La pandemia de Covid-19 causó una ralentización en muchas de las grandes economías e incrementó la volatilidad en los mercados globales de capital, obligando a gobiernos de todo el mundo a implementar una serie de medidas de estímulo que han incluido billones de dólares en ayuda financiera a individuos y negocios, así como la aplicación de tipos de interés en mínimos históricos para revivir el gasto y la inversión.
Esta superabundancia de liquidez en respuesta al Covid ha tenido una gran influencia sobre la renta fija global, con los mercados asiáticos de crédito recibiendo en muchos casos el mismo impacto que en otras regiones, al experimentar un estrechamiento de los diferenciales y la caída de los costes de financiación que les ayudó a esquivar lo que podría haber sido una oleada de defaults.
Aunque ese escenario ha sido bueno para los nombres con grado de inversión que están rebajando su coste medio de financiación, algunas compañías están esperando al momento oportuno para pedir un balón de oxígeno que no va a durar siempre. La mayor preocupación en torno a esta dinámica es una potencial reversión de los flujos y de las variables económicas en los próximos doce meses, particularmente de la inflación. La presión sobre los tipos ‘core’, unas curvas más inclinadas y una tasa de crecimiento más elevada hace que los diferenciales estrechos no sean atractivos, por no mencionar el hecho de que la diferencia entre la rentabilidad de los dividendos respecto a la de los bonos es la más amplia de la historia.
Con este contexto, es probable que los inversores se mantengan muy selectivos, acumulando más efectivo e implicándose en oportunidades allí donde haya valor y buena beta de mercado.
Oportunidades
Aunque parezca difícil encontrar muchas opciones en crédito corporativo high yield de Asia- Pacífico, podría haber mucho potencial alcista en nombres menos conocidos si los inversores tienen capacidad de discernir y comprender los modelos de negocio. Es clave centrarse en los flujos de caja, en la cobertura y en modelos de gasto flexible que aseguren que la compañía pueda afrontar tiempos difíciles. Hay valor en nombres de la región que están vinculados al ciclo global de materias primas porque esos riesgos se alinean típicamente con precios más altos de las commodites y con la demanda de bienes. Puede ser el caso, por ejemplo, de un operador de puertos que tenga contratos de compra obligatoria.
Para aquellos inversores que se sientan cómodos con nombres, bonos soberanos y con la geopolítica, compensa asumir el riesgo. La deuda local de Indonesia es un ejemplo, al tener el país un déficit fiscal modesto y a la baja, reservas al alza, acuerdos de comercio mejorados y una de las curvas más inclinadas de los mercados emergentes.
Al analizar diferentes industrias, observamos que el sector de tecnología sigue estando cómodo, al contar con grandes posiciones de caja. El bajo endeudamiento y los impresionantes colchones de acciones benefician a los fabricantes de semiconductores de Taiwán y Corea del Sur y a las compañías de ecommerce y redes sociales de China. Puede que los rendimientos de algunos de estos nombres no sean geniales, pero los inversores no deben esperar una compensación muy grande por invertir en nombres de tanta calidad en este sector.
El escenario para el sector financiero es más complicado de interpretar, porque los préstamos morosos (NPLs) se han refrenado gracias a las medidas gubernamentales para apoyar a las economías de la región. Es un elefante en la sala, que vuelve difícil determinar cuánto puede reducirse esta situación y cómo de buena será la cobertura de deuda una vez que se retiren las ayudas. En este sector, aquellas entidades más cercanas a PYMES y compañías estatales pueden hacerlo mejor que las más expuestas al retail.
También será interesante vigilar las compañías del sector del juego en Macao, a medida que evolucionen las discusiones en torno a la renovación de concesiones en 2022. Este año también podríamos ver un rebote del tráfico peatonal y un posible incremento en el marco regulatorio, incluyendo un tratamiento fiscal menos generoso sobre el capex o distinciones entre entidades offshore y onshore. El mercado no está hacienda diferencias entre estos puntos, pero esas concesiones son un balón de oxígeno y pueden determinar el éxito de una compañía en los próximos 20 años.
Retornos más elevados en China
El mayor impacto de los estímulos gubernamentales recientes en Asia y el resto del mundo ha sido sobre el sector financiero. Los esquemas de crédito, los diferimientos de intereses y otras medidas han proporcionado un salvavidas a los prestatarios, lo que a su vez ha impulsado a los bancos. Esto tendrá que cambiar de aquí en adelante, y los bancos privados que puedan no ver capitalización del gobierno probablemente sean los más impactados, mientras que los acreedores del sector público pueden aguantar mucho mejor.
Los gobiernos serán más selectivos con su gasto en los próximos dos años, por lo que los inversores deberían asegurarse de que están alineados con las iniciativas de alta prioridad, como importaciones y exportaciones en India o el Proyecto One Belt One Road de China.
China destaca porque tiene capacidad de fuego tanto en el lado fiscal como en el monetario. En dónde y en qué lo gastará o cómo los inversores pueden capturar las ganancias es la duda más evidente de este año. El mercado de deuda local presenta buenas oportunidades. Después de la escasez de cerdo, los rendimientos reales presentan atractivo, dado el movimiento limitado en los tipos de interés a pesar de la caída de la inflación. Los inversores extranjeros han estado prestando atención, al pasar de representar la inversión del 1% en el mercado local al 8%.
El renmimbi está estable y controlado. Los tipos reales y nominales son elevados, al tiempo que los inversores extranjeros como fondos soberanos, fondos de pensiones, bancos, aseguradoras y otros gestores de activos siguen demandando deuda local. Estos inversores se benefician de un mercado mucho más abierto en su búsqueda de retornos más elevados, mientras que la falta de un mayor impulse fiscal significa que no habrá una indigestión de papel, como hemos visto en otras partes.
Ayman Ahmed es un analista senior de renta fija en Thornburg Investment Management.
Thornburg Investment Management es una gestora independiente de inversión global fundada en 1982 que ofrece una gama de soluciones multiestratégicas para instituciones y asesores financieros de todo el mundo. Es una empresa reconocida como líder en inversión en renta fija, acciones y activos alternativos que supervisa 45 000 millones de dólares (43 500 millones de dólares en activos bajo gestión y otros 1800 millones en activos asesorados)a través de fondos de inversión, cuentas institucionales, cuentas separadas para inversores individuales de alto patrimonio y fondos UCITS para inversores no estadounidenses (datos a 31 de diciembre de 2020). Thornburg fue fundada en 1982 y su sede central se encuentra en Santa Fe, Nuevo México, EE. UU, con oficinas adicionales en Londres, Hong Kong, y Shanghái.
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