Teniendo en cuenta el flujo de información que llega desde los países asiáticos y latinoamericanos, ha llegado el momento de que los inversores en renta fija emergente tomen en consideración las emisiones de algunos países que no forman parte de los índices, y que ofrecen oportunidades que continuamente pasan desapercibidas.
Hay tres razones para considerar algunos países africanos muy seleccionados en 2019, en particular Senegal y Costa de Marfil:
1. Perspectivas económicas sólidas. Había mucha preocupación sobre el endeudamiento del África subsahariana, aunque, en cualquier caso, la deuda de Senegal no es tan alta. Por el contrario, en estos momentos está instalada en una tendencia descendente. Costa de Marfil ha mantenido durante los últimos 10 años un porcentaje constante de deuda sobre el PIB del 40%. Además, cuando hablamos de Senegal, nos referimos a una democracia que funciona bien. Costa de Marfil también podría serlo, aunque en este caso habría que esperar. Ambos países son unas economías relativamente bien diversificadas y muestran una tendencia de crédito positiva. Incluso han recibido mejoras de rating en los últimos cinco años. Tras el descubrimiento de una cantidad sustancial de reservas de petróleo, Senegal podría convertirse en un productor importante a partir de 2023. Podría producir 140.000 barriles al día, lo que es una gran cantidad para un país tan pequeño. Esto podría ser un catalizador muy positivo para Senegal.
2. Acceso al mercado y valoraciones atractivas para la renta fija. En 2018, los países africanos aumentaron sus emisiones en euros, abriendo una nueva fuente de bonos en el continente. Este atractivo mercado frontera es más barato que el denominado en dólares y uno de los que nos gustan.
3. Previsiones políticas interesantes: En 2019, la mayor noticia del continente serán las elecciones generales en Sudáfrica (en mayo) y las presidenciales de Nigeria (febrero). Los dos países son, con mucho, los líderes por tamaño de sus economías, pero quizás es más importante que lo son en la configuración de los patrones políticos y económicos en el espacio subsahariano. Ambas elecciones serán difíciles de predecir y, potencialmente, tendrán mucho impacto para sus países. En Sudáfrica, ha habido un cambio de era después de que el presidente Zuma fuese reemplazado a finales de 2017 por Cyril Ramaphosa, más del gusto del mercado. Los comicios, en estos momentos, son cruciales para él, ya que tendrá que consolidar su poder con el voto del pueblo si quiere deshacerse de los restos del gobierno de Zuma (es decir, sus compinches) y ser capaz, así, de continuar con la difícil reforma de la economía. En Nigeria, el presidente Buhari será desafiado por la oposición a causa de una situación de seguridad aún difícil y un entorno macro inestable.
Creemos que el continente africano sigue siendo una zona inexplorada con propuestas de valor decente que a menudo están menos correlacionadas con los mercados globales.
Tribuna de Luc D’hooge, director de renta fija emergente de Vontobel Asset Management