Suele suceder que los inversionistas tienden a invertir en empresas, sectores o negocios que creen conocer muy bien. Esto lleva, por ejemplo, a que empleados de compañías petroleras inviertan en petróleo o en acciones de otras empresas similares o, peor aún, en acciones de su propia empresa; pues creen tener un conocimiento mucho mayor que el resto de los mortales y que pueden reaccionar mucho más rápido (casi que inmediatamente) frente a alguna información adversa que pueda suceder. Grave error y una equivocación garrafal.
Tomemos el caso de Enron, que es una historia muy conocida: sus propios empleados, “conocedores” de la compañía, del sector y del mercado, invirtieron sus fondos pensionales en acciones de la propia empresa. El desenlace ya es ampliamente conocido: perdieron su trabajo, perdieron sus ingresos, perdieron sus pensiones.
En la investigación de los mercados financieros hay una cosa que es clave: el mayor riesgo que usted puede tener es cuando invierte en algo similar a lo que a usted le está generando sus ingresos. Tomemos el caso del petróleo: si por alguna razón el petróleo bajara a 5 dólares por barril, usted probablemente verá ampliamente comprometido su puesto de trabajo y, con seguridad, observará una disminución en su portafolio de inversión.
Sin embargo, lo anterior sucede por un tema específico ampliamente estudiado por la sicología: usted empieza a tomar una confianza que, muchas veces, no se da cuenta de que está empezando a hacer mella en su capacidad de razonamiento. Un ejemplo clásico es el de los accidentes de motociclistas, pues las cifras han demostrado que la mayoría de los accidentes no le ocurren a los que apenas comenzaron a montar en motocicleta, sino que les ocurren a los motociclistas más experimentados. La razón es que la confianza que han ganado los lleva a cometer maniobras más audaces, que terminan en el accidente.
Por eso la recomendación que generalmente se le brinda a los inversionistas que creen que conocen a profundidad el sector o la empresa, y que creen contar con información mayor a la de cualquier otro inversionista que no está en su sector, es que diversifiquen en la medida de las posibilidades en acciones que no tengan nada que ver con lo que usted conoce. Ésta es la verdadera forma de evitar perder todo al mismo tiempo.
Columna de Manuel García Ospina. Las opiniones expresadas se emiten de manera individual y no representan la posición de Old Mutual sobre los temas tratados