Hacia finales de 2016, cuando los inversores contemplaban las perspectivas políticas y económicas para el año siguiente, la mayoría esperaba una transición suave en Estados Unidos a otro presidente demócrata, acompañado de un modesto crecimiento económico, mientras que en Europa, el Brexit señalaba una turbulencia económica en Reino Unido y una posible disrupción aún mayor de las elecciones en Austria, Países Bajos, Francia y Alemania. Como consecuencia, las asignaciones de capital favorecían fuertemente a Estados Unidos sobre Europa.
Seis meses más tarde, el mundo ha cambiado por completo. La entusiasta reacción del mercado a la victoria de Trump en las elecciones presidenciales se ha visto acompañada por un riesgo político significativamente mayor de lo esperado. Europa, por comparación, parece un oasis de calma y estabilidad. Aunque los economistas frenan sus previsiones para el crecimiento económico de Estados Unidos, las estimaciones para el crecimiento del PIB de Europa están aumentando. Los datos recientes han sido mejores de lo esperado en la eurozona, mientras que han decepcionado en EE.UU.
Sin embargo, este amplio consenso a favor de Europa debería inducir a los inversores a examinar su tesis de inversión, porque cuando algo es tan ampliamente seguido, mayor riesgo de inversión hay. Hay que recordar todas las posiciones largas en dólares al comienzo del año. El índice DXY está ahora un 0,5% por debajo del nivel del 8 de noviembre de 2016.
¿Cuáles son los pros y los contras de una asignación sobreponderada a la renta variable europea?
Mientras se evalúan los argumentos a favor de las acciones europeas, vale la pena recordar que muchos de ellos eran los mismos el año pasado y el año anterior, a pesar de que las acciones europeas mostraron un rendimiento inferior al de Estados Unidos. La diferencia actual se debe al sentimiento, que se ha vuelto a favor de Europa, y a los beneficios empresariales, que están aumentando más rápidamente en Europa.
Uno de los argumentos más convincentes a favor de la renta variable europea son las valoraciones, aunque se trata más de una base relativa que de una base absoluta. Sobre la base de las ganancias esperadas durante los próximos 12 meses, los precios de la renta variable estadounidense y europea están por encima de la media, ligeramente más en Estados Unidos que en Europa. En comparación con la media a largo plazo, la relación precio/beneficios del S&P 500 es un 26% superior, mientras que en Europa es sólo del 18%. Sin embargo, el múltiplo de Europa con respecto a Estados Unidos sigue estando por debajo de los niveles históricos, lo que sugiere que hay valor en las acciones europeas de gran capitalización.
Más importante que las valoraciones es la perspectiva de ganancias, donde nuevamente Europa ofrece mejores perspectivas que Estados Unidos. Por un lado esto no es sorprendente dado que las ganancias han sido decepcionantes. El argumento para acelerar el crecimiento de las ganancias en Europa se basa ahora en que los márgenes en Europa son relativamente bajos en comparación con los de Estados Unidos.
Aunque los beneficios en Europa finalmente han comenzado a recuperarse, los niveles esperados de rentabilidad siguen siendo muy inferiores a los alcanzados incluso en 2011 después de la crisis financiera mundial, y mucho menos los niveles máximos de 2007. En Estados Unidos, por contra, se pronostica que los márgenes excederán lo que se alcanzó entonces.
Son estos bajos márgenes los que siempre han argumentado a favor de las acciones europeas: los beneficios deberían crecer esencialmente porque todavía no lo han hecho. Pero fue en Estados Unidos donde el crecimiento de los beneficios sí se ha concretado. Lo que ha cambiado es que el potencial de crecimiento de los beneficios en Europa finalmente se está convirtiendo en realidad. Las ganancias para el primer trimestre de 2017 mostraron ganancias del 36% para los resultados en Europa, en comparación con el 15% en Estados Unidos.
La discusión hasta ahora se ha centrado en los valores de gran capitalización, pero las perspectivas para las acciones de pequeña capitalización también es más fuerte en Europa que en EE.UU. El desempeño de las small caps europeas se había quedado muy rezagado inicialmente con respecto a EE.UU. debido a que la esperanza de que se produjera una importante reducción de los impuestos para las pequeñas y medianas empresas estadounidenses impulsó las acciones allí. A medida que las perspectivas de una reforma tributaria se han desvanecido, los mercados han retrocedido.
Aunque la recuperación europea está ganando terreno, todavía hay riesgos en el horizonte, sobre todo relacionados con el endurecimiento de la política monetaria del BCE. A juzgar por la experiencia en Estados Unidos y Reino Unido cuando terminaron sus propios programas de flexibilización cuantitativa, el riesgo para Europa no es muy significativo. En ambos países, el crecimiento económico no se vió afectado por el final de las compras de bonos de los bancos centrales en 2012 y 2013.
Conclusión
Los inversores han estado esperando durante años a que las condiciones de valoración y márgenes relativamente bajos se traduzcan en retornos más altos para las acciones europeas con respecto a las estadounidenses. Finalmente, parece que está pasando mientras que las compañías comienzan a alcanzar un crecimiento significativo en sus beneficios. Los resultados de las elecciones celebradas en el Viejo Contienete hasta ahora han ayudado a aumentar la confianza de los inversores en las perspectivas políticas para Europa, y lo hacen además justo cuando las preocupaciones sobre la presidencia de Trump parecen estar creciendo.
Los fundamentales han favorecido durante mucho tiempo las acciones europeas y, sin embargo, el desempeño de esta clase de activos ha sido hasta hace poco decepcionante. Lo que ha cambiado es que los beneficios están aumentando y el sentimiento (por ahora) vuelve a ser positivo hacia la región.
Es probable que la recuperación de Europa vaya más allá de la de Estados Unidos, y las valoraciones de mercado sugieren que dado el crecimiento de las ganancias esperado, se puede comprar más barato en Europa que en Estados Unidos. El principal riesgo sigue siendo Italia. Puede ser un lugar encantador para ir de vacaciones, pero Italia es exactamente la razón de que los inversores no puedan darse el lujo de relajarse.
Daniel Morris es estratega senior de BNP Paribas Asset Management.