Pues sí, se puede perder dinero invirtiendo en renta fija e incluso en renta fija a corto plazo. Para aquéllos a quienes el tema les resultaba raro, viniendo del entorno anterior de bajada constante de tipos de interés, la situación actual de tipos a corto plazo negativos y unos rendimientos en la parte media y larga de la curva que empiezan a subir, se están traduciendo en pérdidas en casi todas las carteras de renta fija, incluidas las de emisiones privadas, históricamente el «refugio” de muchos gestores.
Estas son, por análisis de la volatilidad histórica, o variabilidad de rendimientos, las carteras donde invierten típicamente los clientes menos proclives al riesgo. Y el escenario actual está originando, naturalmente, un malestar entre una franja importante de los ahorradores, incluidos muchos institucionales como los fondos de pensiones.
Los que nos hemos decantado en la definición de estrategias y posterior gestión, por disponer de margen suficiente para proteger el capital en los momentos más complicados, no hemos destacado en estos últimos 6 años en Europa, ya que la tendencia ha sido de subida de los mercados, tanto de renta variable como de renta fija. Los clientes han sacado su vena más “pro-riesgo”, y en muchos casos donde no ha existido una buena definición de su perfil de riesgo y/o asesoramiento, han estado asumiendo un nivel de riesgo no percibido como tal, hasta que los mercados se dan la vuelta.
Cuando hago referencia a las estrategias de protección, en buena medida podríamos decir que estamos hablando de estrategias académicamente apellidadas de alternativas.
La verdad es que entre esas estrategias caben muchas tipologías bien distintas, como las que tienen que ver con activos menos líquidos, que exigen periodos de permanencia acordes a esa dificultad en generar liquidez en caso de necesidad, como el private equity o el inmobiliario, u otras con una elevada volatilidad.
Pero lo que quiero tratar aquí son las estrategias que buscan la protección del capital del inversor (reducción de riesgo) haciendo uso de activos líquidos, y entre éstas, aquéllas que no estén muy apalancadas, puesto que ese apalancamiento puede generar resultados igualmente “incómodos”.
Las llamadas estrategias tradicionales y con sello de UCITS (habilitadas para su comercialización al cliente no sofisticado) pueden hacer uso de herramientas que les permiten defender de forma importante situaciones de tendencias negativas. Para ello tienen simplemente que reconocer que hacen uso de dichos instrumentos, sin preocuparse con la posibilidad de “perderle la cara al índice” en caso de equivocarse en el momento de asumir esa protección.
Sabiendo todos que “resultados pasados no son garantía de resultados futuros” sin embargo el análisis de la evolución del fondo deja ver claramente si ese tipo de estrategias y/o instrumentos son utilizados o no, bastando para ello con mirar el comportamiento del mismo en periodos con tendencia bajista clara en los mercados, y mostrando así si efectivamente se ha protegido el capital.
La acogida en España de los productos de bajo riesgo siempre ha sido buena; acordémonos de los monetarios dinámicos, de los garantizados, de los famosos productos estructurados de capital garantizado… pero no así la de los “alternativos”, con estrategias de retorno absoluto, posiblemente por falta de interés por parte de las grandes gestoras (de los grandes bancos), a lo que se siguió una inmerecida cruz amén de las actividades fraudulentas del señor Maddoff.
En resumen, hay gestores que nos enfocamos en aplicar herramientas para plasmar de forma adecuada su percepción de riesgo de mercado al nivel de exposición de sus carteras, lejos de la tradicional exposición estática al noventa y tantos por ciento, invariable aunque el gestor haya podido anticipar un aumento de volatilidad en los mercados.
¿Sigue siendo esto gestión alternativa? Me atrevería a sugerir que, aquellas a que me refiero (UCITS), no deberían verse como hedge funds si no como una modernización de la gestión tradicional cuya principal preocupación se centra en proteger a los inversores de las caídas sin dejar a un lado la capacidad para acumular ganancias en mercados alcistas.
Tribuna de Ricardo Seixas, consejero delegado de Fidentiis Gestión.