a nuestra gama en creciente expansión de ETFs Xtrackers de DWS diseñados para satisfacer la creciente demanda de exposición ESG», ha señalado Simon Klein, Global Head of Passive Sales en DWS.

En último lugar, la gestora informa de que el ETF Xtrackers ESG USD Corporate Bond UCITS tiene una comisión total anual del 0,16% y cotiza en la Bolsa alemana. Por su parte, The Xtrackers MSCI World ESG UCITS ETF (2C EUR-hedged) tiene una comisión anual total del 0,25% y está previsto que comience a cotizar en el Xetra a finales de este mes. Ambos ETFs son de réplica directa y física.

 

¿Cuáles son los países más resistentes?

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Pixabay CC0 Public Domain. ¿Cuáles son los países más resistentes?

La desigualdad es un tema de actualidad que también afecta a los países. La forma en la que hayan gestionado su patrimonio y su deuda en el pasado aumentará las diferencias entre los países después de la pandemia. Hemos creado un modelo de clasificación de países en torno a seis indicadores, como deuda pública o parámetros de crecimiento.

Nuestro modelo muestra que algunos países asiáticos son más resistentes y están en una posición más favorable para gestionar confinamientos a más largo plazo dada su capacidad para lanzar considerables paquetes de medidas fiscales (gráfico), que reencauzarían el crecimiento económico más rápidamente que otros.

Gráfico Vontobel

En el lado izquierdo del gráfico se encuentran los países con un estado financiero sólido, como Taiwán y Corea del Sur, cuyos líderes adoptaron una estrategia rápida y prudente ante la crisis del coronavirus. Otros países, concretamente en América Latina, hacia el lado derecho del gráfico, parecen estar en una posición. Cuando vemos a Europa en conjunto, la posición no es muy cómoda. Uno de los peligros específicos de la zona euro es el riesgo político inherente al desarrollo económico divergente. Incluso antes de la pandemia, países importantes como Alemania e Italia no siempre coincidían. 

La brecha entre estos países parece que aumentará puesto que los rezagados creerán que las naciones prósperas les están dejando en la estacada (pese a los amplios programas de rescate de instituciones paneuropeas como el Banco Central Europeo).

Aquí puede entrar en juego otra alternativa. Las naciones europeas con dificultades económicas llevan tiempo promoviendo la creación de un mecanismo de mutualización de deuda a través de los llamados eurobonos (o, últimamente, coronabonos). 

Si bien creemos que todavía es pronto para dicha emisión, sí que hay indicios de que el público general se está haciendo a la idea poco a poco. Una reciente propuesta franco-germana para un enorme fondo de recuperación es un paso importante hacia la unificación de la deuda, una idea que anteriormente los países conservadores de la Unión Europea siempre rechazaban.

Piense en incorporar parámetros de resistencia de los países en sus decisiones de inversión, de manera que pueda aumentar las asignaciones a los países más resistentes y reducir la exposición a aquellos con capacidad limitada.

Tribuna de Frank Häusler, estratega jefe de Vontobel AM, y Sven Schubert, director de estrategia con divisas deVontobel AM.

El Centro de Inteligencia Sostenible de DPAM ofrecerá sus contenidos en español

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DPAM
Foto cedida. DPAM abre un centro de Inteligencia Sostenible para impulsar las inversiones sostenibles

El Centro de Inteligencia Sostenible de DPAM ya está disponible en español, además de en otros cinco idiomas. Se tata de una plataforma online que ofrece a la comunidad financiera y al conjunto de la sociedad conocimientos básicos, información y análisis sobre cómo funciona la inversión sostenible. Por lo tanto, esta plataforma está ya disponible en inglés, flamenco, francés, alemán, italiano y español.

En desarrollo desde 2019, el Centro de Inteligencia Sostenible, creado por el equipo de estrategias y analistas ISR de DPAM, recoge los últimos avances en materia de regulación de las inversiones sostenibles y abarca siete temáticas relacionadas con la inversión sostenible. Estos ofrecen una visión global de los conceptos clave de la inversión sostenible, abarcando tanto aspectos básicos como los más especializados.

Así, el lector puede comenzar familiarizándose con conceptos y definiciones clave, antes de sumergirse en los aspectos normativos más importantes relacionados con la inversión sostenible. Además, examina la inversión sostenible a nivel de carteras y el análisis de la sostenibilidad de los países y aborda también el cambio climático y la transición energética, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la búsqueda del impacto. Además, la plataforma también recoge la visión del compromiso de los accionistas.

En este sentido, la plataforma ofrece “un panorama claro y actualizado del cambio de enfoque de la UE hacia la sostenibilidad en los últimos años”, según afirman desde la entidad. Asimismo, la página cuenta con las últimas actualizaciones de el episodio relacionado con la regulación dentro del marco de inversión sostenible, en concordancia con los últimos avances en 2020. Este abarca temas de actualidad como la taxonomía verde (un sistema de clasificación de las empresas e inversores en toda la UE), el Acuerdo Verde de la UE (la hoja de ruta de la UE para la aplicación de sus objetivos ambientales) y el reglamento sobre la divulgación de información relacionada con la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros.

Asimismo, desde DPAM planean una futura expansión que aborde temas como la forma de lograr un enfoque de inversión responsable en los sectores intensivos en carbono. También prestará atención al pilar social en los criterios ESG, profundizando en los riesgos laborales en la cadena de suministro y el papel del capital humano y otras partes interesadas. Los nuevos desafíos de la inversión sostenible también se tratarán en la próxima actualización, cuyo lanzamiento está previsto para 2021.

“Las inversiones y actividades de DPAM van más allá de los resultados financieros. Sus principios básicos combinan los objetivos financieros con su papel como actor sostenible”, aseguran desde la entidad. En este sentido, el Centro de Inteligencia Sostenible busca estar en consonancia con este: “Refleja plenamente el interés de la empresa por prestar un servicio óptimo a sus clientes y crear un impacto social duradero y significativo”, concluyen.

Una transición circular para los plásticos

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El problema medioambiental que plantean los plásticos va en aumento y estos constituyen cada vez más un punto clave de las políticas a escala nacional e internacional. En los últimos meses, la ONU ha acordado desarrollar un tratado mundial sobre plásticos que podría incluir recortes a la producción de plástico virgen y un aumento de la infraestructura de recogida y reciclaje.

Asimismo, cada vez se reconoce más la existencia de una relación de interdependencia entre la contaminación por plásticos y otros temas medioambientales. Por ejemplo, el texto preliminar para la próxima Conferencia de las Partes (COP, por sus siglas en inglés) de la ONU sobre biodiversidad incluye un objetivo para «eliminar la pérdida de residuos plásticos» como parte del marco mundial sobre biodiversidad para 2030. En el contexto de los objetivos de cero emisiones netas, las ONG y las partes interesadas también siguen llamando la atención sobre cómo la producción de plástico, su uso, los residuos que genera y el reciclaje de este contribuyen a las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI).

Prevemos que estos catalizadores seguirán espoleando la transición hacia unos plásticos más circulares. Ello incluirá lo siguiente: reducir el uso de plásticos vírgenes, incrementar la utilización de plásticos reciclados y materiales alternativos, crear modelos diferentes de entrega de productos y desarrollar las infraestructuras de recogida de plástico y las tecnologías de reciclaje.

Productores de plásticos

Un reducido número de multinacionales petroquímicas produce la mayoría de los plásticos. El desarrollo del sector ha aportado ventajas a la sociedad al mejorar la conservación de los alimentos y crear productos ligeros, entre otras cosas. Sin embargo, al hacerlo también ha provocado que las personas del mundo entero dependan del plástico virgen de bajo coste en su vida cotidiana a través de su ropa, coches, aparatos electrónicos y envases de alimentos, sin olvidar que gran parte de este material acaba convertido en residuos. Los productores de plástico se encuentran ahora en los albores de un cambio estructural que conllevará un aumento de la demanda de plástico reciclado —principalmente para los envases de un solo uso, pero también para productos más duraderos— en un contexto en el que compañías como Renault, LG, Vestas, Inditex y Adidas, entre muchas otras, están estableciendo objetivos relativos al uso del plástico reciclado. Estos objetivos se suman a los requisitos normativos y a los compromisos que ya han asumido las compañías de bienes de consumo y de envasado en relación con el aumento del uso del plástico reciclado de aquí a 2025.

En conjunto, nuestros análisis de los objetivos corporativos en los distintos sectores sugieren que el plástico reciclado podría representar hasta el 8% de la demanda de plásticos para 2025 y hasta el 15% de la demanda mundial antes de 2030. En este escenario, el crecimiento de la demanda de plástico virgen podría pasar de presentar las tasas de crecimiento superiores al PIB registradas anteriormente a suponer menos de un 1,7%.2 Sin embargo, en la actualidad, la producción de plástico reciclado no basta para satisfacer esta demanda, y resulta poco probable que las tecnologías de reciclaje químico, que podrían aumentar los volúmenes de material, sean capaces de hacerlo antes de la segunda mitad de la presente década.

En este contexto, un cambio de esta magnitud exigirá grandes cambios a los productores de plástico. Las compañías que mayor resiliencia mostrarán ante estos cambios seguramente serán aquellas que cuenten con estrategias circulares bien desarrolladas, además de con otras ventajas, entre las que podemos destacar las siguientes: una menor dependencia de los ingresos procedentes del plástico no reciclable; una estrategia y unos objetivos asociados en materia de producción de plástico reciclado que sean significativos en relación con los volúmenes de producción de la compañía; demostrar haber realizado múltiples alianzas y esfuerzos para probar y desarrollar nuevas tecnologías, como el reciclaje químico, que puedan permitir a la compañía adaptarse y responder con agilidad a los desafíos técnicos o de otra índole; la capacidad de mantener y reforzar las relaciones con los clientes durante la transición mediante la colaboración con ellos para desarrollar productos y formas de envasado novedosos y que posiblemente alberguen mayor valor; y tener acceso a materias primas de plástico virgen de bajo coste que continuarán siendo económicamente competitivas en un escenario de ralentización del crecimiento de la demanda de plástico virgen.

Nuestros análisis de varios productores de plástico con respecto a estos criterios muestran un panorama dispar: los planes de las compañías para aumentar la producción de plástico reciclado representan entre el 1% y el 22% de su producción estimada para 2030. El alcance y la profundidad de las alianzas empresariales en relación con las nuevas tecnologías, como el reciclaje químico, también difieren considerablemente.

Residuos y reciclaje

Esta transición hacia el plástico reciclado también traerá consigo cambios de gran calado para el sector de los residuos y el reciclaje. El panorama de riesgos y oportunidades en los distintos países varía, en vista de las diferencias que presentan en cuanto a infraestructura de reciclaje, educación pública y tasas de recogida. Sin embargo, ante el rápido incremento de los cambios normativos y de la demanda de plástico reciclado, las compañías de residuos que estén bien posicionadas pueden aprovechar las ventajas de invertir en las nuevas tecnologías, incluidas las tecnologías avanzadas de clasificación que pueden aumentar el nivel de automatización en las instalaciones e incrementar las tasas de recuperación de materiales, lo que permite obtener el máximo valor de los residuos plásticos. Algunas compañías de residuos también pueden beneficiarse en caso de tener la oportunidad de efectuar integraciones verticales, al permitirles aumentar el grado de reciclaje y procesamiento en el marco de las recogidas de plástico.

No obstante, será necesario efectuar inversiones de gran calado para dar respuesta al incremento de la demanda. Ello incluye mejorar la infraestructura de recogida y procesamiento, no solo en los mercados desarrollados con tasas de recuperación reducidas (como EE. UU.), sino también en los mercados emergentes, que cuentan con una infraestructura menos desarrollada. Al igual que en el caso de los productores de plástico, revisar los planes de gasto de capital de las compañías y sus objetivos a futuro para incrementar las tasas de recuperación de material proporciona indicios acerca de sus planes y de su posicionamiento de cara a esta transición.

Nuestro análisis concluye con el reconocimiento de que resulta necesario efectuar un seguimiento continuo, en vista de los rápidos avances en este tema. El análisis, la colaboración y la interacción continuos entre los equipos temáticos de inversión responsable y fundamental nos ayudarán a identificar a los posibles ganadores y perdedores y a alentar a las compañías a seguir desarrollando sus estrategias de circularidad.

Pictet AM lanza un fondo de deuda corporativa global sin restricciones

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Foto cedidaJon Mawby, director de deuda corporativa grado de inversión de Pictet AM y gestor principal de Pictet-Strategic Credit Fund. . Pictet AM lanza un fondo de deuda corporativa global sin restricciones

En opinión de Pictet AM, “los inversores necesitan replantearse el papel de la renta fija en sus carteras”. Por este motivo, la gestora ha lanzado el fondo Pictet-Strategic Credit, una estrategia de deuda corporativa mundial sin restricciones, que tiene como objetivo proporcionar una rentabilidad ajustada al riesgo atractiva para los inversores de largo plazo, protegiendo el capital. 

Según explica la gestora, la estrategia pretende mantener una baja correlación con los activos de riesgo tradicionales mediante una asignación activa y diversificada a los mercados mundiales de deuda corporativa. En concreto Pictet-Strategic Credit trata de generar una rentabilidad anual del 5% en términos netos en periodos de tres a cinco años.

El fondo cotiza en dólares y cuenta con clases con cobertura en euros, siendo de valoración y liquidez diarias y estando registrado en España, pendiente de ser traspasable sin peaje fiscal. Según señalan desde Pictet AM, está domiciliado en Luxemburgo bajo normativa UCITS y registrado en España en Austria, Bélgica, Italia, Países Bajos, Alemania, Francia, Reino Unido, Luxemburgo, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia e Irlanda.  

Para Jon Mawby, director de deuda corporativa grado de inversión y gestor principal del fondo, los inversores necesitan replantearse el papel de la renta fija en sus carteras y ser conscientes de los graves problemas que se acumulan para el futuro. “En este ciclo hay que ser razonable y prudentemente contrario. Hay que tener en cuenta que cuando los mercados de deuda corporativa ofrecen rentabilidades semejantes a las de las acciones, pero con el nivel de riesgo propio de los bonos, tiene sentido invertir en segmentos de valor. Sin embargo, cuando la confianza de los inversores resulta excesiva y la deuda corporativa empieza a generar rentabilidades semejantes a las de los bonos, con los niveles de riesgo propios de las acciones, es importante reajustar la cartera hasta el próximo ciclo”, explica Mawby.

El BCE sin novedad y algo más optimista, pero sabe que su trabajo no ha terminado

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Foto cedidaChristine Lagarde, presidenta del BCE.. El BCE sin novedad y algo más optimista, pero sabe que su trabajo no ha terminado

Las tres conclusiones más claras de la reunión del BCE de ayer fueron que vigilará la apreciación del euro, que habrá que esperar a diciembre para ver algo de acción y que mejora sus previsiones sobre el PIB para este año. Entre todos los mensajes que lanzó destacó uno: “No es necesario sobrerreaccionar por las ganancias del euro». 

Con esta afirmación, Christine Lagarde, presidenta de la institución monetaria, mostró su voluntad de mantener los estímulos y ver cuál es el impacto de la pandemia y de las medidas tomadas. En términos generales, el BCE cumplió con las expectativas aunque, en opinión de Paul Diggle, economista principal de Aberdeen Standard Investments, fue un poco “desconcertante”. 

«El BCE fue desconcertantemente halcón en su reunión de hoy. Hizo revisiones al alza de sus previsiones de crecimiento e inflación, y en la conferencia de prensa Christine Lagarde sonó un poco más optimista en las perspectivas de lo que creemos que está justificado. Con el fuerte rebote inicial ya perdiendo fuerza, y la inflación básica en mínimos históricos, creemos que el BCE se verá obligado a una mayor relajación más adelante en el año«, apunta Diggle.

Esta visión del economista de Aberdeen Standard Investments también la comparte Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO, quien considera que el BCE “ha caído marginalmente del lado de los halcones”. Según explica Veit, mientras que el resultado de la reunión de ayer del BCE estuvo en línea con las expectativas de no cambiar la configuración de la política monetaria, sí podría ser interpretada como marginalmente hacia el lado de los halcones, ya que “el BCE no abordó agresivamente el tema de la evolución de la moneda y no dio ningún indicio de nuevas medidas acomodaticias”. 

“La reunión de ayer no sorprendió, aunque el mercado esperaba algún comentario adicional para limitar la apreciación del euro durante los últimos meses, agravado por la última política monetaria de la Fed. Sin embargo, Lagarde admitió que de momento no hay que sobrerreaccionar a la apreciación del tipo de cambio, pero sí lo irán monitorizando por su impacto sobre la inflación”, reconocen desde Diaphanum.

Lagarde se mostró optimista ya que apuntó a una caída del 8% del PIB para este año frente al 8,7% que tenía previsto. Los economistas del BCE plantean dos posibles escenarios, que dependerán de la evolución de las cifras y de la pandemia durante las próximas semanas. Por un lado, estiman que si se logra una vacuna la caída del PIB podría ser solo del 7,2%; y por otro, advierte que una segunda oleada de esta pandemia arrastraría al PIB hasta el -10%. Las previsiones de IPC se mantienen para este año en el 0,3% previsto, mientras que para el próximo año se espera que alcance el 1%, dos décimas por encima de lo augurado en junio. Para 2022 también se mantiene la proyección del 1,3%.

“El perfil de la inflación se mantuvo sorprendentemente sin cambios para 2020, a pesar de la gran caída de agosto, y la inflación de 2021 se revisó de forma alcista. El escenario de la inflación sigue siendo deprimente y el BCE sigue dispuesto a desplegar todas las herramientas posibles para apoyar un retorno a la tendencia anterior a la crisis. En este contexto, la reciente evolución del euro se ha mencionado en la declaración introductoria y Lagarde se refirió a la moneda como uno de los factores que el BCE supervisará en el futuro”, añade Annalisa Piazza, analista de renta fija de la gestora MFS Investment Management.

Impulso del euro

Una de las expectativas que tenían las gestoras era que el BCE se pronunciara sobre la apreciación del euro y así lo hizo. Alto y claro aseguró que no tiene intención de “controlar el tipo de cambio”, mostrando ese matiz del halcón que algunas gestoras han destacado. Es decir, aunque es un tema que preocupa a la institución monetaria, considera que no es su función. 

Como consecuencia de la reunión, la cotización del euro experimentó un mayor impulso. Según los analistas de Monex Europe, Lagarde mostró un “tono generalmente relajado de en relación a la evolución de la divisa y su impacto en el sector exportador”. En su último informe explican que los argumentos detrás de esta postura no son un secreto. “El tipo de cambio real efectivo que perciben los exportadores domésticos actualmente no es mucho mayor que la media de la última década, después de que el euro se apreciara más de 10% en términos nominales en los últimos meses. Estudios del propio BCE demuestran que la relación entre el tipo de cambio real y la inflación se ha debilitado a lo largo del tiempo. En cualquier caso, Lagarde reiteró que, aunque el tipo de cambio de la divisa no es un objetivo explícito en el diseño de política del BCE, la institución continuará monitoreando de cerca la evolución de la divisa y su traspaso al crecimiento de los precios domésticos”. 

Desde las proyecciones macroeconómicas de junio, el euro se ha apreciado cerca de un 3% en términos ponderados por intercambios comerciales, esto es, sustancialmente menos que frente al dólar de forma bilateral, algo que llamó la atención del mercado y de las autoridades. A medio plazo, la ratificación del fondo de recuperación de la UE Next Generation también ha reforzado el potencial alcista de la recuperación económica, que ahora registra una evolución ligeramente superior a lo que el BCE esperaba en junio. Si el euro se aprecia en mayor medida como consecuencia de una recuperación continuada y de una evolución económica superior, permitiría limitar las preocupaciones desinflacionistas del BCE y no exigiría la implementación de ninguna medida monetaria”, apunta Andreas Billmeier, analista senior de deuda pública de Western Asset, gestora de inversión especializada en renta fija. 

Próximos pasos

Ahora bien, ¿qué podemos esperar de aquí a final de año por parte del BCE? En opinión de Veit, “las perspectivas de inflación históricamente débiles obligarán al BCE a ponerse manos a la obra relativamente pronto, y esperamos que aumente y amplíe de nuevo el PEPP en diciembre, desde los actuales 1,35 billones de euros de compras hasta finales de junio de 2021, ya que las perspectivas de inflación no convergen suficientemente hacia la configuración prepandémica”. 

Misma valoración hace Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad de la Abogacía: cualquier modificación de las políticas monetarias vigentes tendrá que esperar a finales de año, en función de cómo se comporte la macroeconomía. “De su discurso se desprende el elevadísimo grado de incertidumbre actual, derivado esencialmente de la evolución del coronavirus. Lo más interesante, de hecho, ha venido por el lado de las previsiones macro, algo mejores para este año, caída del 8% del PIB frente a 8,7% anterior, y en línea de crecimiento para los dos años siguientes. Es muy significativo, en todo caso, que las expectativas de inflación para 2022 se sitúen muy por debajo del 2%, concretamente en el 1,3%. Ello pone de relieve la escasísima presión del BCE para comenzar un hipotético proceso de subida de tipos, más bien al contrario, especialmente tras el cambio de actitud estadounidense al respecto, como vimos en Jackson Hole”, matiza Del Pozo.

Para Ulrike Kastens, economista de Europa de DWS, no se ha dado ninguna indicación de que se vaya a aumentar la relajación cuantitativa, pero Lagarde ha dejado claro que se utilizará plenamente toda la dotación del Programa de Compra de Emergencia Pandémica (PEPP, por sus siglas en inglés). “Aunque el BCE es algo más optimista sobre las perspectivas económicas, seguimos esperando una recuperación económica desigual en los próximos meses en la eurozona. El BCE también subrayó que la incertidumbre seguirá siendo muy alta. Por lo tanto, mantenemos nuestra opinión de que el BCE no podrá evitar un nuevo aumento del PEPP, tal vez antes de finales de este año. El BCE seguirá siendo altamente expansivo durante mucho tiempo. En pocas palabras, su trabajo aún no ha terminado”, afirma Kastens.

De cara a la próxima semana, el foco de atención se traslada a la Estados Unidos, donde la reunión de la Fed podría resultar algo más interesante que lo habitual después de la medida anunciada sobre la inflación promedio en Jackson Hole.

Perspectivas de (una posible) inflación

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Pixabay CC0 Public DomainSharon McCutcheon. Sharon McCutcheon

La mayor parte de los inversores alcanzaron la mayoría de edad durante un entorno persistentemente desinflacionario. Dadas las perturbaciones de demanda desinflacionarias provocadas por la pandemia de coronavirus, esta situación probablemente se prolongará durante varios años más.

No obstante, la combinación de ingentes medidas de política monetaria no convencional y la creciente voluntad de las autoridades políticas de recurrir a unos tipos de interés históricamente bajos y apostar por una agresiva política fiscal podría acabar propiciando un giro a medio plazo en el entorno de inflación.

¿Cuáles son las diferencias entre la crisis financiera mundial y la crisis del COVID-19? Pese a las enormes medidas de política monetaria adoptadas para responder a la crisis financiera mundial, la inflación se mantuvo en niveles históricamente ínfimos. ¿Por qué? En mi opinión, existen dos motivos principales: la reducida velocidad del dinero y el enorme desapalancamiento de los bancos, los hogares y, en última instancia, los gobiernos. Pero eso es cosa del pasado, y ahora vivimos en el presente. Las condiciones reinantes durante la crisis financiera mundial eran bastante diferentes a las que enfrentamos en la actualidad.

MFS IM

Como respuesta a la crisis financiera mundial, la Reserva Federal estadounidense y otros bancos centrales del mundo imprimieron una impresionante cantidad de dinero con el fin de reactivar los inertes mercados de crédito y estimular el crecimiento económico. Ahora bien, gran parte de ese dinero no llegó a recalar en el sistema y la velocidad del dinero (la frecuencia con la que el dinero cambia de manos en un periodo dado) registró una brusca caída.

Esto se debió al desapalancamiento y a la aversión al riesgo, entre otros motivos. Conforme avanzaba la crisis, los bancos se deshicieron de los activos tóxicos, los propietarios de viviendas dejaron de satisfacer sus obligaciones hipotecarias y los gobiernos adoptaron la austeridad fiscal demasiado pronto, todo ello mientras la economía atravesaba dificultades. Los hogares, las empresas y los bancos, conmocionados por la crisis, estaban ansiosos por mantener efectivo, de modo que el dinero que sí recaló en el sistema permanecía inmóvil, y cambiaba rara vez de manos, lo que restringía la inflación. Así pues, aprendimos un par de lecciones de la crisis anterior: la oferta de dinero por sí sola no alienta la inflación y la demanda desempeña una función muy importante. 

Por qué esta vez podría ser diferente

  1. La respuesta política ha sido gigantesca y rápida: El alcance de la respuesta mundial frente a la pandemia, tanto en términos de política monetaria como de política fiscal, supera con creces las medidas adoptadas en episodios anteriores. Además, la ayuda actual pretende ante todo llevar el dinero al sistema general, haciendo hincapié en la economía real más que en los mercados financieros, así como en los hogares y las empresas más que en las instituciones financieras. Asimismo, aunque la pandemia no ha llegado ni mucho menos a su fin, el sistema bancario no se ha visto obligado, hasta la fecha, a emprender un proceso de desapalancamiento, como ocurrió durante la crisis financiera mundial.
  2. Parece poco probable que las autoridades políticas vuelvan a cometer el mismo error: La gran pregunta será si las autoridades fiscales repetirán el error que cometieron tras la crisis financiera mundial, cuando se embarcaron en la austeridad demasiado pronto en la fase de expansión, con las primeras medidas en torno a 2011. Hoy en día, esas prematuras restricciones se consideran un error, sobre todo en Europa, puesto que la zona euro se vio seguidamente azotada por una crisis de deuda soberana. Puede que el deterioro de los perfiles de deuda fuerce la adopción de agresivas medidas de austeridad fiscal; ahora bien, dado que los rendimientos están anclados en niveles cero (o por debajo de cero), esto podría ofrecer un cierto margen adicional para evitar una normalización fiscal.
  3. Los políticos podrían estar pensando lo impensable: Aunque muchos dirigentes se muestran reacios a aceptar la Teoría Monetaria Moderna (TMM), algunos parecen cada vez más cómodos con la idea de llevar algunos aspectos a la práctica. La TMM defiende que un país puede emitir enormes cantidades de deuda soberana con escasos o nulos efectos negativos si dicho país 1) puede emitir deuda en su propia moneda; 2) presenta una gran brecha de producción negativa (es decir, su economía opera muy por debajo del potencial); y 3) puede financiar los déficits a un coste casi nulo. Si bien esta idea era hasta hace poco inconcebible, la pandemia ha permitido abrir la «ventana de Overton», que describe el rango de ideas políticas que el público y los responsables políticos están dispuestos a aceptar. El alcance del daño económico provocado por la pandemia parece haber abierto la ventana de par en par.
  4. Parece que estamos monetizando la deuda: Otro aspecto que parece diferente esta vez es la escala de la monetización de los bonos del Tesoro estadounidense por parte de la Reserva Federal. Si bien existen importantes discrepancias semánticas sobre lo que realmente implica la monetización, la combinación de una creciente emisión de deuda soberana y una mayor adquisición de dicha deuda por parte de los bancos centrales supone una señal de alarma. No obstante, no todos los episodios anteriores de ingentes compras de deuda pública por la Fed desembocaron en inflación. La compra de bonos del Tesoro por parte de la Fed durante las dos guerras mundiales coincidió con periodos inflacionarios, mientras que la crisis financiera mundial, no. He aquí el porqué: durante las guerras mundiales, existían brechas de producción positivas (la economía operaba a su máxima capacidad) y el dinero que se imprimía recalaba en la economía general; durante la crisis financiera mundial, la situación era totalmente opuesta. La adopción de algo parecido a la TMM de manera sostenida, aunada a la monetización de la deuda y el cierre de la brecha de producción, podrían dar un vuelco a la dinámica desinflacionaria de las últimas décadas.
  5. Las expectativas de inflación podrían comenzar a navegar a la deriva: Las expectativas de inflación han estado bien ancladas en las últimas décadas; no obstante, este no ha sido siempre el caso. Las expectativas se desplomaron durante la Gran Depresión, y se dispararon en la década de 1970. No puede descartarse un cambio psicológico como respuesta a las nuevas políticas similares a la TMM y la monetización de la deuda. De forma alternativa, si se comete el error de imponer la austeridad fiscal demasiado pronto (como en la era posterior a la crisis financiera mundial), podríamos ser testigos de cómo la inflación se desancla para tender a la baja. En cualquier caso, la Fed deberá tener cuidado de no perder credibilidad.
  6. Los gobiernos podrían acoger de buen grado algo de inflación: ¿Cómo han reducido históricamente los países unas cargas de la deuda insostenibles? La vía más segura es el impago, pero, sin duda, esto no es viable en el caso de Estados Unidos o de otros países desarrollados de elevada calificación. El método preferido es a través del crecimiento, es decir, cuando el PIB aumenta de forma más acelerada que la deuda, lo que rebajaría la deuda en términos de porcentaje del PIB. En un entorno caracterizado por un reducido crecimiento y el deterioro de las condiciones demográficas, las perspectivas de solucionar el problema de la deuda a través del crecimiento parecen mediocres. Otra manera de intentar abordar un perfil de deuda insostenible es recurriendo a la austeridad, pero, como hemos mencionado con anterioridad, esto podría revelarse contraproducente. Los países también pueden intentar depreciar sus monedas para subsanar sus deudas, pero si todos los socios comerciales adoptaran esta vía al mismo tiempo, esta medida no serviría de mucho, ya que no todas las monedas pueden caer a la vez. La represión financiera, que significa mantener «artificialmente» los tipos de la deuda soberana por debajo del crecimiento del PIB nominal, representa otro método, que las autoridades han intentado utilizar durante años con escaso éxito. Dicho esto, el único método que realmente no se ha intentado es recurrir a la inflación. Cierto, los bancos centrales imprimiero ingentes cantidades de dinero en la última crisis, pero el desapalancamiento obstaculizó el camino hacia una mayor inflación. Sin embargo, si las autoridades políticas abren lo suficiente la ventana de Overton y añaden a sus cajas de herramientas la TMM y la monetización de la deuda, entonces esa combinación podría aumentar de forma sostenible las tasas de inflación hasta niveles no vistos en más de una generación y que bastarían para aligerar las cargas de la deuda en los próximos años.

¿Un hecho consumado?

¿Podemos garantizar que caerán todas las fichas de dominó como la TMM, la monetización de la deuda, el cierre de la brecha de producción, una creciente velocidad del dinero y unas mayores expectativas de inflación para dar lugar a una significativa trayectoria alcista de la inflación? No, no podemos. Y el escenario base sigue apuntando a que la inflación se mantendrá estancada en un reducido rango durante algún tiempo. Ahora bien, la incorporación de medidas duraderas de la TMM aumentaría considerablemente la probabilidad de una mayor inflación dentro de unos años. En efecto, algunos de esas fichas de dominó probablemente caerán. Queda por ver si se derriban suficientes fichas para generar presiones inflacionarias reales, pero deberíamos asignar una probabilidad sustancialmente mayor a ese resultado de lo que el mercado parece descontar.

¿Qué activos resultarán beneficiados?

Dado el complicado entorno de crecimiento previsto para los próximos meses, junto con una enorme brecha de producción y un descenso del petróleo en torno a un tercio desde comienzos de año, la inflación probablemente no supondrá ningún problema durante bastante tiempo. Sin embargo, han aumentado las perspectivas de que, en algún momento, los precios podrían situarse, en el inminente ciclo, en niveles muy superiores a los alcanzados durante las últimas expansiones. Con esto no pretendemos afirmar que anticipamos algo parecido a un fenómeno de hiperinflación, o incluso una inflación sustancialmente superior al 3% o al 4%, sino más bien que la tendencia hacia una inflación cada vez más baja dará un vuelco. 

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Entre las clases de activos que podrían beneficiarse de (o que han ayudado a compensar) un entorno de inflación moderadamente al alza se incluyen las acciones de estilo «valor», los valores del Tesoro estadounidense protegidos contra la inflación (TIPS), los bonos de vencimiento limitado, los valores a tipo flotante, las materias primas y los activos físicos como los bienes inmuebles y el oro. Un entorno de inflación al alza podría resultar potencialmente desfavorable para determinados activos, como los bonos de duración más larga, las acciones de estilo «crecimiento» y los valores con características similares a los bonos, como los fondos de inversión inmobiliarios (REIT), los servicios públicos y la infraestructura.

Para concluir, si los responsables políticos logran generar una mayor inflación, esto podría plantear una nueva serie de riesgos. En la actualidad, los bancos centrales y las autoridades fiscales están socializando la pérdida de beneficios y el riesgo de solvencia para respaldar el empleo y los ingresos de los hogares con la esperanza de ofrecer protección frente a un desfavorable entorno de crecimiento e inflación. Una plena aplicación de la TMM llevaría esta socialización al siguiente nivel. No obstante, los mercados de capitales desempeñan dos funciones principales en la sociedad: la asignación de capital y el descubrimiento de precios. Si se «fuerza» un aumento de la inflación, esto distorsionaría dichas funciones, de modo que el remedio de la política pública podría ser peor que la enfermedad. Los inversores deben prepararse para afrontar unos mercados más distorsionados, con o sin inflación.

Columna de Erik Weisman, gestor de carteras y economista jefe en MFS Investment Management.

 

 

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Los inversores esperan obtener rentabilidades por encima del 10% en los próximos 5 años

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Pixabay CC0 Public Domain. Los inversores esperan obtener rentabilidades por encima del 10% en los próximos 5 años

Pese a la incertidumbre generada por el COVID-19, los inversores se muestran optimistas y esperan obtener una rentabilidad anual media superior al 10% en los próximos cinco años, según los datos del Estudio Global de Inversión de Schroders 2020, que recoge las opiniones de más de 23.000 inversores de 32 lugares de todo el mundo.

Además, las expectativas de rentabilidad anual promedio durante los próximos cinco años han aumentado hasta el 10,9% para los inversores de todo el mundo, mientras que los inversores de América esperan obtener una rentabilidad del 13,2%, según indica estudio. No obstante, los europeos esperan una rentabilidad del 9,4% de media en los próximos cinco años.

En este sentido, los inversores de EE.UU. (15,4%), Indonesia (14,8%) y Argentina (14,6%) fueron los más optimistas. En el otro extremo de la escala se sitúan los inversores de Japón (6%), Suiza (7%) e Italia (7,9%), como los más pesimistas de entre los encuestados

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Sin embargo, los inversores han reducido sus expectativas de ingresos, con un 8,8% que se esperan alcanzar en los próximos 12 meses, en comparación con el 10,3% del año anterior. Asimismo, solo el 6% de los inversores esperan que el impacto económico del coronavirus dure más de cuatro años. De hecho, sólo el 21% espera que el impacto se prolongue más allá de los dos años, apunta el documento en sus conclusiones.

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Lo que es cierto es que el impacto de la pandemia mundial hizo que muchos inversores hicieran cambios sustanciales en sus carteras. Según el estudio, un 28% movió porcentajes relevantes de sus carteras a activos de bajo riesgo y un 25% traslado parte de su cartera a activos de menor riesgo. Asimismo, un 20% asegura haber aprovechado la oportunidad de mover parte de su cartera a inversiones de alto riesgo, mientras que el 19% dijo que optó por no hacer nada y se quedó con sus inversiones tal como estaban.

Además, los inversores más veteranos han sido los que se han mostrado más tranquilos en medio de la volatilidad del mercado causada por el COVID-19. Más de tres cuartas partes (75%) de los mayores de 71 años movieron su cartera, pero mantuvieron el mismo nivel de riesgo u optaron por no hacer ningún cambio. Esto comparado con sólo el 23% de los millennials.

“No se puede obviar el hecho de que el impacto del COVID-19 en las economías, los mercados y más allá es probable que sea sustancial en los próximos años. La pandemia es vista por muchos como el último cisne negro, pero ahora más que nunca necesitamos aferrarnos a nuestros principios de inversión. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero debemos mirar más allá del ruido y centrarnos en mantener inversiones bien equilibradas a largo plazo. Esto cobra relevancia cuando los tipos de interés están tan bajos en todo el mundo. Y ese es nuestro enfoque en Schroders, para apoyar a los inversores y clientes a navegar por esta continua incertidumbre y asegurar en última instancia su futura prosperidad”, añade Rupert Rucker, director de Income Solutions en Schroders.

Mayor interés por el ahorro

Por otro lado, esta crisis también ha provocado que se preste más atención al ahorro, ya que casi la mitad (49%) de los inversores globales afirman que ahora piensan en sus inversiones al menos una vez por semana, en comparación con el 35% antes de la pandemia. Más de dos tercios (66%) de las personas que afirman tener un nivel avanzado o experto de conocimientos en materia de inversiones, aseguran que su nivel de preocupación si sus inversiones caen durante un corto período de tiempo es bajo o inexistente, lo que pone de relieve su mayor experiencia en la superación de períodos de incertidumbre, según el estudio.

Al mismo tiempo, el 48% de los inversores con conocimientos avanzados buscarían obtener asesoramiento financiero de un asesor financiero independiente, en comparación con el 30% de los principiantes. Además, desde la firma señalan que el 36% de los ahorradores que se califican como principiantes es probable que busquen asesoramiento financiero de amigos o familiares, en comparación con el 27% de los inversores más avezados.

Además, la mayoría de los inversores (68%) declaró que ellos mismos deberían ser responsables de asegurar que su conocimiento de los asuntos financieros sea suficiente, por delante de los proveedores financieros, asesores y escuelas. En este sentido, los datos del informe reflejan que un 51% de los inversores sostiene que las escuelas deberían tener la responsabilidad de asegurar el conocimiento de la población en asuntos de finanzas personales. Sin embargo, en realidad, sólo el 40% de los inversores dijeron que adquirieron sus conocimientos financieros durante el periodo escolar. La misma brecha de asesoramiento existe para los gobiernos y los reguladores.

Por otro lado, un 25% de los inversores añade que la prioridad número uno para su gasto en renta disponible era invertirla en su pensión. «Este porcentaje es significativamente más alto que el 10% de hace tres años, enfatizando que la conciencia sobre el ahorro para la jubilación ha ido en aumento», añaden desde Schroders.