El largo período de calma histórica en los mercados de renta variable se detuvo en 2018 a medida que la volatilidad resurgía en la mayoría de los mercados. Por ejemplo, después de registrar descensos diarios del 1% o más, sólo cuatro veces en 2017, el índice compuesto Standard & Poor’s 500 cayó más del 1% en 32 jornadas distintas y más del 3% cinco días. En general, las acciones mundiales disminuyeron por primera vez desde 2015, ya que el MSCI ACWI cayó un 9,4% en dólares estadounidenses.
Los inversores pueden esperar que la volatilidad continúe, ya que es probable que persistan las principales tendencias que impulsaron las turbulencias del año pasado. Entre ellas se encuentran la disputa comercial, la subida de los tipos de interés en Estados Unidos y los crecientes niveles de endeudamiento.
Con respecto al comercio mundial, a principios de enero los líderes de Estados Unidos y China iniciaron conversaciones para resolver la disputa en curso. Sin embargo, los inversores son conscientes de que el desacuerdo podría prolongarse a medida que los aranceles continúan interrumpiendo el flujo de mercancías entre Estados Unidos, China, Europa y otros socios comerciales.
Después de subir los tipos de interés cuatro veces en 2018, algo que ha contribuido a algunas de las turbulencias del mercado, la Reserva Federal de los EE.UU. ha indicado recientemente que podría detenerse o ralentizar las subidas de los tipos en 2019. Si bien esto puede ser alentador para los inversores que estaban nerviosos, la Reserva Federal sigue vendiendo activos para reducir su balance, lo que contribuye a restringir las condiciones monetarias. El endurecimiento de las condiciones, junto con la incertidumbre sobre cómo la Reserva Federal planea proceder, podría alimentar la volatilidad en el futuro.
Mientras tanto, gracias a los tipos históricamente bajos de los últimos años, los niveles de deuda han aumentado a medida que los organismos gubernamentales, los consumidores y las empresas se han aprovechado agresivamente de la deuda barata. A medida que aumentan los gastos financieros del pago de la deuda, es posible que los prestatarios tengan que limitar sus gastos.
Aunque la volatilidad puede ser alarmante, es parte del funcionamiento de los mercados. En tiempos de extremos de mercado, los inversores que sean capaces de mantener sus emociones serán bien recompensados. En lugar de tomar medidas precipitadas, asegúrese de que las carteras estén bien diversificadas para hacer frente a los altibajos del mercado.