La “cartera permanente” es un concepto de asignación de activos introducido por Harry Browne en 1982. En el sitio web “Permanent Portfolio Family of Funds” se declara lo siguiente con respecto a esta estrategia que ha estado operando en formato de fondo mutuo durante alrededor de 20 años:
«Fundada en 1982, en una época de estancamiento del crecimiento económico e inflación desenfrenada, la “cartera permanente”tiene por objeto ofrecer una estructura sólida y un enfoque disciplinado en el marco de la asignación de activos. El fondo nació en un entorno en el que los inversionistas no sabían dónde invertir. Sin importar lo que hicieran, los inversionistas estaban perdiendo dinero. Harry Browne, uno de los fundadores del fondo afirmó: “Es fácil pensar que usted sabe lo que le depara el futuro, pero el futuro invariablemente contradice nuestras expectativas. Una y otra vez se nos demuestra que estamos equivocados cuando apostamos demasiado a nuestras expectativas. La incertidumbre es una realidad de la vida”. Nadie puede predecir el futuro con precisión.
La “cartera permanente”reconoce esta limitación y trata de invertir un “porcentaje objetivo” fijo de sus activos en 6 diferentes categorías de inversión “no correlacionadas” y cuidadosamente elegidas. Esta diversificación en un único fondo mutuo tiene por objeto mitigar el riesgo independientemente de la coyuntura económica».
El fondo mutuo “cartera permanente” se propone invertir en seis principales clases de activos de acuerdo con ponderaciones fijas (gráfico 1), pero las clases de activos en este gráfico dejan mucho “margen de maniobra,” por lo que realizamos un análisis factorial con el fin de determinar las exposiciones de las clases de activos desde julio 2010 a julio 2012 (gráfico 2).
El siguiente análisis factorial es producto de un análisis de regresión múltiple según el cual el rendimiento diario del fondo mutuo “cartera permanente” es objeto de una regresión a una canasta de factores de riesgo globales. Los factores del gráfico 2 fueron estadísticamente significativos para explicar el desempeño de la cartera en esos 3 años; se rechazaron los factores no significativos.
Se puede ver que el desempeño de la cartera permanente en esos 3 años se puede atribuir principalmente a los bonos estadounidenses (AGG), las acciones estadounidenses (VTI) y al oro (GLD). Cada uno de estos contribuyó a la rentabilidad en 20% aproximadamente. En total, los ocho factores juntos explican más del 90% de la rentabilidad de la cartera durante el período.
En diversas ocasiones, Browne indicó que una sencilla asignación equitativa a acciones, oro, letras del Tesoro y bonos del Tesoro probablemente alcanzaría los mismos objetivos que la cartera más compleja que se utiliza en su fondo mutuo. Empíricamente, estos cuatro activos han funcionado muy bien conjuntamente en las carteras por al menos una razón: las correlaciones por pares ex post a largo plazo entre los activos ha sido esencialmente cero durante los últimos 40 años, lo que significa que ofrecen un excelente potencial de diversificación a largo plazo.
Un gran obstáculo
Antes de investigar el desempeño de la cartera permanente, armemos el escenario echando un vistazo al desempeño de algunos de los enfoques más convencionales utilizando datos de rentabilidad total diaria desde 1970. Todas las carteras de activos múltiples se reequilibran trimestralmente.
Las carteras “Total del mercado de valores de EE.UU.” y “acciones/bonos del Tesoro al 60/40” han generado esencialmente los mismos rendimientos totales del 9,6% desde, pero la cartera 60/40 generó sus rendimientos con casi un 40% menos de volatilidad (10% vs. 17%) y menos reducción (30% vs. 53%).
La “cartera permanente” generó un rendimiento del 8,55% anual en el mismo período, lo que representa más del 1% anual menos que las acciones o que la cartera 60/40. Sin embargo, debido a las bajas correlaciones entre los activos, esta cartera presentaba un riesgo considerablemente inferior al 60/40. El promedio de la volatilidad ex post fue inferior al 7% frente al 10,4% para la 60/40, y la reducción máxima disminuyó casi a la mitad (18% vs. 30%).
La versión estándar de esta estrategia es bastante convincente en sí misma, y difícil de superar. Lamentablemente, el enfoque se enfrenta al mismo desafío que otros enfoques de asignación estática en el entorno actual: tasas de interés históricamente bajas y acciones y materias primas onerosas, lo que sugiere que, según este enfoque, los rendimientos podrían no ser tan sólidos en los próximos años.
Columna de opinión de ReSolve Asset Management