El ciclo alcista del mercado supera ya con creces los cinco años y medio, por lo que las cribas habituales de rentabilidades a tres y cinco años de los fondos de inversión muestran unos resultados excelentes. Al pasar de febrero a marzo de 2014, las fuertes pérdidas registradas durante la crisis financiera mundial prácticamente se eliminaron de las cifras de rentabilidades correspondientes al período de cinco años anterior (desde que el mercado tocó fondo en marzo de 2009).
Sin embargo, dichas cifras ignoran que, después de la Segunda Guerra Mundial, los períodos de expansión económica han durado unos cinco años de media, y en este momento es difícil saber cómo evolucionarán los activos de los clientes cuando comience el ciclo bajista. Sin duda nos encontramos en un terreno desconocido. El ciclo alcista del mercado actual ha superado con creces la media de 4,9 años de los ciclos alcistas registrados desde 1950. Y dado que el S&P 500 se ha movido fundamentalmente al alza desde que tocó fondo con 676,53 puntos el 9 de marzo de 2009, no es de extrañar que a los inversores les cueste tanto echar la vista más atrás. Y eso es exactamente lo que sucede ante el ruido de los mercados y la fuerte tendencia favorable a las decisiones de inversión a corto plazo.
Además, si únicamente nos fijamos en esos cinco años, estaremos juzgando a los gestores activos solo por la mitad de sus aptitudes. Resulta igual de importante comprobar su rentabilidad durante los períodos de caídas, a lo largo de un ciclo bajista del mercado, para evaluar su capacidad de añadir valor a largo plazo. Es cierto que la rentabilidad histórica no es garantía de los resultados futuros y sin duda cada distorsión del mercado es diferente. Pero si desean comprender mejor su proceso de inversión y comprobar cómo gestionan el riesgo, los asesores deberían evaluar la rentabilidad de los gestores tanto en las buenas como en las malas.
Por ello, si usted emplea supuestos con sus clientes, asegúrese de hacer el mismo hincapié en las rentabilidades a diez años (si dispone de ellas) como en las cifras a tres y cinco años. O tal vez fíjese en los resultados de los gestores de fondos durante períodos con una fuerte volatilidad durante un mismo año; por ejemplo, el año 2011, en el que el S&P 500 cayó un 20% desde finales de abril hasta octubre, pero aun así logró cerrar con un alza ligeramente superior al 2%. También puede analizar medidas del riesgo y volatilidad como la desviación estándar, la beta y el ratio de captura bajista. Sin embargo, puede que estas no gusten tanto a sus clientes. En su lugar, muéstreles cómo han variado los valores de sus cuentas en sus extractos mensuales. Fíjese en dichos valores a lo largo de varios años utilizando, por ejemplo, períodos sucesivos de 30 días, para que sus clientes puedan ver cómo afecta realmente la volatilidad del mercado a sus balances.
Lo que importa es dejar atrás la autocomplacencia y las expectativas poco realistas de lo que pueden ofrecer de verdad los mercados de capital. Últimamente hemos tenido una buena ración de ello, así como de interpretaciones erróneas por parte de los inversores sobre el objetivo de sus fondos. En una reciente encuesta de MFS entre los inversores de planes contributivos definidos, el 65% de los encuestados creía que los fondos que tienen un índice eran más seguros que el mercado bursátil general, y casi la mitad (el 49%) consideraba que dichos fondos generaban una rentabilidad superior a la de la bolsa. Y aunque la fuerte rentabilidad del mercado bursátil puede haber ayudado a mantener intactas dichas interpretaciones erróneas, esos inversores podrían llevarse una sorpresa desagradable cuando el mercado caiga finalmente.
Como inversores profesionales, nuestro trabajo consiste en desmitificar, generar las expectativas adecuadas y ayudar a los inversores a ser realistas acerca del comportamiento de los mercados de capitales a lo largo del tiempo. En ocasiones, se trata de cuestionar las respuestas. ¿Son suficientes algunas cifras de rentabilidad o los asesores necesitan un mayor contexto para ofrecer a sus clientes una visión completa? Si los gestores activos desean demostrar que existe valor a lo largo de ciclos de mercado completos, mostrar las desventajas resulta claramente ventajoso.
Jim Jessee es director adjunto de Distribución Mundial y miembro del comité directivo de MFS Investment Management (MFS).