Estamos tan solo a unas horas de otras elecciones en Estados Unidos y se está creando un revuelo enorme entorno al ganador. Como sabéis, últimamente las bolsas ya no anticipan nada, solo reaccionan y la triste realidad es que da igual quien gane.
Si gana Trump va a ser un drama en toda regla sobre todo a corto plazo, las bolsas y el dólar se desplomarán. Algo tipo lo que pasó con el Brexit. Luego deberíamos volver a recuperar el terreno perdido para llegar al mismo punto.
Si gana Clinton, será una gran noticia y los mercados lo celebrarán con subidas. Luego se darán cuenta que es una mala gestora y casi seguro sin control en las dos cámaras, algo letal para el mercado. Volveremos al mismo punto.
Desde hace pocas semanas, vuelve a haber mucha correlación entre renta fija y renta variable, bajan a la vez. Esto es mala señal y no nos gusta. Tampoco podemos olvidar las fuertes caídas con las que empezó este año 2016.
Llevamos dos años con la bolsa americana estancada, esperando buenas noticias macroeconómicas y resultados mejores en los beneficios de las compañías para romper los máximos históricos. Pero las buenas noticias no acaban de llegar.
Si gana Trump o Clinton, creemos que la economía va a seguir igual y por lo tanto, nuestra modesta opinión sobre los mercados a medio plazo no cambia. Desde octubre del 2013, nuestras recomendaciones siempre han tenido un “bias” de fondo: “Low growth, low inflation”, que sigue intacto. Seguimos recomendando tener un sesgo conservador ante el actual mercado.
Si no hay novedades, el año acabará con más pena que gloria. Sólo los bonos a largo plazo habrán dado cierta alegría a los que han ido en contra de la corriente.
Columna de David Levy, fundador de la EAFI DiverInvest.