Vall Banc incorpora a Ignacio Perea como director de Inversiones, sujeto a que la Autoridad Financiera Andorrana (AFA) otorgue la correspondiente autorización previa, para reforzar el área de inversiones y liderar la adaptación a la nueva normativa internacional. Este nombramiento se enmarca en la estrategia de la entidad de consolidarse como referente en servicios de Wealth Management.
Ignacio Perea toma las riendas del área de inversiones “para impulsar el proyecto que ya está en marcha, poniendo a disposición de Vall Banc mi experiencia en la transición del proceso regulador hacia MIFID II y hacia modelos de inversión responsable y sostenible”, ha explicado.
Ignacio Perea es licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid y cuenta con más de 20 años de experiencia en la gestión de activos y análisis de riesgos. En los últimos tres años, ha sido el director de inversiones de Tressis, donde ha estado especialmente activo en el impulso de la inversión sostenible. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en el ámbito asegurador, siendo durante 10 años director de Inversiones y miembro del comité de dirección de Aegon. También ha sido consejero de Inverseguros y ha ejercido cargos en el mundo de la consultoría y la banca de inversión. Además, es analista ambiental, social y de buen gobierno certificado por el EFFA y miembro del programa de emprendimiento social SID (Social Impact Doers).
La incorporación de Ignacio Perea como director de Inversiones de Vall Banc potencia el departamento de Inversiones de la entidad, al cual el nuevo directivo podrá aportar su dilatada experiencia en mercados financieros y en gestión de equipos.
Pixabay CC0 Public Domain. Asia: la región que mayor peso gana entre los fondos soberanos mundiales
Los fondos soberanos continúan creciendo pese al complicado año que están viviendo los mercados en 2020. Según los datos de Buy Shares, web británica de educación financiera, los diez mayores vehículos de este tipo controlaban 5,7 billones de dólares en activos bajo gestión, a julio de 2020. Lo más llamativo es que el 21% de estos fondos soberanos están ubicados en Asia.
El principal fondo soberano sigue siendo el Fondo de Pensiones del Gobierno de Noruega Global, que supone el 20,8% de activos bajo gestión de los diez primeros del mundo. En segundo lugar se encuentra el fondo China Investment Corporation, seguido por el fondo Abu Dhabi Investment Authority. Según destacan, en este top 10, China cuenta con tres vehículos de inversión que en total asciende a los 1,68 billones de dólares, lo que representa el 28,07% de los activos bajo gestión de estos primeros diez puestos.
Según el análisis que hace Buy Shares también el dominio de la región asiática está claro, ya que de los 89 fondos soberanos “notables” que existen, 19 de ellos con asiáticos; esto supone el 21,34% de los fondos soberanos de todo el mundo. En el lado opuesto se encuentra la región de Latinoamérica, que tan solo cuenta con 9 fondos soberanos relevantes en el mercado.
Según defiende la publicación, los fondos soberanos tienen un papel clave que desempeñar en un contexto marcado por la lucha contra el COVID-19 y su impacto, y por la transición hacia una economía baja en cargo. “Una vez que la pandemia ha sido contenida completamente y se levanten todos los cierres de las economías, la mayoría de los gobiernos confían en los fondos soberanos para equilibrar la responsabilidad pública con el interés del sector privado. La economía post-pandemia verá intensificado el gasto público. El aumento del gasto definitivamente requerirá un escrutinio y la demanda de disciplina fiscal», sostienen desde Buy Shares.
A lo largo de los años, los fondos soberanos han surgido como una porción clave de la economía mundial. El gran tamaño y el posible impacto de estos fondos en el comercio internacional han provocado oposición y críticas entre los diferentes países.
“A pesar de haberse incorporado al mercado más recientemente en comparación con América del Norte, Asia representa actualmente la mayor parte de los fondos soberanos gracias al rápido crecimiento económico de los dos últimos decenios. Varios países de la región optaron por fondos multimillonarios que ahora compiten a escala mundial. Cabe destacar que China sigue siendo el país asiático más ambicioso en el mercado de los fondos soberanos. El país se destaca por considerar que la mayoría de sus carteras de inversión desafían las tradiciones al explorar el sector privado”, explican.
Pixabay CC0 Public Domain. La prioridad en tutela corporativa de Allianz GI en 2021 se centra en la transición climática
BMO Global Asset Management (BMO GAM) cumple 20 años de activismo accionarial. Según su último informe sobre su actividad en este ámbito, la gestora ha fomentado más de 3.763 cambios positivos y ha colaborado activamente con 5.588 empresas en estas últimas dos décadas.
BMO GAM explica que, con el tiempo, se ha ido centrando cada vez más en que sus acciones de activismo tengan un impacto social y medioambiental cuantificable y, actualmente, tres cuartas partes (72%) de estas acciones están vinculadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. El 28% restante se centra en el gobierno corporativo, que BMO GAM considera un elemento esencial para una economía más sostenible.
De su labor durante estos últimos años, la gestora destaca algunos aspectos. Por ejemplo haber colaborado activamente con empresas de todo el mundo, en concreto con compañías de 87 países, así como su enfoque de “activismo corporativo integral”, y la integración de los factores ESG en su estrategia: el 47% del activismo de BMO GAM se produce a nivel del consejo o del equipo directivo
“Los tres sectores con los que más nos hemos implicado son la banca, el de gas y petróleo, y el comercio minorista, donde llevamos a cabo 2691, 2067 y 1313 acciones de activismo accionarial, respectivamente. Las tres empresas con las que más nos hemos implicado son BP, HSBC Holdings y Tesco, con 191, 184 y 177 acciones de activismo accionarial registradas, respectivamente”, señalan desde la gestora.
Por temática ESG, el gobierno corporativo, el cambio climático y la gestión medioambiental han dominado el activismo accionarial de BMO GAM en los últimos 20 años. Más de la mitad (54%) de los hitos alcanzados corresponden a temas de gobierno corporativo, una quinta parte (18%) están relacionados con el cambio climático y una décima parte (10%), con la gestión medioambiental. “Nuestro activismo accionarial también abarcó otras cuestiones como la conducta empresarial, las normas laborales, los derechos humanos y la salud pública, en línea con el cumplimiento de los ODS”, apuntan.
Por su parte, Alice Evans, directora y co-responsable del equipo de inversión responsable en BMO Global Asset Management, destaca que “el sector financiero es cada vez más consciente de que, aunque obviamente nuestro objetivo es obtener rentabilidades financieras, también debemos analizar el impacto que tienen nuestras acciones, o nuestra inacción, en las necesidades del mundo. El activismo accionarial es un poderoso instrumento para garantizar que se satisfacen estas necesidades mundiales. Los importantes avances registrados en los últimos 20 años, tanto en lo que se refiere al planteamiento del activismo accionarial por parte del sector como al interés de los propietarios de activos en las estrategias de inversión basadas en el activismo accionarial, resultan alentadores”.
En opinión de Evans, la crisis financiera mundial supuso un punto de inflexión para mejorar las prácticas de activismo, ya que los inversores se cuestionaron por qué no hicieron más para impugnar las débiles estructuras de gobierno corporativo y la excesiva toma de riesgos. “Esta situación animó a los inversores a revisar su definición de administración responsable y a adoptar una postura más firme en sus interacciones con las empresas. Actualmente, observamos que la pandemia del COVID-19 está teniendo un efecto similar, ya que las empresas, los inversores y los gobiernos se están planteando cómo reconstruir la economía desde una perspectiva responsable. El activismo accionarial será crucial para lograr una recuperación sostenible tras la pandemia y, por lo tanto, esperamos que las empresas se sometan a un mayor escrutinio en lo referente a sus compromisos ESG”, añade.
El activismo accionarial alcanza su madurez
BMO GAM identifica tres fases en la progresión de las prácticas de activismo accionarial, un periodo durante el que ha liderado las prácticas de inversión responsable tras lanzar, en 1984, el primer fondo con criterios sociales y medioambientales de Europa.
La primera etapa iría de 1980 a 2000, y lo considera los “inicios”. En aquel momento, la participación y el activismo se restringían al ámbito de los inversores con propósitos concretos o religiosos. Una segunda que iría de 2000 a 2010. La gestora considera que durante estos 10 años hubo una adopción generalizada del activismo accionarial. Como hito de esta etapa, destaca el lanzamiento de los Principios para la Inversión Responsable.
Por último, señala una etapa que va desde 2010 a 2020. En ella, defiende que el activismo accionarial alcanza la madurez, impulsado por las pruebas, cada vez más numerosas, del vínculo entre los factores ESG y la rentabilidad financiera y por el deseo de abordar los desafíos mundiales en materia de sostenibilidad.
De cara a los próximo 20 años, BMO GAM anticipa un importante cambio de perspectiva que tendrá que ver con dejar de considerar la administración responsable (stewardship) como la relación entre inversores y empresas individuales para adoptar una visión más holística de las responsabilidades en el desarrollo del mercado y de la economía en su conjunto.
En este sentido, explica que, de media, cada año, el 20% de sus actividades de activismo accionarial se canalizan a través de iniciativas de colaboración. La gestora cree que estas iniciativas serán cada vez más habituales y que abarcarán un conjunto más amplio de grupos de interés con el objetivo de lograr cambios significativos.
“La participación activa ha demostrado ser una herramienta financiera legítima y valiosa. En BMO, el activismo accionarial representa una vía fundamental para alcanzar resultados mejores y lograr un impacto positivo en el medioambiente y la sociedad. En la próxima década, esperamos poner el énfasis en los resultados tangibles de este activismo a medida que nos acercamos al 2030, fecha límite para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, afirma Kristi Mitchem, consejera delegada de BMO Global Asset Management.
Según la visión de Mitchem, para abordar desafíos sistémicos como el cambio climático, será necesario que los inversores se impliquen cada vez más en las políticas públicas y que el activismo accionarial se extienda más allá de las empresas para forjar relaciones con otros grupos de interés como ONG y expertos académicos. “La colaboración entre inversores resultará decisiva para el éxito de este enfoque, tanto a la hora de reunir los recursos necesarios para llevar a cabo estos cambios como para presentar un frente común que refuerce la influencia. Mediante nuestro compromiso con la inversión responsable, intentamos aportar nuestro granito de arena para que las finanzas sean un factor de cambio positivo”, concluye.
Pixabay CC0 Public Domain. Las seis recomendaciones del CFA Institute para integrar el análisis del clima en las decisiones de inversión
CFA Institute, la asociación global de profesionales de la inversión, ha elaborado un estudio sobre el análisis del clima. Según ha explicado la organización, el documento, que se titula “Análisis del Cambio Climático en el Proceso de Inversión”, tiene como objetivo ser una herramienta para facilitar a los inversores la inclusión del análisis del cambio climático en los procesos de inversión.
Su enfoque es muy práctico ya que investiga los riesgos físicos y de transición provocados por el mismo, explora los mercados de carbono, y presenta los recursos y las mejores prácticas de análisis disponibles en la actualidad para los inversores sobre cambio climático. “El papel de las finanzas es la asignación eficiente del capital en la sociedad. Este proceso tiene cada vez más en cuenta el impacto del cambio climático. Los profesionales financieros deben estar equipados con las mejores herramientas y la adecuada formación sobre el análisis del cambio climático, para que puedan tomar decisiones de inversión mejor informadas integrando este análisis. Nuestro nuevo estudio va a ser un recurso para los inversores y profesionales financieros en ese proceso”, explica Margaret Franklin, CFA, presidenta y CEO de CFA Institute.
El aspecto más relevante de este estudio son las seis recomendaciones que lanza para los inversores y los reguladores, de forma que puedan integrar el análisis del cambio climático en toda su actividad. La primera de ellas tiene que ver con el precio al carbón. En este sentido, CFA Institute pide a los reguladores que aseguren que los marcos regulatorios para los mercados de carbono garanticen la transparencia, la liquidez y la facilidad de acceso a los participantes del mercado global, y la unificación de estándares para todos los mercados, a fin de apoyar una política de fijación de precios del carbono sólida y confiable.
Una propuesta que se complementa con la recomendación de “incluir la expectativas del precio del carbono en los informes de los analistas”. Es decir, CFA Institute propone que los profesionales de la inversión tengan en cuenta los precios del carbono y sus expectativas en el análisis de riesgo climático.
La tercera de sus recomendaciones es una mayor transparencia y divulgación sobre métricas del clima. Según señala CFA Institute, la industria de inversión se está aglutinando en torno a la Sustainability Accounting Standards Board (SASB) y la Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) para los informes relacionados con el clima, ya que son las normas de divulgación más relevantes y concisas para abordar la importancia relativa de los riesgos relacionados con el cambio climático.
Las siguientes tres recomendaciones que hace CFA Institute tienen en común el compromiso. En primer lugar, recomienda que los inversores se comprometan con los emisores para garantizar que los datos climáticos, el análisis de escenarios, y otras informaciones asociadas, sean lo más completas para respaldar un análisis fundamentado del riesgo climático en el proceso de inversión. Pero también pone el peso de este compromiso sobre los hombros de los profesionales de inversión y en su formación. “Los inversores deben continuar su aprendizaje sobre cambio climático para estar en disposición de proporcionar a los clientes el análisis que sobre este tema puedan necesitar.
La última de sus recomendaciones va orientada a los legisladores. CFA Institute propone que los inversores deben instar a los legisladores a que elaboren políticas que garanticen que los inversores dispongan de las herramientas necesarias para hacer el trabajo financiero, es decir, asignar de forma eficiente capital que ayude a hacer frente a la amenaza que el cambio climático supone.
Según el informe, el cambio climático es un tema relevante para los altos ejecutivos de la industria de inversión, así lo manifiesta el 75% de los encuestados. Sin embargo, solo un 40% incorpora información sobre el cambio climático en su proceso de inversión.
Pixabay CC0 Public Domain. OFI AM reducirá progresivamente las inversiones en compañías de petróleo y gases no convencionales en las carteras de sus fondos
OFI Asset Management ha lanzado un plan para reducir de forma progresiva la presencia de compañías dedicadas a la explotación de petróleo y de gases no convencionales en las carteras de sus fondos de inversión. La gestora implementará este plan con un doble objetivo: ayudar al cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París y alcanzar la neutralidad en las emisiones de gases invernadero en 2050.
Según indica la gestora, “la reducción de inversiones será gradual, porque las economías mundiales todavía son muy dependientes del petróleo y del gas, recursos limitados pero que emiten gran cantidad de gases invernadero a la atmósfera”. Teniendo en cuenta este factor, OFI AM aboga por “mejorar y asegurar que los procesos productivos sean lo más respetuosos posibles con el medio ambiente”. Así, defiende: “Es necesario diferenciar el impacto de combustibles como el petróleo, que requiere solamente de la actividad de perforación, de los aceites de esquisto bituminosos y las arenas bituminosas, que necesitan técnicas de fracking hidráulico que emiten gran cantidad de metano, un gas que provoca aproximadamente una cuarta parte del calentamiento global”.
En su opinión, otro de los riesgos para el medioambiente es “la extracción petrolífera y de gas en el Ártico y en aguas profundas, que no supone un peligro inmediato, pero genera grandes riesgos por las extremas condiciones en las que se desarrolla. Porque podría tener consecuencias irreversibles sobre la biodiversidad en caso de accidentes y derrames de petróleo”.
Desde OFI AM se ha decidido excluir gradualmente las compañías de petróleo y gases no convencionales de sus carteras, comenzando por aquellas que utilizan las técnicas de minería que mayor impacto negativo generan en el medioambiente. “Nos anticipamos a los riesgos y protegemos a los clientes de posibles impedimentos futuros para las inversiones, dependiendo de los diferentes escenarios potenciales”, explica Jean Marie Mercadal, CIO de OFI AM.
La gestora señala que este objetivo se adopta por motivos tanto de responsabilidad como pragmatismo. Responsabilidad, porque OFI AM quiere alentar a las compañías dedicadas a la extracción de petróleo y gases no convencionales a que adopten mejores prácticas para alinearse con los objetivos del Acuerdo de París. Y pragmatismo, porque OFI AM es consciente de que la producción de petróleo y de gas, basada en las técnicas que conocemos en la actualidad, y las posibles alternativas, son cuestiones cruciales para el equilibrio global de la economía.
Un calendario de tres décadas
Para cumplir con su plan, OFI AM ha establecido un calendario de reducción de inversiones según los criterios del SDS (Sustainable Development Scenario) establecido por la IEA (Agencia Internacional de Energía), así como las recomendaciones de la TCFD (Task Force on Climate Related Financial Disclosures). Para 2030 habrá retirado totalmente las inversiones en compañías dedicadas a la extracción de aceite de esquisto bituminoso y arenas bituminosas; para 2040 las inversiones en compañías dedicadas a la perforación en el Ártico o en aguas profundas; y para 2050 las inversiones en industrias petrolíferas.
Según OFI AM, “las compañías que quieren abandonar la industria de petróleo y/o alcanzar la neutralidad carbonífera en 2050, siguiendo lo aprobado por las iniciativas SBT (Science Based Targets), continuarán siendo posibles candidatos a su inclusión en las carteras de nuestros fondos, excepto aquellas dedicadas a la minería de esquisto y arenas bituminosas”.
Para las compañías mineras de gas convencional, “el ritmo y los objetivos de reducción se fijarán dependiendo de la oferta y la demanda, en línea con nuestro objetivo de ser proactivos y también prácticos” añade la gestora. Además, “los bonos verdes emitidos por compañías de esta industria también podrán ser incluidos en las carteras de los vehículos de inversión abiertos que gestione directamente OFI AM, y de forma sistemática sugeriremos su inclusión para los clientes que han delegado en OFI AM sus mandatos de gestión”.
“OFI AM ajustará esta estrategia de reducción en el caso de que los progresos científicos hagan posible acelerar los planes de retirada. Hemos adoptado este plan pocos meses después de haber lanzado una estrategia de exclusión de compañías de carbón térmico, lo que acredita nuestro compromiso proactivo y concreto con las cuestiones climáticas”, concluye Jean Pierre Grimaud, CEO de OFI Group.
Pixabay CC0 Public Domain. Scope crea una fundación para salvaguardar su identidad europea
Nueva iniciativa dentro de Scope. La firma ha creado la Fundación Scope que tiene la misión de proteger la independencia a largo plazo de la agencia de calificación y preservar su identidad europea. Algunos de los más respetados responsables de la política financiera de Europa de los últimos tiempos, como José Manuel González-Páramo, Jean-Claude Trichet, Horst Köhler, Pier Carlo Padoan y Leszek Balcerowicz se han unido a la fundación como patronos.
Según explica la compañía, la actual crisis económica ha demostrado lo indispensable que es para los ciudadanos de Europa contar con instituciones fuertes e independientes con una identidad europea estable. Esto se aplica tanto a nivel político como económico, sobre todo en el sector financiero, que atraviesa un periodo de alta integración.
«Europa necesita más que nunca una agencia de calificación europea fuerte e independiente. La Fundación Scope está haciendo una importante contribución para asegurar que la identidad europea de la empresa perdure», ha indicado José Manuel González-Páramo, miembro del Consejo Honorífico de la Fundación Scope.
Por su parte, Gerd Häusler, presidente del Consejo de Administración de la Fundación, ha declarado: “Personalidades del mundo europeo de la empresa y las finanzas se han reunido bajo el auspicio de la Fundación Scope para garantizar la independencia de Scope Ratings como agencia de calificación preservando su identidad distintiva europea, que constituye una de las ventajas competitivas del grupo. La fundación se asegurará de que los actuales accionistas europeos de referencia de Scope tengan el grado adecuado de influencia en la gestión y la estrategia de la agencia, además de que la propiedad de Scope permanezca a largo plazo en dichos accionistas europeos».
En este sentido, el fundador y principal accionista, Florian Schoeller, y el accionista de referencia Stefan Quandt han transferido el 20% del capital social de Scope Management SE a la Fundación Scope. Scope Management SE realiza la función de gestión corporativa del Grupo Scope.
Además de salvaguardar la independencia de Scope Ratings, las principales figuras del mundo de los negocios y las finanzas que forman el Consejo de Administración y el Consejo Honorífico de la fundación ofrecerán su experiencia y asesoramiento a la gestión de Scope.
El Consejo de Administración es responsable de la fundación, asegurando el cumplimiento de su objetivo – salvaguardar la independencia e identidad europea de Scope – y gestionando sus activos. El Consejo tiene cinco miembros: Gerd Häusler (presidente), ex presidente del Bayerische Landesbank; Simon Fraser (presidente adjunto), ex jefe de Inversiones de Fidelity; Lorenzo Bini Smaghi, presidente de Société Générale; Johannes Fritz, durante mucho tiempo jefe de la Oficina de la Familia de Quandt/Klatten; y Dieter Schenk, miembro de las Juntas de Supervisión de Fresenius y Fresenius Medical Care.
Además, del Consejo de Administración, un Consejo Honorífico refuerza la identidad y los objetivos estratégicos de Scope y apoya su desarrollo proporcionando asesoramiento sobre todos los asuntos europeos. Los cinco miembros fundadores proceden de diferentes países de la Unión Europea, pero, en última instancia, defienden un enfoque paneuropeo de las cuestiones que afectan al sector financiero.
El Consejo Honorífico está integrada por: José Manuel González-Páramo, ex miembro ejecutivo del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (2013-2019) y ex miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo y del Consejo de Gobierno del BCE (2004-2012); Jean-Claude Trichet, ex presidente del Banco Central Europeo (2003-2011) y ex gobernador del Banco de Francia (1993-2003); Horst Köhler, ex presidente de la República Federal de Alemania (2004-2010) y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (2000-2004); Pier Carlo Padoan, ex ministro de Hacienda de Italia (2014-2018), ex vicesecretario General de la OCDE (2007-2014) y economista jefe de la OCDE (2009-2014); y Leszek Balcerowicz, ex presidente del Banco Nacional de Polonia (2001-2007), vice primer ministro de Polonia y ministro de Hacienda de Polonia (1989-1991 y 1997-2000).
Pixabay CC0 Public Domain. MFS analiza las perspectivas para la renta fija global en su próximo webcast
El próximo 29 de octubre, MFS organiza su próximo evento MFS Renta fija global: invertir en un territorio de claroscuros, un webcast en directo.
Pilar Gomez-Bravo, directora de renta fija europea, y Santiago Rodolfo Luzio, gestor de carteras de deuda de mercados emergentes, analizarán los riesgos y oportunidades presentes en la renta fija mundial y la manera en la que una asignación a deuda de mercados emergentes puede desempeñar un papel importante en una cartera multisectorial.
Asimismo, los ponentes explicarán cómo podrían calibrarse los vientos en contra y a favor que afrontan los inversores en renta fija mundial, incluyendo las próximas elecciones en Estados Unidos, cómo ha afectado la pandemia a la inversión en los mercados emergentes y cuáles son las oportunidades más atractivas en los mercados emergentes.
El webinar, dirigido a inversores institucionales y profesionales, tendrá lugar el 29 de octubre a las 15:00 horas CET (10 am EDT). El registro al evento está disponible en el siguiente enlace.
En el caso de no poder unirse en directo, se enviará a los participantes registrados un enlace para poder verlo en diferido. Además, se puede enviar preguntas con antelación a través del siguiente correo electrónico.
Foto cedida. Vontobel analiza el futuro de la inversión de calidad en mercados emergentes en un evento virtual
El próximo 28 de octubre, Vontobel organiza un evento virtual donde analizará las oportunidades de inversión en mercados emergentes. Matthew Benkendorf, CIO de la Quality Growth Boutique de la entidad, participará como ponente.
Benkendorf explicará cómo las oportunidades de inversión de los mercados emergentes han ido cambiando a lo largo de la historia y cómo se pueden identificar las empresas de mercados emergentes de calidad.
El webinar tendrá lugar el próximo 28 de octubre a las 14:00 horas CET (9 am EDT).
El registro al evento está disponible en el siguiente enlace.
Pixabay CC0 Public Domain. Singular Bank promueve la creación de un Clúster de Ciberseguridad para Madrid
Singular Bank promueve la creación de una nueva asociación madrileña que impulse el desarrollo de la ciberseguridad: el Clúster de Ciberseguridad de Madrid. En el proyecto participan numerosas firmas y entidades que operan en la ciudad, como SIA/Indra, la Universidad Politécnica de Madrid, Accenture, GMV, Mapfre, Sanitas, iHackLabs, Panda Security, ISMS Forum Spain y la Universidad de Nebrija.
Asimismo, está impulsado por la Dirección General de Economía del Ayuntamiento de Madrid y cuenta con el apoyo de la Comunidad de Madrid y estrecha colaboración del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE).
Esta asociación sin ánimo de lucro reúne a empresas, asociaciones e instituciones públicas y privadas que desarrollan actividades en el área de Madrid, y que se asocian libremente para potenciar el desarrollo del sector de la ciberseguridad.
En los últimos años, la ciberseguridad se ha convertido en una prioridad para todas las empresas: “Es un área a reforzar y a desarrollar para evitar futuros ataques que pongan en jaque nuestros sistemas”, explican desde Singular Bank. El pasado 2019 se produjeron 218.302 delitos informáticos, según el Observatorio Español de Delitos Informáticos. Del total, 37.016 tuvieron lugar en la Comunidad de Madrid.
Singular Bank también formará parte de la dirección de este clúster, con Damián Ruiz, director de Seguridad de la Información (CISO, por sus siglas en inglés) de Singular Bank, como presidente de la entidad. «El clúster nace para posicionar a Madrid como centro de referencia internacional en el desarrollo empresarial de servicios y productos para cubrir necesidades en el ámbito de la ciberprotección», explica Ruiz.
Como objetivo principal, el clúster buscará potenciar empresas y emprendedores en materia de ciberseguridad. Para ello, las conectará con el espacio real de necesidades de clientes y usuarios y apostará por una formación orientada a la empleabilidad. Asimismo, se pretender fortalecer la I+D+i y las soluciones innovadoras y apostar por la mejor de la comunicación y sensibilización en ciberseguridad entre el sector empresarial y la sociedad.
«Los datos nos muestran cómo los ataques informáticos son un verdadero problema para nuestras empresas. Para combatirlos, es muy importante unir nuestras fuerzas, facilitar la conexión de proveedores de servicios y productos de seguridad con los segmentos de usuarios y empresas más necesitadas de protección y apostar por la formación de perfiles que se incorporen a un mercado laboral necesitado de profesionales en Ciberseguridad», añade el presidente del clúster y CISO de Singular Bank.
Foto cedidaAna Guzmán, directora de impacto de la agencia de valores Portocolom, e Iker Barrón, socio director.. portocolom
Recientemente,Portocolom pasó de ser EAF para convertirse en agencia de valores. En esta entrevista con Funds Society, Iker Barrón, socio director de Portocolom, y Ana Guzmán, directora de impacto de la firma, hacen balance, explican su oferta de servicios y retos de future y dan sentido al crecimiento de la inversión sostenible y de impacto en nuestro país.
¿Cuáles son los motivos principales por los que decidisteis convertir la EAF en agencia de valores?
Queríamos tener un mayor nivel de autonomía en la relación con nuestros clientes, facilitarles las cosas. Con la ampliación de funciones que nos otorga la figura de AV, incorporando el servicio de recepción y transmisión de órdenes (RTO), integramos la ejecución tras la recomendación convirtiéndolo en un proceso directo donde el cliente puede olvidarse una vez nos confirma la operación.
Y para aquellos clientes que prefieren delegar el día a día de su cartera y a la vez dormir tranquilos, con la gestión discrecional de carteras les damos respuesta.
Añadimos además una mayor eficiencia en coste, ya que asumimos labores que, hasta ahora, por las características de la figura de EAF, tenían que asumir los bancos.
¿Y qué balance hacéis de estos primeros meses con esta figura?
Acabamos de arrancar. Lo que sí hemos constatado es el notable incremento de regulación y reporte al que estamos sometidos bajo la figura de AV. Nuestro sector es uno de los más regulados y en ocasiones cuesta entender que esta sobre regulación vaya a favor del cliente. Afortunadamente los diferentes interlocutores con los que tratamos tanto en CNMV como Banco de España y SEPBLAC muestran una gran profesionalidad y ánimo de ayudar, lo que nos está facilitando el camino.
¿Cuáles son los servicios que estáis ya ofreciendo en la agencia de valores, cómo habéis ampliado los servicios que ofrecíais en la EAF?
Al análisis, asesoramiento y la consultoría y formación en sostenibilidad hemos añadido los servicios de recepción y transmisión de órdenes (RTO) y la gestión discrecional de carteras (GDC). Dentro de la ampliación de servicios que podemos ofrecer se encuentra la comercialización de fondos aunque a día de hoy es algo que no contemplamos.
¿Afrontan las EAFs más retos de supervivencia que otro tipo de figuras, como las agencias de valores, en este entorno regulatorio y de negocio?
Creemos que hay cabida para todos ya que es distinta la labor de unos y otros. Depende del tipo de servicio que requiera el cliente. Cuanto más independiente quiera ser de los bancos, menor debe ser su grado de dependencia en los servicios que estos le prestan y ahí es donde entran las diferentes ESIs. Con la figura de la EAF la dependencia de la entidad financiera custodia es grande por el trato directo entre cliente y entidad.
¿Pensáis que el sector de ESIs, tanto agencias, como EAFs, como sociedades de valores, etc, tienden a la consolidación para ganar escala y sobrevivir?
En un negocio tan escalable como el nuestro donde por un lado las sinergias son claras y por otro el talento juega un factor diferencial, debería de ser así, sin duda. Por ello resulta sorprendente que hasta el momento esta consolidación esté siendo tan lenta. Deberíamos reflexionar al respecto y ver qué es lo que está fallando, si la capacidad de compartir, de gestionar egos, de entender el verdadero propósito del negocio… Lo que es cierto es que cada vez más la diferenciación y adaptación a las nuevas demandas y necesidades de los clientes es clave.
En vuestro caso, ¿tenéis suficiente músculo para crecer u os planteais también asociaros con otras entidades si es necesario?
Nuestro tamaño actual responde a los requisitos que comentaba de fortaleza para invertir en talento y recursos para poder diferenciarnos y flexibilidad y agilidad para adaptarnos rápidamente a los cambios. Esto nos da la libertad de seguir nuestro crecimiento de manera orgánica. Por otro lado, y también en línea con lo comentado anteriormente, estamos abiertos a colaboraciones, sinergias o incluso integraciones que aporten valor a todas las partes implicadas (clientes, empleados, accionistas, proveedores, comunidad y medioambiente).
¿Qué objetivos de negocio os marcáis para los próximos 5 años en España, desde los algo más de 700 millones bajo administración que tenéis ahora? ¿Cómo y cuánto queréis crecer?
Aspiramos a ser un referente en el asesoramiento y la gestión de la inversión sostenible. Para ello hemos desarrollado un modelo de negocio buscando la excelencia en la atención a todas las partes implicadas, la promoción de las buenas prácticas, divulgación del conocimiento y liderazgo consciente.
Seguiremos trabajando con la diferente tipología de cliente de Portocolom Agencia de Valores: institucional, religioso y fundacional, y privado, dándoles respuesta tanto en activos líquidos, a través del modelo de medición y valoración que hemos desarrollado internamente, como en activos ilíquidos, buscando las mejores oportunidades en fondos de impacto a nivel mundial.
Nuestros objetivos de crecimiento no están tan basados en la cantidad, sino en la calidad: aspiramos a seguir creciendo junto con los clientes actuales y con aquellos clientes nuevos con los que construyamos relaciones a largo plazo y a los que acompañemos en el camino de la inversión sostenible.
Sois conocidos por vuestra apuesta con la inversión sostenible y de impacto. ¿Qué previsiones tenéis de desarrollo en España de estas inversiones?
El crecimiento de la inversión sostenible y de impacto ha sido espectacular en los últimos años. Cuando decidimos hacer una firme apuesta por la inversión sostenible en 2017, estábamos convencidos de que el fuerte interés que se estaba despertando en el resto del mundo llegaría a España más pronto que tarde. Pero no creíamos que la fuerza con la que iba a llegar iba a ser tan grande y en tan poco tiempo. Para que nos hagamos una idea, hace tan sólo un año, de los 525 millones de dólares de inversión de impacto que la GIIN (Global Impact Investing Network) estimaba que había a nivel mundial, solo 90 millones estaban materializados en fondos en España; en un año, esta cifra ha subido hasta los 225 millones de euros. Creemos que la inversión sostenible responde a un cambio de paradigma de la sociedad y en unos años, al igual que hoy día no se concibe hablar de rentabilidad sin considerar el riesgo asociado, el trinomio rentabilidad – riesgo – impacto será el primer paso fundamental para entender una inversión.
¿Cuáles serán los catalizadores para ese crecimiento: el entorno de mercado, la conciencia de los inversores, la regulación…?
El principal catalizador es ese cambio estructural de la sociedad del que hablábamos: los ciudadanos cada vez somos más conscientes de que los recursos son finitos, el crecimiento sin concierto genera problemas para las generaciones futuras, el trabajo no tiene por qué ser una mecanismo de generación de rentas, se puede contribuir a un propósito, la diferenciación en la calidad de servicio triunfa sobre el precio… todo esto inevitablemente ha de tener un impacto en la gestión de activos, ya que no nos olvidemos que el fin último de nuestro sector es dar respuesta a los objetivos de ahorro de los ciudadanos
¿Cómo está impactando la crisis del COVID en el desarrollo de este tipo de inversión?
La crisis sanitaria que estamos viviendo ha hecho que se tome aún más conciencia del papel catalizador que jugamos los gestores de activos en la solución de los retos sociales, ambientales y de gobierno a los que nos enfrentamos. Así, la sanidad, la educación de calidad adaptada a las necesidades de los trabajos futuros, la respuesta al cambio climático, las soluciones bancarias digitales para dar respuesta a las áreas menos desarrolladas, y retos, materializados por cierto en los ODS, son vistos no sólo como una cuestión de justicia social sino como una oportunidad económica.
Buscáis tener una cartera de inversiones 100% sostenibles, el 5% de ellas en inversión de impacto: ¿cómo estáis trabajando para ello y cómo estructuráis ahora vuestros servicios y vuestra oferta de carteras sostenibles?
Podemos decir con satisfacción que hoy la práctica totalidad de los activos de nuestros clientes están cerca de ese objetivo definido en 2017 para diciembre 2020. Para ello, hemos desarrollado un modelo interno de evaluación de activos líquidos midiendo cómo impactan de manera positiva y negativa en cada uno de los ODS y cómo son sus prácticas en ESG y sus esfuerzos para transicionar hacia modelos más sostenibles. Todo esto buscando aquellas empresas que más esfuerzo están haciendo para mejorar (best effort) más que los mejores absolutos de la clase (best in class) Además, estamos desarrollando un modelo de detección de tendencias en ESG aplicando técnicas de inteligencia artificial. Por el lado de activos ilíquidos, hemos hecho más de 40 due diligence de fondos de impacto ilíquido con foco de inversión en distintas áreas geográficas y temáticas y hemos recomendado la inversión en siete de estos productos
¿Y qué diferencia existe entre los dos tipos de inversiones?
Volviendo a la simpleza antes comentada, ante las múltiples clasificaciones y sopa de letras generada con la sostenibilidad (ASG, ODS, ISR..) nosotros hemos optado por la distinción establecida por EVPA (European Venture Philanthropy Asociation) entre inversión con impacto e inversión para impactar.
La inversión con impacto es aquella que por su actividad genera algún tipo de impacto o transformación, pero no está en sus objetivos. Inversión para impactar es aquella que en su origen tiene unos objetivos tanto de impacto o transformación como financieros.
¿Qué clientes, qué tipo de clientes os lo están demandando, más profesional o poco a poco el retail también?
Nuestros clientes vienen demandando inversiones éticas, sostenibles, de impacto, etc.. desde el origen de Portocolom, de ahí nuestra evolución en el momento que hemos podido dar respuesta al tener una forma de medir ese impacto nos hemos volcado en la labor.
Al desarrollar el modelo de sostenibilidad hemos incluido al inversor institucional entre nuestros clientes , pues éste es cada vez más consciente de que o incorporamos los criterios sostenibles a nuestro análisis financiero o el modelo no es viable. Y para poder hacerlo con rigurosidad la inversión en recursos tanto humanos como económicos es elevada y en ocasiones es mejor caminar junto con un especialista en la materia que esté plenamente centrado en la evolución continua de sus maneras de entender la sostenibilidad. El cliente privado quiere conocer y aprender con lo que cuando compartimos con ellos nuestro trabajo la alineación es inmediata y además la combinación del perfil de cliente institucional–privado hace que el enriquecimiento para todos sea continuo.
¿Cuáles son los principales retos y oportunidades que se os presentan en esta tarea de impulsar la inversión sostenible y de impacto en España? ¿Es el greenwashing uno de esos retos u obstáculos?
Estamos viviendo un momento sin precedentes que puede transformar de manera radical la industria y a un ritmo espectacular. Esto tiene sus riesgos, y sin duda alguna el greenwashing es uno de ellos: hay que tener cuidado con todo aquello que pueda ser susceptible de haber sido revestido como una historia bonita que contar apoyada por los equipos de marketing, ya que al deber fiduciario que tenemos con nuestros clientes de encontrar las oportunidades adecuadas a su perfil de riesgo y sus necesidades, estamos añadiendo un componente emocional: el deseo de hacer un mundo mejor gracias a sus ahorros. Entre todos tenemos que hacer un ejercicio de responsabilidad para no desvirtuar el concepto de sostenibilidad y no caer en los errores del pasado. El daño que podría hacer a la industria sería demoledor. Por el lado positivo, haber apostado por la sostenibilidad hace tres años y desde el pleno convencimiento, la responsabilidad y la rigurosidad nos hace pensar que podemos aportar un gran valor añadido a la industria gracias al camino que ya llevamos recorrido.
Hace unos meses eráis siete personas… ¿estáis creciendo, incorporando más talento?
En diciembre de 2019 éramos siete personas y ahora somos 11 dimensionándonos para nuestras nuevas capacidades. El crecimiento futuro vendrá marcado por las necesidades de nuestros clientes.
En cuanto al talento, nuestro modelo profesional, basado en que cada persona del equipo busque la excelencia en lo que más le gusta y mejor sabe hacer, compartiendo su crecimiento profesional a la par que el personal desde la responsabilidad, es un catalizador. Tan importante como la atención al cliente es la atención al equipo y una parte fundamental de nuestro trabajo es que todos puedan realizar el suyo. ¡Es un gusto ver crecer a la familia Portocolom!