Los inversores ahora parecen menos preocupados por la trayectoria de la economía China y su posible guerra comercial con Estados Unidos. Se espera ver un ligero repunte en el crecimiento global en el segundo trimestre, impulsado principalmente por los mercados desarrollados (el estadounidense en concreto) en lugar de las economías emergentes. Debido a factores como la subida del precio del petróleo, la inflación en Estados Unidos y los datos económicos, se prevé que la Fed continúe con la política de subida de tipos, mientras otros bancos centrales se mantienen impasibles frente al resentimiento de sus economías.
El dólar estadounidense ha experimentado una fuerte subida desde mediados de abril, impulsado por cuatro factores: a) la tasa de crecimiento de Estados Unidos que se desmarca del pesimismo reflejado en el resto del mundo; b) la forma en que la política monetaria de la Reserva Federal y la inflación estadounidense han divergido de otras regiones; c) la posición defensiva en la que se resguarda el dólar en un momento de incremento del riesgo; y d) la reversión del posicionamiento corto.
Un dólar más débil
Con cuatro subidas de tipos de interés y los datos positivos incluidos en las valoraciones, podría darse cierta consolidación a corto plazo en el dólar. Los principales catalizadores para que se hiciese efectivo serían signos de un decrecimiento en la zona euro, una moderación en los datos de Estados Unidos y una relajación ante el riesgo geopolítico. Si el dólar retrocediese, las exportaciones estadounidenses y los metales básicos deberían repuntar, junto con algunos mercados emergentes (especialmente Turquía, Argentina e Indonesia).
También lo debería hacer el oro, aunque en menor medida. Por el contrario, es probable que la renta variable de la zona euro y del Reino Unido tengan un rendimiento inferior. En tal caso, el petróleo, los break-evens y el crédito se verían menos beneficiados.
Movimientos de reducción de volumen sobre el petróleo
Dado el alcance de las sanciones de Estados Unidos a Irán, es probable que los esfuerzos de la UE para salvar el acuerdo nuclear fracasen. Las exportaciones de petróleo de Irán caerán drásticamente después de un repunte inicial antes de que las sanciones entren en vigor, pero los inversores esperan que no se retraiga por el momento. La OPEP podría compensar sus exportaciones perdidas, por lo que no habría demasiado riesgo en el suministro por el momento.
Neutralidad en la renta variable china e incertidumbre en Asia ex-China
Estados Unidos maximizó la presión sobre China antes de las negociaciones comerciales mantenidas, y ahora espera que el país asiático haga concesiones. Mientras defiende sus políticas estratégicas, China probablemente tratará de aliviar las tensiones cediendo terreno a la importación de bienes y energía estadounidenses, liberalizando su sector financiero y asegurando una mejor protección de la propiedad intelectual. Pero las negociaciones llevarán tiempo, por lo que la aplicación de algunos aranceles parece probable, y por tanto el riesgo comercial podría aumentar. Existe un sentimiento neutral respecto a la renta variable china gracias a la solidez de su economía, pero las preocupaciones comerciales probablemente afecten a la renta variable de Asia ex-China.
Desde Lyxor proponemos una serie de productos que pueden encajar según las condiciones actuales de los mercados:
Tribuna de Philippe Ferreira, director senior de Cross Asset Strategist en Lyxor Asset Management.