Con el primer trimestre de 2014 cerrado, repasemos dónde estamos hoy respecto a lo que esperábamos a comienzos del año, cuando favorecíamos la renta variable de EE.UU. sobre otras bolsas. Nuestra visión sobre tipos de interés estaba basada en un sesgo hacia tasas más altas – no de forma dramática, aunque con un goteo a la baja en los precios de los bonos. Así, favorecíamos el crédito y los vencimientos cortos.
En renta variable norteamericana, nos gustaba el sector tecnológico, donde veíamos cierta exuberancia en los precios pero no una burbuja generalizada – algo que tras el reciente recorte sigue siendo cierto.
Mi razonamiento a principios de año era que los bajos costes laborales y energéticos se mantendrían, manteniendo la competitividad del sector manufacturero de EE.UU. En el terreno empresarial, veríamos más gasto en capex para reemplazar algunos de los activos que más están durando de la historia. En el lado de las familias, más trabajo en el sector manufacturero apoyaría un incremento en la demanda de automóviles y viviendas, ayudando a reavivar el sector de la construcción y la economía en general.
¿Qué pasó luego?
Llegó enero, con cifras débiles de consumo y las primeras nociones de que el mal tiempo era parcialmente culpable de estas cifras. Luego vino febrero, con más y peores tormentas de nieve, así como peores cifras macro sobre el consumo y el sector manufacturero. Aunque el mercado se iba preocupando cada vez más por la desaceleración en la creación de puestos de trabajo, y la reducción en el número de horas trabajadas, muchas –aunque no la mayoría- de las empresas del sector tecnológico alcanzaban valoraciones vertiginosas.
El sector privado continúa creciendo al 3,3-3,4%, y esto es lo que realmente importa para los inversores
¿Cómo se presenta el panorama en abril, según entramos en el segundo trimestre de 2014? Se están empezando a conocer los datos de marzo. El mercado laboral norteamericano continúa mejorando, con la creación de puestos de trabajo no agrícolas exhibiendo una modesta expansión que ha ido acompañada por revisiones al alza de las cifras de enero y febrero. Resulta más relevante que se ha producido un incremento en la semana laboral, un dato que me parece particularmente importante. Así, mientras el salario recibido por los trabajadores se mantiene estable, algo que favorece a las empresas, la combinación de más puestos de trabajo y más horas trabajadas cada semana por trabajador se traducirían en una mejora del consumo en el futuro.
¿Mi conclusión? Incluso tras la subida de casi el 30% del año pasado en el S&P 500 y las turbulencias que hemos vivido este año en el sector tecnológico y en los mercados en general, la historia de una expansión duradera en EE.UU. permanece intacta.
Lo que debe importarle al inversionista
Esperamos que el mercado de renta variable centre su atención en los fundamentales, y la temporada de resultados acaba de empezar. Los beneficios del S&P crecieron en el último trimestre de 2013, al igual que los márgenes. En base a un número más amplio de compañías, incluyendo tanto las que están en manos privadas como las cotizadas, el peso de los beneficios en el PIB –o bien, el porcentaje de la economía que se destina al capital- creció de nuevo el año pasado- a pesar de las numerosas predicciones que decían que tenía que revertir a la media. Esto es realmente importante porque no hemos visto una recesión en la que el porcentaje de los beneficios sobre el PIB aumente desde la Segunda Guerra Mundial.
En cuanto a las tasas de interés, dato relevante para todos los mercados financieros, tendremos la oportunidad de ver a la nueva presidenta de la Reserva Federal en acción. Janet Yellen parece seguir una política acomodaticia, a pesar de defender una postura por la que el banco central de EE.UU. eventualmente tendrá que dar un paso atrás y dejar que los mercados determinen el nivel adecuado de las tasas a largo plazo. Así, seguimos previendo un lento caminar hacia tipos largos y medios más altos, mientras los cortos estarán más contenidos, puesto que aparentemente Yellen no tiene ninguna intención de subir la tasa objetivo de los fed funds mientras no haya presiones inflacionistas en EE.UU.
Así, para recapitular, a pesar de todos los predicadores del desastre que han salido en las noticias durante el largo y duro invierno, parece que buena parte de la ralentización de la economía en el primer trimestre ha sido temporal. Incluso aunque ahora, durante los primeros días de la luminosa primavera hayamos asistido a un dramático recorte, creemos que el PIB real de EE.UU. seguirá creciendo a una tasa cercana al 2,25% -el mismo ritmo moderado que venimos teniendo a lo largo de todo este ciclo. Finalmente, quiero destacar que el sector privado continúa creciendo al 3,3-3,4%, y esto es lo que realmente importa para los inversores.
Puede acceder a la columna de opinión completa de James Swanson, estratga jefe de MFS Investment Management, a través de este link