Para empezar, debemos reconocer el hecho de que alcanzar los objetivos del Acuerdo de París requiere reducciones significativas y absolutas de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Con esto en mente, creemos que los inversores deben aplicar un enfoque concentrado en empresas específicas y en resultados para el mundo real.
Ciertos enfoques de alineamiento con el Acuerdo de París se concentran exclusivamente en reducciones anuales predeterminadas de las medidas de emisiones a nivel de cartera, como por ejemplo la intensidad de carbono. No obstante, dar prioridad absoluta a tales medidas puede ser contraintuitivo. Por ejemplo, un gestor podría limitarse a tener una cartera de empresas con bajas emisiones (como por ejemplo desarrolladores de software) o a reducir gradualmente su participación en el mayor emisor; aunque tal fondo tendría buenas credenciales sobre el papel, no contribuiría necesariamente a la reducción de las emisiones absolutas necesaria para limitar la subida de las temperaturas globales: fuera del fondo seguiría existiendo el mismo nivel de emisiones de carbono.
Creemos que un enfoque mucho más efectivo de alineamiento con el Acuerdo de París es concentrarse en las medidas concretas adoptadas por empresas individuales. Esto puede traducirse en la inversión en compañías que se han fijado o se están fijando objetivos ambiciosos de reducción de sus propias emisiones, o en aquellas que proporcionan soluciones climáticas que permiten a otras reducir sus emisiones.
Un buen indicador del compromiso de una compañía con el Acuerdo de París es la adopción de un objetivo basado en la ciencia. Se trata de objetivos de reducción de emisiones al ritmo que se considera necesario para limitar el calentamiento a un nivel sobradamente inferior a 2 °C por encima de los niveles preindustriales, e idealmente a un límite de 1,5 °C, en línea con lo que estipulado en el Acuerdo.
Un marco operativo ampliamente aceptado para evaluar la validez de estos objetivos es la Science Based Targets Initiative (SBTi). Empresas de un gran abanico de sectores y regiones geográficas pueden fijar objetivos de base científica, y a continuación ilustramos la huella global de cada uno de estos objetivos estipulados con SBTi.
Los objetivos suelen determinarse con un año de partida, a partir del cual la compañía mide su avance, y un año final (normalmente entre 2030 y 2050) en el que deberán haberse logrado las reducciones de emisiones perseguidas. El proceso de fijar un objetivo basado en la ciencia suele implicar un plan de descarbonización específico con pasos prácticos, y las empresas deben divulgar su avance al respecto. Estos requisitos ayudan a asegurar que las compañías están comprometidas con la descarbonización, en lugar de limitarse a fijar un objetivo lejano sin apenas rendición de cuentas.
Las empresas con objetivos de base científica y que ofrecen soluciones climáticas pueden encontrarse en todas las regiones y sectores. Además, sus modelos de negocio presentan distintos niveles de madurez, desde pequeñas empresas que desarrollan tecnologías de vanguardia hasta gigantes afianzados que invierten grandes sumas en recortar sus emisiones operativas.
Aunque las primeras tienden a ser inversiones más arriesgadas que las segundas, los inversores pueden asegurarse de que ambas realizan contribuciones menos volátiles al riesgo total concentrándose en el tamaño de sus tenencias, tomando posiciones relativamente mayores en compañías que en su opinión presentan menos riesgo, y más pequeñas en aquellas en las que anticipan un rango más amplio de resultados potenciales. Esto ayuda a mantener controlado el riesgo total de la cartera, sin limitar su capacidad para encontrar oportunidades en el mercado.
Además, las empresas de cada una de estas diferentes categorías muestran mejor o peor comportamiento (en términos relativos) durante distintas condiciones de mercado. Esto significa que los inversores pueden tener una cartera equilibrada y diversificada a nivel fundamental, capaz de mostrar un perfil de riesgo y rentabilidad similar al del mercado en su conjunto y de contribuir al mismo tiempo a abordar la crisis climática.
Tribuna de John William Olsen, gestor de M&G Investments.
Amundi apuesta por hacer más competitiva su gama de ETFs. La gestora ha anunciado que ha estado ajustando las comisiones de gestión en una amplia selección de su gama fondos pasivos. Según explica, esta medida demuestra su compromiso por «ofrecer a los inversores productos líderes en la industria que combinen rentabilidad, diversificación y eficiencia en costes».
La posición de Amundi como un actor clave en el mercado permite que las eficiencias de costes puedan trasladarse a los inversores. Según indican, las reducciones de comisiones se aplicarán a exposiciones clave, como renta variable estadounidense tradicional y ESG, renta variable euro, deuda pública estadounidense y crédito euro. La iniciativa está en línea con el objetivo de Amundi de situar la inversión diversificada al alcance de todo tipo de inversores.
Amundi ETF cuenta con más de 300 ETF que abarcan diversas clases de activos, geografías, sectores y temas, lo que permite a los inversores encontrar soluciones adaptadas a sus necesidades y objetivos de inversión específicos de una forma competitiva.
«Uno de los compromisos de Amundi a largo plazo es garantizar que nuestros clientes se beneficien de nuestra capacidad de adaptación e innovación en toda nuestra amplia gama de ETFs, así como de nuestras economías de escala. Valoramos la importancia de la eficiencia en costes en la inversión y estas reducciones ayudarán a los inversores a alcanzar sus objetivos de inversión sin comprometer la calidad. Al reducir las comisiones de una gama tan diversa de ETFs estamos facilitando que los inversores se beneficien de nuestra amplia gama de productos», explica Benoit Sorel, director global de Amundi ETF, Indexing & Smart Beta.
Silvia Amorós ha sido nombrada directora de DaviesBanking & Markets EMEA Practice. Tras nueve años trabajando en la subdivisión de consultoría en Davies (antes llamada Sionic), la compañía la ha promocionado y seleccionado para dirigir la empresa junto con Michael Lutterod, colaborar en el Reino Unido.
Amorós es especialista en gestión empresarial, de operaciones y gestión del ciclo de vida del cliente (CLM, por sus siglas en inglés) y cuenta con amplia experiencia en la creación de modelos operativos sostenibles para bancos mundiales. Con conocimientos especializados y capacidad para implantar sistemas, ejerce como asesora de confianza y socia de implementación para clientes, apoyando su estrategia del modelo operativo y dirigiendo proyectos complejos.
A su vez, Silvia ha aumentado la oficina del bufete en Madrid y diversificado la base de clientes. Asimismo, ha elevado los objetivos de la oferta de CLM a escala mundial, ha mejorado los márgenes brutos del servicio de externalización (nearshoring) y ha reforzado la estrategia de crecimiento de B&M EMEA fomentando una cultura orientada al producto, lo que impulsa el desarrollo del producto y aumenta la colaboración y las oportunidades de venta cruzada. A principios de este mes, Silvia estará a las órdenes de Pino Vallejo, quien fue nombrado Director General de Consultoría en Davies.
Consultoría Davies incorpora ocho prácticas especializadas y dirigidas por expertos que atienden a clientes de todo el mundo: Gestión de Activos y Patrimonios, Banca y Mercados, Experiencia al Cliente, Garantías, Delitos Financieros, Cumplimiento Normativo, Seguros, Personas y Rendimiento Organizativo, y Operaciones Especializadas. Consultoría Davies forma parte de la división “Global Solutions” en Davies, que también incorpora la plataforma tecnológica SaaS de la firma, así como los servicios de seguros y la contabilidad forense, dirigidos por el CEO de Global Solutions, Mark Grocott.
«Estoy encantada de dirigir el área de Banca y Mercados en EMEA. Me considero muy afortunada de haber podido evolucionar y crecer junto con la empresa en la que me incorporé hace nueve años. Hemos cosechado grandes éxitos y estoy deseando seguir avanzando para llevar el negocio al siguiente nivel», ha señalado Amorós.
Por su parte, Pino Vallejo, director general de Consultoría Davies, ha declarado: «Me alegra ver el ascenso de Silvia a la dirección del área de Banca y Mercados de EMEA, en conjunto con Michael. Consultoría Davies se compromete a apoyar a nuestros colaboradores, capacitándoles para desarrollarse continuamente a lo largo de sus carreras y Silvia es el ejemplo perfecto».
Con el objetivo de abordar los desafíos y oportunidades que afrontan los multifamily offices tanto en España como en Latinoamérica, el grupo español iCapital reunió a las principales firmas de asesoramiento que actúan a ambos lados del Atlántico, y que dan servicio tanto a familias latinoamericanas como españolas, para hablar sobre los retos de crecimiento, la tecnología o la regulación, así como las oportunidades que supone para estas firmas ofrecer un servicio independiente y con una visión holística del patrimonio del cliente.
Bajo el título de “Retos de los multifamily offices en el asesoramiento patrimonial global: similitudes y diferencias de las familias latinoamericanas y españolas”, intervinieron en el encuentro Pablo Martínez-Arrarás, socio fundador del grupo iCapital Wealth ManagmentSolutions, que ofrece desde 2006 un servicio integral a familias e instituciones; Iván Carrillo, consejero delegado de Creuza Advisors EAF, una empresa de asesoramiento financiero constituida en España en 2023 pero con una extensa trayectoria previa en Perú; Javier Nicieza Arias, director comercial de Alterna Inversiones y Valores, gestora española filial del grupo financiero mexicano Actinver; Rafael Juan y Seva, socio consejero de Wealth Solutions, presente en Latinoamérica, España y Estados Unidos, y Pablo Arjona, Managing Partner de MdF Family Partners, compañía de asesoramiento patrimonial independiente también con presencia internacional a través de WE Family Offices (EE.UU.) y WREN Investment Office (Reino Unido).
Retos y oportunidades
Los ponentes iniciaron la intervención, moderada por la redactora jefa de Funds Society España, Alicia Miguel, destacando el servicio integral de asesoramiento que aportan, de manera independiente, sin custodia ni productos propios, un modelo que en su momento muchos consideraban imposible de llevar adelante. Y que se extiende, más allá de la cartera de inversiones, hasta la estructura de patrimonio que quieren construir los clientes, la gobernanza o la formación financiera, así como el legado que cada familia quiere transmitir.
“Más que de retos me gustaría hablar de oportunidades, tanto en España como en Latinoamérica”, señaló Pablo Martínez-Arrarás, “porque hay pocas firmas haciendo este trabajo de la manera en que lo hacemos”. Uno de estos desafíos es la escalabilidad, debido a las características muy diferenciadas de cada cliente. Pero también la captación y mantenimiento del talento, dentro de una industria en la que como empresas de asesoramiento pequeñas y con un perfil muy específico, se compite con grandes instituciones bancarias.
“Creo que el catalizador en todos nuestros casos siempre lo vamos a encontrar dentro de la industria en soluciones tecnológicas y también para hacernos más conocidos, manteniendo a la vez la reserva que nos exigen los clientes”, indicó por su parte Pablo Arjona.
Regulación y retrocesiones
Todos los participantes de la mesa coincidieron en apoyar la eliminación de las retrocesiones, que en su caso evitan con productos que no las incluyen o bien devuelven íntegramente a los clientes.
También subrayaron la importancia de la regulación, si bien consideran que en España es excesiva, sobre todo para las firmas más pequeñas. “La regulación ha venido muy bien y ha creado un filtro inicial que es bueno”, dijo Rafael Juan y Seva. “Pero creo que estamos en un punto de cierta sobrerregulación”.
Relacionado con ello, uno de los temas clave para los próximos años será la ciberseguridad, que también requiere personal especializado, inversiones y genera mayores costes. La Ley de Resiliencia Operativa Digital (DORA), el reglamento de la Unión Europea que afecta a los servicios financieros, “va a ser una vuelta de tuerca importante”, añadió Juan y Seva, que se mostró por ello crítico sobre la proporcionalidad de la norma.
Diferencias entre clientes latinoamericanos y españoles
España está “de moda” entre los clientes latinoamericanos, cuyo mercado tradicional es Estados Unidos, si bien quieren diversificar su negocio también en Europa. “Básicamente nos enfocamos en que el cliente se sienta seguro con carteras conservadoras, que es lo que busca un cliente de un país latinoamericano: protección de capital y que su dinero no se devalúe”, indicó Nicieza.
Iván Carrillo consideró a pesar de ello que la historia de incertidumbre política, económica, jurídica y de inseguridad personal que traen consigo los latinoamericanos hace que su perfil sea de tomar más riesgo que un español. Asimismo, la cercanía de Estados Unidos los ha acostumbrado más a hacer inversiones en la parte alternativa.
Por otra parte, Juan y Seva añadió que como asesores españoles que trabajan en América Latina, lo que los acerca es la visión compartida de las relaciones familiares y una cercanía que no tienen por ejemplo con firmas estadounidenses.
Otra diferencia clave es el menor apetito por las inversiones ESG, tanto en Latinoamérica como en Estados Unidos, destacó Nicieza. Estos clientes prefieren canalizar sus objetivos sociales a través de la filantropía “y no por exigencias que le vengan dadas por otros”.
Los ponentes coincidieron en que aunque la presencia física cercana no es indispensable (“no se trata de dónde, sino de cómo”), sí lo son el contacto personal y habitual con los clientes. Miami y Madrid son las dos ciudades preferidas como sede de sus asesores porque suelen visitarlas en sus viajes privados y acercarse a las oficinas.
En un modelo de negocio que combina diferentes familias y numerosos depositarios distintos, también se destacó el papel de la tecnología para poder tener información en un plazo razonable y poder presentársela al cliente, así como a la hora de llevar a cabo tareas repetitivas.
El negocio a cinco años vista
Para Nicieza, el objetivo de Alterna para los próximos cinco años es “triplicar su negocio actual”. Además –añadió- con crecimiento inorgánico, que es hacia donde cree que se encamina el mercado que cubre a los países latinoamericanos, donde la deslocalización de capitales es fundamental. Cree además que llegarán a España más competidores latinoamericanos a cubrir este mercado.
En el caso de iCapital, Martínez-Arrarás espera una dinámica de crecimiento que continúe la de los últimos años. “La sobrerregulación y la exigencia de inversión en tecnología constituyen barreras de entrada. También la generación de un equipo de trabajo de nivel, y por eso confío en que seamos capaces de atraer talento del sector financiero para seguir creciendo, con muchos retos pero también oportunidades”.
“Tenemos que estar al día con el sector y las familias, en el sentido de que no podemos seguir haciendo lo mismo”, destacó Arjona, de MdF. “Seguir creciendo con familias españolas e internacionales y prestando mucha atención a la captación y desarrollo de talento”.
Juan y Seva también prevé un mercado en crecimiento para Wealth Solutions, a un ritmo que les permita doblar el tamaño cada cuatro años. “Creo que el reto es que ese crecimiento a nivel de clientes y de activos tiene que venir acompañado de un crecimiento de equipo, que es quizás lo más difícil en nuestro modelo de negocio. Y luego pienso que la regulación será un tema clave, porque va a suponer la expulsión de algunos, o fusiones, a medida que el mercado madure”.
Finalmente, Carrillo, de Creuza, observa un segmento creciente de jóvenes con riqueza a mucho menor edad, que tendrá que ser atendida por un servicio más tecnológico. “Estas personas pegadas a un aparato y con menor necesidad de conversar con otras personas, te permiten comenzar a manejar portafolios de inversiones desde un equipo. Y eso va a generar un espacio nuevo para este tipo de compañías”.
DWS ha anunciado el nombramiento de Ulrich von Creytz como director de Real Estate para Europa. Von Creytz, que estará basado en Fráncfort, reportará a Clemens Schaefer, director Global de Real Estate, APAC y Europa.
Desde su nuevo cargo, Ulrich aprovechará su amplia experiencia en las relaciones con clientes y su profundo conocimiento del sector inmobiliario europeo, adquirido a lo largo de 20 años, para mejorar la orientación, tanto al cliente como al capital, del proceso de inversión de la plataforma. Apoyado en el enfoque temático de inversión de DWS, impulsará el posicionamiento en el mercado y la estrategia de la entidad en el segmento inmobiliario, trabajando en estrecha colaboración con la estrategia de la plataforma europea, la gestión de carteras y las transacciones.
Ulrich se incorporó a la empresa en 2004 y ha ocupado varios puestos directivos en el sector inmobiliario. Más recientemente, fue director de Especialistas Real Estate para EMEA, supervisando equipos en Fráncfort y Londres. Ha desempeñado un papel fundamental en el crecimiento de las relaciones con los clientes, demostrando su capacidad para alinear los temas de inversión y la oferta de productos con los objetivos de inversión estratégicos de los clientes. Además, como miembro del consejo de administración durante casi una década, Ulrich ha participado activamente en las decisiones de inversión de los consejos de dos entidades jurídicas, en línea con la estrategia y dentro de los parámetros de las obligaciones fiduciarias de DWS para ofrecer los mejores resultados y rendimiento a los inversores.
Se unirá al Comité de Inversiones de Europa de DWS y mantendrá sus dos puestos en el consejo de Alemania. Clemens Schaefer, director global de Real Estate, APAC y Europa, ha declarado: “Confío en que la dilatada experiencia y la capacidad estratégica de Ulrich generarán un impacto positivo en el proceso de inversión, alineando los temas de inversión y las fuentes de capital”. Y añadió: “Sus sólidas relaciones construidas a través de la plataforma, la industria y nuestra base de inversores desempeñarán un papel fundamental en la configuración del futuro crecimiento de la plataforma inmobiliaria de DWS a nivel europeo”.
En palabras del propio Ulrich von Creytz, nuevo director de Real Estate en Europa, “este puesto es un gran honor dada la larga trayectoria en DWS como gestor líder de inversiones en Real Estate en Europa. Estoy deseando definir una agenda de inversión en torno a la creación de valor y crecimiento, alineada con las aspiraciones de nuestros clientes”. Y añadió: “Estamos empezando a ver algunas oportunidades atractivas en los mercados inmobiliarios europeos. Esto está impulsado por una ventana de oportunidad para los inversores dispuestos a entrar en el mercado en los próximos 2 o 3 años que creemos que podrían beneficiarse de la fuerte recuperación esperada”.
Ulrich es licenciado en Derecho por la Universidad de Friburgo, licenciado en Derecho por el Tribunal Superior de Justicia de Berlín; doctor en Derecho Constitucional por la Universidad de Friburgo y especialista inmobiliario por la European Business School.
Las decepcionantes cifras de ventas al por menor, que alimentan las dudas sobre la fortaleza de la economía de los últimos tres trimestres en Estados Unidos, muestran una clara pauta de ralentización: un crecimiento del 4,9% en septiembre de 2023, un 3,4% en diciembre y un 1,3% -revisión a la baja mediante- en marzo de este año.
Combinado con las revisiones a la baja de los datos anteriores, son un riesgo evidente para el dato de PIB del trimestre en curso, además de mostrar con más claridad un menor apetito por el gasto en los hogares estadounidenses.
El dato prácticamente no experimentó cambios respecto al mes anterior, creciendo apenas un 0,1% intermensual en mayo, cuando el consenso de economistas apuntaba a un 0,3%. Un descenso del 2,2% intermensual en las ventas de las gasolineras lastró el resultado global, aunque las ventas minoristas -excluidos los automóviles y la gasolina- decepcionaron por un margen aún mayor que las ventas minoristas globales. El grupo de control (que interviene en el cálculo del PIB) se comportó relativamente mejor, con una subida del 0,4%, pero decepcionó de todos modos.
La caída de la inflación y el descenso de los precios de la gasolina (-2,2%) afectaron negativamente, pero además las cifras nominales de ventas al por menor de abril también se revisaron a la baja. En la misma línea, las ventas minoristas ajustadas al coste de la vida, que se publican con retraso, se contrajeron un 0,2% intermensual en abril, a pesar de que la disminución del IPC favorecía un dato al alza.
El pronóstico de la Fed de Atlanta (GDPNow), de un 3,08% para el periodo abril-junio, o el de la Fed de Nueva York (GDP Nowcast), que apunta a un saludable 1,91%, muestran una economía todavía creciendo por encima de su potencial de largo plazo.
No obstante, la debilidad de las ventas minoristas es coherente con una economía estadounidense que está perdiendo inercia. Como venimos comentando, el agotamiento de los casi 2,5 billones de dólares de ahorro acumulado durante la pandemia, la disminución en el impulso fiscal, el efecto diferido de las subidas de tipos y el endurecimiento en las normas de concesión de préstamos y el enfriamiento en actividad en el mercado laboral, cada vez más evidente, anticipan un bache en el crecimiento económico.
Estos aspectos, además de la inversión, son muy relevantes para ubicarnos en el mapa de la recesión.
El 70% del PIB estadounidense lo soporta el consumo de las familias. El consumo, a su vez, se sostiene sobre tres pilares: el ahorro, las rentas del trabajo, y el crédito. Estos tres pilares están, en mayor o menor medida, cediendo. Como explicamos más arriba, el extra de ahorro que han disfrutado los estadounidenses los dos últimos años ya se ha gastado.
Las familias con menores niveles de ingresos, pero con mayor propensión al consumo, son las más afectadas, algo que evidencia el fuerte aumento en el uso de tarjetas de crédito para compensar la pérdida de poder adquisitivo. No obstante, este es un crédito caro (~21,6% de media al año) y la mora (+90 días) se ha incrementado en un 40,8% desde finales de 2022, situándose en niveles que no veíamos desde 2012. Como vemos en la gráfica, un repunte en el porcentaje de ahorro sobre renta disponible a ~5% sería un aviso del cambio en las preferencias de las familias del consumo hacia un incremento en el ahorro.
Respecto a las rentas del trabajo, y como hemos venido explicando en las últimas entregas, el mercado de trabajo está enfriándose rápidamente. La semana pasada mostrábamos una gráfica del subcomponente de empleo en la encuesta NFIB de pymes y, como este anticipaba, un repunte en el paro. El informe JOLTS, al que hemos hecho mención en repetidas ocasiones, muestra una diminución en ofertas y en renuncias voluntarias de empleo. Asimismo, las horas trabajadas están cayendo, se está produciendo una sustitución de contrataciones por trabajo temporal y la inmigración, después de dos años en los que ha sumado más de 6 millones a la fuerza laboral, va a dejar de aportar tan positivamente. Esta semana, y como resumen de todo ello, les mostramos cómo el indicador agregado de condiciones en el mercado laboral apunta a una tasa de desempleo que se acercaría los próximos meses al 5%.
Nivel de actividad: mide el estado actual de los mercados laborales. En mayo, subió de 0,57 a 0,60, manteniéndose por encima de su media histórica (más alto, menor dinamismo y más paro).
Impulso: refleja la dirección y la inercia de la tendencia. En mayo, disminuyó ligeramente de 0,15 a 0,12, manteniéndose cerca de su media histórica.
Hay que tener en cuenta que el LMCI puede haber continuado deteriorándose. Muchas de esas 24 series reflejan las condiciones que encontrábamos a finales de mayo. Por ejemplo, los datos de la Encuesta de Hogares de la Oficina de Estadísticas Laborales (o Household Survey) son del período de referencia del 12 al 18 de mayo. De igual manera, incorpora la actualización de la encuesta JOLTS de abril, que probablemente haya continuado empeorando.
Y también respecto a los ingresos corrientes por salarios, nuestros cálculos apuntan a un deterioro inminente en el crecimiento en nóminas que estimularía el ahorro, desincentivando el gasto.
Las condiciones de acceso al crédito, de acuerdo con la encuesta SLO de la Fed, han dejado de endurecerse, pero se mantienen en niveles onerosos que no estimulan la demanda. El uso de tarjetas de crédito se ha disparado, sobre todo entre las familias de menor poder adquisitivo, y el tipo de interés supera el 21% de media.
Aunque el sector manufacturero encadena un primer trimestre de recuperación, parece complicado que vaya a contrarrestar en su totalidad el impuso negativo por el lado del consumo. De hecho, el último dato de confianza en el sector de construcción de vivienda (NAHB) puede estar anticipando un cambio en la tendencia alcista de las encuestas de actividad industrial.
Los efectos riqueza de la vivienda -y los precios de las acciones- son tenues y el consumo representa dos tercios de la economía.
A pesar de la falta de visibilidad en lo que a panorama macro se refiere y, por lo tanto, lo arriesgado de hacer pronósticos, la probabilidad de recesión en EE.UU. está aumentando, y será mayor a medida nos vayamos aproximando al año próximo. Por eso, tácticamente, nos hemos mantenido cerca de la neutralidad. Los impagos, y las noticias relacionadas con los mismos, han aumentado considerablemente desde abril -como también lo ha hecho el desempleo, aunque desde mínimos históricos-, mientras que los diferenciales de crédito de alto rendimiento continúan descendiendo hacia zona de mínimos.
Esta proyección refuerza el argumento a favor de que la Reserva Federal pueda sorprender con dos recortes este año, dando continuidad a la recuperación en precios de deuda pública. Los objetivos para 2024 del resumen de proyecciones económicas del banco central estadounidense (desempleo en 4% y PCE subyacente en 2,8%) están cumplidos.
A corto plazo, la bolsa vuelve a mostrar indicios de sobrecompra, complacencia y divergencias que pueden resolverse de forma desfavorable para el precio de las acciones. Una corrección de un 5-7%, con la rentabilidad del bono del Tesoro a la baja y unas perspectivas de crecimiento en beneficios por acción de doble digito, podría ofrecer oportunidades a los inversores más ágiles. Sin embargo, el impacto sobre los índices de acciones no es tan evidente en el medio plazo, en la medida en que una desaceleración pronunciada representaría una clara amenaza para las optimistas proyecciones de los analistas. Y recordemos que el PER 12 meses está en el percentil 3% más caro desde 1881, y los márgenes operativos en el 14%, frente a la media del 12% de los últimos 35 años.
El Consejo General de Economistas de España (CGE) ha presentado el documento “Conclusiones de la Primera reunión del Consejo Asesor en Sostenibilidad del CGE”. Dicho Consejo Asesor fue creado a finales de 2023 y está integrado por expertos de diferentes ámbitos de la economía y del mundo académico con una prestigiosa trayectoria profesional multidisciplinar. El cometido principal de este Consejo es ser un foro de debate y discusión de todas aquellas cuestiones que, en el ámbito de la sostenibilidad van surgiendo, tanto en el ámbito nacional como en el internacional.
Además de por el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, el Consejo Asesor de Sostenibilidad del CGE está formado por el presidente del Registro de Economistas Auditores (REA-CGE), Emilio Álvarez; el expresidente del ICAC y consejero de Redeia y de Mapfre, Antonio Gómez Ciria; la expresidenta de UNESPA, Pilar González de Frutos; el director del Servicio de Estudios del CGE y presidente de EFAA for SMEs, Salvador Marín; la directora de Proyectos Internacionales del Ivie y consejera del CES, Matilde Mas; el ex secretario general del PIOB, Gonzalo Ramos; y el expresidente de Deloitte España, Fernando Ruiz.
En su intervención, el presidente de los economistas, Valentín Pich, ha hecho alusión a la Directiva 2022/2464 de información corporativa en materia de sostenibilidad (CSDR), que debería estar traspuesta al ordenamiento jurídico español en el próximo mes de julio. Según Pich “en el caso de las pymes que formen parte de la cadena de suministro de una gran empresa obligada a elaborar informes de sostenibilidad, se debería respetar la materialidad, obligándolas a reportar solo sobre aquellos aspectos que realmente sean relevantes, y no añadir trámites burocráticos innecesarios que supongan una carga, restándoles competitividad”. “La ley resultante de la trasposición de esta directiva debería contemplar una aplicación proporcional de la norma para este tipo de pymes”, ha remarcado. No obstante, el presidente del CGE ha animado a las pymes a elaborar informes sobre sostenibilidad de forma voluntaria, “lo que les ayudará a conseguir nuevas oportunidades de desarrollo y crecimiento al mejorar su reputación de cara a sus clientes, accionistas, entidades financieras y stakeholders”.
“Recordemos –ha comentado– que, con datos de 2023, el 66% de las empresas del IBEX 35 evalúan a sus proveedores bajo criterios sociales y el 71% en base a criterios ambientales, y que el 64% de los consumidores españoles tiene casi siempre en cuenta en sus compras la sostenibilidad; por lo tanto, a la vista de estos datos, no cabe duda de que la elaboración de informes de sostenibilidad, de forma voluntaria, por parte de las pymes, aumentará su competitividad, especialmente para las pymes que quieran optar a suministrar a empresas de mayor dimensión u otros negocios dentro de su área sectorial”.
A continuación, han intervenido todos los miembros del Consejo Asesor de Sostenibilidad del CGE quienes han disertado, entre otras cuestiones, sobre el grado de concienciación de las pymes en materia de sostenibilidad; la forma de medir el impacto social de las organizaciones y qué les reporta; las ventajas e inconvenientes de la obligación de reportar sobre temas medioambientales, sociales y de gobernanza; y qué pueden hacer las empresas para que la información de sostenibilidad tenga las cualidades establecidas en la legislación.
En último lugar ha intervenido el director del Servicio de Estudios del CGE y presidente de EFAA for SMEs, Salvador Marín, quien ha expuesto las principales conclusiones del documento, entre las que destacan las siguientes:
Para que las empresas puedan reportar sobre su desempeño en materia de sostenibilidad tendrán que integrar los criterios ESG en la estrategia de forma que les permita cuantificar y hacer públicos los objetivos que desean alcanzar en temas ESG, así como el horizonte temporal para su consecución.
Para la consecución de los objetivos ESG de una empresa, se requiere su integración en las decisiones operativas y en los sistemas de remuneración. Por ejemplo, cuando se evalúe una decisión de inversión, además de tener en consideración la rentabilidad y el riesgo de la operación, también se deberá evaluar el impacto que la misma vaya a originar en la sociedad. Se pasará de considerar el binomio tradicional rentabilidad y riesgo al trinomio rentabilidad, riesgo e impacto.
De conformidad con los estándares elaborados por el EFRAG las empresas tienen la obligación de informar sobre el desempeño, efectos y relaciones de la denominada cadena de valor. Por lo tanto, tienen que obtener información sobre el impacto de sus decisiones en materia ESG, tanto en sus clientes y grupos de interés, como en la cadena de suministro. Esta demanda de información genera, de forma indirecta, la ampliación del colectivo de empresas que se van a ver afectadas por la aplicación de la Directiva CSDR.
La transformación de nuestra actividad productiva para hacerla más sostenible, cumpliendo con los objetivos de Naciones Unidas, se estima que va a precisar de una inversión adicional de 40.000.000 de euros en España en los próximos años.
Constituido nuestro tejido empresarial en un 98% por pymes, es evidente que el proceso de inversión y transformación no se puede realizar sin ellas. Tienen que estar sí o sí en la ecuación y además de forma racional y eficiente. No obstante, su incorporación al mismo es muy incipiente. Según el test de evaluación de los ODS de la ONU, TÜV SÜD, el 60% de las pymes españolas afirmaron en 2022 no haber implementado ninguna acción específica relacionada con la sostenibilidad. Los retos que enfrentan van desde la falta de conocimiento hasta los requerimientos regulatorios y los costes asociados a la sostenibilidad.
Para las pymes resulta complejo obtener información de sostenibilidad comparable y de calidad. Además, tienen serias dificultades para poder reportar su impacto medioambiental debido a la falta de bases de datos históricos o a la mala calidad de los mismos. Según una encuesta celebrada recientemente entre las 500 más grandes empresas dentro de las pymes, gracias a la colaboración entre Cepyme y Finresp, la mayor parte de ellas no podría aportar datos básicos para calificar sus operaciones como sostenibles. Ello hace necesario apelar al principio de proporcionalidad en los desarrollos normativos, de tal forma que su aplicación sea progresiva en el ámbito de la cadena de valor.
Se deberá fomentar que las pymes adopten un enfoque gradual, comenzando con aquellos cambios que requieren menor inversión y proporcionan retornos rápidos como, por ejemplo, mejorar la eficiencia energética o reducir el desperdicio.
Todos, pero especialmente los economistas tenemos un papel crucial que desempeñar en el apoyo a la búsqueda de la sostenibilidad y por una economía sostenible en la UE. Esto presenta un doble desafío, una oportunidad y una responsabilidad ciertamente significativos. Desde el asesoramiento en las mejores prácticas de ESG, el apoyo y desarrollo en la elaboración de los informes de sostenibilidad o el campo propio de la verificación.
Para que este proceso sea completo, faltarían por delimitar los requisitos de información corporativa sobre sostenibilidad para todo el amplio espectro de las entidades no lucrativas y las entidades del sector público, a todos sus niveles. Reportar sobre temas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) es un ejercicio que bien enfocado, sin banderas ni trincheras, aportará mucho a la gobernanza de nuestro país y a la economía productiva en el medio y largo plazo, pero en esta ecuación deben estar todos los actores que influyen en la economía y el desarrollo social de un país, tanto los administrados como la Administración.
Las actividades ligadas a la sostenibilidad representan un impulso en la buena dirección para las pymes. No obstante, en la implementación de las exigencias legales será recomendable acompañarlas en el cambio hacia modelos más eficientes, ya que un exceso de celo puede ser contraproducente y abortar los efectos sin duda positivos que se derivan de la norma.
Respecto de las actividades sociales, éstas pueden tomar variadas formas, pero seguramente la más interesante desde el punto de vista económico sean las señaladas por la teoría de los “salarios de eficiencia”. Esta estrategia es especialmente interesante cuando el objetivo es la atracción y retención de talento que es el factor de producción más escaso en la actualidad.
Las Normas Internacionales de Sostenibilidad recientemente desarrolladas por el International Sustainability Standards Board (ISSB) del IFRS se centran en la materialidad financiera, es decir, en el impacto de los requisitos ESG sobre la empresa. Sin embargo, la perspectiva europea es distinta, y contempla también el impacto de la actividad de la empresa en su entorno externo. Esta doble materialidad solo puede entenderse cuando se considera la gama de intereses de todos los grupos de interés que conforman el interés público.
En los próximos años, las empresas, en sus presentaciones de resultados tendrán que abordar el impacto financiero, pero también incluir métricas sociales y medioambientales que sirvan para evaluar su actividad. Comunicar esos resultados de manera clara, concisa y absolutamente transparente a clientes e inversores resultará igualmente importante.
En Europa aproximadamente 50.000 empresas (11.600 con la anterior directiva), sin contar las que se verán afectadas de forma indirecta o vía cadena de valor, quedarán obligadas a informar sobre sostenibilidad, incluidas las empresas más grandes, así como las pymes cotizadas. De esta manera, podremos poner en valor y sumar al rendimiento económico, el impacto social positivo que generan las empresas en la sociedad.
Aunque es positivo que haya calidad normativa ante una nueva materia y campo de actividad, existe en la actualidad un tsunami regulatorio en torno a la sostenibilidad y una creciente presión a este respecto. Han aumentado tanto las iniciativas ‘soft law’ (13 en 2012, frente a las 226 en 2022), como en las iniciativas ‘hard law’ (14 en 2012, frente a las 165 en 2022). Este maremágnum normativo precisa de una definición de métricas y de automatización de datos para poder confirmar su trazabilidad; si tenemos en cuenta que solo algunas compañías han empezado a integrarlo en sus sistemas, queda mucho trabajo por hacer y será un reto muy difícil de alcanzar dado que existen miles de indicadores. Solo se podrá lograr el objetivo final de introducir esta cultura y que tenga un calado profundo y estructural, es decir con garantías de éxito, con un número reducido, claro y homogéneo de normas y requerimientos.
El descenso de la tasa de fertilidad (número medio de nacimientos por mujer) es una realidad a nivel global acorde a los datos del Banco Mundial. En 1970 el número de hijos por mujer era de media un 4,7, mientras que se espera que este año la cifra descienda hasta 2,3 con países como Irán, Brasil y Corea sufriendo los mayores descensos.
Muchos de ellos tienen ahora una tasa de reemplazo por debajo del 2,1 (cifra considerada apropiada para mantener un nivel de población estable en países desarrollados).
A medida que la esperanza de vida crece y el número de nacimientos se reduce, los sistemas de pensiones, los costes sanitarios y los mercados laborales se verán en una situación más complicada, según Mapfre AM.
Diaphanum SV y Ética Patrimonios han alcanzado un acuerdo de colaboración por el cual esta última se convierte en agente financiero exclusivo de Diaphanum en Valencia.
De este modo, Ética Patrimonios unirá fuerzas con Diaphanum tanto para desarrollar su modelo de asesoramiento independiente como para aportar su experiencia en inversión sostenible a la sociedad de valores.
Fundada en 2003, y pionera en inversión socialmente responsable (ISR) en nuestro país, Ética Patrimonios forma parte del foro de ISR español Spainsif, de cuya junta directiva ha formado parte, y es fundadora del Club de Empresas Responsables y Sostenibles (CE/R+S) de la Comunitat Valenciana, además de promotora de proyectos de impacto como Biohub VLC y asesora de sociedades de coinversión como Zirkel Finance y Biozell Ventures.
El equipo de Ética Patrimonios, liderado por Fernando Ibáñez y Christian Dürr, cuenta con una dilatada experiencia en asesoramiento patrimonial independiente y sostenible, incluyendo la presidencia de la Asociación de Empresas de Asesoramiento Financiero (Aseafi) desde 2019 a 2023.
Rafael Gascó, presidente de Diaphanum, explica que “este acuerdo es fruto de nuestra apuesta por el crecimiento y el desarrollo de nuestro modelo 100% independiente que Ética Patrimonios comparte, en una zona tan importante y cercana para nosotros como es Valencia. Además, la experiencia de Ética en sostenibilidad nos va a permitir acceder a este tipo de inversores y mejorar la propia gobernanza de nuestra compañía”.
Fernando Ibáñez, director general de Ética, declara que “nuestra alianza con Diaphanum es un movimiento natural después de 20 años de apoyo al asesoramiento independiente, pues tenemos una alineación total de valores humanos y profesionales con ellos”.
De este modo, Valencia se incorpora al abanico de plazas de Diaphanum, que ya tiene oficinas y agentes en Madrid, Bilbao, Alicante, Murcia, Burgos, Vigo, Cáceres y Miami, y cuenta con presencia a través de agentes en Oviedo, Las Palmas y Sevilla. Seis años después de su nacimiento, Diaphanum cuenta con un patrimonio bajo gestión superior a los 3.000 millones de euros y una cartera de más de 2.000 clientes.
DNB Asset Management, filial al 100% del proveedor de servicios financieros de Noruega DNB Group, quiere seguir creciendo y, para ello, va a simplificar su estructura de gestión, a incrementar el equipo de ventas en los mercados locales y a establecer nuevas estrategias. «Observamos un aumento de la demanda de soluciones de inversión temáticas y nórdicas, y estamos dando forma a la organización para ofrecer nuestra selección boutique de fondos a un mercado más amplio», explica Amra Koluder, responsable de Clientes Internacionales y Distribución.
Las regiones de Iberia, Dach (Alemania, Austria y Suiza) y Francia forman un «eje» estratégico en Europa para la firma, por lo que DNB AM está reforzando los equipos en los mercados en expansión -España y Suiza- para estar más cerca de sus clientes. También se incorporarán nuevos ejecutivos al equipo de Francia, donde Jessy Coadou es responsable de ventas desde principios de año.
Liderado por Amra Koluder, el equipo directivo formado por Anne Fauchet, Malte Kirchner y Mikko Ripatti se enfocará en la expansión del negocio internacional. «Estamos aunando responsabilidades y queremos ser aún más potentes en los mercados locales», aseguró.
Mike Judith ha decidido dejar la empresa tras 14 años para dedicarse a nuevos retos profesionales. Koluder quiso agradecer a Judith «su especial compromiso durante estos años» y destacó que «ha sido una parte importante de nuestra visión de construir una «boutique alfa» nórdica especializada y en crecimiento».
DNB se centra especialmente en los fondos temáticos. Sus 49 gestores y analistas de carteras en Noruega gestionan más de 85.000 millones de euros en nombre de clientes institucionales y privados. Cuentan con el apoyo de sistemas integrados de gestión de riesgos, así como de un equipo ESG líder en el sector, cuyo objetivo es ayudar a los inversores europeos a lograr rentabilidades atractivas. En cuanto a productos, este año se añadirán, entre otros, un fondo de biotecnología y estrategias de bonos climáticos.