Los tipos de interés de la deuda pública estadounidense a diez años, que se mueven actualmente en torno al 2,2%, se sitúan en estos momentos en niveles muy bajos. Aunque las previsiones se han revisado a la baja, siguen apuntando actualmente a un interés mucho más elevado a finales de año (2,75%). Por ello, tras una nueva fase de caída de los rendimientos a comienzos de junio ante la decepción provocada por el último informe de empleo de Estados Unidos, en Mirabaud Asset Management recomendamos vender deuda pública estadounidense a 10 años y hemos destinado la liquidez al segmento de 3-5 años.
Somos unos firmes convencidos de que la normalización de la renta fija estadounidense va a continuar cuando el mercado se ajuste a las alzas de tipos previstas por la Reserva Federal y a la reducción del tamaño de su balance. Además, contamos con que la caída de la tasa de subempleo hasta el 8,4% que se produjo el pasado mes de mayo -frente a un nivel de equilibrio del 8%- y la subida, aunque leve, de los salarios desde 2015 posibilitarán la continuación de la tendencia alcista.
En Europa, los tipos de interés siguen siendo demasiado bajos atendiendo a los niveles de inflación observados y se mantienen así debido al programa de compra de activos del BCE. Sin embargo, descartamos nuevos descensos de los rendimientos debido a la aceleración del crecimiento. Los países de la periferia del euro presentan unos rendimientos más atractivos. Los diferenciales de tipos de interés frente a los bonos de alta calidad crediticia ofrecen un carry más interesante y la reducción de las incertidumbres en Europa podría provocar compresiones. En este contexto, mantenemos nuestra preferencia por el mercado de deuda corporativa. Barajamos la posibilidad de que se produzca una reducción de los diferenciales de tipos de interés pero, en nuestra opinión, a los niveles actuales, sería limitada.
Con respecto a las divisas, el vuelco que sufrieron las perspectivas de los inversores en relación con las políticas monetarias de los bancos centrales y las incertidumbres políticas de las dos zonas monetarias -que se invirtieron durante el mes de mayo-, provocaron una revalorización del euro de más de tres puntos porcentuales frente a un dólar que ha acusado los retrasos sufridos por la reforma fiscal y la falta de estímulos presupuestarios, así como la inestabilidad que rodea a la nueva administración.
Sin embargo, la caída del dólar ha sido demasiado rápida y los diferenciales de tipos de interés entre Estados Unidos y Alemania —muy correlacionados con el cruce de divisas— indican un nivel de 1,08 dólares por euro. Además, el escenario que barajamos en Mirabaud para los bancos centrales, que contrasta con el movimiento observado recientemente, debería provocar una revalorización del dólar a corto plazo. Por ello, aunque esperamos una corrección a corto plazo, mantenemos una posición neutral en el tipo de cambio euro-dólar en el plano táctico.
Seguimos convencidos de que la renta fija debe tener una importante posición en las carteras, pero a través de productos que sean capaces de adaptarse rápidamente a los vaivenes del mercado, como es nuestro fondo de renta fija flexible, Mirabaud Global Strategic Bond, capaz de obtener una rentabilidad atractiva en cualquier entorno de mercado.
Raimundo Martín es director general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica.