Siete consejos para mitigar los riesgos a los que se enfrentan los inversores mayores de 55 años con sus ahorros para la jubilación

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Foto cedidaDeb Boyden, responsable de Contribuciones Definidas en Estados Unidos de Schroders.

La recuperación que experimentaron los mercados financieros en 2023 supuso un alivio para los inversores tras la fuerte caída de 2022. Aun así, un mercado bajista puede tener un impacto persistente. En parte, porque el rebote tras cualquier bajada debe producirse a una magnitud superior para recuperar el terreno perdido.

Una caída del 20% no puede superarse simplemente con un repunte del 20% al año siguiente, por ejemplo. Las matemáticas no lo permiten. La caída del 20% reduciría una cartera de 100.000 dólares a 80.000 dólares. Sería necesaria una ganancia del 25% al año siguiente para que esa cartera volviera a su valor original de 100.000 dólares.

Los inversores suelen intentar protegerse de la volatilidad del mercado bursátil invirtiendo en una cartera equilibrada que combine acciones y bonos. Pero cuando la Reserva Federal de Estados Unidos empezó a subir los tipos de interés en 2022 para combatir la inflación, el mercado de bonos estadounidense experimentó su peor año de la historia. Eso conmocionó a los inversores que confiaban únicamente en una combinación de acciones y bonos estadounidenses para diversificarse.

El rebote de 2023, tras el declive de 2022, se quedó corto para que una cartera 60/40 volviera a estar completa.

Evaluemos la experiencia de los dos últimos años para los inversores que tenían sus ahorros de jubilación en una cartera equilibrada tradicional de 60% acciones, 40% bonos.

Impacto del mercado sobre las acciones y los bonos en 2022 y 2023

Fuente: Schroders. Se trata de una cartera hipotética facilitada únicamente con fines ilustrativos y no pretende ser una recomendación de inversión. Las acciones estadounidenses de gran capitalización están representadas por el índice S&P 500 Stock Index. Los bonos están representados por el Bloomberg US Aggregate Bond Index. No es posible invertir en un índice. Rentabilidades pasadas no garantizan resultados futuros.

Conclusión: tras la caída del 18% de las acciones estadounidenses de gran capitalización en 2022, fue necesaria una rentabilidad del 26% en 2023 para que los inversores volvieran a situarse justo por debajo del total al final de esos dos años volátiles.

Los inversores de mayor edad están preocupados

Las fuertes oscilaciones del mercado en los dos últimos años preocupan a los inversores de mayor edad, según revela la Encuesta sobre la Jubilación en Estados Unidos 2023 de Schroders, ya que el 59% de los inversores con edades comprendidas entre los 55 y los 64 años afirmó que su cartera se redujo mucho en 2022; el 82% le preocupa que una caída importante del mercado reduzca significativamente sus activos y, además, el 31% de los activos de jubilación están en efectivo, un porcentaje que se justifica porque seis de cada 10 temen perder dinero.

Incluso teniendo la necesidad de mantener sus activos en crecimiento, a los inversores de 55 años o más les preocupa exponer sus jubilaciones a un grado de pérdidas del que podrían no ser capaces de recuperarse.

Las personas jubiladas o próximas a jubilarse se enfrentan a una serie de riesgos distintos

Los inversores de más edad se enfrentan a retos a los que no se enfrentan los más jóvenes. En primer lugar, tienen un horizonte temporal más corto. Aunque vivan 20 o incluso 30 años más, los inversores de mayor edad no disponen del plazo de varias décadas que proporciona a los inversores más jóvenes tiempo de sobra para recuperar el terreno que sus ahorros podrían perder durante una grave caída del mercado. Más allá de este hecho básico, cuatro riesgos clave para los ahorros de jubilación se acentúan para los inversores en edad senior.

1.- El riesgo de pérdidas, especialmente en los primeros años de jubilación -también conocido como riesgo de secuencia de retorno-. Esas pérdidas tempranas pueden ser muy duras, sobre todo si los jubilados tienen que retirar mensualmente una cantidad fija en dólares, en lugar de un porcentaje de sus ahorros. Los reintegros fijos en medio de una caída importante del mercado pueden reducir sus ahorros totales hasta un grado que podría ser difícil de superar incluso cuando el mercado se recupere.

2.- El riesgo de una asignación inadecuada. La lección que nos enseñó 2022, cuando cayeron tanto acciones como bonos, es que depender únicamente de las dos principales clases de activos tradicionales puede no proporcionar una diversificación suficiente. Es posible que las clases de activos alternativos, como las materias primas, también deban formar parte del combo necesario para proporcionar una verdadera diversificación.

3.- El riesgo de tomar decisiones emocionales costosas. Cuando los mercados parecen estar en caída libre, la tentación de salir corriendo es natural. Pero las reacciones instintivas pueden conducir a malas decisiones a largo plazo. Cualquiera que saliera a finales de 2022 y permaneciera en efectivo durante 2023 habría perdido la oportunidad de recuperar el terreno perdido.

4.- Riesgo de perder el control. Algunas alternativas de inversión, como las rentas vitalicias, ofrecen a los jubilados una estrategia para evitar la volatilidad del mercado convirtiendo sus ahorros en un flujo vitalicio de pagos mensuales fijos. Sin embargo, una vez realizada la conversión, no puede deshacerse. Por muy tentador que pueda resultar el flujo previsible de ingresos, una vez que alguien «anualiza» cualquier parte de sus ahorros, no tiene ninguna opción de alterar la estrategia que está utilizando para acceder a sus ahorros.

Siete estrategias para mitigar estos riesgos

Los inversores de edad avanzada no tienen por qué darse por vencidos tras una fuerte retracción del mercado. Existen estrategias que pueden emplearse para ayudar a mitigar los riesgos derivados de la volatilidad de los mercados.

1. Ampliar la diversificación. Una forma de mitigar los riesgos de un año como 2022 es aumentar la diversificación invirtiendo en otras clases de activos, como acciones y bonos internacionales o inversiones alternativas, como las materias primas.

2. Asegurarse de que las asignaciones se ajustan al perfil de riesgo. A medida que los inversores envejecen, las necesidades e incluso su tolerancia al riesgo pueden cambiar. Al menos al final de cada año, es importante comprobar que tus asignaciones en el espectro de inversiones de conservadoras a agresivas se ajustan a tu edad, horizonte temporal y opinión actual sobre el riesgo que estás dispuesto a asumir.

3. Reequilibrar la cartera con regularidad. Reequilibrar la cartera tiene dos efectos potencialmente beneficiosos. En primer lugar, al restablecer la asignación deseada entre las distintas clases de activos al final de cada trimestre o año, te aseguras de que la actividad del mercado no desajusta tu cartera con respecto a la tolerancia al riesgo. En segundo lugar, al reequilibrar la cartera, vendiendo algunos de los activos con mejor comportamiento para invertir más en inversiones que podrían haber tenido un periodo bajista a corto plazo, pone en práctica ese viejo tópico para tener éxito en la inversión: «comprar barato, vender caro».

4. Hacer una evaluación exhaustiva de todas las fuentes de ingresos para la jubilación y planificar en consecuencia. Además de los ahorros personales, la mayoría de la gente depende de la Seguridad Social para sus ingresos de jubilación. Sin embargo, con una jubilación anticipada, las prestaciones se verán reducidas. Si se trabaja más allá de la edad en la que podrías recibir todas las prestaciones, la Seguridad Social aumentará tu prestación en torno a un 8% por cada año que esperes, hasta los 70 años. Aunque jubilarse anticipadamente es un sueño común, trabajar unos años más en un empleo que te guste puede permitirte tener unos ingresos de jubilación más elevados y depender menos de tus ahorros personales.

5. Retirar porcentajes en lugar de una cantidad fija. Retirar una cantidad fija cada año de tus ahorros para la jubilación podría hacer que tus ahorros totales disminuyeran más rápidamente, sobre todo si el mercado es especialmente turbulento en los primeros años de tu jubilación. Retirar un porcentaje anual puede reducir ese riesgo. En lugar de retirar 50.000 dólares anuales para cubrir tus gastos de manutención, por ejemplo, considera la posibilidad de retirar un 3%. Para una cuenta hipotética con un saldo de un millón de dólares, eso podría significar retirar 24.000 dólares en un año en el que el mercado bajara un 20%. Pero si el mercado subiera un 20%, podrías retirar 36.000 dólares. Esta metodología requiere cierta flexibilidad y la capacidad de recurrir a otras fuentes de ingresos para cubrir tus gastos mensuales, pero la retirada de dinero porcentual podría ayudar a disminuir el impacto de las caídas del mercado a lo largo de tu jubilación.

6. Pensar dos veces antes de «anualizar» todos tus ahorros. Aunque un pago mensual fijo puede parecer atractivo, se tendrá más flexibilidad si se mantiene el control de todos o de una buena parte de los ahorros para la jubilación. Al fin y al cabo, las circunstancias de la jubilación pueden cambiar. Con la mudanza a una casa más barata, por ejemplo, las necesidades de ingresos mensuales pueden ser menores.

7. Invertir los activos más importantes en estrategias que gestionen activamente el riesgo. Una de las lecciones que se desprenden de 2022 es que una asignación no gestionada del 60/40 a acciones y bonos no funciona cuando las dos principales clases de activos se ven atrapadas en una corriente bajista. Una asignación dinámica que pudiera haberse movido a otras clases de activos o incluso a efectivo durante la caída podría haber ayudado a compensar su impacto.

Los fondos con fecha objetivo tienen un problema similar porque sus asignaciones son fijas y los únicos ajustes que se realizan se basan en la proximidad de la fecha de jubilación. Una vez que los inversores alcanzan la edad de jubilación, estos fondos suelen cambiar a una asignación fija del 30% de renta variable y el 70% de renta fija y efectivo, y se mantienen así. Estas asignaciones pueden dejar a los jubilados expuestos al riesgo en mercados bajistas y también mantenerlos demasiado al margen cuando hay oportunidades de obtener ganancias en mercados fuertes.

Todos los inversores, y en especial los mayores de 55 años, necesitan una solución flexible que les permita mitigar los riesgos y aprovechar las oportunidades, al tiempo que se mantienen en el asiento del conductor, tomando decisiones sobre cómo acceder a sus ahorros.

Mantenerse en la posición correcta para los rebotes

Invertir es similar a jugar al baloncesto, en el sentido de que la mejor manera de aprovechar los rebotes es estar en la posición adecuada para ello. Eso puede significar permanecer invertido con un producto que trate tanto de mitigar los riesgos como de aprovechar las oportunidades que presentan los mercados. Con las soluciones adecuadas, los jubilados pueden disfrutar de unos ingresos de jubilación confortables que no dependan totalmente de los caprichos del mercado financiero.

 

 

Cinco gráficos que explican las oportunidades de inversión en crédito privado europeo

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Inversión en crédito privado europeo
Pixabay CC0 Public DomainMahesh Patel from Pixabay

El 99% de las compañías europeas tiene ingresos inferiores a 10 millones de euros. Y, de las compañías grandes (entendidas como las que tienen ingresos superiores a 100 millones), el 96% no cotizan en bolsa. Para Aramide Ogunlana, directora de inversión en crédito privado de M&G, existe “un evidente desequilibrio entre las fuentes de financiación”, y aporta un dato más: solo el 4% de las compañías acuden a los mercados privados para financiarse, frente al 52% que emite bonos y el 44% que cotiza en bolsa. La experta impartió un workshop en el contexto del European Media Day organizado recientemente por M&G Investments en Londres.

Los mercados privados se han convertido en los últimos años en uno de los pilares de la estrategia de crecimiento de M&G Investments, que está desarrollando nuevos vehículos que permitan acercar este tipo de inversiones a un espectro más amplio de inversores. La firma lleva de hecho invirtiendo en crédito privado desde 1997, y su cartera de inversión incluye activos líquidos e ilíquidos de deuda corporativa equivalentes a 15.000 millones de euros si solo miramos a crédito corporativo privado y de 35.000 millones de euros en deuda privada como clase de activo más amplia, incluyendo distintas estrategias como crédito estructurado, deuda de real estate, etc.

Ogunlana destaca la importancia crucial de contar con un largo historial de inversión en esta clase de mercados, dado que considera que están muy condicionados por las relaciones: “Es muy importante mantener el contacto, especialmente cuando quieres llegar a las partes más ilíquidas del mercado y actuar como prestatario único. También es muy importante forjar relaciones en el mercado para alcanzar a las compañías a las que quieres entrar”. Asimismo, la experta destaca la importancia de tener suficiente capacidad analítica dentro de la casa para poder desarrollar ratings propios. En el caso de M&G, indica que el proceso de asignación de un rating se conduce de forma independiente a la actividad de los gestores, para garantizar una visión neutral. La firma prefiere enfocarse en los segmentos que califica como B y BB, y suele abordar más de 200 compañías privadas líquidas y entre 40 y 60 compañías privadas íliquidas.

¿Por qué ahora?

Para Ogunlana, el momento actual es especialmente estimulante para profundizar en las oportunidades de inversión en el mercado de deuda privada, al constatar la tendencia descendente del número de OPVs – los niveles actuales son la mitad que las registradas en los 20 años anteriores-, junto con el incremento de exclusiones de bolsa por parte de compañías que desean volver a ser privadas y poder trabajar de forma más cercana y flexible con la fuente financiadora (ver gráfico).

La directora de inversión constata que el potencial es elevado, dado que actualmente el 70% de las empresas europeas siguen financiándose vía préstamos bancarios tradicionales, frente al 22% de las compañías estadounidenses. “Esta oportunidad destaca particularmente en Europa, aunque la tendencia global todavía apunta a una alta intermediación bancaria”, puntualiza la experta. Ésta añade que, en términos históricos, el mercado europeo de crédito privado ha batido en rentabilidad al estadounidense (ver gráfico).

Como consecuencia, desde la firma constatan que en los últimos años han emergido nuevas estructuras de capital, y anticipan también un incremento de las asignaciones de capital a estas partes del mercado. En concreto, basándose en una encuesta conducida por Preqin en noviembre de 2023, anticipan un incremento del 51% en las asignaciones a deuda privada (frente al 9% actual), seguido por un 32% en infraestructuras y un 28% en private equity. La única categoría en la que se anticipa una reducción de las asignaciones es en hedge funds, que pasarían del 23% actual al 19% (ver gráfico).

Siguiendo con datos de un estudio similar de Cerulli, el vehículo preferido para acceder a estos activos por parte del canal mayorista son los ELTIF y fondos abiertos semi líquidos (37% y 36%, respectivamente), mientras que la co-inversión sería la opción menos demandada, con un 12% de respuestas.

Falsas apariencias

Ogunlana también habló de un segundo grupo de percepciones que no cuadran con la realidad del tamaño, liquidez y rentabilidad que ofrecen actualmente los mercados europeos. Por ejemplo, explicó que, frente a la percepción de que el mercado de high yield es de mayor tamaño y liquidez que otros segmentos propios de los mercados privados, en el mercado europeo la realidad es otra (ver gráfico).

Ogunlana demuestra que el mercado de préstamos apalancados y bonos flotantes (FRN) tiene un tamaño de 470.000 millones de euros, frente a los 350.000 millones del high yield europeo. “El seniority es muy importante para invertir en estos mercados, nos centramos en buscar los activos de más calidad, en la parte superior en la estructura de capital, y somos muy selectivos actualmente en nuestro análisis de crédito porque los tipos de interés siguen muy elevados, necesitamos calcular bien cuál será el recovery del principal”, aclara. La experta indica que la tasa de recuperación de los préstamos sindicados es del 73%, frente al 67% de la deuda senior secured.

La parte más ilíquida del mercado es el direct lending, con un tamaño de 220.000 millones de euros. Se trata del mercado que transitan las compañías más pequeñas (con un ebitda de entre 5 y 75 millones de euros) y en el que con frecuencia cada empresa tiene un único financiador o muy pocos. Es un mercado en el que “no hay margen para el error, necesitamos mucho análisis de inversión y por tanto nuestra postura es muy conservadora”, puntualiza la experta.

Como resultado de todas estas observaciones, la experta aboga por una revisión de la cartera modelo 60/40, dado que constata que el crédito privado aporta beneficios de diversificación y descorrelación frente a los mercados públicos. Por ejemplo, la experta afirma que el direct lending se comporta “casi como el cash”, especialmente frente al high yield. Además, estos activos ofrecen una prima por complejidad e iliquidez frente a otros activos. Por todo esto, tendría sentido que los mercados privados se tuvieran en cuenta no sólo como una clase propia de activos al diseñar las carteras, sino también como parte del propio mix en las asignaciones de renta fija y renta variable más convencionales (ver gráfico).

El patrimonio en fondos UCITS y AIFs se duplicó en la última década hasta alcanzar los 20,7 billones de euros

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La Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama) ha publicado su Fact Book anual sobre el comportamiento y las principales tendencias de la industria de fondos de inversión europeos, así como una revisión general de los desarrollos regulatorios en los 29 países europeos. Una de sus principales conclusiones es que en la última década el patrimonio en fondos UCITs y AIFs (fondos alternativos de inversión) se ha duplicado, alcanzando los 20,7 billones de euros, lo que demuestra la robustez de la industria. 

“El Fact Book de este año muestra que los UCITS están ofreciendo buenos rendimientos con costos en descenso, atrayendo tanto a inversores europeos como extranjeros. Aunque esto es una buena noticia para el bienestar financiero de esos inversores, todavía hay demasiados hogares europeos que no están cosechando los beneficios de invertir en los mercados de capitales. Este es un año crucial de cambio dentro de las instituciones de la UE, con un claro reconocimiento por parte de los legisladores de que necesitamos fomentar más la inversión minorista para abordar la brecha de pensiones y apoyar el crecimiento económico. Para lograr eso, necesitamos acciones decisivas que simplifiquen la inversión, reduzcan la burocracia y nos acerquen más a una Unión de Ahorros e Inversiones”, señala Tanguy van de Werve, director general de Efama. 

Entre los datos que recoge el informe destaca que las ventas netas de UCITS de renta fija en 2023 se vieron muy influídas por la evolución de los tipos de interés. Las entradas netas se vieron impulsadas por la pausa en las subidas de tipos de los bancos centrales y las expectativas de recortes de tipos en 2024. También destaca que las entradas en fondos del mercado monetario se vieron impulsadas principalmente por los tipos de interés a corto plazo. En cambio, los fondos UCITS multiactivos experimentaron sus primeras salidas netas en diez años.

Una de las tendencias que detecta el informe acerca de los fondos UCITS es que los grandes vehículos están adquiriendo más importancia en el mercado europeo. “Los fondos UCITS de menos de 100 millones de euros representaron menos del 4% del total de activos netos de UCITS en 2023, con una cuota de mercado que está disminuyendo gradualmente. Al mismo tiempo, la participación de los fondos con más de 1.000 millones de euros en activos netos está aumentando”, indica el informe. 

Algo relevante, según el documento, es que la participación de las acciones estadounidenses en la asignación de activos de los UCITS de renta variable ha aumentado significativamente. En concreto, se duplicó del 22% al 44% en la última década. Según explican desde Efama, “esto se debe a que los mercados de acciones estadounidenses superaron a los de Europa, particularmente las grandes acciones tecnológicas estadounidenses”.

El atractivo de los fondos UCITS

Uno de los motivos que hace atractivo a los fondos del mercado europeo son sus costes que, según el informe de Efama, ha ido disminuyendo de forma paulatina. De hecho, entre 2019-2023, el coste promedio de los UCITS activos a largo plazo disminuyó del 1,16% al 1,06%, mientras que el de los ETFs UCITS se redujo del 0,23% al 0,21%. “Se espera que esta tendencia continúe, impulsada por una mayor transparencia en las tarifas de los fondos y una competencia intensificada entre los gestores de activos”, indican. 

Según Efama, los inversores extranjeros son un grupo cada vez más significativo de compradores de fondos de inversión de la UE. Muestra de ello es que, en los últimos cinco años, los inversores extranjeros compraron un promedio anual de 276.000 millones de euros en fondos de inversión de la UE. En comparación, se vendieron 174.000 millones de euros transfronterizos dentro de la UE y se compraron 196.000 millones de euros a nivel nacional.

Además, los inversores minoristas de la UE continuaron comprando fondos en 2023, pero cambiaron su enfoque hacia los bonos. “Dada la reticencia de los bancos a aumentar las tasas de interés en las cuentas de ahorro, los gobiernos nacionales en países como Italia y Bélgica atrajeron exitosamente a los ahorradores minoristas domésticos al ofrecer emisiones de bonos con mayores rendimientos”, indica el informe.

En términos generales, el rendimiento anual promedio de todos los principales tipos de UCITS fue positivo. Los UCITS de renta variable entregaron un promedio del 14,2%, los de multi-activos generaron un 8,7%, los de bonos un 5,7% y los fondos del mercado monetario un 3,3%. “Con una tasa de inflación de la UE del 3,4% para el año, la mayoría de los UCITS demostraron ser una excelente opción de inversión en 2023”, añaden desde Efama.

Inversión sostenible

Algo que llamó la atención de Efama es que las ventas de fondos sostenibles se desaceleraron. “Las ventas netas de fondos verde oscuro del Artículo 9 del SFDR disminuyeron en comparación con 2022. Por el contrario, los fondos del Artículo 6 (sin enfoque en sostenibilidad) vieron un cambio, atrayendo 41.000 millones de euros en entradas netas. Estas tendencias fueron principalmente impulsadas por la creciente popularidad de los ETFs, ya que la mayoría de los ETFs son del Artículo 6”, indica el informe.

Neal Brooks (M&G): “Interpretamos Luxemburgo como una puerta de entrada internacional, y no solo a Europa”

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Parte de los objetivos en los que ha trabajado M&G durante los últimos dos años han estado centrados en la gestión de activos y en un mayor foco en Europa como palancas del crecimiento. Entre estos propósitos,  estaba reforzar las áreas de más experiencia inversora de la firma, consolidar la marca M&G Investments a nivel internacional y mejorar las redes de distribución en Europa continental para llegar a más inversores institucionales. Neal Brooks, Global Head of Product & Distribution en M&G, señala que, en gran medida, lo han logrado ya que el crecimiento de la gestora es sólido, sobre todo en Europa, donde han realizado nuevas incorporaciones y afianzando la relación con sus clientes, en especial, bancos, planes de pensiones y aseguradoras.

“Europa es donde más crecimiento del negocio hemos experimentado, y más rápido. Estamos muy enfocados en la gestión activa y nuestro objetivo es ser reconocidos como un gestor activo líder a nivel paneuropeo. Queremos hacer esto enfocándonos en aquellas áreas donde creemos que la gestión activa marca la diferencia, como, por ejemplo, en renta fija y mercados privados”, afirma el responsable de Producto y Distribución de M&G, quien reconoce que en Europa, uno de sus objetivos principales desde hace años ha sido internacionalizar el negocio e ir más allá de su consolidada presencia en Reino Unido.

Consciente de que están en un mercado muy competitivo y donde hay otros gestores que son muy destacados en determinadas áreas, en este tiempo, han fortalecido el equipo de distribución y de relaciones con clientes, especialmente con bancos globales y  compañías de seguros. Muestra de ello son los buenos resultados obtenidos en Europa en el segmento institucional y que, según afirma, en los últimos ejercicios han visto  una mayor afluencia de flujos institucionales y de planes de pensiones provenientes de mercados europeos en los que tradicionalmente habían sido más reconocidos por su negocio wholesale.

“Creo que es parte de lo que queríamos lograr, que era invertir de una manera que funcionara para un amplio conjunto de clientes en toda Europa”. Y añade: “Nuestro enfoque de compañía es configurar M&G PLC en tres negocios muy claros: gestión de activos internacional, M&G Investments, y en Reino Unido, nuestra división de Wealth y nuestra división aseguradora, Life. La experiencia en esta última en el Reino Unido nos dota de una gran capacidad para entender al cliente final institucional y a su vez nos facilita escalar el negocio de la gestora de activos. No somos una compañía de seguros que cuenta por debajo de un brazo de gestión de activos, sino que nuestro planteamiento es de dos negocios en paralelo”.

Una ventaja que la compañía despliega desde Luxemburgo, destino que la firma eligió tras el Brexit para internacionalizar su negocio. “Interpretamos Luxemburgo como una puerta de entrada internacional, y no solo a Europa. Ahora mismo, tenemos 114.000 millones de euros bajo gestión, lo que nos convierte en el gestor decimoquinto por tamaño en Luxemburgo, y un equipo de 70 personas. En los últimos años, hemos reforzado nuestro personal de inversión en Europa, pero mantenemos como criterio que todas nuestras oficinas estén bien equilibradas entre distribución, inversión y otras funciones. Sin duda, Europa es donde más crecimiento del negocio hemos experimentado, y más rápido”, reconoce Brooks.

En estos años, reconoce que la industria ha evolucionado. “Estamos en un contexto en el que los bancos y los intermediarios se están moviendo hacia modelos de construcción de carteras. Por lo tanto, lo que buscamos nosotros es identificar qué podemos proporcionar a esas carteras”. Según explica, cuando Joseph Pinto se unió a la gestora como nuevo CEO, hicieron una evaluación de lo que estaban haciendo y llegaron a la conclusión de que gran parte de los clientes les conocían por su estrategia Optimal Income pero desconocían sus capacidades en mercados privados, sobre todo por el lado del inversor institucional. Poner el foco en la construcción de cartera y en ofrecer un amplio abanico de estrategias especializadas es, en su opinión, el camino correcto para seguir creciendo.

Una oportunidad de crecimiento que también cree que vendrá de la mano de los ELTIFs, ya que considera que “será el verdadero cambio que abrirá mucho más el acceso a los inversores minoristas”, aunque reconoce que aún quedan algunos desafíos por resolver, como por ejemplo la liquidez y el tamaño de los fondos. “Con los ELTIFs 2.0, se podrá distribuir estos vehículos en cualquier país europeo a nivel minorista, no solo entre profesionales, lo que sinceramente creo que cambiará las reglas del juego y el mercado. Ahora bien, nada de esto supondrá un cambio si los inversores no entienden bien el producto, la gente necesita entenderlo correctamente para comprarlo”, añade.

A la hora de hablar de activos privados y del potencial de la estructura ELTIF, Brooks hace un pequeño paréntesis para destacar que son firmes creyentes del crédito privado y su papel en las carteras, pero siempre que el inversor entienda el activo. “Nos hemos encontrado con un conocimiento y comprensión del activo muy variado. La conversación suele centrarse en la liquidez o en el nivel de apalancamiento, pero es necesario que el inversor comprenda el nivel de riesgo. Los primeros inversores en nuestro ELTIF eran family offices, que son inversores sofisticados. Estamos trabajando con los bancos y las compañías de seguros, pero nuestro punto de partida es preguntarnos cómo podemos ayudar a capacitar a las redes de banca privada para que luego ayuden y capaciten a los clientes en esta clase de activo”, destaca.

Crédito, inversión temática y activos privados

En esta visión sobre la construcción de carteras, considera que tendrán cabida estrategias de inversión tan exitosas como Optimal Income, pero Brooks va un paso más allá: “Son en las áreas donde más experiencia tenemos y donde mejor lo hacemos, donde más podemos aportar al inversor, como por ejemplo como gestor activo de crédito. Lo que quiero decir es que hemos  hecho un esfuerzo en visibilizar las áreas en las que tenemos capacidades destacadas y eso ha impulsado gran parte de nuestro flujo y crecimiento en los dos últimos años. Creo que ha sido muy valioso porque ahora somos más relevantes para nuestros clientes porque tenemos diferentes estrategias y activos que podemos ofrecer”.

Esta evolución de la compañía les ha convertido en referentes a la hora de hablar de gestión del crédito, que se ha situado “en el núcleo” de lo que hacen. Según añade Brooks, más allá del crédito también han encontrado la forma de diferenciarse en un área como la inversión temática en renta variable. “Creo que es un segmento de la inversión donde el enfoque activo puede marcar realmente la diferencia”, afirma.En este sentido, destaca la labor que su compañera Fabiana Fedeli, que se incorporó a M&G hace unos tres años como CIO de Renta Variable, Multiactivos y Sostenibilidad. “Considero que lo estamos haciendo bien, encontrando dónde estaban las brechas y asegurándonos de estar configurados de manera correcta para poder gestionar estrategias para todos los clientes, ya fueran clientes institucionales, minoristas o wholesale. Nuevamente, hemos tenido buenos resultados y estamos ofreciendo buenos rendimientos, alineándose con los intereses de los clientes. Diría que estamos aún más enfocados en las acciones que en otras áreas, porque nuestra firme opinión es que hay algunas áreas donde la gestión activa puede marcar la diferencia

La tercera pata donde considera que M&G marca la diferencia es el universo de los activos y mercados privados, donde actualmente tienen 84.000 millones de euros bajo gestión. “Estamos centrando nuestra oferta de activos privados en seis áreas: crédito privado, crédito estructurado,  inmobiliario, infraestructuras, responsability, que se especializa en estrategias de impacto en mercados emergentes, y el equipo de private equity e impacto, al frente de la estrategia Catalyst. Catalyst es un mandato interno de 6000 millones de euros enfocado en invertir en compañías sostenibles en mercados privados. No queremos que esto se entienda como un modelo boutique, sino mostrar que hay una cultura de inversión muy clara”, explica Brooks.

En este sentido, reconoce que están centrados en temas relacionados con el cuidado de la salud, el cambio climático y la lucha contra la desigualdad. “Estamos mirando eso puramente desde un ángulo de los mercados privados, en concreto, capital riesgo. Tenemos responsAbility, que era la firma boutique suiza que compramos hace dos años. Obviamente, su experiencia está centrada en mercados emergentes y frontera. Gran parte de lo que hacen es increíblemente interesante y nos está ayudando mucho en aportar nuevos puntos de vista sobre cómo enfocamos ideas similares en mercados desarrollados. Emmanuel De Blanc se acaba de unir a nosotros como CIO de mercados privados y ahora supervisa y dirige estas seis áreas tan cruciales para nosotros”, añade.

Mirando hacia Américas

Sobre el negocio de la gestora en Américas, Brooks explica que se están centrando en dos áreas: Latinoamérica y el mercado offshore de EE.UU. “En América Latina, estamos en mercados como Chile, Perú, Uruguay o Colombia, también estamos estudiando México y Brasil desde el lado institucional. Son regiones donde nuestras estrategias funcionan bien. En el mercado offshore, estamos haciendo buenos progresos con grandes bancos globales, como Morgan Stanley, UBS o Citi”, comenta.

Una de las reflexiones que destaca el responsable de Producto y Distribución de M&G sobre el mercado americano es que además de la fuerte presencia del dinero de América Latina, hay un gran flujo de dinero asiático. Según explica, “el dinero chino entra a través de San Francisco, el dinero latinoamericano a través de Miami y Texas”. Para dar respuesta a esta oportunidad, reconoce que han tenido que colaborar con un mayor número de asesores de los que pensaban en un principio.

También señala, en términos de preferencias de inversión, el fuerte sesgo hacia el dólar y EE.UU. y lo cómodos que se sienten los inversores con crédito de mercados emergentes. “En muchos países de América Latina, los inversores están muy acostumbrados a comprar bonos corporativos individuales en su mercado local. Incluyen importantes asignaciones a su deuda soberana dentro de su patrimonio y conocen bien el funcionamiento de los mercados y sus riesgos. Sus carteras tienden a tener asignaciones más grandes a mercados emergentes y buscan socios especializados para sus asignaciones a activos puramente europeos, con menor asignación”, añade.

Según su experiencia, la diferencia a uno y otro lado del Atlántico no solo se nota en las asignaciones de las carteras, sino también en la forma de enfocar el negocio: “Europa y Reino Unido siguen siendo grandes mercados de fondos, mientras que las grandes firmas y brokers americanos han tenido éxito mucho éxito con las Separately Managed Accounts (SMAs), ofreciendo una mayor personalización y una selección más amplia”. De lo que no tiene duda Brooks es que su presencia en ambos continentes es un viaje de doble sentido. “Lo que pasa en América acaba llegando a Reino Unido y a Europa. Algunas de las cosas que suceden allí las aprenderemos y nos ayudarán con los clientes europeos”, concluye.

Los cambios políticos dan a los inversores motivos para el optimismo en Asia

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En la festividad de las regatas de botes de dragón, la velocidad de una embarcación depende no sólo de la fuerza con que reman los participantes, sino también de cómo el timonel dirige al equipo. Es una combinación de fuerza muscular e inteligencia que impulsa al equipo hacia la línea de meta. Hay una analogía con los mercados asiáticos, muchos de los cuales se ven apoyados no sólo por medidas políticas para estimular las economías locales (los «músculos»), sino también por reformas del mercado de capitales y transiciones económicas encaminadas al crecimiento a largo plazo (los «cerebros»). Cuando ambos funcionan en tándem, la región atrae a los inversores.

La reforma del gobierno corporativo ha sido un tema común en Asia en los últimos meses. China, Japón y Corea del Sur han redoblado sus esfuerzos para que las empresas repartan más dividendos y recompren más acciones.

La Directriz de Nueve Puntos de China, presentada en abril, incluye medidas para fomentar el pago de dividendos y colmar lagunas en el gobierno corporativo. A principios de este año, Corea del Sur introdujo su Programa de Revalorización de las Empresas para reducir el llamado «descuento coreano». En Japón, los planes de reforma del gobierno corporativo recibieron un impulso hace más de un año, cuando la Bolsa de Tokio empezó a presionar a las empresas para que aumentaran la rentabilidad para los accionistas.

Los cambios en curso deberían elevar las ratios de reparto de dividendos en toda la región. En los últimos cinco años, las ratios medias de reparto de dividendos de las empresas chinas, surcoreanas y japonesas (véase el gráfico 1) han sido del 31%, 33% y 40%, respectivamente. La media mundial es del 48%; en Europa es del 65%, así que queda camino por recorrer. Puede que los «gallos de hierro» de Asia -término que utilizan los chinos para referirse a las empresas que no pagan dividendos en acciones- tarden en cambiar de actitud, pero este año ya hemos visto claras mejoras. Este tipo de reformas contribuirán a aumentar el atractivo de las empresas con un crecimiento constante de los dividendos y aportarán un avance positivo a los mercados de capitales locales.

Nuestras perspectivas de «estabilización controlada» de China este año se mantienen intactas, ya que siguen apareciendo brotes verdes en algunos rincones de la economía del país.

El más evidente es el del sector manufacturero, apoyado por el resurgimiento de la demanda exterior y la apuesta de Pekín por la producción de alta tecnología. Los fabricantes de vehículos eléctricos, equipos médicos de diagnóstico por imagen y maquinaria pesada miran a los mercados extranjeros mientras la demanda interna se mantiene moderada.

El consumo también emite algunas señales alentadoras, como el repunte de los viajes de vacaciones. Pero la atonía del sector inmobiliario, que representa una gran parte de la riqueza de los hogares chinos, sigue lastrando la confianza de los consumidores.

En mayo, las autoridades aumentaron el apoyo a este mercado en dificultades, tratando de absorber los apartamentos sin vender y evitando al mismo tiempo nuevas burbujas de activos. Pero estas políticas no pretenden impulsar una nueva aceleración del crecimiento económico. Se trata más bien de estabilizar el sector inmobiliario para facilitar una transición plurianual hacia un nuevo modelo de crecimiento impulsado por el consumo y la industria de gama alta.

Esperamos que los responsables políticos sigan centrándose en los objetivos de transición económica, pero que también utilicen políticas de relajación selectivas y anticíclicas para estimular la economía y restablecer la confianza de las empresas y los consumidores.

Mientras China se recupera, sus homólogos asiáticos también avanzan.

La India se beneficia de un sólido impulso de crecimiento, una población en edad de trabajar considerable y un fuerte gasto de los consumidores. Al mismo tiempo, el sorprendente resultado de las elecciones, en las que el primer ministro Narendra Modi no alcanzó la mayoría esperada, ha introducido cierta volatilidad en los mercados indios. Prevemos un gobierno limitado de la Alianza Democrática Nacional (NDA), pero esto no perturbará el crecimiento a largo plazo del país. Un gobierno de coalición con más controles y equilibrios debería contribuir a la confianza de los inversores. A corto plazo, esperamos cierta consolidación en los sectores de pequeña y mediana capitalización, donde las valoraciones se encuentran en niveles efervescentes, mientras que las empresas financieras y de consumo deberían registrar movimientos positivos.

Por último, pero no por ello menos importante, Taiwán, sede de las principales empresas mundiales de semiconductores y alta tecnología, que ahora forman una parte importante de las cadenas de suministro mundiales. Todavía nos encontramos en las primeras fases del ciclo tecnológico de la IA, y la evolución de la historia de la IA seguirá alimentando la demanda de chips avanzados, lo que respalda el optimismo en torno a las principales empresas de Taiwán.

Aunque los puntos brillantes se multiplican, somos conscientes de los riesgos de los próximos meses, que van desde la geopolítica hasta el impacto de unos tipos de interés estadounidenses más altos a largo plazo en las divisas asiáticas. Sin embargo, las políticas de apoyo y las reformas a largo plazo deberían dar a los inversores muchos motivos para alegrarse en el tercer trimestre.

 

 

Tribuna de Martin Dropkin, director de renta variable de Asia-Pacífico en Fidelity International.

Más zanahorias y menos palos: una gestión empresarial corresponsable eficaz no acaba en la votación en las juntas

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Foto cedidaEmilie Goodall, Head of Stewardship, Europe, de Fidelity International.

Votar en las juntas de accionistas de una empresa es quizá la forma más directa que tiene un inversor de hacer oír su voz y ejercer una gestión responsable. Dado que los niveles de desacuerdo son relativamente bajos (en torno al 4% de media en las empresas europeas[1]), incluso un nivel modesto de oposición puede llevar a una acción por parte del consejo.

Pero lo que el voto ofrece a los inversores en claridad de comunicación corre el riesgo de perderlo en matices. La transición a un entorno empresarial más sostenible no es tarea fácil y los avances de las empresas no siempre pueden reflejarse en un simple «sí» o «no» a las propuestas del consejo.

Para marcar casillas

Al mismo tiempo, los inversores saben que ellos también deben demostrar cómo rinden cuentas de sus carteras. La tentación es confiar en medidas fácilmente cuantificables -como las prácticas de voto- como señal de su propia gestión. Esto puede significar votar por votar. Como era de esperar, los consejos de administración están empezando a ignorar el ruido.

El Grupo de Trabajo de la Industria de los Mercados de Capitales (CMIT, por sus siglas en inglés), un organismo compuesto por algunos de los directores ejecutivos más influyentes del Reino Unido, pidió recientemente que se reajustara el enfoque del país en materia de gobierno corporativo.

«Ahora se supone que la buena gestión es un resultado mensurable», afirma. «Demasiado a menudo el régimen actual, en particular en el ámbito de la gestión, se establece por defecto para ser antagónico a la hora de demostrar el desafío y tal régimen cultiva la desconfianza»[2].

Ese antagonismo corre el riesgo de socavar el delicado nexo de colaboración entre diversas partes interesadas, incluidos reguladores, empresas e inversores, que impulsará una transición exitosa hacia un entorno más sostenible.

La crisis de confianza en el frágil panorama empresarial del Reino Unido, esbozada por CMIT, ha hecho que varias empresas de alto perfil hayan rehusado recientemente el FTSE. El hecho de que se siga dando más importancia al voto que al compromiso puede animar a más empresas a retirarse del centro de atención del escrutinio de los accionistas. Por otra parte, los gobiernos podrían verse tentados a reducir la protección de los inversores, incluidos los derechos de voto de los accionistas, en un intento de frenar las salidas o animar a los que abandonan a volver.

Por supuesto, no tiene por qué ser así. Sabemos que las empresas siguen comprometidas con la ASG. En la última encuesta anual de Fidelity International a nuestros más de 170 analistas de investigación, cuatro de cada cinco informaron de que el énfasis de las empresas en ESG no había disminuido en los últimos 12 meses.

Estas empresas también están dispuestas a escuchar a los accionistas. Al tiempo que denuncian las prácticas antagónicas en materia de gestión, las empresas británicas siguen reconociendo el lugar que ocupa el compromiso de los inversores. «Una buena gestión debe girar en torno a una participación comprometida a largo plazo y a conversaciones coherentes y equilibradas», afirma la CMIT.

Respetar lo complejo

La atención se centra en el compromiso a largo plazo en detrimento de las demostraciones de gestión a corto plazo. Este enfoque no siempre es el más fácil, pero a menudo es más eficaz, especialmente cuando se trata de cuestiones complejas como la descarbonización del sector minero, por ejemplo. Los mineros llevan años intentando averiguar qué hacer con sus activos de carbón térmico, que muchos inversores ven ahora como manchas insostenibles en sus carteras. Una solución es escindir esos activos, pero al hacerlo se corre el riesgo de que pasen a manos de propietarios menos responsables y transparentes.

Otra opción es que las mineras claramente comprometidas con la descarbonización conserven sus activos de carbón térmico y los reduzcan con el tiempo. Aquí es donde el compromiso activo de los inversores puede desempeñar un papel importante y animar a la empresa a desmantelar de forma responsable las partes insostenibles del negocio.

Aunque los accionistas pueden utilizar la votación para comunicar su enfoque preferido, existe el riesgo de que votar sin rodeos una propuesta de los accionistas no capte ese matiz e incentive inadvertidamente a las empresas a escindir activos sucios sólo para sacarlos de sus libros. Esto no resuelve el problema a largo plazo de cómo acabar con la producción de carbón térmico, sino que simplemente lo traslada a otra parte. Por eso apoyamos la decisión de BHP, un gigante minero australiano, de no vender su mina de carbón de Mount Arthur, sino de reducir la producción de aquí a su cierre en 2030.

Las resoluciones «say-on-climate», que dan a los accionistas la oportunidad de votar sobre la política climática de una empresa, plantean un problema similar. Animan a las empresas a tener presentes sus compromisos medioambientales y ofrecen a los inversores una forma de exigirles responsabilidades. Pero también reducen los problemas complejos a un juicio binario. No todos los accionistas tienen los conocimientos necesarios para analizar las políticas climáticas, por lo que algunos se limitan a aprobar los planes de las empresas. Tampoco hay garantía de que se tomen medidas: según MSCI, la mayoría de las votaciones sobre el clima han sido puntuales, sin compromiso público de seguimiento[3]. 

Dónde funciona el voto

Nada de esto significa que el voto no desempeñe un papel en la gestión; más bien, debería complementar el compromiso activo, que se basa en diferentes herramientas para diferentes contextos a medida que cambian con el tiempo. Por ejemplo, los esfuerzos de colaboración entre diferentes inversores pueden ser eficaces cuando se trata de avanzar en un sector o en un tema concreto. O, para lograr un cambio amplio en todo el sistema, los inversores se comprometen cada vez más con los propios responsables políticos.

En este contexto, el voto de los accionistas que han cultivado una reputación de administración responsable puede enviar un mensaje serio a los consejos de administración que respetan las opiniones de esos inversores. También puede servir como método de escalada cuando el diálogo se topa con un muro.

Es comprensible que, a falta de medidas más fácilmente disponibles del progreso de los accionistas, la votación atraiga tanta atención. Pero los inversores corren el riesgo de adoptar un enfoque de la gestión basado en el palo y la zanahoria al utilizar el comportamiento de voto como barómetro de la calidad de la gestión de los gestores de activos y, lo que es más importante, de su eficacia. Esto pone demasiado énfasis en los medios, en lugar de en los fines. 

[1] ISS Voting Analytics

[2] Capital Markets Industry Taskforce, en una carta abierta en “Resetting the UK’s approach to corporate governance”

[3] https://www.msci.com/www/blog-posts/say-on-climate-investor/03014705312.

 

¿Es hora de protegerse frente al riesgo de tipos de interés?

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Pixabay CC0 Public Domain

Al comenzar el año, la opinión de consenso parecía ser que la inflación se hallaba bajo control y que los bancos centrales comenzarían a recortar el precio del dinero. Si bien las presiones inflacionarias están amainando, el crecimiento económico ha mostrado resiliencia, sobre todo en un referente como EE. UU. Esto ha provocado un giro de las expectativas de mercado, y algunos inversores han aplazado sus expectativas de recortes de tipos hasta 2025.

Pese a anticipar que los bancos centrales empezarán a rebajar sus tipos de intervención este año (el BCE lo hizo en junio por primera vez desde 2019, aunque la Reserva Federal ha sugerido que implementará un solo recorte en 2024), queremos hacer hincapié en la actual relevancia de una estrategia de menor duración en carteras de deuda corporativa, y argumentar que las estrategias con una menor exposición al riesgo de tipos de interés pueden ser útiles en una cartera de renta fija.

En nuestra opinión, una posición de duración más baja puede proteger frente a la volatilidad de los tipos de interés y minimizar los riesgos que conlleva en los próximos meses. Tal estrategia también puede aportar una cobertura frente al posicionamiento de los inversores de cara a subidas de la deuda soberana a largo plazo si la inflación resulta ser más resistente de lo que todos tememos y los tipos de interés tardan más aún en bajar. Actualmente, el M&G (Lux) Short Dated Corporate Bond Fund tiene en torno a 1,7 años de exposición a cambios en el precio del dinero.

Aunque las rentabilidades pasadas nunca son indicativas de rentabilidades futuras, examinar la evolución de un índice de crédito a corto plazo frente a uno de deuda corporativa de mayor vencimiento en los últimos años puede ilustrar de manera útil el perfil de menor volatilidad que en nuestra opinión cabe asociar con una cartera de menor duración.

El gráfico 1 es una representación sencilla de los valores de indicadores de deuda corporativa europea con grado de inversión comparados con los de bonos similares de calidad pero con una duración más baja (en este caso, de 1 a 3 años; la línea de color verde oscuro parece menos volátil). Pensamos que este gráfico muestra que, desde que estallara la incertidumbre en torno a tipos de interés elevados (en 2021) que ha supuesto un gran problema para los inversores en deuda, los bonos de duración baja han mostrado una menor volatilidad a la baja, combinada con un perfil de mayor rentabilidad total.

Nos gustan los bonos de alta calidad emitidos por empresas en el extremo corto de la curva de tipos, un segmento en el que llevamos más de 30 años adoptando un enfoque activo y selectivo (la estrategia se lanzó en 1993 a través de un OEIC británico). No obstante, creemos que el escenario mencionado de volatilidad de las TIR de la deuda ha alterado el conjunto de oportunidades de riesgo/rentabilidad del crédito a corto plazo. En el gráfico 2 que figura más abajo a la izquierda (una representación muy sencilla de la rentabilidad total de distintos índices de deuda con grado de inversión)[1] podemos ver distintos niveles de riesgo de duración, pero TIR muy similares.

En base a datos correspondientes a 2022 en su conjunto, elegidos deliberadamente al tratarse del annus horribilis para los mercados de renta fija, los retrocesos máximos del crédito a corto plazo también fueron más bajos (en torno a un tercio) que los del crédito de mayor vencimiento (gráfico 3, abajo a la derecha). En un 2022 extremadamente difícil para todos los bonos con grado de inversión, los productos de menor duración mostraron mejores cualidades de mitigación de pérdidas que aquellos con horizontes más a largo plazo.

Creemos que la gestión activa es más importante aún hoy en día. Ante la volatilidad del precio del dinero y diferenciales de crédito por lo general más estrechos, examinemos las tres maneras principales en que creemos poder añadir valor en el M&G (Lux) Short Dated Corporate Bond Fund.

Enfoque activo en crédito global – aplicar un enfoque activo en el mercado de deuda corporativa, nutriéndonos de la experiencia del equipo de análisis de crédito de M&G. El actual entorno de mercado más volátil, con una dispersión creciente en las valoraciones de créditos individuales, puede ser una fuente de oportunidades de alfa para gestoras activas.

Nuestra prima de análisis en ABS – M&G es uno de los líderes de inversión en ABS británicos y europeos, en los que el fondo puede invertir. La complejidad del análisis de ABS es un importante motivo por el que esta clase de activos ofrece a los inversores una prima de riesgo muy superior a la de los bonos corporativos tradicionales.

Acceso al mercado de deuda a tipo variable – Flexibilidad para invertir en el mercado de bonos flotantes (FRN). Dado que los cupones pagados por el emisor a los inversores (como nosotros) tienen un componente variable más un diferencial fijo, creemos que una exposición prudente puede ayudar a proteger a los inversores frente a tipos de interés elevados y aportar además cierto potencial de cupón al alza.

 

 

Tribuna de Mathew Russell, gestor de M&G Investments. 

 

 

[1]. La TIR total de un bono corporativo se compone de la tasa «libre de riesgo» más el diferencial de crédito.

 

 

BNP Paribas AM reafirma su política de votación en las juntas generales con una tasa de oposición del 36%

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BNP Paribas
Foto cedida. BNP Paribas AM refuerza su Centro de Sostenibilidad con cinco nuevos nombramientos

BNP Paribas Asset Management continuó aplicando su estricta política de voto en la temporada de juntas generales de accionistas de 2024. En consecuencia, ha informado de que votó en contra del 36% de las propuestas presentadas, el mismo porcentaje que en 2023. Según destacan, esta temporada ilustra su ambicioso enfoque, que «favorece el diálogo continuo y constructivo con las empresas».

La gestora ha informado que las cuestiones sobre las que más se ha debatido este año han sido la remuneración de los directivos, el buen gobierno y la transición climática. En 2024, BNP Paribas AM votó en contra de 2.163 propuestas presentadas en 332 empresas por motivos sociales y medioambientales; el 79% de ellas estaban relacionadas con el clima o las expectativas de biodiversidad.

«A lo largo de esta temporada hemos mantenido una tasa elevada de oposición en cuestiones sociales y medioambientales y hemos visto mejoras gracias al diálogo activo que hemos mantenido con las empresas en las que invertimos. Este proceso nos ha permitido reforzar nuestras expectativas sobre las empresas en las que invertimos cada año. Estamos convencidos de que el impulso de democracia accionarial es esencial para animar a las empresas a mejorar sus resultados y su transparencia en las cuestiones relacionadas con el desarrollo sostenible», ha comentado Michael Herskovich, director global de gestión responsable de BNP Paribas Asset Management y responsable del área de voto y buen gobierno.

La gestora destaca que la remuneración de los directivos volvió a ser el principal tema de debate esta temporada, a pesar de haberse registrado una notable mejora en la transparencia y las prácticas en este ámbito. En 2024, votó en contra de más del 50% de las propuestas presentadas en el ámbito de la remuneración de directivos, principalmente a causa de falta de transparencia o por la concesión de retribuciones excepcionales sin justificación.

Este año, la gestora concretó las obligaciones relacionadas con la integración de las cuestiones sociales y medioambientales en la remuneración de los directivos. Las empresas de ciertos sectores, como los de la energía, los suministros públicos, la industria y los materiales, tendrán que incluir un componente climático en sus políticas de remuneración de directivos. También habrán de hacerlo las empresas que la gestora haya identificado en sus carteras como grandes emisoras de gases de efecto invernadero. Esta obligación se extenderá a todas las empresas en 2026. La integración de un componente climático en la remuneración es una práctica cada vez más extendida. Sin embargo, para ser eficientes, estos criterios han de ser cuantificables y relevantes para la estrategia de desarrollo sostenible de la compañía.

«El voto es un componente esencial de nuestra responsabilidad corporativa y de nuestra estrategia de sostenibilidad. La temporada 2024 nos ha permitido reafirmar nuestro posicionamiento a favor de la transición energética, la protección del clima, la igualdad y el crecimiento inclusivo. Y si bien la inclusión de criterios climáticos en la remuneración de los directivos es una práctica cada vez más extendida en Europa, aún queda mucho camino por recorrer en el mercado norteamericano. Además, la definición de estos criterios suele carecer de transparencia y de objetivos concretos. No cabe duda de que nos enfrentamos a un nuevo desafío», ha añadido Jane Ambachtsheer, directora global de sostenibilidad de BNP Paribas AM.

La gestora también rechazó el 40% de las propuestas relacionadas con el nombramiento de consejeros, principalmente por motivos de diversidad. «La oposición al nombramiento de consejeros suele estar relacionada con un gobierno corporativo deficiente, la ausencia de controles efectivos y el incumplimiento de las expectativas de diversidad», explican.

Principales compromisos

En este sentido, uno de los compromisos de la gestora es aumentar al 40% el porcentaje mínimo de mujeres en los consejos de administración en Europa, Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda y Sudáfrica.

Por último, destaca que las cuestiones ESG siguen siendo prioritarias en su estrategia de voto. Según comentan, la firma hace uso de su derecho al voto para promover unos criterios adecuados en materia de cuestiones medioambientales, sociales y de buen gobierno, que componen una parte esencial de su responsabilidad corporativa.

En consonancia con su hoja de ruta para alcanzar cero emisiones netas, la gestora pide a las compañías que se fijen el objetivo de alcanzar un nivel de cero emisiones netas no más tarde de 2050. Además, la integración de la biodiversidad en la votación exige a las empresas que evalúen el impacto de sus actividades y su dependencia de la naturaleza.

Además, la gestora ha votado en contra de más de 2.100 propuestas, frente a las 1.521 de 2023. En el 75% de los casos, el voto en contra se debió a motivos relacionados con el clima y la biodiversidad. BNP Paribas Asset Management mantiene su compromiso con las iniciativas de colaboración y diálogo, participando en más de 40 iniciativas colectivas en todo el mundo.

Su participación en las iniciativas Climate Action 100+ y Nature Action 100 se ha visto reforzada con su presencia en la junta directiva de estas organizaciones. Estas nuevas funciones confirman el apoyo de BNP Paribas AM a las iniciativas de colaboración y diálogo para gestionar los riesgos sistémicos.

El escenario de EdR AM para el segundo semestre: entorno económico «casi ideal» y nuevos obstáculos políticos

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Foto cedidaMelman Benjamin Edmond de Rothschild AM, CIO global de Edmond de Rothschild AM.

Edmond de Rothschild AM desveló, en sus perspectivas de inversión para el segundo semestre de 2024, que el escenario que afrontan los inversores en la segunda mitad del año estará marcado por un entorno económico «casi ideal», pero también por nuevos obstáculos políticos.

El entorno económico es más favorable de lo previsto para los mercados de capitales, por tres razones, según la firma. En primer lugar, porque la desinflación sigue su curso, a pesar de su trayectoria no lineal y de que la última fase de la normalización desinflacionista es la más complicada de ejecutar. Asimismo, la escasez de mano de obra en Estados Unidos ha empezado por fin a remitir, apoyada por una importante afluencia de inmigrantes. Finalmente, el escenario económico se ve influido por los recortes de los tipos de interés han comenzado en Suiza, Canadá y Europa. En Edmond de Rothschild AM aseguran que «deberían iniciarse antes del final del verano en Estados Unidos, sabiendo que la Reserva Federal, a pesar de todas las sorpresas en materia de inflación, ha descartado la opción de una nueva subida de tipos».

En este entorno, los expertos recuerdan que, históricamente, los mercados de renta variable han registrado rentabilidades positivas -y a menudo sólidas- en periodos de aterrizaje económico previos a una primera bajada de tipos en Estados Unidos. La perspectiva de una relajación monetaria, partiendo de niveles decentes, sigue sugiriendo que la Fed gestionará eficazmente la desaceleración y evitará una recesión.

Benjamin Melman, CIO global de Edmond de Rothschild AM, afirma que observando las rentabilidades registradas en lo que va de año, «parece que la historia se repite, lo que refuerza nuestra convicción de que, teniendo en cuenta la fortaleza de la economía mundial, tiene sentido seguir bien expuestos a la renta variable». El experto admite que lleva desde principios de año oscilando tácticamente entre la neutralidad y la sobreexposición, pero también que, cuando la Fed baje por primera vez sus tipos de referencia, «tendremos tiempo de revisar las perspectivas económicas y reajustar nuestras principales decisiones de asignación», aunque, por el momento, «prevalece la confianza».

¿Puede la agitación política en Francia convertirse en una crisis financiera europea?

Si gana el partido del “Rassemblement National” o en caso de un «Parlamento fragmentado», es posible -aunque poco probable- que el nuevo Gobierno francés se embarque en un programa de gasto que amplíe el déficit, según afirman en EdR AM, que recalca que esta situación «no impedirá que Bruselas abra un Procedimiento de Déficit Excesivo», además de que «las agencias de crédito podrían seguir rebajando la calificación de Francia».

El diferencial OAT-Bund podría ampliarse un poco más, según la firma, «pero parece evitable una crisis mayor, sobre todo si la perspectiva de una reducción del déficit se aplaza y no se entierra si Bruselas y París llegan a un acuerdo a medio plazo». Se podría incluso imaginar un escenario favorable en caso de «Parlamento fragmentado» y de una nueva remodelación política, que podría desembocar en una alianza entre partidos «gubernamentales» de izquierda, centro y derecha, que permitiría al país proseguir con su compromiso inicial de reducción del déficit público.

Hasta ahora, los activos europeos se han beneficiado de una combinación de factores cada vez más favorable: una economía más fuerte de lo esperado, la desinflación en curso y un BCE que ha tomado las riendas de la política monetaria. Tanto más cuanto que la proximidad de las elecciones estadounidenses está provocando una actitud de espera al otro lado del Atlántico. No obstante, los equipos de inversión de Edmond de Rothschild AM han optado por no sobreponderar los activos europeos, a la espera de que se aclare el inestable equilibrio político en Francia, con sus repercusiones para Europa.

Las elecciones presidenciales de Estados Unidos

Mientras que la reelección del presidente Joe Biden no tendría grandes repercusiones en los mercados de capitales, se espera que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca sí tenga implicaciones, según la firma. En primer lugar, sería negativo para los bonos soberanos de larga duración, debido a una política inflacionista que implica medidas enérgicas contra la inmigración y planes para deportar a 11 millones de inmigrantes indocumentados, así como nuevos impuestos a la importación y una política fiscal que no reduciría, «sino que aumentaría el importante déficit público del país».

Pero también será positivo para la renta variable, «sobre todo gracias al regreso de una política de desregulación y a los planes de renovar los recortes fiscales que había iniciado en 2016, incluida una posible rebaja del impuesto de sociedades». Sin embargo, en la firma recalcan que aunque es difícil evaluar la presión que se ejercería sobre los tipos a largo plazo, si las yields a largo plazo fueran a subir demasiado rápido, «tendría efectos adversos en los mercados de renta variable».

Política de inversiones del segundo semestre

Melman recordó que, hace un año, la economía planteaba muchos interrogantes, «ya que la desinflación seguía siendo tímida y en Estados Unidos se temía una recesión». Sin embargo, ahora admite que las dificultades políticas estaban bastante contenidas en ese momento. «Desde entonces, los problemas se han invertido. Aunque el entorno económico parece ahora bastante prometedor, se está viendo ensombrecido por los problemas políticos. La única constante ha sido el continuo deterioro del entorno geopolítico. Esto significa que puede haber cierta volatilidad, desencadenada por la agitación política francesa o por el posible regreso de Trump a la Casa Blanca. La buena noticia es que los mercados a veces pueden reaccionar de forma exagerada a las crisis políticas, y esto puede generar algunas oportunidades atractivas».

Por consiguiente, los equipos de inversión de Edmond de Rothschild AM se muestran confiados tanto en la renta variable como en la renta fija. En cuanto a esta última, consideran reducir nuestra exposición a los vencimientos largos, pero lo más tarde posible, para tener en cuenta las elecciones estadounidenses. De hecho, si la desaceleración económica se materializa rápidamente en Estados Unidos, «todos los mercados de renta fija se beneficiarían».

Dentro de los mercados de renta variable, aunque las principales decisiones geográficas (Estados Unidos frente a Europa) vendrán determinadas en gran medida por las cuestiones políticas antes mencionadas, los equipos de inversión tienen preferencia por Big Data y Salud, y por las compañías de pequeña capitalización europeas, que cotizan a valoraciones muy atractivas, teniendo en cuenta el entorno económico más favorable y la relajación monetaria que ya se ha iniciado.

En renta fija, Edmond de Rothschild AM sigue prefiriendo las estrategias de carry y la deuda híbrida (corporativa y financiera) y tiene previsto aumentar su exposición a la deuda emergente una vez que la señal de pivote de la Fed sea lo suficientemente fuerte.

Robeco lanza fondos de renta variable enfocados en obtener alfa en las compañías en transición hacia la sostenibilidad

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Robeco ha reforzado su apuesta por la inversión para la transición hacia la sostenibilidad con el lanzamiento de dos nuevas estrategias de renta variable. Estas estrategias buscan aprovechar el crecimiento potencial tanto financiero como sostenible asociado a la transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono. Según explica, la estrategia Emerging Markets Climate Transition Equities está orientada hacia la transición a una economía con bajas emisiones de carbono, alineada con los objetivos del Acuerdo de París. Por otro lado, la estrategia Transition Asian Equities también se centra en la transición climática, pero incorpora además otros objetivos medioambientales y sociales.

Se estima que serán necesarios 125 billones de dólares para transformar las economías emergentes en economías de cero emisiones netas para el año 2050. Dado que gran parte de esta transformación ocurrirá en Asia y otros mercados emergentes, Robeco ha enfocado sus estrategias en estas regiones. La inversión en transición no solo abarca tecnologías limpias como placas solares y parques eólicos, sino que también incluye financiación para empresas y sectores que actualmente no son ecológicos pero que tienen el potencial de serlo en el futuro.

Con más de 25 años de experiencia en investigación e inversión sostenibles, Robeco ha desarrollado marcos efectivos para evaluar la credibilidad de los itinerarios de transición de las empresas en las que invierte. Esto permite diferenciar a los líderes de los rezagados en el proceso de transición. Estudios de Robeco muestran que históricamente, los líderes de la transición han superado a los rezagados en mercados desarrollados y emergentes.

Lucian Peppelenbos, estratega de Clima y Biodiversidad en Robeco, subraya la importancia y las oportunidades que presenta la financiación de la transición. Según Peppelenbos, la combinación de la experiencia en renta variable y crédito de Robeco, su profundo conocimiento de los mercados emergentes y su historial en sostenibilidad son esenciales para impulsar con éxito las inversiones en transición. Los marcos prospectivos de Robeco permiten identificar y apoyar financieramente a las empresas que lideran la transición, promoviendo así un cambio positivo y asegurando que las empresas con mayores emisiones se conviertan en parte de la solución. Este enfoque, con el tiempo, genera valor y oportunidades de alfa generalizadas.