Después de un 2018 mediocre, 2019 resultó ser una buena cosecha para todos los tipos de activos. Los bancos centrales fueron clave para impulsar la reversión de la debilidad a finales de 2018 proporcionando a principios de año liquidez adicional a los mercados y recortando un poco más los tipos de interés.
El 2020 comienza de una forma muy distinta. Una posible desaceleración en Estados Unidos y a nivel global no parece estar tan presente en la mente de los inversores como lo estaba a finales de 2018. Todo lo contrario: los bancos centrales no podrán volver a hacer su magia y las valoraciones ya no son tan atractivas como hace un año. Por lo tanto, una mejora en estas valoraciones necesitaría un contexto económico fuerte para justificarse.
Finalmente, parece que las evaluaciones de muchas clases de activos están cumpliendo con las mejoras reflejadas en las perspectivas económicas para 2020. Sin embargo, esto pone el foco sobre los tipos: en coherencia, deberían subir, al menos moderadamente, en un contexto económico y de inflación mejorado. Aunque los bancos centrales, especialmente el BCE, seguirán estando presentes para garantizar que no suban demasiado, unos tipos más altos podrían tener impacto en el rendimiento de algunos mercados de renta fija, especialmente el investment grade o el grado de inversión BB.
Aunque se ha logrado cierto descenso de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China con la firma del acuerdo “Fase 1’” sin duda, este no es el final de la historia y EE.UU. podría recurrir a Europa con un incremento de los aranceles. Además, un nuevo riesgo emergerá en algún momento durante este año: las elecciones presidenciales de Estados Unidos con grandes posibilidades de que Trump se enfrente a un duro y disruptivo competidor de izquierdas.
En pocas palabras, nos enfrentamos a un 2020 binario: por un lado, una situación económica mejorada y sin sorpresas (geo)políticas que podría forzar a los inversores a tomar más riesgos. Todo ello en un contexto en el que los tipos a corto plazo en Europa siguen siendo negativos y, por lo tanto, no es una opción para muchos actores. Por otra parte, este podría ser un año de baja rentabilidad, aunque positiva, dirigida por el ‘carry’ de cupones en renta fija y el crédito, a través de la selección de bonos high yield. Al mismo tiempo, se evitarían los sectores sensibles a los tipos.
Por el contrario, como los diferenciales de crédito ya están bastante comprimidos, no hay mucho margen de error para enfrentar un crecimiento decepcionante del PIB mundial o choques externos, y el ‘carry’ por sí solo no salvaría el rendimiento.
Finalmente, Tikehau considera que la selección de crédito todavía sigue siendo clave en esta última parte del ciclo crediticio. Las ventajas financieras del endeudamiento han tendido al alza en los últimos años y los bajos tipos no pueden salvar a las empresas muy apalancadas ni a los modelos de negocio con puntos débiles, como ya se vio en 2019 con Thomas Cook, Rallye y Naviera Armas.
Creemos que la dispersión del crédito (algunas empresas se enfrentan a dificultades operativas o financieras mientras que a sus competidores les va bien) se mantendrá en 2020. Más que nunca y con menos potencial de rendimiento que en 2019, el juego en los mercados de renta fija estará dirigido a evitar las minas de crédito. En este sentido, con 14 analistas de crédito dedicados a seguir de cerca nuestras carteras, nos esforzamos por minimizar el incumplimiento e identificar las mejores oportunidades de crédito.
Por todos estos motivos, 2020 no será tranquilo y comienza con cierta incertidumbre. Durante todo el año, los inversores se preguntarán si deben asignarle duración al crédito o a los tipos sensibles, y si deben jugar a la defensiva o exprimir hasta la última gota de este ciclo. También se plantearán si eligen el bono de Día a vencimiento 2023 o la emisión de Iberdrola a 2023.
Si bien 2019 fue un año solo para estrategias a largo plazo, 2020 debería favorecer las exposiciones flexibles y ágiles. Esto es lo que pretendemos hacer desde Tikehau con nuestro fondo de crédito flexible, Tikehau Credit Plus. Queremos capitalizar el buen comienzo de este año impulsado por inversores sub-expuestos, intentar obtener beneficios cuando todo el mundo está en este tren de inversión y comprar en las caídas mientras la probabilidad de una recesión siga siendo baja.
Tribuna de Jean Marc Delfieux, director de inversiones de renta fija en Tikehau Capital