¿En dónde radica la importancia de alguien que te ayude a ordenar tus finanzas? Es una pregunta que muchas personas se hacen, pues quisieran evitar el “intermediario” para dedicarse ellas mismas a mirar su situación de ingresos y gastos, posibilidades de ahorro, inversiones, etc. No pocos clientes piensan que el mayor problema desde el punto de vista financiero es donde invertir, pues entre mayor rentabilidad, todo lo demás viene por añadidura.
Y no solo sucede con el público del común. Realmente parece mucho más sofisticado aquella persona que te habla de lo que va a pasar con el precio de una determinada acción, en vez de una persona que te diga cuáles son los caminos financieros personales que tienes que tomar. Pero esto resume muy bien la razón por la cual la mayoría creemos que hacerle caso al que aparece en televisión es suficiente para cuadrar mis finanzas…lo que no es cierto ni de lejos.
Sin embargo, lo que pocas personas entienden es que en la vida existen muchas situaciones posibles, que requieren del apoyo de alguien que te guíe en caminos que no siempre son los más bienaventurados. Pensemos, por ejemplo, en un divorcio: sabes cuáles son los gastos de un proceso de este tipo; sabes cuáles son los impuestos que se generan; has pensado en que los ingresos se van a reducir a la mitad pero que, probablemente, los gastos van a seguir siendo casi similares a los que tenías? En fin, estarías preparado financieramente para un divorcio?
Si la respuesta a alguna de las anteriores preguntas fue un rotundo no, necesitas ayuda profesional; sentarte con alguien que te muestre cómo si llega una situación como esta, puedes estar más tranquilo; cómo afrontar el antes, el durante y el después; y cómo puedes salir, financieramente hablando, menos lesionado de todo este tema.
Esto es particularmente cierto con situaciones que son complicadas o dolorosas, en la misma categoría está, por ejemplo, la pérdida de un ser querido. En este caso, muchas veces, surgen complicaciones financieras que, por la misma situación que se está experimentando, quedan relegadas a un último lugar. Si de antemano se tiene un plan estructurado, el impacto es menor.
Estos dos casos puntuales muestran la necesidad de contar con la ayuda necesaria para analizar cada situación financiera y estructurar un plan correspondiente. Así que si no tiene estos planes aún, es mejor que se siente a hacerlos ya mismo.
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