La Dra. Janet Yellen, en su discurso de Jackson Hole, no fue capaz de ofrecer ningún tipo de guía al mercado respecto al curso futuro de la tasa de referencia de la Fed. Aunque afirmó que ella cree que el caso para subir la tasa se ha fortalecido en los últimos meses, es decir su sesgo es al alza, subrayó que la decisión del Comité depende de los próximos datos, así como que la política monetaria no está en ningún curso prefijado. Esto es relevante ya que la próxima reunión de la Fed es tan pronto como el 21 de septiembre. En este contexto, el discurso confirma nuestra expectativa de que la Fed no se moverá en su próxima reunión.
En una nota previa, adelantamos nuestra tesis respecto a que el sesgo restrictivo de la Fed contra el del resto del mundo desarrollado pudiera estar impidiendo una recuperación más sólida de dicha economía, y que entre más rápido deje el sesgo de alza será mejor.
En ese orden de ideas, hemos recalcado la dificultad de un país desarrollado de subir tasas mientras el resto de los países desarrollados continúen relajando su política monetaria frente a las menores perspectivas de crecimiento económico global. Lo interesante es que la reacción inicial del mercado fue a favor de que no subirán tasas a pesar del sesgo restrictivo de la Dra. Yellen.
Es decir, el “forward guidance” (guía adelantada) de la Fed ha perdido credibilidad por su bajo poder predictivo de las acciones futuras de la Fed. La misma Yellen lo dijo en el discurso: “Nuestra habilidad para predecir cómo evolucionará la tasa de referencia en el tiempo es bastante limitada…“.
Columna de FINAMEX escrita por Guillermo Aboumrad