Escenario 2025: crecimiento resiliente, inflación persistente y una «ventana de oportunidad» que debería cerrarse pronto
| Por Romina López | 0 Comentarios

En un entorno incierto, resulta especialmente complicado anticipar los acontecimientos a corto plazo. Por eso, es particularmente importante contar con un escenario estructural sobre el régimen de crecimiento, el régimen de inflación y el régimen de tipos de interés. Porque en los mercados financieros puede haber períodos de anomalía (por ejemplo, expectativas excesivas de bajadas de tipos de interés de referencia), pero también hay inevitablemente fuerzas de tracción que en un momento dado vuelven al escenario estructural.
Mantenemos nuestro “marco de trabajo” fundamental: estamos en un mundo de transiciones económicas (transiciones geopolíticas/ambientales/digitales/demográficas) que alimentan un ciclo sostenible de inversión, aunque con períodos de “stop and go” (pausa/aceleración). Desde este punto de vista, 2024 fue una fase de pausa en el ciclo inversor vinculada a una situación de recesión en la industria global.
Pero, con el cambio de año, todas las “luces están en verde” para un reinicio gradual de la inversión: la necesidad de invertir es enorme, las condiciones de financiación vuelven a ser favorables, la rentabilidad de las empresas se ha recuperado en general, las compañías han reducido su deuda y, por último, el consumo es lo suficientemente resiliente como para que las empresas se sientan seguras acerca de las expectativas del mercado.
Y este ciclo de inversión conduce a 4 secuencias económicas:
1ª secuencia – provoca un nuevo equilibrio en los tipos de interés, ya sean tipos clave o tipos a largo plazo. De hecho, la inversión requiere recursos financieros. Y esta demanda de recursos financieros provoca un aumento del “precio de los recursos financieros”, es decir, del tipo de interés.
2ª secuencia – La reanudación de las inversiones también es favorable al empleo, porque inversión y empleo son complementarios. Si nos encontramos en un ciclo durable de inversión, esto significa que podemos prever un retorno al pleno empleo que apoye el consumo y promueva la resiliencia económica.
3ª secuencia – La inversión es simplemente la mejor noticia para la productividad, que se está convirtiendo en la fuerza impulsora del crecimiento en las economías que se enfrentan al envejecimiento demográfico.
4ª secuencia – Finalmente, la necesidad de inversión exige repensar el “software” de la deuda pública. Nos parece que la conclusión más importante del “Informe Draghi” es que las transiciones financieras no pueden realizarse sin el impulso público. Las transiciones implican financiar “bienes públicos” que benefician a todos y cuyo “retorno de la inversión” lleva mucho tiempo. Necesariamente tendremos que aceptar que la trayectoria de la deuda pública será ascendente durante un tiempo.
En resumen, mantenemos nuestro escenario, que podemos calificar de «reflacionista», compuesto por 3 puntos: 1) crecimiento resiliente, 2)/ inflación persistente y 3) en términos de política monetaria, una «ventana de oportunidad» para bajadas de tipos que debería cerrarse pronto.
Columna de Christophe Morel, economista jefe de Groupama AM