La definición de Iberoamérica en su vertiente geográfica recoge los países del continente americano donde se habla español y portugués. Se trata de una de las regiones lingüísticas y culturales más grandes del mundo, compuesta por diecinueve países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Esta región suma una población cercana a los 650 millones, poco menos de la mitad de la India o China, los dos países más poblados del mundo, pero casi el doble que EE.UU., y un 45% más que la Unión Europea. Uno de cada doce habitantes del planeta son iberoamericanos.
La edad media de la región rondaba los 30 años en 2020 y la esperanza de vida se estimaba en 75 años. Un 80% de sus habitantes residen en centros urbanos según el Banco Mundial, solo superada por Norteamérica y muy por delante de otros mercados emergentes. Iberoamérica alberga unos 85 centros urbanos con más de un millón de habitantes, una docena de ellos con más de 5 millones, y seis con más de 10 millones. Destacan las zonas metropolitanas de Ciudad de México y Sao Paolo, con 25 y 23 millones de habitantes, respectivamente. Un 70% de sus habitantes han terminado la educación secundaria según datos de CEPAL, el alto grado de urbanización ha sido un factor clave para ello.
Esta formidable masa crítica demográfica se traduce en un enorme mercado de consumo, con un tamaño de unos 4 billones de dólares en 2021. Según datos del Banco Mundial y Statista citados por la gestora brasileña Patria Investments, Brasil es el décimo mercado de consumo en el mundo y México el décimo quinto. El peso de Brasil es muy significativo, siendo uno de los principales consumidores mundiales de diversos productos: segundo de café y judías, tercero de pasta, cuarto de aguacates y cerdo, quinto de chocolates y teléfonos inteligentes, sexto de motocicletas, séptimo de coches, y décimo de refrescos.
Tres cuartas partes de la población iberoamericana tiene conexión a internet, y dos tercios utiliza dispositivos móviles, lo que ha hecho posible que surjan iniciativas de negocio de primer nivel. Un ejemplo es Mercado Libre, el gigante del comercio electrónico nacido en Argentina que cotiza en el índice Nasdaq con una capitalización de 80.000 millones de dólares, y que opera en todos los países de la región excepto Cuba. Otro caso es BEES, la plataforma “B2B” desarrollada por AB InBev, el mayor fabricante de cerveza del mundo y con una importante presencia en la región, que la escogió para el lanzamiento y perfeccionamiento de esta innovadora herramienta de negocio que ahora despliega por todo el mundo. BEES resuelve el problema de que muchos clientes son pequeños establecimientos informales, aprovechando que la mayoría de sus propietarios cuenta con un dispositivo móvil para gestionar pedidos. Un último ejemplo es PIX, el sistema de pagos peer-to-peer diseñado por el Banco Central de Brasil que, a mediados de 2023, poco menos de tres años desde su lanzamiento, tenía más de 140 millones de usuarios registrados, de los que 130 millones eran personas físicas.
Pero la demografía, un aspecto tan positivo de la región, no está exenta de retos. Uno de ellos es la ralentización del crecimiento de la población, cuyo crecimiento anual medio ha pasado de casi un 3% a mediados del siglo veinte a poco menos del 1% durante el último lustro. Las principales causas son la caída de la fecundidad, con una tasa de nacidos que ya se ubica por debajo del nivel de reemplazo, y un saldo migratorio neto negativo.
La migración intra regional también ha sido un enorme reto. Millones de desplazados se han sucedido en las últimas décadas consecuencia de conflictos armados, el crimen organizado y la pobreza. Desde las guerras civiles que azotaron El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua, y la narcoguerrilla en Colombia en los años 80 y 90, pasando por la incesante migración causada por la pobreza extrema de Haití, hasta la actual migración masiva desde Venezuela producto de la pobreza y la inseguridad, que ha desplazado a más de 6 millones de personas a otros países de la región. Estos movimientos migratorios desestabilizan a los países receptores, que carecen de las infraestructuras necesarias para gestionar la migración, y se ven superados por más pobreza, inseguridad, saturación de servicios públicos y conflictividad social.
Por otro lado, aunque poco menos de la mitad de la población pertenece a la clase media, y que esta métrica haya casi doblado en los últimos treinta años, se trata de la región más desigual del mundo, con un coeficiente Gini promedio de 0,5 aproximadamente. En este aspecto Iberoamérica compara negativamente incluso con el África Subsahariana, que siendo más pobre es menos desigual. La diferencia tan significativa entre los ingresos de pobres y ricos es una de las principales causas de la inseguridad.
En la mayoría de las elecciones que ha habido en la región desde 2009 ha perdido el partido que gobernaba. Parece que la tesis de un reconocido intelectual de la región, Moisés Naím, se están cumpliendo en Iberoamérica. Más población, que vive más y mejor, más educada, con mayor capacidad de consumo, más conectada, que se mueve con mayor facilidad, y aspira a una mayor prosperidad y libertad, siente que no se resuelven sus demandas y busca un cambio. Esto es esperanzador.
Tribuna elaborada por Alirio Sendrea, CFA, es presidente del Comité de Iberoamérica de CFA Society Spain.