La teoría básica de diversificación de portafolios de inversión se resume en “no pongas todos tus huevos en la misma canasta”, significando con esto que no inviertas todo tu dinero en el mismo tipo de activo o en activos que se parecen mucho entre sí. Sin embargo, las teorías más recientes de planificación financiera indican que debes evaluar también, en esta diversificación, cómo están tus activos intangibles, es decir, aquellos que no tienen un valor monetario.
Un ejemplo nos aclara mucho más fácil lo que quiero decir: todos recordamos el caso de Enron en el año 2000, y cómo luego, de una serie de maniobras contables, la compañía finalmente no aguantó más y se fue al cierre. Lo más triste del caso de Enron es que muchos de sus trabajadores fondeaban sus pensiones con base en acciones de la misma compañía, lo que llevó a que, una vez quebró la compañía, perdieron su empleo y perdieron su ahorro de pensión.
Este ejemplo, que es el más dramático posible que encontré que ronda en el imaginario general, demuestra que muchas veces personas asociadas a ciertos sectores ponen su talento laboral y su riqueza financiera en el mismo tipo de inversión, y en los ciclos malos, se afectan por igual e incluso, llevan a pérdidas mucho más grandes que la simple pérdida financiera.
Hace unas semanas hablamos del capital humano, y volvemos a retomar el tema. El capital humano son todos tus ingresos futuros traídos a valor presente, y es claro que en la medida que el tiempo va pasando, el capital humano va disminuyendo. Para contrarrestar esa caída, durante todo el tiempo productivo de una persona, se va ahorrando y acumulando riqueza financiera.
Pero el caso de Enron nos muestra que a muchos trabajadores dicho evento los tomó con un riesgo duplicado. Los trabajadores mayores, cerca de la edad de pensión, tuvieron una afectación mayor, pues estaban invirtiendo su riqueza financiera de una forma altamente agresiva, cuando la lógica indica que ya debe empezar a invertirse de forma muy conservadora. Esto no es simple explicación de libro de texto, es de lógica de la vida: los jóvenes tienen el 100% de sus activos divididos en una alta proporción de capital humano y baja riqueza financiera; y en la medida en que su capacidad de generar ingresos futuros es alta, pueden exponer su riqueza financiera en activos agresivos; en términos sencillos, no ven afectado su gran activo en un momento malo particular. Con las personas mayores, es lo contrario, por lo cual el gran activo que deben proteger (la riqueza financiera), debe ser invertida conservadoramente.
Muchos casos pueden ilustrar este tema, pero siempre se encontrará uno con clientes que expresan que ellos invierten en acciones de determinado sector porque trabajan en ese sector y lo conocen a la perfección; o que compran acciones de la compañía en la que trabajan porque, al estar dentro de ella, pueden darse cuenta de lo que está sucediendo y, si es el caso, pueden venderlas. Que yo sepa, los trabajadores de Enron estaban dentro de la propia compañía, y nunca se dieron cuenta de lo que pasaba.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la visión de Old Mutual sobre los temas tratados.
Opinión de Manuel García Ospina, gerente de la Escuela de Planeación financiera y comercial de Old Mutual.