Ningún otro grupo en la tierra tiene tanto poder adquisitivo como los consumidores de Estados Unidos. Estimulados por nuevos recortes de impuestos, empleos abundantes y sueldos crecientes, los consumidores se sienten seguros y esa confianza se refleja en sus gastos. Si bien los patrones de gasto están cambiando, los desembolsos de los consumidores estadounidenses en restaurantes, bienes para el hogar, servicios, vacaciones y automóviles continúa creciendo. Estos gastos probablemente extenderán un ciclo económico ya largo de por sí.
Los trabajadores se están beneficiando del crecimiento de las exportaciones en Estados Unidos conforme los productores venden más bienes en el extranjero y expanden su mano de obra doméstica para hacer frente a la demanda. En particular, el sector tecnológico está creciendo y contratando, así como el sector turismo, que también prospera. Esto es parcialmente un reflejo de un crecimiento global sincronizado. Cuando comenzó el año 2018, China, Europa y Japón, y la mayoría de los países emergentes estaban reportando unos mejores números económicos, mientras que el dólar estadounidense se debilitaba algo, permitiendo a las empresas estadounidenses vender más bienes en el extranjero. Durante este periodo, el desempleo disminuyó en todas las categorías, y más gente regresó al mercado laboral, incluyendo personas mayores y que ya se habían retirado. Conforme las condiciones que sirven de apoyo al gasto del consumidor estadounidense se hicieron más y más fuertes, aumentando la inflación -el elemento que suele aparecer para arruinar la fiesta- ha sido notablemente ausente en este ciclo.
A medida que completamos el noveno año del segundo ciclo económico más largo desde la Segunda Guerra Mundial, merece la pena señalar que, en los ciclos anteriores, el aumento de los precios de los bienes y servicios afectaron a los consumidores reduciendo sus ingresos reales. En un contexto de inflación al alza, la Reserva Federal de Estados Unidos (la Fed), ha aumentado las tasas de interés para desacelerar la economía y volver a controlar la inflación. En la mayoría de los casos, se ha endurecido demasiado la política monetaria, desencadenando una recesión y finalizando el ciclo. Tengan esto en cuenta ahora, conforme la Fed ha señalado que espera seguir endureciendo su política monetaria -aunque el impulso de la inflación sea leve- hasta finales de 2019.
Las nubes en el horizonte
Mientras que la mayoría de los cielos se muestran en su mayoría soleados, algunas nubes proyectan sombras en el paisaje global. El telón de fondo del mundo se oscureció un poco en el segundo trimestre de 2018. Los datos económicos ahora muestran que el rápido crecimiento de China, la Euro Zona y Japón de 2017 y principios de 2018 ha dado paso a una desaceleración, que Estados Unidos, por ahora, ha evitado.
La caída de la liquidez global, unos mayores y más competitivos rendimientos en los bonos y el incremento del endeudamiento global están arrojando sombras, pero en mi opinión, estas aumentarán aún más en 2019, con un 2018 que permanecerá en gran parte soleado.
En medio de las crecientes señales que la economía de Estados Unidos ha conseguido eludir la desaceleración global, me siento temporalmente optimista con respecto a las acciones estadounidenses, y algo menos entusiasmado con las acciones europeas y japonesas. Muchas empresas con foco en Estados Unidos en los índices de pequeña y mediana capitalización se están beneficiando de un repunte en el gasto del consumidor y de unas menores tasas corporativas. También me siento alentado por la caída en los ratios P/E adelantados, gracias al aumento de las utilidades en lo que va de año. Por el contrario, creo que es mejor reducir la exposición bursátil a Europa y Japón, donde los consumidores y los productores se enfrentan a una desaceleración.
La desaceleración en el extranjero, combinada con un reciente repunte en el dólar, es preocupante. Un dólar más fuerte probablemente afectará las ganancias de las grandes empresas compañías multinacionales, que representan alrededor de un 40% del S&P 500. Sin embargo, las empresas de un tamaño medio en los índices, está más enfocada en Estados Unidos y debería beneficiarse de una menor inflación y de menores, pero crecientes, tasas de interés.
En la segunda mitad del año, creo que un incremento en los salarios reducirá los márgenes de ganancia y unas suaves presiones inflacionistas comenzarán a desarrollarse. Así, espero leves incrementos en el rendimiento de los bonos de menor duración de Estados Unidos, pero veo una reciente debilidad en los mercados de grado de inversión, como un punto de entrada para los inversores que mantienen posiciones en efectivo.
Creo que esta desaceleración en el crecimiento fuera de Estados Unidos debería atenuar el reciente incremento en los precios del crudo y del gas, así como disminuir los precios de los metales y otros bienes intermedios, moderando el repunte de la inflación que está ahora en camino. A mi modo de ver, los tipos de interés a corto aumentarán por un tiempo, antes de volver a caer.
Patrones estacionales a tener en cuenta
Mientras es poco aconsejable enfocarse en el timing de los mercados de acciones o de bonos, los inversores deberían ser conscientes de que los patrones estacionales podrían entrar en juego este verano. Los mercados suelen tender a ir a la deriva en los meses del verano en el hemisferio norte, y con anterioridad a las elecciones de medio término estadounidenses, frecuentemente han disminuido. Y, a menudo, han recuperado lo perdido en los dos últimos meses del año1.
Mientras que los fundamentales en Estados Unidos son ahora de lo mejor que mucha gente ha visto a lo largo de su vida, recuerden que los ciclos económicos no duran para siempre. Los mercados ya están caros hoy en día en relación a su historia, por lo que se justifica un enfoque prudente. Pero si eres un consumidor estadounidense, disfruta del momento, porque el sol brilla intensamente.
Columna de James Swanson, gestor de carteras y estratega jefe de MFS Investment Management
1Mid-Term Election Handbook, Ned Davis Research Group, 1 de marzo, 2018.