El mensaje tras la reunión de la Fed de la semana pasada ha sido mixto. A corto plazo, la institución ha tomado una postura ligeramente agresiva, por lo que la mayoría de los participantes del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) aún espera otra subida de tipos este año.
Pero por otro lado, las proyecciones de crecimiento y desempleo, así como la actitud relativamente relajada de Yellen sobre la reciente debilidad de la inflación subyacente, enviaron un mensaje diferente: la posibilidad de no volver a subir tipos este año es alta.
Si bien creo que esto hace que una subida en diciembre sea más bien probable, todavía no es un hecho: una nueva desaceleración de la inflación subyacente o quizás una corrección del mercado debido a algún shock impediría que suceda.
Velocidad y nivel final
Por supuesto, lo que más importa a los mercados es la velocidad del ajuste y el nivel final de los tipos. A este respecto, el mensaje a más largo plazo de la Fed ha sido más suave, con un recorrido de tipos después de 2018 menos escarpado que apunta a un tipo neutral más bajo. Y Yellen también señaló que los riesgos del camino se encuentran sesgados a la baja.
En general, mientras que el comienzo de la reducción del balance en octubre y la subida de tipos proyectada para este año muestran la confianza actual de la Fed en la economía, los participantes del FOMC siguen manteniendo la cautela a largo plazo.
Por supuesto, la próxima reorganización dentro del Comité, así como las posibles medidas de política fiscal de la administración Trump, se suman a la incertidumbre general sobre la política de la Fed más allá de 2017. Es por eso que los mercados permanecen en el modo de “esperar y ver” por ahora».
Anna Stupnytska es la economista global de Fidelity internacional.